Elecciones generales. El día después.

Ahí se te ve TROLL, mari
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Tas pasao de rosca y de TROLL con lo de camboya
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Informaté y luego hablas.
 
Defienden a un militar responsable de que España sea el segundo país con mas desaparecidos en fosas comunes después de Camboya.

Efectivamente. Hay muchísimos muertos por el frente popular y el ejército republicano que aún permanecen en fosas comunes. Menos mal que un diputado de vox hoy se ha acordado de ellos. A ver cuándo empiezan a desenterrarlos...
 
Casado ignora las disputas internas y cierra su 'lista del 155' al Senado
El presidente el Partido Popular apuesta por una gran renovación, pese al ruido de lamentos en la vieja guardia

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Pablo Casado. EFE
JOSE ALEJANDRO VARA
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PUBLICADO 22.03.2019 - 05:15ACTUALIZADOhace 3 horas

Pablo Casado cierra sus candidaturas al Senado, con la que dará la batalla por conservar la mayoría absoluta de la que ahora dispone el PP. Es la propuesta de la 'lista del 155' con la que Ciudadanos y Vox no resulta cómoda ni para Rivera ni para Abascal. Vox la rechaza abiertamente y el partido naranja ni siquiera la ha tomado en consideración. Casado, pese a todo, consuma estos días su equipo para dar la batalla a los golpistas del 'procés' en la Cámara Alta.

Rafael Hernando será finalmente número uno del PP al Senado por AlmeríaRafael Hernando será finalmente número uno del PP al Senado por Almería
La renovación de Pío García Escudero al frente de la lista por Madrid ha sido objeto de un intenso debate interno. El veterano presidente de la Cámara ha resistido finalmente las acometidas de una parte de la dirección, que consideraba necesario un cambio y optaba por Ángel Garrido,presidente de la Comunidad de Madrid.

García Escudero, con dos décadas en el Senado, era cuestionado tanto por su 'exceso de veteranía', como por algunos asuntos del pasado. Su nombre aparecía circunstancialmente en los denominados 'papeles de Bárcenas', cuestión que quedó perfectamente aclarada. Escudero ha resistido. No lo tuvo fácil. Garrido ha salido muy fuerte tras doblarle el pulso a los taxistas. Casado le compensará, quizás, con un billete hacia el Parlamento Europeo.




El actual portavoz de la bancada popular, Ignacio Cosidó, no aparece en las listas. Al ser miembro de la Cámara Alta por la cuota autonómica, seguirá en su puesto hasta que las Cortes de Castilla y León elijan a sus representantes. Es muy posible que no renueve dada su implicación en el denominado 'caso Kitchen', también con Bárcenas como telón de fondo.

Ha querido Casado incluir algunos naúfragos del marianos. Como, Rafael Hernando. el exportavoz de la bancada popular en la Cámara Baja que, aunque aspiraba a ir a Europa, se queda como cabeza de cartel al Senado por Almería. Hernando, que se alineó con Soraya Sáenz Santamaría en las primarias del partido, está bien valorado en Génova por su entrega al equipo a lo largo de estos últimos años. Será pieza clave en la Cámara Alta cuando se dilucide el voto al 155. También la Cámara Alta acogerá a dos marianistas de primer nivel, como Fernando Martínez Maíllo, el 'número tres' de Génova en la anterior etapa, que encabezará Zamora, o el histórico Carlos Floriano, que hará lo propio por Cáceres. Y una novedad de último minuto: Vicente Azpitarte, joven periodista de 'Libertad Digital', será el cabeza de lista del Senado por Granada, su tierra. Una incorporación que produce sorpresa, muy bien recibida por el PP en Andalucía.

Baile en Baleares
Hay sensación de desconcierto en un sector del partido. Casado ha optado por ignorar interno, la tormenta intramuros, y ha redondeado su alineación con tan sólo algunas concesiones. "El sudoku del Senado ha resultado muy enrevesado", comentaba un veterano dirigente. Casado ha atendido con paciencia algunas reacciones muy críticas a los cambios en el Congreso. El 'marianismo' quedó sepultado y el 'sorayismo', que viene a ser lo mismo, también. EnGénova se han manejado ahora con pies de plomo, aunque Casado estaba decidido a redondear este profundo cambio en el Senado. El 155 está en juego.

Entre los episodios más chocantes cabe destacar lo ocurrido en Baleares, por ejemplo. María Salom pasó de ser la cabeza de cartel para el Congreso a ocupar el mismo lugar en la lista del Senado. Salom era la candidata de Génova, que tuvo que ceder ante el empeño del barón regional, Biel Company, que ha colocado a Marga Prohens. "Una muestra de debilidad de la dirección nacional", comentaban en fuentes del PP en aquella comunidad. En Cantabria y en Asturias también ha habido cambio de cartel para el Senado, con la designación de Javier Puente, militante provida que regresó al PP tras su abandono en tiempos de Rajoy, y José Ramón García Cañal.

El relevo en León ha producido algunas suspicacias. Luis Aznar, el veterano senador, portavoz del PP en la comisión de investigación sobre los dineros de los partidos, el hombre que le espetó a Pablo Iglesias su "usted aburre a las cabras", era desplazado al tercer puesto de la lista para dejar sitio a Javier Santiago, el joven alcalde de Almazán. Aznar ha optado por irse a casa. La combativa Esther León será de nuevo la número dos. La opción de Antonio Silván, alcalde de la provincia, quedó finalmente sepultada.




En Valladolid sale en cabeza José Ángel Alonso, de 26 años, otra muestra más del vuelco que ha querido imprimir Casado en estas listas. El veterano Miguel Ángel Cortés, que fue secretario de Estado de Cultura, es posiblemente el ejemplo de supervivencia política más llamativo de la jornada.

Las listas al Congreso produjeron un esperado terremoto, que Casado está sorteando poco a poco con habilidad. La batalla de la Cámara Alta es clave para el PP. Los sondeos anuncian una victoria del PSOE y un severo retroceso de los populares. La aplicación del 155 pende de este voto. Sólo Casado parece darse cuenta del riesgo porque nadie en la precampaña habla de la Cámara Alta
 
PSOE y PP piden un adelanto de 60 millones a la banca para las elecciones
Los dos grandes partidos recurren al crédito ante la sucesión de elecciones que se avecinan
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ÍÑIGO DE BARRÓN
ELENA G. SEVILLANO
Madrid 23 MAR 2019 - 12:59 CET
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Pedro Sánchez, secretario general del PSOE y presidente del Gobierno. REUTERS
Los dos grandes partidos recurren al crédito bancario ante las dos campañas electorales que se avecinan. PP y PSOE pedirán por adelantado 60 millones de euros y elevarán así su deuda, que asciende conjuntamente a unos 65 millones, según datos de ambas formaciones. El PP necesita 15 millones para el 28-A y la misma cifra para mayo; el PSOE espera conseguir otros 30 millones de los bancos y, por primera vez, de microcréditos.

La financiación de los partidos políticos: el 80% es pública
Además de las dos formaciones políticas tradicionales, Ciudadanos también recurrirá al crédito bancario. El partido de Albert Rivera, que apenas arrastra deuda, no especifica qué cantidad solicitará. Podemos ha hecho una bandera de su negativa a pedir créditos a la banca, ya que argumenta que eso convierte a los partidos en dependientes de las entidades financieras. Prefiere financiarse con microcréditos que después devuelve a sus simpatizantes.

En las últimas elecciones generales auditadas por el Tribunal de Cuentas, las de diciembre de 2015, el PP recibió préstamos por 10,7 millones; el PSOE, por 8,6 y Ciudadanos, por 7,7. El PP gastó en total 18,9 millones de euros, de los que dos fueron aportaciones del partido y el resto, adelantos de subvenciones. Según el informe, el PSOE gastó en total 13,6 millones de euros, de los que el partido no aportó nada. Cinco millones procedieron de adelantos de subvenciones. Ciudadanos costeó el 99% de la factura final de los comicios con el préstamo bancario.

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Los partidos se han visto obligados a cambiar de estrategia desde la quiebra del Banco Popular, en junio de 2017. El Popular fue el financiador de las grandes formaciones nacionales —los nacionalistas y regionalistas acudían a las cajas de ahorros— durante décadas. El banco creó un grupo de ejecutivos expertos en la actualidad política y en leer encuestas electorales. Ocupaban la llamada “oficina institucional”, que estaba radicada en la calle Cedaceros de Madrid, a escasos metros del Congreso, por donde los representantes de los partidos pasaban a pedir financiación.

El banco publicaba cada año el volumen de créditos a los partidos. “La morosidad no fue alta y se conseguía un negocio relativamente importante porque los partidos tenían su negocio comercial con el Popular”, explica un antiguo directivo que pide el anonimato. “El banco entendía bien cómo funcionaban los partidos y calculaba su riesgo como si se tratara de cualquier otro cliente”, explica un exresponsable de finanzas de una formación política. El origen de esa política comercial se remonta a 1977. Aquel año, el presidente del Popular, Luis Valls Taberner, numerario del Opus Dei, decidió prestar dinero al recién legalizado Partido Comunista, al que las demás entidades cerraron el grifo de los créditos.

Pero ya nadie quiere ser el Popular, que fue adquirido por el Santander: “A los bancos no les gusta dar dinero a los partidos”, asegura el exresponsable de las cuentas de un partido. “Antes, los bancos no aparecían en los papeles, pero con los cambios legales y ahora que la prensa y la sociedad han puesto el foco en ellos, se quieren quitar de en medio”, añade. Desde 2015, la banca no puede condonar créditos a las formaciones políticas.

Algunas entidades se niegan a financiar a los partidos: así lo tiene estipulado el BBVA en su código de conducta: “El BBVA no realiza contribuciones a campañas electorales ni donaciones a partidos políticos”. Bankia no le ha prestado un solo euro a los partidos desde su nacionalización en 2012. El resto de grandes bancos son reticentes a conceder estos préstamos: el desprestigio de la clase política y la posibilidad de tener conflictos de interés provoca este rechazo. Según un directivo bancario, las entidades comentan entre ellas las cifras pedidas por los partidos y deciden cuánto prestan.

Para vencer las reticencias de los bancos, algunos partidos, como el PP, ofrecen la posibilidad de cobrar de forma instantánea en cuanto paga el Ministerio del Interior por los resultados electorales obtenidos. Las entidades deben informar al Banco de España de los préstamos a los partidos; el supervisor se lo comunica al Tribunal de Cuentas. A la vez, los partidos también tienen que notificar sus préstamos al Tribunal para que exista un doble chequeo.

Los 16,2 millones que Ciudadanos ha pedido en créditos en 2015 y 2016 los obtuvo del Banco Popular. La formación asegura que ya solo tiene 7.137,34 euros de deuda con entidades (a 31 de diciembre de 2017, último dato disponible). Un portavoz de Ciudadanos explica que cada uno de esos créditos (el mayor fue de 9 millones de euros para las generales de diciembre de 2015) fue liquidado dentro de los 12 meses posteriores a solicitarlo, porque en cuanto la formación cobró por resultados electorales y por la subvención de funcionamiento pagó la deuda, que nunca se ha acumulado.

Ciudadanos replantea su estrategia
Las generales de 2016 fueron las últimas elecciones en las que Ciudadanos pidió un préstamo bancario, asegura este portavoz. "Las catalanas de 2017 y las andaluzas de 2018 las afrontamos sin necesidad de financiarnos con los bancos", añade. La formación asegura que para las generales no necesitaría un crédito, pero que debido a la coincidencia en apenas dos meses de generales, municipales, europeas y autonómicas han tenido que replantear la estrategia.

El Popular es también el principal prestamista del PSOE: le ha concedido 60 millones en 48 préstamos, según los datos que publica en su página web la formación. Su deuda viva era de 50 millones en 2017, pero ya ha bajado a 40, según Mariano Moreno, director gerente del PSOE. Moreno asegura que el objetivo es reducir 5 millones más este año y avanzar en la autofinanciación gracias a una nueva fórmula para ellos: los microcréditos. Serían préstamos de ciudadanos simpatizantes del partido que se les devolverían cuando la formación cobre las subvenciones públicas correspondientes.

El PSOE prevé gastar nueve millones en las generales (más cinco millones en buzoneo o publicidad electoral) y 16,4 millones entre las municipales, europeas y autonómicas (con otros 9,8 millones de mailing), según el presupuesto que aprobó la formación hace unos días.

En el caso del PP, Banesto —también propiedad del Santander— es el principal banco acreedor, pero lo es por los créditos hipotecarios. Si solo se analizan las pólizas de crédito, el Popular vuelve a liderar la lista de bancos deudores. Hasta 2017, el PP debe 24,8 millones, según las cuentas de este partido, que no quiso comentar estos datos.

https://elpais.com/politica/2019/03...ovsJsxxkXMRP3DzwKtDy8iNV83h2K9EN-7Qbw1hNCJGVc

¿Como van a obligar todos éstos a los bancos a que devuelvan el rescate si necesitan sus préstamos?
 
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