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CORRISPONDENZA ROMANA
Celibato, Amazonia, Alemania. Vuelve al campo de juego el cardenal Sarah
Por
Corrispondenza Romana
-
20/04/2020

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(Sandro Magister, L’Espresso – 15 abril 2020) En la mañana del domingo de Pascua y en la mañana del lunes de Gloria la revista francesa “Valeurs actuelles” puso en red, en dos entregas, una entrevista ribereña al cardenal Robert Sarah, reunida por Charlotte d’Ornellas:
> “Là où règne la confusion, Dieu ne peut habiter!”: le cardinal Sarah appelle à l’unité de l’Eglise
> Cardinal Sarah: “Cette épidémie disperse la fumée de l’illusion”
En la primera entrega de la entrevista, Sarah se remite al libro escrito por él y publicado junto al papa emérito Benedicto XVI, con el título “Desde lo profundo de nuestro corazón”, en inclaudicable defensa del celibato sacerdotal.
El cardenal denuncia la instrumentalidad de las invectivas contra el libro y sus dos autores. Reafirma que su publicación, en el pasado mes de enero, ha sido hecha “con un espíritu de profunda obediencia filial al Santo Padre”. Y anhela que finalmente se lo discuta por lo que dice realmente y que el mismo papa Francisco ha mostrado que comparte, cuando dijo – repitiendo a Pablo VI – que “prefiero dar la vida antes de cambiar la ley sobre el celibato”.
Pero en la entrevista el cardenal Sarah habla también de otras cosas: del sínodo sobre la Amazonia, del sínodo de Alemania, de los enfrentamientos dentro de la Iglesia, de los abusos sexuales, además de la “crisis de la civilización” planteada por la pandemia del coronavirus.
A continuación presentamos un breve extracto de su entrevista, sobre los puntos más relevantes para la vida de la Iglesia.

El libro sobre el celibato
Con Benedicto XVI hemos querido abrir un debate de fondo, una reflexión serena, objetiva y teológica sobre el sacerdocio y el celibato, apoyándonos en la Revelación y en los datos históricos. […] He leído muchas invectivas e injurias, pero muy poca reflexión teológica y pastoral, y sobre todo he visto muy pocos comportamientos cristianos.
Ahora bien, con Benedicto XVI hicimos propuestas audaces de reforma del modo de vida de los sacerdotes. Nadie ha recogido ni comentado las que creo que son las páginas más importantes de nuestra reflexión, las que se refieren a la necesaria renuncia a los bienes materiales por parte de los sacerdotes, las que apelan a una reforma fundamentada en la búsqueda de la santidad y en la vida de oración, las que invitan “a presentarse ante Ti y a servirte”. […] A todo esto se agrega la necesidad de servir a Dios y a los hombres. Nuestro libro quería ser espiritual, teológico y pastoral, mientras que los medios de comunicación y algunos expertos autodenominados tales han hecho una lectura política y dialéctica. Ahora que se han diluido las polémicas estériles, ¿quizás se lo podrá finalmente leer verdaderamente? ¿Quizás se lo podrá discutir pacíficamente?

El sìnodo sobre la Amazonia
Al día siguiente de la publicación de la exhortación apostólica “Querida Amazonia” del papa Francisco, algunos prelados han manifestado decepción y consternación. No estaban inquietos por los pueblos de la Amazonia, sino desilusionados, porque la Iglesia, según ellos, habría debido aprovechar esa ocasión para ponerse en sintonía con el mundo moderno. Se ha visto claramente en esta oleada que la cuestión amazónica había sido instrumentalizada. Se había utilizado la miseria de los pobres para promover proyectos ideológicos.
Debo confesar que tal cinismo me entristece profundamente, ya que en vez de trabajar para hacer descubrir a los pueblos de la Amazonia la profundidad y las riquezas únicas de la persona de Jesucristo y de su mensaje de salvación, se quiso “amazonizar” a Jesucristo y adosarle las creencias y las prácticas de los indígenas amazónicos, proponiéndoles un sacerdocio a medida humana adaptado a su situación. Los pueblos de la Amazonia, al igual que los de África, tienen necesidad de Cristo crucificado, escándalo para los judíos, locura para los paganos, verdadero Dios y verdadero hombre, quien ha venido para salvar a los hombres manchados por el pecado, para regalarles la vida y reconciliarlos con Dios, haciendo la paz con la sangre de su cruz.

Los contrastes en la Iglesia
La unidad de los católicos no es un simple afecto sentimental, sino que se fundamenta sobre lo que tenemos en común: la Revelación que Cristo nos ha dejado. Si cada uno defiende su propia opinión, su propia novedad, entonces la división se difundirá por todas partes. La fuente de nuestra unidad nos precede: la fe es una, es ella la que nos une. La herejía es la verdadera enemiga de la unidad. Me impresiona constatar cómo el subjetivismo torna histéricas las discusiones. Si se cree en la verdad se puede buscarla juntos, también se puede tener confrontaciones francas entre los teólogos, pero los corazones permanecen en paz, porque se sabe bien que al final la verdad aparecerá. Al contrario, cuando se cuestiona la objetividad intangible de la fe, entonces todo se transforma en rivalidad entre las personas, en lucha por el poder. La dictadura del relativismo, en tanto destruye la confianza pacífica en la verdad revelada, impide que haya un clima de serena caridad entre los hombres. […]
La unidad de la fe presupone la unidad del magisterio en el espacio y en el tiempo. Cuando se nos brinda una enseñanza nueva, siempre se la debe interpretar en coherencia con la enseñanza que precede. Si introducimos rupturas y revoluciones, destruiremos la unidad que gobierna a la santa Iglesia a través de los siglos, lo que no significa que estemos condenamos al fijismo. Pero toda evolución debe ser una comprensión mejor y una profundización del pasado. La hermenéutica de la reforma en la continuidad que Benedicto ha enseñado tan claramente es una condición sine qua non de la unidad.

El sìnodo de Alemania
Lo que acontece en Alemania es terrible. Se tiene la impresión de que las verdades de fe y los mandamientos del Evangelio se ponen a votación. ¿Con qué derecho podemos decidir renunciar a una parte de la enseñanza de Cristo? Sé que numerosos católicos alemanes sufren por esta situación. Como ha dicho muchas veces Benedicto XVI, la Iglesia de Alemania es demasiado rica. Con el dinero se ha intentado hacer de todo: cambiar la Revelación, crear otro magisterio, una Iglesia no más una, santa, católica y apostólica, sino alemana. El riesgo para una Iglesia similar es pensarse como una de las instituciones mundiales. ¿Pero cómo entonces no terminaría pensándose como lo hace el mundo?

Los abusos sexuales
Esta crisis es ante todo una crisis de fe y una crisis profunda del sacerdocio. El descubrimiento de los crímenes abominables por parte de sacerdotes es el síntoma más aterrador. Cuando Dios no está en el centro, cuando la fe no determina más la acción, cuando ella no orienta más y no impregna más la vida de los hombres, entonces también esos delitos se tornan posibles. Es necesario que comencemos de nuevo, ha dicho Benedicto XVI, a vivir a partir de Dios y ante la mirada de Dios. Ante todo, los sacerdotes deben aprender a reconocer a Dios como el fundamento de su vida y no dejarlo aparte como si se tratara de una fórmula sin contenido real. Cuando una vida sacerdotal no tiene su centro en Dios, corre el riesgo de dejarse llevar por una forma de intoxicación del poder. Como decía también Benedicto XVI: “¿Por qué la ped*filia ha alcanzado proporciones similares? En último análisis, la razón de ello es la ausencia de Dios”.
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«Correspondencia romana» (CR) es una agencia católica de información, cuyo director es el Prof. Roberto de Mattei, creada en 1980, que se publica regularmente todas las semanas desde noviembre de 1985. Desde entonces «Correspondencia romana» no ha cambiado su línea editorial y su concepción de la cultura, destacándose como un polo de referencia por la coherencia y la claridad de sus posiciones. El arco de noticias de CR abarca desde las temáticas religiosas hasta las políticas, culturales y las referentes a las costumbres, ofreciendo siempre una información documentada sobre los acontecimientos que permite emitir un juicio preciso y oportuno sobre los mismos. Su link ofrece una cuidadosa selección de lo que también es importante conocer en la Web.
 
domingo, 19 de abril de 2020
Satanismo Explicado (Extracto) - Makow Henry PhD

El satanismo explicado (Satanism Explained)
2 de febrero de 2020
Fuente: Makow Henry.com
(Los progresistas son satanistas ingeniosos e inconscientes)
El humo y los espejos rodean al satanismo. Muchos satanistas no entienden su naturaleza tóxica. El satanismo es la guerra contra Dios, es decir, el orden moral y natural. Es anti-vida. No es una religión. La religión es discernir y obedecer la voluntad de Dios. El satanismo es una anti-religión. Su dios es la muerte.
Apocalipsis 12:9 "...esa serpiente antigua, llamada el Diablo y Satanás, que engaña al mundo entero."
"Cuando introdujimos en el organismo del Estado el veneno del liberalismo, toda su complexión política sufrió un cambio. Los Estados se han visto afectados por una enfermedad mortal: el envenenamiento de la sangre. Todo lo que queda es esperar el fin de su agonía de muerte." (Protocolos, 9)
"Para que el verdadero significado de las cosas no golpee a los gentiles antes de tiempo, lo enmascararemos bajo el supuesto deseo ardiente de servir a las clases trabajadoras..." (Protocolos, 6)

1. Se llaman a sí mismos "progresistas". Los satanistas invierten todo. Defienden las inversiones y todo lo que es enfermizo y disfuncional. En realidad, son "regresivos".
A pesar de sus pretensiones morales, "progreso" para ellos es la degradación y destrucción de sus semejantes.
Dios es la perfección en todas las cosas. Ellos invierten todas las cosas: La enfermedad es salud; lo feo es hermoso, lo falso es verdadero, la injusticia es justicia, el odio es amor, la miseria es felicidad, y viceversa.
2. El hombre está conectado a Dios a través de su alma. Quita a Dios y el hombre se tambalea como un pez fuera del agua.
Buscando llenar el vacío, idealiza cualquier cosa porque su conexión con Dios ha sido cortada. Quita a Dios, y el hombre creará falsos dioses, dijo Carl Jung.
Vean la absurda idealización de la mujer, el s*x* y el romance; la literatura y el arte; los "grandes hombres", los políticos, las celebridades, etc.
Debido a su hambre de Dios, puedes venderle cualquier cosa como sustituto. Se imagina que está consiguiendo a Dios.
3. Fuimos programados por Dios. La verdadera religión es simplemente seguir el programa. Dios es el programa.
Los satanistas están tratando de desprogramarnos. (Por ejemplo, nos obligan a desaprender la heterosexualidad.) ¿Por qué?
Dinero y poder como siempre. El uno por ciento tiene más del 50% de la riqueza y lo quieren todo.
Quieren que les obedezcas a ellos, no a Dios.
4. Aunque nos han lavado el cerebro para negar a Dios, en realidad estamos enamorados de Dios, la libertad y la felicidad que nuestras almas anhelan.
Dios es la realidad. La única realidad.
El Dios del Satanismo es la Muerte.
5. Estamos siendo testigos de una lucha cósmica entre el Bien y el Mal, y lamento decir que el Mal está a cargo y cerca de la victoria. Los satanistas (masones) controlan las posiciones "progresistas" y "conservadoras". No hay quienes no sean también sionistas y defensores de los ricos.
6. Los cabalistas (satanistas) creen que la percepción es la realidad. Por lo tanto, se apoderan del control de la educación y de los medios de comunicación. Naturalmente niegan la existencia de la realidad objetiva y la verdad objetiva (para poder sustituirla por la suya propia).
La negación de la verdad objetiva es la negación de Dios. Dios es la realidad. El conflicto entre el bien y el mal es metafísico.
7. El hombre camina sonámbulo hacia la catástrofe. Los satanistas están preparando el escenario para una catastrófica tercera guerra mundial.
Estamos programados para entrar en la Luz. Los satanistas nos llevan a la Oscuridad. "Corrompemos para controlar", dijo Giuseppe Mazzini. El satanismo es de baja o nula Conciencia.
8. Los satanistas controlan el cártel del banco central mundial. Nos tienen agarrados. Crean nuestro "dinero" de la nada. Son sólo dígitos en su libro de cuentas que pueden borrar en cualquier momento. Están aprovechando esto para controlar todo, incluyendo el pensamiento, la cultura, la religión y sus hijos. Los bancos promueven activamente la homosexualidad y el desplazamiento de los blancos, pero nosotros les confiamos nuestro "dinero".
9. Estamos siendo inducidos al cabalismo en el nivel más bajo. Los cultos satánicos explotan y controlan a sus miembros haciéndolos enfermos, corruptos y pervertidos. Enfermos como en la disforia de género, promiscuidad sexual, por**grafía, ped*filia, incesto, vacunas, guerra interminable... Han socavado lo más maravilloso y esencial de la vida, el amor entre hombre y mujer, y entre padres e hijos. El núcleo familiar es el glóbulo rojo de la sociedad. Estos demonios están decididos a matarlo.
Un cáncer mortal infecta todas las instituciones sociales. Debe ser reconocido y abordado.
¿Se irá la civilización occidental a la tumba debido a nuestra irresponsabilidad e ingenuidad?
Traducción: F.Patrick



Nacionalismo Católico San Juan Bautista
Publicadas por Augusto TorchSon a la/s 15:25 1 comentario: Vínculos a esta publicación
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Etiquetas: Cabala, Henry Makow, Nuevo Orden Mundial, Satanismo
 
Miércoles, 8 de abril de 2020
La agenda globalista del Vaticano - Alejandro Sosa Laprida

La agenda globalista del Vaticano
Miles Christi - 07/04/2020

« Los más astutos enemigos han llenado de amargura a la Iglesia, esposa del Cordero Inmaculado »[1]

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Comparto con ustedes este excelente artículo de Elizabeth Yore, publicado en The Remnant anteayer, que sintetiza la puesta a punto de una religión mundial promovida por el Vaticano: https://remnantnewspaper.com/web/in...-francis-dropped-the-title-of-vicar-of-christ. Y acá puede leerse la traducción castellana, publicada por Fray Filemón de la Trinidad en su blog: https://linumfumigans.blogspot.com/2020/04/papa-francisco-el-abandono-del-titulo.html#more


Añadiré seguidamente algunas citas y datos a esta muy buena reseña. He aquí un ejemplo reciente, entre muchos otros, que ilustran este programa religioso unificador impulsado a escala planetaria desde el Vaticano:

“Queridos amigos Budistas: En nombre del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso os brindamos nuestros más sinceros saludos y mejores deseos así como a todas las comunidades budistas del mundo con motivo de la celebración de la fiesta de Vesakh/Hanamatsuri. El Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso lo ha hecho en los últimos veinticuatro años en esta alegre ocasión. Dado que este año se cumple el vigésimo quinto aniversario de este tradicional mensaje, nos gustaría renovar nuestro vínculo de amistad y colaboración con las diversas tradiciones que representais. Este año quisiéramos reflexionar con vosotros sobre el tema "Budistas y cristianos: construyamos una cultura de compasión y fraternidad", conscientes del alto valor que nuestras mutuas tradiciones religiosas atribuyen a la compasión y la fraternidad en nuestra búsqueda espiritual, en el testimonio y en el servicio a una humanidad y a una tierra heridas. (…)


Todo está relacionado. La interdependencia nos devuelve al tema de la compasión y de la fraternidad. En un espíritu de gratitud por vuestra amistad, os pedimos humildemente que acompañéis y sostengáis a vuestros amigos cristianos en la promoción de la bondad del amor y de la fraternidad en el mundo de hoy. Al igual que nosotros, budistas y cristianos, aprendemos unos de otros a ser más atentos y compasivos cada día, así podemos seguir buscando formas de colaborar para que nuestra relación se convierta en una fuente de bendición para todos los seres sensibles y para el planeta, que es nuestra casa común.


Creemos que para garantizar la continuidad de nuestra solidaridad universal, es necesario un proceso educativo para nuestro "viaje" compartido. Con este fin, el 15 de octubre de 2020 se celebrará un evento mundial cuyo tema es "Reconstruir el Pacto Educativo Global". "Un encuentro para reavivar el compromiso por y con las jóvenes generaciones, renovando la pasión por una educación más abierta e incluyente, capaz de la escucha paciente, del diálogo constructivo y de la mutua comprensión" (Papa Francisco, Mensaje para el lanzamiento del Pacto Educativo Global, 12 de septiembre de 2019). Os invitamos a colaborar con todos para promover esta iniciativa, individualmente y dentro de vuestras comunidades, para cultivar un nuevo humanismo. También nos complace ver que, en varias partes del mundo, los budistas y los cristianos tienen valores profundamente arraigados y trabajan juntos para erradicar las causas de los males sociales.”[2]


Les doy un ejemplo adicional, esta vez en relación al islam:
“El Papa Francisco afirma que la crisis ecológica es un llamado a una profunda conversión interior. Lo que se necesita es la educación, la apertura espiritual y una "conversión ecológica global" para responder adecuadamente a este desafío. Como creyentes, nuestra relación con Dios tiene que ser cada vez más evidente a través de la forma en que nos relacionamos con el mundo que nos rodea. Nuestra vocación de ser los guardianes de la obra de Dios no es facultativa, ni marginal en relación con nuestro compromiso religioso como cristianos y musulmanes: es una parte esencial del mismo. ¡Que los pensamientos religiosos y las bendiciones derivadas del ayuno, la oración y las buenas obras nos sostengan, con la ayuda de Dios, en el camino de la paz y de la bondad en el cuidado de todos los miembros de la familia humana y de todo lo Creado!” Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso - Mensaje a los musulmanes para el mes de Ramadán, 2/6/2017.[3]


Un último ejemplo de estos inauditos “saludos ecuménicos”, por si a alguien le quedase todavía alguna duda acerca del indiferentismo religioso fomentado por el Vaticano:
“Queridos amigos Hindúes: el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso os envía cordiales saludos y sinceros deseos con ocasión de la Deepavali que este año celebráis el 27 de octubre. Que esta fiesta de luces ilumine vuestros corazones y hogares y traiga alegría y felicidad, paz y prosperidad a vuestras familias y comunidades. Al mismo tiempo, que fortalezca el espíritu de hermandad entre vosotros. (…) La religión nos inspira fundamentalmente a “ver en el otro a un hermano que debe sostener y amar” -Francisco y Ahmaed el-Tayeb, Gran Imán de Al-Azhar en Abu Dhabi, el 4/2/ 2019-. (…) Sólo cuando los seguidores de las religiones se exigen a sí mismos una vida coherente con su ética religiosa, pueden ser vistos como personas que desempeñan realmente su papel de constructores de paz y de testigos de nuestra humanidad compartida.”[4]


Y ahora haré una pregunta, cuya respuesta correcta me parece indispensable para poder comprender adecuadamente esta situación inaudita en la historia de la Iglesia que nos toca vivir: ¿cuál es la raíz de estas abominaciones, de este auténtico misterio de iniquidad, que consiste en ver a la jerarquía eclesiástica ejecutar el plan masónico e iluminista de puesta en marcha de una religión humanista planetaria, que trascienda los “dogmas” de las diferentes “tradiciones religiosas”? ¿Es acaso Francisco el único responsable de esta situación apocalíptica?


Imagino que ya habrán adivinado la respuesta a mi pregunta, la cual, evidentemente, tiene solamente una función retórica. No, de ninguna manera, Bergoglio no es en absoluto el único responsable de lo que está sucediendo en la Iglesia. Él no hace más que implementar el falso ecumenismo y el falaz diálogo interreligioso del CVII, sobre los que se funda el objetivo modernista de constituir una religión global, integrada por todos los “cultos”, unificados bajo la divisa del “humanismo”, la “fraternidad”, el cuidado de la “casa común” y la obtención de una falsa paz mundial, al margen de Jesucristo.


Esta empresa, de innegable corte anticrístico, es actualmente llevada por Bergoglio, pero ha sido preparada meticulosamente por todos sus predecesores conciliares. Transcribo seguidamente un pasaje ilustrativo del origen conciliar de esta aberración, tomado del documento Nostra Aetate, referido a las religiones no cristianas -aquí, más precisamente, al hinduismo-:
Las religiones, al tomar contacto con el progreso de la cultura, se esfuerzan por responder a dichos problemas con nociones más precisas y con un lenguaje más elaborado. Así, en el Hinduismo, los hombres investigan el misterio divino y lo expresan mediante la inagotable fecundidad de los mitos y con los penetrantes esfuerzos de la filosofía, y buscan la liberación de las angustias de nuestra condición mediante las modalidades de la vida ascética, a través de una profunda meditación, o bien buscando refugio en Dios, con amor y confianza.”[5]


Conviene tener presente que mensajes de este tenor, congratulando a las “religiones” heréticas, cismáticas e idólatras por sus “festividades religiosas”, se vienen enviando desde hace más de cincuenta años. Me parece que ya es ampliamente hora de abrir los ojos y de dejar de idealizar los supuestos “buenos viejos tiempos” de JPII y de BXVI, que practicaron exactamente el mismo ecumenismo apóstata.


No olvidemos que fueron justamente ellos quienes comenzaron con las abominables reuniones interreligiosas de Asís, las tres primeras con JPII como “papa” y con Ratzinger al frente del ex Santo Oficio, es decir, nada menos que como supuesto garante de la ortodoxia doctrinal (!!!), y la cuarta, en 2011, convocada y presidida por el mismo Ratzinger devenido ya BXVI…


En comparación con ellas, el reciente episodio de la “Pachamama” en los jardines vaticanos -grotesco espectáculo montado por Bergoglio para poner de relieve su maligno “sínodo amazónico”-, podría ser considerado como un incidente menor, como una suerte de “mini réplica” de los multitudinarios aquelarres pergeñados por Wojtyla y Ratzinger, y que el mismo, al estar en perfecta consonancia con el proyecto ecuménico conciliar y con lo hecho por sus predecesores, en buena lógica, no debería haber sorprendido a nadie.


Veamos un testimonio muy esclarecedor al respecto:
“Queridos hermanos y hermanas, en el Mensaje para la Jornada de la Paz de hoy subrayé que las grandes religiones pueden constituir un importante factor de unidad y de paz para la familia humana, y recordé, al respecto, que en este año 2011 se celebrará el 25° aniversario de la Jornada mundial de oración por la paz que el venerable Juan Pablo II convocó en Asís en 1986. Por esto, el próximo mes de octubre, iré como peregrino a la ciudad de san Francisco, invitando a unirse a este camino a los hermanos cristianos de las distintas confesiones, a los representantes de las tradiciones religiosas del mundo, y de forma ideal, a todos los hombres de buena voluntad, con el fin de recordar ese gesto histórico querido por mi predecesor y de renovar solemnemente el compromiso de los creyentes de todas las religiones de vivir la propia fe religiosa como servicio a la causa de la paz. Quien está en camino hacia Dios no puede menos de transmitir paz; quien construye paz no puede menos de acercarse a Dios. Os invito a acompañar esta iniciativa desde ahora con vuestra oración.”[6]


Éstas son palabras de BXVI, pronunciadas el primero de enero de 2011, tras haber convocado “Asís V”, con motivo del 25 aniversario de “Asís I”, invocando la bendición de Jesús y de María para legitimar su perversa iniciativa ante los fieles incautos:
“Por esto, ante el icono de la Virgen Madre, la Iglesia en este día invoca de Dios, por medio de Jesucristo, el don de la paz: es la Jornada mundial de la paz, ocasión propicia para reflexionar juntos sobre los grandes desafíos que nuestra época plantea a la humanidad.”


Estas dos últimas citas van dirigidas a los cada vez más numerosos ilusos que, escandalizados con razón por las incesantes tropelías de Bergoglio, se empecinan, contra toda evidencia, en ver en BXVI el supuesto refugio de los fieles desamparados y un campeón de la fe católica. Algunos llegan incluso a considerarlo como el papa legítimo, quien estaría aguardando pacientemente su hora para manifestar ante el mundo la invalidez de su renuncia, retornar a la sede petrina, escarmentar al usurpador y muy hereje de Bergoglio y restaurar la sana doctrina. Ver para creer…


Lo que es indispensable comprender, de una buena vez, es que el plan ecuménico conciliar fue la razón de ser de esa funesta asamblea, y que dicho plan se viene efectuando de manera gradual desde hace más de medio siglo, a través de la acción mancomunada, uniforme y perfectamente coherente de todos los “papas conciliares”.


La principal característica de este plan es la de ser monolítico, innegociable e ineluctable, puesto que se trata de la realización en directo de la “gran apostasía” anunciada por San Pablo, consumada de manera oficial por la jerarquía eclesiástica, preludio necesario a la manifestación pública del Anticristo, del cual Francisco, posiblemente, vaya a ser el falso profeta…


Y este plan es exactamente el mismo tanto si es ejecutado con muceta e incienso y modales refinados -esto es, recurriendo a formas “tradicionales” para engañar mejor a los inocentes-, como empleando maneras plebeyas y repulsivas. ¿Hace falta acaso aclarar que lo primero es muchísimo más peligroso que lo segundo?



[1] https://materinmaculata.wordpress.com/2014/09/20/exorcismo-completo-de-leon-xiii-latin-espanol/
[2] https://www.vaticannews.va/es/vatic...os-construyamos-una-cultura-de-compasion.html - https://press.vatican.va/content/salastampa/es/bollettino/pubblico/2020/04/02/motiv.html
[3] https://press.vatican.va/content/salastampa/es/bollettino/pubblico/2017/06/02/mens.html
[4] http://press.vatican.va/content/salastampa/es/bollettino/pubblico/2019/10/21/mens.html
[5] http://www.vatican.va/archive/hist_...ts/vat-ii_decl_19651028_nostra-aetate_sp.html
[6] http://www.vatican.va/content/bened.../hf_ben-xvi_ang_20110101_world-day-peace.html
Publicadas por Augusto TorchSon a la/s 00:09
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Etiquetas: Alejandro Sosa Laprida, Apostasía, Francisco
 
Crisis pandémica: La ausencia de la Iglesia católica. El abandono del deber por la jerarquía


Crisis pandémica: La ausencia de la Iglesia católica. El abandono del deber por la jerarquía
Por
RORATE CÆLI
-
27/04/2020

La crisis en la que estamos todos inmersos (no hay escape) muestra de forma clara –clara al menos para aquellos cuyos ojos no están nublados de falsa piedad— la completa irrelevancia de la Iglesia Católica en esta crisis. La Iglesia Católica, a lo largo de sus dos mil años de historia, se ha visto envuelta en muchísimas crisis: herejías, guerras, plagas, luchas eclesiales, hambrunas, lo que quieran. Y la Iglesia se ha visto envuelta en estas crisis de la civilización y la civilización a la postre significa la gente, no meramente un grupo de personas sino individuos: él, ella y sus hijos. Y la reacción de la Iglesia en el pasado fue involucrarse radicalmente con las crisis a las que se enfrentaba la sociedad en que vivía. Esto no es un romanticismo sobre un pasado, como si los obispos siempre hubieran respondido a estas crisis de vida y muerte de la mejor forma posible, pero tenemos la imagen de san Luis Gonzaga llevando a las víctimas de la peste de Roma al hospital de la Isla Tiberina. Bueno, Luis no era obispo, ni siquiera sacerdote. Era simplemente un novicio jesuita.
¿Y qué vemos hoy?
El Papa de Roma hablando solo a nadie en la plaza de San Pedro. El Papa realizando los ritos de la Semana Santa en una iglesia vacía. Los obispos de mi país, los Estados Unidos, ofreciendo misas en streaming y los cultos de la Semana Santa como paliativos a su rebaño en esta crisis. No es romanticismo esperar que nuestros obispos y sacerdotes siguieran los ejemplos de san Gregorio Magno en el siglo VI, que procesionó durante la peste de Roma por las calles de la ciudad rogando a Dios por el fin de la plaga. No es romanticismo esperar que nuestros obispos siguieran el ejemplo de san Carlos Borromeo durante la peste de Milán del siglo XVII, que estuvo tan profundamente presente para su pueblo a riesgo propio.
¿Cuál es la diferencia entre Gregorio y Carlos Borromeo y los obispos de hoy? No es que los obispos de los Estados Unidos no deban obedecer la respuesta racional del gobierno a la crisis sanitaria nacional causada por el virus COVID-19. Es que no se les ve por ningún lado, excepto en la borrosa realidad del streaming. Me referiré al problema real de las misas en streaming en fecha posterior. Pero el hecho es que los obispos, esos que fueron ordenados para ser Cristo entre nosotros, están refugiados donde sea que viven y publican declaraciones piadosas de vez en cuando y creen que esto es la Imitatio Christi, que así es como se lleva a Cristo a su gente.
Dados el confinamiento y los mandatos de distancia física, los obispos son irrelevantes si se les compara con las cabezas parlantes de los medios. Muchos aparecen de vez en cuando en los medios para dar alguna observación piadosa y ofrecer alguna breve oración inocua, mensaje que podría haber sido dado por cualquiera con sensibilidad cristiana, o incluso sensibilidad no religiosa pero buena. Los líderes en estos tiempos de peligro en que vivimos son seculares: desde los jefes de gobierno a los de conocimiento científico y, mucho peor, a las incontables cabezas parlantes en las incontables mal llamadas cadenas de noticias.
Lo que la crisis del COVID-19 muestra sobre todo es la profunda secularización de la Iglesia católica. El proceso que empezó en la década de 1950 en la Iglesia católica de los Estados Unidos y de Europa fructificó en el Concilio Vaticano II, el cual Concilio decidió ser moderno cuando el mundo había abandonado la modernidad. No hay necesidad de tirar a la basura el Concilio Vaticano II porque, como cualquier concilio –díganme una doctrina importante que saliera del Lateranense II–, no es más que una etapa en la tarea en curso de comprender la fe católica en cualquier época particular. Pero no cabe duda de que la aplicación de los documentos del Concilio, especialmente los referentes al culto de la Iglesia, nos ha llevado a la situación en que nos encontramos ahora. El que nuestros católicos no puedan profundizar en su fe en este tiempo de crisis –gracias al liderazgo negativo del clero— excepto para quejarse de la imposibilidad de recibir la Sagrada Comunión el domingo, es un tema principal que nos enseña con exactitud en qué punto se encuentran nuestros fieles católicos en relación a su fe. ¿Quién hablará al fiel católico sobre la oportunidad de profundizar su fe en tiempo de privación de la misa y de la Eucaristía? ¿Quién les hablará de la necesidad del desierto espiritual para crecer en la fe? La esperanza general se expresa en la esperanza secular de que en unos pocos meses esto se irá y “volveremos a la normalidad”. Pero la “normalidad” no es una categoría que el católico deba abrazar, pues creemos en un Dios que se hizo carne y murió en una cruz para que pudiéramos salvarnos y tener la vida eterna. Dios no permita que volvamos a la normalidad.
P. Richard Gennaro Cipola

Artículo original https://rorate-caeli.blogspot.com/2020/04/the-pandemic-crisis-absence-of-catholic.html, traducido por Natalia Martín
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NOTICIAS

Un nuevo informe revela que los Servicios Católicos de Ayuda pagan por la educación sexual pornográfica
Un sexto informe de investigación sobre los proyectos de Catholic Relief Services muestra que la organización benéfica de los obispos de EE.UU. implementó y promovió programas de educación sexual que incluyen imágenes pornográficas y promueven la anticoncepción.


Martes 5 de mayo de 2020 - 6:30 am EST

Por Michael Hichborn

BALTIMORE, Maryland, 4 de mayo de 2020 (Instituto Lepanto) - Un sexto informe de investigación sobre los proyectos de los Servicios Católicos de Socorro, publicado por el Instituto Lepanto, muestra que CRS implementó y promovió programas de educación sexual integral que incluyen imágenes pornográficas y la promoción de la anticoncepción.

El primer currículo perfilado por el Instituto Lepanto, llamado Go Girls!, estaba vinculado directamente por un documento con copyright de CRS sobre su proyecto DREAMS/4Children en Lesotho titulado, "DOS MÁS DOS IGUALES A DIEZ". El documento producido por CRS dice que el plan de estudios de Go Girls! fue adaptado para su uso por CRS Lesotho, y una nota al pie de página que hace referencia al plan de estudios proporcionó un enlace directo a él.


"El plan de estudios Go Girls! no sólo promueve la anticoncepción y la mas***bación, sino que tiene una ilustración pornográfica que demuestra el uso genital del preservativo", dijo Michael Hichborn, presidente del Instituto Lepanto. "¿Por qué demonios alguien en CRS pensaría que este plan de estudios sería aceptable en cualquier nivel? Los líderes de CRS deben preguntarse por qué no se usó un plan de estudios moralmente aceptable, porque CRS pagó por este plan inmoral y lo proporcionó a una comunidad vulnerable".

El informe del Instituto Lepanto también mostró que CRS había implementado un plan de estudios llamado Aflateen, y mantiene una estrecha relación con la empresa matriz de Aflateen, Aflatoun. El currículo de Aflateen no sólo promueve claramente el uso de la anticoncepción, sino que Aflatoun firmó públicamente una declaración anunciando su apoyo a la iniciativa de financiación del aborto llamada "Ella decide". Pero a pesar de esto, se ha descubierto que CRS está promoviendo el plan de estudios a otras agencias.


"Los planes de estudio como este tienen que ser pagados cuando se implementan, lo que significa que incluso si CRS afirma haber implementado una versión saneada de los mismos, aún así los pagaron", dijo Hichborn. "Estos currículos podrían haber sido creados por Planned Parenthood; ¿compraría CRS los currículos de Planned Parenthood con la intención de usar sólo las partes moralmente aceptables? Si la respuesta es no, entonces CRS es culpable por comprar y distribuir estos currículos."

El informe puede verse en el enlace, aquí: https://www.lepantoin.org/pornograp...curriculums-used-by-catholic-relief-services/


EE.UU. Canadá Católico Mundial
"Durante los últimos dos meses, hemos estado emitiendo pruebas muy documentadas de que hay graves problemas con los proyectos de los Servicios Católicos de Ayuda, y a pesar de una promesa inicial de investigar y responder, CRS todavía no ha abordado ni una sola preocupación", añadió Hichborn. "Es por esta razón que seguimos pidiendo a los obispos de los Estados Unidos que lleven a cabo una investigación independiente, de terceros, de CRS, y que retengan su apoyo a la agencia hasta que se convoque dicha investigación".

Una petición pidiendo a los obispos que lleven a cabo una investigación de CRS se puede encontrar aquí: https://lifepetitions.com/petition/stop-catholic-relief-services-condom-promotion-now

Publicado con el permiso del Instituto Lepanto.


Traducción realizada con la versión gratuita del traductor www.DeepL.com/Translator
 
Es que ir a la iglesia es mas peligroso que ir al supermercado, por eso no se puede ir a misa y si ir a comprar valgame la purisima
 
New Biography of Benedict XVI confirms: Ratzinger recognized as ‘Dangerous Modernist’ early on
May 20, 2020
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Subjective “theology of emotion” without precise definitions…
New Biography of Benedict XVI confirms: Ratzinger was recognized as ‘Dangerous Modernist’ early on

A comprehensive biography of Joseph Ratzinger — “Pope Emeritus” Benedict XVI — has just been published in Germany by Peter Seewald. At 1150 pages, it is a massive tome. It is well documented, contains numerous full-color photos, and includes a name index. The book is divided into six major periods of Ratzinger’s life and has a total of 74 chapters. The work also includes an epilogue and 8 pages of a final interview with the man known as Benedict XVI.
The title of the German original edition of this biography is Benedikt XVI.: Ein Leben (“Benedict XVI: A Life”), and the publisher is Droemer Verlag. In November 2020 it will be released in English translation, in more than one volume, under the title Benedict XVI: The Biography. The publisher will be Bloomsbury Continuum.
Although Life Site has already reported on a few explosive bits and pieces found in the tome, the biography contains some that we anticipate Life Site (or any other web site of that or similar editorial position) will not volunteer to write about. This is where Novus Ordo Watch comes in.

The covers of the German and the forthcoming English editions
From the beginning of his academic career, Ratzinger has been in love with theological novelty, in defiance of Pope St. Pius X’s exhortation: “Far, far from the clergy be the love of novelty!” (Encyclical Pascendi, n. 49).
The Church’s recommended antidote to doctrinal novelty is strict adherence to the Angelic Doctor, St. Thomas Aquinas (1225-1274), and his scholastic method. For this reason, St. Pius X decreed:
In the first place, with regard to studies, We will and strictly ordain that scholastic philosophy be made the basis of the sacred sciences. … And let it be clearly understood above all things that when We prescribe scholastic philosophy We understand chiefly that which the Angelic Doctor has bequeathed to us, and We, therefore, declare that all the ordinances of Our predecessor [Leo XIII] on this subject continue fully in force, and, as far as may be necessary, We do decree anew, and confirm, and order that they shall be strictly observed by all. In seminaries where they have been neglected it will be for the Bishops to exact and require their observance in the future; and let this apply also to the superiors of religious orders. Further, We admonish professors to bear well in mind that they cannot set aside St. Thomas, especially in metaphysical questions, without grave disadvantage.
(Pope Pius X, Encyclical Pascendi, n. 45; underlining added.)
The 1917 Code of Canon Law, promulgated by Pope Benedict XV, legislates for Catholic seminaries: “Professors shall treat studies in rational theology and philosophy and the instruction of students in these disciplines according to the system, teaching, and principles of the Angelic Doctor and hold to them religiously” (Canon 1366 §2; Peters translation).
In 1923, Pope Pius XI summarized the Church’s esteem for St. Thomas and bestowed a new title upon him:
He enjoyed a more than human reputation for intellect and learning and [Pope] Pius V was therefore moved to enroll him officially among the holy Doctors with the title of Angelic. Again, could there be any more manifest indication of the very high esteem in which this Doctor is held by the Church than the fact that the Fathers of Trent resolved that two volumes only, Holy Scripture and the Summa Theologica, should be reverently laid open on the altar during their deliberations? And in this order of ideas, to avoid recapitulating the innumerable testimonies of the Apostolic See, We are happy to recall that the philosophy of Aquinas was revived by the authority and at the instance of Leo XIII; the merit of Our illustrious Predecessor in so doing is such, as We have said elsewhere, that if he had not been the author of many acts and decrees of surpassing wisdom, this alone would be sufficient to establish his undying glory. Pope Pius X of saintly memory followed shortly afterwards in his footsteps, more particularly in his Motu Proprio Doctoris Angelici, in which this memorable phrase occurs: “For ever since the happy death of the Doctor, the Church has not held a single Council but he has been present at it with all the wealth of his doctrine.” Closer to Us, Our greatly regretted [=mourned] Predecessor Benedict XV repeatedly declared that he was entirely of the same opinion and he is to be praised for having promulgated the Code of Canon Law in which “the system, philosophy and principles of the Angelic Doctor” are unreservedly sanctioned. We so heartily approve the magnificent tribute of praise bestowed upon this most divine genius that We consider that Thomas should be called not only the Angelic, but also the Common or Universal Doctor of the Church; for the Church has adopted his philosophy for her own, as innumerable documents of every kind attest. It would be an endless task to explain here all the reasons which moved Our Predecessors in this respect, and it will be sufficient perhaps to point out that Thomas wrote under the inspiration of the supernatural spirit which animated his life and that his writings, which contain the principles of, and the laws governing, all sacred studies, must be said to possess a universal character.
(Pope Pius XI, Encyclical Studiorum Ducem, n. 11; underlining added.)
The idea that the modern age, with all its (both real and supposed) advancements, required a different philosophy and theology as that exemplified by Aquinas, had already been condemned as an error in 1864 by Pope Pius IX in his famous Syllabus of Errors: “The method and principles by which the old scholastic doctors cultivated theology are no longer suitable to the demands of our times and to the progress of the sciences” (error no. 13).
And in 1902, Pope Leo XIII had warned:
It is impossible to approve in Catholic publications a style inspired by unsound novelty which seems to deride the piety of the faithful and dwells on the introduction of a new order of Christian life, on new directions of the Church, on new aspirations of the modern soul, on a new social vocation of the clergy, on a new Christian civilization, and many other things of the same kind.
(Pope Leo XIII, Instruction of the Sacred Congregation of Extraordinary Ecclesiastical Affairs [Jan. 27, 1902]; quoted in Pope Pius X, Encyclical Pascendi, n. 55; underlining added.)
A great many more quotes like this could be furnished, but these suffice to establish in what high regard Holy Mother Church holds the Angelic and Universal Doctor, and that his doctrine and the scholastic method are especially suitable for remaining safely within the bounds of orthodoxy, and are thus highly recommended for refuting the errors of the Modernists and their intellectual progeny.
Thus the Church’s position in favor of St. Thomas and against theological innovation could not be more clear.

Fr. Joseph Ratzinger in 1960
(Photo Credit: DB/picture-alliance/dpa/AP Images)
Alas, the papally enjoined attitude towards Aquinas and scholasticism was not shared by the budding academic Joseph Ratzinger. In his memoirs, the future “cardinal” and “Pope” admits a distaste for St. Thomas and scholasticism in general:
I had difficulties in penetrating the thought of Thomas Aquinas, whose crystal-clear logic seemed to me to be too closed in on itself, too impersonal and ready-made. This may also have had something to do with the fact that Arnold Wilmsen, the philosopher who taught us Thomas, presented us with a rigid, neoscholastic Thomism that was simply too far afield from my own questions.
(Joseph Ratzinger, Milestones: Memoirs 1927-1977 [San Francisco, CA: Ignatius Press, 1998], p. 44)
Wisely had Pope St. Pius X warned that a love of novelty, combined with a disdain for scholasticism, is a sure sign of Modernism: “…the passion for novelty is always united in them with hatred of scholasticism, and there is no surer sign that a man is tending to Modernism than when he begins to show his dislike for the scholastic method” (Pascendi, n. 42). Not surprisingly, “Pope” Francis is likewise on record denouncing what he calls “decadent scholasticism”, but that’s not our topic now.
Ratzinger, then, was showing his true colors early on: Barely ordained, he had already been tainted by Modernist ideas and methods, and the rotten fruits of this were already making themselves known. Hence it comes as no surprise that it was reported in the press that during the pontificate of Pope Pius XII (1939-58), Ratzinger was tagged “supect of heresy” by the Holy Office. While we do not know precisely what incident or writing of his merited him that inglorious label, the anecdote we will now share from Seewald’s new biography may very well be what got him reported to the Holy Office in 1956.
In order to hold a chair at a German university, it is required for a professor to submit a so-called Habilitationsschrift, which is essentially a post-doctoral dissertation. This Ratzinger did in late 1955 at the University of Munich. Merely submitting it is not enough, of course — it must also be approved.
In Ratzinger’s case, the Habilitationsschrift needed to receive not only the approval of his own theological mentor, Fr. Gottlieb Söhngen (1892-1971), but also that of Fr. Michael Schmaus (1897-1993), a celebrated and accomplished theologian who held the chair of dogmatic theology.
This is where it gets interesting — because Schmaus did not approve.

Fr. Schmaus noticed Ratzinger’s Modernism early on and tried to stall his academic career
(Photo Credit: David Lees/The LIFE Images Collection via Getty Images)
Although Ratzinger himself has already spoken in his memoirs about the roadblocks he enountered with his post-doctoral dissertation, Seewald’s biography now reveals more details. For copyright reasons, we must unfortunately keep our direct quotations to a minimum.
According to the testimony shared in Benedikt XVI.: Ein Leben, Fr. Eugen Biser (1918-2014), who succeeded the notorious Modernist Fr. Karl Rahner (1904-84) in holding the Romano Guardini Chair at the University of Munich, recounts Schmaus’ attitude towards the young Fr. Ratzinger thus: “Schmaus almost regarded him as dangerous. Ratzinger was considered to be a progressivist who causes fixed bastions to totter” (p. 308; our translation).
If that wasn’t a stunningly accurate, nay prophetic, assessment of the blossoming intellectual! Better confirmation of Schmaus’ judgment could hardly be asked for than Ratzinger’s own 1982 book Theologische Prinzipienlehre. It was released in English translation five years later as Principles of Catholic Theology. There the author, who by that time had already risen to the position of Prefect of the Congregation for the Doctrine of the Faith, states point-blank:
…there can be no return to the Syllabus [of Pius IX], which may have marked the first stage in the confrontation with liberalism and a newly conceived Marxism but cannot be the last stage. In the long run, neither embrace nor ghetto can solve for Christians the problem of the modern world. The fact is, as Hans Urs von Balthasar pointed out as early as 1952, that the “demolition of the bastions” is a long-overdue task.
(Joseph Ratzinger, Principles of Catholic Theology [San Francisco, CA: Ignatius Press, 1987], p. 391)
Here the hardened Modernist reveals that he does not accept the Syllabus of Errors’ condemnations as communicating perennially valid truths but considers them as merely time-conditioned reactions which, although they have their legitimacy and usefulness at that particular point in time, merely constitute one “stage” in a continutally unfolding historical process. That is the error known as historicism. By arguing that both “embrace” (thesis) and “ghetto” (antithesis) are unacceptable and must give rise to an eventual solution that transcends both (synthesis), Ratzinger once again confirms that he is a Hegelian.
Returning now to Seewald’s account of Schmaus’ critical assessment of the “master student” Ratzinger, we discover even more interesting details. Seewald quotes Schmaus as complaining (once again with stunning accuracy): “Ratzinger knows how to wrap things in flowery formulations, but where is the core of the matter?” (p. 308; our translation). Touché!
Examples abound of how spot-on the dogmatic theology professor’s judgment was. One need but examine what Ratzinger said in a 1981 sermon about original sin, during his time as “Archbishop” of Munich. Take a look and ask yourself if, after he is done, there is anything left of the Catholic notion of original sin. He pretends to answer the question, what is original sin? In fact, see if you can summarize in one or two sentences what he even said:
Finding an answer to this requires nothing less than trying to understand the human person better. It must once again be stressed that no human being is closed in upon himself or herself and that no one can live of or for himself or herself alone. We receive our life not only at the moment of birth but every day from without – from others who are not ourselves but who nonetheless somehow pertain to us. Human beings have their selves not only in themselves but also outside of themselves: they live in those whom they love and in those who love them and to whom they are ‘present.’ Human beings are relational, and they possess their lives – themselves – only by way of relationship. I alone am not myself, but only in and with you am I myself. To be truly a human being means to be related in love, to be of and for. But sin means the damaging or the destruction of relationality. Sin is a rejection of relationality because it wants to make the human being a god. Sin is loss of relationship, disturbance of relationship, and therefore it is not restricted to the individual. When I destroy a relationship, then this event – sin – touches the other person involved in the relationship. Consequently sin is always an offense that touches others, that alters the world and damages it. To the extent that this is true, when the network of human relationships is damaged from the very beginning, then every human being enters into a world that is marked by relational damage. At the very moment that a person begins human existence, which is a good, he or she is confronted by a sin-damaged world. Each of us enters into a situation in which relationality has been hurt. Consequently each person is, from the very start, damaged in relationships and does not engage in them as he or she ought. Sin pursues the human being, and he or she capitulates to it.
(Joseph Ratzinger, ‘In the Beginning…’: A Catholic Understanding of the Story of Creation and the Fall, trans. by Boniface Ramsey, O.P. [Grand Rapids, MI: William B. Eerdmans Publishing Company, 1995], pp. 72-73; view scan here.)
Got that?!
How far removed this Ratzingerian drivel is from the Catholic doctrine on original sin, is explained in our dedicated post on this matter:
But there is more.
Fr. Alfred Läpple (1915-2013) was one of Ratzinger’s seminary professors. In an interview with Seewald some time ago, Läpple recalled that Fr. Schmaus had
told the junior theologian to his face: “You just talk and avoid precise definitions.” Läpple sympathized with the criticism: “Ratzinger favors a theology of emotion. He shies away from clear definitions. Sic et non — it is thus or it is not thus — he never went by that medieval maxim. He does not love strict definitions but wants to express things in a new way and puts that together as an artist puts together a painting. And at the end one wonders: Just what did he actually say?” Läpple added: “Schmaus was right that he is too emotional, that again and again he comes along with new words and is excited to go from one formulation to the next.”
(Peter Seewald, Benedikt XVI. Ein Leben [Munich: Droemer Verlag], p. 308; our translation.)
Just what did he actually say! What a perfectly appropriate reaction to the pretentious poppycock Ratzinger cranks out as extremely profound theology that (supposedly) speaks to modern man. The fruits tell a different story: The Vatican II Church is collapsing under its own irrelevance, the well-deserved consequence of the spiritual and intellectual barrenness produced by its haughty abandonment of true Catholicism. For over five decades, the “New Theologians” have had free rein, and the results are more than visible in the theological, philosophical, and spiritual wasteland all around us, epitomized in the apostate Jorge Bergoglio (“Pope” Francis), who is still trying to sell the wasteland as an exquisite, fruitful vineyard.
Fr. Schmaus’ rejection of Ratzinger’s theology is all the more significant inasmuch as Schmaus was no Fr. Garrigou-Lagrange himself. A suit-and-tie priest, Schmaus favored a new “approach” to theology; and had his own theological mentor not intervened in Rome at the time, his first edition of Katholische Dogmatik (“Catholic Dogmatics”) would have been placed on the Index of Forbidden Books. The Biographisch-Bibliographisches Kirchenlexikon, which is a work comparable to the American Catholic Encyclopedia, notes:
Naturally there were not wanting those for whom the novelty of approach, of language, and of method [in Schmaus’ theology] seemed too radical … so that it was only through the intervention of his mentor Martin Grabmann with Pius XII that the first volume [of his Catholic Dogmatics] was kept from being placed on the Index, which would have meant the early end of Schmaus’ academic career.
(Manfred Eder, in Biographisch-Bibliographisches Kirchenlexikon, vol. IX, s.v. “Schmaus, Michael”; our translation.)
In other words, Schmaus wasn’t the kind to find Modernism and Modernists under every rock. For him to take measures to prevent Ratzinger from succeeding academically due to Modernistic tendencies says a lot — about Ratzinger. And he was by no means the only one to notice the danger the up-and-coming theologian presented. Seewald reports that “some of the professors [on the university’s 15-member faculty board] likewise spoke of Ratzinger’s dangerous Modernism” (p. 308), an assessment based on the subjectivist view of the concept of revelation he put forward.
Obviously, we all know that despite his good efforts, Fr. Schmaus did not ultimately succeed in preventing Fr. Ratzinger’s “career.” Not only did the young theologian become an influential and popular lecturer at universities, he became a peritus for Cardinal Josef Frings at the Second Vatican Council, went on to become “Cardinal-Archbishop” of Munich-Freising, was appointed Prefect of the Vatican’s Congregation for the Doctrine of the Faith, and, of course, was elected head of the Vatican II Sect as “Benedict XVI” in 2005, a position from which he resigned in 2013.
The idea that Ratzinger is a great bulldog of Catholic orthodoxy is a myth. It is fantasy. Our topical page on Benedict XVI makes that clear. For example, in 1972, he even supported giving Holy Communion to those living in public adultery. While in recent years he retracted that conclusion, he has not disavowed the theological reasoning behind it.
Modernism is the “synthesis of all heresies”, Pope St. Pius X wrote in 1907 (Encyclical Pascendi, n. 39), and we can see all around us just how true that is. The same Pope denounced the Modernists as “the most pernicious of all the adversaries of the Church” and noted that, while “leaving out of account the internal disposition of the soul, of which God alone is the Judge,” they manifest themselves by “their tenets, their manner of speech, and their action” (Pascendi, n. 3).
Thus Fr. Michael Schmaus saw that Joseph Ratzinger is one of them.
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in Novus Ordo Wire Alfred Lapple, Benedict XVI, Heresy, Michael Schmaus, St. Pius X, St. Thomas Aquinas 0
 
Esto no sé dónde ponerlo e igual no da para un hilo propio, lo dejo aquí que me parece el sitio más apropiado.
Si veis que no, dadle a la campanita de report
El Papa Emérito ha viajado en las últimas horas a Alemania para visitar a su hermano.
Es la primera vez desde 2012 que Benedicto XVI sale de Italia

Visitó a su hermano y fue a rezar a las tumbas de sus padres y hermana
Captura2.JPGCaptura.JPG
 
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Visitó a su hermano y fue a rezar a las tumbas de sus padres y hermana
Ver el archivo adjunto 1487575Ver el archivo adjunto 1487576

Qué mayor y frágil.
 
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