El testaferro de Juan Carlos I daba en todas las operaciones este domicilio: «Zarzuela, 28071-Madrid»

A TRAVÉS DE UNA SOCIEDAD DE LIECHTENSTEIN
El primo de Juan Carlos I oculta una fábrica en Venezuela con otra fundación 'offshore'
Álvaro de Órleans, investigado por usar una fundación opaca para pagar viajes del Rey emérito, controla una planta de materiales de construcción en Venezuela mediante una segunda instrumental



Foto: Álvaro de Orleans (i), fábrica de Aliven en Venezuela y Juan Carlos I. (Cordon Press/Aliven/EFE)


Álvaro de Orleans (i), fábrica de Aliven en Venezuela y Juan Carlos I. (Cordon Press/Aliven/EFE)



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JOSÉ MARÍA OLMO
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MARCOS GARCÍA REY
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06/03/2020



La investigación sobre la fortuna oculta de Juan Carlos I atribuye un papel clave a un primo lejano del Rey, Álvaro de Orleans-Borbón y Parodi Delfino, que siempre se había mantenido en un discreto segundo plano. El fiscal suizo que dirige las pesquisas, Yves Bertossa, indaga si el monarca utilizó a este familiar para esconder una cuenta en el banco Credit Suisse. El depósito estaba controlado por una sociedad instrumental, Fundación Zagatka, que fue constituida en Liechtenstein en 2003 y siempre tuvo a Álvaro de Orleans como beneficiario.


El procurador helvético ha descubierto que el Rey emérito utilizó dinero de la cuenta administrada por esa fundación para pagar decenas de viajes privados en vuelos chárter, muchos de ellos en compañía de la aristócrata que fue su amante durante años, la alemana Corinna Larsen. Pero la Fundación Zagatka no es la única mercantil de Álvaro de Orleans que está siendo analizada por la Justicia. Documentos a los que ha tenido acceso El Confidencial revelan que el pariente de Juan Carlos I es propietario de una planta de materiales de construcción en Venezuela a través de una sociedad de Barbados que, a su vez, está administrada por una fundación de Liechtenstein. Su relación con esta mercantil se desconocía hasta ahora.




Planta de materiales de construcción propiedad de Álvaro de Orleans-Borbón y Parodi Delfino.


Planta de materiales de construcción propiedad de Álvaro de Orleans-Borbón y Parodi Delfino.



La fábrica se encuentra en la localidad de Charallave, a 50 kilómetros al sur de Caracas. Opera bajo la marca comercial de Aliven, aunque el nombre de la sociedad es Agregados Livianos CA. Su especialidad es la producción de arcillas y cementos para construcción. El 85% de sus acciones está en manos de la mercantil Holding Cremona SA, con domicilio en la isla caribeña de Barbados, que hasta el pasado año estaba en la lista negra de paraísos fiscales de la Unión Europea y ofrece máximo secretismo. Pero Álvaro de Orleans habría utilizado una segunda pantalla para ocultar su vínculo con la planta de Venezuela, una segunda fundación registrada en Vaduz que actúa como poseedora de las participaciones de Holding Cremona SA.

Archivos del despacho Mossack Fonseca, obtenidos por 'Süddeutsche Zeitung' y Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) en el marco de los llamados papeles de Panamá, investigación en la que participó este diario, revelan que la fábrica de arcillas y cementos estuvo controlada hasta 2011 desde ese país de Centroamérica. Sin embargo, ese año, poco después de que España dejara de considerar Panamá paraíso fiscal tras la entrada en vigor de un acuerdo bilateral que facilitaba el intercambio de información, el propio Álvaro de Orleans solicitó la mudanza de la sociedad a la isla de Barbados.

El fiscal del cantón de Ginebra que investiga la supuesta estructura que habría usado Juan Carlos I para tapar su fortuna tiene en su poder la documentación relacionada con la planta de Charallave. No obstante, los abogados del pariente lejano del Rey aseguran que el procurador ya examinó “la totalidad del patrimonio” de Álvaro de Orleans, “incluyendo la Fundación Zagatka”. “Después de sus declaraciones voluntarias como testigo”, fueron desbloqueadas todas sus cuentas, subrayan.

Los letrados del primo del Rey emérito, Philippe Cottier y Jean-Marc Carnicé, aseguran a este diario que la fábrica de materiales de construcción forma parte de los negocios de la familia y desvinculan al monarca de la empresa. Según su versión, Álvaro de Orleans tiene el 25% de las acciones de la fundación de Liechtenstein. El resto estaría en manos de su familia, aunque fue él en persona quién contactó con Mossack Fonseca a finales de 2011 para mover Holding Cremona SA de Panamá a Barbados, y de los documentos relacionados con esta operación se desprende que actuó como si fuera el único propietario. Los abogados de Álvaro de Orleans afirman que esa segunda fundación no tiene más activos en Venezuela, aunque no aclaran su patrimonio en otros países.

No es la única mercantil relacionada con Panamá que ha aflorado en esta macrocausa sobre el presunto blanqueo de fondos de la Corona española a través de Suiza. Juan Carlos I habría utilizado como testaferros al gestor Arturo Fasana y al abogado Dante Canonica, ambos con oficina en suelo helvético, para controlar una fundación en el país del canal. La sociedad, Lucum Foundation, fue inscrita en el registro el 31 de julio de 2008, y ocho días después, una cuenta a su nombre en el banco Mirabaud recibió una transferencia del rey Abdulá de Arabia Saudí de 100 millones de dólares. En los meses siguientes, comenzó a salir dinero del depósito hasta que, en septiembre de 2012, el monarca envió los últimos 65 millones que le quedaban a una cuenta de su examante. La fundación panameña fue clausurada automáticamente.

El fiscal suizo vincula el pago de los 100 millones de dólares y la posterior entrega de 65 millones a Corinna con una comisión por la adjudicación del AVE La Meca-Medina a un consorcio de empresas españolas. Pero fuentes de la Fiscalía Anticorrupción, que mantiene abierta una investigación que se centra específicamente en el pago de supuestos sobornos en ese concurso, no ven una conexión entre la transferencia y las obras. Después de todo, el proyecto no se adjudicó hasta octubre de 2011, tres años después de que el rey Juan Carlos recibiera el dinero.

Las fuentes consultadas relacionan los fondos con la firma de un acuerdo estratégico de cooperación bilateral entre España y Arabia Saudí y la celebración en Madrid de una Conferencia de Diálogo Interreligioso que sirvieron para presentar el régimen de Riad, una de las peores dictaduras del mundo, como un país avanzado, abierto y tolerante. Un año antes, en junio de 2007, el padre de Felipe VI había concedido al rey Abdulá el Collar del Toisón de Oro, la más alta distinción que podía otorgar el monarca a título personal. La decisión provocó un escándalo. Zarzuela nunca distribuyó imágenes del acto.

VIDEO:

 
El virus 'Corinna' causa baja en el rey Juan Carlos: ausente en uno de sus actos favoritos
Hasta el día anterior estaba pendiente la confirmación de su asistencia a la Feria del Milagrom en Illescas, Toledo. Finalmente, el emérito prefirió quedarse en la Zarzuela



Foto: El rey Juan Carlos en una foto de archivo. (Limited Pictures)


El rey Juan Carlos en una foto de archivo. (Limited Pictures)



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PALOMA BARRIENTOS
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REY DON JUAN CARLOS
CORINNA ZU SAYN-WITTGENSTEIN

07/03/2020



A don Juan Carlos se le esperaba como agua de mayo en la Feria del Milagro que todos los años se celebra en Illescas (Toledo) coincidiendo con las fiestas de la primavera. A la primera corrida, organizada por la empresa Maxitoro, acude siempre que puede el monarca jubilado, unas veces en compañía de su hija, la infanta Elena y sus nietos, Froilán y Victoria Federica, otras con sus amistades.

[LEA MÁS: Corinna tirará de la manta en los tribunales contra el CNI: su relato del supuesto acoso]

Este sábado el efecto Corinna, al que bautizaron con sentido del humor “Corinnavirus”, fue el causante de su baja en la plaza. Eligió quedarse en el palacio de la Zarzuela, donde sigue viviendo, para evitar comentarios y críticas ante las informaciones que estas últimas semanas se han publicado debido a las investigaciones de la fiscalía Suiza.



Corinna junto al rey Juan Carlos en una imagen de archivo. (Getty)


Corinna junto al rey Juan Carlos en una imagen de archivo. (Getty)



Hasta el día anterior estaba pendiente la confirmación de su asistencia. El viernes, junto con la reina Sofía, fue el encargado de festejar el cumpleaños de su hermana, la infanta Margarita. Al almuerzo íntimo acudieron la familia directa, Borbón y Grecia, Zurita, Gómez-Acebo y las amistades más cercanas de la homenajeada.

En la fiesta se recordó a la infanta Pilar, quien falleció hace unos meses y a la que todos los que la trataron echan de menos. “Era una gran mujer con un carácter muy fuerte” aseguraba Mónica Martín Luque, su ex nuera, a Vanitatis en Sierra Nevada, donde acudió para apoyar al empresario Javier Fal-Conde y sus casas de lujo en la estación de esquí de Granada.



La infanta Pilar recibe un reconocimiento de manos del rey Juan Carlos, en 2003. (Getty)



La infanta Pilar recibe un reconocimiento de manos del rey Juan Carlos, en 2003. (Getty)


La esperada participación en la fiesta de primavera de don Juan Carlos no pudo ser. Y tampoco la de Mario Vargas Llosa, que también es fijo en esta convocatoria organizada por Maximino Pérez (Maxitoro) y que cuenta con un cartel de lujo con Morente de la Puebla, Manzanares y la revelación de la temporada 2019, Pablo Aguado.

El nobel tenía otra dedicación. Este sábado se casaba el sobrino de Isabel Preysler, hijo de Beatriz. La hermana pequeña de Isabel falleció hace unos años y la novia del escritor ha sido una segunda madre para los hermanos.



Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler, en una imagen de archivo. (Getty)


Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler, en una imagen de archivo. (Getty)


No hubo monarca emérito y sí un grupo de VIPS convocados por Sandra Benito. No faltaron a la cita taurina anual en la plaza de Illescas, Curro Vázquez, Cari Lapique, Sánchez Dragó y su novia Emma, Fernando Hierro, las empresarias Esther Pérez-Cabezos y Consuelo Guirado Almodóvar.
Tampoco María Delgado de Robles, María Tejerina, Josemi Rodríguez Sieiro, Ángel Martín, dueño de la clínica Menorca, Moncho Lezaun, María Ángeles Grajal, el marqués de Griñón, Esther Doña, Jaime Martínez-Bordiú, las Gandarias, dueñas de la Cococha, y Ayesa, al que le han ofrecido escribir sus memorias pero quien,por ahora, prefiere seguir guardando sus secretos. Fue amigo de Christina Onassis, de Alain Delon, de las hermanas Kennedy y compartió apariciones con la añorada Pitita Ridruejo.

 
El rey emérito figura como tercer beneficiario de la fundación que pagó sus vuelos privados
Álvaro de Orleans, primo lejano, y uno de sus hijos son el primer y segundo propietarios

JOSÉ MARÍA IRUJO
Madrid -
14 MAR 2020



Álvaro de Orleans y Borbon.


Álvaro de Orleans y Borbon.RODRIGO CARRIZO COUTO /


Álvaro de Orleans-Borbón, propietario de la fundación que pagó vuelos privados del rey emérito, nombró a Juan Carlos I como tercer beneficiario de los fondos que administra en el supuesto de que fallezcan él o uno de sus hijos, primer y segundo beneficiario respectivamente, según el reglamento de la misma al que ha tenido acceso EL PAÍS. La fundación Zagatka se creó en Liechtenstein el 1 de octubre de 2003 y abrió una cuenta en el banco suizo Credit Suisse en la que se abonaron decenas de vuelos privados durante 11 años.

El reglamento de la fundación determina que el primer beneficiario de la misma es Álvaro de Orleans-Borbón “irrevocablemente designado”. Uno de sus cuatro hijos figura en calidad de segundo beneficiario “con efectos después de la muerte del primer beneficiario”. Y en tercer lugar, se designa a Juan Carlos I. “En caso de que el segundo beneficiario muera antes del primer beneficiario o en caso de la muerte simultánea del primer y segundo beneficiario la fortuna de la fundación será atribuida al tercer beneficiario. Se designa en calidad de tercer beneficiario a Juan Carlos de Borbón y Borbón”, señala el documento cuya veracidad ha sido corroborada a este diario por los abogados de Orleans.

Los estatutos de Zagatka explican, a continuación, la elección del rey emérito como tercer beneficiario de la fortuna que administra en la actualidad esta fundación, según su propietario y primer beneficiario, alrededor de 10 millones. “La presente atribución se hace en razón de sus sentimientos de admiración y de reconocimiento por haber abierto a España el camino de la libertad y por haber, gracias a su constancia y a su habilidad, y también su humanidad, restablecido las libertades públicas en un régimen parlamentario, llevado España a la democratización”, señala el acta fundacional.
La fundación Zagatka destaca que el referido reglamento es “irrevocable” después de la muerte del primer beneficiario, es decir de Álvaro de Orleans, de 73 años, salvo en el caso del segundo y el tercer beneficiario que si podrán modificar las cláusulas actuales, y establece que los pagos de los fondos que administra se harán después de la deducción de gastos e impuestos.

El documento está firmado por el abogado Dante Canonica y Guido Meier, que figuran como consejeros de la fundación. El reglamento de la fundación está fechado el 8 de mayo de 2006 y anula el anterior de fecha 1 de octubre de 2003.
Philippe Cottier, abogado de Orleans, afirma que su cliente creó la fundación para cumplir la tradición de su padre y abuelo de ayudar a las monarquías europeas.

 
Corinna Larsen atribuyó a «un regalo» de Don Juan Carlos los 65 millones de Suiza
Ginebra cerca a los testaferros y España busca las comisiones del AVE a La Meca




Larsen declaró el dinero recibido como una donación, según su abogado


Larsen declaró el dinero recibido como una donación, según su abogado - ABC



MADRID Actualizado:15/03/2020

El detonante de la crisis que ha llevado a tomar medidas a Felipe VI contra su padre fue que a comienzos de este mes Corinna Larsen justificó el hallazgo de un ingreso de 65 millones de euros a su nombre, desde la cuenta en Suiza de una fundación panameña, como un «regalo no solicitado» que recibió de Don Juan Carlos en 2012 por el «cariño» que este le profesaba. Su abogado asegura que el dinero fue declarado como donación y cuenta con la documentación que lo acredita, lo que deja al anterior Monarca en la complicada situación de explicar el origen de una cuantía tan importante.

El hallazgo se ha producido en el contexto de la investigación que tiene abierta desde hace año y medio el fiscal del Cantón de Ginebra Yves Bertossa sobre blanqueo de capitales a cargo de testaferros de grandes fortunas, como sospecha que son el abogado Dante Canónica y el gestor de fondos Arturo Fasana. Por su punto de mira también ha pasado un primo de Don Juan Carlos, Álvaro Orleans-Borbón, y su fundación en Liechtenstein «Zagatka». En su investigación, que ha implicado registros, según distintos medios, el camino de Bertossa se ha cruzado con el de la justicia española a través de la figura de Corinna, que de un modo u otro, se ha convertido en denominador común de unas diligencias que aquí y allí salpican a Don Juan Carlos.


La pieza Carol

Corinna fue grabada de forma subrepticia por el comisario José Manuel Villarejo durante un encuentro que mantuvieron junto al empresario Juan Villalonga en junio de 2015 y cuyo contenido difundieron OKDiario y El Español tres años después, con el polémico policía ya en prisión provisional, donde aún sigue. En los fragmentos difundidos, Corinna afirmaba, entre otras cosas, que Orleans-Borbón era un testaferro del anterior Monarca como lo había sido ella misma, y que Don Juan Carlos había cobrado comisión a través de una intermediaria iraní por favorecer la adjudicación saudí del AVE a la Meca a una UTE española.

La Audiencia Nacional, donde ya se estaba investigando a Villarejo, abrió el 20 de julio de 2018 una pieza sobre este asunto, «Carol», pero de breve recorrido. El anterior juez al cargo, Diego de Egea, archivó el asunto dos meses después al entender, en línea con los fiscales del caso, que Don Juan Carlos en aquella época era inviolable y que la única base era el relato de Corinna: ni ella ni la Unidad Antifraude de la Agencia Tributaria a la que requirió el juzgado aportaron documental que avalase sus afirmaciones.


Anticorrupción

Sin embargo, Anticorrupción abrió una investigación sobre las comisiones, las empresas que las habrían abonado y el destino final del dinero, persiguiendo delitos de corrupción en las transacciones internacionales pero también, de blanqueo. En este contexto, el fiscal Luis Pastor recabó la declaración de la intermediaria iraní, Shapari Zanganeh, en la propia Fiscalía Anticorrupción, y viajó después a Londres para interrogar como testigo a Corinna, que se desmarcó de aquel negocio.

En paralelo, Bertossa recogió el guante sobre los testaferros y pidió a la Audiencia Nacional que le facilitase aquellos audios para tirar del hilo en Suiza. De hecho, mantiene interlocución con España y ya el pasado mes de octubre se reunió en Anticorrupción con el fiscal jefe, Alejandro Luzón y los fiscales y el juez del caso Villarejo.

La cuestión es que tanto en la búsqueda de Bertossa como en la de Anticorrupción han acabado aflorando movimientos y saldos de ingentes cantidades de dinero que se relacionan con Don Juan Carlos, como los 100 millones de euros a nombre de una fundación panameña, «Lucum», de la que partieron los 65 recibidos por Corinna. Según la prensa helvética, el beneficiario de la entidad sería él. De acuerdo a OKDiario, se analiza también la Fundación Zagatka, por si fuese una tapadera. Preguntado por El País, Álvaro de Orleans negó ser testaferro, si bien reconoció que la creó en Liechtenstein, que la gestionan Fasana y Canónica y que asumió el pago de vuelos privados de Don Juan Carlos, a veces, con Corinna.

 
MIÉRCOLES, 19 DE FEBRERO DE 2020
La ‘mediación’ del rey que le rentó 50 millones de euros costó 2.500 puestos de trabajo


Rebeca Quintáns
Ahora mismito anda la prensa loca con la información de los 50 millones de euros que Juan Carlos I cobró por su “mediación” en la venta del Banco Zaragozano al británico Barclays en 2003, y que depositó en una cuenta en Suiza a través de uno de sus testaferros (Álvaro de Orleans-Borbón). Una información publicada por la prensa londinense (The Telegraph). Cosas sobre las que los ingleses tienen la ocurrencia de indagar y que además luego sacan a la luz; no como en España, donde la impunidad judicial que impide investigar al monarca se extiende hasta la prensa, que tampoco investiga nada, vasalla a más no poder de sus majestades.

Lo que parece preocupar a la prensa española, ahorita mismo, es exclusivamente el patrimonio del emérito (y tampoco demasiado: se limita a hacerse eco de lo que se publica en el extranjero, y apenas se queda en el trazo grueso de los titulares, sin entrar en los detalles de la letra pequeña). Pero no deja de sorprender que nadie se pregunte a cuento de qué alguien le paga cantidades millonarias al susodicho, por muy monárquicos que sean. Es decir, ¿quién paga la comisión al rey Juan Carlos?, ¿por qué se necesitaba su mediación?, ¿por qué esa mediación era merecedora de la estratosférica cantidad de 50 millones de euros?

Pues aquí va una explicación, una versión que no procede de ninguna garganta profunda y que no cuesta más reconstruir que ir sumando dos más dos más dos… a partir de datos contrastables y publicados de forma desperdigada en distintos medios a lo largo del tiempo:

1. Los que pagaron la comisión fueron los Albertos (los primos de la gabardina, héroes de la cultura del pelotazo que empezó en tiempos del PSOE de Felipe González, apellidados Alcocer y Cortina, ex de las hermanas Koplovitz), que eran los principales accionistas del Banco Zaragozano, y por ende los beneficiarios de la operación. Y los Albertos eran, y son, amigos íntimos de Juan Carlos I. Dice la prensa seria que “amigos de cacerías”, no sé si como metáfora, ironía o mera tomadura de pelo, porque lo cierto es que su relación en negocios turbios con el monarca es perfectamente rastreable. Por ejemplo, en la operación de fraude a gran escala del caso KIO, que en sus diversas ramificaciones tantos beneficios dio a chorizos de alta alcurnia. Recordemos que los Albertos participaron con la venta de los terrenos en los que se construyeron las Torres KIO en Madrid, en 1988, a través de su empresa Urbanor.

2. Los Albertos ya estaban condenados por fraude. Precisamente fue el caso Urbanor el que hizo que los Albertos necesitasen la ayuda de Juan Carlos para deshacerse del Banco Zaragozano cuanto antes. El Tribunal Supremo acababa de condenarlos a 3 y 4 años de prisión (en 2003, el mismo año de la venta del Zaragozano al Barclays), por estafa y falsificación de documentos privados. Los angelitos habían cobrado una cantidad mucho mayor por la venta a los kuwaitíes que la que transmitieron a los socios minoritarios de Urbanor, para quedarse ellos con un trozo de la tarta sustancialmente mayor. La indulgente sentencia era firme (aunque estaba recurrida ante el Constitucional y consiguieron anularla en 2008, aquí siempre ganan los mismos), por lo que tendrían que haber sido inhabilitados (o desautorizados) para operaciones financieras como la venta del Banco Zaragozano, por muy socios mayoritarios que fueran (de hecho, ya habían sido apartados de la presidencia de la entidad por esa razón).

3. La venta fue un nuevo timo de los Albertos. El Banco Zaragozano estaba en ese momento en una situación financiera de grandes dificultades, que con el tiempo se conoció, pero que entonces se mantenía oculta a la opinión pública. Los Albertos intentaban deshacerse de sus acciones, pero no lo tenían fácil. Ninguna entidad en España estaba dispuesta a comprar el banco al precio desorbitado que exigían. Y entonces engañaron al Barclays, que quería expandirse en España, ocultándoles la situación real.

4. Tráfico de influencias imprescindible. Es más que probable que, para timar a la entidad británica, igual que a los kuwaitíes en el caso KIO, hubiera intervenciones al más alto nivel. Eso, para convencerlos de que compraran por una millonada algo que no valía lo que decían en absoluto. Pero, además, había que convencer a más gente. Era entonces decisión del Banco de España (presidido por Ángel Caruana) y del Ministro de Economía (entonces Rodrigo Rato) permitir o no la operación. La ley en tales circunstancias decía que no podía hacerse, por razones más que fundadas de que la influencia de los accionistas condenados fuese en “detrimentode una gestión sana y prudente”. Pero pese al gran debate que suscitó en su momento, Rato y Caruana decidieron mantener los “derechos políticos” de los Albertos en el Zaragozano y autorizar la venta, y no decir ni mu sobre las dificultades financieras que atravesaba el banco. Ese beneplácito requería sin duda la intervención alguien muy poderoso.

5. El rey emérito cobró 50 millones. La venta del Zaragozano se llevó a efecto en 2003 por 1.100 millones de euros, de los cuales 457 fueron a parar a los Albertos, en lo que fue uno de los mayores pelotazos de su vida; y 50, a una de las cuentas suizas Juan Carlos I (esto es lo que acaba de demostrar The Telegraph). La cuenta suiza en cuestión estaba a nombre de Álvaro de Orleans-Borbón, primo e identificado como testaferro del rey emérito por Corinna Zu Sayn-Wittgenstein, socia y amante de Juan Carlos, en unas grabaciones que ni la justicia ni el gobierno español tuvieron a bien investigar, pero que sí cuentan para los ingleses.

6. Pérdidas millonarias. La operación fraudulenta, que el rey se encargó de facilitar y por la que cobró 50 millones, resultó ruinosa para Barclays Bank. En efecto, las dificultades financieras del Zaragozano estaban ahí y en seguida salieron a la luz. En los primeros años tras la compra, la delegación española del Barclays descubre el agujero financiero y reportaunas pérdidas de más de 600 millones de euros en la operación; en 2009 tiene que provisionar 553 millones más para mantener a flote su infraestructura en España; en 2010 se profundiza el agujero y debe provisionar 870 millones más; en 2011 hace otra provisión de 400 millones, dando ya por perdida toda la inversión; entre 2011 y 2014 las pérdidas ascienden a 1.300 millones de euros... En total, la propia entidad calcula que tiró por la ventana unos 4.000 millones de euros antes de conseguir desprenderse del marrón.

7. Otro pelotazo de otro amigo de Juan Carlos I: en 2015 otro gran amigo de Juan Carlos I, Isidro Fainé, aplaca los ánimos de Barclay recomprando los restos del Zaragozano para La Caixa, de la que es presidente, por 820 millones de euros. En realidad, Fainé no les está haciendo un favor, sino dando otro pelotazo. La delegación española de Barclay tiene un valor nada desdeñable, aunque sólo sea por el patrimonio inmobiliario de la red de sucursales, algunas de ellas tan emblemáticascomo la sede central del Banco Zaragozano, edificio de 10 plantas construido en los años 20 en el centro neurálgico de Zaragoza. Además, la entidad ya había sido saneada con varios ERE, y su fusión con La Caixa le va a permitir a ésta justificar uno nuevo que ya quería hacer (tras otra regulación poco anterior que había costado 2.600 empleos).

8. Más de 2.500 puestos de trabajo perdidos. En total, la operación fraudulenta con la que el rey se lucró supuso la destrucción de al menos 2.590 puestos de trabajo: 700 prejubilaciones de la delegación española del Barclay, para compensar las pérdidas, en 2011; 890 despedidos por la misma entidad, en un ERE de 2013; y 1.000 más tras la compra en 2015 por parte de LaCaixa, en otro ERE considerado justificado por la administración pública.

En resumen, la “mediación” del rey es en realidad tráfico de influencias muy bien pagado, a favor de amigos suyos, delincuentes para más señas, en negocios fraudulentos que traen consigo consecuencias negativas que pagamos todos, en este caso más de 2.500 puestos de trabajo.

 
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