El silencio es oro. Pueblos abandonados.

Y mucho cuidado con estos "amigos" que no vienen en "son de paz", pies para que os quiero....ozú, que miedo. Serendi,


Pues ya que va el cura...este tiene que tener agua benedicta jajajajajaja
Les invitamos a una ducha con ella y sal gruesa....seguro que se largan rapidin jajajajajaa Lo bueno es que irán con la piel renovada jajajaajjaaj
 
Belchite

Bello lugar, es lo que significa la palabra Belchite, que es el nombre del pueblo del que os hablaré hoy. Belchite fue un pueblo de los más prósperos de principios del siglo XX en la provincia de Zaragoza, entre sus bellos muros de estilo mudéjar llegaron a contabilizarse dos conventos y varias iglesias, símbolo de la buena salud económica de la comarca. Los primeros pobladores de este lugar datan de la época romana, aunque muchos pueblos primitivos ocuparon ya estas tierras con anterioridad. Más tarde, los musulmanes dejaron su huella, hasta la reconquista, cuando Felipe III ordenó la expulsión de los moriscos pasando a manos del Conde de Belchite. En el siglo XVII, los Belchitanos consiguieron comprar su independencia a la nobleza.

6564bbelchite.jpg


6760belchiteb.jpg


Este pueblo se podría catalogar de maldito por su pasado truculento, pues a lo largo de la historia tuvo la mala suerte de que varias batallas acontecieran en sus alrededores y calles. Comenzando en las guerras púnicas, donde romanos y cartagineses ya tuvieron sangrientas confrontaciones. Más recientemente, en 1809, Belchite fue el escenario de la Primera batalla de Belchite entre las tropas españolas y francesas de la Guerra de Secesión. Los franceses ganaron aquella batalla y Napoleón hizo inscribir el nombre de Belchite en el arco del triunfo de París.
En 1838, las calles de Belchite fueron escenario de duras confrontaciones fruto de la Guerra Carlista. Pero todavía quedaba una gran batalla que los muros de Belchite no podrían soportar.
En el verano de 1937, en plena guerra civil, los republicanos arrasan literalmente el pueblo de Belchite, defendido por los nacionales. Seis mil personas, entre soldados y civiles, mueren en pocos días. En el pueblo, apenas un puñado de casas han quedado en pie. El control del bando republicano sobre la zona duraría poco tiempo, pues las tropas del General Franco acabarían por ganar la guerra, como por todos es sabido.

800px-belchite_-_vista_general01.jpg


Finalizada la guerra, Franco ofrece a los supervivientes de Belchite la opción de construir un nuevo pueblo o la de dejar que los Belchitenses se ocupen de la reconstrucción y él, a cambio, construir un canal de regadío para llevar agua desde el Ebro y, de ese modo, transformar y modernizar la economía de la zona dejando atrás las poco productivas tierras de secano. Los Belchitenses optan por el nuevo pueblo, cosa de la que posiblemente se hayan arrepentido desde entonces pues pasados los años, no todo fue tan bonito como lo planteó el Generalísimo en un principio. “Yo os juro, que sobre estas ruinas de Belchite, se edificará una ciudad hermosa y amplia como homenaje a su heroísmo sin par. Franco”, “1.937-1.954”.
La construcción del nuevo Belchite fue llevada a cabo por prisioneros de guerra, de este modo Franco se vengaba en cierto modo de aquellos que destrozaron el pueblo haciéndoles construir uno nuevo. En 1946, los vecinos más afines al régimen pudieron ocupar las primeras y mejores casas de Belchite, aunque el pueblo no fue inaugurado hasta 1954 y no fue hasta finales de los 60, que el traslado se dio por terminado. Pese a la promesa de gratuidad para los vecinos del viejo Belchite, el que quiso casa tuvo que comprarla y muchos fueron los que decidieron emigrar a otras tierras. Desde entonces, el viejo pueblo de Belchite permanece pausado en el tiempo como gigantesco monumento de la memoria y el pasado.
Sin duda, es el pueblo abandonado, maldito, fantasma… como queramos llamarlo, más visitado de España, pues sus ruinas son visitadas todos los años por más de diez mil personas. Algunas como homenaje o recuerdo de lo que sucedió allí, otras como simple visita turística y otras muchas, atraídas por las leyendas que cuenta que las almas de los que allí murieron, todavía caminan por sus calles.

800px-11.jpg


Las leyendas de Belchite.
Desde su total abandono en la década de los 60 y dado su pasado doloroso y sangriento, junto con el perfil fantasmal de edificios semiderruidos. Belchite viejo ha sido un centro de peregrinación para investigadores de lo paranormal de todo el mundo. Las ruinas de los conventos de San Rafael y San Agustín, la inquietante torre del reloj, el viejo cementerio, la iglesia de San Martín… cualquier rincón de este pueblo es un lugar idóneo para pasar una noche con una grabadora y un termo de café.
Y los resultados de estos investigadores no tardaron en producirse. Decenas de psicofonías, grabaciones en las que se escuchan los ecos de la guerra como si aquellos terribles días de 1937 hubiesen quedado impregnados en todas y cada una de las piedras del lugar. Aviones, bombas, disparos… lamentos. Con el paso de los años las leyendas fueron aumentando, en gran parte gracias a estas psicofonías. Presencias misteriosas que caminan por las solitarias calles, sombras que parecen desaparecer en el interior de las casas al paso de los visitantes, fotografías en las que aparecen figuras entre las ruinas, manos que arañan las tiendas de campaña de jóvenes que pasan allí la noche como gesto de hombría, campanas que hace años que desaparecieron y que vuelven a repicar en las noches más oscuras, un niño juguetón que suele asomarse en lo más alto del campanario… quizás sea él quien toca las campanas. Voces que hielan la sangre a los visitantes recomendándoles que se marchen de allí…

Estas son algunas de las muchas historias que se cuentan sobre Belchite, muchas serán ciertas, otras falsas, cada uno es libre de tener su propia opinión, pero de lo que no tengo duda es que todos los que por sus calles han caminado o caminarán, tendrán la misma sensación inquietante de que allí quedó algo atrapado y que de algún modo etéreo, todavía se puede sentir.
Termino el artículo con una frase que se puede leer en la puerta de la vieja Iglesia de San Martín. Pintada por Natalio Baquero, uno de los últimos habitantes de Belchite el mismo día de su partida. (La palabra Zagal, significa niño)
“Pueblo viejo de Belchite, ya no ten rondan zagales, ya no se oirán las jotas que cantaban nuestros padres”
 
Galadriel87 , yo estuve visitando Belchite hace dos años, para mi es visita obligada , para que esto nunca más se vuelva a repetir , salí de allí con cierto desasosiego por ver las ruinas y los comentarios interesantísimos de la guia , pero mereció la pena.
 
Si nos ponemos a poner pueblos aba
Galadriel87 , yo estuve visitando Belchite hace dos años, para mi es visita obligada , para que esto nunca más se vuelva a repetir , salí de allí con cierto desasosiego por ver las ruinas y los comentarios interesantísimos de la guia , pero mereció la pena.

Yo es una visita que tengo pendiente, como muchas otras... Si es que no me da pa tanto ni el sueldo ni el tiempo :ROFLMAO::ROFLMAO::ROFLMAO:
 
Galadriel87 , te la recomiendo , yo en un principio no quería ir , pero tanto mi marido como mi hijo tenían mucho interés en verlo, fuimos en verano , nos equivocamos de carretera y llegamos tarde a la visita de la una , tuvimos que esperar hasta las cinco que era la siguiente y con muchísimo calor además.
La guia nos comentó que se realizaban bajo petición visitas nocturnas , había que ir con linternas , nos contó la leyenda del campanario , y efectivamente nos dijo que si se hacia la visita por la noche nos contarían todo el tema de psicofonias y apariciones, pero a tanto no me atrevo.
 
Back