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EL SECRETO (DIETÉTICO) DE ISABEL II PARA MANTENERSE DELGADA
La monarca no es quisquillosa a la hora de comer y no suele quejarse. Salvo un día que encontró en su plato un animalillo sospechoso.
POR A. S.
3 DE NOVIEMBRE DE 2019
© GETTY
La reina Isabel II, a sus 93 años, mantiene una figura envidiable. Y buena parte del mérito se lo debe a su alimentación o, más bien, a lo que evita en su dieta. Un antiguo sirviente de Buckingham ha revelado que la reina no come almidón en la cena. Es decir, nada de patatas, arroz o pasta, ha contado el que fuera su chef durante 11 años, Darren McGrady. Ella es muy “disciplinada cuando cena sola” -cuando se trata de banquetes de gala ya es otra cosa-, y prefiere un filete de venado, de faisán en salsa de champiñones, crema y whisky, o un salmón cazados o pescados en sus fincas de Sandringham y Balmoral, perfecto para ir a la cama con el estómago en las mejores condiciones para conciliar el sueño y, además, no coger peso.
Salvo estas restricciones sobre las que la reina advierte al servicio o los gustos de algunos invitados sobre las patatas fritas o las coles de bruselas, no pone demasiadas pegas. Le gusta desayunar cereales (las tostadas con aguacate que Meghan llevó al palacio parece no haberle convencido), sobre todo Special K; y un almuerzo sencillo a base de pescado con verduras (le encanta el lenguado con espinacas o calabacines), o algo de pollo a la parrilla con ensalada. Todos los días toma el té con sándwiches de pepino, salmón ahumado, huevo y mayonesa o jamón con mostaza, y galletitas y pastas de McVitie -sus favoritos son los de miel y crema, jengibre, fruta y chocolate-, y los domingos le gusta comer un asado bien hecho.
Según ha contado al diario británico Express Charles Oliver, exempleado de la reina y autor del libro Cena en el Palacio de Buckingham, Isabel II no es quisquillosa con la comida y no suele quejarse de las elaboraciones que le preparan. Es cierto, ha dicho McGrady, que para ella comer no es un placer sino más bien un modo de supervivencia, al contrario que le ocurre al príncipe Felipe quien disfruta muchísimo comiendo, aunque debe medir las cantidades o seguir los consejos dietéticos de su esposa, o puede que su esbelta figura sea simplemente cuestión de genes.
En cualquier caso, tal y como ha revelado Oliver, cada día, cuando la reina y el duque se sientan a desayunar, almorzar, merendar o cenar, los empleados les llevan, además de las viandas, un cuadernillo donde apuntar lo que no les ha disgustado. Lo habitual, ha asegurado, es que ni lo toquen, no son habituales de las quejas en cuanto a la gastronomía en palacio. Pero hubo un día que la reina sí la cogió. Y anotó de manera muy precisa lo que había ocurrido. Había encontrado en su plato un animalillo muerto que no estaba donde debía. La reina cogió la babosa, arrancó una hoja del cuaderno y la puso encima. Al lado escribió: “Encontré esto en la ensalada, ¿podrías comerlo?” Aquella noche la ensalada no debía llevar caracoles.
Oliver no ha desvelado si el chef mantuvo su puesto después del incidente.
https://www.revistavanityfair.es/re...-mantener-delgada-almidon-patatas-arroz/41527
La monarca no es quisquillosa a la hora de comer y no suele quejarse. Salvo un día que encontró en su plato un animalillo sospechoso.
POR A. S.
3 DE NOVIEMBRE DE 2019
© GETTY
La reina Isabel II, a sus 93 años, mantiene una figura envidiable. Y buena parte del mérito se lo debe a su alimentación o, más bien, a lo que evita en su dieta. Un antiguo sirviente de Buckingham ha revelado que la reina no come almidón en la cena. Es decir, nada de patatas, arroz o pasta, ha contado el que fuera su chef durante 11 años, Darren McGrady. Ella es muy “disciplinada cuando cena sola” -cuando se trata de banquetes de gala ya es otra cosa-, y prefiere un filete de venado, de faisán en salsa de champiñones, crema y whisky, o un salmón cazados o pescados en sus fincas de Sandringham y Balmoral, perfecto para ir a la cama con el estómago en las mejores condiciones para conciliar el sueño y, además, no coger peso.
Salvo estas restricciones sobre las que la reina advierte al servicio o los gustos de algunos invitados sobre las patatas fritas o las coles de bruselas, no pone demasiadas pegas. Le gusta desayunar cereales (las tostadas con aguacate que Meghan llevó al palacio parece no haberle convencido), sobre todo Special K; y un almuerzo sencillo a base de pescado con verduras (le encanta el lenguado con espinacas o calabacines), o algo de pollo a la parrilla con ensalada. Todos los días toma el té con sándwiches de pepino, salmón ahumado, huevo y mayonesa o jamón con mostaza, y galletitas y pastas de McVitie -sus favoritos son los de miel y crema, jengibre, fruta y chocolate-, y los domingos le gusta comer un asado bien hecho.
Según ha contado al diario británico Express Charles Oliver, exempleado de la reina y autor del libro Cena en el Palacio de Buckingham, Isabel II no es quisquillosa con la comida y no suele quejarse de las elaboraciones que le preparan. Es cierto, ha dicho McGrady, que para ella comer no es un placer sino más bien un modo de supervivencia, al contrario que le ocurre al príncipe Felipe quien disfruta muchísimo comiendo, aunque debe medir las cantidades o seguir los consejos dietéticos de su esposa, o puede que su esbelta figura sea simplemente cuestión de genes.
En cualquier caso, tal y como ha revelado Oliver, cada día, cuando la reina y el duque se sientan a desayunar, almorzar, merendar o cenar, los empleados les llevan, además de las viandas, un cuadernillo donde apuntar lo que no les ha disgustado. Lo habitual, ha asegurado, es que ni lo toquen, no son habituales de las quejas en cuanto a la gastronomía en palacio. Pero hubo un día que la reina sí la cogió. Y anotó de manera muy precisa lo que había ocurrido. Había encontrado en su plato un animalillo muerto que no estaba donde debía. La reina cogió la babosa, arrancó una hoja del cuaderno y la puso encima. Al lado escribió: “Encontré esto en la ensalada, ¿podrías comerlo?” Aquella noche la ensalada no debía llevar caracoles.
Oliver no ha desvelado si el chef mantuvo su puesto después del incidente.
https://www.revistavanityfair.es/re...-mantener-delgada-almidon-patatas-arroz/41527