- Registrado
- 14 Jun 2017
- Mensajes
- 2.223
- Calificaciones
- 12.930
En mi opinión, la recogida de firmas contra el Estatuto de Cataluña y su posterior impugnación ante el Tribunal Constitucional fué una de las mayores torpezas de la historia política del Partido Popular, de las muchas que ha cometido. Con la salvedad de que semejante disparate ha traido consecuencias indeseables.
Pero, también en mi opinión, no hay que equivocarse. El PP no iba en absoluto contra Cataluña ni por supuesto contra los catalanes. De hecho el PP convive rectamente con la actual organización territorial del Estado, no la cuestiona en absoluto y a la vista está para el que quiera leerse las propuestas del partido, los programas electorales y lo que halle conveniente a ese respecto.
El PP iba contra el PSOE, que en aquella época formaba un Gobierno presidido por Rodríguez Zapatero, que además se había comprometido personalmente en promover y en apoyar la reforma.
Desde el punto de vista jurídico se ha producido un problema muy considerable a consecuencia de la sentencia del Tribunal
que no paso a analizar. De todas formas, las declaraciones de inconstitucionalidad del TC afectaron al término "nación" que se contenía en el Preámbulo de dicho Estatuto y al "cepillado" de unos cuantos artículos, pocos. No es cierto que el Estatuto de Cataluña se haya quedado en unas cuantas migajas como he leído por aquí, a mi modo de ver, sino que ha quedado prácticamente íntegro con esas excepciones. Aunque el problema en la práctica parece haberse constreñido a la inconstitucionalidad de la consideración de Cataluña como una nación. Curioso, porque es término que se emplea en el Estatuto de Andalucía y como nadie lo ha impugnado ni parece que vaya a hacerlo, allí sigue.
Pero, también en mi opinión, no hay que equivocarse. El PP no iba en absoluto contra Cataluña ni por supuesto contra los catalanes. De hecho el PP convive rectamente con la actual organización territorial del Estado, no la cuestiona en absoluto y a la vista está para el que quiera leerse las propuestas del partido, los programas electorales y lo que halle conveniente a ese respecto.
El PP iba contra el PSOE, que en aquella época formaba un Gobierno presidido por Rodríguez Zapatero, que además se había comprometido personalmente en promover y en apoyar la reforma.
Desde el punto de vista jurídico se ha producido un problema muy considerable a consecuencia de la sentencia del Tribunal
que no paso a analizar. De todas formas, las declaraciones de inconstitucionalidad del TC afectaron al término "nación" que se contenía en el Preámbulo de dicho Estatuto y al "cepillado" de unos cuantos artículos, pocos. No es cierto que el Estatuto de Cataluña se haya quedado en unas cuantas migajas como he leído por aquí, a mi modo de ver, sino que ha quedado prácticamente íntegro con esas excepciones. Aunque el problema en la práctica parece haberse constreñido a la inconstitucionalidad de la consideración de Cataluña como una nación. Curioso, porque es término que se emplea en el Estatuto de Andalucía y como nadie lo ha impugnado ni parece que vaya a hacerlo, allí sigue.