El Rey Juan Carlos y el AVE a la Meca. The Telegraph incluye a Felipe VI en la red de comisiones

Ya que no investigan a Juan Carlos, al menos ahórrennos el pitorreo

Durante cuarenta años atiborramos el espacio público (calles, infraestructuras, placas, retratos...) con la omnipresencia de un rey que hoy nos avergüenza
Isaac Rosa
16/06/2020 - 22:16h
El Parlamento de Navarra retira el retrato del rey emérito de una de las salas de la Cámara

Queríamos tanto a Juan Carlos, le estábamos tan agradecidos por su servicio al país, que durante cuarenta años llenamos España con plazas de Juan Carlos I, avenidas de Juan Carlos I, calles Juan Carlos I, puentes de Juan Carlos I, parques Juan Carlos I, paseos de Juan Carlos I, urbanizaciones Juan Carlos I; hasta en el último pueblo de España hay al menos una vía pública juancarlista.

Queríamos tanto a Juan Carlos que en su honor rebautizamos viejos edificios y nombramos nuevas construcciones: rey Juan Carlos se llaman hoy colegios, institutos, universidades, bibliotecas, hospitales, residencias, centros sociales y culturales, centros de investigación, pabellones, estadios, polideportivos, centros de alto rendimiento, polígonos industriales, hoteles, bloques de pisos y complejos de oficinas, un buque de la Armada y una base en la Antártida.

Queríamos tanto a Juan Carlos que durante cuarenta años lo invitamos a inaugurar muchos otros colegios, institutos, universidades, hospitales y todo lo enumerado en el párrafo anterior además de juzgados, ayuntamientos, museos, pabellones, palacios de congresos, aeropuertos y estaciones, ampliaciones y remodelaciones, sedes oficiales y empresariales; y tras cada visita colocamos una placa en la entrada, en recuerdo del día en que honró aquel lugar con su juancarlista presencia.

Queríamos tanto a Juan Carlos que pusimos su nombre a premios de investigación, de periodismo, de economía, de poesía, todos con elevadas dotaciones y a menudo a cargo de presupuesto público, además de becas de estudios, campeonatos deportivos, encuentros anuales.

Queríamos tanto a Juan Carlos que decoramos España entera con su retrato: esculturas, lienzos y fotografías en espacios públicos y edificios oficiales, Congreso y Senado, parlamentos autonómicos y ayuntamientos, en todo tipo de dependencias administrativas o institucionales. Tanta abundancia juancarlista consigue a diario graciosas redundancias: en un mismo desplazamiento de pocos minutos puedes cruzar el puente Juan Carlos I, aparcar junto a la biblioteca Juan Carlos I, caminar hasta la plaza de Juan Carlos I y en la entrada del edificio oficial donde vas a presentar tu trabajo al premio Juan Carlos I encontrar una placa recordando su visita, y en su interior un retrato de Juan Carlos I.

Queríamos tanto a Juan Carlos, lo quisimos tanto tantísimo hasta su abdicación -de la que esta semana se cumplen seis años-, le estábamos tan juancarlistamente agradecidos y manifestamos ese agradecimiento con tanta omnipresencia pública..., que ahora que sabemos que ese mismo Juan Carlos se dedicaba a cobrar comisiones y evadir impuestos nos preguntamos qué coxx vamos a hacer con todas esas calles y parques, edificios y premios, infraestructuras y placas, retratos y esculturas.

Queríamos tanto a Juan Carlos, le demostramos con tanta profusión nuestra lealtad monárquica, que ahora que ya no le queremos, ahora que nos sentimos estafados por sus comisiones y cuentas en Suiza y otros chanchullos por investigar, ahora nos parece humillante, una burla, pitorreo, cada vez que tenemos que dar una dirección con su nombre o acudir a un lugar bautizado en su honor, ver todos los días la misma placa o su cara en retratos y esculturas. Como si se estuviera riendo de nosotros, todos los días, una pedorreta a todas horas.


En el Parlamento de Navarra acaban de retirar su retrato, como hace años hizo el Ayuntamiento de Barcelona con un busto. Que sí, que es solo un gesto, un acto simbólico que no sustituye a la verdadera justicia. Pero no olvidemos que si hay una institución que depende de lo simbólico esa es la monarquía. A ver si otros ayuntamientos y parlamentos siguen el ejemplo y mandan al trastero las representaciones de quien no es digno de presidir zonas nobles de instituciones. Empezando por los salones del Congreso de los Diputados, ese mismo Congreso cuya Mesa ha dado portazo a la posibilidad de investigar la corrupción del anterior jefe de Estado; un portazo cuyo eco puede alcanzar al fiscal del Supremo para que se anime a archivar la investigación.


Que retiren sus retratos, y con el mismo impulso aprovechen para renombrar tantos espacios públicos que hoy nos avergüenza pronunciar. Ya que no lo van a investigar ni en el Congreso ni seguramente en los juzgados, ya que tiene garantizada la impunidad, por lo menos que no se siga riendo en nuestra cara a diario. Gracias.





Muy bueno.Esas cosas pasan por idolatrar a alguien que esta vivo y coleando y que no se sabe ni su futuro ni tampoco su pasado, bien se encargaron los políticos y los periódicos de cubrir toda la me r da y putrefacción que había.

Tanto igual pasa con sus hijas, hijo y nietas que ya esta bien de poner el nombre de un hospital a una mocosa que no ha podido hacer nada por si misma ni bueno ni malo. El hospital de Badajoz creo que se sigue llamando infanta Cristina...otra que tal...

El problema no son ellos, que también, el problema es la legión de lame-botas que tenemos herencia del pasado y que les va que esta farsa continúe...a ellos les beneficia . No terminamos que quitarnos la caspa acumulado desde hace siglos. en una pena.
 
Suiza ha enviado la documentación reclamada por España en la investigación sobre el Rey emérito. La Fiscalía del Supremo analizará ahora si cometió delito fiscal y de blanqueo
Foto: El rey emérito Juan Carlos I (izq.) y el monarca de Baréin (EFE)
El rey emérito Juan Carlos I (izq.) y el monarca de Baréin (EFE)
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BEATRIZ PARERA
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06/07/2020 05:00 - ACTUALIZADO: 06/07/2020 10:24
Suiza ha enviado ya a España los datos solicitados sobre Juan Carlos I y eso activa las pesquisas de la Fiscalía sobre el Rey emérito. El país helvético ha contestado a la comisión rogatoria que España trasladó en febrero y en la que pedía, entre otras cosas, el detalle de los aspectos del depósito de 100 millones de dólares que Arabia pagó en 2008 a don Juan Carlos, incluyendo las identidades no solo de sus titulares sino también de sus beneficiarios.
El 8 de agosto de 2008, la fundación panameña Lucum ingresó en una cuenta de la banca privada suiza Mirabaud 100 millones de dólares (65 millones de euros) donados al monarca por la casa real de Arabia Saudí. Habían pasado solo ocho días desde su creación. La Fiscalía considera ese abono como el primer escalón en un rastro más amplio de comisiones que vincula con la construcción del AVE a La Meca. Pero las pesquisas en España solo podían abarcar al periodo posterior a 2014, cuando el Rey abdicó.
Paralelamente, y mientras en España la primera investigación de la Audiencia Nacional fue archivada, la Fiscalía suiza fue tomando declaración a afectados en ese reguero de comisiones, como Corinna zu Sayn-Wittgenstein, la examante del Rey que, según publicó 'El País', declaró al fiscal suizo que esa fue una donación por amor, no para que ella moviera el dinero. Esa declaración intenta eximirla de actuar como testaferro o cómplice, según fuentes jurídicas. El fiscal suizo Yves Bertossa se ha trasladado a Madrid en varias ocasiones, pero sus homólogos españoles esperaban la documentación.

Corinna declaró que recibió 65 millones de Juan Carlos I que procedían de Arabia Saudí
EFE
La Fiscalía del Tribunal Supremo ha asumido la investigación que dirigía Anticorrupción sobre el presunto cobro de comisiones para la adjudicación en 2011 del AVE a La Meca


A la espera de que Suiza respondiera a la comisión rogatoria, la Fiscalía elevo el caso al Supremo, al estar el monarca aforado, y la retiró de Anticorrupción, que estaba rastreando las comisiones del AVE a La Meca. La fundación Lucum estaba administrada por el abogado Dante Canónica y el gestor de fondos Arturo Fasana, pero la investigación llevada a cabo por el fiscal Yves Bertossa sitúa a Juan Carlos I como su primer beneficiario y, según desveló 'The Telegraph', Felipe VI figuraba también como uno de los beneficiarios.
Según la documentación a la que ha tenido acceso El Confidencial y en la que se detalla "la actividad solicitada", el Ministerio Público español quería conocer los datos de identificación de los titulares, los autorizados y el beneficiario último (UBO). También "el domicilio de envío de la correspondencia desde su apertura". La Fiscalía reclamaba además "todos los movimientos registrados en la cuenta desde su apertura hasta su cancelación, con identificación del origen y destino de los fondos". La cuenta se cerró, según la información que ha ido comunicando Bertossa, después de que se efectuara una transferencia por la cantidad total a una cuenta de Corinna Larsen en Bahamas.
Antes de su cierre, la cuenta recibió otras donaciones además de la más cuantiosa, con un denominador común: todas procedían de países árabes. Entre las transferencias que recibió la cuenta de Lucum se encuentra, por ejemplo, una de 1.895.250 dólares (1,7 millones de euros) remitida por el sultán de Baréin. Para vaciar la cuenta, el emérito transfirió el saldo de la cuenta de Lucum a Corinna Larsen a nombre de la sociedad Solare Investors Corporation en el banco Gonet y Cie, en Nassau.
Las justicias suiza y española han tenido encontronazos. En 2013 y en 2018, la AN denegó a Suiza la extradición del informático Hervé Falciani
La Fiscalía española también reclamó que se le remitiera "cualquier documento del que pudiera disponer relacionado con el titular y el beneficiario último de la cuenta y con las operaciones realizadas desde la misma". Además, solicitaba copia de cuatro declaraciones clave para rastrear las comisiones. Las efectuadas ante el fiscal suizo por Canónica y Fasana y las de la examiga del Rey Corinna Zu Sayn-Wittgenestein y su primo Álvaro de Orleans, a los que Bertossa considera testaferros. Con la comisión rogatoria, la Fiscalía del Supremo determinará si el movimiento de fondos que vincula en grado indiciario con presuntos delitos de blanqueo y fiscales fue anterior o posterior a 2014, fecha de la abdicación.
Las justicias suiza y española han tenido encontronazos en los últimos años. En 2013 y en 2018, la Audiencia Nacional denegó a Suiza la extradición del informático Hervé Falciani por la filtración de datos de miles de clientes con cuentas opacas en el HSBC en Ginebra. Para Suiza, violar el secreto bancario es delito, pero en España los empleados de banca tienen la obligación de denunciarlo y por eso la Justicia española no lo considera un delincuente. Poco después de esa segunda resolución, Suiza respondió a España que no extradita por "motivos políticos" cuando Madrid reclamó a la dirigente independentista catalana Marta Rovira.
Una vez está la documentación en manos del Ministerio Público en el Tribunal Supremo, el fiscal al que se ha encargado el asunto tendrá que decidir qué hacer. El fiscal de sala de la especialidad de delitos económicos, Juan Ignacio Campos, asumió las diligencias no solo para determinar si los indicios contra el Rey emérito eran suficiente sino también para fijar el alcance de su inviolabilidad. Pese a que, en principio, esta llega hasta la abdicación, los letrados del Congreso determinaron —por ejemplo— que debía extenderse también si el origen del presunto blanqueo se situó en un momento en que aún era monarca.


https://www.elconfidencial.com/espana/2020-07-06/investigacion-rey-juan-carlos-suiza-fiscal_2669332/
 
Embestida contra la Corona

Voz Populi 08/07/2020 - José Alejandro Vara
FUENTE:
https://www.vozpopuli.com/opinion/sanchez-monarquia-rey_0_1371464025.html


Sánchez rompe su neutralidad en el 'affaire' de los negocios de Juan Carlos I y lanza de paso una advertencia "perturbadora" a Felipe VI

'Inquietante' y 'perturbador'. El presidente del Gobierno llevaba bien preparados los dos adjetivos con los que quería calificar las últimas informaciones aparecidas en torno a los turbios negocios del Rey don Juan Carlos. Un cambio de guión absoluto, un volantazo drástico en la actitud ponderada con la que se venía manejando el Gobierno hasta hace apenas unas horas. Una arremetida por sorpresa y desde la Moncloa en uno de los momentos más delicados para la Monarquía española.

La ministra portavoz, María Jesús Montero, hace apenas unas horas invocaba a la 'tranquilidad' y a la 'confianza' en la labor de la Justicia. Al abordar los problemas judiciales del Rey emérito, no dudó incluso en defender 'la presunción de inocencia' y en recordar que estos episodios que ahora ven la luz 'no tienen ningún impacto en el Rey actual'.

Esta era, hasta el momento, la línea oficial del Gobierno en torno a los presuntos dineros ocultos de don Juan Carlos en Suiza. Este miércoles, sin embargo, Sánchez aprovecha la comparecencia junto a su homólogo italiano, Giuseppe Conte, para pulverizar el libreto oficial del Ejecutivo y lanzar un contundente mandoble a la cabeza de la Institución y, por ende, una descomunal embestida contra la estabilidad de Felipe VI.

El presidente del Gobierno se ha referido a "informaciones inquietantes que nos perturban a todos y a mí también"; ha arremetido indirectamente contra los medios de comunicación que no se hacen eco de estas informaciones mediante la tramposa alabanza de aquellos que "no miran hacia otro lado" y finalmente ha implicado al actual monarca al mencionar que "la propia Casa Real está marcando distancia frente a estas informaciones inquietantes y perturbadoras". Otra vez los dos adjetivos con un ataque tangencial al titular de la Corona. Un referencia nada ingenua, una frase con aires de bomba de racimo.

Frenazo a la comisión

Sabido es que Sánchez no sintoniza demasiado ni con el Jefe del Estado ni con la Institución que encarna. Lo ha demostrado en numerosas ocasiones. La última, este mismo lunes, cuando evitó estar presente en el funeral por las víctimas de la pandemia, un acto presidido por los Reyes. Con todo, el jefe del Ejecutivo procuraba pronunciarse con cierta deferencia y con el natural respeto hacia la Corona, y ha mostrado hasta ahora una actitud distante y cautelosa sobre las turbias actividades que enlodan la figura del Rey padre. Hace tan sólo unos días, el PSOE se ponía del lado del PP , Cs y Vox para vetar la creación de una comisión parlamentaria sobre los fondos ocultos de don Juan Carlos.

Y, de repente, este aldabonazo, este golpe seco e inesperado contra la Institución. En plena tormenta sobre su vicepresidente, Pablo Iglesias, quien está empeñado en zaherir y amordazar a la prensa no adicta, Sánchez obvia comentar esta polémica y se lanza de cabeza al punto más débil de la Corona. Sin contemplaciones ni medias tintas. Sin una sola mención o un mínimo reconocimiento a la labor de don Juan Carlos como artífice fundamental de la Transición y protagonista ineludible de las cuatro décadas de excepcional recuperación democrática, el periodo más fructífero de nuestra reciente historia. Una bofetada tan inclemente como excesiva, así al menos se ha recibido en círculos de la Zarzuela y en el entorno familiar del Rey emérito.

Más que los manejos de don Juan Carlos sus negocios del pasado en el Golfo, que está escrutando ahora mismo la Justicia, tanto en Suiza como en el Supremo, lo que verdaderamente resulta 'perturbador' es el estruendoso y repentino cambio de actitud impulsado por Sánchez. ¿Qué ha pasado? ¿A qué viene esto? Quizás un guiño a su socio Iglesias, el vicepresidente envuelto en un escándalo superlativo. Se diría también que hubiera querido pisar el acelerador rumbo al referéndum que tumbe la monarquía y le permita acceder, finalmente, a su anhelado sueño de convertirse en presidente de la República.
 
Embestida contra la Corona

Voz Populi 08/07/2020 - José Alejandro Vara
FUENTE:
https://www.vozpopuli.com/opinion/sanchez-monarquia-rey_0_1371464025.html


Sánchez rompe su neutralidad en el 'affaire' de los negocios de Juan Carlos I y lanza de paso una advertencia "perturbadora" a Felipe VI

'Inquietante' y 'perturbador'. El presidente del Gobierno llevaba bien preparados los dos adjetivos con los que quería calificar las últimas informaciones aparecidas en torno a los turbios negocios del Rey don Juan Carlos. Un cambio de guión absoluto, un volantazo drástico en la actitud ponderada con la que se venía manejando el Gobierno hasta hace apenas unas horas. Una arremetida por sorpresa y desde la Moncloa en uno de los momentos más delicados para la Monarquía española.

La ministra portavoz, María Jesús Montero, hace apenas unas horas invocaba a la 'tranquilidad' y a la 'confianza' en la labor de la Justicia. Al abordar los problemas judiciales del Rey emérito, no dudó incluso en defender 'la presunción de inocencia' y en recordar que estos episodios que ahora ven la luz 'no tienen ningún impacto en el Rey actual'.

Esta era, hasta el momento, la línea oficial del Gobierno en torno a los presuntos dineros ocultos de don Juan Carlos en Suiza. Este miércoles, sin embargo, Sánchez aprovecha la comparecencia junto a su homólogo italiano, Giuseppe Conte, para pulverizar el libreto oficial del Ejecutivo y lanzar un contundente mandoble a la cabeza de la Institución y, por ende, una descomunal embestida contra la estabilidad de Felipe VI.

El presidente del Gobierno se ha referido a "informaciones inquietantes que nos perturban a todos y a mí también"; ha arremetido indirectamente contra los medios de comunicación que no se hacen eco de estas informaciones mediante la tramposa alabanza de aquellos que "no miran hacia otro lado" y finalmente ha implicado al actual monarca al mencionar que "la propia Casa Real está marcando distancia frente a estas informaciones inquietantes y perturbadoras". Otra vez los dos adjetivos con un ataque tangencial al titular de la Corona. Un referencia nada ingenua, una frase con aires de bomba de racimo.

Frenazo a la comisión

Sabido es que Sánchez no sintoniza demasiado ni con el Jefe del Estado ni con la Institución que encarna. Lo ha demostrado en numerosas ocasiones. La última, este mismo lunes, cuando evitó estar presente en el funeral por las víctimas de la pandemia, un acto presidido por los Reyes. Con todo, el jefe del Ejecutivo procuraba pronunciarse con cierta deferencia y con el natural respeto hacia la Corona, y ha mostrado hasta ahora una actitud distante y cautelosa sobre las turbias actividades que enlodan la figura del Rey padre. Hace tan sólo unos días, el PSOE se ponía del lado del PP , Cs y Vox para vetar la creación de una comisión parlamentaria sobre los fondos ocultos de don Juan Carlos.

Y, de repente, este aldabonazo, este golpe seco e inesperado contra la Institución. En plena tormenta sobre su vicepresidente, Pablo Iglesias, quien está empeñado en zaherir y amordazar a la prensa no adicta, Sánchez obvia comentar esta polémica y se lanza de cabeza al punto más débil de la Corona. Sin contemplaciones ni medias tintas. Sin una sola mención o un mínimo reconocimiento a la labor de don Juan Carlos como artífice fundamental de la Transición y protagonista ineludible de las cuatro décadas de excepcional recuperación democrática, el periodo más fructífero de nuestra reciente historia. Una bofetada tan inclemente como excesiva, así al menos se ha recibido en círculos de la Zarzuela y en el entorno familiar del Rey emérito.

Más que los manejos de don Juan Carlos sus negocios del pasado en el Golfo, que está escrutando ahora mismo la Justicia, tanto en Suiza como en el Supremo, lo que verdaderamente resulta 'perturbador' es el estruendoso y repentino cambio de actitud impulsado por Sánchez. ¿Qué ha pasado? ¿A qué viene esto? Quizás un guiño a su socio Iglesias, el vicepresidente envuelto en un escándalo superlativo. Se diría también que hubiera querido pisar el acelerador rumbo al referéndum que tumbe la monarquía y le permita acceder, finalmente, a su anhelado sueño de convertirse en presidente de la República.


Ahora resulta que el presidente que representa a los españoles debería de ensalzar a la monarquía que no da una y lo que mas conocemos de ella es lo cara que nos cuesta para lo mal que nos representa.

Hay que escuchar el clamor del pueblo y la vergüenza que esta suponiendo para los españoles que tengamos que enterarnos por la prensa extranjera de los tejemanejes de esta familia .

Bien por el presidente.... entre otras lindezas dice el articulo ..." bofetada tan inclemente como excesiva"....ya esta bien de tomarnos el pelo . Osea que lo tienen claro en Zarzu que un referendum tumbaría a la monarquía.... pues bueno, no seria el fin del mundo, solo el comienzo de una nueva era.
 
EL DELITO FISCAL DE 2014 PRESCRIBIÓ ESTE MES
El retraso en la causa a Juan Carlos I deja prescrito el peor delito fiscal que afrontaba
La Fiscalía ya no puede acusar por el delito fiscal de 2014 y el blanqueo es muy complicado de demostrar. Las fechas y la inviolabilidad juegan a favor del Rey emérito en la causa penal




Foto: El rey Juan Carlos y el rey Abdulá. (EFE)


El rey Juan Carlos y el rey Abdulá. (EFE)




09/07/2020

El pasado miércoles 1 de julio, la Fiscalía suiza remitió a la española la documentación sobre la investigación que desde hace dos años realiza sobre Juan Carlos I y, en especial, sobre los 65 millones de euros que había recibido de Arabia Saudí en 2008. Ese mismo día acababa de prescribir el delito fiscal de 2014, el que pudo cometer el Rey emérito el año de su abdicación y el que, según fuentes jurídicas, más probabilidad tenía la Fiscalía española de sostener como acusación. Fuentes jurídicas señalan la dificultad de sostener una acusación penal, porque la inviolabilidad durante los años en que cobró las comisiones impide demostrar el origen ilícito de los fondos y, por lo tanto, el blanqueo.

Las fechas juegan a favor del monarca, las de su abdicación y las del traspaso del dinero a Corinna. En 2008, recibió de Arabia Saudí 65 millones de euros. El acta de la fundación Lucum, con sede en Panamá y titular de la cuenta suiza que albergaba el dinero, se establece como donación. La Fiscalía suiza y la española sospechan que pudo tener relación con el contrato del AVE. Aunque se adjudicó en 2011, los saudíes llevaban tiempo hablando de la obra.


Aparentemente, no tiene sentido que pagasen los constructores al Rey por sus gestiones, pero es que dos años después de que Juan Carlos recibiera esa megacomisión, el dinero estaba de vuelta y con intereses. El 10 de septiembre de 2010, según la Fiscalía española, el consorcio español acuerda pagar al príncipe Abdulaziz bin Mishal 120 millones de euros. Mishal era el dueño del grupo Al-Shoula, una empresa que tenía el 7% del consorcio hispano saudí del AVE. Además, el 18 de mayo de 2011, hubo un pago de 95,78 millones en un contrato de consultoría con Shahpari Zanganeh, comisionada como "persona de confianza" de Juan Carlos I en Arabia.

En esos años, Juan Carlos ayudó a blanquear el régimen saudí con la distinción del toisón de oro, la mayor que otorga la Corona, o el apoyo a un centro interreligioso en Viena que aún da dolores de cabeza a España en la UE. Pero toda esa parte no puede ser investigada. Hasta que abdica en junio de 2014, el Rey es inviolable. Nadie puede ni preguntarle por eso. Al menos en España.


Penalmente, la Fiscalía Anticorrupción vio indicios de delito fiscal y de blanqueo, porque aunque no pueda investigar el origen de los fondos sí puede investigar si los declaró o hizo inversiones después de 2014, cuando abdicó. Al contrario que los letrados del Congreso, la Fiscalía no ha interpretado de momento que la inviolabilidad, sinónimo de impunidad, se extienda después de dejar el trono.

De esos dos delitos, uno, el de blanqueo, es muy complicado de acreditar. "El blanqueo es prácticamente imposible de acreditar, porque para que haya blanqueo el dinero tiene que tener origen ilícito y cuando lo recibió era inviolable. Pero en este caso no se le puede investigar por los ingresos que tuvo cuando era Rey. Entonces hay que presumirlos lícitos y lo más que puede haber es un problema fiscal, sea una infracción o delito fiscal", explica Pablo Molina Borchert, abogado experto en delito fiscal: "Tratar de investigar los hechos anteriores es darte contra un muro. No puedes ni preguntarle. Si cuando deja de ser Rey tiene 50 millones en Suiza, no le puedes preguntar de dónde los ha sacado". El blanqueo tiene una prescripción de 10 años.

Sí que la vía más sencilla es el delito fiscal, si Juan Carlos I eludió en sus declaraciones de la renta declarar cantidades superiores a 120.000 euros en un año. El dinero que tenía en Suiza y las propiedades en el extranjero y sus rendimientos estaba obligado a declararlos, pero los interrogados por el fiscal suizo Yves Bertossa han declarado que no les consta que hubiera pago de impuestos.

Ahí, de nuevo, las fechas juegan a favor de Juan Carlos. En 2012, antes de abdicar, transfirió el dinero a una cuenta de Corinna Larsen en Bahamas. Esta ha declarado que fue una donación, un regalo por amor. La donación, siempre la donación. Todo son regalos en esta historia. Esa versión beneficia a todos. Si Arabia dio un regalo a Juan Carlos —y no era una comisión por el AVE y/u otras gestiones— y luego este a su vez lo donó a Corinna, difícilmente puede tener reproche penal. Al menos en España.

El más atacable era el delito fiscal de 2014. Porque, tras abdicar, el Rey mantenía contacto con Corinna y la Fiscalía podía intentar demostrar que seguía disfrutando del dinero o de las propiedades, como los apartamentos en Suiza, que ella adquirió con los 65 millones que le transfirió Juan Carlos. Al menos hasta principios de 2015 mantuvieron alguna relación, aunque ya deteriorada, e hicieron vuelos juntos pagados supuestamente por el primo del rey, Álvaro de Orleans, según fuentes conocedoras del caso.


Si hubo delito fiscal en 2014, el año más fácilmente perseguible, prescribió el pasado 30 de junio, un día antes de que Suiza enviara a España la información



Pero si hubo delito fiscal en 2014, se cometió el 30 de junio de 2015, que es cuando se ha de presentar la declaración de la renta del año anterior. Los delitos fiscales prescriben a los cinco años, así que ese delito dejó de ser perseguible el 30 de junio de 2020, un día antes de que la Fiscalía suiza enviara a España la documentación. Una investigación del fiscal no interrumpe la prescripción, solo lo hace una querella o denuncia admitida a trámite.

Hacienda ya ha tenido malas experiencias en este sentido, como cuando vio que todas las denuncias de la segunda lista Falciani —un ejercicio de la segunda remesa de datos que pasó el informático— prescribieron por un solo día. O el de la familia Cort Lagos, acusada de un delito fiscal de 100 millones que prescribió porque una jueza dudó de su competencia sin admitirlo a trámite. Por eso, los meses de junio son los más activos para la Fiscalía de delitos económicos.

Durante el estado de alarma, se han suspendido plazos procesales, pero los juristas han interpretado que eso no afectaba al de prescripción de delitos. En primer lugar, porque este está regulado en una ley orgánica y no lo podía modificar un decreto, y en segundo lugar, porque retroactivamente no se puede aplicar algo que perjudique a un acusado. La Agencia Tributaria ha seguido presentando denuncias en junio, con la interpretación de que el plazo de prescripción no había variado.

Como el blanqueo tiene un plazo de prescripción mayor, de 10 años, podría presentar denuncia por esos años, pero siempre que lograse demostrar los dos delitos, no solo el delito fiscal. Así que, sin blanqueo, que es un delito especialmente complicado de demostrar, en este caso por la inviolabilidad anterior, la Fiscalía puede ahora investigar al Rey por delitos fiscales de 2015, 2016, 2017, 2018 y 2019. Son años en los que la relación con Corinna estaba rota y en que él llegó en algún momento a reclamarle el dinero de vuelta. La causa, según fuentes jurídicas, nace tocada.


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