es que serìa genial que asì fuera, y poder decirle en la cara todo lo que pensamos!!!
El rey Juan Carlos se somete a una operación cardiaca. Agosto 2019
- AutorMatiana
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Yo no creo que entre al foro. Y espero, de corazón, que no lea lo que se escribe de ella. A mi me resulta bastante indiferente la verdad, bueno, me parece un poco pedorra y como con muy mala vibra. Pero a veces hay cossas que lees sobre ella que son de un odio africano. A mi me da hasta pena. Espero que no le dejen tener internet y que le controlen a lo que puede acceder, porque yo la veo muy inestable y no se como llevaría saber lo que de verdad se piensa de ella. Siempre recuerdo que su hermana no sopotó la presión la pobre y que la otra anda también un poco tolai. Yo creo que esta chica no esta nada, pero nada, bien. Y la considero, a parte de choni y vulgar, una pobre enferma.
Le alargaron la vida, pero tremendo papelón
Doña Sofía y Felipe han salido sobre las 5 de la tarde sonrientes ,han saludado a los fotógrafos y han dicho que todo ha salido bien.
Se han subido a un coche y se han ido.
Desconozco si han vuelto a entrar más tarde por la puerta de atrás de incógnito.
Pero han estado 5 o 6 horas en total.
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Pues yo vigilaría a la Merdizia si llegara a entrar a la habitación del enfermo, la creo muy capaz de desconectarle el oxígeno.
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Si habláramos de otra persona, me echaría las manos a la cabeza del horror.
Pero tratándose de Letizia, cualquier cosa es posible.
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OPERACIÓN REY JUAN CARLOSCuándo está indicado un «bypass» coronario
Esta técnica quirúgica permite corregir la obstrucción de las arterias que provoca el infarto. Tiene escasas complicaciones y excelentes índices de supervivencia a largo plazo
El Rey Don Juan Carlos
La técnica quirúgica del «bypass» se utiliza para corregir la obstrucción de las arterias coronarias que son las que llevan la sangre al corazón. La falta de flujo es la que produce la isquemia o infarto.
El bypass coronario consiste en saltar la obstrucción y colocar un injerto que puede ser del propio paciente. La técnica se lleva realizando muchos años y tiene unas tasas de supervivencia a largo plazo muy elevadas, así como escasas complicaciones.
Rey Juan Carlos ha sido operado con éxito del corazón y se le han implantado tres «bypass» aortocoronarios en una intervención que ha transcurrido «sin incidencias».
La intervención a la que se ha sometido el Monarca emérito fue programada el pasado mes de junio, en este tiempo Don Juan Carlos ha hecho vida totalmente normal.
https://www.abc.es/salud/videos/abc...cado-bypass-coronario-201908241703_video.html
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Esta técnica quirúgica permite corregir la obstrucción de las arterias que provoca el infarto. Tiene escasas complicaciones y excelentes índices de supervivencia a largo plazo
El Rey Don Juan Carlos
La técnica quirúgica del «bypass» se utiliza para corregir la obstrucción de las arterias coronarias que son las que llevan la sangre al corazón. La falta de flujo es la que produce la isquemia o infarto.
El bypass coronario consiste en saltar la obstrucción y colocar un injerto que puede ser del propio paciente. La técnica se lleva realizando muchos años y tiene unas tasas de supervivencia a largo plazo muy elevadas, así como escasas complicaciones.
Rey Juan Carlos ha sido operado con éxito del corazón y se le han implantado tres «bypass» aortocoronarios en una intervención que ha transcurrido «sin incidencias».
La intervención a la que se ha sometido el Monarca emérito fue programada el pasado mes de junio, en este tiempo Don Juan Carlos ha hecho vida totalmente normal.
https://www.abc.es/salud/videos/abc...cado-bypass-coronario-201908241703_video.html
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Don Juan Carlos, un Rey 'disfrutón' pese los consejos de sus médicos
CASA REAL
Salud
El Rey Emérito GTRES
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El Rey Emérito se somete este sábado a una intervención cardiaca en el hospital Quirón, elegido en otras ocasiones por la Familia Real
El Rey Juan Carlos se jubila con el reto de no poner en nuevos apuros a la corona
Con una retranca típicamente borbona, la Infanta Pilar ha aludido muchas veces a la "mala salud de hierro" de su familia, en referencia a los tres hermanos: el hoy Rey Emérito, Doña Margarita y ella misma. Todos han padecido importantes enfermedades y achaques que les han llevado a pasar muchas veces por el quirófano. Don Juan Carlos lo hace este sábado de nuevo, a sus 81 años. Pero no será una intervención cualquiera. Estamos hablando de cirugía quirúrgica y, por muy bajo control que esté la situación y aunque la operación haya podido ser perfectamente programada, es un asunto delicado, máxime cuando tiene como protagonista a alguien de esa edad. Sin alarmismos, pero conscientes de la seriedad del caso, Zarzuela sí ha optado esta vez por informar con antelación a través de un comunicado oficial de la operación de este sábado.
Sólo este hecho demuestra ya la importancia. Porque desde la Casa del Rey siempre se ha preferido, en la medida de lo posible, mantener en secreto las intervenciones de los miembros de la Familia Real cuando éstas aparentemente no revestían mayor trascendencia. Así ocurrió, sin ir más lejos, con la última de Don Juan Carlos, a quien el pasado marzo se le extirpó un carcinoma basocelular, un tipo de cáncer de piel. El hecho de que el Emérito apareciera en el acto de presentación de los carteles de San Isidro en Madrid con una tirita en el moflete y con toda la mejilla hinchada y amoratada obligó a Zarzuela a dar explicaciones para evitar rumores e interpretaciones infundadas sobre lo que le ocurría al Rey.
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A lo largo de las casi 20 operaciones que lleva ya a sus espaldas, Don Juan Carlos y sus asesores médicos han escogido diferentes centros sanitarios. El Quirón de Pozuelo donde va a ser intervenido hoy, considerado como el cuarto centro privado mejor de España según distintos rankings, es de sobra conocido por la Familia Real. A este centro han acudido tanto Don Juan Carlos como otros de sus familiares, incluida la Infanta Elena y sus hijos, para someterse a chequeos rutinarios y hacerse pruebas con especialistas. Y el propio Emérito ya fue operado aquí en otoño de 2013 de su cadera izquierda. Se da la circunstancia de que meses antes su nieto Froilán había sido atendido en el mismo centro de las heridas provocadas en su pie al disparársele una escopeta de caza.
Don Juan Carlos a bordo del Bribón
El Quirón cuenta con magníficas instalaciones médicas y, como es obvio, reúne todos los requisitos para una intervención de estas características a Don Juan Carlos. Pero en la elección de este centro, como ha ocurrido con otros hospitales en otras ocasiones, pesan otras razones. El que se elija un hospital privado es una decisión muy frecuente de Zarzuela porque hacerlo en uno público interferiría demasiado en el funcionamiento de cualquier centro elegido. El Quirón reúne características que facilitan mucho, por su ubicación, tamaño y diseño de instalaciones, el dispositivo de seguridad. Y Don Juan Carlos podrá disponer no sólo de su habitación, sino, como es preceptivo, de toda un área reservada, en la que los escoltas pueden realizar su trabajo sin interferencias a otros pacientes. Y siempre se cuenta con una antesala y con las habitaciones contiguas para las visitas.
La mala salud de hierro del Emérito se ha deteriorado mucho en los últimos años, desde la aparatosa caída en una cacería de elefantes en Botswana en abril de 2012. Nunca ha vuelto a recuperar bien la movilidad. Y los sucesivos implantes de cadera y los duros ejercicios de rehabilitación a los que se ha tenido que someter desde entonces sólo han dado buen resultado a medias. De hecho, Don Juan Carlos ha manifestado muchas veces estos últimos años a sus más allegados su gran temor a acabar sus días como su madre, Doña María de las Mercedes, quien pasó sus últimos de vida postrada inevitablemente en una silla de ruedas. Ése es un temor que se ha convertido en una obsesión para el ex Jefe de Estado. De ahí que nunca haya renunciado a pasar por quirófano, incluso cuando se le ha advertido de lo doloroso y complicado que podía ser el postoperatorio tras algún complejo implante de cadera.
"UN BUEN PACIENTE"
Pero no es sólo la movilidad lo que ha empezado a fallarle al Rey. Tal como han explicado a LOC estos años fuentes próximas, si bien es cierto que Don Juan Carlos es un buen paciente cuando pasa "por el taller", en sus propias palabras, hace bastante caso omiso a sus médicos y consejeros a la hora de cuidarse. Todo lo contrario. El Emérito es, en ese sentido, incontrolable. Y, como es bien conocido, se niega a dejar de ser un auténtico disfrutón.
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La comida es una de sus pasiones. De hecho, desde que abdicó la corona en 2014, una de sus mayores aficiones ha sido recorrerse los grandes templos culinarios de nuestro país y también de parte del extranjero. A Don Juan Carlos le encanta la carne, en especial la caza y delicias como un buen chuletón de buey, a los que no se resiste. A pesar de que una de las recomendaciones con las que no han dejado de martillearle los oídos estos últimos años es la necesidad de que empiece a cuidar su dieta. En Sanxenxo, por ejemplo, que se ha convertido en uno de sus refugios favoritos, donde cuenta con una corte de amigos incondicionales con los que disfruta de sus dos grandes amores -el mar y la buena mesa-, nunca se priva de marisco.Pero tampoco de otras exquisiteces locales como la empanada o los dulces gallegos. Y sigue siendo un buen bebedor. El Emérito sabe apreciar bien un buen caldo. Pero es de sobra conocido que en muchas sobremesas con amigos Don Juan Carlos da cuenta de más copas de las que confesaría a sus médicos, que le han pedido máxima contención. Sobre todo a su íntimo Manuel Sánchez, un facultativo especialista en medicina estética, nutrición, dietética y obesidad que le somete a revisiones periódicas y con quien sigue un tratamiento personalizado.
El Rey quiere seguir disfrutando de sus aficiones mientras el cuerpo aguante, y aún más allá. Así, ni sus problemas de movilidad ni de artrosis le han impedido continuar con sus viajes al extranjero, muy numerosos desde su abdicación, ni de las regatas. A principios de este mes de agosto conquistó en Finlandia su último título, al proclamarse vencedor del campeonato mundial de 6 Metros, al mando del Bribón 500 Movistar, junto a su inseparable Pedro Campos.
Don Juan Carlos a bordo del Bribón
La operación cardíaca de Don Juan Carlos obliga a toda la Familia Real a reunirse y dejarse ver de nuevo en público. Las visitas de Don Felipe y Doña Letizia, con sus hijas, así como las de la Infanta Elena están aseguradas. Y probablemente también acuda al Quirón en algún momento Doña Cristina.
Concluyen de este modo las vacaciones privadas de los Reyes, a quienes no se ve en público desde el jueves 8 de agosto, cuando acudieron a la Casa Museo de Son Marroig, en Mallorca. Algunas fuentes informaron a LOC, tal como publicamos la semana pasada, de que la intención de Don Felipe era aparecer en algún acto a principios de esta semana, con la intención de que se visualizara que este año el asueto en algún lugar secreto del Jefe del Estado iba a ser más corto, pendiente como está de la formación de Gobierno. Finalmente, no fue así. Este suplemento intentó en vano contrastar con Zarzuela si era consecuencia de que, en el último momento, el presidente en funciones Pedro Sánchez decidió posponer sus contactos con el PNV y otros grupos políticos, que en principio se habían anunciado para el pasado lunes. Hoy la política pasa, en todo caso, a un segundo plano, porque el interés se centra en que la operación a Don Juan Carlos resulte plenamente exitosa.
https://www.elmundo.es/loc/casa-real/2019/08/25/5d5fa328fdddffb88e8b466f.html
CASA REAL
Salud
- EDUARDO ÁLVAREZ
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- 25 AGO. 2019 01:56
El Rey Emérito GTRES
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El Rey Emérito se somete este sábado a una intervención cardiaca en el hospital Quirón, elegido en otras ocasiones por la Familia Real
El Rey Juan Carlos se jubila con el reto de no poner en nuevos apuros a la corona
Con una retranca típicamente borbona, la Infanta Pilar ha aludido muchas veces a la "mala salud de hierro" de su familia, en referencia a los tres hermanos: el hoy Rey Emérito, Doña Margarita y ella misma. Todos han padecido importantes enfermedades y achaques que les han llevado a pasar muchas veces por el quirófano. Don Juan Carlos lo hace este sábado de nuevo, a sus 81 años. Pero no será una intervención cualquiera. Estamos hablando de cirugía quirúrgica y, por muy bajo control que esté la situación y aunque la operación haya podido ser perfectamente programada, es un asunto delicado, máxime cuando tiene como protagonista a alguien de esa edad. Sin alarmismos, pero conscientes de la seriedad del caso, Zarzuela sí ha optado esta vez por informar con antelación a través de un comunicado oficial de la operación de este sábado.
Sólo este hecho demuestra ya la importancia. Porque desde la Casa del Rey siempre se ha preferido, en la medida de lo posible, mantener en secreto las intervenciones de los miembros de la Familia Real cuando éstas aparentemente no revestían mayor trascendencia. Así ocurrió, sin ir más lejos, con la última de Don Juan Carlos, a quien el pasado marzo se le extirpó un carcinoma basocelular, un tipo de cáncer de piel. El hecho de que el Emérito apareciera en el acto de presentación de los carteles de San Isidro en Madrid con una tirita en el moflete y con toda la mejilla hinchada y amoratada obligó a Zarzuela a dar explicaciones para evitar rumores e interpretaciones infundadas sobre lo que le ocurría al Rey.
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A lo largo de las casi 20 operaciones que lleva ya a sus espaldas, Don Juan Carlos y sus asesores médicos han escogido diferentes centros sanitarios. El Quirón de Pozuelo donde va a ser intervenido hoy, considerado como el cuarto centro privado mejor de España según distintos rankings, es de sobra conocido por la Familia Real. A este centro han acudido tanto Don Juan Carlos como otros de sus familiares, incluida la Infanta Elena y sus hijos, para someterse a chequeos rutinarios y hacerse pruebas con especialistas. Y el propio Emérito ya fue operado aquí en otoño de 2013 de su cadera izquierda. Se da la circunstancia de que meses antes su nieto Froilán había sido atendido en el mismo centro de las heridas provocadas en su pie al disparársele una escopeta de caza.
Don Juan Carlos a bordo del Bribón
El Quirón cuenta con magníficas instalaciones médicas y, como es obvio, reúne todos los requisitos para una intervención de estas características a Don Juan Carlos. Pero en la elección de este centro, como ha ocurrido con otros hospitales en otras ocasiones, pesan otras razones. El que se elija un hospital privado es una decisión muy frecuente de Zarzuela porque hacerlo en uno público interferiría demasiado en el funcionamiento de cualquier centro elegido. El Quirón reúne características que facilitan mucho, por su ubicación, tamaño y diseño de instalaciones, el dispositivo de seguridad. Y Don Juan Carlos podrá disponer no sólo de su habitación, sino, como es preceptivo, de toda un área reservada, en la que los escoltas pueden realizar su trabajo sin interferencias a otros pacientes. Y siempre se cuenta con una antesala y con las habitaciones contiguas para las visitas.
La mala salud de hierro del Emérito se ha deteriorado mucho en los últimos años, desde la aparatosa caída en una cacería de elefantes en Botswana en abril de 2012. Nunca ha vuelto a recuperar bien la movilidad. Y los sucesivos implantes de cadera y los duros ejercicios de rehabilitación a los que se ha tenido que someter desde entonces sólo han dado buen resultado a medias. De hecho, Don Juan Carlos ha manifestado muchas veces estos últimos años a sus más allegados su gran temor a acabar sus días como su madre, Doña María de las Mercedes, quien pasó sus últimos de vida postrada inevitablemente en una silla de ruedas. Ése es un temor que se ha convertido en una obsesión para el ex Jefe de Estado. De ahí que nunca haya renunciado a pasar por quirófano, incluso cuando se le ha advertido de lo doloroso y complicado que podía ser el postoperatorio tras algún complejo implante de cadera.
"UN BUEN PACIENTE"
Pero no es sólo la movilidad lo que ha empezado a fallarle al Rey. Tal como han explicado a LOC estos años fuentes próximas, si bien es cierto que Don Juan Carlos es un buen paciente cuando pasa "por el taller", en sus propias palabras, hace bastante caso omiso a sus médicos y consejeros a la hora de cuidarse. Todo lo contrario. El Emérito es, en ese sentido, incontrolable. Y, como es bien conocido, se niega a dejar de ser un auténtico disfrutón.
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La comida es una de sus pasiones. De hecho, desde que abdicó la corona en 2014, una de sus mayores aficiones ha sido recorrerse los grandes templos culinarios de nuestro país y también de parte del extranjero. A Don Juan Carlos le encanta la carne, en especial la caza y delicias como un buen chuletón de buey, a los que no se resiste. A pesar de que una de las recomendaciones con las que no han dejado de martillearle los oídos estos últimos años es la necesidad de que empiece a cuidar su dieta. En Sanxenxo, por ejemplo, que se ha convertido en uno de sus refugios favoritos, donde cuenta con una corte de amigos incondicionales con los que disfruta de sus dos grandes amores -el mar y la buena mesa-, nunca se priva de marisco.Pero tampoco de otras exquisiteces locales como la empanada o los dulces gallegos. Y sigue siendo un buen bebedor. El Emérito sabe apreciar bien un buen caldo. Pero es de sobra conocido que en muchas sobremesas con amigos Don Juan Carlos da cuenta de más copas de las que confesaría a sus médicos, que le han pedido máxima contención. Sobre todo a su íntimo Manuel Sánchez, un facultativo especialista en medicina estética, nutrición, dietética y obesidad que le somete a revisiones periódicas y con quien sigue un tratamiento personalizado.
El Rey quiere seguir disfrutando de sus aficiones mientras el cuerpo aguante, y aún más allá. Así, ni sus problemas de movilidad ni de artrosis le han impedido continuar con sus viajes al extranjero, muy numerosos desde su abdicación, ni de las regatas. A principios de este mes de agosto conquistó en Finlandia su último título, al proclamarse vencedor del campeonato mundial de 6 Metros, al mando del Bribón 500 Movistar, junto a su inseparable Pedro Campos.
Don Juan Carlos a bordo del Bribón
La operación cardíaca de Don Juan Carlos obliga a toda la Familia Real a reunirse y dejarse ver de nuevo en público. Las visitas de Don Felipe y Doña Letizia, con sus hijas, así como las de la Infanta Elena están aseguradas. Y probablemente también acuda al Quirón en algún momento Doña Cristina.
Concluyen de este modo las vacaciones privadas de los Reyes, a quienes no se ve en público desde el jueves 8 de agosto, cuando acudieron a la Casa Museo de Son Marroig, en Mallorca. Algunas fuentes informaron a LOC, tal como publicamos la semana pasada, de que la intención de Don Felipe era aparecer en algún acto a principios de esta semana, con la intención de que se visualizara que este año el asueto en algún lugar secreto del Jefe del Estado iba a ser más corto, pendiente como está de la formación de Gobierno. Finalmente, no fue así. Este suplemento intentó en vano contrastar con Zarzuela si era consecuencia de que, en el último momento, el presidente en funciones Pedro Sánchez decidió posponer sus contactos con el PNV y otros grupos políticos, que en principio se habían anunciado para el pasado lunes. Hoy la política pasa, en todo caso, a un segundo plano, porque el interés se centra en que la operación a Don Juan Carlos resulte plenamente exitosa.
https://www.elmundo.es/loc/casa-real/2019/08/25/5d5fa328fdddffb88e8b466f.html
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Yo creo que en este caso las nueras sobran.
Si es por dar apoyo a VI ya tiene a su madre
