El Rey Juan Carlos en Irlanda y lo hemos pillado con Marta Gaya. Vídeo y fotos. Todo supuestamente.

Yo tengo muy claro desde el minuto uno, que la politica de anular y rebajar al padre y al mismo tiempo ensalzar y publicitar al hijo, es un asunto inutil. Da hasta risa. No obstante existe este plan, seguramente es efectivo porque siguen y siguen y ya son unos años.

Saludos.
El padre se rebaja solo. Quien mejor destruye la imagen de Juan Carlos de Borbón es Juan Carlos de Borbón. Son los hechos desvelados de Juan Carlos de Borbón los que se cargan su muy protegida imagen de décadas y el hijo no tiene la culpa del comportamiento del padre. Yo creo que ya es hora de que este señor empiece a asumir sus actos, lo muy vergonzosamente protegido que ha estado y sigue estando y que rompa el sueño de maravilloso reinado que tiene en la mente, porque a lo que se ve ha terminado creyéndose las patrañas de la prensa que quiso colarnos cuando eramos, nosotros si, auténticos inocentes entre un mar de corruptos en las instituciones y más allá.
 
Última edición:
Te digo una cosa Kasikasi, llegar a este punto del camino como ha llegado este hombre me parece de una involución humana tremenda. Ni aprende, ni reconoce ni nada de nada de nada. Ni un ápice de sabiduría, pasa como "rey"por esta vida y de qué le sirve, de nada porque humanamente, que no otra cosa es, ha ido para atrás como los cangrejos. Y sigue sin reconocer nada. Sólo tiene picardía para lo que le conviene, en ese terreno se pudo escuchar el "lo siento, mekivocao"... que la prensa se apresuró a ensalzar para manipular a placer a favor del manipulador rey. Este hombre tiene tela y para leal la reina, que ella sí que sabe lo que ha vivido y con quien ha vivido y no abre la boca.
 
No sólo clava el puñal, por la espalda, a su propio padre sino que arroja el aún vivo y coleando cuerpo a las fieras para así (intentar) salvar el propio culo…sería cómico si no fuera por lo que el espectador apoquina por semejante espectáculo:bored:
El padre hubiera hecho lo mismo...:meh:
 
El padre se rebaja solo. Quien mejor destruye la imagen de Juan Carlos de Borbón es Juan Carlos de Borbón. Son los hechos desvelados de Juan Carlos de Borbón los que se cargan su muy protegida imagen de décadas y el hijo no tiene la culpa del comportamiento del padre. Yo creo que ya es hora de que este señor empiece a asumir sus actos, lo muy vergonzosamente protegido que ha estado y sigue estando y que rompa el sueño de maravilloso reinado que tiene en la mente, porque a lo que se ve ha terminado creyéndose las patrañas de la prensa que quiso colarnos cuando eramos, nosotros si, auténticos inocentes entre un mar de corruptos en las instituciones y más allá.
No estoy de acuerdo.
En absoluto.
Para el paīs en aquella situación de dictador y su séquito, fue fundamental. No pretendo que tu lo reconozcas.
Simplemente ha sido un hecho.
Que hubiera sido perfecto un rey sin ansias de fortuna. Pues claro. Me habria gustado mucho mas un rey pobre.
Su fortuna no la ha robado al Estado. Ni ha robado a los españoles.
(Venga la Cruz Roja en su campaña puede crucificarme).

En cuanto a su vida personal, solo le afecta a él, a su mujer y a sus hijos.

Creo que "la protegida imagen" es la misma que disfruta el hijo y su consorte.
 
Te digo una cosa Kasikasi, llegar a este punto del camino como ha llegado este hombre me parece de una involución humana tremenda. Ni aprende, ni reconoce ni nada de nada de nada. Ni un ápice de sabiduría, pasa como "rey"por esta vida y de qué le sirve, de nada porque humanamente, que no otra cosa es, ha ido para atrás como los cangrejos. Y sigue sin reconocer nada. Sólo tiene picardía para lo que le conviene, en ese terreno se pudo escuchar el "lo siento, mekivocao"... que la prensa se apresuró a ensalzar para manipular a placer a favor del manipulador rey. Este hombre tiene tela y para leal la reina, que ella sí que sabe lo que ha vivido y con quien ha vivido y no abre la boca.

Cuando un hombre fracasa en su matrimonio y en su picar de flores y no encuentra compañera par la vejez, realmente puede pensar que ha facasado en su munndo sentimental. Es su problema. No afecta en aabsoluto a nadie mas que a él.
En este caso, parece que su amante está siendo también su amiga.
Si despues de todo, tiene una compañera, pues mejor para el.
No me escandaliza en absoluto.
El caso Corina si fue de escándalo. Esto no.

Y el caso de doña Sofía es diferente.
Porque las mujeres somos en este asunto muy diferentes. Ha llegado a su edad, aparentemente sin pareja. Pero una mujer tiene mas recursos para la amistad y la compañia.
 
Marta Gayá y Juan Carlos: volver a empezar tras 25 años del divorcio frustrado

A principios de julio el rey emérito y la mallorquina pasaron unos días en Irlanda. Parece que el padre de Felipe VI ha vuelto a encontrar, en el que fuera el amor de su vida, la mejor compañera para la vejez. El rey planteó divorciarse de doña Sofía en 1992, obnubilado por Marta Gayá.

12 agosto, 2017 02:23
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"¿Es que no puedo hacerlo como lo hacen miles de españoles?". Esta pregunta se la hacía don Juan Carlos de Borbón al jefe de la Casa del Rey, Sabino Fernández Campos, en agosto de 1992. Con la gloriosa resaca de los Juegos Olímpicos de Barcelona todavía en el paladar, el rey en la cresta de la ola de su popularidad, veía posible su divorcio con la reina Sofía para poderse casar con el amor de su vida, la mallorquina Marta Gayá.

Sabino y el presidente del Gobierno en aquel momento, Felipe González, le quitaron esa idea de la cabeza a don Juan Carlos, aunque años después, le volvería a presentar la misma cuestión a José Luis Rodriguez Zapatero pero por otra mujer, por la presunta princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein.

La historia de amor entre el Rey emérito -título que odia profundamente y que fue una idea del actual jefe de comunicación de Zarzuela Jordi Gutiérrez, al que tampoco puede ni ver- y Marta Gayá tiene casi 30 años de vida. Don Juan Carlos ha tenido tres grandes amores (la reina Sofía, su esposa, no está entre ellos): María Gabriela de Saboya, Marta Gayá y Corinna zu Sayn-Wittegenstein. Pero al final de sus días es en la mallorquina en la que el padre de Felipe VI ha encontrado el refugio y cariño que necesita a sus casi 80 años.

Alta, morena y con gabardina oscura
A principios del mes de julio se captaba, por primera vez, una imagen de los dos juntos. El rey viajaba a la localidad irlandesa de Clonmellon donde su amigo, Allen de Jesús Sanginés-Krause y su mujer, Lorena, tienen el castillo de Killua, a setenta kilómetros de Dublín. Este matrimonio mexicano conoce curiosamente a don Juan Carlos por su relación con Corinna, con la que Allen hace negocios en Rusia.

Alta, morena y ataviada con una gabardina oscura se reconoce a Marta Gayá en los vídeos que los vecinos de la localidad irlandesa subieron a sus redes sociales sin saber qué estaban grabando una de las imágenes más buscadas de la historia de España. Don Juan Carlos y la mallorquina acudían a la inauguración de la restauración de Saint John's, la iglesia del pueblo, obras que ha pagado el empresario mexicano.

"No creo que hayan acudido como pareja, sino en el mismo grupo de amigos. De todas formas, Marta Gayá le conoce perfectamente. Le ha sido leal durante casi treinta años. Siempre discreta. Son muchos años de una historia que ha vivido diferentes fases, entre ellas Corinna. Ahora están en la fase de dos personas que se refugian el uno en el otro. Don Juan Carlos ahora mismo se relaciona con la gente que no le juzga, que le conoce; confía en ellas porque nunca jamás le han fallado, y una de esa es Marta", contaba la periodista especialista en temas de la Casa del Rey, Mariángeles Alcázar, en El Programa de Ana Rosa hace unos días.

Según fuentes cercanas al rey emérito, don Juan Carlos y Marta Gayá vuelven a verse desde hace más de un año. No en Mallorca, lógicamente, pero parece que el padre de Felipe VI ha vuelto a los brazos de la mujer que, según sus propias palabras, más feliz le ha hecho.

El rey ron Juan Carlos se ha convertido desde su jubilación en todo un trotamundos y desde hace unos meses Marta es su compañera de viaje. Si en julio fue Irlanda, en mayo estuvieron juntos en República Dominicana invitados por su amigo Pepe Fanjul, donde pasaron unos días de descanso. Además, han estado en Suiza y en Miami, aunque no se sabe si solos o con amigos.

A sus 68 años esta decoradora de Palma de Mallorca, pero que pasa los inviernos en Suiza, se ha convertido en la compañera de vejez de don Juan Carlos. Gayá es la relación -con permiso de Corinna- más importante para el rey y la más discreta. Porque entre la española y la alemana hay una gran diferencia: la ambición. Mientras que la primera sólo quería estar al lado del padre de Felipe VI en sus momentos de intimidad, por ejemplo, cuando atracaban El Fortuna en aguas de Mallorca frente a Playa El Toro; la segunda quería estar a su lado pero sentada en el trono.

Son las ganas de llegar a ser reina lo que perdió a Corinna. El día que don Juan Carlos pidió perdón públicamente con la frase Lo siento, me he equivocado -que salió de la mente del entonces jefe de Comunicación de la Casa del Rey Javier Ayuso para intentar arreglar el desastre de Botsuana-, Corinna dio por finalizada su relación con el entonces rey con un gran ScheiBe. Ella enseguida tuvo claro lo que iba a pasar después. Cuando el 2 de junio de 2014 don Juan Carlos iba a anunciar su abdicación, le mandó un SMS a Corinna para que lo supiera antes que nadie. Ésta le dijo que le parecía un error, que no lo hiciera y se despidió de él para siempre.

En Baqueira y en Mallorca
Don Juan Carlos, de 79 años, y Marta Gayá, de 68, se conocieron en el verano de 1990 en Palma de Mallorca. Su círculo de amistades en la isla era el mismo. La primera vez que se vieron fue en una de las famosas fiestas que el empresario Zourab Tchokotua, compañero de internado del rey durante su niñez, daba en su mansión de Sa Mola, en Mallorca.

"El Rey perdió la cabeza por ella. Sin duda, ha sido la mujer de su vida. Se veían en Baqueira, en la casa de la estación de esquí. Los de seguridad recogían a Marta en Barcelona y la llevaban hasta allí. Los veranos en Mallorca eran más sencillos. De Marivent al apartamento que ella tiene en el puerto es un recorrido fácil y rápido. Don Juan Carlos salía en moto con el casco puesto y dos personas de confianza, nada más. Y eso que fue la peor época de amenaza terrorista de ETA. También se veían en París, en casa de José Luis de Villalonga, amigo de ambos", comenta una fuente cercana al rey emérito y que todavía trabaja en Zarzuela.

Y si Juancho -que es como Marta le llama cariñosamente- encontró en ella el gran amor de su vida, ¿por qué no se divorció don Juan Carlos de doña Sofía y se casó con ella? "El rey es un hombre que sólo piensa en sus intereses", asegura una persona de su entorno. "Sabía perfectamente que si se separaba de doña Sofía su imagen iba a caer en picado. Tuvo un intento, incluso llegó a comentárselo a Sabino y a González, pero viendo la que se iba a liar, decidió seguir como estaba. No le interesaba. Total, ¿qué ha pasado por seguir 30 años como han estado? Siempre ha pensado que puede hacer lo que quiera...", comenta el mismo empleado de palacio.

¿Qué hubiera supuesto un divorcio?
Políticamente, un divorcio no hubiera supuesto nada para el Jefe del Estado. Doña Sofía es reina consorte y no tiene ningún papel estipulado por la Constitución; sólo hubiera sido el escándalo y la humillación pública para la madre de Felipe VI. Don Juan Carlos tampoco quiere eso, hace décadas que no ama a su esposa, pero sí es cierto que ha sido una buena compañera de vida, una gran madre para sus hijos y una persona fiel a su trono, casi más que él.

Si don Juan Carlos le hubiera pedido el divorcio en aquella época, para doña Sofía el dolor hubiera sido insoportable. Ahora en 2017, le importaría poco o nada. Marta Gayá es una más de las muchas amantes de su marido, pero a principios de los 90 la reina todavía sentía algo por Juanito, ahora el deber y la fidelidad son lo que le ayudan a seguir en Zarzuela. Porque la esposa de Juan Carlos I tenía una misión en esta vida, ver a su hijo proclamado, y esto ocurrió en 2014. Por lo tanto, ella ya puede descansar.

Económicamente, la cosa cambia, ya que los reyes están casados en gananciales y se habría tenido que dividir todo en dos. Además, ¿tendría que pasarle don Juan Carlos una parte de su asignación a su exmujer y la manutención de sus tres hijos? ¿Quién se hubiera quedado con la custodia del entonces Príncipe de Asturias y de las dos infantas? Son preguntas que ya no tiene mucho sentido hacerlas, aunque sí sabemos que en el caso de Felipe VI y Letizia -puede que el actual rey no haya querido tener que plantearse nunca estos interrogantes-, todo esto se resuelve en el acuerdo prematrimonial que firmaron antes de darse el sí, quiero el 22 de mayo de 2004.

Nadie tiene clara la fortuna de don Juan Carlos. Fue The New York Times el que aseguró hace dos años que se calculaba en 1.800 millones de euros. En la actualidad el rey emérito recibe 189.228 euros anuales del presupuesto de la Casa del Rey. Es la asignación que su hijo ha decidido para él. En cualquier caso, el divorcio de los reyes en el año 1992 hubiera sacado a la luz muchos de los negocios de don Juan Carlos y eso tampoco interesaba a nadie.

"Voy a saludar a mis suegros"
Mientras que Marta siempre fue una mujer discreta, don Juan Carlos nunca tuvo problema a la hora de airear su amor. "Todos recordamos una fiesta en la presentación de la Copa del Rey en Palma. Llegaron los padres de ella, el empresario hostelero Fernando Gayá y su mujer, y el rey les dijo a las personas con las que estaban charlando, "perdonad, voy a saludar a mis suegros", acercándose tranquilamente a ellos. "Aquel día todo el mundo sabía que estaba pasando allí", cuenta un compañero de regatas del padre de Felipe VI.

Esta anécdota tan significativa da una idea del grado de conocimiento que todo el mundo tenía de esta relación. La cosa resultó tan insoportable para doña Sofía que el 14 de mayo de 1991, fecha en la que tenía que estar celebrando su 29 aniversario de boda con don Juan Carlos, se marchó a Bolivia con su prima y una de sus mejores amigas, Tatiana Radziwill, ya que el rey se encontraba de nuevo en Suiza con su novia.

¿Quién es y de qué vive Marta Gayá?
"Hay quién dice que es decoradora. Desde luego, nadie le conoce ni oficio ni beneficio. Pasa los inviernos en Suiza, tiene un grupo de amigos en Miami, a donde viaja mucho y los veranos viene a su piso del puerto de Palma de Mallorca. Durante la temporada que el rey se vio con Corinna, Marta dejó de venir a la isla. Se le veía menos, pero también es normal. Ahora era ella la abandonada", cuenta un empresario mallorquín amigo de la pareja y compañero de vela del rey.

La empresaria de 68 años tenía registradas tres firmas a su nombre hasta 2003, Avenida 23 y Calvinest, dos negocios de promoción inmobiliaria, y Náutica Wearever, una naviera a la que pertenecía el barco que muchos veranos usaron don Juan Carlos y ella por aguas baleares. Desde esa fecha no se le conoce negocio alguno, aunque aparece como copropietaria de la empresa de su hermano, Francisco Gayá, en una naviera llamada Formentera Mar S.A.

Marta está separada y no tiene hijos. Aunque algunos aseguran que estaba casada cuando comenzó a salir con el rey, lo cierto es que se casó muy joven con el ingeniero malagueño Juan Mena, del que se separó tres años después. Nunca se volvió a casar.

"Nunca he sido tan feliz", aseguraba el padre de Felipe VI en unas grabaciones del CNI realizadas en 1990 y que salieron a la luz el pasado mes de marzo, refiriéndose a su relación con Marta. Por eso puede que el emérito haya vuelto, desde hace casi un año, a los brazos de la mujer que le ha sido leal durante casi tres décadas. Es ahora, en la vejez y en la soledad que deja el poder al marcharse, cuando don Juan Carlos necesita el amor y a los amigos de verdad.

http://www.elespanol.com/reportajes/20170811/238226798_0.html
 
Marta Gayá y el Rey Juan Carlos: los diez días de un viaje ya no tan secreto
264


Marta Gayá y el Rey Juan Carlos retoman su relación y ya no se esconden. EM
El anfitrión de Don Juan Carlos y Marta Gayá en Irlanda, ex hombre fuerte de Goldman Sachs

Marta Gayá y el Rey Juan Carlos retoman su relación y ya no se esconden

  • CONSUELO FONT
12 AGO. 2017 03:17
A principios de agosto, cuando la Familia Real casi al completo se reunió en Marivent con la Reina Sofía y la atención mediática estaba puesta en Don Felipe navegando con sus sobrinos Urdangarin, Marta Gayá Hernández (68) volaba muy lejos de Palma, la ciudad donde reside. Su proyecto era permanecer unos 10 días en un destino secreto, fuera de Europa. Hace varios años que prefiere poner tierra de por medio durante la Copa del Rey de Vela, ese escaparate donde las 'socialites' patrias se pasean por un náutico atestado de 'paparazzi' con la esperanza de cruzarse con el Monarca o, en su defecto, con algún miembro de la Familia Real o colaterales. Especialmente este año, que esta dama de la sociedad mallorquina todavía está en boca de todos por esa grabación del CNI, filtrada en marzo, donde Don Juan Carlos aseguraba en el año 1990, refiriéndose a Marta Gayá: "Nunca he sido tan feliz".

Por cierto que el Emérito, junto con la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, ha sido el gran ausente este verano de la cita familiar en Mallorca, en la que no se han podido repetir esas imágenes del año pasado cenando con sus hijos y nietos en Flanigan o navegando con Doña Sofía. Algo que ni por asomo estaba en su mente, pues en esas mismas fechas estaba también en paradero desconocido. ¿Dónde? ¿Con quién?

La misma pregunta que muchos se hacían sobre Marta Gayá, al ver cerrada a cal y canto su casa en el sexto piso de la avenida Joan Miró de Palma, y su barco, anclado en el Club de Mar de la isla. "No ha dicho ni 'mú'. Tan sólo que se marchaba unos 10 días y nos llamaría a su regreso. Cuando no da detalles, damos por supuesto con quien va acompañada y ni se nos ocurre preguntar", asegura a LOC un miembro de su círculo. Esta misma persona indica: "A Marta le apasiona viajar y también a Don Juan Carlos. Imagino que porque fuera de España él se siente más libre de objetivos y miradas indiscretas. Por eso hacen frecuentes viajes juntos".


Se trataba de Allen de Jesús Sanginés-Krause, un financiero de origen mexicano afincado en Londres, y su esposa, Lorena, a quien se la ha visto en Mallorca en alguna ocasión con Marta Gayá. Sanginés-Krause fue en el pasado hombre fuerte de Goldman Sachs en Iberoamérica y Europa y dirigió durante una etapa la división en España de esta banca, entablando gran amistad con Don Juan Carlos.

Apasionado de los monumentos históricos, adquirió en 1999 el castillo de Killua, en la villa irlandesa de Clonmellon, que rehabilitó convirtiéndolo en una lujosa mansión a la que invitó en julio al Emérito y a su amiga mallorquina. Ambos asistieron esos días a la inauguración de la iglesia de San Juan Bautista, en Clonmellon, cuya restauración patrocinó Sanginés-Krause, a la que fueron invitados todos los vecinos, quienes entusiasmados por la inusual presencia de un rey, hicieron vídeos con sus móviles, que colgaron en las redes, en uno de los cuales aparecía Gayá junto al monarca.

Ya se dejan ver
Imágenes que han visto la luz esta semana en los medios de comunicación, provocando un alboroto, pues no sólo demuestra que han retomado esa relación que fue un secreto a voces en los años 90, sino que ahora no se preocupan de ocultarse. Según un personaje cercano a la Familia Real: "Es muy extraño que Don Juan Carlos haya ido a un acto público acompañado, sabiendo además que la gente llevaba móviles y cámaras, aunque quizá en este momento ya le dé igual. No sólo porque es de dominio público que su matrimonio con Doña Sofía es un vínculo meramente institucional, sino porque seguramente está dolido por el trato que está recibiendo".

Tres semanas antes, el 28 de junio, el emérito manifestó públicamente por vez primera su indignación tras ser excluido de la conmemoración del 40 aniversario de las primeras elecciones democráticas en el Congreso. "Han ido hasta las nietas de La Pasionaria y a mí, conductor del camión de la Transición, se me elimina", fue la queja que trasmitió su entorno. En realidad, Don Juan Carlos se ha visto frecuentemente ninguneado tras su abdicación, en aras de no quitar protagonismo a Don Felipe o de limpiar la imagen de la Corona, que al final de su reinado se desangraba por la crisis del elefante, Corinna y el 'caso Nóos'. Según la citada fuente: "A pesar de ello, el ha tragado sapos, yendo donde le mandaban para ayudar a su hijo, al que no culpa de esta situación, sino más bien sus reproches se dirigen a Zarzuela y quizá a otros miembros de su familia. Entiende que le aparten ahora que está jubilado, pero que intenten empañar los méritos de su reinado ha colmado el vaso y, por eso, seguramente se ha negado a seguir haciendo el paripé".

La sorpresa de verle de nuevo con Marta Gayá ha sido mayúscula, aunque no para su entorno cercano, sobre todo en Mallorca, que estaba al cabo de la calle de su estrecha relación. Según el amigo antes citado. "En realidad, su amistad nunca se ha interrumpido, salvo en los años álgidos de su relación con Corinna, quien le prohibió todo contacto y, aún así, el monarca se interesaba por Marta y la protegía. Tras la ruptura con Corinna y su posterior abdicación, en que Don Juan Carlos pasó momentos muy bajos. Sobre todo, por sus problemas de salud, poco a poco fueron de nuevo estrechando vínculos", asegura dicho amigo, que matiza. "Yo lo calificaría de gran amistad, más que de otra cosa. En un hombre de casi 80 años ya no es la pasión lo que prevalece, sino la compañía, el cariño, el viajar juntos y seguramente reconocer la lealtad de una mujer que, al contrario de Corinna, nunca le ha fallado, ha sido discretísima, nada ambiciosa y jamás ha exigido nada a cambio, porque no lo necesita".
 
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El anfitrión de Don Juan Carlos y Marta Gayá en Irlanda, ex hombre fuerte de Goldman Sachs

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12 AGO. 2017 03:17
A principios de agosto, cuando la Familia Real casi al completo se reunió en Marivent con la Reina Sofía y la atención mediática estaba puesta en Don Felipe navegando con sus sobrinos Urdangarin, Marta Gayá Hernández (68) volaba muy lejos de Palma, la ciudad donde reside. Su proyecto era permanecer unos 10 días en un destino secreto, fuera de Europa. Hace varios años que prefiere poner tierra de por medio durante la Copa del Rey de Vela, ese escaparate donde las 'socialites' patrias se pasean por un náutico atestado de 'paparazzi' con la esperanza de cruzarse con el Monarca o, en su defecto, con algún miembro de la Familia Real o colaterales. Especialmente este año, que esta dama de la sociedad mallorquina todavía está en boca de todos por esa grabación del CNI, filtrada en marzo, donde Don Juan Carlos aseguraba en el año 1990, refiriéndose a Marta Gayá: "Nunca he sido tan feliz".

Por cierto que el Emérito, junto con la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, ha sido el gran ausente este verano de la cita familiar en Mallorca, en la que no se han podido repetir esas imágenes del año pasado cenando con sus hijos y nietos en Flanigan o navegando con Doña Sofía. Algo que ni por asomo estaba en su mente, pues en esas mismas fechas estaba también en paradero desconocido. ¿Dónde? ¿Con quién?

La misma pregunta que muchos se hacían sobre Marta Gayá, al ver cerrada a cal y canto su casa en el sexto piso de la avenida Joan Miró de Palma, y su barco, anclado en el Club de Mar de la isla. "No ha dicho ni 'mú'. Tan sólo que se marchaba unos 10 días y nos llamaría a su regreso. Cuando no da detalles, damos por supuesto con quien va acompañada y ni se nos ocurre preguntar", asegura a LOC un miembro de su círculo. Esta misma persona indica: "A Marta le apasiona viajar y también a Don Juan Carlos. Imagino que porque fuera de España él se siente más libre de objetivos y miradas indiscretas. Por eso hacen frecuentes viajes juntos".


Se trataba de Allen de Jesús Sanginés-Krause, un financiero de origen mexicano afincado en Londres, y su esposa, Lorena, a quien se la ha visto en Mallorca en alguna ocasión con Marta Gayá. Sanginés-Krause fue en el pasado hombre fuerte de Goldman Sachs en Iberoamérica y Europa y dirigió durante una etapa la división en España de esta banca, entablando gran amistad con Don Juan Carlos.

Apasionado de los monumentos históricos, adquirió en 1999 el castillo de Killua, en la villa irlandesa de Clonmellon, que rehabilitó convirtiéndolo en una lujosa mansión a la que invitó en julio al Emérito y a su amiga mallorquina. Ambos asistieron esos días a la inauguración de la iglesia de San Juan Bautista, en Clonmellon, cuya restauración patrocinó Sanginés-Krause, a la que fueron invitados todos los vecinos, quienes entusiasmados por la inusual presencia de un rey, hicieron vídeos con sus móviles, que colgaron en las redes, en uno de los cuales aparecía Gayá junto al monarca.

Ya se dejan ver
Imágenes que han visto la luz esta semana en los medios de comunicación, provocando un alboroto, pues no sólo demuestra que han retomado esa relación que fue un secreto a voces en los años 90, sino que ahora no se preocupan de ocultarse. Según un personaje cercano a la Familia Real: "Es muy extraño que Don Juan Carlos haya ido a un acto público acompañado, sabiendo además que la gente llevaba móviles y cámaras, aunque quizá en este momento ya le dé igual. No sólo porque es de dominio público que su matrimonio con Doña Sofía es un vínculo meramente institucional, sino porque seguramente está dolido por el trato que está recibiendo".

Tres semanas antes, el 28 de junio, el emérito manifestó públicamente por vez primera su indignación tras ser excluido de la conmemoración del 40 aniversario de las primeras elecciones democráticas en el Congreso. "Han ido hasta las nietas de La Pasionaria y a mí, conductor del camión de la Transición, se me elimina", fue la queja que trasmitió su entorno. En realidad, Don Juan Carlos se ha visto frecuentemente ninguneado tras su abdicación, en aras de no quitar protagonismo a Don Felipe o de limpiar la imagen de la Corona, que al final de su reinado se desangraba por la crisis del elefante, Corinna y el 'caso Nóos'. Según la citada fuente: "A pesar de ello, el ha tragado sapos, yendo donde le mandaban para ayudar a su hijo, al que no culpa de esta situación, sino más bien sus reproches se dirigen a Zarzuela y quizá a otros miembros de su familia. Entiende que le aparten ahora que está jubilado, pero que intenten empañar los méritos de su reinado ha colmado el vaso y, por eso, seguramente se ha negado a seguir haciendo el paripé".

La sorpresa de verle de nuevo con Marta Gayá ha sido mayúscula, aunque no para su entorno cercano, sobre todo en Mallorca, que estaba al cabo de la calle de su estrecha relación. Según el amigo antes citado. "En realidad, su amistad nunca se ha interrumpido, salvo en los años álgidos de su relación con Corinna, quien le prohibió todo contacto y, aún así, el monarca se interesaba por Marta y la protegía. Tras la ruptura con Corinna y su posterior abdicación, en que Don Juan Carlos pasó momentos muy bajos. Sobre todo, por sus problemas de salud, poco a poco fueron de nuevo estrechando vínculos", asegura dicho amigo, que matiza. "Yo lo calificaría de gran amistad, más que de otra cosa. En un hombre de casi 80 años ya no es la pasión lo que prevalece, sino la compañía, el cariño, el viajar juntos y seguramente reconocer la lealtad de una mujer que, al contrario de Corinna, nunca le ha fallado, ha sido discretísima, nada ambiciosa y jamás ha exigido nada a cambio, porque no lo necesita".
http://www.elmundo.es/loc/casa-real/2017/08/12/598dd03a46163f595c8b45b1.html

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Cuando un hombre fracasa en su matrimonio y en su picar de flores y no encuentra compañera par la vejez, realmente puede pensar que ha facasado en su munndo sentimental. Es su problema. No afecta en aabsoluto a nadie mas que a él.
En este caso, parece que su amante está siendo también su amiga.
Si despues de todo, tiene una compañera, pues mejor para el.
No me escandaliza en absoluto.
El caso Corina si fue de escándalo. Esto no.

Y el caso de doña Sofía es diferente.
Porque las mujeres somos en este asunto muy diferentes. Ha llegado a su edad, aparentemente sin pareja. Pero una mujer tiene mas recursos para la amistad y la compañia.
En mi mensaje no me refiero a este tema, Kasikasi.
 
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