El Rey, de nuevo en los toros, preside la corrida de la Beneficiencia
El Rey Juan Carlos, acompañado de su hija Elena y su nieta, Victoria Federica, en la Semana Grande de San Sebastián en agosto de 2015. GTRES
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Una vez más, el Rey emérito se deja ver en los toros. Esta vez presidiendo la corrida de la Beneficiencia, una tradición durante su reinado
La ajetreada vida social (y taurina) del Rey Juan Carlos
Este miércoles, 1 de junio, el Rey Juan Carlos volverá al palco de Las Ventas para presidir la tradicional corrida de la Beneficencia, cuyo cartel componen los matadores Sebastián Castella, José María Manzanares y Alberto López Simón, triunfador de San Isidro en 2015, con toros de la ganadería de Victoriano del Río. Una cita que fue prácticamente fija en su reinado, tanto que no faltó ni siquiera el 3 de junio de 2014, al día siguiente de anunciar su abdicación. La conmoción que provocó la inesperada noticia hizo que se desatara la emoción en Las Ventas y Don Juan Carlos se llevó la ovación más larga y calurosa de la tarde con los tendidos puestos en pie.
Aunque fuera de su agenda institucional, el Monarca emérito, que es un apasionado de la fiesta, ha acudido ya cuatro tardes a los toros en esta feria de San Isidro 2016, el 13, 15, 19 y 20 de mayo. Lo ha hecho como un aficionado más desde la primera fila de balconcillo ubicado en el tendido 2, una localidad de acceso más cómodo que la barrera o contrabarrera, y siempre acompañado de su primogénita, la Infanta Elena y su nieta Victoria Federica, únicos miembros de su familia que secundan su pasión por la fiesta brava, de la que la Reina Sofía, gran amante de los animales, ha abominado incluso públicamente.
Para desazón de los aficionados, su sucesor, Felipe VI no ha seguido los pasos de su padre, motivo por el cual el año pasado fue la infanta Elena la encargada de presidir la Beneficencia. Bien es verdad que el nuevo Monarca sí se ha estrenado en Las Ventas como Rey, ya que el 9 de mayo de 2015 asistió en barrera a una corrida de San Isidro junto a los ex diestros Eduardo Dávila Miura y Sebastián Palomo Linares. Según indica una fuente de su entorno, "Su Majestad no es ni mucho menos tan aficionado a la fiesta como su padre, pero tampoco tiene nada en contra. Aunque tal como está la situación y con el número creciente de antitaurinos en España, quizá no parece oportuno que presida un festejo con marchamo oficial desde el palco, para no herir susceptibilidades".
Don Felipe no acudía a Las Ventas desde junio del año 2011, en que le tocó presidir la Beneficencia sustituyendo al Rey Juan Carlos, que estaba recién operado de la rodilla. En ninguna de ambas ocasiones le acompañó Doña Letizia, quien ni como Princesa de Asturias ni como Reina se ha sentado en un tendido, y no parece que esta fiesta sea santo de su devoción, pues solo una vez ha acompañado a Don Felipe y fue en mayo de 2004 en Madrid, en vísperas de contraer matrimonio.
Algo que curiosamente entronca más con los gustos ancestrales de la dinastía Borbón, ya que a Felipe V, el primer Borbón, le parecía una fiesta bárbara y de mal gusto, por lo que en 1723 prohibió el toreo a caballo, y su sucesor Carlos III, prohibió en 1771 las corridas de toros por completo, aunque fue una ley que el pueblo se negó a cumplir, por lo que los siguientes reyes borbones tuvieron que tragar y tirar la toalla en materia antitaurina.
Don Juan Carlos heredó su pasión por los toros de su madre, Doña María de las Mercedes, sevillana de nacimiento, quien incluso ya anciana y postrada en silla de ruedas no se perdía una corrida de su ídolo, Curro Romero, en La Maestranza.
El Monarca emérito ha tomado su testigo y ahora que tiene más tiempo libre tras la abdicación, es habitual verle, ayudado por su muleta, escalar los tendidos de las plazas más importantes de España. Esta temporada no solo ha acudido a La Maestranza en la feria de abril, a la reaparición de José Tomás en mayo en la feria de Jerez y a Las Ventas en San Isidro, sino que también ha aprovechado estas escapadas para pasar los fines de semana en el campo bravo,en la finca Zahariche, de la familia Miura, en Lora del Rio o en Los Alburejos de Álvaro Domecq, buen amigo suyo, en Jerez de la Frontera. Y es que para el Rey emérito la fiesta brava tiene un significado más profundo que el de una mera afición, pues según ha manifestado en más de una ocasión, "los toros son un elemento cultural y artístico fecundo y un activo de España que tenemos que apoyar".
El Rey Juan Carlos, acompañado de su hija Elena y su nieta, Victoria Federica, en la Semana Grande de San Sebastián en agosto de 2015. GTRES
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Una vez más, el Rey emérito se deja ver en los toros. Esta vez presidiendo la corrida de la Beneficiencia, una tradición durante su reinado
La ajetreada vida social (y taurina) del Rey Juan Carlos
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Este miércoles, 1 de junio, el Rey Juan Carlos volverá al palco de Las Ventas para presidir la tradicional corrida de la Beneficencia, cuyo cartel componen los matadores Sebastián Castella, José María Manzanares y Alberto López Simón, triunfador de San Isidro en 2015, con toros de la ganadería de Victoriano del Río. Una cita que fue prácticamente fija en su reinado, tanto que no faltó ni siquiera el 3 de junio de 2014, al día siguiente de anunciar su abdicación. La conmoción que provocó la inesperada noticia hizo que se desatara la emoción en Las Ventas y Don Juan Carlos se llevó la ovación más larga y calurosa de la tarde con los tendidos puestos en pie.
Aunque fuera de su agenda institucional, el Monarca emérito, que es un apasionado de la fiesta, ha acudido ya cuatro tardes a los toros en esta feria de San Isidro 2016, el 13, 15, 19 y 20 de mayo. Lo ha hecho como un aficionado más desde la primera fila de balconcillo ubicado en el tendido 2, una localidad de acceso más cómodo que la barrera o contrabarrera, y siempre acompañado de su primogénita, la Infanta Elena y su nieta Victoria Federica, únicos miembros de su familia que secundan su pasión por la fiesta brava, de la que la Reina Sofía, gran amante de los animales, ha abominado incluso públicamente.
Para desazón de los aficionados, su sucesor, Felipe VI no ha seguido los pasos de su padre, motivo por el cual el año pasado fue la infanta Elena la encargada de presidir la Beneficencia. Bien es verdad que el nuevo Monarca sí se ha estrenado en Las Ventas como Rey, ya que el 9 de mayo de 2015 asistió en barrera a una corrida de San Isidro junto a los ex diestros Eduardo Dávila Miura y Sebastián Palomo Linares. Según indica una fuente de su entorno, "Su Majestad no es ni mucho menos tan aficionado a la fiesta como su padre, pero tampoco tiene nada en contra. Aunque tal como está la situación y con el número creciente de antitaurinos en España, quizá no parece oportuno que presida un festejo con marchamo oficial desde el palco, para no herir susceptibilidades".
Don Felipe no acudía a Las Ventas desde junio del año 2011, en que le tocó presidir la Beneficencia sustituyendo al Rey Juan Carlos, que estaba recién operado de la rodilla. En ninguna de ambas ocasiones le acompañó Doña Letizia, quien ni como Princesa de Asturias ni como Reina se ha sentado en un tendido, y no parece que esta fiesta sea santo de su devoción, pues solo una vez ha acompañado a Don Felipe y fue en mayo de 2004 en Madrid, en vísperas de contraer matrimonio.
Algo que curiosamente entronca más con los gustos ancestrales de la dinastía Borbón, ya que a Felipe V, el primer Borbón, le parecía una fiesta bárbara y de mal gusto, por lo que en 1723 prohibió el toreo a caballo, y su sucesor Carlos III, prohibió en 1771 las corridas de toros por completo, aunque fue una ley que el pueblo se negó a cumplir, por lo que los siguientes reyes borbones tuvieron que tragar y tirar la toalla en materia antitaurina.
Don Juan Carlos heredó su pasión por los toros de su madre, Doña María de las Mercedes, sevillana de nacimiento, quien incluso ya anciana y postrada en silla de ruedas no se perdía una corrida de su ídolo, Curro Romero, en La Maestranza.
El Monarca emérito ha tomado su testigo y ahora que tiene más tiempo libre tras la abdicación, es habitual verle, ayudado por su muleta, escalar los tendidos de las plazas más importantes de España. Esta temporada no solo ha acudido a La Maestranza en la feria de abril, a la reaparición de José Tomás en mayo en la feria de Jerez y a Las Ventas en San Isidro, sino que también ha aprovechado estas escapadas para pasar los fines de semana en el campo bravo,en la finca Zahariche, de la familia Miura, en Lora del Rio o en Los Alburejos de Álvaro Domecq, buen amigo suyo, en Jerez de la Frontera. Y es que para el Rey emérito la fiesta brava tiene un significado más profundo que el de una mera afición, pues según ha manifestado en más de una ocasión, "los toros son un elemento cultural y artístico fecundo y un activo de España que tenemos que apoyar".
