El rey de Suazilandia se gasta 15 millones en coches de lujo para sus 14 esposas
El gesto de Mswati III, que ha comprado 15 Rolls-Royce y docenas de BMW para su familia, provoca el enfado entre la población del que es uno de los países más pobres del mundo
El rey Mswati III de Suizalandia, junto a una de sus esposas, en Sochi, Rusia, el pasado octubre. getty images
Gemma Parellada
Abidyán 12 NOV 2019 - 20:02 ART
El rey Mswati III, conocido como El león, no quiere revisar las demandas de los funcionarios pero está renovando en cambio su flota de vehículos de lujo. La semana pasada al menos 15 Rolls-Royce nuevos llegaron a Palacio desde el puerto sudafricano de Durban —se especula que son para sus 14 esposas y para su madre—. Y tras los Rolls, son 12 camiones cargados de BMW’s los que han entrado por tierra a su reino de eSwatini. Llevan unos 80 BMWs. En total se estima que se ha podido gastar unos 15 millones de euros.
Antes conocida como Suazilandia, eSwatini es una pequeña nación del África austral a caballo entre la República de Sudáfrica y Mozambique; una monarquía absoluta que está a la cola de los países más pobres del mundo y su rey, Mswatini III, es conocido por celebrar anualmente la ceremonia de la “danza de los juncos”, donde puede elegir en cada ocasión una nueva esposa. Una poligamia sin límite que actualmente mantiene a 14 mujeres. El año pasado, para celebrar los 50 años de la independencia, Mswatini III decidió rebautizar el país ligeramente. En vez de “la tierra de los Suazi”, en inglés (Suaziland), optó por la misma denominación, pero en la lengua local: eSwatini.
El rey Mswati III en una ceremonia en Suizalandia, con algunas de sus esposas de fondo, en 2009. Getty images
Testigos de la caravana de lujo a cuatro ruedas, las redes sociales y las calles echan humo. Un nuevo escándalo para el monarca que sucede mientras los funcionarios se manifiestan para tener mejores condiciones laborales y los estudiantes protestan porque el Estado ha dejado de abonar algunos gastos educativos previstos. Fuentes de Palacio han confirmado la compra de los Rolls Royce, aunque aseguran que no se ha hecho con dinero público, sino con la venta de propiedades reales.
El rey Mswati III con una de sus esposas, a su llegada a Sochi, Rusia, el pasado octubre. Getty images
En la cadena sudafricana SABC, el presidente del partido de la oposición Pudemo, Mlungisi Makhanya, tildaba la monarquía suazi de “régimen parasitario”, mientras que su secretario general, Wandile Dludlu, ha ido más allá, diciendo que “básicamente está mandando al carajo a la gente pobre”. Según Dludlu, “decir que es un alarde insolente de arrogancia y una desconsideración total de la gente pobre sería subestimarlo”.
De las 1,2 millones de personas que viven en eSwatini, el 40% lo hacen bajo el umbral de la pobreza y en el país con la mayor prevalencia de VIH de todo el planeta. Miles de suazis trabajan en la vecina Sudáfrica para alimentar a sus familias. En la misma Sudáfrica desde donde llegan por camiones los coches de lujo del rey.
El gesto de Mswati III, que ha comprado 15 Rolls-Royce y docenas de BMW para su familia, provoca el enfado entre la población del que es uno de los países más pobres del mundo
El rey Mswati III de Suizalandia, junto a una de sus esposas, en Sochi, Rusia, el pasado octubre. getty images
Gemma Parellada
Abidyán 12 NOV 2019 - 20:02 ART
El rey Mswati III, conocido como El león, no quiere revisar las demandas de los funcionarios pero está renovando en cambio su flota de vehículos de lujo. La semana pasada al menos 15 Rolls-Royce nuevos llegaron a Palacio desde el puerto sudafricano de Durban —se especula que son para sus 14 esposas y para su madre—. Y tras los Rolls, son 12 camiones cargados de BMW’s los que han entrado por tierra a su reino de eSwatini. Llevan unos 80 BMWs. En total se estima que se ha podido gastar unos 15 millones de euros.
Antes conocida como Suazilandia, eSwatini es una pequeña nación del África austral a caballo entre la República de Sudáfrica y Mozambique; una monarquía absoluta que está a la cola de los países más pobres del mundo y su rey, Mswatini III, es conocido por celebrar anualmente la ceremonia de la “danza de los juncos”, donde puede elegir en cada ocasión una nueva esposa. Una poligamia sin límite que actualmente mantiene a 14 mujeres. El año pasado, para celebrar los 50 años de la independencia, Mswatini III decidió rebautizar el país ligeramente. En vez de “la tierra de los Suazi”, en inglés (Suaziland), optó por la misma denominación, pero en la lengua local: eSwatini.
El rey Mswati III en una ceremonia en Suizalandia, con algunas de sus esposas de fondo, en 2009. Getty images
Testigos de la caravana de lujo a cuatro ruedas, las redes sociales y las calles echan humo. Un nuevo escándalo para el monarca que sucede mientras los funcionarios se manifiestan para tener mejores condiciones laborales y los estudiantes protestan porque el Estado ha dejado de abonar algunos gastos educativos previstos. Fuentes de Palacio han confirmado la compra de los Rolls Royce, aunque aseguran que no se ha hecho con dinero público, sino con la venta de propiedades reales.
El rey Mswati III con una de sus esposas, a su llegada a Sochi, Rusia, el pasado octubre. Getty images
En la cadena sudafricana SABC, el presidente del partido de la oposición Pudemo, Mlungisi Makhanya, tildaba la monarquía suazi de “régimen parasitario”, mientras que su secretario general, Wandile Dludlu, ha ido más allá, diciendo que “básicamente está mandando al carajo a la gente pobre”. Según Dludlu, “decir que es un alarde insolente de arrogancia y una desconsideración total de la gente pobre sería subestimarlo”.
De las 1,2 millones de personas que viven en eSwatini, el 40% lo hacen bajo el umbral de la pobreza y en el país con la mayor prevalencia de VIH de todo el planeta. Miles de suazis trabajan en la vecina Sudáfrica para alimentar a sus familias. En la misma Sudáfrica desde donde llegan por camiones los coches de lujo del rey.
El rey de Suazilandia se gasta 15 millones en coches de lujo para sus 14 esposas
El gesto de Mswati III, que ha comprado 15 Rolls-Royce y docenas de BMW para su familia, provoca el enfado en uno de los países más pobres del mundo
elpais.com