El Papa Francisco abre la puerta a que las mujeres también puedan oficiar bautizos y matrimonios

Papa Francisco: Diaconisas de la Iglesia primitiva son una posibilidad a estudiar
Por Andrea Tornielli
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Papa Francisco / Foto: Yahaira Jacquez (ACI Prensa)
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VATICANO, 12 May. 16 / 11:20 am (ACI/Vatican Insider).- El Papa Francisco ha afirmado que puede retomar el estudio sobre el diaconado femenino en la iglesia primitiva. Habló del tema durante la audiencia con la Unión Internacional de Superioras generales (UISG) en el Vaticano. El tema no es nuevo y ha sido propuesto una vez más en tiempos recientes.

Juan Pablo II respondió en 1994 a la apertura anglicana con la carta “Ordinatio sacerdotalis” y negó categóricamente la posibilidad delsacerdocio femenino en la Iglesia Católica. Fue el Cardenal Carlo Maria Martini quien habló de la posibilidad de estudiar la instrucción del diaconado para las mujeres, que no menciona en el documento papal.

El entonces Arzobispo de Milán dijo: “En la historia de la Iglesia han existido las diaconisas, por lo que podemos pensar en esta posibilidad”. Algunos historiadores de la Iglesia antigua subrayaron que las mujeres entonces eran admitidas en un particular servicio diaconal de la caridad que se diferencia del diaconado actual, entendido como el primer grado del sacerdocio.

¿Qué dijo el Papa hoy sobre las diaconisas?



Durante el encuentro de hoy, en el que se intercambiaron preguntas y respuestas, le preguntaron al Papa por qué la Iglesia excluye a las mujeres de servir como diáconos. Las religiosas explicaron al Pontífice que las mujeres servían como diaconisas en la Iglesia primitiva y le preguntaron: “¿Por qué no constituir una comisión oficial que pueda estudiar la cuestión?”. El Pontífice respondió que ya había hablado una vez hace algunos años sobre ese tema “con un profesor bueno y sabio”, que había estudiado el papel de las diaconisas en los primeros siglos de la Iglesia. Francisco había explicado que no era todavía claro qué papel tuvieron tales diaconisas. “¿Qué eran estos diaconados femeninos?”, recordó el Papa haber preguntado al profesor. “¿Tenían ordenación o no?”. “Era un poco oscuro”, dijo. “¿Cuál era el papel de la diaconisa en aquel tiempo?”, “¿Constituir una comisión oficial que pueda estudiar la cuestión?”, preguntó el Papa en voz alta. “Creo que sí. Sería por el bien de la Iglesia clarificar este punto. Estoy de acuerdo. Hablaré para hacer algo por el estilo”. “Acepto”, dijo el Papa luego. “Me parece útil tener una comisión que lo aclare bien”.

Según una tradición antiquísima, el diaconado venía dirigido “no al sacerdocio, sino al ministerio”. Existen algunos testimonios de la historia sobre la presencia de las diaconisas, tanto en la Iglesia occidental como en la oriental. Los testimonios se refieren también a ritos litúrgicos de ordenación. El punto que se debería profundizar es qué tipo de figura ministerial eran, cuáles eran las funciones que desarrollaban en la comunidad. La posición del magisterio considera el diaconado como el primer grado del ministerio de la ordenación sacerdotal y lo reserva sólo a los hombres así como los dos grados sucesivos, el presbiterado y el episcopado.

Al estar de acuerdo en instituir una comisión de estudio sobre el diaconado femenino en la Iglesia primitiva, Francisco quiere verificar y ver cómo actualizar aquella forma de servicio, sabiendo que las diaconisas permanentes pueden representar “una posibilidad para el hoy”. En los inicios del cristianismo existía una diaconía femenina (de la que habla San Pablo) y se ha documentado que en el siglo III en Siria existían las diaconisas que ayudaban al sacerdote en el bautizo de las mujeres. Un papel que se recoge en las Constituciones apostólicas del siglo IV, que hablan de un tipo de rito de consagración, distinto sin embargo de la diaconía masculina.

Algunas formas de servicio de diaconía femenina se institucionalizaron hace cierto tiempo, por ejemplo en la diócesis de Padua (Italia) por iniciativa del entonces obispo Antonio Mattiazzo. Se trata de mujeres que, a pesar de no vestir hábito religioso, emitieron votos de obediencia, pobreza y castidad. Se consagraron como “colaboradoras apostólicas diocesanas”.

El papel y labores de esta nueva forma de servicio se explicaron en su tiempo en la diócesis: “Es una forma de diaconía femenina inspirada en el Evangelio. Las colaboradoras apostólicas asumen la diaconía apostólica como proyecto de vida acogido, probado y orientado por parte del Obispo”. Entre las labores a las que están llamadas están el anuncio de la Palabra, la educación en la fe, las obras de caridad al servicio de los pobres, la distribución de la comunión, la animación de la liturgia o la gestión de las estructuras como escuelas e institutos.

El Papa Francisco ha hablado más de una vez sobre la necesidad para la Iglesia Católica de valorizar el papel de la mujer, pero siempre ha evitado presentar esta valorización como una forma de “clericalización” de las mujeres. “Es algo que no sé de dónde ha salido –dijo en diciembre de 2013, en la entrevista con La Stampa a propósito de unas declaraciones sobre mujeres cardenales- Las mujeres en la Iglesia deben estar valorizadas, no ‘clericalizadas’. Quien piensa en mujeres cardenales sufre un poco de clericalismo”.



En septiembre de 2001, el entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Joseph Ratzinger, junto con los cardenales Medina Estévez, (Prefecto del Culto divino) y Castrillón Hoyos (prefecto para el Clero) firmaron una breve carta, aprobada por el Papa Wojtyla, en la que se afirmaba que “no es lícito poner en acto iniciativas que en cualquier modo pretendan preparar candidatas al orden sacerdotal”. El texto se refería al orden diaconal como sacramento y primer grado del sacerdocio.

Nuevos estudios sobre el diaconado femenino en la iglesia de los primeros siglos, su papel y deberes confrontados con el diaconado masculino, podrían abrir nuevas posibilidades y nuevas formas de servicio consagrado más allá de las órdenes religiosas femeninas ya existentes.

“La Iglesia necesita que las mujeres entren en el proceso de toma de decisiones. También que puedan guiar un departamento en el Vaticano”, ha afirmado el Papa Francisco respondiendo, a seis preguntas que le hicieron durante el encuentro con 900 religiosas de todo el mundo.
 
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Juan Pablo II respondió en 1994 a la apertura anglicana con la carta “Ordinatio sacerdotalis” y negó categóricamente la posibilidad delsacerdocio femenino en la Iglesia Católica. Fue el Cardenal Carlo Maria Martini quien habló de la posibilidad de estudiar la instrucción del diaconado para las mujeres, que no menciona en el documento papal.

El entonces Arzobispo de Milán dijo: “En la historia de la Iglesia han existido las diaconisas, por lo que podemos pensar en esta posibilidad”. Algunos historiadores de la Iglesia antigua subrayaron que las mujeres entonces eran admitidas en un particular servicio diaconal de la caridad que se diferencia del diaconado actual, entendido como el primer grado del sacerdocio.

¿Qué dijo el Papa hoy sobre las diaconisas?



Durante el encuentro de hoy, en el que se intercambiaron preguntas y respuestas, le preguntaron al Papa por qué la Iglesia excluye a las mujeres de servir como diáconos. Las religiosas explicaron al Pontífice que las mujeres servían como diaconisas en la Iglesia primitiva y le preguntaron: “¿Por qué no constituir una comisión oficial que pueda estudiar la cuestión?”. El Pontífice respondió que ya había hablado una vez hace algunos años sobre ese tema “con un profesor bueno y sabio”, que había estudiado el papel de las diaconisas en los primeros siglos de la Iglesia. Francisco había explicado que no era todavía claro qué papel tuvieron tales diaconisas. “¿Qué eran estos diaconados femeninos?”, recordó el Papa haber preguntado al profesor. “¿Tenían ordenación o no?”. “Era un poco oscuro”, dijo. “¿Cuál era el papel de la diaconisa en aquel tiempo?”, “¿Constituir una comisión oficial que pueda estudiar la cuestión?”, preguntó el Papa en voz alta. “Creo que sí. Sería por el bien de la Iglesia clarificar este punto. Estoy de acuerdo. Hablaré para hacer algo por el estilo”. “Acepto”, dijo el Papa luego. “Me parece útil tener una comisión que lo aclare bien”.

Según una tradición antiquísima, el diaconado venía dirigido “no al sacerdocio, sino al ministerio”. Existen algunos testimonios de la historia sobre la presencia de las diaconisas, tanto en la Iglesia occidental como en la oriental. Los testimonios se refieren también a ritos litúrgicos de ordenación. El punto que se debería profundizar es qué tipo de figura ministerial eran, cuáles eran las funciones que desarrollaban en la comunidad. La posición del magisterio considera el diaconado como el primer grado del ministerio de la ordenación sacerdotal y lo reserva sólo a los hombres así como los dos grados sucesivos, el presbiterado y el episcopado.

Al estar de acuerdo en instituir una comisión de estudio sobre el diaconado femenino en la Iglesia primitiva, Francisco quiere verificar y ver cómo actualizar aquella forma de servicio, sabiendo que las diaconisas permanentes pueden representar “una posibilidad para el hoy”. En los inicios del cristianismo existía una diaconía femenina (de la que habla San Pablo) y se ha documentado que en el siglo III en Siria existían las diaconisas que ayudaban al sacerdote en el bautizo de las mujeres. Un papel que se recoge en las Constituciones apostólicas del siglo IV, que hablan de un tipo de rito de consagración, distinto sin embargo de la diaconía masculina.

Algunas formas de servicio de diaconía femenina se institucionalizaron hace cierto tiempo, por ejemplo en la diócesis de Padua (Italia) por iniciativa del entonces obispo Antonio Mattiazzo. Se trata de mujeres que, a pesar de no vestir hábito religioso, emitieron votos de obediencia, pobreza y castidad. Se consagraron como “colaboradoras apostólicas diocesanas”.

El papel y labores de esta nueva forma de servicio se explicaron en su tiempo en la diócesis: “Es una forma de diaconía femenina inspirada en el Evangelio. Las colaboradoras apostólicas asumen la diaconía apostólica como proyecto de vida acogido, probado y orientado por parte del Obispo”. Entre las labores a las que están llamadas están el anuncio de la Palabra, la educación en la fe, las obras de caridad al servicio de los pobres, la distribución de la comunión, la animación de la liturgia o la gestión de las estructuras como escuelas e institutos.

El Papa Francisco ha hablado más de una vez sobre la necesidad para la Iglesia Católica de valorizar el papel de la mujer, pero siempre ha evitado presentar esta valorización como una forma de “clericalización” de las mujeres. “Es algo que no sé de dónde ha salido –dijo en diciembre de 2013, en la entrevista con La Stampa a propósito de unas declaraciones sobre mujeres cardenales- Las mujeres en la Iglesia deben estar valorizadas, no ‘clericalizadas’. Quien piensa en mujeres cardenales sufre un poco de clericalismo”.



En septiembre de 2001, el entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Joseph Ratzinger, junto con los cardenales Medina Estévez, (Prefecto del Culto divino) y Castrillón Hoyos (prefecto para el Clero) firmaron una breve carta, aprobada por el Papa Wojtyla, en la que se afirmaba que “no es lícito poner en acto iniciativas que en cualquier modo pretendan preparar candidatas al orden sacerdotal”. El texto se refería al orden diaconal como sacramento y primer grado del sacerdocio.

Nuevos estudios sobre el diaconado femenino en la iglesia de los primeros siglos, su papel y deberes confrontados con el diaconado masculino, podrían abrir nuevas posibilidades y nuevas formas de servicio consagrado más allá de las órdenes religiosas femeninas ya existentes.

“La Iglesia necesita que las mujeres entren en el proceso de toma de decisiones. También que puedan guiar un departamento en el Vaticano”, ha afirmado el Papa Francisco respondiendo, a seis preguntas que le hicieron durante el encuentro con 900 religiosas de todo el mundo.
 
Yo considero que Jesús era un guerrero, su arma era la palabra.
Y sí tenía que pasar a los hechos, lo hacía, como cuando la expulsión en el templo.
Jesús no era tranquilo, ya de pequeño estaba en las "cosas de su padre" cuando María, desesperada lo buscaba hasta que lo encuentra.
Jesús era un hombre de paz, pero su arma era la palabra
Es indudable que las cuestiones sexuales y de abusos sexuales hayan trastocado la imagen de la iglesia, pero no han logrado derrocarla.
En el libro que comento se narra cómo la cúpula es difícil de quebrar y cómo lucha Francisco contra la misma y, como Ratzinger, viendo que no podía con ella, hizo un paso al costado.
En otras religiones también hay abusos, aqui en Perú los predicadores evangélicos con el pretexto de "quitarte" el mal, abusan y vuelven a abusar de mujeres quienes avergonzadas callan.
La homosexualidad es un tema de hombres, no es un tema de fé ni de misterio, menos.
 
Rosi querida, la homosexualidad no tiene que ver con la pederastia n la ped*filia.

Mujeres diaconesas que dan la comunion ya las hay, no?
 
Igualmente, ese tema de la pederastia y la ped*filia es algo que nada tiene que ver ni con el ministerio ni con la fé.
En todo caso, aclaro.
 
Sociedad
El Vaticano aclara que el Papa no pretende abrir la puerta a las mujeres diaconisas sino estudiar la cuestión
REPÚBLICA / EP | 13/05/2016

http://www.republica.com/2016/05/13...mujeres-diaconisas-sino-estudiar-la-cuestion/


:rolleyes::rolleyes::rolleyes: ...pero a ver, que es lo de siempre, por si alguien se esperaba lo contrario.....se anuncia a bombo y platillo la ùltima osadìa, la ùltima "ruptura de tabù", la ùltima "revoluciòn" del inefable Papa Francisco...y, como siempre, resulta todo agua de borrajas, propaganda y publicidad.

Ay Dios....
 
No se anunció algo consumado, siempre dijo que se iba a estudiar, evaluar.
Las noticias se disparan de diversas formas, hay mucha manipulación hacía los lectores.
Desde el,pitazo, yo lei lo de la comisión.
 
Sì, llevan "estudiando" la cosa hace algo asì como poco màs de 2000 anyos...otros dos o tres mil, y la Comisiòn estarà lista para emitir su dictamen.
 
No creo que ya haya existido comisión, creo que aún no la forman.
Pero como sostuve, sería dar un marco formal a algo que se está dando.
 
Deben estar perdiendo clientela a pasos agigantados y se han sacado de la manga unos eslóganes modelnos


No está perdiendo clientela, sino que la está ganado de donde no debe. Pablo Iglesias ya le ha aplaudido en varias ocasiones, lo cual demuestra que Francisco es un descerebrao sin precedentes.
 
Se ha formado una comision de estudio.
Veremos, como en el libro "los enemigos de Francisco" a que conclusiones se llega.
Mujeres, en la iglesia, las hay.
como sacerdotes, no.
Pero que tienen en común con los sacerdotes algunas cosas, sí.
El bautismo y el matrimonio......espero las conclusiones de la comisión.

Más que preocuparse por los enemigos de Francisco, habría que preocuparse por sus amigos, ,como por ejemplo, Pablo Iglesias.
 
Amigos?
Si yo saludo a una persona, incluso un par de oportunidades, soy su amigo?
Igual con presidente Obama, con Pdte. de México, etc.
No creo que PI y SS sean amigos de frecuentarse y conversar diariamente.
 
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