El maltrato a la Guardia Civil por su Directora e Interior

Dos agentes de policía de servicio participan en un acto ultraderechista de Valencia​

El acto estaba liderado por Pepe Herrero, imputado por instigar las agresiones ocurridas durante la manifestación de la Diada en Valencia en 2018

Por
Alba González.

25 de febrero de 2021 20:00

Policías participan acto ultraderechista Valencia Pepe Herrero

En el vídeo publicado por Miquel Ramos en su perfil de Twitter puede observarse como dos policías de servicio, que portaban uniforme, reciben un ramo de flores en un acto convocado por la extrema derecha en la ciudad de Valencia. Mientras se lo entregan, uno de los portavoces agradece su labor.



El instigador del acto es ya conocido por las autoridades. Es José Antonio García Herrero, al que llaman Pepe Herrero, uno de los imputados por los violentos disturbios que protagonizaron grupos neonazis durante la manifestación celebrada el 9 de octubre de 2018, con motivo de la Diada, en la capital valenciana.

Dichos altercados produjeron más de 20 heridos, jornadas que se saldaron con la detención de otras 27 personas. En concreto, a Herrero se le imputaron delitos contra los derechos fundamentales y libertades públicas, que constan como delitos de odio.

Él mismo reconoció los hechos, enorgulleciéndose de su activa participación en la organización de la convocatoria –que no estaba legalizada– que pretendía reventar la manifestación catalanista, reafirmándose como un miembro activo de los ataques. Algo que se sumó a los vídeos que él mismo grabó, que sirvieron como pruebas para su imputación. “En una tarde en la que podré contar a mis hijos y mis nietos que YO ESTUVE ALLÍ”, podía leerse en las redes sociales que gestiona.

A Pepe Herrero se le relaciona con el colectivo de extrema derecha Mi Tierra CV y ostenta vínculos con España2000. Actualmente, se encuentra a la espera de juicio.



 
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Detienen a un manifestante por encararse con diez ultras que trataron de boicotear un acto contra la privatización de la Sanidad​

27/02/2021 por Redacción

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En Madrid se ha realizado una manifestación contra la privatización de la Sanidad Pública organizada por la Coordinadora Anti Privatización de la Sanidad que ha dado lugar a la intervención de la policía.​

Durante se ejercía la protesta un grupo de personas de extrema derecha del grupo Bastión Frontal han intentado boicotear el acto realizando cánticos e insultos contra los manifestantes.

Los manifestantes les han respondido con la proclama “fuera fascistas de nuestros barrios”. Ante el choque dialéctico entre ambos la policía ha expulsado al grupo de ultraderechistas de la zona, pero a su vez han detenido a un miembro de la Confederación General del Trabajo CGT que se encontraba protestando contra las privatizaciones.
En las redes han vuelto a plasmar el doble rasero que existe con los grupos de ultraderecha exponiendo que rara vez son la parte perjudicada ante actuaciones policiales en las calles.
El líder de Más País, Íñigo Errejón, ha exigido la puesta en libertad del detenido y ha criticado la actuación con ironía:

«Alguien mal pensado podría pensar que es un patrón institucional que se repite. Alguien muy cínico que aleatoriamente la vara siempre se tuerce para el mismo lado. Pero es insostenible y el gobierno no puede mirar hacia otro lado. Exigimos la libertad del detenido».












P
pilisms
hace 4 minutos
27 de febrero de 2021, 19:39
Que la policia acabe deteniendo al Secretario General de la CGT, en un enfrentamiento con la ultraderecha que ha ido a provocar, indica de qué pie cojea la policia de Madrid. Bueno, y la de toda España.
 

OPINIÓN

La policía que nos avergüenza​

https://laultimahora.es/autor/sonia-vivas/
Por
Sonia Vivas.

28 de febrero de 2021 19:00

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La violencia se ha desatado. Corre libre. Cabalga y campa a sus anchas por las calles de nuestro país, con el beneplácito de los poderes que están por encima del propio poder, el poder económico.

Ese mismo poder que levanta un teléfono y da la orden de blanquear las agresiones policiales a las personas que en las diferentes manifestaciones de estos últimos días salían a pedir libertad de expresión.

Ya que hemos visto claramente cómo se les agredía impunemente mientras ejercían su derecho legítimo a la protesta.

Ese mismo poder que cambia el marco del debate y engorda los disturbios y saqueos para negar una violencia de Estado que, de manera sistemática, trata de tapar la boca de un pueblo cansado de no poder decir nada. De un pueblo cansado de ver como los nazis salen con antorchas, como se juntan, como se organizan, como toman las calles con la equidistancia de medios de comunicación y de la propia policía. Una policía que se siente, en muchas ocasiones, más próxima ideológicamente a ellos que a la totalidad de los ciudadanos a los que se debe.

Ese pueblo que teme que pensar libremente los pueda llevar a la cárcel una vez más.

En estos últimos días hemos visto como dos policías fuera de servicio, en Linares, le daban una paliza de muerte a un hombre que defendió a su hija de catorce años de los comentarios groseros de uno de ellos. Un hombre al que pudimos ver tirado en el suelo recibiendo la mayor de las palizas y que ahora, un juez ha decidido imputar por delito de atentado contra agente de la autoridad. Imputado por defenderse de unos tipos que no estaban de servicio pese a ser policías.

Hemos visto como la policía en Linares ha disparado fuego real, con munición de pequeño calibre, contra la población. Enviando a urgencias con graves lesiones a más de un vecino. Hemos visto como la policía ha apalizado, sin piedad, a los manifestantes en Valencia. Como los que arrinconó y atacó en un dispositivo policial claramente lesivo y antidemocrático.

Hemos visto como la policía le ha sacado un ojo a una chica en Barcelona, usando para ello material antidisturbios prohibido en gran parte de Europa. Hemos visto como un policía local de Almería y un militar eran imputados esta semana por pertenecer a una banda de delincuentes que explotaba sexualmente a menores de edad.

Como un Guardia Civil en Mallorca era detenido por pertenecer a una banda que explotaba personas migradas. Hemos visto a dos policías de Madrid condenados por secuestrar a una mujer a la que pidieron s*x* en grupo, tras ella negarse. Y hemos visto como a una Guardia Civil le piden dos años y medio de cárcel por la justicia militar, tras negarse a quitarle la vigilancia a una víctima de violencia machista. Y la pregunta es: ¿hasta cuándo esta miseria?

 
Los terroristas callejeros votantes de Potemos, Cup, ERC, que intentan quemar vivos policías, nos avergüenzan como país, nos indignan, y vamos a meterlos en la cárcel.
#BlueLivesMatters
 
Los terroristas callejeros votantes de Potemos, Cup, ERC, que intentan quemar vivos policías, nos avergüenzan como país, nos indignan, y vamos a meterlos en la cárcel.
#BlueLivesMatters

Debes ponerte al día sobre los detenidos en Barcelona. Te doy una pista. No son de PODEMOS.
 
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