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Deleted member 14019
Guest
gracias, ya he estado mirando otros artìculos, ahora irè por los videos, buscarè tambien ese libro, muchas gracias por la informaciòn!
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Me alegro mucho de que te haya gustado y de que te pueda ayudar en algo, yo apenas estoy empezando a informarme, pero estoy encontrando muchas respuestas. El libro al que me refiero se llama "La Alta Sensibilidad- Vivir desde el corazón- de una autora llamada Karina Zegers de Beijil, creo que tiene otro llamado personas Altamente Sensibles. Ese artículo que has colgado no es de los que más me han gustado a mi, pero como veo que te interesa el tema, verás que hay mucho artículos en la red y documentales muy interesantes en Youtube.
Alguna de ustedes podria decir en que etapa esta su alma??, yo la verdad si tuviera que contestar diria que estoy en la madurez. A ver que dicen ustedes de si mismas?? Alguien se atreve a echar al viento unas palabras???El concepto de “edad del alma” está íntimamente ligado a la reencarnación y sin esa visión de la existencia del alma, pasada, presente y futura, no tiene sentido. La reencarnación es una creencia que afirma que la esencia individual de una persona, que puede ser designada como alma, conciencia, energía o mente, tras la muerte adopta un nuevo cuerpo físico. Según la religión o corriente filosófica, esto ocurrirá de forma eterna o como un camino para llegar a la inmortalidad. En este último grupo se enclavaría la teoría de las 7 edades del alma. ¿Sabes qué son?
Las 7 edades del alma
Para los que creen en esta teoría, el alma se fija unos objetivos antes de reencarnarse y según los haya cumplido o no, puede avanzar o repetir alguno de los niveles. Este proceso no es infinito, sino que tiene como objetivo final alcanzar la inmortalidad en la última etapa o edad del alma.
Cada una de las edades del alma tiene una analogía o semejanza con las etapas de la vida humana y así es más fácil entender el proceso evolutivo. Muchos de los seguidores de esta filosofía creen que en cada una de las edades del alma existen además 7 niveles. Cada uno de ellos representa un progreso o avance dentro de la edad en que se encuentra el espíritu, si no se consiguen los avances que se esperaban, el alma cambia de estrategia para tratar de conseguirlo, pero siempre de una manera reposada; el alma no tiene prisa para consolidar sus etapas.
En el último estadio, el alma, tras pasar por las 7 edades, consigue la inmortalidad al unirse con el principio supremo que impregna todo el universo, similar al “Tao” del taoísmo.
Es importante recordar que la edad del alma no tiene nada que ver con la edad humana, y un niño de 3 años puede ser un alma vieja y una mujer de 50 un alma en la etapa infantil.
1. Nacimiento
En esta primera etapa el alma aprende a sobrevivir. Tiene muchísimo miedo y dan lugar a seres humanos esencialmente primitivos. No les importa la ética o la moral y su búsqueda principal es el placer y el evitar el dolor. La parte positiva de esta etapa es que suele estar muy unida a la naturaleza.
2. Infancia
Como ya tiene experiencia tiene menos miedo y empieza a ser más sofisticada en su comportamiento. Suelen seguir ciegamente a la autoridad y se sienten cómodas sin cuestionar nada. Su finalidad es tener una buena vida basada en valores tradicionales. No se preocupan de búsquedas existenciales o espirituales.
3. Juventud
Independencia, ambición, ejercicio del poder, competitividad, aventura, sentido práctico, creatividad,…los rasgos generales que definen la juventud humana se hallan en esta etapa del alma. Buscan experiencia y mejorar, empiezan a preocuparse por la ética y la espiritualidad, pero siempre en un segundo plano.
4. Madurez
Esta etapa del alma queda definida por la “búsqueda”. El alma madura siente que falta algo y se reconocen a si mismo y a los demás como seres espirituales que intentan conseguir respuestas a la existencia. Compasión, solidaridad y emociones de todo tipo surgen en esta edad. Intentan vivir una vida plena y auténtica. Se estrecha tanto las relaciones humanas como con el mundo animal y la naturaleza.
5. Vejez
Al llegar a esta etapa, el alma acumula muchas lecciones de vida conseguidas a través de las reencarnaciones y tiene conocimiento y sabiduría. La verdadera naturaleza del universo y de la vida se le presentan más claros, no tienen miedo de confiar en sus instintos y son grandes maestros y guías espirituales. A veces pueden parecer solitarios, extraños e incluso rebeldes con la autoridad o no encajar en ningún grupo.
6. Alma Trascendente
Es el alma que ha ascendido, pero ha vuelto a la Tierra para servir de iluminación a los demás. Su misión es servir de guía con su presencia y enseñanzas, a fin de acelerar el camino hacia el amor y la unidad. Pueden acceder a todas las dimensiones de la experiencia y a todas las capas de la realidad.
7. Edad infinita del Alma
Es la última encarnación física de un alma antes de unirse plenamente con el principio supremo que impregna todo el universo. Son plenamente amor y su existencia terrena suele ser muy corta. Son grandes avatares en la historia humana y los creyentes piensan que Buda o Jesús fueron almas en la edad infinita, que se encarnaron para guiar y ayudar al avance de las almas con su presencia.
Estas son de manera resumida las 7 edades del alma
QUOTE="Annette, post: 4286462, member: 14019"]con respecto al tiempo que se tarda en reencarnar, creo que tiene que ver mas bien con las necesidades de nuestro espìritu, entiendo que hay algunos que necesitan regresar pronto para seguir aprendiendo o para terminar algo que han dejado inconcluso y otros en cambio estan mas avanzados espiritualmente y demoran o espacian mas su regreso, cada caso es ùnico y particular...
me he sentido super identificada!
Los 4 dones de las personas altamente sensibles (PAS)
Cuando uno se ve en minoría frente a la gran mayoría, la primera sensación es sentir desventaja y miedo. ¿Por qué percibo las cosas de un modo diferente? ¿Por qué sufro más que el resto? ¿Por qué encuentro alivio en mi propia soledad? ¿Por qué observo y siento cosas que los demás suelen pasar por alto? Quizás formes parte de las personas altamente sensibles (PAS).
Ser parte de eso 20% de la población que se reconoce a sí misma como una persona altamente sensible (PAS) no es una desventaja, ni te etiqueta como “diferente”. Es muy posible que a lo largo de tu vida, y en especial durante tu infancia, fueras muy consciente de esa distancia emocional, y de como en ocasiones, tenías la sensación de vivir en una especie de burbuja de extrañeza y soledad.
La alta sensibilidad es un don, una herramienta que te permite poder profundizar y empatizar más con las cosas. Pocas personas tienen la capacidad de llegar a este punto de aprendizaje vital.
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Fue Elaine N. Aron quien a principios de los 90, ahondando en la personalidad introvertida, detalló con minuciosidad los rasgos de una nueva dimensión no descrita hasta entonces, y que reflejaba una realidad social: la de las personas altamente sensibles, reflexivas, empáticas y a la vez, reactivas emocionalmente.
Si es tu caso, si te sientes identificado/a con esos rasgos que la doctora Aron nos dejó en su libro “The Highly Sensitive Person”, es importante que te convenzas también de que la alta sensibilidad no es un motivo para sentirte extraño o diferente. Al contrario, debes sentirte afortunado por contar con estos 4 dones.
1. El don del conocimiento emocional
Ya desde la infancia, el niño con alta sensibilidad va a percibir aspectos en su día a día que le van a ofrecer una mezcla de angustia, contradicción y fascinante curiosidad. Sus ojos captaran aspectos que ni los adultos tienen en cuenta.
Esa mueca de frustración en sus maestros, la expresión de preocupación en su madre… Serán capaces de percibir cosas que otros niños no ven, y ello, les enseñará desde muy pequeños que la vida es a veces difícil y contradictoria. Verán el mundo con la mirada de niño que se abre tempranamente al mundo de las emociones sin saber aún que las guía, que las hace vibrar o qué afila el sufrimiento adulto.
El conocimiento de las emociones es una arma de callado poder. Nos acerca más a las personas para entenderlas, pero a su vez, también nos hace más vulnerables al dolor.
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La sensibilidad es como una luz que resplandece, pero a su vez, nos hace más vulnerables al comportamiento de los demás, a las mentiras piadosas, a los desengaños, a las ironías… ¡Es que todo te lo coges a la tremenda! te dirán a menudo, ¡Es que eres muy sensible! te comentarán otros. Y así es, pero eres lo que eres. Un don exige una alta responsabilidad, tu conocimiento sobre las emociones te exige también saber protegerte. Saber cuidarte.
2. El don de disfrutar de la soledad
Las personas altamente sensible encuentran cierto placer en sus instantes de soledad. Son rincones que buscan con anhelo para llevar a cabo sus tareas, sus aficiones. Son personas creativas que disfrutan de la música, de la lectura… Y aunque ello no quita de que disfruten también de la compañía de otros, es en soledad cuando más satisfacción encuentran.
Las personas altamente sensibles no temen a la soledad. Son esos instantes en que pueden conectar más íntimamente con ellos mismos, con sus pensamientos, libres de apegos, lazos y miradas ajenas.
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3. El don de una existencia desde el corazón
A la hora de hablar de las personas altamente sensibles, se les asocia a menudo al sufrimiento. A su tendencia a las depresiones, a la tristeza, a sentirse vulnerables frente a los estímulos externos, frente al comportamiento de la gente. No obstante, hay algo que el resto no sabe: pocas emociones se viven con tanta intensidad como el amar y ser amado…
Y no hablamos solo de relaciones afectivas, la amistad, el cariño cotidiano, o el sencillo acto de experimentar la belleza de un cuadro, de un paisaje o de una melodía, es para las personas altamente sensibles una vivencia intensa. Enraizada en el propio corazón.
La alta sensibilidad es vivir desde el corazón. Nadie vive más intensamente el amor, nadie se deleita más con los pequeños gestos cotidianos, con la amistad, con el cariño…
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4. El don del crecimiento interior
La alta sensibilidad no se cura. Uno viene al mundo con ello, con esa particularidad, con ese don que ya se puede ver claramente desde que un niño es bien pequeño. Sus preguntas, su intuición, su tendencia al perfeccionista, su umbral al dolor físico, sus molestias ante luces o olores fuertes, su vulnerabilidad emocional…
No es fácil vivir con este don. No obstante, una vez uno reconoce lo que es y lo que nos puede aportar, llega el momento en que debemos aprender a gestionar muchos de esos detalles. No debes dejar que las emociones negativas te desborden en ciertos momentos.
Debes aprender también que los demás, van a otro ritmo, que no tienen tu umbral emocional.Que no vivirán ciertas cosas con tu misma intensidad, no obstante, ello no significa, por ejemplo, te quieran menos. Respétalos, entiéndelos. Entiéndete a ti.
Una vez hayas descubierto tu propio ser y tus facultades, encuentra tu equilibrio y fomenta tu crecimiento personal. Eres único y vives desde el corazón. Anda en paz, anda en seguridad, y sé feliz.
Alguna de ustedes podria decir en que etapa esta su alma??, yo la verdad si tuviera que contestar diria que estoy en la madurez. A ver que dicen ustedes de si mismas?? Alguien se atreve a echar al viento unas palabras???
QUOTE="Annette, post: 4286462, member: 14019"]con respecto al tiempo que se tarda en reencarnar, creo que tiene que ver mas bien con las necesidades de nuestro espìritu, entiendo que hay algunos que necesitan regresar pronto para seguir aprendiendo o para terminar algo que han dejado inconcluso y otros en cambio estan mas avanzados espiritualmente y demoran o espacian mas su regreso, cada caso es ùnico y particular...
Bienvenida, somos varias ya!Caramba.
Acaba de hacerse la luz.
Siempre supe que era extremadamente sensible pero desconocia que existia un termino "oficial" para definirme.
Sin duda, soy una de estas personas.
Ahora, cuando me vuelvan a decir que no puedo tomarme todo a la tremenda, que tengo que poder ver imagenes de refugiados en television o no llorar porque abandonaron a alguna mascota....les dire: " si, puedo. Soy una PAS".
Que horrible es sentir el sufrimiento ajeno y añadirlo al propio....