El Consejo de Estado responsabiliza a Defensa del accidente del Yak 42

El embajador de la vergüenza


Que Federico Trillo cobre como embajador de España en Londres nombrado directamente por Rajoy, lo dice todo sobre un Gobierno del PP, que sólo sabe exigir las responsabilidades políticas de los demás, pero jamás las suyas propias

Antón Losada
03/01/2017 - 21:04h
Federico-Trillo-habla-Rajoy-Congreso_EDIIMA20170103_0134_21.jpg

Federico Trillo habla con Rajoy en el Congreso en 2009. GUSTAVO CUEVAS/EFE

"Ya sabemos la verdad, ahora nos falta la justicia" reclamaban con razón indignada las familias de las víctimas del Yak-42 en mayo de 2013, durante un homenaje en Zaragoza. El martes 3 de enero de 2017, casi trece años después, conocimos que el Consejo de Estado también considera responsable de la catástrofe al Estado y al Ministerio de Defensa: por no haber ejercido sus tareas de vigilancia, control y verificación del cumplimiento de los contratos y no haber atendido los principios de seguridad y precaución con la debida diligencia y compromiso con los intereses públicos.

Ese mismo día, en la cadena Ser, en Hoy por Hoy, el intrépido Aimar Bretos preguntaba a Paco Cardona, vicepresidente de la asociación de víctimas, qué sentía al conocer el dictamen tras haber perdido a un hijo en al accidente. "No lo perdí, a mí me mataron un hijo", fue su demoledora respuesta. No se puede decir más verdad con menos palabras.

La subcontrata draconiana para hacer negocio con los vuelos de los soldados, la dejadez o la imprudencia de un Ministerio incompetente y miserable, el accidente provocado por un avión que nunca debió volar, las mentiras y las maniobras del Gobierno de Aznar y Trillo engañando, manipulando y humillando a las familias de las víctimas, la infamia de unas identificaciones que acabaron condenadas como un delito cuyos autores jamás han cumplido sus condenas y fueron jubilados e indultados; todo fue una enorme vergüenza.

Lo sigue siendo. A los mismos fiscales que siempre les falta tiempo para perseguir a un tuitero por un chiste sobre ceniceros o a un cómico por una parodia sobre la Iglesia, les han sobrado minutos para salir a asegurar que las causas penales del Yak-42 no se reabren, por mucho que lo pidan los familiares o incluso el sentido de la Justicia.

Que Aznar se pasee por el mundo dando lecciones de integridad y gallardía política, después de esconderse tras los militares para eludir su responsabilidad en la gestión dolosa de la catástrofe, lo dice todo sobre su catadura moral.

Que el ministro responsable de tanto dolo y tanta culpa, Federico Trillo, actúe y cobre como embajador de España en el Reino Unido nombrado directamente por Mariano Rajoy, lo dice todo sobre un Gobierno del Partido Popular, socios y allegado incluidos, que sólo saben exigir las responsabilidades políticas de los demás, pero jamás sabe asumir las suyas propias.

El Ministerio que entonces dirigía Federico Trillo hizo lo mismo que otras muchas administraciones y responsables hacen a diario: subcontratar de manera indiscriminada, dar carta blanca al subcontratado para abaratar al máximo los costes del servicio y esconderse tras él cuando toca asumir responsabilidades. Eso ni le excusa, ni le hace menos responsable. Sólo multiplica el tamaño de la vergüenza que todos deberíamos sentir. Unos por hacerlo, otros por tolerarlo.

http://www.eldiario.es/zonacritica/embajador-verguenza_6_597800228.html
 
Pues que Trillo sabe mucho del PP. Se encargó de dilatar en lo posible la trama de la Gürtel y estuvo al frente de la defensa jurídica en ese tema. Por ello fue premiado con una embajada en Londres cuando no era diplomático, ni tenía los suficientes conocimientos de inglés para ello.

Claro que Trillo quería ser Fiscal General del Estado, pero como no podía ser...pues ¡a Londres de diplomático!

Ahora no puede ir Rajoy a decirle: Federico: sé fuerte, porque Trillo sabe demasiadas cosas y cantaría...y no la Traviata precisamente.

No canta nadie, porque todos tienen mucho que tapar.
Posiblemente le van a destituir y con la puerta giratoria lo colocarán en un Consejo de Administración y todos contentos, partidos políticos incluidos. Por supuesto, nada de exigir responsabilidades.
Como PS y PP tienen mayoría en el Congreso asunto zanjado.
 
Yak-42, símbolo de ignominia
El Consejo de Estado admite la responsabilidad del Ministerio de Defensa pero no la inculpación, tampoco ahora hay delito. Murieron 62 personas, que podrían seguir vivas de cumplirse las normas

La chapuza de las identificaciones, para llegar a tiempo al solemne funeral, ha quedado inscrita en los anales de la ignominia patria.

Rosa María Artal (diario.es)
03/01/2017 - 12:22h
Federico-Trillo-habla-Rajoy-Congreso_EDIIMA20170103_0134_19.jpg

Federico Trillo habla con Rajoy en el Congreso en 2009. Gustavo Cuevas/EFE

Partía el corazón ver el desconsuelo y la rabia de familiares de las víctimas del Yak 42 aquel final de mayo de 2003. El día 26, un avión ucraniano de la UM Airlines se había estrellado en Turquía con 75 personas a bordo, entre ellas todo el pasaje: 62 militares españoles. Regresaban a casa tras una misión en Afganistán y Kirguistán de 4 meses y medio.Y habían advertido reiteradamente a sus allegados de las lamentables condiciones en las que viajaban. El comandante José Manuel Ripollés remitió a un amigo un correo electrónico 4 días antes del accidente mostrando su preocupación: "Son aviones alquilados a un grupo de piratas aéreos, que trabajan en condiciones límite (...) la verdad es que sólo con ver las ruedas y la ropa tirada por la cabina te empieza a dar taquicardia". Ripollés era hermano de una compañera de TVE, que sería incansable en la exigencia de responsabilidades.

El relato era similar en los distintos escenarios. Familias compungidas en las que nos colamos los periodistas, esta vez para saber las quejas previas de las víctimas y la impotencia de sus seres queridos. Velatorios sin el fallecido, o aquel entierro en Valencia en el que un padre roto empujó el féretro de su hijo en el nicho con una expresión difícil de olvidar. Ocurre que las víctimas se ven de forma distinta cuando se asiste a su tragedia, a la vida que dejan, a la sensación de la fatalidad eludible y es algo que deberíamos saber comunicar.

Llegó después el funeral de Estado en Torrejón de Ardoz. A toda prisa. Con presencia de los reyes y el príncipe de Asturias, y retransmitido en directo por las cadenas de televisión de ámbito nacional. Se declaró luto oficial, con sus banderas a media asta. Y se entregó a las familias unos ataúdes con los restos que no siempre correspondían a sus parientes. La chapuza de las identificaciones, para llegar a tiempo al solemne funeral, ha quedado inscrita en los anales de la ignominia patria.

Y comenzó un lío jurídico –no es exagerado emplear ese término- en el que el ministro de Defensa en ese momento, Federico Trillo, quedó absolutamente exonerado. Incluso revalidado. Mariano Rajoy le defendió reiteradamente, Trillo fue diputado por Alicante, y comentó que las urnas le habían avalado.

Ahora se ha conocido el dictamen del Consejo de Estado aprobado el 20 de octubre. El 3 de enero, desde el 20 de octubre. Por unanimidad de la Comisión Permanente reconocen oficialmente -por primera vez y después de 13 años- la responsabilidad del Ministerio de Defensa en los hechos. Afirman que “el accidente pudo haberse evitado si estos (los responsables de Defensa) hubieran cumplido con su deber de velar por las condiciones en que viajaban los soldados”, según informa El País. Diario que ha adelantado la noticia, la ha relegado después por alguna minucia de Podemos y no es fácil encontrarla en el resto de los medios.

Salomónicamente, según suele decirse, el Consejo de Estado admite la responsabilidad pero no la inculpación, tampoco ahora hay delito. Murieron 62 personas, que podrían seguir vivas de cumplirse las normas. Por cierto, nadie nos explicó por qué se contrataban esos aviones deplorables, disponiendo el ejército español de aparatos adecuados. Las consecuencias de tamañas irregularidades han quedado muy difusas.

La demanda económica contra la compañía ucraniana sí prosperó estipulando indemnizaciones. Las penales no. En 2012 se declaró el sobreseimiento de los seis altos mandos militares imputados. La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ratificó el archivo de la causa. No había delito, sentenció.

En el proceso por las identificaciones, resultó condenado a tres años de prisión el general médico Vicente Navarro y a 18 meses los comandantes sanitarios José Ramón Ramírez y Miguel Ángel Sáez. Por un delito de falsedad en documento oficial al haber adulterado las identificaciones de 30 de los 62 militares fallecidos. El general murió antes de cumplir condena y los comandantes fueron indultados por Rajoy de su inhabilitación que implicaba la salida del ejército. Tampoco ingresaron en prisión, al ser pena inferior a dos años. Pagaron la multa de 900 euros.

Federico Trillo sigue de Embajador de España en Londres.
 
El Consejo de Estado ha dicho lo que ya sabíamos, que el Ministerio de Defensa en tiempos de Aznar es el responsable. Y ahí están, como si nada, llevándoselo crudo tan plácidamente. Acusarles de ignominia es acusarles de muy poco.
 
Yak-42, símbolo de ignominia
El Consejo de Estado admite la responsabilidad del Ministerio de Defensa pero no la inculpación, tampoco ahora hay delito. Murieron 62 personas, que podrían seguir vivas de cumplirse las normas

La chapuza de las identificaciones, para llegar a tiempo al solemne funeral, ha quedado inscrita en los anales de la ignominia patria.

Rosa María Artal (diario.es)
03/01/2017 - 12:22h
Federico-Trillo-habla-Rajoy-Congreso_EDIIMA20170103_0134_19.jpg

Federico Trillo habla con Rajoy en el Congreso en 2009. Gustavo Cuevas/EFE

Partía el corazón ver el desconsuelo y la rabia de familiares de las víctimas del Yak 42 aquel final de mayo de 2003. El día 26, un avión ucraniano de la UM Airlines se había estrellado en Turquía con 75 personas a bordo, entre ellas todo el pasaje: 62 militares españoles. Regresaban a casa tras una misión en Afganistán y Kirguistán de 4 meses y medio.Y habían advertido reiteradamente a sus allegados de las lamentables condiciones en las que viajaban. El comandante José Manuel Ripollés remitió a un amigo un correo electrónico 4 días antes del accidente mostrando su preocupación: "Son aviones alquilados a un grupo de piratas aéreos, que trabajan en condiciones límite (...) la verdad es que sólo con ver las ruedas y la ropa tirada por la cabina te empieza a dar taquicardia". Ripollés era hermano de una compañera de TVE, que sería incansable en la exigencia de responsabilidades.

El relato era similar en los distintos escenarios. Familias compungidas en las que nos colamos los periodistas, esta vez para saber las quejas previas de las víctimas y la impotencia de sus seres queridos. Velatorios sin el fallecido, o aquel entierro en Valencia en el que un padre roto empujó el féretro de su hijo en el nicho con una expresión difícil de olvidar. Ocurre que las víctimas se ven de forma distinta cuando se asiste a su tragedia, a la vida que dejan, a la sensación de la fatalidad eludible y es algo que deberíamos saber comunicar.

Llegó después el funeral de Estado en Torrejón de Ardoz. A toda prisa. Con presencia de los reyes y el príncipe de Asturias, y retransmitido en directo por las cadenas de televisión de ámbito nacional. Se declaró luto oficial, con sus banderas a media asta. Y se entregó a las familias unos ataúdes con los restos que no siempre correspondían a sus parientes. La chapuza de las identificaciones, para llegar a tiempo al solemne funeral, ha quedado inscrita en los anales de la ignominia patria.

Y comenzó un lío jurídico –no es exagerado emplear ese término- en el que el ministro de Defensa en ese momento, Federico Trillo, quedó absolutamente exonerado. Incluso revalidado. Mariano Rajoy le defendió reiteradamente, Trillo fue diputado por Alicante, y comentó que las urnas le habían avalado.

Ahora se ha conocido el dictamen del Consejo de Estado aprobado el 20 de octubre. El 3 de enero, desde el 20 de octubre. Por unanimidad de la Comisión Permanente reconocen oficialmente -por primera vez y después de 13 años- la responsabilidad del Ministerio de Defensa en los hechos. Afirman que “el accidente pudo haberse evitado si estos (los responsables de Defensa) hubieran cumplido con su deber de velar por las condiciones en que viajaban los soldados”, según informa El País. Diario que ha adelantado la noticia, la ha relegado después por alguna minucia de Podemos y no es fácil encontrarla en el resto de los medios.

Salomónicamente, según suele decirse, el Consejo de Estado admite la responsabilidad pero no la inculpación, tampoco ahora hay delito. Murieron 62 personas, que podrían seguir vivas de cumplirse las normas. Por cierto, nadie nos explicó por qué se contrataban esos aviones deplorables, disponiendo el ejército español de aparatos adecuados. Las consecuencias de tamañas irregularidades han quedado muy difusas.

La demanda económica contra la compañía ucraniana sí prosperó estipulando indemnizaciones. Las penales no. En 2012 se declaró el sobreseimiento de los seis altos mandos militares imputados. La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ratificó el archivo de la causa. No había delito, sentenció.

En el proceso por las identificaciones, resultó condenado a tres años de prisión el general médico Vicente Navarro y a 18 meses los comandantes sanitarios José Ramón Ramírez y Miguel Ángel Sáez. Por un delito de falsedad en documento oficial al haber adulterado las identificaciones de 30 de los 62 militares fallecidos. El general murió antes de cumplir condena y los comandantes fueron indultados por Rajoy de su inhabilitación que implicaba la salida del ejército. Tampoco ingresaron en prisión, al ser pena inferior a dos años. Pagaron la multa de 900 euros.

Federico Trillo sigue de Embajador de España en Londres.

Y aparte de indultados ascendidos. ¡Tocaté las narices!
 
Podemos gritar, encolerizarnos, acordarnos de sus madres y de su familia, patalear... No sirve de nada si luego, elección tras elección, es el partido más votado.
Dan ganas de llorar. Una vez más. Prueba de ello es la poca participación que hay en este hilo. Porque el asunto, de tan grave, es de los que exigen un gran debate.
 
Podemos gritar, encolerizarnos, acordarnos de sus madres y de su familia, patalear... No sirve de nada si luego, elección tras elección, es el partido más votado.
Dan ganas de llorar. Una vez más. Prueba de ello es la poca participación que hay en este hilo. Porque el asunto, de tan grave, es de los que exigen un gran debate.

Tenemos que aceptar, por más que nos duela, que vivimos en un país demasiado condescendiente con hechos tan vergonzosos como el Yak-42. La gente, mucha gente, está profundamente aborregada, insensibilizada o como lo queramos llamar, sin la conciencia necesaria para determinar y distinguir qué es aceptable y qué no. De otro modo, un partido tan corrupto, indecente y degradante como el PP no triunfaría en las urnas como lo hace, contra viento y marea.

¿Cómo puede afirmar un presidente del Gobierno que este asunto está ya sustanciado judicialmente? ¿Acaso insinúa que se trata de algo pasado que no viene a cuento? ¿Esto es todo lo que se le ocurre decir?. Es que resulta grotesco, impresentable y muy difícil de digerir semejante nivel de inmoralidad y estupidez.

Yo no sé que hay que tener en la cabeza para votar a semejantes personajes, pero de lo que sí estoy segura es que votarles se ha convertido en una religión, y cuando las religiones entran en juego, ya se sabe, la razón desaparece.
 
Por cierto, Girauta, una vez más, ha cambiado de opinión sobre este tema. Lo que antes era "un invento de la izquierda" ahora es un "Trillo no debe permanecer como embajador ni un minuto más".
Patético. ¿Qué podemos esperar de personajes que cambian tanto de opinión (y de partido)?
 
Por cierto, Girauta, una vez más, ha cambiado de opinión sobre este tema. Lo que antes era "un invento de la izquierda" ahora es un "Trillo no debe permanecer como embajador ni un minuto más".
Patético. ¿Qué podemos esperar de personajes que cambian tanto de opinión (y de partido)?

Patético y lamentable, es de los que se arriman al sol que más calienta. De la joven Guardia Roja a Ciudadanos, pasando por PSC y PP.

¿Cuál será la próxima estación?
 
No me explico como tienen el valor de levantarse por la mañana, y seguir mintiendo como bellacos.Dejan los temas sensibles en un cajón, para que así la gente que es muy olvidadiza,deje de pensar en ello.Pero las muertes de esos 62 militares tienen que ir cargados en la conciencia de un ser como Trillo,no importa lo que tarde,pero esas muertes obtendrán justicia algún día.Tuvo además la poca vergüenza, no se si para ahorrar, o por las prisas, de identificar mal a las victimas. Salió también este asunto por parte de unos familiares de victimas.Creo que todo el mal que hacen, al final va revertir en quien lo hace,lo he comprobado muchas veces y de manera distinta,pero al final todo se paga.Que todo el mal que hagan, caiga sobre ellos.
 
Back