El chantaje emocional y la manipulación

La manipulación del lenguaje

En su libro LTI: La lengua del Tercer Reich, el filólogo e historiador Víctor Klemperer analizó la importancia que tuvieron las palabras a la hora de imponer el nazismo en la sociedad alemana. En su texto da numerosos ejemplos que muestran como la elección de determinadas palabras o frases y su continua repetición se convirtió en una de las principales técnicas de manipulación en la época. La LTI (Lingua Tercii Imperii) envenenó las mentes convirtiendo gradualmente ideas que el imaginario colectivo consideraba repulsivas en conceptos aceptables.

Un ejemplo es la connotación positiva que fue ganando la palabra fanatismo. Antes de la llegada de Hitler al poder, el vocablo se usaba peyorativamente. Sin embargo, los nazis consiguieron que el fanatismo acabara resultando positivo usándolo en expresiones que sugieren audacia y compromiso. Se hablaba de “valentía fanática”, de “juramento fanático”, de “amor fanático por el pueblo”…En los últimos momentos, cuando ya la palabra había perdido fuerza, Goebbels (el ministro de Propaganda, diseñador de las técnicas de manipulación nacionalsocialistas) empezó a hablar de “fanatismo feroz” para añadirle potencia al concepto.

El uso del lenguaje como arma de manipulación es, probablemente, tan antiguo como el ser humano. Y en la actualidad, debido al impacto mediático que se necesita para mantener el poder, es una estrategia imprescindible. En nuestro tiempo, los de arriba llaman “indemnización en diferido” a una nómina que se sigue pagando a un tesorero despedido que amenaza con contar secretos; “tiquet moderador sanitario” a pagar por ir al médico de la sanidad pública; “cese temporal de la convivencia” a un divorcio en la familia real; “desaceleración” a una crisis económica brutal; “medidas excepcionales para incentivar la tributación de rentas no declaradas” a las amnistías fiscales para los ricos; “Ministerio de Defensa” al que se encarga de mandar al ejército a otros países y “devaluación competitiva de los salarios” a las bajadas de sueldo. La elección de las palabras sigue siendo decisiva: los que nombran la realidad controlan cómo entendemos el mundo.

No sólo es el ámbito de la política. En los ámbitos intelectuales, por ejemplo, se usa mucho lo que Cantinflas denominaba “inflación palabraria”, es decir, el lenguaje pomposo como forma de mantener estatus. El físico Alan Sokal ideó hace en 1996 un experimento de campo para demostrar el efecto persuasor de este tipo de léxico absurdo. Escribió un artículo para la revista norteamericana Social Test con un título memorable que ha pasado a la historia de la pedantería: Transgrediendo los límites: hacia una hermenéutica transformativa de la gravitación cuántica. En él pontificaba con lenguaje críptico acerca de todo lo que se venía a la cabeza: psicología, sociología, antropología... A pesar de que se trataba de un pastiche sin sentido alguno, copiado y pegado de textos que hablaban de temas diferentes, el artículo pasó la criba del Comité de Selección. Recibió críticas muy elogiosas de los lectores, que alababan, entre otras cosas, su “claridad de expresión”.

Un mes después, el autor del engendro confesó el engaño: todo era una broma, nada de lo que se decía en el artículo tenía pies ni cabeza, no había en todo el texto ninguna teoría, dato o ápice de información real. Sin embargo, el prestigio del autor podría haber subido si no hubiera hecho esa confesión. El “Escándalo Sokal” (así se denominó a los efectos del experimento) revolvió la cultura académica y puso de manifiesto que la pedantería vacua es otro de los usos posibles del lenguaje como arma de poder. Las palabras grandilocuentes –aunque nadie las entienda– realimentan el poder intelectual: se imponen por argumento de autoridad pero, a la vez, aumentan más aún la autoridad del que las emite.


No es extraño que existan tantos ámbitos sociales en los que la forma de hablar esté dirigida a la manipulación. Desde pequeños, estamos condicionados para entender el mundo a partir del léxico que nuestros padres nos imponen. El psiquiatra Ronald Laing, autor de Locura, cordura y familia, afirmaba que todas las familias determinaban, en primer lugar, lo que puede decirse, es decir, qué aspectos de la vida en común pueden mostrarse abiertamente y cuáles deben permanecer ocultos y negados porque producen temor.

Y en segundo lugar imponían la forma de hablar de aquellos temas que no son tabú: el lenguaje adecuado para nombrar el mundo. A partir de esta teoría, son muchos los investigadores que han determinado cómo influye esa jerga familiar adquirida en la salud mental de las personas. Un ejemplo: en las familias de adolescentes que sufren trastornos de alimentación (anorexia, bulimia, etcétera) se encuentra una mayor propensión a nombrar la obesidad con apelativos denigrantes y asociar la delgadez con adjetivos positivos. En las familias de las anoréxicas se califica como “sebosas” a las personas que pasan algún kilo del peso medio y como “finas” a las que están escuálidas.


El psiquiatra J.A.C. Brown en su libro Técnicas de persuasión: de la propaganda al lavado de cerebro afirma que “los intentos de cambiar las opiniones de los demás son más antiguos que la historia y se originaron, debe suponerse, con el desarrollo del lenguaje. Antes de que los hombres hablaran no parece probable que tuvieran opinión alguna que cambiar. Los pensamientos se crean y modifican fundamentalmente a través de la palabra hablada o escrita, aunque en el llamado lavado de cerebro las palabras pueden ser suplidas por malos tratos físicos y en la publicidad comercial por música o imágenes agradables, es evidente que, incluso en estos casos, las principales armas son de naturaleza verbal, o en cualquier caso simbólica, y que los resultados perseguidos son de índole psicológica”.

La familia, el mundo intelectual y la política son sólo tres ejemplos cotidianos en los que el lenguaje se usa como arma de manipulación. Hay muchos más: la pareja, la salud mental, el mundo de los negocios, la espiritualidad, la publicidad, el periodismo… Una de las funciones del lenguaje es la persuasión: hablamos o escribimos, en muchas ocasiones, para convencer a los demás de nuestras teorías. Y es muy fácil que esa necesidad acabe acaparando nuestro discurso y haciéndonos olvidar otras funciones importantes, como la de trasmitir información o la de empatizar con el otro. Es en ese momento cuando el lenguaje se convierte en un arma de manipulación. Por eso es importante estar en alerta y saber cuándo estamos escuchando o leyendo a una persona cuya mayor motivación es cambiar nuestras ideas. Tener presentes algunos rasgos del lenguaje manipulador puede ayudarnos a despertar nuestra mente en esos momentos. Estos son cinco de los signos más característicos de ese tipo de comunicación maquiavélica:


1 Esconde los hechos Se trata de una jerigonza en la que la realidad desaparece. A veces, el efecto se logra usando técnicismos que hacen desaparecer el acto en sí: los ejércitos y los grupos terroristas, por ejemplo, suelen llamar “bajas colaterales” a los asesinatos de inocentes que cometen. En otras ocasiones se acude a variaciones que llevan las palabras polémicas a lugares donde apenas se perciben. Un ejemplo clásico es la importancia de poner delante lo vendible y detrás lo que queremos ocultar. Lo sabemos desde niños: tenemos más posibilidades de éxito si le preguntamos a nuestros padres “¿Puedo estudiar mientras como chuches?” que si la pregunta es “¿Puedo comer chuches mientras estudio?”. Y sigue funcionando: en el referéndum de 1986 para la permanencia de España en la OTAN el gobierno jugó con la estrategia de “Lo bueno delante” logrando dar un vuelco a la opinión pública.

2 Convierte todos los temas en viscerales Aldous Huxley decía que las palabras pueden ser como Rayos X, ya que si se usan apropiadamente lo atraviesan todo. Para lograr este efecto, es necesario que tengan connotaciones emocionales. En uno de los libros clásicos sobre lavado de cerebro (Brainwashing. The science of thought control) la científica Kathleen Taylor nos recuerda que “cuando algo provoca una reacción emocional, el cerebro se moviliza para lidiar con ella, dedicando muy pocos recursos a la reflexión”.


El lenguaje manipulador está preñado de emociones. Un ejemplo es el abuso de palabras como libertad, independencia, creatividad: los anuncios de ropa juvenil, los medios de comunicación y los libros de autoayuda están poblados de frases que utilizan estos vocablos en cualquier contexto porque son muy efectivos a la hora de activar nuestras emociones y acercarnos a quienes las pronuncian. Aunque parezca paradójico que los que quieren convencernos de algo apelen a nuestra creatividad, libertad o independencia, si estamos sintiendo (y no pensando) nos pueden convencer de ello.


3 Dispone de un metalenguaje propio Escuchar nuestras palabras nos hace ponernos en marcha… aunque no sepamos para qué. Y eso es lo que busca el manipulador: los adeptos son aquellos que redoblan los esfuerzos aunque hayan olvidado el objetivo. Por eso todos los grupos utilizan un léxico propio que los distingue, una jerga que sólo usan los miembros del grupo y prueba su fidelidad a él.

Además, esas palabras tienen que ayudar a dividir el mundo en exogrupo (los otros, los malos, los de fuera) y endogrupo (nosotros, los buenos, los de dentro). Por ejemplo: todos los subgrupos juveniles tienen palabras que definen a los que no son como ellos. Aprenden a llamar a los demás “pijos, guarros, frikis, perroflautas” o “empollones” ayuda a crear camaradería y sentimiento de pertenencia. No importa que el manipulado no sepa explicar por qué esos nombres van asociados con ciertos conceptos negativos: lo importante es su uso como activador de la conducta del grupo. A partir de esas etiquetas, se rompe la posibilidad de empatía y se consigue convencer a la persona de que los malos son siempre los demás.


4 Carece de contenido Sólo hay una manera de no ser criticado: hablar sin decir nada. Por eso, el lenguaje manipulador recurre frecuentemente a frases humo, expresiones vacuas que parecen afirmar algo pero en la que ninguno de los receptores entiende lo mismo. Asociaciones de palabras bonitas del tipo “siempre he intentado que mi forma de actuar no sea simplemente vivir día a día. Mis actos se han guiado siempre por valores éticos que son importantes para el ser humano” son ejemplos de frases así, que pueden ser suscritas tranquilamente por asesinos en serie, políticos corruptos o maltratadores. Su ambigüedad permite que el que la escucha crea estar de acuerdo aunque en realidad no comparta nada con el que emite el mensaje.


En esta categoría entran también las expresiones no refutables, que tienen la ventaja de ser irrebatibles. Por ejemplo: “El mundo se encuentra dominado por poderes ocultos” es una frase utilizada, en diferentes versiones, por todos aquellos que buscan manipular. Pase lo que pase es imposible rebatir esa idea conspirativa. Y eso les permite a aquellos que intentan imponer miedo pedirnos que dejemos de hacer cosas aunque no sepamos cuál es la amenaza real. Esta estrategia es la que utilizan, por ejemplo, muchos padres de hijos adolescentes: “estás rodeado de gente que te quiere convencer para que vayas por el mal camino”, les dicen para justificar muchas de sus prohibiciones.


5 No argumenta La mejor forma de manipular a los demás es utilizar estrategias retóricas que permitan convencer sin dar razones para ello. Hay miles de trucos oratorios o escritos destinados a ese fin. Un ejemplo es la ironía. Repetir lo que ha dicho otra persona mientras se esboza una sonrisa sarcástica permite quitarle puntos a ese individuo sin necesidad de argumentar. Por escrito, tiene el mismo efecto el uso de las comillas: “El presidente del “gobierno” afirma que… “cuestiona la capacidad de dirigir del susodicho”, al igual que la afirmación “El escritor que acaba de sacar una novela…” echa por tierra las habilidades literarias del citado. Y todo eso sin exponer una sola razón para establecer un juicio crítico. El lenguaje manipulador evita el razonamiento.

Por eso, en última instancia, cuenta siempre técnicas antiargumento por si falla todo lo anterior. Un ejemplo es el uso de la palabra demagógico: en el discurso maquiavélico se llama así a todo argumento con el que el manipulador no está de acuerdo. Usando únicamente esa palabra (“eso es demagógico”) se intenta desmontar lo que dice el contrario sin entrar ni siquiera a discutirlo. Es la última vuelta de tuerca: el lenguaje que sirve para que los otros no puedan utilizar el lenguaje.


En el lenguaje manipulativo es el léxico, las expresiones y las estructuras lingüísticas son siempre estereotipadas. Los seres humanos nos parecemos mucho cuando intentamos ser maquiavélicos y por eso utilizamos una jerga muy similar. Un ejemplo de esto es la imagen espejo que se produce durante los conflictos. Los dos bandos dicen exactamente lo mismo y utilizan un léxico muy similar para hablar del contrincante. De hecho, se pueden definir con precisión los pasos oratorios que llevan a crear una guerra. La historiadora Anne Morelli lo hace en su libro Principios elementales de la propaganda de guerra (utilizables en caso de guerra fría, caliente o tibia). Son estos:

1 Nosotros no queremos la guerra y hemos hecho todo lo posible por evitarla.

2 El adversario es el único responsable de la guerra.

3 El enemigo tiene el rostro del demonio (o el monstruo particular de cada época: religioso, político).

4 Nosotros defendemos causas nobles (para eso hay que enmascarar los fines reales de la guerra).

5 El enemigo provoca atrocidades a propósito: es cruel. El dolor que nosotros causamos es involuntario.

6 El enemigo usa armas no autorizadas.

7 Nuestras pérdidas son escasas, pero las del enemigo son enormes.

8 Los intelectuales apoyan nuestra causa.

9 Nuestra causa tiene un carácter trascendente (sagrado, nacionalista, social,…) No es una cuestión de intereses particulares nuestros.

10 Los que ponen en duda la propaganda de guerra son unos traidores.


http://www.lavanguardia.com/estilos-de-vida/20150102/54422909308/manipulacion-lenguaje.html
 
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Maltrato psicológico, rompe tus cadenas emocionales

Existe un tipo de violencia sorda, muda, invisible: el maltrato psicológico. La mayoría de las definiciones coinciden en describir el maltrato psicológico como cualquier tipo de comportamiento repetido de carácter físico, verbal, activo o pasivo, que agrede a la estabilidad emocional de la víctima, de forma continua y sistemático. El objetivo de dicho comportamiento es hacer sufrir a la víctima mediante la intimidación, culpabilización o desvalorización aprovechando el amor o cariño que ésta siente hacia su agresor.


Este tipo de maltrato es el más difícil de identificar y evaluar por lo que la gravedad se estima según su frecuencia e impacto psicológico que ocasiona a la víctima. A pesar de que muchas personas lo asocian con las malas relaciones de pareja, el maltrato psicológico puede aparecer en distintos ámbitos. pareja, familia y trabajo, pudiendo ejercerse por parte de un hombre hacia una mujer o viceversa.

A continuación, te mostramos cómo puedes reconocerlo, cuál es el perfil de víctima y maltratador y cómo podemos actuar para prevenirlo y para romper con las cadenas emocionales que atan a la persona maltratada de aquella que la maneja psicológicamente.
Seguramente piensas que el maltrato físico es algo evidente, y que no es necesario que te hagas preguntas para saber si lo sufres; el maltrato psicológico, sin embargo, suele ser algo más sutil y difícil de identificar, y hasta es posible que te cueste reconocerlo.

Hay, además, otro tipo de maltrato en una relación de pareja, y es la indiferencia y la falta de amor, algo que se demuestra a través de pequeños detalles. Por eso, aunque no te sientas amenazado físicamente, aunque tu pareja no te insulte ni te ridiculice -ni en público ni en privado-, es posible que tampoco se comporte como lo haría alguien que te amase de verdad.

Averigua si tu pareja te maltrata

1. Cuando mi pareja se enfada:
A. No se pone agresiva ni me pierde el respeto.
B. Se pone agresiva, y ha llegado a alzarme la mano o a pegarme.
C. Se pone agresiva, alzándome la voz excesivamente, amenazándome o golpeando objetos.

2. Respecto al dinero que gano o que llega a casa:
A. Mi pareja quiere ser quien lo controle (por ejemplo: está en su posesión y, de lo contrario, se enfada).
B. Lo manejamos entre los dos.
C.Mi pareja desconfía bastante de a qué lo dedico (por ejemplo: me pide explicaciones de todos los gastos).

3. Cuando me planteo separarme de él/ella:
A. No me gustaría, pero si las cosas fueran mal tendría que hacerlo.
B. Me produce inquietud; no sé si me atrevería.
C. Tengo miedo a no saber estar sin él/ella.

4. Cuando tengo un problema emocional (estoy triste, etcétera):
A. Mi pareja es la primera persona dispuesta a ayudarme.
B. Mi pareja me ignora por completo, pues no da valor a mis sentimientos.
C. Mi pareja me presta la atención justa, y cree que no es para tanto.

5. Respecto a las relaciones sexuales, cuando no accedo a sus propuestas…
A. No se muestra molesto/a.
B. Se enfada conmigo (se pone agresivo/a, o deja de hablarme).
C. Me pone mala cara, y tarda un buen tiempo en pasársele.

6. Respecto al tiempo que podemos estar sin hablarnos después de un enfado:
A. Poco. Si no es uno es el otro, pero intentamos arreglarlo pronto.
B. Mi pareja puede estar sin hablarme algunos días, o no me habla hasta que yo no lo hago primero.
C. Mi pareja puede estar sin hablarme o siendo indiferente hacia mí una semana o más, a pesar de mis intentos por arreglarlo.

7. Cuando estoy enferma y necesito que alguien me ayude:
A. No puedo contar con mi pareja, pues no da valor a mi malestar o lo hace de mala gana..
B. Mi pareja me ayuda lo justo.
C. Siempre que puede, mi pareja está ahí para lo que necesite.

8. Según lo que él/ella dice, la opinión que mi pareja tiene de mí:
A. Soy una persona a la que quiere, admira y cuida.
B. Es bastante mediocre. Creo que no le importo demasiado.
C. Es la de un estúpido/a, una persona con poco valor e inferior a él/ella.

9. Cuando estamos en público...
A. Suele llevarme bastante la contraria.
B. Me trata de forma respetuosa y adecuada a las circunstancias.
C. Muchas veces me ridiculiza, me hace el vacío, o me deja cortado/a.

10. Cuando algo ha ido mal en la relación, o tenemos algún problema…
A. Mi pareja siempre me echa a mí la culpa, eximiéndose él de cualquier responsabilidad. Él/ella nunca se equivoca
B. Me deja caer a mí gran parte de la responsabilidad.
C. No suele culparme del problema, y buscamos soluciones en conjunto.

11. ¿Cuántas veces haces cosas o asumes tareas que no te gustan por evitar una discusión con tu pareja?
A.Pocas veces y, cuando lo hago, es por hacerle feliz.
B.Constantemente, es mi día a día. Mis necesidades están en segundo lugar para él/ella.
C.No siempre, pero admito que más veces de lo que debiera.


De 0% hasta 33%
Tu pareja te quiere

De 33% hasta 66%
Tu pareja NO te quiere

De 66% hasta 100%
Tu pareja te maltrata

Dra. Vanesa Fernández López
 
Última edición:
Los 10 métodos de manipulación en la sociedad contemporánea
Por The Clinic Online




Fuente: www.pijamasurf.com

Es normal que las investigaciones sobre el control mental siempre conduzcan a la consparanoia, pero las conclusiones no pueden pasar desapercibidas. Existe una agenda coordinada con el objetivo de convertir a la raza humana en una especie de autómatas sin-razonamiento.

El hombre ha perseguido por mucho tiempo el poder sobre las masas y ha recurrido a gente que estudia el comportamiento humano para orquestar un control mental masivo con el fin de doblegar la voluntad de grandes poblaciones al dominio de una pequeña élite.

Hoy en día, hemos entrado en una fase en la que el control mental ha adquirido una nueva dimensión física y científica que amenaza en convertirse en un estatus permanente si no nos damos cuenta de las herramientas que utilizan las dictaduras tecnocráticas a escala mundial.

El control moderno de la mente es tanto tecnológico como psicológico. Las pruebas han demostrado que simplemente al exponer cuales son los métodos de control de la mente, los efectos pueden ser reducidos o eliminados, sobretodo en los casos de publicidad y propaganda. Lo más difícil de contrarrestar son las intrusiones físicas que el complejo militar-industrial sigue desarrollando y mejorando.

1. Educación – Este es el más obvio, sin embargo, sigue siendo el más insidioso. Siempre ha sido la fantasía de cualquier gobierno absolutista “educar” a los niños, que son naturalmente impresionables, por lo que se ha convertido en un componente central de las tiranías comunistas y fascistas a lo largo de la historia Ningún estudio ha sido más decisivo en la exposición de la agenda de la educación moderna que el de Charlotte Iserbyt en su libro The Deliberate Dumbing Down of America, que deja al descubierto el papel de las fundaciones globalistas en la formación destinada a producir drones serviles dominados por una clase consciente y completamente educada.

2. Publicidad y Propaganda – Edward Bernays ha sido citado como el inventor de la cultura consumista que fue diseñada principalmente para targetear la auto-imagen (o falta de ella) de la gente, con el fin de convertir un deseo en una necesidad. Esto se pensó inicialmente para estrategias de marketing de productos como los cigarros. Sin embargo, Bernays también señaló en su libro de 1928, Propaganda, que “la propaganda es el brazo ejecutivo del gobierno invisible”. Esto se puede ver más claramente en el estado policial moderno y en la cultura ciudadana envuelta en un estado seudo-patriótico de Guerra contra el Terrorismo. La consolidación cada vez mayor de los medios de comunicación ha permitido que la estructura corporativa se fusione con el gobierno y ahora utilizan el concepto del “product-placement” en forma de propaganda. Los medios de comunicación, impresos, películas, televisión y noticieros ahora pueden trabajar sin problemas para integrar un mensaje global que aparenta ser verídico, debido a la cantidad de fuentes que lo sustentan simultáneamente. Cuando uno entra en sintonía con la identificación del “mensaje” principal, lo verá replicado por todas partes a manera de bombardeo. Y esto sin entrar en el tema de los mensajes subliminales.

3. Programación Predictiva – Muchos todavía niegan que la programación predictiva es real. Pero al examinar la documentación elaborada por Alan Watt se puede llegar a una conclusión totalmente diferente.La Programación Predictivatiene sus orígenes en la comunicación predominantemente elitista de Hollywood, donde el cine puede ofrecer un escenario a gran escala de la dirección que llevala sociedad. Bastacon mirar hacia atrás a los libros y películas que considerábamos exagerados, o de “ciencia ficción” y luego echar un vistazo a la sociedad actual. Para un desglose detallado de ejemplos específicos, Vigilant Citizen es un gran recurso que nos ayuda a ver al “entretenimiento” bajo una luz completamente diferente.

4. Deportes, Política, Religión – Algunos podrían ofenderse al ver a la religión, o inclusive a la política, al lado de los deportes como un método de control mental. El tema central es el mismo en todo: divide y vencerás. Las técnicas son muy simples: genera un cortocircuito en la tendencia natural de la gente a cooperar para su supervivencia, y enséñales a formar equipos empeñados en dominar y ganar. Los deportes siempre han tenido un papel clave como una distracción que obedece a las tendencias tribales al dirigirlas a eventos sin importancia, que en la sociedad moderna ha alcanzado proporciones absurdas. El discurso político está estructurado en un paradigma de izquierda-derecha de control de la oposición, mientras que la religión es el telón de fondo de casi todas las guerras a lo largo de la historia.

5. Alimentos, Agua y Aire – Aditivos, toxinas y otros venenos alimenticios literalmente alteran la química del cerebro para crear la docilidad yla apatía. Seha demostrado que el flúor en el agua potable reduce el coeficiente intelectual. El aspartame y el glutomato monosódico son excitotoxinas que excitan las neuronas hasta que mueren, y la accesibilidad a la comida rápida que contiene estos venenos ha creado una población que carece de enfoque y motivación para cualquier estilo de vida activo. La mayor parte del mundo moderno está perfectamente formado para la receptividad y aceptación pasiva de la élite dictatorial.

6. Drogas – Puede ser cualquier sustancia adictiva, pero la misión de los controladores de la mente es asegurarse de que todos seamos adictos a algo. Uno de los brazos principales de la agenda del control mental moderno es la psiquiatría, cuyo objetivo es el definir a todas las personas por sus trastornos psicológicos, a diferencia de su potencial humano. Así lo hemos leído en libros como Un Mundo Feliz. Hoy en día, esto se ha llevado a niveles extremos por una tiranía médica que ha tomado fuerza, casi todo el mundo tiene algún tipo de trastorno – en particular aquellos que cuestionan la autoridad. Lo peor de todo, es que el estado moderno ha conducido a un alto porcentaje de niños a consumir diferentes tipos de drogas que adormecen la mente.

7. Pruebas Militares – Los militares tienen una larga historia como campo de pruebas para el control dela mente. La mentalidad militar es tal vez la más maleable, resuenan con las estructuras de jerarquía, el control y la necesidad de la obediencia incuestionable a una misión. Para el número cada vez mayor de personal militar que cuestiona su adoctrinamiento, DARPA ha creado un casco de control mental trascraneal que los mantendrá enfocados.

8. Espectro Electromagnético – Una sopa electromagnética nos envuelve a todos, cargada por los dispositivos modernos de comodidad que han demostrado tener un impacto directo sobre la función cerebral. En una admisión tácita de lo que es posible, algunos investigadores han estado trabajando en un “God helmet” o Casco de Dios para inducir visiones alterando el campo electromagnético del cerebro. La sopa electromagnética moderna nos ha bañado pasivamente mediante ondas que potencialmente alteran la mente, mientras que un amplio abanico de posibilidades tales como torres de telefonía móvil ya está disponible para el controlador mental que aspire a una intervención más directa.

9. Televisión y Computadora- Lo que está “programado” en nuestra televisión está diseñado para nuestro consumo con el fin de adormecernos, por lo que tal programación se ha convertido en un arma psico-social. Existen pruebas de parpadeo (flickering) que muestran como las ondas alfa en el cerebro se pueden alterar, produciendo un tipo de hipnosis sumado a la última revelación de que las luces pueden transmitir datos codificados al parpadear más rápido de lo que pueden ver los ojos. La tasa de parpadeo o flickering de la Computadora es menor, pero a través de los videojuegos, redes sociales, y una estructura que básicamente sobrecarga al cerebro de información, la rapidez de la comunicación moderna induce un estado del desorden de deficit de atención (ADD). Un estudio sobre los videojuegos reveló que el jugar por un período extendido de tiempo puede resultar en una reducción del flujo de sangre al cerebro, minando para el control emocional. Además, los juegos de roles en personajes “realistas” sirven para desensibilizar una conexión con la realidad.

10. Nanobots – Desde el terror de la ciencia ficción, directamente al cerebro moderno, los nanobots están en desarrollo. La modificación directa del cerebro ya ha sido etiquetada como “neuroingeniería.” Un artículo de Wired de principios del 2009 subrayó que la manipulación directa del cerebro a través de la fibra óptica es un poco complicada, pero una vez instalado un nanobot “podría hacer feliz a cualquiera con sólo tocar un botón.” Los nanobots toman el proceso a un nivel automatizado, la reconexión del cerebro molécula por molécula. Peor aún, estos mini droids pueden auto-replicarse, lo cual entra en terrenos de inteligencia artificial a la cual podríamos ser expuestos voluntariamente. Fecha prevista de llegada al mercado: Década de 2020.

Un esfuerzo concertado está en marcha para gestionar y predecir el comportamiento humano de tal forma que los especialistas en ciencias sociales y de la élite dictatorial puedan controlar a las masas y protegerse de las consecuencias de una humanidad libre completamente despierta. Sólo tomando conciencia y estando alerta de sus intentos de ponernos a dormir o hipnotizarnos podemos tener una oportunidad de preservar nuestro libre albedrío.

https://www.theclinic.cl/2012/10/13/los-10-metodos-de-manipulacion-en-la-sociedad-contemporanea/
 
Las personas narcisistas y con rasgos psicopáticos resultan más atractivas, según un estudio

por Arturo Torres

Dicen que las primeras impresiones son cruciales, y con razón. Teniendo en cuenta que en la toma de decisiones el tiempo es oro, los primeros minutos en los que entramos en contacto con una persona desconocida nos llevarán a decidir hasta qué punto esta nos resulta atrayente o nos produce rechazo.

Simplemente, no podemos permitirnos examinar a cada persona en toda su profundidad, atendiendo a todos sus detalles y matices, si ni siquiera sabemos si merece la pena emplear nuestro tiempo en eso.

¿Son más atractivos los narcisistas y los psicópatas?
Cuando lo que tenemos que decidir es si la persona que tenemos delante es o no una potencial pareja, sin embargo, se da la paradoja de que estamos intentando juzgar si podemos planear una vida (o unos años) juntos a partir de información que recogemos en muy poco tiempo, con las primeras conversaciones. Quizás este aparente contrasentido es el que hace posible que nos resulten atractivas las personas con las que menos deberíamos contar a la hora de crear proyectos comunes.

Y es que, aunque parezca extraño, un estudio publicado en la European Journal of Personality ha llegado a la conclusión de que los narcisistas y las personas con rasgos psicopáticos van con ventaja a las citas rápidas y son percibidas como más atractivas que el resto.

El poder seductor de la Dark Triad
Desde hace varios años se sabe que existen tres rasgos de personalidad que, a pesar de tener mala prensa y estar mal vistos sobre el papel, resultan especialmente atrayentes. Estos tres rasgos de la personalidad forman la llamada Dark Triad, o tríada oscura, y son los siguientes:

Narcisismo: relacionado con la búsqueda constante de la atención, el emprendimiento de acciones para intentar gustar a los demás, el rechazo firme ante las críticas y los mensajes potencialmente dañinos para la autoestima, y la tendencia a manipular a otras personas.

Maquiavelismo: relacionado con la búsqueda constante de la riqueza, el poder y la fama, el establecimiento de relaciones personales a largo plazo orientadas a manipular a los demás, y el pensamiento frío y desapasionado volcado en cómo conseguir el propio beneficio independientemente del bienestar común.

Psicopatía: tendencia a la impulsividad, las conductas antisociales, la manipulación de los demás y la búsqueda constante de emociones fuertes.

Te habrás dado cuenta de que estos rasgos no encajan demasiado bien con nada que tenga que ver con los proyectos colectivos y el establecimiento de objetivos comunes, que son pilares fundamentales de la estabilidad familiar. Sin embargo, desde la óptica evolucionista es muy posible que personas que solo se preocupan por sí mismas tengan éxito reproductivo: solo han de conseguir manipular a la gente suficiente como para engendrar descendencia y hacer que esta llegue a reproducirse.

De este modo, estos rasgos de personalidad podrían ir heredándose de generación en generación.

En el estudio que nos ocupa, un equipo de investigadores quiso ver hasta qué punto estos tres rasgos de personalidad podrían estar relacionados con un mayor éxito en una serie de citas rápidas llevadas a cabo bajo su supervisión.

¿Cómo se realizó el estudio?
En primer lugar, los investigadores seleccionaron a 90 personas (44 hombres y 46 mujeres) de entre 18 y 32 años. Una vez concretado este grupo de voluntarios, se les suministró un cuestionario en el que se medían sus puntuaciones tanto en los rasgos de la Dark Triad como en los rasgos de personalidad del test Big Five (extraversión, responsabilidad, amabilidad, estabilidad emocional y apertura a la experiencia), que en otros estudios han estado relacionadas con el éxito en el mantenimiento a largo plazo de las relaciones de pareja.

Después de rellenar los cuestionarios, los participantes pasaron a realizar una serie de citas rápidas entre ellos. En total, se realizaron 691 citas rápidas, que duraron tres minutos cada una. Después de cada cita, los participantes rellenaban un formulario en el que puntuaban a la otra persona en varios aspectos, entre los cuales se encontraban su atractivo físico, las ganas que se tenían de iniciar una amistad con ella y el grado en el que estaría de acuerdo en tener s*x* ocasional con ella.

Resultados: los narcisistas son más deseados
Los científicos encontraron una correlación significativa entre la puntuación en psicopatía y narcisismo y las posibilidades de ser elegido o elegida para relaciones cortas, tanto en hombres como en mujeres, e independientemente de su grado de atractivo físico. Es decir, que las personas más narcisistas y con rasgos más psicopáticos fueron más deseadas como parejas para relaciones a corto plazo. Sin embargo, la correlación era inversa en el caso del rasgo de maquiavelismo.

Además, los resultados reflejaron que las mujeres que obtuvieron mayores puntuaciones en atractivo físico también tendían a obtener grandes puntuaciones en narcisismo. Como era de esperar, la variable de atractivo físico tenía una potente relación con las posibilidades de ser elegido o elegida como pareja, especialmente en el caso de las mujeres.
Esto es verdad, yo tuve una amiga que era narcisista, egocéntrica y manipuladora y los chicos se enamoraban de ella de forma apasionada. Yo, que era su amiga, tenía que ser el hombro donde venían a llorar "Porque estoy muy enamorado de Kika, ¿qué puedo hacer?, ¿ella te habla de mi?....."
El caso es que era una mujer que utilizaba cualquier tontería para dramatizar, hasta una arruga en el pantalón ella la convertía en un drama y los chicos, en lugar de pensar "Vaya estúpida", pensaban "Es que es muy detallista, es que es muy sensible".
 
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1. Cuando mi pareja se enfada:
A. No se pone agresiva ni me pierde el respeto.
B. Se pone agresiva, y ha llegado a alzarme la mano o a pegarme.
C. Se pone agresiva, alzándome la voz excesivamente, amenazándome o golpeando objetos.

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Ojo, el no ponerse agresivo, no insultar, no decir palabras despectivas, no siempre es sinónimo de respeto y cariño. A veces es simplemente hacer el vacío, invisibilizar a la otra persona. Existe lo que se llama "Luz de gas", que es hacer el vacío a la otra persona, no responderle, ignorarle, tratarle con paternalismo, como si fuera menor de edad, darle la espalda, cambiar de tema cuando se enfada. Es la mayor crueldad y termina por volverte loca porque como dice el refrán "Del agua mansa líbrame Señor que de las bravas ya me libro yo".
Por ejemplo, que te enfades con tu pareja porque se ha gastado un dinero y te responda "Bueno cariño, el dinero no es lo más importante en la vida, lo que importa son otras cosas. Ale, tranquilízate".
 
El incitador
Un caso típico, en este caso opuesto a los dos anteriores citados. Hace alarde de fuerza, y no solo, sino además de cierta agresividad. En este caso si eres una persona pasiva cederás para ahorrar tener que enfrentarte a él. De tal manera que “ad baculum” el manipulador consigue mediante la coacción lo que quiere, es el caso de las personalidades de tipo antisocial
Este tipo de persona te destroza la mente
 
Me resulta muy curioso este hilo.
¿Es posible encontrar a gente que realiza este tipo de cosas sin que sea consciente de ello? Imaginaos ese caso, que os encontráis con una persona que hace este tipo de cosas inconscientemente, pero que no quiere tampoco hacer daño a nadie o cosas por el estilo. ¿Qué consejo le daríais para que no hiciera más ese tipo de cosas?
 
Me resulta muy curioso este hilo.
¿Es posible encontrar a gente que realiza este tipo de cosas sin que sea consciente de ello? Imaginaos ese caso, que os encontráis con una persona que hace este tipo de cosas inconscientemente, pero que no quiere tampoco hacer daño a nadie o cosas por el estilo. ¿Qué consejo le daríais para que no hiciera más ese tipo de cosas?
Yo siempre he pensado q qien es así de serie no sabe q lo hace.. pero habrá qien le salga la estrategia bien y la ponga en practica siempre
 
Yo siempre he pensado q qien es así de serie no sabe q lo hace.. pero habrá qien le salga la estrategia bien y la ponga en practica siempre
Si lo saben son gente dañina. la prueba es que no tratan igual a todo el mundo, lo que pasa es que esas personas son especialistas en hacerse las tontas y lo que se pasan es de listos.
 

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