El camino de Santiago: rutas, lugares, recorridos y llegada a Compostela

Guía del Camino de Santiago: el Camino en bicicleta y a caballo
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Maria Sol Rizzo
La Guía del Camino de Santiago preparada por Diario del Viajero, no sólo se centra en los peregrinos a pie, sino en todo aquellos que, por diferentes medios, desean llegar hasta Santiago de Compostela.

Es así que, quienes eligen no caminar, pueden optar por realizar el trayecto en bicicleta o a caballo. Dos posibilidades que ofrecen una experiencia diferente y, sin dudas, con muchos atractivos extra.

Pero claro que preparar el Camino para hacerlo en dos ruedas o montando un caballo es totalmente diferente a la preparación de la peregrinación a pie. Y es por ello que aquí intentaremos dar consejos básicos para quienes eligen estos medios de locomoción.

El Camino de Santiago en bicicleta
Ante todo habrá que planear la estrategia a seguir: qué camino realizar, en cuántas etapas dividirlo y estudiar el terreno y los perfiles de cada uno de éstos, cuántos kilómetros se realizarán a diario, dónde realizar las paradas. Así, algunas de las opciones son las del Camino Francés (760 kilómetros), el Camino Aragonés (820 kilómetros) o la ruta primitiva (315 kilómetros).

Una vez organizado el recorrido a realizar habrá que tener en cuenta detalles tales como los albergues. Claro, dado que los caminantes tienen preferencia sobre los ciclistas, hasta las 20:00. Luego de esa hora, todos son iguales. Organiza bien el equipaje en la bicicleta.

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  • ¿Cuándo realizar el Camino de Santiago en bicicleta? Evitar los meses de invierno. Es así que es recomendable hacerlo entre abril y septiembre. Nunca entre noviembre y marzo. Por su parte, durante los meses más calurosos (julio y agosto), evitar las horas del mediodía, hidratarse constantemente y cubrirse la cabeza de los rayos del sol.
  • Elección de la bicicleta. Aquí se combinan los aspectos personales y el camino elegido. Claro, ya que se puede realizar el Camino siguiendo el trazado de quienes van a pie y, en ese caso, lo mejor será optar por una bici de montaña (todoterreno o mountain bike). En tanto, si la decisión es la de utilizar las carreteras, las bicicletas de carretera serán las ideales. Aunque siempre existe la posibilidad de contar con una bicicleta híbrida (una mezcla de la de montaña con la de carretera) que podría llegar a ser la mejor opción. De todos modos lo ideal será que la bici sea ligera y se encuentre en perfectas condiciones para realizar el trayecto sin problemas y sin cargar con su peso.
  • Preparación previa. No cualquiera puede lanzarse a la aventura de realizar el Camino de Santiago, es por ello que habrá que tomar una serie de recaudos antes de partir. En primer lugar habrá que visitar a un médico para un chequeo general que apruebe que puede realizarse ese esfuerzo. Luego se podrá comenzar con el entrenamiento que podrá consistir en realizar algunos kilómetros diarios que irán aumentando con los días. A ello se le deberá agregar gimnasia y una dieta equilibrada. Si no se lo es, será necesario recurrir a un experto en ciclismo para corregir la postura y las características del pedaleo. Pero no sólo habrá que preparar el físico, sino también el medio de locomoción. Es así que la bicicleta deberá ser revisada y, por supuesto, llevar consigo las herramientas básicas para solucinar cualquier inconveniente que pueda surgir en el camino.
  • ¿Qué llevar? Ante todo habrá que tener en cuenta que no es un detalle menor el tema del reparto del peso. No se aconseja llevar peso sobre las espladas y, en consecuencia, las alforjas son una buena solución. En tanto bajo el sillín se podrán colocar las herramientas y algunos elementos pequeños podrán ubicarse en el manillar. Ahora bien, los elementos que jamás deben faltar son los bidones de agua o bebidas energizantes (uno o dos), algún alimento dulce y saldado, casco, guantes, gafas de sol, protector solar, candado para asegurar la bici, y ropa adecuada. Cuando se habla de ropa adecuada eso significa: poca y que cumpla su función. Abrigada, cómoda y de secado rápido. Que proteja del viento y del agua. Llevar siempre consigo el D.N.I. o el pasaporte, la Credencial del peregrino y algo de dinero o tarjetas de crédito o débito. En caso de circular por la carretera utilizar un chaleco reflectante y una bicicleta con dínamo y foco. Además, cargar con llave de tuercas, bombín de inflado y algo de aceite para realiarle los “primeros auxilios” a la bici en caso de necesitarlo.
  • Otros detalles. Nunca realizar el Camino de Santiago en bicicleta sólo. Siempre unirse a un grupo y, mientras se marcha, hacerlo en fila india. Realizar varias paradas para descansar y estirar los músculos. Beber mucha agua. En caso de tormenta alejarse de la bicicleta pero no perderla de vista.
  • El regreso. Muy pocos son los que eligen realizar el Camino de Vuelta en bici. De este modo, al llegar a Santiago desmonatar la bicicleta, empaquetarla y despacharla en el medio elegido para regresar a casa.
El Camino de Santiago a caballo
Sin dudas es esta una de las opciones más pintorescas de realizar el Camino de Santiago. Pero, también, es la menos elegida por lo complicado de su organización y por tratarse de la más costosa.

Para ello bastará con un caballo, burro o mula siempre que se encuentre en condiciones, esté herrado, domado y que no sea un animal asustadizo. Claro, dado que durante el recorrido se atravesarán carreteras, terrenos peligrosos y se cruzarán con otros animales.

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  • ¿Qué necesitará el caballo? Según los especialistas el equipo completo estará conformado por los siguientes elementos: manta impermeable transpirable, silla, mantilla, sudadera, bocados, estribos, cinchas, vendas y protectores, riendas, cabezada, ramales y trabas. Además de accesorios para la limpieza, el mantenimiento y la alimentación.
  • ¿Qué necesitará el jinete? Para un viaje sin problemas, la persona que monte el caballo deberá llevar: fusta, casco, guantes, pantalones, polainas, gafas de sol y protector solar. Además de la ropa necesaria según la época del año en el que se realice el trayecto.
  • La preparación. Como toda peregrinación, antes de partir habrá que estudiar el camino a seguir y las etapas a realizar. Estudiar el terreno y conocerse con el animal. Luego, prepararse físicamente. Porque aunque parezca que el esfuerzo es mínimo, eso no es así. Los jinetes se cansan y mucho, las piernas duelen y el rozamiento en la entrepierna puede llegar a lastimar. Es por ello que habrá que realizar paradas en las etapas, estirar las piernas y hacer descansar a los animales. Aprender a trotar y a galopar y, muy importante, saber a qué riesgos se enfrentan al realizar el Camino a caballo. Ser valientes y no asustarse porque ello se transmite al animal y eso puede ser muy peligroso.
  • Detalles. Los grupos deben cabalgar en fila india y no ocupar toda la vía. Algunos enfrentan el camino a caballo como un trayecto de ida y de vuelta, mientras que otros lo realizan con coches de apoyo y el retorno es en ese vehículo. En tanto, algunos regresan en tren. Ates de partir averiguar sobre los albergues que ofrezcan un sitio donde los caballos puedan descansar. Vale destacar que, entre todas las opciones, es el Camino Francés el que posee con una infraestructura mejor adaptada para hacer la peregrinación a caballo.
Fotos | Flickr de Viajar24h.com y de tibchris En Diario del Viajero | Guía del Camino de Santiago

https://www.diariodelviajero.com/co...e-santiago-el-camino-en-bicicleta-y-a-caballo
 
Cómo preparar el Camino (I)
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En Diario del Viajero estamos realizando una Guía del Camino de Santiago que tiene el objetivo de servir de ayuda a todos aquellos viajeros que se estén preparando para realizar esta ruta en el Año Santo 2010. Se trata de un tipo especial de viaje, cuya preparación puede requerir ayuda. Por eso nuestra intención es ofrecer consejos que puedan resultar útiles a la hora de lanzarnos al Camino.

Para empezar, sea cual sea el motivo por el que hagamos el Camino de Santiago, creo que hay un punto esencial. Lo ideal es dejar a un margen las precupaciones externas y depender únicamente del ritmo de nuestros pies. Es un viaje para desconectar de la rutina e intentar conectar un poco más con nosotros mismos.

Preparación física para afrontar el Camino de Santiago
Además de la buena predisposición mental, es conveniente tener en cuenta que se requiere cierta preparación física. No hay que ser el mejor deportista para poder hacer el Camino, pero sí es verdad que recorrer cientos de kilómetros a pie día tras día no es algo a lo que la mayoría estamos acostumbrados. Lo ideal es que por lo menos un mes antes empieces a moverte un poco, ejercitando sobre todo las piernas, que son las que te van a llevar hasta Compostela.

Un poco de caminata todos los días que puedas y, si tienes la suerte de vivir en un lugar con paisajes bonitos, puedes aprovecharlo para empezar a disfrutar desde que comienzas a prepararte. Por otro lado, desde unos días antes de comenzar la ruta, deberías probar caminando con una mochila de peso aproximado al que vayamos a cargar para que se vaya acostumbrando la espalda. Echarse a andar hacia Santiago sin habernos entrenado antes hace que la ruta sea más dura y puede ser un impedimento para disfrutar plenamente del viaje.

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Programar las etapas del Camino de Santiago
Cuando disponemos de un límite de días para realizar el Camino, una cuestión muy importante será decidir desde dónde salir para llegar a Santiago a tiempo. Para eso, debemos primero prepararnos la ruta dividiéndola por etapas. Cada etapa se corresponderá con un día y los kilómetros que tenga cada una dependerán de cada persona. Suelen aconsejar caminar unos 20 ó 25 kilómetros al día, pero nos encontraremos con personas que se ven con la fortaleza de hacer 40, mientras otros prefieren hacer unos 15. Cada peregrino debe marcarse su propio ritmo, y por eso es fundamental entrenarse un tiempo antes, ya que así podremos conocer nuestras propias limitaciones y ver qué ritmo seguiremos.

Conviene no confiarse demasiado y programar una etapa más corta para el primer día (nos veremos capaces de hacer muchos kilómetros en la primera jornada, pero a ver quién se levanta luego para seguir caminando al día siguiente...). Sólo después de haber calculado los kilómetros diarios que podremos hacer y el tiempo del que disponemos, podremos decidir el punto de arranque para la ruta. Para no tener que andar con prisas, preocupados por llegar a Compostela lo antes posible, habrá que dejar unos días de margen por si un día nos encontramos muy cansados o si simplemente nos apetece quedarnos en un lugar más tiempo del previsto. Más vale empezar desde un punto más cerca de Santiago pero yendo con tranquilidad, que esforzarnos por acumular más y más kilómetros preocupados por llegar a tiempo.

La mochila para la Ruta Jacobea
El tema de la mochila es más importante de lo que puede parecer. No sólo habrá que tener en cuenta el peso, que no debería superar el 10 % del nuestro, sino que también habrá que mirar que la mochila sea "buena". Con buena me refiero a una mochila que sea cómoda, que distribuya bien el peso en nuestra espalda y que no nos haga rozaduras. Lo mejor es que tenga refuerzos en los tirantes y en la espalda, que se pueda ajustar bien a la altura de las caderas y que tenga bolsillos para llevar algunas cosas a mano (como la credencial, que siempre tendremos que llevar con nosotros).

Habrá que ser muy meticulosos con las cosas que metemos en la mochila, debemos centrarnos en reducir el peso al mínimo. Muchos peregrinos terminan enviando cosas de vuelta a casa, o dejándolas a medida que avanzan y se dan cuenta de que eran prescindibles. Yo aconsejaría llevar una muda de ropa (como mucho dos, por si no llegara a secarse bien para cuando tenemos que usarla), algunas cosas que pueden resultar útiles y no ocupan apenas espacio, elementos de aseo personal y una capa fina para la lluvia. Puede parecer una tontería, pero habrá incluso que escatimar peso si pensaban llevar una guía: no conviene cargar con todo el libro, sino en todo caso estudiárnosla antes de salir y hacer fotocopias de las partes que nos vayan a resultar prácticas.

En cuanto a la manera de prepararla, conviene ubicar las cosas más pesadas lo más abajo y pegadas al cuerpo posible, y distribuyendo la carga de manera tal que no nos pese más de un lado que del otro.

Estos son sólo algunos de los aspectos a tener en cuenta a la hora de prepararse para hacer el Camino de Santiago, así que volveremos con más en los próximos días.

Fotos | Julia Boccardo En Diario del Viajero | Camino de Santiago,

https://www.diariodelviajero.com/espana/guia-del-camino-de-santiago-preparar-el-camino-i
 
Cómo preparar el Camino (II)
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24 Mayo 2010 - Actualizado 21 Octubre 2010, 10:56

Ya hemos hablado en este especial del Camino sobre algunos puntos claves a tener en cuenta a la hora de prepararnos para hacer el Camino de Santiago, como son la necesidad de una preparación física, la programación de las etapas en las que dividir la ruta y consejos acerca de cómo preparar la mochila del peregrino.

Hoy tocaremos otros puntos que son igual de importantes que los anteriores, y que es imprescindible tener en cuenta para asegurarnos de disfrutar al máximo del viaje.

¿En qué época hacer el Camino de Santiago?
Como ya mencionamos en otra ocasión cuando nos preguntábamos cuándo hacer el Camino de Santiago, la época del año que elijamos se verá delimitada por varios factores, como pueden ser nuestra disponibilidad de tiempo, nuestra capacidad física y las condiciones meteorológicas.

Si bien en verano es cuando se suele disponer de más días libres para hacer un viaje, también es la temporada en la cual se hace más pesada la caminata. Por otro lado, en esta época hace el Camino mucha más gente, lo cual provoca que los albergues se saturen y que aparezcan las prisas por llegar, haciendo que se pierda un poco la magia del viaje. Probablemente las mejores estaciones para hacerlo sean primavera u otoño, que aunque se nos pueda “aguar” la ruta, hace menos calor y, por lo general, no hay problemas para conseguir plaza en los albergues.

Calzado y cuidado de los pies en el Camino de Santiago
Muchas de las personas que van a hacer el Camino de Santiago no dan a esta cuestión la importancia que se merece y esto puede ocasionarles muchas molestias (o incluso el tener que abandonar en mitad de la ruta). Hay que tener en cuenta que son precisamente nuestros pies quienes tendrán que aguantarnos hasta Santiago y es por eso que merecen una especial atención por parte del peregrino.

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La clave, por excesivamente simple u obvia que pueda parecer, es un buen calzado (en lo posible, que sujete bien el tobillo para evitar torceduras). En ningún caso habrá que utilizar zapatos nuevos, sino que hay que ir utilizándolos desde bastante tiempo antes para que se vayan amoldando a la forma de nuestro pie y evitar que luego nos hagan rozaduras. Además de los zapatos para caminar, conviene tener otro par cómodo para cuando llegamos al albergue.

Lo ideal es usarlos con medias que no tengan costuras, así como ponerse vaselina entre los dedos de los pies, para que no rocen entre sí y no salgan ampollas. Otros trucos para cuidar los pies del caminante pueden ser echarse alcohol de romero y dejar secar al aire (nunca ponerse las botas o zapatos con los pies húmedos) o remedios como crema de uvas. Hay que pensar que vamos a pasar varias horas al día caminando, y que es esta cantidad de horas la que hace que se sienta la diferencia en estos detalles. Siguiendo estos consejos y teniendo cuidado de no hacer esfuerzos excesivos en la caminata, se hace más fácil evitar a las principales enemigas del peregrino: las ampollas.

La salud del peregrino
Además de las ampollas, que son la principal causa de visitas al médico durante el Camino, pueden aparecer otros inconvenientes en nuestra salud que hagan más difícil las caminatas. Nos referimos a problemas como pueden ser una tendinitis o dolores musculares.

Para evitar que aparezcan dolores musculares, hay que prestar mucha atención al tema de programar las etapas del que hablábamos en la entrada anterior sobre la preparación del Camino. Debemos programar menos kilómetros para la primera jornada e ir aumentando el ritmo a medida que pasan los días. También es bueno calentar las articulaciones antes de empezar a caminar para reducir la probabilidad de una lesión.

Por otro lado, las tendinitis o las distensiones musculares, muchas veces pueden venir provocadas por las ampollas. Cuando salen estas tan odiadas hinchazones en los pies tendemos a caminar apoyando mal las articulaciones de manera inconsciente. Para facilitar la circulación, lo ideal es cubrir el pie con una venda elástica. Pero hay que tener la precaución de vendar el pie entero, desde la punta de los dedos, porque sino puede resultar contraproducente. Una buena pomada o pastillas antinflamatorias pueden ayudar también.

Y otro último consejo: en el botiquín conviene llevar sólo lo necesario para primeros auxilios (alcohol, desinfectante, paracetamol, vendas, esparadrapo y tijera, hilo y aguja para las ampollas). No vale la pena cargarnos más peso a cuestas para transportar cualquier otra cosa que podamos conseguir luego a lo largo del trayecto del Camino de Santiago en caso de necesitarla.

Fotos | Flickr de Jóvenes Verdes y Aline Tavernier
En Diario del Viajero | Guía del Camino de Santiago

https://www.diariodelviajero.com/espana/guia-del-camino-de-santiago-como-preparar-el-camino-ii
 
El Camino Francés (I)

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26 Mayo 2010 - Actualizado 27 Mayo 2010, 11:26
Victor Alonso


En Diario del Viajero continúamos trabajando en el especial de la Guía del Camino de Santiago para apoyaros y acompañaros de la mejor manera posible en vuestro peregrinar en el Año Santo 2010.

Trazando prácticamente una línea paralela con las costa del norte de España y partiendo de Saint Jean Pied de Port, el Camino Francés se dibuja entre historia y leyenda a lo largo de casi 800 kilómetros a imagen de la Vía Láctea que acompaña al peregrino desde el cielo, en esta ruta milenaria.

Se puede escribir sin lugar a dudas que el Camino Francés es el Camino de Santiago con mayor tradición histórica y el que sustenta un mayor reconocimiento internacionalmente. El trazado de esta vía en España y Francia está declarado por la UNESCO como Bien Patrimonio de la Humanidad.


Historia del Camino Francés

Su origen puede trazarse teniendo en cuenta las cuatro principales vías históricas de peregrinación que provienen del interior de Europa, las cuales finalizan en la pequeña villa de Ostabat, a pocos kilómetros de Saint Jean Pied de Port.

El itinerario de esta ruta a través del norte de la Penísula Ibérica fue fijado a fines del siglo XI, gracias a la labor constructiva y a la promoción de Sancho III el Mayor y Sancho Ramírez de Navarra y Aragón. Alfonso VI y sus sucesores en Castilla, León y Galicia, también aportaron su granito de arena.

Las vías más importantes de este itinerario en Francia y España fueron descritas, hacia el año 1135, en el Libro V del “Codex Calixtinus” ( texto fundamental del mundo jacobeo).

En esta joya bibliográfica de la Edad Media encontraremos las referencias históricas más precisas relativas al Camino Francés. Dicho texto se conserva en el Archivo de la catedral de Santiago: el “Liber Sancti Jacobi”, pero que es popularmente conocido por el nombre señalado en el párrafo anterior.

Se puede considerar al Libro V como una auténtica guía medieval de la peregrinación a Santiago. Encontraremos en la misma los tramos que debemos seguir en el camino, los santuarios que encontraremos, la comida, las fuentes para beber, las costumbres locales, etc...


Diferentes Rutas

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El Camino Francés tiene cuatro rutas en Francia, tres de ellas (París-Tours, Vézelay-Limoges y Le Puy-Conques) cruzan los Pirineos por Roncesvalles (Navarra), mientras que la cuarta (Arlés-Toulouse) lo hace por Somport y continúa hasta Jaca(tierras de Aragón).

Curiosamente el camino que nos lleva desde Jaca hasta Compostela, está jalonado de pueblos, localidades y pasos de montaña que llevan la denominación de "estrella" o "estela", como si el Camino de Santiago fuese una ruta estelar que debe terminar en un punto especial: el Campo de la Estrella, con el Monte de la Estrella y con el Santo de la Estrella.

Pero este y otros aspectos los trataremos en profundidad en la segunda parte de esta entrada. Con este primer acercamiento pretendemos colocar un marco que sostenga este camino, el cual según las estadísticas es el elegido por más del 85% de los peregrinos que deciden emprender el peregrinaje a Santiago de Compostela.

Imagen | Mapa Camino Francés, xosboedo En Diario del Viajero | Guía del Camino de Santiago

https://www.diariodelviajero.com/espana/guia-del-camino-de-santiago-el-camino-frances-i
 
El Camino Francés (II)

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Continúamos con nuestro peregrinar a través de la Guía del Camino de Santiago siguiendo la senda en este caso de la ruta más tradicional de todas: el Camino Francés.

Si bien el recorrido más popular que normalmente realizamos en España de este camino comienza en Roncesvalles, lo cierto es que es en este punto donde se unifican varios de sus ramales, pues el Camino Francés como su nombre indica nace en cuatro ciudades diferentes de Francia.

Cuatro ramales del Camino Francés
  • El Turonense: que desde Paris, venia por Orleans, Tours, Poitou, Poitiers, Saintes y Burdeos.
  • El Lemovicense: desde sta. Maria Magdalena de Vezelay, por Limoges, Perigueux, y Mont de Marsanhasta Ostabat. (desde Bélgica y Lorena)
  • El Podense: desde la basílica de Notre Dame de Le Puy, por Sainte Fe de Conques y Saint Pierre deMoissac,...
  • El que partía desde Arles.

Todas estas vías entraban y entran en España atravesando el maravillos paisaje atlántico que nos lleva a cruzar los Pirineos por Roncesvalles y/o Jaca. Todas las naciones europeas, entre ellas Francia, han aprovechado la red viaria romana apoyando la misma con nuevas construcciones conduciendo de este modo gracias a diferentes conexiones a los nuevos europeos a Compostela desde cada lugar y país y logrando poner fin al aislamiento de la Europa de la Alta Edad Media.

Todas las rutas que provienen de Francia se unirán en España en el Puente de la Reina y ya unificadas continuaran su periplo hasta Santiago.

El tramo central se sitúa en las tierras de Castilla León: Burgos, León, Ponferrada (con su imponente castillo Templario), ... Recorreremos las llanuras de cereales por las tierras palentinas antes de adentrarnos en las sierras y valles plagados de pequeñas poblaciones de Galicia.

Etapas del Camino

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Desde que el Camino Francés pisa suelo español dejando atras Jean Pied de Port tendremos por delante 31 etapas hasta postrarnos ante la Catedral de Santiago de Compostela. Pero aunque muchos darán por cuncluído su camino después de abrazar al Apóstol, lo cierto es que la tradición del Camino Francés señala que para completarlo deberemos realizar tres etapas más, deberemos partir desde Santiago hasta Finisterre.

Cuando nos encontremos ante la etapa número treinta y cuatro ya habremos atravesado Castrojeriz, Frómista, Carrión de los Condes, Sahagún, León, Astorga, Ponferrada, Villafranca del Bierzo, ... Atras quedará nuestra entrada en Galicia por la legendaria O Cebreiro, Triacastela, Samos, Sarria, Palas de Rey, Arzua y Arca.

Una vez visitada la tumba del Apóstol, los Peregrinos se dirigían a Finisterre y quemaban sus ropas, en señal de purificación, arrojando las cenizas al mar.

Finisterre, ejercía un enorme poder, por ser el “Fin de la Tierra” conocida, lugar donde el sol tragado por las aguas. Es el único camino de peregrinación, teniendo en cuenta el de Roma y Jerusalén que parte desde este (oriente) para llegar al oeste (occidente). Estas conotaciones guardan ciertos aspectos esotéricos que dejo a la libre comprensión de cada uno.

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Algunas de las etapas más pintorescas nos hacen recorrer por ejemplo los viñedos riojanos, en el camino que va desde Los Arcos a Logroño. Además en este tramo encontraremos una de las joyas arquitectónicas del camino Francés: la iglesia del Santo Sepulcro (S. XII), en Torres del Río

Otro lugar que recomendaría no perderse si recorréis este camino es Atapuerca. El pueblo lo que encontraréis la jornada 12 , entre San Juan de Ortega y Burgos. De forma guiada el peregrino podrá visitar el lugar donde el homo antecesor, hace ya 800.000 años, vivió en Europa.

Estos y muchos otros lugares de interés cultural y político se pueden encontrar a lo largo del camino francés, que por muchas razones es la ruta preferida de los que deciden peregrinar hacia Santiago. En cualquier caso en la Guía del Camino de Santiago que estamos realizando en Diario del Viajero tratará en otras entradas sobre las joyas arquitéctonicas y puntos más relevantes de este camino en particular.

Antes de finalizar me gustaría señalar un detalle que a muchos peregrinos preocupa. Para obetener la Compostelana y ser considerados “realmente” peregrinos es necesario o bien recorrer 100 km a pie o 200 km a caballo o bicicleta.

Imagen | aherrero, Stuart Frost, Jacd1974

https://www.diariodelviajero.com/espana/guia-del-camino-de-santiago-el-camino-frances-ii
 
Los perros ya reciben su Compostela al finalizar el Camino de Santiago
No tiene tanto que ver con los kilómetros que recorran como con la empatía y cuidado con los que tú los trates durante el peregrinaje


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Si hacen los mismos kilómetros que tú, ¿por qué no van a tener su Compostela? © Getty Images



Tiene su lógica: si ellos hacen los mismos kilómetros que un peregrino, ¿por qué no iban a recibir también su Compostela? Es más, ¿por qué no iban a poder ellos disponer de esa hermosa colección de sellos que es cada credencial? Esta idea lleva siendo una realidad desde marzo de 2018 cuando la Asociación Protectora de Animales do Camiño (APACA) hizo entrega de la primera Compostela.

“Nosotras tenemos una oficina en Santiago desde el año 2017, un centro administrativo para la organización de campañas. Como está en el Camino francés, los peregrinos, con o sin perro, entraban a pedirnos el sello, a curiosear o a informarnos de en qué situación habían visto a perros que se habían encontrado por el Camino. Uno de ellos, que venía con sus perros y trabaja también en una protectora, nos dio la idea de hacer una credencial para perros”, explica a Traveler.es Raquel Freiría, gerente y portavoz de APACA.


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A la hora de entregarla, se tiene en cuenta la buena praxis del dueño © Getty Images

Dicho y hecho. “En Semana Santa de 2018 se hizo el lanzamiento de la primera credencial canina y se dio la primera Compostela”. Y la idea parece que gustó, tanto como las casi 500 credenciales que vendieron el año pasado y las alrededor de 400 Compostelas que emitieron. Este 2019 ya coquetean con las 300 credenciales y superan las 120 Compostelas.




La credencial canina, el pasaporte que es necesario ir sellando a lo largo del Camino, puede adquirirse en diferentes puntos de distribución. La Compostela se entrega en el local que APACA tiene en la calle Fontiñas 27 (entrada a Santiago por el Camino francés) y para ello, más que los kilómetros que realice el perro, la asociación tiene en cuenta la buena praxis del peregrino, “que el dueño sea capaz de adaptar el Camino al perro y a sus necesidades”, indica Freiría, quien habla de empatía, organización y lógica.

“No es una carrera, hay que hacer el Camino de otra manera. Ir con el perro ayuda a empalizar, a reforzar vínculos, aprendes a conocerle mejor, te obliga a conectar, a estar más pendiente y más atento a las señales que nos manda el perro”, asegura Freiría quien considera que “no se puede decir que el Camino sea un lugar dogfriendly, pero sí que está camino de serlo”.

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Adapta el Camino a tu perro © Getty Images

Por ello, en su página web dan una serie de recomendaciones que van desde dedicar tiempo a preparar el viaje teniendo en cuenta la capacidad física del animal hasta qué es lo que hay que llevar en el botiquín, pasando por tener controlados los veterinarios que hay a lo largo de la ruta y los albergues que admiten perros, evitar las horas de máximo calor, cuidar de sus almohadillas, huir del asfalto, las vacunas que es necesario que lleve puestas u organizar sus comidas.




El precio de la credencial canina asciende a 3 euros y lo recaudado se destina a mantener activa esta iniciativa y a poner en marcha otras campañas. “Todo lo que hacemos, y en concreto la Compostela y la credencial canina, lo hacemos para fomentar el conocimiento y la divulgación; y reivindicar que los valores del Camino de Santiago se apliquen también a los animales porque son seres vivos”.

Y es que esta iniciativa es una más que se suma a las labores de rescate, cuidados, sensibilización, información, orientación, investigación, denuncia y reivindicación que desde APACA realizan tanto con la población local como con los peregrinos.

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Evita las horas de máximo calor y el asfalto © Getty Images

“Operamos, sobre todo, con el Ayuntamiento de Arzúa [A Coruña] que es con el que tenemos un convenio de trabajo para acogida y cuidado de animales. En el área asistencial, que es la recogida de animales abandonados o perdidos en el Camino, básicamente estamos operando en algunos ayuntamientos de la provincia de A Coruña, especialmente, en la zona del Camino francés. De ahí, vamos a irnos moviendo según vayan variando un poco los ayuntamientos y quieran que trabajemos en sus concellos”, describe Freiría.

Eso sí, deja claro que cuando habla de animales abandonados o perdidos en el Camino no se refiere a los peregrinos. “Peregrinos que abandonan a sus perros, a nosotras aquí nos consta cero”. Habla de los perros abandonados en la zona e insiste en subrayar que “el abandono no es más que una forma de maltrato, lo que la población ve en la calle: el perro cruzando la carretera, el perro que provoca un accidente… Hay muchos animales que están en las aldeas en situación de semiabandono y peor que el abandono, que están atados a una cadena o encerrados en zulos”.

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Tendrás que estar atento a todo lo que necesite © Getty Images

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El Camino que se saltó Paulo Coelho
La senda en Galicia es un tobogán de continuas subidas y bajadas que mantiene con vida multitud de aldeas
El Camino que se saltó Paulo Coelho
El monasterio de San Julián de Samos representa todo un retrato del poder que atesoró la Iglesia gallega (OSCAR CORRAL)



El mayor propagandista contemporáneo del camino de Santiago no llegó hasta el final. Cuando entró en 1986 en Galicia por O Cebreiro, tras hacer los 613 kilómetros que hay desde Saint Jean Pied de Port, Paulo Coelho decidió que ya había encontrado lo que buscaba. Este escritor brasileño, que tiene una calle con su nombre en Santiago, cuenta en su libro El peregrino de Compostela que tomó un autobús hasta la capital de Galicia.
Esa parte final del Camino, los 160 kilómetros que faltan desde O Cebreiro, es un trayecto que arranca con el descenso hasta Sarria que quienes vienen desde Francia suelen señalar como el tramo más bello de toda la ruta junto con el de los Pirineos.



Salgo desde Fonfría no muy temprano, tras tomármelo con calma, con los remordimientos por madrugar poco mitigados por la retranca del señor de la casa rural en la que he dormido. Anoche se reía de las prisas de los estadounidenses y coreanos que se quejaban de que los desayunos empezasen a las siete de la mañana, como si quisieran “irse por el barranco abajo”, pues es 20 de octubre y no amanece, en la medida que puede hacerlo en medio de la densa niebla, hasta cerca de las 9.
Tras una bajada espectacular, el Camino se divide en dos en Triacastela, de donde soy. La ruta directa hacia Sarria, por San Xil, ya la hice un par de veces, por lo que, aunque es preciosa, tomo la de Samos, por variar. Al pasar San Cristovo do Real en dirección a Renche no paro de sorprenderme. Primero me encuentro en una pared con dos señales de peligro por gallinas, mientras ellas deambulan a un lado del Camino, que poco después entra en el que acabó siendo el paraje que más me maravilló en todo mi trayecto, desde Ponferrada hasta mi casa en Compostela. El río Sarria, también llamado río Oribio, aporta la relajante banda sonora en medio del profundo bosque ancestral, de ensueño, aún más verde que amarillo pues aquí el otoño avanza despacio.



Tras una de esas subidas y bajadas que convierten la ruta francesa en Galicia en un tobogán que castiga los pies maltrechos de los caminantes, como el mío izquierdo, el fascista de la fascitis plantar, cada vez más protestón, aparece el imponente monasterio de Samos. Encajado entre las montañas y sin casi espacio para el pueblo, representa todo un retrato del poder que atesoró la Iglesia gallega.

En otoño, entre la masa de extranjeros, al caminante gallego lo reciben en las aldeas como algo casi exótico

En este convento benedictino se halla la intersección del Camino con la biografía del impulsor de su actual apogeo, pues aquí hizo de joven Manuel Fraga unos ejercicios espirituales que lo llevaron a desechar su vocación monacal en detrimento de la política, que impulsó su carrera en la dictadura. Como ministro de Información y Turismo de Franco, según cuenta en sus memorias, ya apostó por la señalización del itinerario. Pero fue tras su desembarco en la Xunta de 1989 cuando creó el Xacobeo, el proyecto de desarrollo turístico ante el año santo de 1993.



Aún se pueden ver en aldeas como Ligonde al Pelegrín, la mascota del Xacobeo, plan que constituye lo mejor del legado de Fraga, al sentar las bases de lo que en los últimos lustros, en la era de la globalización, los vuelos de bajo coste y de la moda del senderismo, se ha convertido en un fenómeno mundial. Pero el Xacobeo tiene también en Galicia su cara B, la de un considerable flujo de recursos destinados de paso a engrasar la maquinaria electoral, lo que le confiere una marcada orientación política, como ya se vislumbra ante las autonómicas del 2020, previas al año santo del 2021, el primero desde el 2010.
En Samos recibo una visita, que me permite mandar la mochila a Sarria en el coche escoba. Aunque no pesa mucho y ya me acostumbré a cargarla, se agradece ir más ligero. Al día siguiente, al dejar atrás Sarria por la hermosa subida de Barbadelo noto enseguida que hay mucha más gente, pues es el principal punto de salida, al estar a poco más de 100 kilómetros, la distancia mínima requerida para obtener la Compostela que acredita al peregrino. Éste es el eje de la masificación veraniega, lo que ha llevado a las asociaciones de amigos del Camino a pedir subir el mínimo a 300 kilómetros.



El Xacobeo es lo mejor del legado de Fraga y, también, una parte de la maquinaria electoral de la Xunta

La Ruta Jacobea mantiene con vida multitud de aldeas que habrían desaparecido y está llena de agradables terrazas para descansar, como la de O Mercadoiro, donde las camareras me reciben con alborozo al hablar en gallego. En Fonfría me dijeron que casi era una especie exótica. “Se ven pocos gallegos”, me comentó la dueña de un bar cerca de Melide.
Según el arzobispado, hasta el 30 de noviembre recogieron la Compostela 8.052 peregrinos de Galicia, la quinta comunidad en volumen. Pero este año baja a la octava posición si se calcula la tasa de los que hacen el Camino en función de la población, un ranking que encabezan Extremadura, Madrid, Andalucía y Valencia.

En octubre el Camino es todavía más internacional, con un 73% de extranjeros que se hace muy patente sobre el terreno. En los bosques bastantes llanos de después de Barbadelo me encuentro con una gran excursión de estudiantes de Bretaña, a los que sus profesores dan explicaciones itinerantes. Y entro en Portomarín con una familia de Tijuana. Tras dormir en Gonzar coincido con tres valencianos que hacen la ruta desde Sarria en cinco etapas de poco más de 20 kilómetros. Yo mantengo un ritmo de unos 30 al día, hasta llegar a Melide, donde decido partir en dos tramos de 25 los 50 que me faltan, pues el Camino maravilla pero también cansa bastante.

 
Mi pasión es viajar, pero todavia no encontré el lugar del mundo que me hiciera sentir tan bien como el día que llegué a Santiago y pude oir la misa del peregrino y recoger mi compostela.
Un camino dificil, a veces, pero dónde eres capaz de encontrarte a ti mismo y no sentir el cansancio hasta que te sientas al final del día , y al día siguiente te levantarás con más ganas de ver nuevos paisajes, nuevos pueblos y nuevas metas.
Pienso que el Camino de Santiago tiene una magia especial, eres tu el único que marca los tiempos y la forma de disfrutarlo, yo anduve etapas de 35 km. y otras de 20, pero disfrutando cada paso y cada monumento, montaña, ...todo lo que me apetecía, realmente es mi viaje mas satisfactorio, no fui a Finisterre, no tenía tiempo, pero esa etapa la tengo pendiente y espero poder hacerla.
La impresionante plaza do Obradoiro, y la Catedral, a pesar del cansancio que llevan acumulado tus piernas, es una gran recompensa.
Mi humilde consejo es que intenteis hacerlo, no hace falta que sea desde Francia, se puede hacer desde muchos sitios, solamente teneis que hacer 100 km. a pie (confirmarlo),creerme son pocos km., el Camino de Santiago engancha..
 
Cuando paseis por Asturias en ruta a Santiago, os recomiendo EL CAMINO DE SANTIAGO DEL INTERIOR, con excelentes Albergues, lleno de Historia y de Antiguos Cenobios, Palacios, y Minas Romanas.-
Que tengáaaais buen viaje.-
 
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