Para mí este hombre es igual de clasista que Peñafiel, solo que más cursi.Letizia, se acabaron los besos
El saludo de bienvenida cordial pero sin abrazos y besos o mejor dicho, sin ningún contacto físico, del Presidente de la República Francesa y la señora de Macron con SSMM los Reyeswww.elmundo.es
EL BLOG DE LA REINA LETIZIA
OpiniónLetizia, se acabaron los besosDomingo, 15 marzo 2020 - 02:30
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Los Reyes con el presidente Macron y Brigitte en el palacio del ElíseoGtresonline
El saludo de bienvenida cordial pero sin abrazos y besos o mejor dicho, sin ningún contacto físico, del Presidente de la República Francesa y la señora de Macron con SSMM los Reyes de España en el patio del parisiense Palacio del Eliseo, nos da una idea de lo que se avecina.
A partir de ahora se acabará la costumbre absurda de los dos besos de llegada y otros dos de despedida que si ya son innecesarios para la gente de a pie, más lo son para los políticos. No hay nada más cateto que ver a un presidente de gobierno, sea de derechas o rabiosamente de izquierdas, repartiendo besos no solo a las "miembras" de su gabinete sino a mujeres que conoce por primera vez.
Una de las buenas costumbres de Felipe González es que rara vez caía en ese error, dando la mano como se hace en todos los países anglosajones. Uno no se imagina a los castellanos de 10 Downing Street besuqueando a todas las mujeres en actos oficiales, aunque pensándolo bien, puede que Boris Johnson, tan transgresor él, lo haga.Doña Letizia saludando a Irene Montero con un beso el 6 de marzo, en el Centro Asociado de la UNED Madrid Escuelas Pías de Madrid, para presidir la mesa de trabajo de la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención de la Mujer Prostituida, donde fue informada de los fines y labores de la AsociaciónGtresonline
Un ejemplo de absurdidad serían los besos que SM la Reina le prodigó a Irene Montero cuando la ministra de Igualdad, infectada con el coronavirus -aunque entonces no lo sabía- le acompañó en su papel de ministra de jornada a un acto reciente. Esta claro que la consorte quería demostrarle lo democrática que era y que no le guardaba ningún rencor por los comentarios antimonárquicos que su pareja de la coleta y su partido han proferido en el pasado antes de convertirse en casta. Pero ese "beau geste" ha estado a punto de contagiarle el coronavirus y por ende al Jefe del Estado, a la Princesa de Asturias y a la Infanta Sofía.
Y ya que estamos, habría que adoptar el protocolo de la corte de los Windsor de llevar guantes en los actos oficiales, una costumbre muy arraigada en nuestro país en tiempos de don Alfonso XIII, que no recuperó la reina doña Sofía y que ha seguido doña Letizia. Da pánico ahora pensar en la transmisión de gérmenes que debe de haber en todos esos saludos multitudinarios del 12 de octubre, la Pascua Militar o la recepción al Cuerpo Diplomático acreditado en España
EL BLOG DE LA REINA
OpiniónLetizia, ya es primavera en Zarzuela
Martes, 25 febrero 2020 - 14:36
- CARLOS GARCÍA-CALVO
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Como ya he recordado en más de una ocasión, Valentina, esa fantasiosa couturière rusa afincada en Nueva York, dictaminó que los estampados deben nacer en la cintura, nunca cerca del cuello.
Si uno se lo piensa, esta es una teoría muy sensata, sobre todo de cara a las fotografías, ya que los dibujos del tejido pueden confundirse con el maquillaje, el peinado y las joyas de la mujer que los lleva. Una se la imagina diciéndolo con ese fuerte acento ruso que tan bien parodió Norma Shearer en la película Idiots Delight' de 1939 dirigida por Clarence Brown.
Doña Letizia no opina así, como hemos podido ver a lo largo de este año, sobre todo con respecto a los estampados florales. En muchas de sus apariciones públicas parecía un jardín en primavera, desde el vestido cortina Colefax & Fowler que llevó en Tokio, hasta el camisero de Hugo Boss del otro día, pasando por algo mas exótico, creo recordar que de Pertegaz antes de la llegada de Jorge Vázquez a la marca.
Sin embargo, a ella le funciona bien, por regla general. Eso ha ocurrido hoy, que ha estado espectacular con una blusa de flores ligeramente Liberty y un pantalón tobillero azul marino, dándole vuelta a la teoría de Valentina.
ADELANTARSE A LA TEMPORADA ES ELEGANTE
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Como dije en mi última crónica, a la Reina se la ve embellecida y revitalizada como consecuencia de sus dos últimos on the roads, y se notó especialmente hoy en que hasta esa melena larga que, por lo que se ve, se niega a cortar, estaba ahuecada y no se confundía con las flores del estampado.
Dulce Martínez de Hoz, una brasileña, musa de Madeleine Vionnet, que aparecía todos los años en las listas de las mujeres mejor vestidas del planeta y a la que André Malraux adoraba, dictaminaba que era elegante adelantarse a la temporada como ha hecho hoy SM con una blusa en floral print de lo más primaveral.
Esta semana, después de la inauguración de ARCO, la gran feria de arte contemporáneo, tendrá otro pequeño on the road en tierras gallegas esta vez, que es de esperar surta el mismo efecto embellecedor que los dos anteriores.
Letizia, ya es primavera en Zarzuela
Como ya he recordado en más de una ocasión, Valentina, esa fantasiosa couturière rusa afincada en Nueva York, dictaminó que los estampados deben nacer en la cintura, nunca cerca de
www.elmundo.esEs que eso de ir dándo besuqueos a todo quisqui para aparentar empatía y simpatía es cateto total, y encima muestra falsedad. Se los das a tu familia y a amigos. Pero como vemos la Leti y la de Podemos ( que quería enviarlos a la guillotina) dandose besuqueos, es de una hipocresía sublime. Cierto es que el "más preparao de todos los tiempos" está tan preparao que ni se enteró que metió en su casa la vulgaridad y ordinariez, casandose con la inútil. Se juntan los que son iguales.Letizia, se acabaron los besos
El saludo de bienvenida cordial pero sin abrazos y besos o mejor dicho, sin ningún contacto físico, del Presidente de la República Francesa y la señora de Macron con SSMM los Reyes
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OpiniónLetizia, se acabaron los besosDomingo, 15 marzo 2020 - 02:30
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Los Reyes con el presidente Macron y Brigitte en el palacio del ElíseoGtresonline
El saludo de bienvenida cordial pero sin abrazos y besos o mejor dicho, sin ningún contacto físico, del Presidente de la República Francesa y la señora de Macron con SSMM los Reyes de España en el patio del parisiense Palacio del Eliseo, nos da una idea de lo que se avecina.
A partir de ahora se acabará la costumbre absurda de los dos besos de llegada y otros dos de despedida que si ya son innecesarios para la gente de a pie, más lo son para los políticos. No hay nada más cateto que ver a un presidente de gobierno, sea de derechas o rabiosamente de izquierdas, repartiendo besos no solo a las "miembras" de su gabinete sino a mujeres que conoce por primera vez.
Una de las buenas costumbres de Felipe González es que rara vez caía en ese error, dando la mano como se hace en todos los países anglosajones. Uno no se imagina a los castellanos de 10 Downing Street besuqueando a todas las mujeres en actos oficiales, aunque pensándolo bien, puede que Boris Johnson, tan transgresor él, lo haga.Doña Letizia saludando a Irene Montero con un beso el 6 de marzo, en el Centro Asociado de la UNED Madrid Escuelas Pías de Madrid, para presidir la mesa de trabajo de la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención de la Mujer Prostituida, donde fue informada de los fines y labores de la AsociaciónGtresonline
Un ejemplo de absurdidad serían los besos que SM la Reina le prodigó a Irene Montero cuando la ministra de Igualdad, infectada con el coronavirus -aunque entonces no lo sabía- le acompañó en su papel de ministra de jornada a un acto reciente. Esta claro que la consorte quería demostrarle lo democrática que era y que no le guardaba ningún rencor por los comentarios antimonárquicos que su pareja de la coleta y su partido han proferido en el pasado antes de convertirse en casta. Pero ese "beau geste" ha estado a punto de contagiarle el coronavirus y por ende al Jefe del Estado, a la Princesa de Asturias y a la Infanta Sofía.
Y ya que estamos, habría que adoptar el protocolo de la corte de los Windsor de llevar guantes en los actos oficiales, una costumbre muy arraigada en nuestro país en tiempos de don Alfonso XIII, que no recuperó la reina doña Sofía y que ha seguido doña Letizia. Da pánico ahora pensar en la transmisión de gérmenes que debe de haber en todos esos saludos multitudinarios del 12 de octubre, la Pascua Militar o la recepción al Cuerpo Diplomático acreditado en España
Carlos, no te empeñes. El único protocolo que se lo impide es el de su madre.
Esta mujer debe estar llevando fatal este tema, con lo que le gusta tocar, agarrar, manosear, zarandear y sobar a todo pobre ser humano que se le pone en frenteLetizia, se acabaron los besos
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El saludo de bienvenida cordial pero sin abrazos y besos o mejor dicho, sin ningún contacto físico, del Presidente de la República Francesa y la señora de Macron con SSMM los Reyes de España en el patio del parisiense Palacio del Eliseo, nos da una idea de lo que se avecina.
A partir de ahora se acabará la costumbre absurda de los dos besos de llegada y otros dos de despedida que si ya son innecesarios para la gente de a pie, más lo son para los políticos. No hay nada más cateto que ver a un presidente de gobierno, sea de derechas o rabiosamente de izquierdas, repartiendo besos no solo a las "miembras" de su gabinete sino a mujeres que conoce por primera vez.
Una de las buenas costumbres de Felipe González es que rara vez caía en ese error, dando la mano como se hace en todos los países anglosajones. Uno no se imagina a los castellanos de 10 Downing Street besuqueando a todas las mujeres en actos oficiales, aunque pensándolo bien, puede que Boris Johnson, tan transgresor él, lo haga.Doña Letizia saludando a Irene Montero con un beso el 6 de marzo, en el Centro Asociado de la UNED Madrid Escuelas Pías de Madrid, para presidir la mesa de trabajo de la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención de la Mujer Prostituida, donde fue informada de los fines y labores de la AsociaciónGtresonline
Un ejemplo de absurdidad serían los besos que SM la Reina le prodigó a Irene Montero cuando la ministra de Igualdad, infectada con el coronavirus -aunque entonces no lo sabía- le acompañó en su papel de ministra de jornada a un acto reciente. Esta claro que la consorte quería demostrarle lo democrática que era y que no le guardaba ningún rencor por los comentarios antimonárquicos que su pareja de la coleta y su partido han proferido en el pasado antes de convertirse en casta. Pero ese "beau geste" ha estado a punto de contagiarle el coronavirus y por ende al Jefe del Estado, a la Princesa de Asturias y a la Infanta Sofía.
Y ya que estamos, habría que adoptar el protocolo de la corte de los Windsor de llevar guantes en los actos oficiales, una costumbre muy arraigada en nuestro país en tiempos de don Alfonso XIII, que no recuperó la reina doña Sofía y que ha seguido doña Letizia. Da pánico ahora pensar en la transmisión de gérmenes que debe de haber en todos esos saludos multitudinarios del 12 de octubre, la Pascua Militar o la recepción al Cuerpo Diplomático acreditado en España
