- Registrado
- 25 Sep 2017
- Mensajes
- 1.645
- Calificaciones
- 4.447
- Ubicación
- Aquí
¿A quién no le gustaría poder leer más, verdad? Tanto a los que leen mucho, como a los que leen poco y a los que no pueden leer nada porque las circunstancias no se lo permitan..., por eso se me ha ocurrido que podríamos ir llenando nuestro baúl particular de Cotilleando, entre todos, con el fragmento de un libro cualquiera. Uno que recordemos con especial cariño o aquél que nos arañó el corazón y conmovió hasta las entrañas. De esa forma (aunque haya días que no podamos abrir ni una página), sí que habremos leído un trocito de uno de los innumerables libros que pueblan este nuestro universo literario y que nos encantaría poder tener el tiempo de leer.
*
Las gentes tienen estrellas que no son las mismas.
Para unos, los que viajan, las estrellas son guías. Para otros, no son más que lucecitas. Para otros, que son sabios, son problemas. Para mi hombre de negocios, eran oro. Pero todas esas estrellas no hablan. Tú tendrás estrellas como nadie las ha tenido.
—¿Qué quieres decir?
—Cuando mires al cielo, por la noche, como yo habitaré en una de ellas, como yo reiré en una de ellas, será para ti como si rieran todas las estrellas. ¡Tú tendrás estrellas que saben reír!
Y volvió a reír.
—Y cuando te hayas consolado (siempre se encuentra consuelo) estarás contento de haberme conocido. Serás siempre mi amigo. Tendrás deseos de reír conmigo. Y abrirás a veces tu ventana, así... por placer... Y tus amigos se asombrarán al verte reír mirando el cielo. Entonces les dirás: "Sí, las estrellas siempre me hacen reír", y ellos te creerán loco. Te habré hecho una mala jugada...
Y volvió a reír.
—Será como si te hubiera dado en lugar de estrellas... un montón de cascabelitos que saben reír...
Y volvió a reír. Después se puso serio:
—Esta noche... ¿sabes? No vengas.
—No me separaré de ti.
—Parecerá que sufro... Parecerá un poco que me muero. Es así. No vengas a verlo, no vale la pena...
—No me separaré de ti...
De El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry
*
Las gentes tienen estrellas que no son las mismas.
Para unos, los que viajan, las estrellas son guías. Para otros, no son más que lucecitas. Para otros, que son sabios, son problemas. Para mi hombre de negocios, eran oro. Pero todas esas estrellas no hablan. Tú tendrás estrellas como nadie las ha tenido.
—¿Qué quieres decir?
—Cuando mires al cielo, por la noche, como yo habitaré en una de ellas, como yo reiré en una de ellas, será para ti como si rieran todas las estrellas. ¡Tú tendrás estrellas que saben reír!
Y volvió a reír.
—Y cuando te hayas consolado (siempre se encuentra consuelo) estarás contento de haberme conocido. Serás siempre mi amigo. Tendrás deseos de reír conmigo. Y abrirás a veces tu ventana, así... por placer... Y tus amigos se asombrarán al verte reír mirando el cielo. Entonces les dirás: "Sí, las estrellas siempre me hacen reír", y ellos te creerán loco. Te habré hecho una mala jugada...
Y volvió a reír.
—Será como si te hubiera dado en lugar de estrellas... un montón de cascabelitos que saben reír...
Y volvió a reír. Después se puso serio:
—Esta noche... ¿sabes? No vengas.
—No me separaré de ti.
—Parecerá que sufro... Parecerá un poco que me muero. Es así. No vengas a verlo, no vale la pena...
—No me separaré de ti...
De El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry