El baúl de los fragmentos perdidos

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¿A quién no le gustaría poder leer más, verdad? Tanto a los que leen mucho, como a los que leen poco y a los que no pueden leer nada porque las circunstancias no se lo permitan..., por eso se me ha ocurrido que podríamos ir llenando nuestro baúl particular de Cotilleando, entre todos, con el fragmento de un libro cualquiera. Uno que recordemos con especial cariño o aquél que nos arañó el corazón y conmovió hasta las entrañas. De esa forma (aunque haya días que no podamos abrir ni una página), sí que habremos leído un trocito de uno de los innumerables libros que pueblan este nuestro universo literario y que nos encantaría poder tener el tiempo de leer.
*
Las gentes tienen estrellas que no son las mismas.
Para unos, los que viajan, las estrellas son guías. Para otros, no son más que lucecitas. Para otros, que son sabios, son problemas. Para mi hombre de negocios, eran oro. Pero todas esas estrellas no hablan. Tú tendrás estrellas como nadie las ha tenido.
—¿Qué quieres decir?
—Cuando mires al cielo, por la noche, como yo habitaré en una de ellas, como yo reiré en una de ellas, será para ti como si rieran todas las estrellas. ¡Tú tendrás estrellas que saben reír!
Y volvió a reír.
—Y cuando te hayas consolado (siempre se encuentra consuelo) estarás contento de haberme conocido. Serás siempre mi amigo. Tendrás deseos de reír conmigo. Y abrirás a veces tu ventana, así... por placer... Y tus amigos se asombrarán al verte reír mirando el cielo. Entonces les dirás: "Sí, las estrellas siempre me hacen reír", y ellos te creerán loco. Te habré hecho una mala jugada...
Y volvió a reír.
—Será como si te hubiera dado en lugar de estrellas... un montón de cascabelitos que saben reír...
Y volvió a reír. Después se puso serio:
—Esta noche... ¿sabes? No vengas.
—No me separaré de ti.
—Parecerá que sufro... Parecerá un poco que me muero. Es así. No vengas a verlo, no vale la pena...
—No me separaré de ti...

De El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry
 
Mi saludo @Miss_Verdades has abierto las puertas del ensueño y de las vivencias escritas y venidas a la mente, como en "duermevela" en noche sin estrellas.
Enhorabuena.
Gracias, y buen sábado a tod@s, visitantes incluidos.
Serendi

Aquí va mi "granito de arena", compi.

"En Bierce, la evocación del horror se vuelve por primera vez no tanto la prescripción o la perversión de Poe y de Maupassant, como una atmósfera definida e inusitadamente precisa. Las palabras, tan sencillas que nos sentimos inclinados a atribuirlas a las limitaciones de un trabajo de encargo, adquieren un horror limpio, sin tour de force; en Maupassant, un compromiso nervioso del climax flagelado. Para Bierce, sencilla y sinceramente, el demonismo contiene en su atormentada muerte un medio legítimo y seguro para el final. Sin embargo, insiste constantemente en una táctica adecuación con la Naturaleza.

En La muerte del Halpin Frayser, las flores, el verdor, las ramas y hojas de los árboles, son elementos magníficamente colocados en contraste con la malignidad antinatural. El mundo de Bierce no es el mundo dorado de lo cotidiano, sino un mundo impregnado de misterio, de azul y de intensa obstinación de sueños. Sin embargo, curiosamente, la inhumanidad no está completamente ausente""

El Horror en la Literatura,
H.P. Lovecraft
Alianza Editorial (Libro de Bolsillo, 1002)
 
Cuenta una leyenda que vemos las cosas como somos y no como son, @Serendi. Gracias a ti, ser de luz, por tu granito y por tan lindas palabras. Será un placer compartir historias vividas a través de la lectura en este rinconcito.
Te saluda una lectora empedernida.

"Nunca te llevé a que madame Léonie te mirara la palma de la mano, a lo mejor tuve miedo de que leyera en tu mano alguna verdad sobre mi, porque fuiste siempre un espejo terrible, una espantosa maquina de repeticiones, y lo que llamamos amarnos fue quizá que yo estaba de pie delante de vos, con una flor amarilla en la mano, y vos sostenías dos velas verdes y el tiempo soplaba contra nuestras caras una lluvia de renuncias y despedidas y tickets de metro."

De Rayuela, de Julio Cortázar
 
Granito 2 @Miss_Verdades

""Para ganarme el pan, cada mañana voy al mercado donde se compran mentiras. Lleno de esperanza me pongo en la cola de los vendedores.""
Bertolt Brecht,

""No suelen coincidir los que trabajan en el mismo oficio, ni siquiera para divertirse pero las conversaciones acaban convirtiéndose en una conspiración contra el público.""
Adam Smith,

""Entre los humanos que han presenciado el saqueo de una ciudad o la desintegración de un pueblo no es infrecuente el deseo de escribir lo que se ha visto para los desconocidos que vendrán, o para las generaciones del más lejano futuro, o, si se prefiere para liberarse de los recuerdos. Alguien ha dicho que la muerte por cáncer de un ratón equivale a todo el saqueo de Roma por los godos.""
Ford Madox Ford,


"La Ciudad de las Redes. Retrato de Hollywood en los años 40."

Otto Friedrich.
Tusquets Ediciones (Ensayo)
1ª edición - febrero de 1991.
 
"Y este día en que pisé Castilla nuevamente fue el segundo de agosto del aNo de Nuestro SeNor Jesucristo mil cuatrocientos noventa y dos. Y me eché el saco a cuestas con una alegría un vigor que parecía como si me hubieran quitado de encima todas mis vejeces. Y me fui entrando por entre las casillas de los pescadores de aquel sitio de Ayamonte y me detuve a beber agua en una fuentecilla que a la parte de arriba queda. Y el agua era la más clara y dulce y fría que nunca catara, agua agradecida de mi retorno. Y allí vino una samaritana piadosa que vio mi manquedad a traerme una escudilla de ciertos peces adobados que yo comí con buenas hambres y ella me los miraba comer y preguntaba de dónde venía y yo le dije que del reino de Portugal y luego le pregunté si había por allí alguna casa de franciscanos pues traía un voto jurado que había de cumplir."

En Busca del Unicornio - Juan Eslava Galán.
 
"Hacía muchos años que —de Combray— todo lo que no era el teatro y el drama de mi acostar había dejado de existir para mí, cuando un día de invierno, al regresar a casa de mi madre —viendo que tenía frío— me propuso que, contra mi costumbre, tomara un poco de té. Al principio lo rechacé y —no sé por qué— después cambié de idea. Mandó a buscar uno de esos bizcochos, pequeños y rechonchos, llamados madeleines y que parecen moldeados en la acanalada valva de una vieira y, abrumado por aquel día sombrío y la perspectiva de un triste mañana, no tardé en llevarme a los labios una cucharada de té, en la que había dejado ablandarse un trozo de madeleine, pero en el preciso momento en el que tocó el paladar el sorbo mezclado con migas de bizcocho me estremecí, atento al extraordinario fenómeno que estaba experimentando. Me había invadido un placer delicioso, aislado, sin que tuviera yo idea de su causa. Al momento me habían vuelto indiferentes —como hace el amor— las vicisitudes de la vida, sus inofensivos desastres, su ilusoria brevedad, colmándome de una esencia preciosa: o, mejor dicho, esa esencia no estaba en mí sino que era yo. (...) ¿De dónde podía proceder aquel intenso alborozo? Yo sentía que estaba vinculado al gusto del té y del bizcocho, pero que lo superaba infinitamente, que no debía ser de la misma naturaleza. ¿De dónde venía? ¿Qué significaba? ¿Dónde aprehenderla? Bebí un segundo sorbo, en el que no encontré nada más que en el primero, y un tercero, que me aportó poco menos que el segundo. Más valía dejarlo: la virtud de la bebida parecía disminuir. Estaba claro que la verdad que yo buscaba no estaba en ella sino en mí. La había despertado, pero no la conocía, y no podía hacer otra cosa que repetir indefinidamente, cada vez con menor intensidad, aquel mismo testimonio que yo no sabía interpretar y que quería al menos poder solicitarle de nuevo y recuperar luego intacto, a mi disposición, mediante un esclarecimiento decisivo. Dejé la taza. Atendí a mi mente. A ella correspondía encontrar la verdad. Pero ¿cómo? Grave incertidumbre, todas las veces que la mente se siente sobrepasada por sí misma, cuando ella —la que busca— es al mismo tiempo el país obscuro en el que debe buscar y en el que de nada le servirá todo su bagaje. ¿Buscar? No sólo eso: crear. Está ante algo que no es aún y que sólo ella puede realizar y después hacer entrar en su luz".

Marcel Proust - En busca del tiempo perdido (Fragmento)
 
Anthony de Mello... libro: La Oración de la Rana... fragmento...

Una noche, mientras se hallaba en oración, el hermano Bruno se vio interrumpido por el croar de una rana.

Pero, al ver que todos sus esfuerzos por ignorar aquel sonido resultaban inútiles, se asomó a la ventana y gritó:
“¡Silencio! ¡Estoy rezando!”.
Y como el hermano Bruno era un santo, su orden fue obedecida de inmediato: todo ser viviente acalló su voz para crear un silencio que pudiera favorecer su oración.
Pero otro sonido vino entonces a perturbar a Bruno: una voz interior que decía: “Quizás a Dios le agrade tanto el croar de esa rana como el recitado de tus salmos...”
“¿Qué puede haber en el croar de una rana que resulte agradable a los oídos de Dios?”, fue la displicente respuesta de Bruno.
Pero la voz siguió hablando: “¿Por qué crees tú que inventó Dios el sonido?”.
Bruno decidió averiguar el porqué.
Se asomó de nuevo a la ventana y ordenó: “¡Canta!”
Y el rítmico croar de la rana volvió a llenar el aire, con el acompañamiento de todas las ranas del lugar.
Y cuando Bruno prestó atención al sonido, éste dejó de crisparle, porque descubrió que, si dejaba de resistirse a él, el croar de las ranas servía, de hecho, para enriquecer el silencio de la noche.
Y una vez descubierto esto, el corazón de Bruno se sintió en armonía con el universo, y por primera vez en su vida comprendió lo que significa orar.

Maravilloso hilo @Miss_Verdades, saludos y buen finde para tod@s
 
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He entrado en la barbería como de costumbre, con el placer que me da poder entrar fácilmente sin inhibición en las casas conocidas. Mi sensibilidad ante lo nuevo es angustiante: sólo estoy tranquilo donde ya he estado.

Al sentarme en la butaca he preguntado, porque me ha venido a la cabeza de casualidad, al mozo que me estaba poniendo al cuello un paño de lino fresco y limpio, cómo estaba su compañero de la butaca de la derecha, más viejo e ingenioso, que estaba enfermo. Se lo he preguntado sin que me pesara la necesidad de preguntárselo: se me ocurrió motivado por el sitio y el recuerdo. «Murió ayer», ha respondido la voz sin tono que estaba detrás del paño y de mí, y cuyos dedos se levantaban del último ajuste en la nuca, entre el cuello de la camisa y yo mismo. Todo mi buen humor irracional ha muerto de repente, como el barbero eternamente ausente de la butaca de al lado. El frío ha inundado todo cuanto pienso. No he dicho nada.

¡Nostalgia! La siento incluso de aquello que no ha sido nada para mí, debido a la angustia por la fuga del tiempo y a la enfermedad del misterio de la vida. Si dejo de ver las caras que veía habitualmente por mis calles de costumbre, me entristezco; y no han representado nada para mí, a no ser el símbolo de toda vida.
¿Aquel viejo insignificante de las polainas sucias, que se cruzaba frecuentemente conmigo a las nueve y media de la mañana? ¿El vendedor de lotería cojo que me molestaba inútilmente? ¿El vejete redondo y colorado con su puro a la puerta del estanco? ¿El dueño pálido del estanco? ¿Qué ha sido de todos ellos, que por haberlos visto una y otra vez, han formado parte de mi vida? También yo desapareceré de la Rua da Prata, de la Rua dos Douradores, de la Rua dos Fanqueiros. También yo –el alma que siente y piensa, el universo que soy–, sí, también yo seré mañana el que ha dejado de pasar por estas calles, el que otros evocarán vagamente con un «¿qué habrá sido de él». Y todo cuanto hago, todo cuanto siento, todo cuanto vivo, no será más que un transeúnte menos en la cotidianidad de las calles de una ciudad cualquiera."
 
Libro " La ignorancia " de Milan Kundera
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_ Qué haces aqui todavía?-No había mala intención en el tono de su voz,pero tampoco eres amable;Sylvie se impacientaba.
_ Y donde quieres que esté?_preguntö Irena.
_ Pues en tu tierra!
_ Es que no estoy en mi tierra?
Por supuesto no quería echarla de Francia,ni darle a entender que era extranjera indeseable.
_Ya me entiendes!
_Si,ya lo sé,pero olvidas que aquí tengo mi trabajo ,mi casa,mis hijas?
_Escuchame,conozco a Gustaf .Harà todo lo necesario para que puedas volver a tu país.
En cuanto a lo de tus hijas,no me vengas con historias. Ya llevan su propia vida!Dios mío ,Irena,lo que està ocurriendo en tu tierra es tan fascinante! En una situación así las cosas siempre acaban arreglándose .
_Pero, Sylvie,no se trata solo de las cosas practicas,de mi empleo y de mi casa.Vivo aquí desde hace veinte años.Es aquí donde tengo mi vida.

Gracias @Miss_Verdades por abrir este hilo...muy buena idea..(y)
Saludos
pilou12
 
En griego, “regreso” se dice nostos. Algos significa “sufrimiento”. La nostalgia es, pues, el sufrimiento causado por el deseo incumplido de regresar. La mayoría de los europeos puede emplear para esta noción fundamental una palabra de origen griego (nostalgia) y, además, otras palabras con raíces en la lengua nacional: en español decimos “añoranza”; en portugués, saudade. En cada lengua estas palabras poseen un matiz semántico distinto. Con frecuencia tan solo significan la tristeza causada por la imposibilidad de regresar a la propia tierra. Morriña del teruño. Morriña del hogar.

En inglés sería
homesickness, o en alemán Heimweh, o en holandés heimwee. Pero es una reducción espacial de esa gran noción. El islandés, una de las lenguas europeas másantigas, distingue claramente dos términos: söknudur: nostalgia en su sentido general; y heimfra: morriña del terruño. Los checos, al lado de una palabra “nostalgia” tomada del griego, tienen para la misma noción s propio sustantivo: stesk, y su propio verbo; una de las frases de amor checas más conmovedoras es styska se mi po tobe: “te añoro; ya no puedo soportar el dolor de tu ausencia”. En español, “añoranza” proviene del verbo “añorar”, que proviene a su vez del catalán enyorar, derivado del verbo latino ignorare (ignorar, no saber de algo). A la luz de esta etimología, la nostalgia se nos revela como el dolor de la ignorancia. Estás lejos, y no sé qué es de ti. Mi país queda lejos, y no sé qué ocurre en él.

Autor: Milan Kundera
Título original: L’Ignorance
 
«¿Cuántos “sacrificios” absurdos no hacemos todos al inmolar a la nada y al sueño tantas intenciones, tantos pensamientos, tanta generosidad? No estoy pensando en los “grandes asuntos”, como nuestra vida, en la que casi nunca hacemos nada perfecto, o nuestra “juventud”, que en vez de quemarla hasta la incandescencia final consumimos a fuego lento, sacrificando a la inanidad las más patéticas horas de amor, de desespero, de contemplación o de melancolía.

Pienso en algo más modesto: ciertas ideas que no desarrollamos, ciertos poemas que no escribimos. Hay días en que, por decirlo de algún modo, siento abrirse el cielo; tan claras se me aparecen las razones de ser del mundo y del hombre. Y, no obstante, esos días no se consumen de modo diferente a todos los demás. No conservo nada, no defino nada ni para mí ni para otro. Tengo entonces sensación de plenitud y la certeza de no dudar jamás de lo que acabo de conquistar y comprender. Pero eso pasa, se consume. Subsisten muy pocos “pensamientos” y muy vagos. ¡Cuántas horas felices he sacrificado a la inanidad! En lugar de definir, de precisar, de determinar las sutilezas, los detalles, me contento con algunas palabras anotadas con prisas en la página de un cuaderno, palabras que en ese instante de plenitud me parecen suficientes para “conservar” mi pensamiento, pero que, en realidad, jamás llegarán ni siquiera a recordármelo.»

«El vuelo mágico» (Siruela, 2017), Mircea Eliade

Gracias por este hilo @Miss_Verdades . Disfrutad del finde tod@s :):kiss:
 
"Cuando llegues –si tienes que llegar- entra sin hacer ruido. Usa tu propia llave. Di buenas tardes, di buenas noches y entra. Como quien ha salido a un recado, y regresa y ve la casa como estaba, y lo aprueba, y se sienta en el sillón más cómodo con un lento suspiro.

Abre cuando llegues, si quieres, la ventana a los sonidos cómplices de fuera, y a la luz, y a la favorable intemperie de la vida. El tiempo en que no te tuve dejará de existir cuando tu llegues. Todo será sencillo. Como una rosa recién cortada, se instalará el milagro entre nosotros.

No habrá nada que no quepa en mis manos cuando llegues. Tornasoladas nubes coronarán el techo de la alcoba. ¿Dónde están mis heridas?, me diré.
Pero escúchame bien. Llega para quedarte cuando llegues."


Del libro : El águila bicéfala de Antonio Gala (Fragmento de "Cuando tú llegues")
 
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