El Banco de España da por perdidos ya 60.000 mill de rescate a la banca.

El Banco Central Europeo aprieta el lazo sobre las cuentas bancarias
Septiembre 7, 2017 Europa
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El Banco Central Europeo (BCE), posiblemente la institución más poderosa y la menos responsable de la Unión Europea, parece que necesita más poder, según Daniele Nouy, presidenta del Consejo de supervisión del BCE. El principal de los nuevos poderes que busca es el poder impedir temporalmente que las personas retiren su dinero de sus cuentas de los bancos que están en peligro, incluso mediante transferencias electrónicas de fondos.

“En mi opinión … es necesaria la introducción de un poder de moratoria adecuado que tengan las autoridades para reaccionar con la flexibilidad necesaria, si la situación de un banco se deteriora rápidamente”, dijo Nouy a un miembro del Parlamento Europeo en una carta. “Dada la evolución potencialmente rápida de las crisis de liquidez, una herramienta de moratoria podría ser necesaria para asegurar que haya tiempo suficiente para garantizar una solución creíble”, dijo Nouy, añadiendo que el BCE pronto publicará una opinión sobre este tema.

El reciente colapso del Banco Popular de España y rescate del Monte dei Paschi di Siena, de Italia, dio más ímpetu a este nuevo impulso regulatorio que ha estado en silencio durante un tiempo.

A finales del año pasado, la Comisión Europea, la misma entidad que quiere imponer límites cada vez más draconianos al uso del dinero en efectivo en Europa, propuso dar a los supervisores bancarios la facultad de suspender algunas de las retiradas de depósitos y obligaciones de pago en circunstancias excepcionales.

Pero eso no fue suficiente para aplacar a los altos cargos de los banqueros centrales europeos. Si bien la propuesta de la Comisión excluiría los depósitos inferiores a 100.000 euros, que a todos los efectos están asegurados por sus respectivos gobiernos nacionales, la Junta de Solución Única ha advertido que cantidades significativas de efectivo podrían salir del banco si la moratoria fuera “excesivamente estrecha”.

Por lo tanto, si se aprueba la nueva propuesta -y dado que en su adopción implicará muy poco un proceso democrático, eso está más o menos garantizado- los pagos a los depositarios asegurados podrían ser suspendidos por cinco días laborables, según una propuesta recientemente revisada por Reuters . La congelación podría incluso extenderse hasta un máximo de 20 días en “circunstancias excepcionales”.

El BCE sabe que más bancos se derrumbarán, por lo que está tomando medidas preventivas ahora para asegurar que la próxima vez que un banco importante empiece a oscilar, puede descender y congelar los depósitos de sus clientes, asegurados o no. A cientos de millones de ciudadanos europeos desconocedores del asunto, el BCE está apretando silenciosamente un lazo alrededor de sus ahorros.

Fuente: DON QUIJONES, WOLF STREET

Visto en : Conjugando Adjetivos

Fuente:http://buscandolaverdad.es/2017/09/...-aprieta-el-lazo-sobre-las-cuentas-bancarias/
En manos de quien estamos?
 
Los sistemas bancarios rescatados que sí devolvieron el dinero

Según el último informe del Banco de España, los españoles no recuperaremos tres de cada cuatro euros del rescate bancario. Sin embargo, otros países, como Estados Unidos, Islandia o Bélgica sí lograron que sus sistemas financieros devolvieran el dinero prestado por las arcas públicas.

Los sistemas bancarios rescatados que sí devolvieron el dinero


XIRA VALDÉS VILLAZÓN
Madrid
24/11/2019 - 09:33 h. CET

La crisis desencadenada por la quiebra del banco de inversiones Lehmann Brothers el 15 de septiembre de 2008 puso en alerta a los sistemas financieros de todo el mundo, dando lugar a distintas respuestas a las quiebras bancarias que parecían cernirse -y se cernían- sobre decenas de bancos en todo el mundo. El resultado de esa crisis en España, lo ha cifrado recientemente el Banco de España en un informe: 65.725 millones de euros donados a la banca, 5.200 millones recuperados, casi 51.000 millones que parece ser que no volverán a los bolsillos de los españoles.

¿Había modelos alternativos?

La política de libre mercado característica del modelo político de Estados Unidos cambió -ligeramente- tras la quiebra de Lehman Brothers: la Reserva Federal (Fed) estaba dispuesta a apoyar al sector bancario, pero, como explica Juan Carlos Higueras, profesor de EAE Bussiness School, lo hizo a su modo. "La ayuda al sector financiero se cifró en 700.000 millones de dólares en varias fases, aunque la cuantía final ascendió, aproximadamente, a 630.000 millones", explica. Ocho meses después de la primera inyección, las entidades rescatadas comenzaron a reintegrar el dinero recibido y, en 2012 Obama ya explicaba triunfante que el Gobierno federal recibiría de vuelta “cada centavo”. "La diferencia es que en Europa se han dado préstamos, prácticamente, a fondo perdido y en Estados Unidos el Tesoro estadounidense -respaldado por el Congreso- invirtió como accionista, y luego fue vendiendo esas acciones", apunta Higueras. "Hoy, no es que se haya recuperado el dinero, es que las estimaciones apuntan a que se ha ganado entre 86.000 y 120.000 millones de dólares", concluye.



Islandia se convirtió -inmediatamente- en uno de los países más afectados por lo que había ocurrido al otro lado del Atlántico. En una economía donde el PIB no superaba los 13.000 millones de dólares, los bancos llegaron a alcanzar pasivos de 86.000 millones y, cuando el crédito mundial dejó de fluir, los tres grandes bancos islandeses -Kaupthing, Landsbanki Íslands y Glitnir- arrastraron a la economía a una profunda recesión. Además de los préstamos, Islandia se decantó por las nacionalizaciones, encarceló a los 36 banqueros responsables de la quiebra del sector, y recurrió al Fondo Monetario Internacional a quien pidió 2.100 millones de dólares (unos 1.875 millones de euros). Los ajustes realizados después -y una política monetaria que volvieron al país más competitivo, sobre todo en términos de turismo- permitió que Islandia devolviera en 2012 el primer tramo de ayuda casi un año antes de lo previsto, antelación que se mantuvo a la hora de devolver el préstamo completo. En 2015 la economía nórdica había recuperado los niveles precrisis. En 2016, el PIB crecía a un ritmo del 7,2% (muy por encima de sus vecinos europeos).

Bélgica no tuvo que pedir “rescate bancario” a las organizaciones internacionales, porque fue el propio Estado quien prestó los fondos a la banca. De los 27.400 millones de euros que inyectó para salvar a sus bancos, una década más tarde ya había recuperado 28.500 millones -1.100 millones más, en concepto de intereses- según los datos del 175º informe del Tribunal de Cuentas.


Por cierto.. ¿Alguien ha oído a los de VOX, PP, C's y PXXE algo en referencia a que los bancos deben devolver el dinero?

¿Tan entrampados andan con las entidades bancarias que no osan abrir la boca en ese sentido?
 
Los bancos sudan sangre antes de devolver tres pavos de una comisión mal cobrada, como para devolver esa pila de millones.
Vamos, ni se lo plantean. Y los partidos, tampoco. A ellos q les sigan condonando deudas.
Pero no podían haber exigido, a cambio del rescate, la obligatoriedad de poner todo el parque de vivienda embargado en alquiler social?
Ganan ellos, ganan las comunidades de vecinos xq sus majestades los bancos olvidan el detalle de abonar el recibo de la comunidad y gana la gente expoliada x la crisis.
Pero a quien le importa de gane un donadie?
 
El coste del rescate bancario entre 2008 y 2019 asciende a casi 87.000 millones de euros
Esta cifra sigue siendo una cifra provisional que no para de ascender

PorMaby Cabrera.3 de enero de 2021 22:00


El rescate bancario se cifró inicialmente en unos 60.000 millones de euros. Actualmente esa cifra sigue creciendo millón a millón, el proceso de salvamento dejó compromisos que hacen crecer esos 60.000 millones de valoración inicial.

Carlos Sánchez Mato, delegado del Área de Economía de Ayto de Madrid entre 2015 y 2019, ha realizado una actualización del gasto real al que asciende el rescate a los bancos. Sánchez Mato cifra en 87.000 millones la cifra del rescate entre 2008 y 2019. Esta cifra se ve incrementada día a día porque el dinero público invertido debe seguir apuntalando en la actualidad el sistema bancario.

Por ejemplo, la SAREB, más conocido popularmente como banco malo, supuso una inversión inicial de 2.192 millones de euros y además otros 7.512 millones de patrimonio neto negativo. Todo ese capital invertido se ha perdido. No solo por el quebranto producido por préstamos incobrables y suelos e inmuebles que se vendieron por debajo del precio que los compró el banco malo. A esto, se añadirían operaciones que únicamente han producido pérdidas.

Como la llevaba al cabo el 2 de agosto de 2013 por la SAREB. Aquella operación supuso la contratación de un derivado con un gasto de 922 millones de euros y podría suponernos un quebranto de otros 1.342 millones hasta 2023. Todo parece apuntar en esa dirección observando la evolución de los tipos de interés. La apuesta del Partido Popular ha resultado ser ruinosa.

El resultado tras la contratación de aquel derivado es que en 2019 SAREB tuvo unas pérdidas netas de 947 millones de euros. Si no hubiesen contratado el derivado, en 2019 SAREB nos habría costado a los españoles 577 millones de euros menos. Por tanto, el 61% del agujero del último año no sería debido a los excesos bancarios previos al rescate sino a la gestión del mismo realizada por el Partido Popular.
Ni mucho menos es el único quebranto que sigue aumentando con el paso del tiempo.

Gracias al Real Decreto De Guindos, actual presidente del BCE, los créditos fiscales se convirtieron en monetizables, es decir, en exigibles. BBVA, Santander y Sabadell son los grandes beneficiarios. Más de 41.000 millones garantizan el sector. BBVA, Santander y Sabadell acumulan 22.000 millones, el 53% de los créditos fiscales monetizables.

¿Pero qué es eso de los créditos fiscales monetizables? Fácil de explicar. Si tú trabajabas en 2019 y pagabas IRPF y perdiste el empleo en 2020, querrías que Hacienda te devolviera lo que abonaste en impuestos el año pasado. No puedes. Pero los bancos sí. Pueden reclamar que les devolvamos impuestos del pasado cuando vienen mal dadas. En tres años hemos abonado 2.918 millones de euros a los bancos en créditos monetizables. El banco Santander de nuevo es el gran beneficiado. Los créditos fiscales monetizables suponen el 22% del valor total de las entidades bancarias españolas. En 2013 se les lanzó un flotador de 50.000 millones.

Numerosas voces en aquel momento advirtieron de que esta posibilidad podía ocurrir. Avisaron de que el rescate a los bancos supondría un saco roto de inversión pública, pero el partido Popular decidió salvar a los bancos mientras miles y miles de familias fueron desahuciadas.

Para ellas no hubo aval. Para los bancos, sí.

Por último hay que destacar también el incremento “gota a gota” de los esquemas de protección de activos. Los esquemas de protección activos, son seguros contra pérdidas otorgados a favor de las entidades bancarias que se quedaron con las cajas de ahorro nacionalizadas. Estos han supuesto 12.684 millones de euros de pérdidas. Los créditos que han ido bien, han engrosado los beneficios de BBVA, Sabadell o Caixa. Los que han ido mal, los hemos pagado nosotros.

Por lo tanto, si únicamente tuviéramos en cuenta las inyecciones directas de capital a la banca estaríamos cometiendo un error a la hora de calcular el importe real del rescate. La utilización de diversos instrumentos, como los esquemas de protección activos o los créditos monetizables, hace que la cifra inicial no pare de aumentar.





¿La española, que nada de socialista ni obrera, del area económica Partido español Nadia Calviño no tiene nada que decir? Ah, que no se puede subir el 0,9% el SMI.

Y ya veremos que pasa con las pensiones....
 

Diez años de la cena secreta entre banqueros y un ministro que inició el mayor rescate de la historia de España​

6 de mayo de 2012. Noche. En la sede del Ministerio de Economía y Competitividad se reúnen el entonces ministro, Luis de Guindos, y los cuatro principales banqueros del país: Isidro Fainé (La Caixa), Francisco González (BBVA), Emilio Botín (Santander) y Rodrigo Rato (Bankia). Es su segundo encuentro en 48 horas para valorar la situación del sistema financiero español, en este caso centrado en Bankia. La entidad heredera de Caja Madrid y otra media docena de cajas se encuentra al borde del colapso y Rato intenta defender su plan para reflotar y sanear el grupo. Al término de la reunión, el que fuera responsable del “milagro económico” del PP asume la realidad y anuncia su dimisión. 72 horas más tarde se producía la nacionalización de Bankia, el mayor rescate financiero de la historia de España.

Esta cena en una noche de domingo –“un modesto tentempié”, según el relato de Guindos en sus memorias– protagonizó una parte del juicio sobre la salida a Bolsa de Bankia y todos los implicados –salvo Botín, por su fallecimiento– tuvieron que dar sus versiones de lo allí ocurrido. En ocasiones, estos relatos han chocado sobre lo que realmente se dijo en ella. Lo que se ha dado como hechos probados, que aparece en la sentencia del caso Bankia, es que dos días antes, el 4 de mayo, Guindos convocó a los cuatro banqueros citados en su Ministerio. El objetivo era informarles de que se iba a aprobar un Real Decreto que obligaría a hacer mayores provisiones en la banca para afrontar las pérdidas. Rato, en el transcurso del encuentro, pide otra reunión, en este caso para centrarla en Bankia.

En el mismo lugar y con los mismos presentes, pero cuarenta y ocho horas después, el que fuera vicepresidente del Gobierno defendió que el plan que había trazado para salvar a la entidad era suficiente y que no necesitaría más aportaciones por parte del fondo de rescate, el FROB. Todo ocurrió, según relató Rato, en “el despacho circular que está frente al despacho del ministro”. Según figura en la sentencia, “el señor ministro don Luis de Guindos, secundado por los presidentes del BBVA y Santander, señores González y Botín, consideró insuficiente el plan explicado por don Rodrigo de Rato, entendiendo que era necesario incrementar la cifra de ayudas públicas en una cuantía muy superior a los referidos 7.000 millones de euros, cercana a los 15.000 millones de euros, extremo que el señor Rato estimó inasumible y desproporcionado”. En ninguno de los dos encuentros estuvo presente Miguel Ángel Fernández Ordóñez, gobernador del Banco de España, el supervisor del sector bancario.

Rato defendió en el juicio que fue una “encerrona” y que a él lo “cesaron”. Pero aquí es donde empiezan las versiones contradictorias. Guindos aseguró que “había desconfianza en el plan, pero no se entró en cuestiones personales”, y apuntó que fue Rato el que le sugirió que dimitiría. González, del BBVA, reconoció que “le dije que lo mejor era que dimitiera porque no podría conseguir ese capital. El señor Botín estaba de acuerdo y el ministro creo que también”. Fainé, según esta versión y la que él mismo planteó en el juicio, no habría presionado para su salida y habría visto con mejores ojos el plan de Rato.

Fuera como fuere el nivel de presión que recibió Rato, aquella reunión inició una cuenta atrás de 72 horas que acabó con el anuncio de la nacionalización de BFA, la entidad matriz de Bankia. Al día siguiente de la reunión, el que fuera director del Fondo Monetario Internacional anunció públicamente su dimisión con un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Una dimisión de la que posteriormente se arrepintió, según reconoció Guindos en su intervención en el Congreso durante la comisión de investigación de la crisis financiera. “En ese momento sí le dije: usted dimite inmediatamente porque ya lo ha comunicado a la CNMV”, aseguró el hoy vicepresidente del BCE.

El día 9 de mayo fue un día intenso en la entidad. A las 13:00 horas Rato convocó un consejo de administración de Bankia, donde dimitió y propuso a José Ignacio Goirigolzarri para ponerse al frente del grupo. A las 18:30 horas, hizo lo propio en BFA, la matriz del banco. “En tal acto, todos los asistentes, consejeros de la entidad, mostraron su apoyo y efusivas felicitaciones a don Rodrigo de Rato por su actuación al frente de las entidades BFA y Bankia”, reza la sentencia del caso Bankia. A las 20 horas, el consejo, ya con Goirigolzarri en la presidencia, informa a la CNMV que prevé convertir en acciones las participaciones preferentes que tenía el FROB (el Estado).

Bankia ya había quedado nacionalizada. Sin embargo, unas semanas más tarde, el 25 de mayo, la nueva dirección del banco reconocías, tras haberse reformulado las cuentas, que la situación del banco precisaba de una mayor inyección de dinero público. La nueva petición fue de 19.000 millones.

Estos días se cumple, por tanto, una década de aquellas reuniones secretas en el Ministerio de Economía entre banqueros y de las jornadas posteriores que causaron un grave daño a las cuentas públicas. El juicio del caso Bankia dejó todo este proceso, que incluye la creación de Bankia, la salida a Bolsa y la reformulación de sus cuentas –pasando de ganancias a unas pérdidas millonarias–, sin responsables. Los 34 acusados, con Rodrigo Rato a la cabeza, quedaron absueltos y, judicialmente, el mayor rescate financiero de la historia de España ha quedado sin culpables. La Audiencia Nacional entendió que no cabía condenar a los acusados porque todo lo que se hizo contaba con el aval del Banco de España. Sin embargo, los supervisores no fueron juzgados.

¿Qué fue de quienes acudieron a aquella cita? Guindos dejó en 2018 el Gobierno y ahora es vicepresidente del Banco Central Europeo. González dimitió de la presidencia de BBVA en 2018, presionado por el escándalo de la supuesta contratación del excomisario Villarejo por parte del banco. Botín falleció en 2014. Rato ha protagonizado buena parte de la crónica judicial de los últimos años con casos como el de las tarjetas black, por el que cumplió dos años de prisión, y por el caso Bankia, donde fue absuelto; entre otras causas que siguen abiertas. Fainé es el único de aquellos banqueros que sigue siendo poderoso. Ya no desde la presidencia del banco, pero sí desde la Fundación LaCaixa, principal accionista de CaixaBank, que, precisamente, acabó absorbiendo hace un año a Bankia.

Una quinta parte del rescate​

Diez años después, el Estado sigue teniendo una patata caliente sobre la mesa, al igual que ocurre con la Sareb, el banco malo. En lo que respecta a Bankia, se inyectaron 24.000 millones (sumando las ayudas que recibió BMN, posteriormente absorbida). Solo una pequeña parte de aquel millonario rescate ha sido recuperada. De ese total hay que restar unos 1.100 millones que el Estado recibió en dividendos de Bankia en los años en los que fue su accionista mayoritario. Además, ya realizó dos desinversiones en el grupo bancario en 2014 y 2017, que se tradujeron en unos 1.300 y otros 800 millones. Se añaden otros 210 millones que ha recibido de dos dividendos como propietario del 16% de CaixaBank en el último año. Pese a todo, el importe pendiente de recuperar sigue, una década más tarde, por encima de los 20.000 millones.

La actual participación del Estado en CaixaBank, al igual que ocurría con el 61% que tenía en Bankia, no sirve para cubrir ese importe. Cuando en agosto de 2020 se anunció la fusión de ambas entidades, las acciones que tenía el FROB en el banco rescatado tenían un valor de 1.939 millones. Un año después de anunciarse el acuerdo, el paquete accionarial, entonces ya en el banco catalán, equivalía a unos 3.400 millones. A día de hoy, el 16% de CaixaBank cotiza en Bolsa con un valor de algo menos de 4.000 millones de euros. De este modo, el banco tendría que incrementar por cinco su valor bursátil para que el Estado recuperara el rescate, algo que se antoja muy difícil a día de hoy.

 

POLÍTICA

Banca española: diez años de un rescate sin devolver​


"Préstamo en condiciones muy favorables" lo llamó De Guindos, entonces ministro de Economía del Gobierno del PP de Rajoy y ahora vicepresidente del BCE.

Este jueves, 9 de junio de 2022, se cumplen diez años de aquel sábado 9 de junio de 2012 en el que el Gobierno del PP de Mariano Rajoy anunció que pediría una línea de ayudas de hasta 100.000 millones de euros para rescatar Bankia —banco que se encontraba intervenido (ya se sabe: privatización de beneficios y socialización de pérdidas) y en cuya Presidencia Rodrigo Rato (ministro de Economía del Ejecutivo del PP de José María Aznar) acababa de ser sustituido por José Ignacio Goirigolzarri— y otros bancos lastrados por su vinculación con la burbuja inmobiliaria.

"Préstamo en condiciones muy favorables" llamó Luis de Guindos, entonces ministro de Economía del Gobierno del PP de Rajoy y ahora vicepresidente del BCE —es decir número dos de Christine Lagarde en el banco central de la eurozona—, a aquel rescate bancario que llegó precedido de otras ayudas que el Estado, a través del FROB, había concedido a los bancos en 2010 y 2011; el propio rescate bancario supuso una tercera fase de ayudas del FROB, que en 2012 inyectó 41.333 millones de euros a nueve bancos, 17.959 de ellos a Bankia. Sumando las tres fases de ayudas, Bankia recibió 22.424 millones; Catalunya Banc, 12.052; NovaCaixaGalicia, 9.052; Banco de Valencia, 5.498; BMN, 1.645 millones; CEISS, 1.129; Caja3, 407; Banco Gallego, 245; Liberbank, 124 millones de euros...


No aparece en la lista, pero el banco más beneficiado es CaixaBank, que ha acabado absorbiendo no sólo a Bankia —que antes había absorbido a BMN— sino también al Banco de Valencia. Tampoco aparece en la lista, pero el segundo banco más beneficiado es el BBVA, que ha acabado absorbiendo a Catalunya Banc. El banco venezolano Banesco ha acabado absorbiendo a NovaCaixaGalicia, Unicaja ha acabado absorbiendo a CEISS y a Liberbank, Ibercaja ha acabado absorbiendo a Caja3, el Banco Sabadell ha acabado absorbiendo al Banco Gallego...

En 2012 "se nos escapó una entidad financiera, se nos escapó Banco Popular", diría Joaquín Almunia cuando se cumplieron cinco años —ahora se cumplen diez— de aquel rescate bancario. Aquel mismo año de 2017, el Banco Popular fue intervenido y vendido al Banco Santander por la cantidad simbólica de un euro. Almunia, ex secretario general del PSOE, era vicepresidente de la Comisión Europea cuando se produjo el rescate bancario de 2012, un tema en el que el Gobierno del PP de Rajoy contó con el apoyo del PSOE, que entonces tenía como secretario general a Alfredo Pérez Rubalcaba.

 
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