El asesinato de la viuda del presidente de la CAM

Pues este testimonio era fundamental pare esclarecer cuanto tardó en fallecer. Pero se ve que no se puede estimar.
Por lo menos nos han aclarado el misterio de por qué se levantó después de que la hubieran disparado

:rolleyes: Solo con una bola cristal se podría saber el tiempo exacto de resistencia y el por qué y el cómo se levantó ya en estado agónico.
That impossible.

A pesar que soy muy fan de Verdú y también creo sucedió lo que él afirma
 
¿Pudo sobrevivir Mari Carmen con dos tiros 45 minutos y ponerse de pie?
Los forenses han dibujado una montaña rusa de tiempos, horas y circunstancias de muy difícil encaje entre ellos. Los facultativos -cinco en total (dos del Instituto de Medicina Legal de Alicante, uno propuesto por la acusación particular y otros dos por la defensa- se han instalado en teorías antagónicas sobre los datos forenses que arrojó el asesinato.
Eso sí, las conclusiones de sus trabajos han partido de una misma base: la hora en la que se certificó la muerte de Mari Carmen Martínez, entre las 19.00 y las 19.05 horas del 9 de diciembre de 2016. Sus visiones han demostrado, una vez más, que todavía quedan muchos interrogantes sobre los contornos del crimen.
La hora en la que Mari Carmen Martínez fue tiroteada es vital pues dependiendo de minutos arriba o abajo, incluyen a Miguel López en la escena del crimen o no lo hacen.
La pregunta del millón continúa siendo si una persona con dos tiros en la cabeza puede permanecer sentada dentro de un coche y, pasados veinte minutos, reunir fuerzas para ponerse de pie, salir de él y apoyarse en el capó. Según los forenses de la defensa, no. Según los del IML y de los propuestos por la acusación particular, sí que es posible.
La sesión ha arrancado con los dos forenses del IML que realizaron la autopsia cuando mataron a la viuda del ex presidente de la CAM. Ambos profesionales han sido claros y concisos al afirmar que la muerte se produjo por un shock hipervolémico. Sobre la cuestión referente al tiempo de supervivencia desde que le dispararon, también han sido resolutivos: «En Medicina Legal no se pueden dar tiempos exactos.Hablar de minutos es absolutamente imposible». «Hay sujetos que pueden fallecer en dos semanas tras recibir un impacto de bala y otros, hacerlo en dos minutos», ha resuelto uno de estos peritos, quien ha defendido la legitimidad de su trabajo. Ellos fueron los únicos que practicaron la autopsia.
El forense propuesto por la acusación particular -Fernando Verdú- ha coincidido con sus dos colegas en cuanto al tiempo de supervivencia y ha descartado la asfixia como causa principal del fallecimiento. Así, ha respaldado el dossier que emitió y destacó que con las heridas de bala en la cabeza «puede haber una supervivencia de 45 minutos». «Nuestro cuerpo no es una máquina que funciona siempre igual y unas personas pueden perecer antes que otra, por sus condiciones, teniendo las mismas heridas», ha añadido. «Desde la medicina forense muchas veces no tenemos todas las respuestas», ha finalizado.
Por su parte, los dos peritos de la defensa de Miguel López - adscritos a la escuela de Medicina Legal y Forense de la Universidad Complutense de Madrid- se han posicionado en el lado opuesto. Después de recibir dos tiros en la cabeza, ha dicho uno de ellos, «hay un tiempo máximo de supervivencia de unos diez minutos», sembrando así las dudas sobre las horas establecidas por la Policía.

El asunto de los tiempos es clave en el proceso. Según consta en el sumario, la viuda del ex presidente de la CAM llegó al concesionario donde fue tiroteada y del que su hijo a las 18.25 y fue tiroteada minutos después, hacia las 18.30 horas. A las 18.55 la sitúan fuera del coche ensangrentada, momento en el que Emergencias recibe la llamada. La muerte se certificó entre las 19 y las 19.05 horas. Miguel se había marchado del concesionario a las 18.38 horas, con lo que según el informe presentado por su letrado y rubricado por los dos peritos no pudo ser el autor de los disparos.
Sin embargo, según el planteamiento de la acusación particular ejercida por Vicente Sala, sí. «Con un muy alto grado de probabilidad -el permitido por el estado actual de la ciencia- el momento de producción de las heridas se encuentra sensiblemente más cerca del momento en que la informada fue vista con vida y sin lesiones por última vez (18 horas y 25 minutos), que del momento en que fue encontrada con vida ya lesionada (18 horas y 52 minutos)», ha dicho ante el jurado.
Los forenses de la defensa han reproducido lo que concluyeron en su informe. «Una persona que tras dos disparos se encuentra ciega, con una importante hemorragia que no se podía frenar espontáneamente y padeciendo una asfixia por aspiración de sangre, lo que dio lugar, por esto último, a que no pudiera hablar ni gritar y además no pudiera desplazarse (por la ceguera) más que apoyándose en las estructuras del vehículo, primero dentro del mismo (donde se deduce que estuvo poco tiempo dada la escasez relativa de sangre) y posteriormente ya de pie, en el lado izquierdo del mismo».
 
El policía que dirigió la investigación del crimen de los Sala: "Si hubiera habido un sicario, lo habría enviado Miguel"
Duelo al sol entre el que fuera jefe de Homicidios de Alicante y el letrado de la defensa, Javier Sánchez-Vera, quien ha intentado deslegitimarle volviendo una y otra vez sobre el hecho de que no hay pruebas directas contra su cliente. Ni hay ADN, ni restos de pólvora, ni huellas ni tampoco ha aparecido el arma homicida. Sánchez-Vera poco más que ha venido a decir que el trabajo policial se construyó sobre pálpitos y lógicas alejadas del rigor que se le presupone a una investigación de esta envergadura.
Ajeno al posicionamiento del letrado, el inspector ha defendido las diligencias de su equipo con firmeza. Ha dejado claro que la muerte está muy alejada de la teoría del robo. Y ha ilustrado a la sala del por qué: «Para robar no se pegan dos tiros en la cabeza. No se remata con un segundo disparo.Lo que sucedió no casa con un robo. Fue una ejecución, no un intento de robo», ha dicho.
El inspector se ha pronunciado en estos términos en relación con la explicación que, ha recordado, le dio Miguel la noche del crimen y que, según dejó entrever, quiso desviar la atención. «Al llegar lo primero que nos dijo es que esa tarde habían estado dos ciudadanos árabes en el concesionario. Dijo que ese coche (en el que la víctima fue tiroteada) ya lo habían intentado robar. Por eso empezamos por ahí».
El inspector también ha expuesto la forma en la que le dieron los tiros a la fallecida para relacionar los hechos con Miguel y sacar la presencia de un sicario de la ecuación. «Los disparos no estaban bien dados. De hecho uno de ellos no era mortal. El trabajo no era de un profesional porque denotaban nerviosismo y ansiedad». Y después ha añadido que, en caso de que el asesinato hubiera respondido a un encargo, el acusado estaría detrás. «Si hubiera habido un sicario, lo habría enviado Miguel», ha dicho.
Según la investigación del grupo que dirigía, en el momento en el que Mari carmen Martínez fue tiroteada «es Miguel quien está con ella. Es la última persona que la vio con vida y quien le entregó las llaves del coche para que lo recogiera». «Es imposible explicar el crimen sin la participación de Miguel», ha sentenciado justo antes de exponer los indicios que lo convirtieron en el sospechoso número uno desde el inicio. «Para empezar tuvo el móvil inoperativo desde las 17.48 hasta las 18.48 (según la investigación la víctima recibió los tiros pasadas las 18.30) y tenía interés de estar acompañado cuando recibiera la noticia».
 
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¿Pudo sobrevivir Mari Carmen con dos tiros 45 minutos y ponerse de pie?
Los forenses han dibujado una montaña rusa de tiempos, horas y circunstancias de muy difícil encaje entre ellos. Los facultativos -cinco en total (dos del Instituto de Medicina Legal de Alicante, uno propuesto por la acusación particular y otros dos por la defensa- se han instalado en teorías antagónicas sobre los datos forenses que arrojó el asesinato.
Eso sí, las conclusiones de sus trabajos han partido de una misma base: la hora en la que se certificó la muerte de Mari Carmen Martínez, entre las 19.00 y las 19.05 horas del 9 de diciembre de 2016. Sus visiones han demostrado, una vez más, que todavía quedan muchos interrogantes sobre los contornos del crimen.
La hora en la que Mari Carmen Martínez fue tiroteada es vital pues dependiendo de minutos arriba o abajo, incluyen a Miguel López en la escena del crimen o no lo hacen.
La pregunta del millón continúa siendo si una persona con dos tiros en la cabeza puede permanecer sentada dentro de un coche y, pasados veinte minutos, reunir fuerzas para ponerse de pie, salir de él y apoyarse en el capó. Según los forenses de la defensa, no. Según los del IML y de los propuestos por la acusación particular, sí que es posible.
La sesión ha arrancado con los dos forenses del IML que realizaron la autopsia cuando mataron a la viuda del ex presidente de la CAM. Ambos profesionales han sido claros y concisos al afirmar que la muerte se produjo por un shock hipervolémico. Sobre la cuestión referente al tiempo de supervivencia desde que le dispararon, también han sido resolutivos: «En Medicina Legal no se pueden dar tiempos exactos.Hablar de minutos es absolutamente imposible». «Hay sujetos que pueden fallecer en dos semanas tras recibir un impacto de bala y otros, hacerlo en dos minutos», ha resuelto uno de estos peritos, quien ha defendido la legitimidad de su trabajo. Ellos fueron los únicos que practicaron la autopsia.
El forense propuesto por la acusación particular -Fernando Verdú- ha coincidido con sus dos colegas en cuanto al tiempo de supervivencia y ha descartado la asfixia como causa principal del fallecimiento. Así, ha respaldado el dossier que emitió y destacó que con las heridas de bala en la cabeza «puede haber una supervivencia de 45 minutos». «Nuestro cuerpo no es una máquina que funciona siempre igual y unas personas pueden perecer antes que otra, por sus condiciones, teniendo las mismas heridas», ha añadido. «Desde la medicina forense muchas veces no tenemos todas las respuestas», ha finalizado.
Por su parte, los dos peritos de la defensa de Miguel López - adscritos a la escuela de Medicina Legal y Forense de la Universidad Complutense de Madrid- se han posicionado en el lado opuesto. Después de recibir dos tiros en la cabeza, ha dicho uno de ellos, «hay un tiempo máximo de supervivencia de unos diez minutos», sembrando así las dudas sobre las horas establecidas por la Policía.

El asunto de los tiempos es clave en el proceso. Según consta en el sumario, la viuda del ex presidente de la CAM llegó al concesionario donde fue tiroteada y del que su hijo a las 18.25 y fue tiroteada minutos después, hacia las 18.30 horas. A las 18.55 la sitúan fuera del coche ensangrentada, momento en el que Emergencias recibe la llamada. La muerte se certificó entre las 19 y las 19.05 horas. Miguel se había marchado del concesionario a las 18.38 horas, con lo que según el informe presentado por su letrado y rubricado por los dos peritos no pudo ser el autor de los disparos.
Sin embargo, según el planteamiento de la acusación particular ejercida por Vicente Sala, sí. «Con un muy alto grado de probabilidad -el permitido por el estado actual de la ciencia- el momento de producción de las heridas se encuentra sensiblemente más cerca del momento en que la informada fue vista con vida y sin lesiones por última vez (18 horas y 25 minutos), que del momento en que fue encontrada con vida ya lesionada (18 horas y 52 minutos)», ha dicho ante el jurado.
Los forenses de la defensa han reproducido lo que concluyeron en su informe. «Una persona que tras dos disparos se encuentra ciega, con una importante hemorragia que no se podía frenar espontáneamente y padeciendo una asfixia por aspiración de sangre, lo que dio lugar, por esto último, a que no pudiera hablar ni gritar y además no pudiera desplazarse (por la ceguera) más que apoyándose en las estructuras del vehículo, primero dentro del mismo (donde se deduce que estuvo poco tiempo dada la escasez relativa de sangre) y posteriormente ya de pie, en el lado izquierdo del mismo».
Gracias prima!
Estupendo trabajo de informar y formar el hilo con las noticias (y)(y)

Estoy de acuerdo con la agonía larga de 35-45 mins.
 
Noemí Prado, forense del Instituto de Medicina Legal de Alicante, explicó que María del Carmen Martínez recibió dos disparos por arma de fuego en la cara, uno a corta distancia entre 30 y 70 centímetros y un segundo a quemarropa, que produjeron cuatro orificios dos de entrada y salida. Además, se encontró una hemorragia orbitaria y una quemadura en la muñeca. La forense indicó que plantearon como hipótesis para avalar la lentitud con la que se produjo la hemorragia, que se trataba de «una persona de edad que había recibido dos disparos en la cabeza y que se ha bajado del coche y se había mantenido apoyada en el vehículo un tiempo», una acción que no se puede hacer «rápidamente». También tienen en cuenta que cuando llega la atención de urgencias, la mujer «estaba consciente y agitada» y sostiene que aspiró sangre, «pero no la suficiente para provocar una asfixia». María del Carmen Martínez pudo desangrarse durante cerca de 45 minutos debido a un shock hemorrágico hipovolémico, según declaró ayer la forense del Instituto de Medicina Legal de Alicante, Noemí Prado

Fernando Verdú, catedrático de Medicina Legal de la Universitat de Valencia aportado por la acusación particular confirmó que su informe coincide 100% con el del instituto alicantino, que descarta la asfixia como causa de la muerte, y avala la teoría de que la víctima sufrió una hemorragia lenta que permitió impregnar la ropa, las alfombrillas y el exterior del vehículo. Pese a que afirmó que la medicina no tiene ninguna herramienta para establecer los tiempos, el forense considera, por los datos de la autopsia, que María del Carmen Martínez recibió los dos disparos «más cerca de las 18.25 horas, que de las 18.52 horas», lo que alargaría la agonía cerca de 45 minutos.

Sin embargo, los de la Escuela de Medicina Legal y Forense de la Universidad Complutense de Madrid aportados por la defensa, sostienen que la víctima murió asfixiada por su propio sangrado masivo y que tardó en morir entre 5 y 10 minutos después de recibir los disparos. Esta tesis exculparía a López del crimen porque las pruebas fotográficas establecen que dejó el concesionario a las 18.38 horas y los peritos establecen los disparos a las 18.55.
 
¿Aún cuando la víctima tenía ya una edad? Gracias de antemano, @Polimalo
Si. Aunque la edad y el peso son un factor condicionante a la supervivencia tampoco es algo 100% uniforme.
Es que además la defensa no presentó alguna patología que pueda respaldar un sagrado rapidísimo y abundante a lo inmediato, como la ingesta de Xarelto 40mg (rivaroxaban - Anticoagulante) por ejemplo, teniendo en cuenta que la victima consigue salir del coche y caminar.
En las autopsias tienes que detallar en CC las cantidad de sangre o coágulos que encuentras en la caja torácica, eso también puede ser una medida que indica velocidad del sangrado, pero NO se puede determinar por medio de fotógrafías como pretende la defensa.
Los forenses del IML estiman los 35-45 minutos basados en pruebas científicas sobre el cuerpo. Lo que sí no me cierra mucho es el uso de la palabra "consciencia" más bien es estado agónico.
Bueno, el Prof. Verdú si es una eminencia :LOL: y él tuvo acceso al informe y cuadro clínico completo.
 
:rolleyes: Solo con una bola cristal se podría saber el tiempo exacto de resistencia y el por qué y el cómo se levantó ya en estado agónico.
That impossible.

A pesar que soy muy fan de Verdú y también creo sucedió lo que él afirma

Parece que los únicos que discrepan son los forenses por parte de la defensa.
De Verdú también me fío mucho,pero sobre todo de los que hicieron la autopsia que son los que vieron el cuerpo y no fotografías y un informe.
 
NO se puede determinar por medio de fotógrafías como pretende la defensa.
Los forenses del IML estiman los 35-45 minutos basados en pruebas científicas sobre el cuerpo. Lo que sí no me cierra mucho es el uso de la palabra "consciencia" más bien es estado agónico.
(y)(y)(y)
 
Si los forenses lo dicen será así, pero es difícil entender para un profano que alguien con dos tiros en la cabeza pueda levantarse del asiento y sobrevivir tanto tiempo. Los suicidas se pegan un tiro en la cabeza porque es lo más rápido
 
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