El Arte de Talía.

Clásicos en compañía: Huéspedes de la Comedia
La Compañía Nacional de Teatro Clásico cede su espacio estas semanas a cuatro montajes privados
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SeguirJulio Bravo@juliobravo1963
Madrid
Actualizado:05/04/2019 01:09h

Se denomina «Clásicos en compañía». Es el ciclo que la Compañía Nacional de Teatro Clásico ha incluido en su programación y que acoge durante quince días cuatro montajes presentados por otros tantos conjuntos privados. Son, este primer año, «Desengaños amorosos», de Estival Producciones; «El lindo Don Diego», de Morboria Teatro;«Traidor» de Teatro Corsario;y «La estrella de Sevilla», de Teatro Clásico de Sevilla.

Abre el ciclo un delicioso montaje que vio la luz en el pasado Festival de Almagro: «Desengaños amorosos», una adaptación libre de las novelas de María de Zayas y Sotomayor realizada por Nando López. La función está dirigida por Ainhoa Amestoy e interpretada por Ernesto Arias, Manuel Moya, Lidia Navarro, Silvia de Pé y el músico David Velasco.

«¿Qué sucede cuando las mujeres del siglo XVII toman la palabra, trabajan por la igualdad y muestran su lado más fuerte y orgulloso? –se pregunta Ainhoa Amestoy–. ¿Y qué pasaría si nos atreviésemos a imitarlas y a desnudar nuestras emociones? Estas son algunas de las preguntas que nos plantea esta comedia, tanto ácida como reflexiva. Cuatro personajes acosados, rebeldes y solitarios se encontrarán en el escenario: dos mujeres y dos hombres que, víctimas de un encierro por causas ajenas a su voluntad, vagarán por pasillos y estancias, y tendrán que compartir secretos, enredos, deseos, literatura e incluso un crimen».

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«El lindo Don Diego» - ABC


La siguiente propuesta del ciclo es «El lindo Don Diego», probablemente la comedia más célebre de su autor, Agustín Moreto. Eva del Palacio firma la versión y la dirección del espectáculo, que cuenta como intérpretes con Fernando Aguado, Eva del Palacio, Virginia Sánchez, Diego Morales, Ana Belén Serrano, Jorge Corrales, Eduardo Tovar, Silvana Navas, Vicente Aguado, José del Palacio, Fernando Aguado y Miguel Barón.

Eva del Palacio define así este magnífico ejemplo de «comedia de figurón»:«Una hilarante y celebrada comedia escrita en 1654 y un retrato lleno de ironía sobre el narcisismo y la vanidad». La directora ha trasladado la acción a los años treinta del siglo XX y se desarrolla en el Morboria Club, un lugar de moda en la capital. «Si Moreto en el siglo XVII se sirvió de este Lindo para pintar un retrato lleno de ironía sobre la vanidad y el narcisismo –dice Eva del Palacio–, cuatro siglos después andan sueltos personajes reales mucho mas ridículos. Ese espejo deformante del que hablaba Valle Inclán, puesto hoy ante nuestros ojos, refleja una sociedad con una imagen mucho mas deformada , sórdida y enloquecida».

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«Traidor»
Teatro Corsario, una compañía concerca de cuatro décadas de trayectoria especializada en teatro clásico, da el salto al repertorio del siglo XIX y presenta «Traidor», una adaptación de «Traidor, inconfeso y mártir», de José Zorrilla, y que su autor consideraba la mejor de sus obras. Cuenta la historia de Gabriel Espinosa, un pastelero acusado de hacerse pasar por el Rey Sebastián de Portugal, al que se daba por muerto, y encabezar la rebelión contra Felipe II, el Rey español que ha ocupado Portugal. Jesús Peña es el autor de la versión y dirige a un reparto compuesto por Carlos Pinedo, Luis Miguel García, Blanca Izquierdo, Javier Bermejo, Víctor Cerezo, Teresa Lázaro y Borja Semprún.

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«La estrella de Sevilla»
El ciclo se cerrará con «La estrella de Sevilla», de Lope de Vega, que presenta Teatro Clásico de Sevilla bajo la dirección de uno de los mejores conocedores del género:Alfonso Zurro. De la obra dice que «es una de las tragedias referenciales de nuestro teatro del Siglo de Oro. Estamos ante una pieza contundente que narra unos supuestos sucesos históricos acaecidos en Sevilla donde el Rey Sancho el Bravo queda prendado por la belleza de Estrella Tavera. La desea, y todo su n es conseguirla cuanto antes, pasando por encima de quien se tercie. Un planteamiento donde frente al poder absoluto medieval aparece la concepción moderna del ciudadano. Porque los súbditos empiezan a exigir sus derechos ante las arbitrariedades despóticas de sus monarcas». El reparto está compuesto por Rebeca Torres, Manuel Monteagudo, Moncho Sánchez-Diezma, Pablo Gómez-Pando, Antonio Campos, Manuel Rodríguez y Alicia Moruno
https://www.abc.es/cultura/teatros/...a-huespedes-comedia-201904050109_noticia.html
 
'Clean City': ¿Quién limpia realmente nuestras calles?
  • JOSÉ LUIS ROMO
    @mr_lemmon
Jueves, 11 abril 2019 - 00:36
Los directores griegos Anestis Azas y Prodromos Tsinikoris estrenan en España una pieza en la que cinco empleadas del hogar inmigrantes dan testimonio de sus vivencias, un retrato de la crisis contado por quienes la sufren

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Las protagonistas de Clean City
Fredalyn Resurrección nació en Filipinas, allí estudió la carrera de arquitectura y, con 24 años, decidió recorrer los más de 9.800 kilómetros que separaban su hogar de Atenas en busca de nuevas oportunidades. Aún quedaban cuatro años para el estallido de la gran recesión, pero lo único que encontró fue un trabajo de interna en la parte alta de la ciudad, donde además cuidaba a una anciana. Su historia se parece a la de Grita, que era profesora universitaria en Albania y terminó fregando escaleras por un pequeño jornal.

Cuando la crisis se recrudeció en su país de acogida, el partido neonazi Amanecer Dorado instó a "limpiar las calles", a echar del país a emigrantes y gente marginal o problemática. A Konstantina Kuneva, una búlgara que defendía los derechos del colectivo de trabajadoras domésticas, llegaron a echarle ácido sulfúrico por la cara e incluso obligarla a bebérselo para acallar su voz el día anterior a la Nochebuena de 2008.

Estos acontecimientos hicieron que los directores helenos Anestis Azas y Prodromos Tsinikoris, fundadores del Escenario Experimental del Teatro Nacional de Grecia, comenzaran a preguntarse quiénes eran las personas que de verdad limpiaban las calles de su país. Así encontraron a Fredalyn y Grita, también a Rosita y Valentina. La primera vendía seguros en Albania y la segunda era cantante en Moldavia, ambas dejaron sus países para encontrar nuevas oportunidades y acabaron en el servicio doméstico, limpiando casas que no eran las suyas. Igual que la sudafricana Mabel Matshidiso, que estudió diseño de moda, y desde 1993 ejercía de ama de llaves: lava, cocina y limpia en un solo domicilio.

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Todas ellas protagonizan Clean City, una pieza de teatro documental que ha recorrido 55 ciudades en 15 países y que, ahora, llega a Madrid, donde se podrá ver en los Teatros del Canal hasta el sábado 13. "Quisimos dar una vuelta de tuerca a la retórica de Amanecer Dorado y conocer a las personas que estaban limpiando Grecia. Darle la voz a aquellos que habitualmente no la tienen y que no están en los medios. Al final, Clean City es un retrato de la Grecia actual desde el punto de vista de los extranjeros, del otro", explican ambos creadores. Pero, en realidad, su montaje va más allá de un retrato de su propio país, y supone una radiografía de la crisis a través de los eslabones más débiles y vulnerables de la sociedad.

Sobre el escenario, estas mujeres dan testimonio de su vida. Cuentan su sorpresa al descubrir que en Atenas había baños de mármol. "En mi país el mármol es muy caro". Fredalyn cuenta la decepción que se llevó al descubrir la nieve. "Toqué un copo y se fundió, en las películas no se funde". Se atreven incluso a cantar, y lo hacen con una vitalidad y un sentido del humor que desarma a los espectadores. "Cuando estrenamos esta producción en Atenas, la gente decía: 'Oh, otra vez vienen a hablarnos de la crisis'. Pero cuando vinieron a ver la función se dieron cuenta de que es una obra muy divertida, las protagonistas no son víctimas, y habla sobre la clase media griega que se ve lentamente desclasada".

Sin embargo, no en todas partes esta función es recibida igual. "En los países de los Balcanes, por ejemplo, la gente no se ríe, escuchan y les conmueve porque conocen la historia, tienen amigos o parientes que se fueron a Alemania o a Grecia o Francia a limpiar casas". ¿Y en los países más pudientes? "Supongo que se sienten un poco culpables: si tengo una mujer que limpia en casa y no sé ni su nombre, cuando vaya a la representación también voy a aplaudir y gritar bravo bravo", explican estos directores griegos, que ya habían abordado el tema de la inmigración en Thelemacus: should I stay, should I go?, donde hablaban de los griegos que en los años 60 emigraron a Alemania.

El propio Tsinikoris es descendiente de emigrantes. "Mi madre y mi abuela eran mujeres de la limpieza, soy hijo de gastarbeiter (trabajadores inmigrantes) que emigraron a Alemania, como los españoles, en los 60 y 70 ".

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Tanto él como a Anestis Azas observan con desolación el ascenso de la extrema derecha en el viejo continente. "Uno de los puntos cruciales que debemos afrontar es nuestro propio racismo, el modo en que vemos al otro. Este fenómeno del crecimiento de la retórica de extrema derecha, o el populismo, también se da en sociedades como las del centro o norte de Europa en las que no hay tantos emigrantes.Ellos también sienten temor a esa amenaza y son incluso más conservadores que países como Italia, España o Grecia que conviven a diario con el fenómeno de la emigración".

Por fortuna, algunas cosas sí han ido a mejor en esta historia. Hoy en día, Konstantina Kuneva pasea las cicatrices de su agresión en el Parlamento Europeo, donde es diputada por el partido Syriza y trabaja por los derechos de los trabajadores más débiles. "Ella ha visto muchas veces la obra y nos ha apoyado mucho. Nos invitó a viajar a Bruselas con ella", explican Azas y Tsinikoris.

Clean City También ha cambiado la vida de sus protagonistas. "Todas han ganado en autoestima, han podido conocer mucha gente", explican sus creadores. Quizás el caso más determinante sea el de la filipina Fredalyn Resurrección. Cuando la llamaron desde producción para ofrecerle un papel, ella pensaba que, en realidad, le estaban encargando un trabajo puntual de limpieza. "Me dijeron que llevara calzado cómodo y no entendía que no fuera para limpiar. La función me ha hecho sentir como si estuviera en Hollywood. Cada noche después de la función viene mucha gente a felicitarnos y a abrazarnos".

En una de las paradas de su gira internacional, en Bremen, Freda, como la llaman sus compañeras, conoció su novio, un alemán con el que piensa casarse. "Esto es un gran cambio, sin el teatro nunca le hubiera conocido".
https://www.elmundo.es/cultura/teatro/2019/04/11/5cadf786fc6c83403e8b4625.html
 
Cinco mujeres sin hogar gritan desde las tablas del teatro a los maltratadores que las empujaron a la calle

Desigualdad y pobreza

Mujereando es un proyecto teatral dirigido por una trabajadora social que ofrece un refugio seguro y un espacio de comprensión a mujeres que viven en las calles

"De las 47 mujeres que han pasado, las 47 han sido víctimas de violencia machista", explica Carmen Tamayo, que presenta este jueves la obra El quejío de una diosa en Matadero a las 20h hasta completar el aforo

Mónica Zas Marcos
10/04/2019 - 21:22h
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Parte del elenco de 'Mujereando'

Hace menos de un mes, a la salida del albergue municipal para personas sin hogar de Sevilla, a Rosa le esperaba su "último" maltratador. El hombre, a quien conoció viviendo en la calle, se abalanzó hacia ella al grito de "put*, te voy a matar". Esta vez le frenaron, pero ocho meses antes le propinó una paliza tan brutal que acabó entre rejas. Esta es la terrorífica realidad a la que Rosa se ve obligada a volver cada día en un espacio que muchos califican como "techo". Pero techo no es sinónimo de hogar, ni muchos menos de protección.

Paradójicamente, Rosa acabó en esa situación por huir de un matrimonio en el que el maltrato y la infidelidad eran su pan de cada día. No imaginaba que la vía de escape de aquella pesadilla pasaba por el infierno. Ya lleva ocho años en la calle, pero por primera vez su testimonio genera vítores en lugar de rechazo gracias al proyecto teatral Mujereando. Rosa es una de las cinco mujeres sin hogar que este jueves presentan la ficción sonora El quejío de una diosa en la Casa Reloj de Matadero, en Madrid, y en colaboración con RNE.

Después de cada representación, Rosa y sus compañeras deben volver al albergue o a las vías sevillanas a la espera de un hogar de verdad. Sin embargo, el teatro se ha convertido en algo más que un refugio esporádico, es la terapia psicológica que les ayuda a sobrellevar este doloroso regreso. Detrás de todo está Carmen Tamayo, una trabajadora social y titulada en arte dramático que ha conseguido salvar a 47 mujeres mezclando sus dos pasiones.

"La idea surgió porque me di cuenta de que no se estaba abordando el problema del sinhogarismo desde una perceptiva de género y, aunque el número de mujeres sin hogar es menor que el de hombres, la realidad que sufren ellas es mucho más dura", cuenta Tamayo a eldiario.es mientras se visten para ensayar.

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En España, según los últimos datos proporcionados por el INE (Instituto Nacional de Estadística), hay 4.500 mujeres indigentes y 18.400 hombres. Representan el 20% pero, además de a la exclusión y la pobreza, ellas se enfrentan a la violencia machista y sexual. "Todas las mujeres que han formado parte de Mujereando han sido víctimas de violencia machista, antes y después de llegar a la calle", asegura a Tamayo.

Desde 2013, por el proyecto han pasado 47 mujeres de distintas nacionalidades que residen actualmente en Sevilla. Más de la mitad han conseguido salir del sinhogarismo, pero otras muchas se ven forzadas a volver cada cierto tiempo a los albergues, a los cajeros o a los parques porque los recursos se acaban. Ese es el caso de África, que también forma parte del elenco de El quejío de una diosa.

"Me duelen muchísimo los prejuicios que la sociedad me lanza. A veces finjo que vivo otra realidad, que no estoy en la calle. Es muy duro que te digan que eres un parásito, una put* o una enganchada", explica en el documental Mujereando. Para Carmen, la suya es una de las historias más tremendas.

"Se separó de su marido maltratador y afrontó ella sola el pago de la hipoteca de la casa de ambos. Al poco tiempo le diagnosticaron cáncer y empezó con los tratamientos, más tarde perdió el trabajo y, cuando las facturas se empezaron a acumular, perdió también la casa porque la desahuciaron", cuenta. África tiene 50 años y lleva cuatro viviendo a la intemperie, pero en ocasiones consigue empleos temporales que le permiten alquilar habitaciones en pisos compartidos hasta que se le acaban los ahorros.


Encontrar trabajo es la principal cruzada de estas mujeres y a la vez la más complicada. "Son personas sin formación y muchas de ellas están en una etapa de edad vulnerable porque sobrepasan la cuarentena y las empresas no las quieren contratar", explica la trabajadora social.

Otras veces, directamente están impedidas por culpa de las brutales palizas que han recibido de sus maltratadores a lo largo de diversas relaciones tóxicas. La veterana del grupo, Charo, de 63 años, lleva cuatro en la calle después de haber abandonado a su marido. "Le han tenido que intervenir siete veces de la columna por culpa de sus golpes y ahora no puede trabajar, está a la espera de cobrar una prestación", describe Tamayo. La policía encontró a Charo inconsciente el primer día durmiendo debajo de unos carros de la compra. Se había intentado su***dar con un bote de pastillas.

También lo intentó Tamara, de 29 años, la más joven de la compañía. "Lleva desde los 20 huida de su pueblo y de una familia desestructurada. Conoció a un hombre en la calle, tuvo un hijo y se lo dejó a sus padres para que la criatura sobreviviese", dice la directora teatral. Aunque la desprotección al aire libre es absoluta, muchas veces los depredadores se encuentran también en los albergues mixtos y en los comedores a los que acuden.

"Todas ellas han intentado cometer su***dio en alguna ocasión. El ambiente del albergue es tan hostil como el de la calle. Allí no tienen protección, son poco más que un número. En ocasiones ni denuncian a sus agresores porque los tienen que ver constantemente", se lamenta Tamayo, y "por eso es tan importante el trabajo emocional que hacemos aquí. El teatro es sanador, ellas dicen que las reconstruye", continúa. "Cuando tienes algo dentro que te estrangula el alma y consigues verbalizarlo, has dado un gran paso".

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La quinta y última integrante de Mujereando es Macarena, quien sin embargo no cumple con la condición del sinhogarismo. Esta treinteañera trabaja como teleoperadora, tiene familia y una casa -no exento de complicaciones- a la que regresar después de cada ensayo o representación.

"Me pareció interesante tenerla porque, debido a los horarios estrictos de las instituciones, las mujeres sin hogar rompen todo tipo de lazo social y solo se relacionan entre ellas, y así lo hacen también con alguien que lleva una vida normalizada", explica Tamayo.

Después de haber conseguido aplausos desde el mundo cultural por el proyecto, dirigido un documental y participado en actos por toda la geografía española como el de este jueves en colaboración con RNE, la directora de El quejío de una diosa tiene claro el siguiente objetivo: conseguir un hogar para las cuatro mujeres de su proyecto. "Ya lo he hablado con el Ayuntamiento de Sevilla pero todavía no hay respuesta. Me hicieron un homenaje hace poco por Mujereando, pero yo no quiero homenajes ni flores ni placas, yo lo que quiero es un piso para ellas", aclara.

Mientras esperan, estas diosas piden que "las cuiden, las escuchen y las amen". Por primera vez, nadie las anula ni les dice que no valen para nada. No agitan billetes delante de su cara a cambio de favores sexuales ni las intentan agredir en su intimidad. Las aplauden, lloran con ellas y son protagonistas de su propia historia. Una que se cuenta a gritos porque esa es la única manera de hacerse escuchar en una sociedad aporafóbica.

Reportaje al completo incluyendo video:
https://www.eldiario.es/cultura/teatro/mujeres-sin-hogar-maltratadores-calle_0_887162090.html
 
Banderas selecciona el elenco de «diamantes» que cumplirá su sueño teatral
Esta semana se ha configurado el reparto de «A Chorus Line», la obra que elevará el telón del Teatro del Soho Caixabank a mediados de octubre
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@JJMadueno
Málaga
Actualizado:14/04/2019 00:58h

En la puerta de la sala de audiciones de la Escuela Superior de Artes Gráficas de Málaga, Antonio Banderas conversa con dos jóvenes artistas que se despiden tras hacer las pruebas para «A Chorus Line», la obra que subirá el telón del Teatro del Soho Caixabank de Málaga a mediados de octubre. Les desea suerte y les aconseja para el futuro. El actor dice que tienen que valorar todo lo que han visto durante estos días, los abraza, da las gracias y se despide explicándoles que el nuevo teatro tendrá un «banco de artistas» en el que están incluidos para obras futuras, aunque no logren entrar en este primer montaje.

Son dos de los 48 chicos que han participado en la selección final para este musical esta semana. Sólo 20 serán seleccionados, a los que se suman 7 ó 8 suplentes. «Ellos son los que más van trabajar, porque se tienen que preparar tres o cuatro papeles. Trabajarán por la noche en la actuación, pero también durante el día para preparar más registros», afirma el actor, que dice que luego estarán los descartes, que seguirán en cartera para lo que haga falta. «Al resto ya les conocemos y los llamaremos para otras obras», asegura un Antonio Banderas sorprendido por el talento que ha tenido que valorar.

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Diana Bonafau fue probada en varios papeles- F. Silva
Al acabar, salió de la sala, donde le esperaban todos los chicos, para darle una ovación que le saltó las lágrimas. «Ha sido como ir hallando diamantes por el campo», remarca el actor, que narra la historia de una chica de 20 años «que es un escándalo» bailando y en la que tiene esperanzas de ver una estrella futura. «La seleccionaremos como suplente, bailará en la primera coreografía y luego la tendremos aprendiendo, para quitarle la timidez y sacar lo mejor. La vamos a entrenar, porque en dos o tres años será una superestrella», afirma Banderas.



El actor reconoce que la idea era escoger a los mejores y las vacantes suplirlas con artistas de musical traídos de Estados Unido. «No ha hecho falta. El reparto va a ser todo seleccionado en España por el gran talento que tenemos», afirma Banderas, que con el equipo de dirección no sólo ha valorado, sino integrado a los chicos en el espíritu del musical, que narra el montaje de una obra de teatro. «Es una audición frente al público», asevera el intérprete, que reconoce que la selección le sirve para preparar su papel de Zach, el director de la obra.

Las pruebas eran un baile jazz y un ballet. «Ahí veíamos quién sabía bailar y se hacía el primer descarte». A los que pasaban les tocaba cantar. Se les veía los registros y se les dio el personaje con su historia, porque son personas reales dramatizadas. Conocieron su vida y la última prueba era ya con los papeles asignados y afinados al piano, aconsejados por la dirección y pulidos para dar lo mejor de cada uno. Incluso se los ha llevado a cenar en Málaga para conocerlos mejor personalmente.

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Daniel Delyon llegó desde Francia para hacer las audiciones - F. Silva
Diez años lleva probando en diferentes «castings» Daniel Delyon, que llegó de Francia para participar en la obra. «Mi personaje es Richi, un chico que se siente orgulloso de ser negro, es muy irónico y se reivindica frente al racismo», señala este artista, que tiene la esperanza de ser seleccionado porque quiere seguir mejorando junto a Antonio Banderas. «Es una persona que te hace sentirte cómodo cuando está trabajando», añade el artista.

«Nos hemos sentido respetados en nuestro esfuerzo y se nos ha tratado con mucho cariño. Es la experiencia más grande de mi vida», dice entre lágrimas de emoción Diana Bonafau, que llegó desde Logroño para demostrarse que puede trabajar en un musical y a la que han probado en varios personajes.

Con el reparto de actores asignado, el sueño de Banderas de ver alzarse el telón está más cerca. «Estaré en escena abstraído de todo, pero el momento será cuando termine la obra», reconoce el actor, que dice que será el instante en el que sea consciente de lo conseguido. «Ya soñaba con tener un teatro en los años 70. Es el sueño de mi vida», abunda Banderas, que define al teatro como «la mujer que siempre le ha querido mucho y ha abandonado», antes de confesar que su época profesional más feliz en Estados Unidos fue el año de «Nine» sobre las tablas de Broadway.
https://sevilla.abc.es/andalucia/ma...plira-sueno-teatral-201904140058_noticia.html
 
Carme Portaceli: «Me fijo en las mujeres porque no lo hace nadie»
La primera y única directora del Teatro Español busca visibilizar a las mujeres.
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SeguirJosefina G. Stegmann@jgstegmann
MADRID Actualizado:15/04/2019 01:51h
1 Teresa Helbig: «La conciliación no existe. Sin ayuda es imposible sentirte realizada»

Carme Portaceli es feminista «desde siempre». La fuerza que ha cobrado la defensa de la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer no la pilla a esta dramaturga y directora de teatro de nuevas. Portaceli, que ha dirigido más de 70 obras (hasta ella ha perdido la cuenta) se puso al frente del Teatro Español en 2016 y desde este lugar tan visible se propuso defender la «paridad absoluta». «Es una las banderas de mi programa», explica. Esta valenciana de 62 años escoge las obras teniendo en cuenta la excelencia, aunque siempre y cuando en ellas haya la misma cantidad de hombres que de mujeres. Para ella, «el problema de las mujeres es la falta de oportunidades, no de talento, no tenemos la misma visibilidad». Por ello, asegura que no hace un teatro feminista sino que defiende «una óptica» diferente en la que la mujer se vea

—¿Qué se siente al estar al frente del teatro más antiguo de Europa?

—Siento una gran satisfacción; siempre digo como chiste que soy la primera mujer que dirige desde 1583, un hito importante. Estar al frente normaliza la situación de la mujer, yo soy una directora que hace muchos años que trabajo dando oportunidades a las mujeres. Entré al Teatro Español con el 28% de ocupación y una las banderas de mi programa ha sido desde entonces la paridad absoluta porque pienso que el problema de las mujeres es la falta de oportunidades, no de talento; no tenemos la misma visibilidad. Con esa paridad, aumentamos la ocupación a un 67% y al año siguiente, la duplicamos. Esto explica que ni las mujeres bajamos el cómputo de ocupación ni nada de eso.



—¿Cómo se hace para pensar en la paridad y, a la vez, no olvidar la calidad de lo que se programa, es decir, no hay que priorizar la excelencia antes que contar el número de mujeres y hombres?

—Se tiene en cuenta la excelencia pero también que haya la misma cantidad de hombres y mujeres. Es que tiene que ser así, luego cuando se normalice no será tan importante pero hoy por hoy lo veo necesario. Es más, el incumplimiento de la Ley de Igualdad debería estar penalizado, como lo está el exceso de velocidad. Como personas civilizadas que somos tenemos que cumplir.

—¿Si se le presentara una obra magnífica solo hecha por hombres la descartaría?

—No, siempre que ideológicamente no sea delesnable. Me fijo en las mujeres porque no lo hace nadie. Hay escritoras buenas, directoras buenas, solo hay que buscarlas, porque no se ven. Pero tengo hombres en mi progamación y en mis equipos artísticos sin los que no me gustaría hacer una obra porque es gente que me acompaña en un camino de búsqueda.

—¿El teatro en España ha permitido a las mujeres actuar, no como el teatro isabelino, por ejemplo, donde los hombres hacían de mujeres. ¿Ve necesario aún así defender el lugar de la mujer?

—Sí que han podido actuar, en el mundo de la interpretación han tenido voz y voto pero siempre lo han hecho bajo una óptica masculina, cumpliendo un rol que es el de «hembra». Pero en los otros roles no se nos ha dejado nunca existir.

—¿Le costó llegar hasta la dirección el Español o le pusieron trabas por ser mujer?

—No. Me presenté a algunos concursos y dos no salieron y uno sí. No hay más.

—¿Y llegar a ser directora de escena?

—En ese caso sí. Creo que llevo más de 70 obras obras dirigidas y he hecho cosas bien, mal y regular. Pero siempre se han tenido en cuenta la que están mal. Y eso con las mujeres pasa mucho. Hay una frase de Margaret Mead que dice: «Hagan lo que hagan los varones, aunque sea vestir muñecos para una ceremonia, parece dotado del máximo valor». Ellos ocupan mucho espacio y cuando hacen algo bien es lo mejor, entre ellos se admiran, se fascinan, pero nosotras siempre hemos sido el patito feo, lo que no servía para nada. No hemos sido nunca valoradas. Eso, aunque no sea ahora así, subyace.

—¿Cómo se hace para estar al mando de un teatro tan importante?

—Mandar tiene dos vertientes: organizar y controlar que cada persona haga lo que le corresponde. No se trata de pegar golpes en la mesa y que la gente tiemble. Tenemos todos una cosa en común y es hacer que el Español sea el mejor teatro del país. Mi rol exige la toma decisiones, pero el trabajo es compartido.

—¿Considera el papel de la mujer igual de importante en las artes escénicas que en la política?

—Claro. El de la política, además, es un modelo que todo el mundo ve y se refleja en él.

—¿Deberíamos imitar el papel de la mujer en los teatros de otras partes del mundo?

—Cuando estuve en Finlandia lo primero que me llamó la atención fue la cantidad de directoras y dramaturgas que había. Era mucho más normal que aquí y estoy hablando de hace por lo menos 10 años.

—¿Qué aporta una mujer al frente del teatro?

—Que los cuidados sean tan importantes como otras cosas. Estuve en una conferencia en la que una mujer se ausentó porque se quedó al cuidado de un familiar enfermo y dijeron que con los hombres no pasaba. Siempre nos hemos tenido que poner en los zapatos del otro y hay que reaccionar, sí, pero esa empatía no se puede perder.

—Dicen que siempre consigue encontrarle el lado feminista a las obras...

—No es que yo haga una obra feminista, es que cuando dices que una mujer siente algo, tienes otra óptica. Yo leí Lolita de Nabokov y cuando vi la película de Kubrick no podía creer lo que había hecho porque en la novela, en realidad, esa niña llora mientras que en la película parece una cerda, era otra perspectiva que no estaba en la novela.

—¿Conoce casos de acoso en el mundo del teatro? En EE.UU. han sido numerosos...

— Sí muchos. Casos sorprendentes que se callaban porque no podían decirlo.

https://www.abc.es/sociedad/abci-ca...orque-no-hace-nadie-201904150151_noticia.html
 
María Lejárraga, la autora que escribía las obras que firmaba su marido
El Centro Dramático Nacional estrena «Firmado Lejárraga», una obra escrita por Vanessa Montfort
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SeguirJulio Bravo@juliobravo1963

Madrid Actualizado:19/04/2019 01:32h
0«Las golondrinas», historia criminal en el circo

Dice Vanessa Montfort que cuando el Centro Dramático Nacional le encargó que escribiera un texto sobre María Lejárraga, sintió que en realidad lo que le estaban haciendo era un regalo. «Es un personaje del que había tenido noticia un año antes; es tan grande y fascinante...» Después de varios meses de trabajo, el próximo martes se estrena «Firmado Lejárraga», que ha dirigido Miguel Ángel Lamata y que estará interpretado por Gerald B. Fillmore, Cristina Gallego, Eduardo Noriega, Alfredo Noval y Jorge Usón. El espectáculo se incuye en el ciclo «En letra grande», con el que se quiere rescatar figuras oscurecidas a pesar de su contribución al teatro español: María Teresa León, Rosario de Acuña, Halma Angélico y María Lejárraga.

María de la O Lejárraga García nació en San Millán de la Cogolla, en La Rioja, en 1874 -murió con 100 años en el exilio argentino-. Casada en 1900 con el dramaturgo Gregorio Martínez Sierra, suya es prácticamente toda la obra que firmó su marido: desde los libretos de «El amor brujo», de Falla, o «Las golondrinas», de Usandizaga, hasta las obras «Canción de cuna» o «El Reino de Dios». «Ella no estaba conforme con su situación -explica Vanessa Montfort-. Al principio la aceptó porque era lo mejor; era maestra, que en los primeros años era su prioridad, porque además de eso vivía el matrimonio y hubiera estado mal visto que firmara. María priorizaba la obra sobre la firma, y el anonimato le permitía la intimidad con la que ella se sentía más a gusto. Pero reclamó sus derechos de autor a raíz de la relación de Gregorio Martínez Sierra con Catalina Bárcena».

«María Lejárraga -continúa la autora- es y seguirá siendo un misterio. Ni siquiera apoyándome en los valiosísimos testimonios de los supervivientes que la conocieron, de su familia o de los investigadores que estudiaron su obra, sabremos por qué borró su nombre».



El trabajo de investigación previo a la escritura ha sido, no hay más que escuchar a Vanessa Montfort, tanto o más satisfactorio que éste. La creación, reconoce, se ha hecho a seis manos; además de las suyas, que son las que han llevado la historia al papel, están las del director, Miguel Ángel Lamata, y de las de la documentalista, Carmela Nogales. Y básica ha sido también la ayuda de Antonio González Lejárraga, descendiente de la dramaturga. «Ha sido fundamental para la recuperación de documentación. No es fácil, además, encontrar a alguien que tenga la sensibilidad suficiente para dejarnos crear con libertad; desde el principio, y aunque estábamos escribiendo sobre un antepasado suyo, nos dijo que era una creación nuestra».

Hay mucha literatura sobre María Lejárraga -aunque ésta es la primera vez que su figura sube al escenario-, entre ellas su propia autobiografía; a ello se suman las ciento cuarenta y cuatro cartas que la investigadora Patricia O’Connor sacó a la luz y que son, dice Vanessa Montfort, ciertamente reveladoras. Con todo este material -a los actores se les entregó un extenso dossier sobre la dramaturga-, había que convertir la historia en un pieza de teatro. «Decidi volcar mi mirada sobre ella de un modo no académico y de autora a autora (de autor a autor, el género no tiene que ver). Y quiero reivindicar su figura sin atacar a Gregorio Martínez Sierra». Al tiempo que posa su mirada, Vanessa Montfort ha querido recrear la mirada de María Lejárraga sobre los hombres que la rodearon, entre ellos Manuel de Falla o Juan Ramón Jiménez. En la obra aparecen ellos junto a Federico García Lorca, Joaquín Turina y, naturalmente, el propio Martínez Sierra. Hay dos Marías en escena: «es la autora de su propia obra, de la obra de su vida», explica la autora. «De los tres exilios que vivió -el del corazón, el político y el de la memoria-, nuestra protagonista nos hablará desde este último.

Y es que, dice Vanessa Montfort, lo más honesto es asumir que no vas a poner en escena ninguna verdad; que has de acercarte teatral y dramáticamente al personaje.
https://www.abc.es/cultura/teatros/...bras-firmaba-marido-201904190132_noticia.html
 
‘Un, ningú i cent mil’ es una comedia de Luigi Pirandello

La Biblioteca de Catalunya acoge del 26 de abril al 19 de mayo un espectáculo protagonizado por Marc Rodríguez y Laura Aubert.


REDACCIÓN
24/04/2019 07:26

Ferran Utzet dirige a Laura Aubert y a Marc Rodríguez en ‘Un, ningú i cent mil’, una obra de Luigi Pirandello sobre la identidad y sus límites. El espectáculo, adaptado por Ferran Utzet, se podrá ver del viernes 26 de abril hasta el 19 de mayo en la Biblioteca de Catalunya.

https://www.lavanguardia.com/cultur...aculo-biblioteca-catalunya-video-seo-ext.html
 
TEATRO INCLUSIVO EN ESPACIOS PÚBLICOS: ESTIMULAR, APOYAR Y VISIBILIZAR



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Milagros Martín- Lunas

El festival Una Mirada Diferente impulsa la inclusión de artistas con discapacidad dentro de la programación del Centro Dramático Nacional


El arte del teatro es la capacidad de volar a partir de las limitaciones. Ernesto Caballero siempre lo ha tenido claro y en cuanto accedió a la dirección del Centro Dramático Nacional (CDN) se empeñó en abrir la puerta a un colectivo que hasta entonces era invisible para la escena. Así, en 2013, nació el festival Una Mirada Diferente, una plataforma para impulsar y dar paso a los artistas con discapacidad en las programaciones regulares de los centros de exhibición.


“El festival surgió a través de una iniciativa de Miguel Cuerdo e Inés Enciso, ellos se pusieron en contacto conmigo. Dentro del plan directorio del proyecto cultural figuraba este espacio para las personas con discapacidad así que nos pusimos manos a la obra para trabajar en un festival que estimulara, apoyara y ofreciera visibilidad a proyectos escénicos inclusivos, además de desvelar el trabajo de artistas con diversidad funcional. Así iniciamos con gran éxito la primera edición el festival y hasta hoy”, confiesa Ernesto Caballero orgulloso.

Si el recién llegado al CDN tenía algo claro era la intención de colaborar en la normalización y profesionalización de la inclusión de los creadores con diversidad funcional en las artes escénicas en España puesto que “un teatro público, un teatro nacional, no puede dejar al margen a ningún tipo de ciudadano”.

Hoy, cuando acaba de entregarle el testigo a Alfredo Sanzol, que le sustituirá en el cargo el próximo año, Caballero puede presumir de haber normalizado este festival. Tanto es así que, a parte de la exhibición -que este año se celebrará del 14 al 23 de junio- su objetivo es dar continuidad al proyecto e invertir en investigación. Este año se volverá a poner en marcha una nueva edición del taller de investigación actoral, promovido por la Fundación Universia -impulsada por el Banco Santander, que también ofrece ayudas y becas- y el Laboratorio Rivas Cherif del Centro Dramático Nacional. En estos talleres un director o directora dirige a un grupo formado por creadores con y sin discapacidad. Las becas y ayudas de Universia han beneficiado a 58 artistas con discapacidad.

El CDN también colabora en la convocatoria de las Becas Hefesto, que promueven la Fundación Universia y el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM). Buscan impulsar la formación en estudios superiores artísticos, musicales y culturales de las personas con discapacidad, en su proceso de acceso al empleo en este ámbito profesional.

“Un teatro público, un teatro nacional, no puede dejar al margen a ningún tipo de ciudadano”


Este año, Una mirada diferente va a poner en marcha el llamado Reto 2019, que "va más allá de la creación de espectáculos", apunta Caballero. "Hemos querido evitar esa tentación de aislar y crear un gueto y, de alguna manera, desarrollar y normalizar esta actividad a lo largo de la temporada. Pongo un ejemplo: un espectáculo como ‘Cáscaras vacías’, que se presentó en el marco de este festival la temporada pasada, ha recalado esta temporada en el María Guerrero y todavía está en cartel”, explica.

Sostiene Caballero que la creación de las personas con discapacidad ha aportado gran valor a la propia creación escénica. “Los trabajadores del teatro hemos aprendido mucho, el público entiende perfectamente y no establece una diferencia entre discapacidad y capacidad sino que disfruta con lo diferente. Al fin y al cabo la creación tiene mucho que ver con la sorpresa, con la capacidad de hacer de la necesidad, virtud”.

Si al principio solo acudía el público más afectado directamente, con el paso del tiempo, ese espectro se ha ido abriendo y, hoy por hoy, pueden presumir de que el público de Una Mirada Diferente es muy diverso. “El público se ha volcado y cada año es mayor el número que se acerca a nuestras salas a participar de esta cita teatral, así como los creadores que se involucran en nuestros talleres, espectáculos y actividades en torno a la discapacidad. Durante estos años de trabajo hemos conseguido generar un espacio profesional de trabajo inclusivo del que nos sentimos muy orgullosos”.

“A un actor darle la réplica a otro con discapacidad le aporta muchísimo. No olvides que somos comunicadores”


Para el director de obras como ‘El señor Ibrahim y las flores del jardín’, ‘Las amistades peligrosas’ o ‘Brecht cumple cien años’, la gestión del espacio y las réplicas entre los actores con diferentes lenguajes ha sido uno de los mayores aprendizajes. “A un actor darle la réplica a otro con discapacidad le aporta muchísimo. No olvides que somos comunicadores que tenemos que encontrar el lugar de sintonía con el otro y estamos obligados a salir de nuestro pequeño ensimismamiento. La posibilidad de trabajar con personas que han desplegado sistemas de comunicación no convencionales provoca unos fenómenos comunicativos muy ricos y que ofrecen muchas posibilidades artísticas. El diálogo bien entendido pasa por estas experiencias”, recalca.

Convencido de la necesidad de esta iniciativa, le lleve donde le lleve la marea profesional, Caballero asegura que replicaría el festival. “Ha germinado entre todos. Es una referencia en Europa, ya es imparable y no tiene marcha atrás. Copiaría el modelo, soy de los contagiados, de los convencidos de la necesidad de esta iniciativa. El concepto de discapacidad es muy relativo porque todos somos capaces para unas cosas y discapaces para muchísimas otras”, concluye.

VIDEO:
https://www.elconfidencial.com/soci...as-teatro-inclusivo-discapacidad-bra_1947490/












 
La danza y la creación contemporánea, ejes de la programación de los teatros del Canal
El espacio celebra sus primeros diez años de vida
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SeguirJulio Bravo@juliobravo1963
Madrid
Actualizado:01/05/2019 00:53h

La apuesta por la creación contemporánnea y su consolidación como casa de la danza son las dos líneas maestras que guían la programación de los teatros del Canal para el próximo curso. Su directora, Natalia Álvarez Simó -responsable en solitario del espacio desde la «espantada» de Àlex Rigola hace un par de años- presentó ayer, acompañada por Jaime de los Santos, consejero de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid, una programación con sabor a festival. Se incluyen en ella cincuenta y cinco espectáculos, de los cuales diecinueve son internacionales.

Álvarez Simó ha vertebrado dichos espectáculos en torno a nueve líneas temáticas que ella ha denominado «itinerarios»: Asuntos familiares, Imprescindibles, Morder la realidad, Disidencias, Hilo musical, Vida y muerte, Identidades, Creadores singulares y Para todos. Se llevarán a cabo veinte estrenos absolutos, y la Comunidad participa en veinticinco coproducciones.

Los teatros del Canal, como subrayó De los Santos, cumplen una década y según el Observatorio de la Cultura son la segunda institución española más importante en el ámbito de las artes escénicas, solo por detrás del Teatro Real. Cuatro son, según el consjero, los puntos cardianles del Canal: Excelencia, belleza, libertad y cultura.

Entre los nombres propios destacan Frank Castorf, que presentará «Bajazet», inspirado en la vida de Jean Racine; Boris Charmatz («10000 gestes»), Anne Teresa de Keersmaeker («Achterland»), Pippo del Bono («La gioia»), Katie Mitchell («Orlando»); o Mathilde Monnier («Please Please Please», junto con La Ribot y Tiago Rodrigues). También destaca la presencia de Israel Galván, que traerá al Canal su versión de «El amor brujo»; Rocío Molina, que estrenará su nueva creación, primera que realiza tras su reciente maternidad; Angelica Liddell, con dos trabajos en memoria de sus padres fallecidos; Alain Platel, Julián Fuentes Reta («Las cosas que sé que son verdad»), Pablo Remón, Nao Albet y Marcel Borràs (que repiten presencia con su «Mammón»), La Joven, con un homenaje a Galdós; La Veronal o Proton Teatre.

https://www.abc.es/cultura/teatros/...acion-teatros-canal-201905010053_noticia.html
 
La dramaturgia española femenina se expande en inglés
Paloma Pedrero y Denise Despeyroux son cabeza de cartel en un ciclo que busca visibilizar a las creadoras en el gran escaparate londinense



PATRICIA TUBELLA
Londres 30 ABR 2019



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De arriba abajo y de izquierda a derecha: Paloma Pedrero, Laila Ripoll, Yolanda García Serrano, Daniela Ferjerman, María Prado, Noelia Adánez, Denise Despeyroux, Maite Jáuregui, Eva Hibernia, Valeria Alonso, Clara Sanchis y Ana Rayo.



El Cervantes Theatre, el exclusivo escenario londinense dedicado en exclusiva a la dramaturgia hispana, inaugura esta semana una nueva temporada en la que las protagonistas serán mujeres: autoras, directoras, traductoras y actrices. “Queremos dar visibilidad a una variedad muy amplia de voces, estilos y temáticas, a la riqueza de nuestras autoras en el escaparte de Londres”, resume la cofundadora de este espacio en la ribera sur del Támesis, Paula Paz, sobre el ciclo que arranca con una obra de la muy reclamada dramaturga Denise Despeyroux y en el que brilla también el nombre consagrado de Paloma Pedrero acompañando a otras firmas emergentes.

Siete autoras, seis directoras y cinco traductoras, cuyos trabajos sirven una veintena de actrices, son los pilares de esta iniciativa que combina montajes teatrales con lecturas dramatizadas (arropadas por escenografía, vestuario y sonido). Y en doble versión española e inglesa, como siempre en el Cervantes. Desde este animado rincón del barrio de Southwark, Paz esgrime como revulsivo “la falta de espacio para las creadoras en la industria británica”, a menudo relegadas por los grandes teatros a sus salas pequeñas o alternativas.

La exbailarina y directora asociada del Cervantes Theatre detecta mayores avances en el panorama teatral español, o al menos “una fuerza de empuje y de cambio” contextualizada en la enorme movilización de las protestas feministas del 8-M, que sorprende a sus colegas británicas. “Pero a la hora de internacionalizar a nuestras autoras, todavía hay mucho camino por hacer”, matiza Paz sobre la labor de orfebre que implica en su teatro –con el sostén del organismo Acción Cultural Española- traducir y editar las obras representadas para que “lleguen a las mesas de decisión anglosajonas”.

Despeyroux se muestra algo recelosa a la hora de exaltar el terreno conquistado por las mujeres del teatro en español. “Sí que hay una mayor sensibilización, pero también ocurre ese discurso de ‘éstán aquí porque son mujeres, ahora les toca”, en cuanto reciben un premio o son consideradas para puestos de poder. “Siempre estamos bajo sospecha. ¿Por qué el talento no está igualado?”, se pregunta esta autora, directora y actriz que, a pesar de su éxito como una de las voces más singulares de la dramaturgia actual, asegura que los vientos no corrieron a favor de las de su generación (tienen 44 años) porque “hasta hace muy poco, los hombres ocupaban las portadas y las carteleras. Había mujeres, pero no eran visibles”.

La puesta en escena en el Cervantes de su pieza La Realidad desdobla en el papel de unas gemelas antitéticas (y tanto en español como en inglés) a la joven actriz Maite Jáuregui, convencida de que “España está a la cabeza de esta especie de revolución femenina”, aunque todavía quede trecho por hacer. Nacida en Los Ángeles y criada en Madrid, esta intérprete bilingüe de series televisivas españolas o funciones teatrales británicas sólo ha sido dirigida una vez por una mujer, aduce que en el sector de las artes visuales hay menos personajes para ellas (“y muchas más actrices que actores en paro”) y reclama “que se equilibre la balanza”.

“El poder en el teatro sigue siendo mayoritariamente de los hombres. No sólo hay un sistema patriarcal, sino que tiene gustos patriarcales en los cultural y lo artístico”, asiente Paloma Pedrero, la dramaturga española más representada de las últimas décadas contra el viento y marea de los duros inicios (“me dieron muchos palos”). Cartel estelar del Cervantes con su obra Los ojos de la noche,reconoce el cambio operado desde aquellos ochenta del pasado siglo en los que apenas había autoras y la posibilidad de estrenar les era casi nula. Hoy ya encabezan más del 30% de los estrenos, “y en el teatro la mujer ha dado un salto más grande que en el cine o la música”, reconoce, “pero todavía no estamos en territorio igualado”. Pesa en su reivindicación que la dirección de los teatros nacionales españoles recaiga al completo en titularidad masculina.

La nueva programación del teatro que ejerce de pica española en Londres se titula Ellas toman la palabra. ¿Qué aportan las autoras a la dramatugia? A Despeyroux le parece revelador que nunca se les plantee esa pregunta sobre “una mirada común” a sus colegas hombres, pero Pedrero brinda una respuesta taxativa: “Las autoras aportan otro ser, y esos valores de la mujer tienen que estar en el arte… y en la vida”.


DEL SIGLO DE ORO A 'LA CASA DE LOS ESPÍRITUS'


El nombre de una mujer que 400 años atrás fue autora reputada de poemas y comedias teatrales, Ana Caro de Mallén, abre por primera vez la programación del Cervantes a nuestro Siglo de Oro, con la lectura dramatizada de Valor, agravio y mujer. “Es importante recordar dónde estábamos: a diferencia de la Inglaterra de aquel tiempo, sí que había en España actrices y empresarias”, subraya Paula Paz. Y en una apuesta con especial gancho para el público, la cofundadora del teatro londinense dirigirá a partir del 28 de octubre la puesta en escena de La casa de los espíritus, que versiona el gran éxito literario de Isabel Allende.

https://elpais.com/cultura/2019/04/30/actualidad/1556609288_084571.html
 
La "herida colectiva" del asesinato de José Couso llega a las tablas

Creación cultural

Se estrena en Madrid un monólogo basado en el asesinato del cámara en el hotel Palestina de Irak en 2003 durante la II guerra del Golfo

Es un recorrido poético que incide en que aún no se ha reformado la ley de justicia universal para que los presuntos asesinos de Couso puedan ser juzgados en España

Paula Corroto
18/05/2019 - 20:32h
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Una de las escenas de 'El fuego amigo' PATRICIA QUERO

"La cámara no dejará de grabar", repite insistentemente la actriz Marta Alonso. Y la cámara sigue ahí grabando al público. No la ha apagado la metralla ni el fuego amigo. No dejará de enviar información por mucho que algunos insistan en silenciarla. Este es el final esperanzador de El fuego amigo, la obra de la compañía Vuelta de Tuerca, escrita por Juanma Romero, y que retrata "la herida colectiva", según sus palabras, del asesinato del cámara José Couso en el hotel Palestina de Bagdad aquel 8 de abril de 2003. El montaje se puede ver este fin de semana y el próximo 26 de mayo en el Teatro del Barrio de Madrid dentro del Festival Surge.

"Es una obra que ya tenía en mente desde hace ocho años, aunque empecé a escribirla hace dos. Sin embargo, creo que le doy vueltas desde que ocurrió, porque me impactó. Nos impactó a muchos", relata Romero a eldiario.es. La obra testimonializa el atentado mediante un monólogo poético e intimista, ayudado en gran parte por la labor performática de la artista Beatriz Vaca (Narcoléptica).

"Hay una parte que son testimonios, de todo lo que contaron periodistas que acompañaban a José como Jon Sistiaga, Olga Rodríguez y Carlos Hernández, pero también hay partes muy personales, porque el teatro no narra el trauma, sino que indaga en él. Cuando la escribía tuve dos niños, y quería mostrar también la vivencia de traer a un niño al mundo, y lo que cuesta traerlo", comenta Romero.

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Una de las escenas de 'El fuego amigo' PATRICIA QUERO



"Jugar con la cámara azul y naranja", recita Marta Alonso al comienzo de la obra. Son las primeras pinceladas poéticas que rezuman a infancia. Es la de un niño enamorado de las cámaras, que después será un adolescente y luego un joven siempre con la cámara al hombro. Y se ofrecen fogonazos de diversas experiencias. "Estábamos en su visor en Galicia, estábamos en su visor en la playa. Estábamos en su visor en la II Guerra del Golfo", prosigue el monólogo que también recuerda la foto de los tres de las Azores –José María Aznar, George Bush Jr y Tony Blair- mientras un tanque de juguete se pasea por el escenario.

Se descorren entonces unas cortinas y se abre un baúl del que tanto la actriz como la artista musical van extrayendo objetos para construir el mapa de la ciudad de Bagdad. Un cable azul hace las veces del río Tigris. Otras piezas son los museos y universidades incendiados por los bombardeos. Otras reconstruyen el hotel Palestina, donde se alojaba la prensa internacional. "Estamos en la habitación 1403. Enviamos la mejor de nuestras crónicas. No, estamos en la de Televisa, ¡la cantina mexicana!, no, estamos en la de Antena 3. No, estábamos en su risa contagiosa", avanza el texto.

En aquel hotel se quedaron cincuenta periodistas para dar cuenta al mundo de lo que estaba ocurriendo. "La noticia ha de ser la masacre, no la victoria", narra la actriz. Allí conocieron la muerte del reportero Julio Anguita Parrado. Sabían que la ciudad iba a ser arrasada por las tropas estadounidenses, pero se quedaron, aunque ya hubieran sido bombardeadas dos sedes de medios árabes como la de Al Jazzeera.

"La idea del mapa de la ciudad surgió en los ensayos. Cuando teníamos que contar los hechos apareció esta idea. También es un homenaje a la ciudad, porque era una ciudad como cualquier capital, con sus museos, ciudades, ministerios", indica el director del montaje. Y es desde ese mapa desde el que se cuenta cómo estaban desayunando en el hotel, cómo un acorazado se dirigió desde el otro lado del Tigris a través de un puente, cómo se produce el trallazo del mortero.

"La información es una amenaza", se afirma en el texto. "Quería contar cómo ocurrió porque creo que a estas alturas está bastante claro", añade Romero. Después, música. Y luego, una escoba para limpiar todas las piezas de la ciudad arrasada. "Una imagen que nunca se pudo ver en televisión porque después de aquello ya no quedaron periodistas. Lo único que vimos fue la caída de la estatua de Sadam Hussein", resalta el director.

La tercera parte cuenta la lucha de los amigos y familiares de José Couso por hacerle justicia. "El gobierno de Estados Unidos asegura que fue un error. ¡Y no dicen nada más!", se grita desde el escenario. Y comienzan las manifestaciones ante la embajada de EEUU. La querella ante la Audiencia Nacional, el Tribunal Supremo, el Tribunal Constitucional, el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. Las manifestaciones otra vez. "La ira es nuestra ofrenda. Los asesinos no querían que hubiera imágenes", recita la actriz que recuerda el motivo de la lucha: la reforma de la ley de justicia universal para que los asesinos de Couso puedan ser juzgados en España. "Son 16 años sin José, pero no perdemos el ánimo", cierra el monólogo.

Los familiares leyeron el texto antes del estreno. "Se emocionaron mucho", afirma el director que también reconoce que le dio pudor enviárselo "porque no nos conocían de nada". Pero para ambas partes había una cuestión clave: señalar la batalla por conseguir la reforma de esta ley. "Lo más probable es que aunque se reformara las tres personas a las que se acusa no vinieran nunca a España, pero no vamos a dejar de intentarlo", manifiesta. Y mientras tanto, hay una cosa que tiene clara: "La cámara no dejará de grabar".

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La madre del cámara José Couso durante una concentración EFE/LUCA PIERGIOVANNI

https://www.eldiario.es/cultura/teatro/Obra-teatro-couso_0_900110827.html
 
‘Dolors’ llega al Teatre Lliure

Sergi Belbel es el director de esta obra con formato de ‘sitcom’ que narra las aventuras y desventuras de Lola

REDACCIÓN
21/05/2019 10:50



Seis capítulos de 45 minutos cada uno conforman ‘Dolors’, el próximo estreno del Teatre Lliure que tiene todas las características de una serie de televisión, excepto dos: hay que ir al teatro a verla y no está grabada, sino que se representa en directo.

La serie teatral se estrenará el 22 de mayo y durante la primera semana se representarán los capítulos uno y dos, durante la segunda, el tres y el cuatro, y durante la tercera, los capítulos cinco y seis.

“La idea original de la obra es hablar de la dificultades que tienen las mujeres emprendedoras para que las tengan en consideración en un mundo de hombres”, ha explicado Meritxell Yanes, impulsora y productora del proyecto.

https://www.lavanguardia.com/cultur...ergi-belbel-estreno-teatro-video-seo-ext.html
 
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