Esa era tal cual mi vecina, todo a lo bestia, puertas, persianas, muebles de la cocina, hablar a voces, se la oía ducharse y todo, conversaciones, correteos por la casa, no sé cómo iría de loca que todo lo tiraba, pero todo, la ibas siguiendo con los pasos que daba de fuertes por la casa, sabías que iba de un lugar a otro por cómo se movía, cómo tiraba las cosas; llegar a averiguar que estaba barriendo por las hostias que daba con la escoba y el cogedor, abrir un mueble y cerrarlo, increíble. Hasta que se le ha parado los pies con la policía y toque al administrador y que dure la cosa, que hasta que no das caña no se hace nada.
Yo ya insultaba en voz alta, me ponía enferma, he llegado a estar un domingo entero en casa amargada porque en la calle hacía frío para salir y me tenía que quedar dentro y es que ni la música tapaba los golpes, se la sudaba todo, taladros hasta las 22 horas, insufrible.
Con mi salud no se juega, se la tuve que liar.
Con esta gente hay que ir a cañón sin arrepentirse ni acobardarse, y mira que me lo pensé mucho hasta poderla liar, que la ha aguantado y dado tiempo con paciencia pero bien, hasta que me hizo estallar ella sola. Es una sensación horrible de tener que tragar encima tu propio enfado...que te están provocando otras personas. De verdad, espero que tu tormento se termine pronto, intenta moverte o hacer lo que puedas, hay leyes que todavía nos amparan.
