Dolores Delgado, de Ministra de Justicia del PSOE a Fiscal General del Estado

Mi opinión sobre Rosell-que mantengo-no está basada en esos líos, es más, no creo haber leído nunca nada sobre el tema, me pasó desapercibido ;) . Es bastante más simple: ya dimitida, la escuché en una entrevista que le hizo Isabel Gemio en plan doliente por su situación, y me pareció lo que he dicho...y si no he dicho que es una prepotente, lo añado. Y me di cuenta de quién era porque hablaron del incidente en el aeropuerto, que me sonaba. Vamos, que ni la conocía.

Seguro que Podemos le pide que vuelva a estar en las listas, y seguro que la reciben con los brazos abiertos :p

Se trata de algo mas que líos, es un asunto penal con un juez imputado.

De lo demás cada uno tiene su opinión.
 
Ay las cacerías...
O de cómo el karma acaba viniendo, tarde o temprano, a cobrar facturas.

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La larga mano de Garzón en el ministerio de su amiga Lola
De una cacería en Jaén que tumbó al ministro de Justicia a colocar a sus fieles en la comisión para recuperar la justicia universal. El exjuez vuelve a tener poder e influencia

ALBERTO PÉREZ GIMÉNEZ 19/09/2018

Febrero de 2009. Viernes. En una mesa del Hotel del Val de Andújar se sientan a cenar el entonces ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, su esposa, el juez Baltasar Garzón —que apenas unas horas antes ha lanzado la operación Gürtel contra la corrupción en el PP— y la fiscal que trabaja codo con codo con el titular del Juzgado Central de Instrucción número 5, llamada Dolores Delgado. Un total de 48 horas después participan en una cacería en una finca de Jaén, con todos los gastos pagados por un empresario de seguridad. Las imágenes del juez y del ministro ante las piezas cobradas casi al mismo tiempo en que caían destacados dirigentes del principal partido de la oposición acabarán costando semanas después la cabeza de Bermejo.

Septiembre de 2018. Lunes. El exjuez Baltasar Garzón —apartado de la carrera con 11 años de inhabilitación, precisamente por "arbitrario”, “totalitario” y “laminar derechos” y ordenar prácticas "propias de sistemas políticos ya superados” (dice por unanimidad la sentencia del Supremo) al intervenir las comunicaciones en la cárcel entre los abogados y los cabecillas de la Gürtel que había ordenado detener en las horas previas a esa cena en Jaén— es uno de los asistentes al acto en que Pedro Sánchez intenta conmemorar, con retraso y dos ministros dimitidos, sus 100 días de Gobierno.

Su presencia allí denota el nuevo poder que el exjuez tiene en ciertos sectores del Gobierno, principalmente en el Ministerio de Justicia, que encabeza su amiga Dolores Delgado, hasta el punto de que son muchos los que le consideran el 'ministro en la sombra'. La ministra no ha dejado de proclamar a los cuatro vientos su amistad con Garzón. En 2014, la entonces fiscal coordinadora de la lucha antiyihadista en la Audiencia Nacional —cuando compartía muchas horas con el número dos de Villarejo, el comisario de Información García Castaño, hoy imputado— concede una entrevista a 'Jot Down' en la que se manifiesta "absolutamente en desacuerdo" con la decisión de expulsar a Garzón de la carrera. "Conocí al juez Garzón en 1993. Yo me incorporé a la Audiencia Nacional como fiscal especial antidroga y justamente fui adscrita al Juzgado Central de Instrucción número 5 del que él era titular...".

Justo en ese año, Garzón hace un breve paréntesis para ser secretario de Estado con el ministro Juan Antonio Belloch en el 'superministerio' de Justicia e Interior. Sus desavenencias con la otra secretaria de Estado, Margarita Robles, le harán volver al juzgado y se granjeará la enemistad eterna de Robles, hoy ministra de Defensa y 'jefa' del CNI.

En 1994, Garzón tira la toalla y vuelve a su juzgado mientras Robles se convierte en la viceministra de Belloch, el puesto que ansiaba el todavía juez. "A partir de ese momento —continúa Delgado en su entrevista— trabajamos juntos durante más de 19 años... Le he visto trabajar muy duro, con entrega y dedicación. Amaba su profesión... Nadie desde la justicia ha contribuido como él lo hizo al fin de ETA". Delgado lloró en las escaleras de la Audiencia Nacional en la despedida del exjuez de la carrera, inhabilitado. "No comparto en modo alguno ni los argumentos ni el fallo. Así que no, no comparto la condena de Garzón", insistía en su entrevista.

Su fidelidad al exjuez le granjeó ruptura de amistades, como la de quien fuera su jefe en la Audiencia Nacional hasta 2013, el fiscal Javier Zaragoza. Cuando este se opuso a las aperturas de las fosas del franquismo ordenadas por Garzón, al considerar que no era competente, Delgado se volvió a posicionar junto a su amigo.

Copando la justicia universal

La llegada de Delgado al ministerio ha permitido al exjuez volver a tener influencia. El caso más emblemático, el de la justicia universal, que el Gobierno de Pedro Sánchez ha recuperado. La ministra anunciaba el 27 de agosto una comisión de expertos para restablecer la justicia universal que tumbó la reforma de Gallardón en 2014. Los cuatro miembros, aparte del secretario de Estado Manuel Dolz, parecen designados por el propio Garzón:

-Manuel Ollé, profesor de Derecho Penal Institucional, abogado de uno de los agresores de Alsasua y firmante, junto a Garzón, de un recurso contra la decisión del Consejo de Ministros de impedir convertir el Valle de los Caídos en un lugar de memoria histórica.

-Hernán Hormazábal, catedrático de Derecho Penal, presidente de la Asociación Pro Derechos Humanos de España, ponente en la Fundacion Internacional Baltasar Garzón y firmante con el exmagistrado de artículos en 'El País'.

-Manuel Miguel Vergara, profesor de Derecho Penal, asesor de la fundación de Garzón y abogado del despacho privado de Garzón Ilocad,.el mismo que, curiosamente, defiende al comisario García Castaño, 'el Gordo', mano derecha del comisario José Villarejo e imputado en la causa Tándem.

-José Ricardo de Prada, el juez de la Gürtel que con su redacción acreditó la caja B del PP y cuyo texto fue el argumento para la moción de censura contra Mariano Rajoy. En 2008, De Prada ya apoyó con su voto particular a Garzón cuando la sala de lo Penal de la Audiencia Nacional falló que no era competente para abrir las fosas del franquismo.

Ayer, mientras El Confidencial desvelaba que la Audiencia Nacional investiga pagos detectados de Villarejo al exjuez, Garzón publicaba una tribuna en 'El País' sobre la justicia universal. La pieza secreta Pit que instruye la Audiencia complica el futuro del exjuez justo ahora que había vuelto a recuperar influencia a través de su amiga, la ministra de Justicia, e incluso del propio presidente del Gobierno. Sánchez, según algunas fuentes, se llegó a plantear su candidatura para empresas aún mayores, como la candidatura al Ayuntamiento de Madrid. Una 'idea' que habría sido abortada desde las cercanías de la Cuesta de las Perdices, ante la evidencia de que se investigaba al juez en la causa de Villarejo. Otra vez se cruzaba en su camino Margarita Robles, bajo cuya sombra se encuentra ahora el CNI.

https://blogs.elconfidencial.com/es...arzon-ministerio-justicia-amiga-lola_1617680/
El bando Balta-Lola contra el bando Margarita-Grande Marlaska.
- El bando Margarita no ha debido ser quien ha sacado la basura porque le conviene seguir en el gobierno y echar a Lola es tirarse piedras a sí mismos.
- Villarejo no ha debido ser porque en las conversaciones se autoacusa de delitos y porque no lo van a excarcelar cuando ya ha cantado.
- Ahora miro hacia Llarena, a quien Balta-Lola quieren echar como venganza por haber echado a Balta de la carrera judicial, pero Llarena está en su propia guerra ahora mismo.
- No me queda más que mirar hacia Soraya-Rajoy, sabiendo que el PP todavía no se ha recompuesto.
Estoy dando palos de ciego. Seguro que no es ninguno de estos.
¿Hacemos porra?
 
Don Fraude no dimite a nadie más porque eso parece ser que le perjudicaría...y aquí lo MÄS importante es que él siga con el culo puesto en el sillón de mando.
Esto hace que la Lola y el astronauta se vayan de rositas.
Vivan Don Fraude y sus principios de quita y pon.
Recuerdan aquello de …"abajo los corruptos"...y váyase señor Rajoy"....????
Ahora se lo digo yo a él: "Si tiene usted un mínimo de dignidad y vergüenza....VÁYASE".

PD: Espero que la universidad que le dió tan inmerecida calificación a su tésis le retire el título de doctor.
 
Don Fraude no dimite a nadie más porque eso parece ser que le perjudicaría...y aquí lo MÄS importante es que él siga con el culo puesto en el sillón de mando.
Esto hace que la Lola y el astronauta se vayan de rositas.
Vivan Don Fraude y sus principios de quita y pon.
Recuerdan aquello de …"abajo los corruptos"...y váyase señor Rajoy"....????
Ahora se lo digo yo a él: "Si tiene usted un mínimo de dignidad y vergüenza....VÁYASE".

PD: Espero que la universidad que le dió tan inmerecida calificación a su tésis le retire el título de doctor.

Ya he escrito en este foro varías veces que creo que va a ser muy difícil echar a esta garrapata de su sillón. Quiero pensar que tenemos en España mecanismos para defendernos de la venezuelización a la que quiere, sin duda alguna, someternos, pero tengo clarísimo que Pedro Rayban va a hacer todo lo que esté en su mano para aferrarse al sillón. Y todo es todo.
 
El bando Balta-Lola contra el bando Margarita-Grande Marlaska.
- El bando Margarita no ha debido ser quien ha sacado la basura porque le conviene seguir en el gobierno y echar a Lola es tirarse piedras a sí mismos.
- Villarejo no ha debido ser porque en las conversaciones se autoacusa de delitos y porque no lo van a excarcelar cuando ya ha cantado.
- Ahora miro hacia Llarena, a quien Balta-Lola quieren echar como venganza por haber echado a Balta de la carrera judicial, pero Llarena está en su propia guerra ahora mismo.
- No me queda más que mirar hacia Soraya-Rajoy, sabiendo que el PP todavía no se ha recompuesto.
Estoy dando palos de ciego. Seguro que no es ninguno de estos.
¿Hacemos porra?

¿Las viejas glorias del PSOE que están horrorizadas del podemita narcisista que ha parido su partido?
 
Las hipotecas y chantajes de Sánchez
A VUELTA DE PÁGINA
    • FRANCISCO ROSELL
  • 30 sep. 2018 02:36
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ULISES CULEBRO
41 comentariosVer comentarios
Como dos negaciones afirman, cuando el presidente Sánchez asevera que su Gobierno ni tiene hipotecas ni admite chantajes, lo que en verdad hace es ratificar ambas evidencias. Difícilmente puede refutar lo uno y lo otro. Si la hipoteca es tan innegable que no puede sacar adelante un solo proyecto sin el apoyo de los socios que le auparon a La Moncloa, el chantaje es constatable de la manera tan abrupta en que lo ha sido la aparición de otra cinta del estudio de grabación del ex comisario de Policía, José Manuel Villarejo, actualmente en prisión preventiva. Mediante esta arma de destrucción reputacional, presiona para cobrarse los favores -muchos no confesables- que dispensó a algunos privilegiados con la moción de censura que desahució al cándido Rajoy mediante una confabulación de jueces y políticos con el ex magistrado Garzón como sumo sacerdote.

De hecho, las grabaciones comprometen a Garzón y a su estrecha colaboradora durante más de 20 años, la fiscal y hoy ministra de Justicia, Dolores Delgado. Claramente implicados en la operación político-judicial que muñó la sentencia del caso Gürtel en la que se cuestionaba la veracidad de la declaración de Rajoy como testigo y que, tirando de dicho hilo, lo dejó desnudo e indefenso. A ellos se les ha entregado, a modo de botín de guerra, el Ministerio de Justicia para que hagan y deshagan a conveniencia, además de para que Garzón ajuste cuentas con aquellos togados a los que imputa su apartamiento de la carrera.

Todo se inició hace ya nueve años en una cacería en Andújar. Como retrato de época de una Justicia de perro y escopeta, la pareja Garzón&Delgado, cual Bonnie&Clyde de la juripolítica, fue sorprendida celebrando, junto con el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, y el inspector del caso Gürtel, Juan Antonio González, comisario general de Policía Judicial con el ministro Rubalcaba, haber ordenado el ingreso en prisión unas horas antes de varios implicados en esa trama corrupta de financiación ilegal del PP.

Luego, tras ser condenado en febrero de 2012 por interceptar las conversaciones que mantuvieron los cabecillas de la trama con sus abogados en la cárcel de Soto del Real, el inhabilitado juez se reengancharía en el caso Gürtel asesorando a Ricardo Costa, secretario general del PP valenciano, y propiciando un pacto con la Fiscalía para rebajar la pena a cambio de admitir la financiación ilegal del partido, así como a comprometer al ex presidente Camps. Curiosamente, las dos fiscales del arreglo prêt-à-porter habían avalado las escuchas ilegales que supusieron la inhabilitación al juez instructor. Un enredo muy propio de Garzón, perejil de todas las salsas.

Por fas o por nefas, al cabo de estos poco más de tres meses que Sánchez suma al mando del Gobierno, se respira una atmósfera tan viciada y asfixiante -incluso con los mismos personajes y parejos métodos- como la del Trienio Ominoso (1993-1996) que puso amargo colofón al largo adiós del felipismo tras 13 años y medio en La Moncloa. Todo ello después de tiempos revueltos en los que se encadenaban dimisiones y se dejaba a medio enterrar un cadáver político para acudir a sepultar al siguiente, mientras se imputaba a la Prensa crítica haber desatado poco menos que las siete plagas de Egipto contra el PSOE.

En aquel Trienio Ominoso, "todas las mañanas había un desastre real, no imaginario, un problema brutal", suele referir el biministro Belloch, quien hubo de fortificarse, junto a Margarita Robles, hoy ministra de Defensa y entonces secretaria de Estado de Interior, contra las acometidas de Garzón. Ahora, este último se ha resarcido cumplidamente al apoderarse, por ministra interpuesta, del Ministerio que apetecía y que González le negó dejándole con la miel en los labios.

No sorprenderá, por tanto, que se vislumbrara un rictus de regocijo en el rostro de Margarita Robles, su íntima enemiga, al contemplar cómo Delgado era un barco a la deriva sometida al oleaje de la oposición durante la sesión plenaria en la que fue reprobada por el Senado a causa de su mendaz conducta con el juez Llarena. Con su revanchismo, pretendía dejarlo a los pies de los caballos de los Tribunales belgas, presentando como una cuestión personal lo que era un cuestionamiento en toda regla del Estado de Derecho en España. Garzón y Delgado no ocultan su enemistad manifiesta con Belloch y Robles desde que Garzón regresó al Juzgado número 5 de la Audiencia Nacional, para retomar la investigación sobre los GAL.

Ahora el doctor Sánchez, ¿supongo?, como antaño González, asiste irremisiblemente a su propio drama. Como los protagonistas de la más célebre novela negra de Agatha Christie -Diez negritos- y que otrora abocó al fundador del PSOE moderno al abismo. De pronto, se abrió el suelo bajo sus pies. Al igual que a esos diez negritos de Agatha Christie, el pasado le dio alcance y le resultó imposible sacudirse de él.

Si entonces uno de los desencadenantes fue el comisario José Amedo, condenado por los crímenes de Estado de los GAL, ahora toma el relevo Villarejo al querer cobrarse las mercedes que, como todos los agentes dobles, obran en una dirección y en la contraria. Pero siempre guardándose las cartas marcadas que los conviertan en intocables para la hora en la que sus supuestos delitos o negocios a la sombra del poder puedan pasarle eventualmente factura.

Así, el desencadenante ha sido esta vez las grabaciones del ex comisario Villarejo que revelan la complicidad y conchabanza de éste con los actuales biministros de Justicia, esto es, con el ex juez Garzón y quien, por estar éste inhabilitado para cargo público, desempeña oficialmente el puesto, la fiscal Dolores Delgado. Esta última llega al extremo de aplaudir la extorsión del comisario a empresarios por medio de una red de prostit*ción para obtener "información vaginal" que sirva de aprovechamiento de lo que éste llama "El Gremio". "¡Éxito garantizado!", le jalea la hoy ministra sin censura ni repudio alguno hacia Villarejo del que se vale, junto a Garzón, para que le quite de en medio a agentes que no son de su estima.

Con ese piélago de hechos a cuestas de una fiscal en el ejercicio de su cargo, ésta debería ser ya una cesante. Además de estar expulsada de la carrera fiscal, como Garzón lo fue por hechos de naturaleza análoga. ¿Alguien se imagina lo que haría Lola, espejo oscuro, de vuelta a la Audiencia Nacional?

No debiera extrañar que Villarejo pretendiera mantener una cita con la actual ministra -Dos era su nombre en clave y M, de Mago, el de Garzón- para frenar la extradición del naviero Pérez-Maura a Guatemala a cambio de una suma que, presuntamente, rondaría los seis millones de euros, según la investigación judicial.

Cuando Villarejo, por medio del mismo procedimiento de las grabaciones, dejó en evidencia en 2015 al ex presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, actualmente en libertad provisional, Sánchez exigió su inmediata dimisión y endosó responsabilidades directas a Rajoy como presidente del PP y del Gobierno. Empero ahora cambia de doctrina, al igual que mide con distinto rasero ético a su ministro astronauta, Pedro Duque, con respecto a aquellos otros a los que, por similares razones fiscales, exigió (y se cobró) la dimisión del fiscal Moix, el ex ministro Soria o el podemita Monedero. Sólo le mueve cerrar la estafeta a la que Villarejo ha remitido su incriminadora grabación. A ver si así logra sellar la fosa séptica de este otro hombre de las mil caras como otros muchos mercenarios.

Por encima de bromas gruesas o de comentarios homófobos contra el juez Grande-Marlaska, hoy compañero de gabinete como ministro del Interior, o de que mintiera tantas veces, al menos, como San Pedro negó a Jesús, cuando dijo no tener relación con el comisario, la gravedad del caso Delgado reside en que coopera con unos chantajistas que no le ocultan sus métodos y a los que, por ejemplo, le regala confidencias del tenor de haber visto a jueces y fiscales españoles con menores de edad en Colombia.

En vez de denunciar a esos jueces por la comisión de un delito de ese calibre, los convierte en mercancía de extorsionadores. Cual ladrones que van a la oficina, estos aparentes servidores públicos parasitan al Estado y se valen de sus medios, no para preservar la seguridad de los ciudadanos que les pagan, sino para crear un mercado de extorsionables de los que servirse económicamente o para otros fines. ¡Cuántos flancos de la seguridad ciudadana quedan desguarnecidos mientras olisquea braguetas ajenas esta mafia que se apodera del Estado y se erige en un poder fáctico por su demoledora capacidad de destrucción!

El conciliábulo entre Villarejo, Garzón y Delgado en una marisquería madrileña para celebrar la medalla que le otorgó Zapatero parece una página de La tapadera, la novela de John Grisham que Sydney Pollack llevó al cine. Tom Cruise encarna a un prometedor abogado de Harvard que, pudiendo aspirar a los mejores bufetes, ingresa en uno de Memphis especializado en grandes patrimonios. Colmado de atenciones a su llegada, descubre que, tras una fachada honorable, se oculta una terrible realidad que no percibirá en toda su calado hasta que se le hace el encontradizo alguien que dice ser del FBI y que investiga el blanqueo de capitales por el crimen organizado. En la película, es constante la presencia de un personaje secundario con pinta de perro perdiguero que ejerce un cometido esencial. Como sicario de la organización mafiosa que está detrás del negocio y que vive empotrado en el bufete, impone la ley del silencio: "Me pagan por sospechar cuando nada induce a hacerlo".

Consciente del terreno peligroso que pisa, Sánchez no puede destituir a una ministra que se ha demostrado una compulsiva mentirosa y que encubrió como fiscal delitos de una enorme gravedad, sin poner patas arriba la tramoya sobre la que montó su moción de censura. Puede entregar libremente la cabeza de cualquier ministro menos la de Justicia.

No es cosa que Garzón se la juegue a él como a González por no hacerle biministro de Interior y Justicia, y le reabrió a mister X el caso GAL escondido en el cajón de muchos fondos de su despacho. Tampoco es cuestión de levantar la tapadera sobre la que montó su operación para defenestrar a Rajoy y de la que emergen iracundos los más siniestros habitantes de las cloacas del Estado. Se explica que el presidente se ponga fuera de órbita, viajando de la ceca a la meca, mientras sus ministros se meten bajo tierra.

Ante ese brete, el Gobierno adopta una posición victimista para no sentirse obligado a cerrar por derribo. Para aguantar el tipo, dispone de armas arrojadizas contra sus rivales, dado su control del medio televisivo y su manejo partidista del CIS, donde rige el algoritmo Tezanos: primero asigna el resultado y luego reparte los porcentajes para que cuadre la suma pretendida previamente. Pero Sánchez se ha tenido que abrir tanto de capa para atraerse los apoyos precisos que satisfagan su desmedida ambición de poder que ahora lo embisten por todas partes.

A medida que se pone cuesta arriba su objetivo declarado de llegar al 2020 y sus ministros se descuelgan por el trayecto, el doctor Sánchez, ¿supongo? es lógico que cavile, al otro lado del Atlántico, poner rumbo a unas elecciones. Mucho más al ver como apremian sus socios el pago de la deuda que contrajo, más sus intereses de demora, así como la insostenible situación de un Gobierno a la deriva y pendiente del siguiente negrito por caer.

http://www.elmundo.es/opinion/2018/09/30/5bafbf3f46163f09638b4691.html
 
¿Las viejas glorias del PSOE que están horrorizadas del podemita narcisista que ha parido su partido?

@ConnieS, te partes de mi comentario cuando yo lo había hecho muy en serio y con gran desgaste de mis pobres neuronas. ;)

¿Descartas tan a la ligera a Mr X acariciando un gato rodeado de sus fieles y murmurando "las cloacas siempre serán nuestras" como un vulgar CDR? :rolleyes:

Que sepas que me dejas preocupada con tu cachondeíto y poniéndome a mí misma en el rincón de pensar. :confused::D:D:D
 
La doble vida de un chantajista
La obsesión por grabar todos sus encuentros se convierte ahora en la principal prueba contra Villarejo


Cuando José Manuel Villarejo se reunía con gente, solía poner su teléfono sobre la mesa: “¿Hay confianza, ¿no? Somos colegas. Móviles a la vista; aquí nadie graba a nadie”. Mientras tanto, él ya estaba grabándolo todo, incluso estas frases. Durante al menos 20 años registró todos sus encuentros con gente que le interesaba. En su obsesión notarial no discriminó entre amigos y enemigos, entre conocidos o extraños. Todos pasaban por su grabadora indiscreta: policías, jueces, fiscales, periodistas y empresarios.

Las tarifas de Villarejo: 200.000 euros por colar una cámara en un baño público


Por eso, los fiscales que investigan ahora los caminos del delito por los que pasó Villarejo tienen vía libre con una sola curva peligrosa: desencriptar los miles de archivos que guardó pacientemente durante toda una vida profesional.

Villarejo ingresó en la policía con 22 años y en 1983, cuando apenas había cumplido 10 años en el cuerpo, pidió una excedencia para dedicarse a sus empresas. Regresó en 1993, fue inspector jefe en la Comisaría General de Información durante dos años y después pasó a la Comisaría General de Policía Judicial, donde la información comprometida desborda las mesas. Allí estuvo 14 años —ocho durante el mandato del PP y los seis siguientes con gobiernos socialistas—. Desde entonces y hasta su jubilación, en agosto de 2017, presumía de ser agente encubierto asignado a la Dirección Adjunta Operativa (DAO), el departamento de más poder en la Policía.

Este es el escueto currículo de Villarejo que se puede leer en el sumario de la investigación del caso Tándem, por el que lleva preso 10 meses. Pero el currículo con el que él se presenta tiene más adornos: “Participé en numerosas detenciones de miembros de ETA, entre ellas, alguna significativa como la de quienes cometieron el atentado contra la cafetería Rolando… También participé en numerosos viajes a Francia, sin apoyo de la prefectura francesa, desarmado y con vehículo propio; hice tareas de apoyo operativo a grupos antiterroristas en viajes de la Casa Real; desarticulé bandas de atracadores en Madrid; conseguí infiltrarme en círculos independentistas; viajé a Siria para acercarme a gente de los servicios de información, me infiltré también en mafias organizadas…”
De sus tareas de intoxicación e información no hay ni rastro en sus memorias. Pero a Villarejo se le atribuye un informe para el Gobierno socialista sobre el juez Baltasar Garzón, el llamado informe Veritas, elaborado cuando el magistrado se dedicó a investigar los crímenes de Estado de los GAL.

En su actividad ordinaria elaboró decenas de notas informativas sobre temas variopintos donde levantaba teorías conspirativas sobre un suelo de medias verdades.

En su última etapa, se dedicó al pluriempleo. A su trabajo indeterminado en la cúpula policial del Ministerio del Interior, añadió su tarea investigadora como solucionador de problemas para empresarios millonarios. A este empeño dedicó, por lo que se va conociendo ahora, los últimos años de su carrera policial. Y se empleó a fondo para cometer todo tipo de ilegalidades.

Con un nombre y un número de teléfono móvil podía escudriñar las miserias de los enemigos de sus clientes. La investigación judicial del caso Tándem ha destapado las virtudes de Villarejo para acceder a información confidencial de bancos, compañías de telecomunicaciones y registros de todo tipo. Además, ofrecía servicios tecnológicos avanzados para espiar a quien hiciera falta.

Sus tarifas iban de 200.000 euros a varios millones, y siempre ofrecía a sus clientes un despliegue similar estructurado en ocho equipos con 12 coches y cinco motos para vigilancia o transporte, software y hardware para acceder a determinados bancos de datos; equipos de audio para grabaciones convencionales, equipos de captación de audio en ambientes hostiles, y equipos ópticos captadores de imágenes en situaciones adversas. Para cada problema tenía una solución, por lo general a espaldas de la ley. En eso no engañaba a nadie.

Entre risas, Villarejo le comenta a un empresario que le contrata para obtener determinada información de otra persona: “Tú sabes que esto es más ilegal que una patata…”. Y a otro le cuenta su poderío: “Soy un puto comisario que está de analista en una situación especial”.

Si el problema era una bronca entre dos miembros de una familia y uno de ellos le pedía ayuda remunerada, Villarejo desplegaba sus cartas: “La información que nos da de dentro del entorno es que ella debe tener un noviete… entonces es muy interesante”.

Cuando se complica el cobro de una deuda, el comisario se atreve a grabar al abogado del supuesto moroso consumiendo droga o manteniendo relaciones sexuales de pago para así ablandar al deudor. Una extorsión de libro.

Para ilustrar a los clientes sobre las virtudes de su trabajo especial, Villarejo no reparaba en detalles: “Es muy fácil ponerte un micrófono de ambiente. Hay muchas formas, hay enchufes que son enchufes que son un micrófono que son un enchufe. Entonces te pones en un cuarto a 20 o 30 metros y lo tienes dentro en un cajón y te está chupando todo lo que hablas ¿sabes? Si hay algún traidorzuelo, lo tiene a huevo”.

El solucionador de problemas, comisario en activo de día, chantajista de noche, se atreve a meter a los adversarios de sus clientes un “señuelo informático” para seguir el rastro de correos electrónicos internos.

Los investigadores explican así las actividades privadas con las que Villarejo hizo negocio durante su etapa en la policía. “Prevaliéndose de su cargo policial, obtenía ilícitamente información vinculada a la esfera más íntima de las personas y se la facilitaba a sus clientes, sin que en modo alguno estuviera amparado por la normativa vigente para ello, teniendo en cuenta además que su conducta tiene por objeto obtener un lucro económico, ya que se trata de un servicio remunerado para una de las partes contratantes”.

Al comisario Villarejo no le importa presumir de sus contactos: “Nosotros siempre gremio duro, herméticos, nunca nada por canuto y, además, nosotros asesoramos al Ministerio del Interior en temas delicados que no le cobramos, obviamente. Entonces, tenemos cierto paraguas a la hora de pedir cosas…”.



Pedro Sánchez: “No nos va a marcar la agenda política un corrupto”


https://elpais.com/politica/2018/09.../2018/09/29/actualidad/1538236576_238550.html
 
@ConnieS, te partes de mi comentario cuando yo lo había hecho muy en serio y con gran desgaste de mis pobres neuronas. ;)

¿Descartas tan a la ligera a Mr X acariciando un gato rodeado de sus fieles y murmurando "las cloacas siempre serán nuestras" como un vulgar CDR? :rolleyes:

Que sepas que me dejas preocupada con tu cachondeíto y poniéndome a mí misma en el rincón de pensar. :confused::D:D:D

Las "viejas glorias" son un enjalmo de canallas y botarates, y Pedro Sánchez y su panda, sus dignos sucesores.

Que conste que "mi cachondeito" (los relinchos de risa) son por la delirante y esperpéntica realidad política-mafiosa; y tus opiniones son un tesoro de fino humor e inteligencia que ponen sal y pimienta a las "tontás" de estos desaboríos rascatripas que nos gobiernan.
¡Gracias por estar aquí y por tus comentarios!
 
Se trata de algo mas que líos, es un asunto penal con un juez imputado.

De lo demás cada uno tiene su opinión.

Para mí son líos porque 9 de cada 10 no llegan a NADA. Anda que no hemos visto lo mismo hecho a políticos del PP-PSOE, con detenciones Y cámaras de tv de por medio... que luego se quedan en vacío, pero nadie se entera del resultado final.

Es bueno recordar esto: perro no come a perro ;)
 
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