También dan en adopción jóvenes. Los que no se adaptan bien al trabajo concreto, por ejemplo que se asustan con explosiones o ruidos fuertes. #adoptaunjubilado
Y los que, una vez preparados para trabajar, se les detecta alguna enfermedad (epilepsia, diabetes, etc.), pero la mayoría son perros retirados de su trabajo cuando cumplen 10 años, tanto de las fuerzas de seguridad como de la ONCE. A partir de esa edad se buscan familias que los adopten para que coman, duerman, jueguen... sin obligaciones. Se lo han ganado.