El botijo sabe que no gusta, que no vale, que su posición no se sostiene.
Por eso no quiere saber nada ni de la prensa, ni de nadie.
Este memo se levanta todas las mañanas dando gracias al cielo por seguir viviendo en un palacio y diciendo virgencita, virgencita, que me quede como estoy. Sabe que todo pende de un hilo muy fino que cualquier día se rompe... y ese día este necio se va a ver a la intemperie y sin el manto protector de la casa real, que es lo único que impide que esté trabajando de cajero del Mercadona.
Por eso no quiere saber nada ni de la prensa, ni de nadie.
Este memo se levanta todas las mañanas dando gracias al cielo por seguir viviendo en un palacio y diciendo virgencita, virgencita, que me quede como estoy. Sabe que todo pende de un hilo muy fino que cualquier día se rompe... y ese día este necio se va a ver a la intemperie y sin el manto protector de la casa real, que es lo único que impide que esté trabajando de cajero del Mercadona.