Desfile Top-Hom: cuando la caspa sale a pasear, mejor en casita quedar


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Donde están las señoras bien de Madrid?

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El otro día Carmen Valiño, que es una de las relaciones públicas y anfitrionas más educadas y eficientes de Madrid y una de las mujeres con mayor poder de convocatoria de la capital, me invitó a través de Carmen Rigalt y Carlos García-Calvo al desfile de Tot-Hom en la embajada de Italia.

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Mónica Martín Luque, Patricia Olmedilla y Marta Robles.

Me encantó salir de mi guarida, que es la redacción, para disfrutar de un planazo en un entorno tan precioso. Contemplé la colección de Marta Rota y sus hijas Andrea y Alejandra con la boca abierta. Un conjunto de prendas súper elegantes inspiradas en YSL y Giambattista Valli que me pondría mañana mismo. Me dio rabia que mis hermanos ya estén casados: sería la excusa perfecta para ir volando a la tienda que tienen en Velázquez, aunque ellas hacen Alta Costura en el taller en Barcelona, ya que la matriarca y madre de Marta, Margarita Jovani, empezó cosiendo en Santa Eulalia y allí siguen radicadas sus herederas.

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Marta Rota y sus hijas, Andrea y Alejandra, diseñadoras de Tot-Hom.

Mientras admiraba esos majestuosos vestidos camiseros, esas faldas regias de terciopelo, cuerpos de pedrería y otras prendas para señoras con fachón, me percaté de que gran parte del personal asistente era bastante maleducado. ¿Dónde se meten las señoras bien de Madrid? Escondidas en sus casas, porque me niego a creer que sean una especie en peligro de extinción. Como dice Emilia, las ricas y elegantes de verdad huye de todo esto y no no puedo estar más de acuerdo. ¡Están en peligro de extinción! Ni rastro de las mujeres que nos gustan, como Pilar González de Gregorio, por ejemplo. Ah, claro. Es que ella trabaja. Y en Christie's.



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Para empezar, muchas de las convocadas llegaron tarde y, una vez sentadas en sus sillas, cuyo sitting había preparado primorosamente Carmen Valiño, mucho más distinguida que sus invitadas, no pararon de hablar. Algunas lo hacían tan alto que no se escuchaba ni la música del desfile, por cierto Kanye West.

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Carmen Lomana e Isabel Gemio.

Resultaba gracioso que en esa convocatoria repleta de cabelleras con la permanente realizada en la peluquería Peque, estiramientos faciales en la consulta del doctor Peñas y litros de perfume de Loewe y Guerlain, se escuchara música del marido de Kim Kardashian. En realidad, había mucho estilo Kardashian por allí: plataformas, sandalias atadas al tobillo, inyecciones de vitaminas, tinte rubio albino, oro amarillo, rinoplastias infinitas, ropa interior de La Perla...

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Begoña Trapote y Carlos Pérez Gimeno.

Frente a mí, a modo última cena, se sentaron, subidas a sus tacones de aguja de 10 centímetros, un grupo de rubias que comentaron horrorizadas ante la grabadora de Paloma Barrientos la crisis del PSOE. Entre ellas, Mónica Martín Luque y Patricia Olmedilla, que mucho me recordaron a Ana Obregón en los 90. "Todas son señoras de patitas finísimas con tripa", dice Cote. Y lleva razón. Mónica es una chica que no ha encontrado su sitio en el mundo desde que se separó de un hijo de la infanta Pilar y por lo visto vive de vender pantallas de lámpara en una tienda que tiene al lado del mercado de Chamartín. También vende motos en la revista ¡Hola!

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Patricia Olmedilla, por su parte, después de ser novia de Jaime Martínez-Bordiú en su etapa más difícil, por no decir chunga, se casó con el duque de Terranova, pero nadie diría hoy que alguien así es consorte de un aristócrata a tenor de la minúscula falda y el tipo de calzado rosa nude, aunque de corte dominatrix, que le gusta ponerse. Cuesta creer que la joven apenas pase de los 40. Emana colágeno por todos sus poros.

Junto a ellas se encontraba Marta Robles, tipazo con talla 36 pero embutida en un trajecito ¿sastre? de color amarillo de la talla 32. Ejecutiva sexy, vamos. Con salones de punta y tacón finísimo y altísimo, pues por ella nunca pasará la moda del tacón cuadrado de cinco centímetros. También estaba por allí Isabel Gemio. Sorpresa, sorpresa.

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Jesús Vázquez y Ana Rosa Quintana.

Porque me sorprendió ciertamente la presencia de este tipo de damas en el desfile. Ninguna de ellas parece ir vestida nunca de Tot-Hom, pues de elegancia sobria y contenida no tienen nada. Tot-Hom es demasiado para ellas, que se gastan los cuartos en Versace y cosas así. Tampoco de Tot-Hom parece ir Begoña García-Vaquero, esposa de Pedro Trapote, fija en todo acto organizado por la firma catalana, que es gemela de Jennifer López. Su hermana Mar no asistió porque se encontraba de viaje en Chile con su marido, Felipe González, justo en plena crisis en la calle Ferraz.

Begoña está delgada y tiene una figura envidiable, de espaldas se la confunde con una jovencita de 20 años. Se sentó en el 'front row' con sus pendientes de aro gigantes y no dejó de mascar chicle. Finura pura.

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Las Segrelles, aunque rancias, dieron una clase de clase, valga la redundancia, a muchas de las presentes. Siempre sonríen y son encantadoras. No se quedaron a comer, quizá para hacerse las ocupadas.



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También estaban por allí Esperanza Aguirre, que dijo, despistadísima descubrir la firma en el desfile. Con ella se encontraba con su jefa de prensa, Isabel Gallego. Otros que rondaban por allí eran Ana Rosa Quintana, Jesús Vázquez con su marido (que pintaban lo que yo en el Bernabéu) y varios periodistas y/o gays a los que les encanta rodearse de señoras del barrio de Salamanca.

Isabel Preysler no fue porque tiene contrato con Pronovias y Alfredo Villalba, creo. Y también porque tenía que acercarle un libro de la biblioteca a Mario Viagra Llosa.

Eché de menos a estupendas como Ana Belén, a la que han vestido en su gira 'El gusto es nuestro'. Seguro que hubiera cruzado las piernas con sigilo y distinción y no se hubiera subido a un andamio por 'stiletto'. También encontré a faltar a Marisa Paredes, Lola Herrera, Nuria Espert y otras clientas de Sybilla a las que les pega ir de Tot-Hom, como Elena Ochoa.

Les pregunté a las modistas si les gustaría vestir a Letizia. Decían que sí, pero comentaron tristes que una vez le enviaron un traje y se lo devolvió. "Al parecer no acepta regalos para no comprometerse".

Ella se lo pierde. Sé a ciencia cierta que sí acepta cazadoras de Belstaff.

Tampoco había rastro del grupo de las Caris Lapiques, Natys Abascales, Maribeles Yébenes... Me extrañó muchísimo. Igual es que no pagan por asistir. Estilistas de los Goya, por favor: recurrid a Tot-Hom para vestir a nuestras actrices.

Carmen Lomana fue de las pocas asistentes que fue vestida de la marca para rendirles homenaje con su percha estilosa de siempre: su trajecito de rayas de hombros al aire le sentaba como un guante y el mérito es que se lo ha comprado ella con su dinero y no mendiga préstamos para ir ideal de la muerte. Me presentó a su hermana María José, que es tan fantástica como ella y con la que comparte figura estilizada, belleza y genes antichoque. Es cierto que hubo un tiempo que había sobredosis de Carmen Lomana en los medios, pero hay que reconocer que siempre es una alegría verla. Lejos de Telecinco está mucho mejor.

He de celebrar la decoración de los centros florales de mesa con troncos de Brasil y rosas de pitiminí. De monada tota. Quiero ser una señora bien de Madrid y recibir en casa. Como vivo a dieta permanente, me fijo más en el continente de los platos y bajoplatos que en el contenido. Oh, mísera de mí... Oh, infelice... Mucha hambre flotaba en el ambiente... Para lucir hay que sufrir.
 
Las Segrelles dan miedo.
Todas son de edad indefinida y la mayoría se sienten sexies llevando ropa ceñida y melena rubia.
Que lejos estan del allure frances.
 
Lo de Mario Viagra Llosa...¿será idea suya o lo ha leído en Cotilleando? ;)
 
Isabel gemio siempre fue guapa, aunque tan hortera y tan en un mundo donde se supone k lo wapo es sara carbonero (mamma mia) y con tan mala uva, que al final entre unas cosas y otras a nadie le parece wapa.,pero lo es. De joven era muy guapa

Yo la vi una vez mu de cerca, tendria unos 45 años entonces, los periodistas cercandola preguntandola chorradas, ella andando muy despacio, y me sorprendio lo increiblemente mona k era, delgada, muy juvenil, y con u pelo increiblemente bonito y brillante.

En esta foto por primera vez no va hortera, ha adelgazado

Carmen lomana va de pena como siempre. Viste muy mal. De siempre
Y aqui especialmente.parece que va a tomarse una horchata al chiringuito

La k escribe no se ha atrevjdo a decir k ana sosa hejjjcritora salvemos valdevaquerosmya es igual k aquella mujer pantera k se desgracio la cara a base de 2000 operaciones.

Que cosa mas horrible.esa cara hinchada, sin serlo, parece producto de una enfermedad de una alergja grave. El colmo de la estupidez

Monica martin luque es una rision en si mismo. Marta robles un coñazo de mujer, y patricia olmedilla pues...las dos cosas a la vez
K espanto de mujeres, k pinta. K horror
Dice que no pega que patricia con esa estampa este casada con un duqueso o,condeso marqueso. Con cara de gili, añado yo

Pero vamos, no solo esta casada. Ella misma es hija del conde de cerrageria.
La harijjtrocrasia hepañola es asi. No se salva uno

La ropa de tot hom k siempre lleva pochabel es horrible
Y si, seguramente los horrores caris natis no fueron xq no,pagaban. Loflipin de k alguien les pague por algo
Y la palanganera yebenes no iria si no van las otras. O xq no la conocen o algo
K,pereza. Vaya personajes
 
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