La realidad será que el Rey se irá a pasar la Nochebuena a Marivent con los amigos mallorquines y con Marta Gayá o con su secretaria Corinna (o con las dos)
La Reina se irá a Londres con los Grecia.
La Infanta Elena se irá o con su padre o con su hermana. O a algún lugar recoleto con algún ignoto varón.
En Zarzuela cenará la nueva dinastía: La Prinzesa heredera Fictizia, su Consorte, las herederas de la heredera, la futura reina-madre Paloma Rocachuletas, la futura reina-abuela Fumenchu, la principessa Henar y el futuro infante Davideto, primo de la Prinzesa.
A mitad de la cena la Prinzesa heredera y su Consorte tendrán una violenta discusión causada por las tensiones familiares, las aventuras extramaritales de ambos y los asuntos políticos (fundamentalmente la necesidad de quitar de circulación al Rey). El Consorte no llegará a terminar la cena. Se levantará de la mesa y pedirá un Falcón para irse a un hotel alemán.
Resumiendo: en Zarzuela sólo terminará la cena la nueva dinastía.
A los postres la Prinzesa heredera llamará a sus cortesanos periodistas y les indicará lo agradable que ha sido la cena de este año. Los periodistas contarán al día siguiente que la sintonía entre el Rey y los herederos ha sido perfecta, que acordaron las estrategias a seguir para limpiar la Casa Real y que la enamorada pareja de herederos, modelos de ética y limpios como los chorros del oro de todo manejo dinerario, son la garantía de un futuro de esplendor para la monarquía y la jefatura del estado.
La Reina se irá a Londres con los Grecia.
La Infanta Elena se irá o con su padre o con su hermana. O a algún lugar recoleto con algún ignoto varón.
En Zarzuela cenará la nueva dinastía: La Prinzesa heredera Fictizia, su Consorte, las herederas de la heredera, la futura reina-madre Paloma Rocachuletas, la futura reina-abuela Fumenchu, la principessa Henar y el futuro infante Davideto, primo de la Prinzesa.
A mitad de la cena la Prinzesa heredera y su Consorte tendrán una violenta discusión causada por las tensiones familiares, las aventuras extramaritales de ambos y los asuntos políticos (fundamentalmente la necesidad de quitar de circulación al Rey). El Consorte no llegará a terminar la cena. Se levantará de la mesa y pedirá un Falcón para irse a un hotel alemán.
Resumiendo: en Zarzuela sólo terminará la cena la nueva dinastía.
A los postres la Prinzesa heredera llamará a sus cortesanos periodistas y les indicará lo agradable que ha sido la cena de este año. Los periodistas contarán al día siguiente que la sintonía entre el Rey y los herederos ha sido perfecta, que acordaron las estrategias a seguir para limpiar la Casa Real y que la enamorada pareja de herederos, modelos de ética y limpios como los chorros del oro de todo manejo dinerario, son la garantía de un futuro de esplendor para la monarquía y la jefatura del estado.