P
pilou12
Guest
Descenso a las cuevas más asombrosas del planeta
M. GLÉZ.HONTORIA | FOTOS: AWL IMAGES
Ver galería
Estas joyas de la naturaleza formadas hace millones de años son el cielo en la Tierra para los amantes de la espeleología y la aventura. Este es un recorrido por algunas de las cuevas más increíbles. Destinos de un mundo subterráneo que deberíamos explorar al menos una vez en la vida.
GUNUNG MULU NATIONAL PARK (BORNEO)
Nos quedamos en Asia para ver otro fenómeno geológico. El Parque Nacional de Gunung Mulu de Borneo (Malasia) es una selva repleta de palmeras que esconde formaciones cársticas y cuevas deslumbrantes. El lugar ha atraído numerosas expediciones a lo largo de los años. La primera fue la Royal Geographical Society a finales de los años 70, con más científicos sobre el terreno. Otras posteriores han confirmado a golpe de tecnología la inmensidad de la profundidad de este lugar. La cueva del Ciervo (dos kilómetros de largo por 90 metros de alto) atraviesa una montaña entera y era, antes del descubrimiento de Son Doong, el pasillo subterráneo más grande del mundo. La de Lang, por su parte, sorprende por sus gigantescas estalagmitas y estalactitas.
GRUTA DE FINGAL (REINO UNIDO)
Parece obra del hombre, pero esta cueva escocesa en el islote de Staffa, en el archipiélago de las Hébridas interiores, es un regalo de la Naturaleza. Está formada por columnas basálticas y, además de una extraña belleza, cuenta con una acústica prodigiosa. De ahí que haya sido musa de innumerables creadores. Desde Julio Verne a John Keats y de J.M.W Turner al compositor Felix Mendelssohn, que se inspiró en la gruta para componer La Sinfonía Escocesa y la obertura de Las Híbridas, precisamente llamada La gruta de Fingal. Otros visitantes célebres han sido la reina Victoria y hasta Pink Floyd. Para visitar la isla escocesa hay varios tours.
MIAO KENG (CHINA)
Bienvenidos al abismo. Esta imagen del fotógrafo Robert Shone en la cueva de Miao Keng, en Wulong, dio la vuelta al mundo en 2008. El escalador era miembro de un equipo internacional de espeleólogos que descendía por primera vez a la base de este pozo natural cerca de la aldea de Tian Xing. Una aventura que llevó dos meses en incursiones de 4 y 5 días cada una. No tiene el récord, pero la cueva es una de las más profundas del mundo: 1.026 metros.
SIMA DE PADIRAC (FRANCIA)
En el Parque Natural Regional de Causses du Quercy (calle de Dordoña) las ovejas y cabras campan a sus anchas. El territorio está trufado de rincones idílicos, como el pueblo colgado de Saint-Cirq-Lapopie, o la impresionante sima de Padirac, en la imagen. Por esta cavidad, a 103 metros bajo tierra, discurre un río subterráneo que se puede explorar en bote. Después de bajar a la sima en ascensor o por las escaleras, el visitante puede recorrer hasta dos kilómetros llegando a la sala del Lago de la Lluvia, con su gigantesca estalactita; la sala de los Grandes Socavones, con su lago; y la sala del Gran Domo, con una bóveda de 94 metros. Estamos ante el lugar turístico subterráneo más visitado de Francia.
CARLSBAD CAVERNS NATIONAL PARK (EEUU)
Viajamos ahora al desierto de Chihuahua, a ambos lados de la frontera de Estados Unidos y México. Las Carlsbad Caverns ofrecen un mundo subterráneo de 350 kilómetros, calificado como el "Gran Cañón del Colorado con techo". Su principal reclamo son las formaciones geológicas del Big Room, una colosal cámara con un techo que se eleva hasta los 78 metros de altura. Desde aquí se puede seguir un sendero subterráneo entre bosques de estalactitas de 1,6 kilómetros.
EL GLACIAR VATNAJOKULL (ISLANDIA)
Cogemos ahora los crampones y el piolet. El mayor glaciar de Europa (8.100 km²) se sitúa sobre una cadena de volcanes que alcanzan los 2.000 metros. Es Islandia en estado puro, un paisaje de lenguas de hielo, cuevas y lagunas glaciares que parece sacado de otro planeta. Aventurarse por este territorio extremo es cosa de expertos y de agencias especializadas. Sólo se puede hacer en invierno. Para visitar las cuevas de cristal necesitará mínimo de dos a cuatro horas. Algunos tours requieren un trekking sobre el hielo, otros le llevan directamente hasta la entrada de la cueva y le dejan deambular (con casco, claro) a su aire.
BALLICA (TURQUÍA)
Pese a su remota ubicación a las afueras de la ciudad turca de Tokat, la Ballica Magarasi es una de las cuevas más famosas del país, con más de 70.000 visitantes al año. Este laberinto calizo de hace más de tres mil años aparece en la falda de la montaña de Akdag. Tiene una longitud de 8 kilómetros, de los cuales 680 metros están abiertos al público, y 5 pisos llenos de estalactitas y estalagmitas.
THAM KHAO LUANG (TAILANDIA)
Es una de las cuevas santuario más bonitas de Tailandia, la preferida del rey Rama IV cuando era monje. Además de la belleza de sus estalactitas, la abertura de la cueva deja pasar los rayos de luz creando una atmósfera mágica. Lo mejor es visitarla en las mañana de invierno para ver la luz reflejada en las distintas estatuas doradas de Buda que se pueden contemplar dentro. Tham Khao Luang está en la provincia de Phetchaburi, a unos 160 kilómetros de Bangkok.
SKOCJAN CAVES (ESLOVENIA)
En la lista de lugares Patrimonio de la Humanidad de la Unesco de 1986, las colosales cuevas de Skocjan esconden el cañón subterráneo más grande del mundo. Las grutas tienen alrededor de 8 kilómetros de pasajes subterráneos, con cuevas asombrosas y un río que aparece y desaparece, el Reka, responsable de haber esculpido toda esta proeza a 200 metros de profundidad. Durante el recorrido se atraviesa el célebre puente Cerkvenik, en la imagen, a 50 metros por encima del río, que conduce a la Cueva de los susurros, con paredes de 100 metros de altura y repleta de estalactitas.
http://www.elmundo.es/album/viajes/el-baul/2018/10/09/5bb617f6268e3e6e488b4602_1.html
M. GLÉZ.HONTORIA | FOTOS: AWL IMAGES
Ver galería
Estas joyas de la naturaleza formadas hace millones de años son el cielo en la Tierra para los amantes de la espeleología y la aventura. Este es un recorrido por algunas de las cuevas más increíbles. Destinos de un mundo subterráneo que deberíamos explorar al menos una vez en la vida.
GUNUNG MULU NATIONAL PARK (BORNEO)
Nos quedamos en Asia para ver otro fenómeno geológico. El Parque Nacional de Gunung Mulu de Borneo (Malasia) es una selva repleta de palmeras que esconde formaciones cársticas y cuevas deslumbrantes. El lugar ha atraído numerosas expediciones a lo largo de los años. La primera fue la Royal Geographical Society a finales de los años 70, con más científicos sobre el terreno. Otras posteriores han confirmado a golpe de tecnología la inmensidad de la profundidad de este lugar. La cueva del Ciervo (dos kilómetros de largo por 90 metros de alto) atraviesa una montaña entera y era, antes del descubrimiento de Son Doong, el pasillo subterráneo más grande del mundo. La de Lang, por su parte, sorprende por sus gigantescas estalagmitas y estalactitas.
GRUTA DE FINGAL (REINO UNIDO)
Parece obra del hombre, pero esta cueva escocesa en el islote de Staffa, en el archipiélago de las Hébridas interiores, es un regalo de la Naturaleza. Está formada por columnas basálticas y, además de una extraña belleza, cuenta con una acústica prodigiosa. De ahí que haya sido musa de innumerables creadores. Desde Julio Verne a John Keats y de J.M.W Turner al compositor Felix Mendelssohn, que se inspiró en la gruta para componer La Sinfonía Escocesa y la obertura de Las Híbridas, precisamente llamada La gruta de Fingal. Otros visitantes célebres han sido la reina Victoria y hasta Pink Floyd. Para visitar la isla escocesa hay varios tours.
MIAO KENG (CHINA)
Bienvenidos al abismo. Esta imagen del fotógrafo Robert Shone en la cueva de Miao Keng, en Wulong, dio la vuelta al mundo en 2008. El escalador era miembro de un equipo internacional de espeleólogos que descendía por primera vez a la base de este pozo natural cerca de la aldea de Tian Xing. Una aventura que llevó dos meses en incursiones de 4 y 5 días cada una. No tiene el récord, pero la cueva es una de las más profundas del mundo: 1.026 metros.
SIMA DE PADIRAC (FRANCIA)
En el Parque Natural Regional de Causses du Quercy (calle de Dordoña) las ovejas y cabras campan a sus anchas. El territorio está trufado de rincones idílicos, como el pueblo colgado de Saint-Cirq-Lapopie, o la impresionante sima de Padirac, en la imagen. Por esta cavidad, a 103 metros bajo tierra, discurre un río subterráneo que se puede explorar en bote. Después de bajar a la sima en ascensor o por las escaleras, el visitante puede recorrer hasta dos kilómetros llegando a la sala del Lago de la Lluvia, con su gigantesca estalactita; la sala de los Grandes Socavones, con su lago; y la sala del Gran Domo, con una bóveda de 94 metros. Estamos ante el lugar turístico subterráneo más visitado de Francia.
CARLSBAD CAVERNS NATIONAL PARK (EEUU)
Viajamos ahora al desierto de Chihuahua, a ambos lados de la frontera de Estados Unidos y México. Las Carlsbad Caverns ofrecen un mundo subterráneo de 350 kilómetros, calificado como el "Gran Cañón del Colorado con techo". Su principal reclamo son las formaciones geológicas del Big Room, una colosal cámara con un techo que se eleva hasta los 78 metros de altura. Desde aquí se puede seguir un sendero subterráneo entre bosques de estalactitas de 1,6 kilómetros.
EL GLACIAR VATNAJOKULL (ISLANDIA)
Cogemos ahora los crampones y el piolet. El mayor glaciar de Europa (8.100 km²) se sitúa sobre una cadena de volcanes que alcanzan los 2.000 metros. Es Islandia en estado puro, un paisaje de lenguas de hielo, cuevas y lagunas glaciares que parece sacado de otro planeta. Aventurarse por este territorio extremo es cosa de expertos y de agencias especializadas. Sólo se puede hacer en invierno. Para visitar las cuevas de cristal necesitará mínimo de dos a cuatro horas. Algunos tours requieren un trekking sobre el hielo, otros le llevan directamente hasta la entrada de la cueva y le dejan deambular (con casco, claro) a su aire.
BALLICA (TURQUÍA)
Pese a su remota ubicación a las afueras de la ciudad turca de Tokat, la Ballica Magarasi es una de las cuevas más famosas del país, con más de 70.000 visitantes al año. Este laberinto calizo de hace más de tres mil años aparece en la falda de la montaña de Akdag. Tiene una longitud de 8 kilómetros, de los cuales 680 metros están abiertos al público, y 5 pisos llenos de estalactitas y estalagmitas.
THAM KHAO LUANG (TAILANDIA)
Es una de las cuevas santuario más bonitas de Tailandia, la preferida del rey Rama IV cuando era monje. Además de la belleza de sus estalactitas, la abertura de la cueva deja pasar los rayos de luz creando una atmósfera mágica. Lo mejor es visitarla en las mañana de invierno para ver la luz reflejada en las distintas estatuas doradas de Buda que se pueden contemplar dentro. Tham Khao Luang está en la provincia de Phetchaburi, a unos 160 kilómetros de Bangkok.
SKOCJAN CAVES (ESLOVENIA)
En la lista de lugares Patrimonio de la Humanidad de la Unesco de 1986, las colosales cuevas de Skocjan esconden el cañón subterráneo más grande del mundo. Las grutas tienen alrededor de 8 kilómetros de pasajes subterráneos, con cuevas asombrosas y un río que aparece y desaparece, el Reka, responsable de haber esculpido toda esta proeza a 200 metros de profundidad. Durante el recorrido se atraviesa el célebre puente Cerkvenik, en la imagen, a 50 metros por encima del río, que conduce a la Cueva de los susurros, con paredes de 100 metros de altura y repleta de estalactitas.
http://www.elmundo.es/album/viajes/el-baul/2018/10/09/5bb617f6268e3e6e488b4602_1.html