Desaparecen dos hermanos en Córdoba de dos y seis añitos. Caso Breton. TODO AQUI.

Bretón ensayó con sus sobrinos la reacción de dos niños al quedarse solos

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José Ortega, emocionado durante su declaración ante la atenta mirada de José Bretón. | M. Cubero
  • Dejó a dos niños en el banco de una plaza "para saber cómo actuaban"
  • No cree que él matara a los niños: "Se lo pudo encargar a otro"
Toñi Caravaca | Córdoba
Actualizado viernes 21/06/2013 13:14 horas
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José Bretón ensayó con sus sobrinos los días previos a los de la desaparición de sus hijos. Así lo ha confirmado su cuñado, José Ortega, esposo de su hermana Catalina. Muy nervioso y evasivoa las preguntas de la fiscal, éste recurre a "no lo recuerdo", "no lo sé", o "lo que dije en mis declaraciones anteriores" para responder.
Según ha explicado Ortega, el acusado llevó a sus dos hijos mayores hasta en dos ocasiones al colegio, los días que vivía en Córdoba porque se había separado de Ruth Ortiz. En concreto, uno de los días, un jueves, Bretón dejó sentados en un banco de una plaza cercana al domicilio de su hermana Catalina Bretón a sus dos sobrinos, según les contó después éste, porque se le habían olvidado las gafas del mayor. El viernes, ya con sus hijos Ruth y José en Córdoba, José Ortega, habló con él de este tema porque no le pareció bien. Era el primer fin de semana que Bretón se quedaba con sus hijos tras la ruptura matrimonial.
Después, Ortega conoció que Bretón llevaba las gafas en el bolsillo y que simplemente quería saber cómo actuaban dos niños pequeños cuando se les deja solos. "A mí no me gustó que los dejara solos. Se lo recriminé y le dije que no llevara más a mis hijos al colegio". No obstante, éste ha declarado que no le dio más importancia.
El cuñado de Bretón se ha emocionado en diferentes ocasiones durante su declaración, sobre todo, cuando ha relatado episodios con los niños. Según ha afirmado, Bretón le comentó en una ocasión que "se la tenía guardada a Ruth y yo le dije que no fuera a hacer tonterías, que no se fuera a estrellar un día con los niños viniendo de Huelva".
'No pudo utilizar mi coche'
Por otro lado, Ortega ha dicho que era "imposible" que el acusado haya utilizado el Kia Picanto, propiedad suya, para ir a Las Quemadillas la mañana en la que ocurrieron los hechos mientras él y su esposa Catalina se encontraban comprando en un centro comercial. Extremo éste negado por Bretón en su declaración. Según Ortega, Bretón no sabe dónde están las llaves, "no se ven a simple vista". Sin embargo, a preguntas de la fiscal ha dicho que si se buscan, "se encuentran". El acusado tuvo acceso a la casa de su hermana Catalina cuando su familia estaba ausente.
Visiblemente nervioso, el tío de los niños ha destacado que en un principio él no dudó de la versión del acusado, pero empezó a hacerlo cuando habló con la Policía. Entonces comprendió que él "tenía otras cosas en la cabeza" y pensó "a ver si los tiene encerrados o algo. Barajé 40.000 hipótesis". Con el paso de los días, y sin aparecer los niños, la desconfianza de José Ortega hacia su cuñado se incrementaba hasta el punto de que amplió su declaración en sede policial para dar cuenta de su comportamiento “extraño”.
Por otro lado, éste ha manifestado que para él José Bretón es "el responsable de la desaparición de los niños" porque "estuvo con los niños. Para mí, a él era una de las personas que había que mirar. Pensé que los había secuestrado, que alguien le tenía manía. Había que mirar todo de él y una de las posibilidades es que él le hubiera hecho algo a los niños".
La fiscal María Ángeles Rojas Delgado le ha preguntado qué piensa a día de hoy. "Desde septiembre [cuando se confirmó que los huesos de la hoguera eran de humanos de edades similares a las de los niños Ruth y José] para acá mi forma de pensar es distinta que de septiembre para acá. Antes tenía más posibilidades de ver a los niños. Ahora, tengo muy pocas", ha respondido.
La representante del Ministerio Público ha ido más allá al interrogar a Ortega sobre su creencia acerca de que su cuñado haya matado a sus hijos. "No me creo que los haya matado. Se lo ha podido encargar a un profesional y estar los chavales bailando en Canadá. Pero él es el responsable de sus hijos”, ha concluido.
http://www.elmundo.es/elmundo/2013/06/21/andalucia/1371813290.html
 
Un testigo vio a Bretón en Las Quemadillas esa mañana

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La vecina de la familia Bretón, Manuela Núñez. | M. Cubero
  • El testimonio de la vecina desmiente la versión del acusado
  • El psiquiatra afirma que fue él quien le recomendó tomar tranquilizantes
Toñi Caravaca | Córdoba
Actualizado viernes 21/06/2013 10:44 horas
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Un testigo sitúa a José Bretón la mañana de los hechos en la finca Las Quemadillas, donde aparecieron los huesos de dos niños. Según ha declarado un vecino de El Carpio que pasó por las inmediaciones de la parcela en torno a las 11.15 horas del día 8 de octubre ha asegurado que está seguro "al cien por cien" de que vio al acusado a esta hora mirando lo que había alrededor, con la mirada fija al horizonte, "inmóvil" y con una mochila. El testimonio de esta persona es importante porque Bretón ha negado haber acudido a la finca con el fin de ver que no habría nada que le impidiera ejecutar su plan esa misma tarde.
Según la propia versión del acusado, él se encontraba a esa hora cuidando de sus hijos y de sus sobrinos en casa de su hermana Catalina, que aprovechó para ir con su marido a un centro comercial a hacer la compra. Además, en la instrucción consta que Bretón acudió a Las Quemadillas en el Kia Picanto se su hermana Catalina, cuestión ésta que fue desmentida por el padre de Ruth y José.
Por otro lado, una vecina de Las Quemadillas vio que una semana y media antes, Bretón paseaba por las lindes de su parcela y miraba lo que había alrededor. Le comentó a su marido que éste estaba mirando "por allí muy raro" y éste le comentó que era el hijo de los Bretón. Sus perros también estaban inquietos los días previos a los de los hechos. Según ha explicado "no tengo dudas de que mis perros ladraban por algo extraño. Mi ventana del cuarto de baño da al balcón y veía la luz encendida. Fue un día tras otro y me extrañó porque sabía que no vivían allí".
A esta testigo también le sorprendió que los padres, que solían acudir a la parcela a cuidar el campo, hacía tiempo que no iban. "La parcela no estaba tan cuidada como antes, como solía estar".
El psiquiatra prescribió los tranquilizantes
Por otro lado, en la jornada de este viernes también ha declarado el psiquiatra que lo atendía y que le recetó, utilizados según entienden las acusaciones, para dormir a los niños con el fin de facilitar su muerte.
Guillermo Guiote ha confirmado este viernes que fue él quien le propuso al acusado que tomara las pastillas cuando acudió a su consulta el 27 de septiembre de 2011.
El médico ha explicado que Bretón lo llamó este día "un tanto excitado" y le dijo que "tenía urgencia" de hablar con él. Entonces, el psiquiatra le dijo que se fuera para la consulta, donde permaneció "dos horas y media". Guiote ha matizado que conocía al padre de Ruth y José de una ocasión anterior, cuando en 1997 lo trató por un intento de su***dio. "Es cierto que le receté Motivan y Orfidal. Él no me pidió ninguna medicación. Se la mandé porque sé su diagnóstico y sabía que le iba a venir bien para ver las cosas de otra manera, menos obsesivas", ha manifestado.
Durante la consulta, Bretón le habló de la separación con Ruth Ortiz. "El tema que primó fue la ruptura matrimonial, no quería que lo dejara. Me habló de los niños en muy pocos momentos", ha explicado. El médico ha dicho que encontró al acusado "como se suele poner cuando se le lleva la contraria, cuando no consigue lo que quiere. Es una persona un tanto dominante. Estaba enfadado".
El psiquiatra también ha destacado que pensó que José Bretón "iba a utilizar a los hijos" porque "lo vemos en todas las separaciones". Por eso, le dijo "que hiciera las cosas bien, que tuviera una actitud buena, colaboradora con los niños y la madre".
http://www.elmundo.es/elmundo/2013/06/21/andalucia/1371804291.html
 
Será tan duro un interrogatorio a este hombre, ex militar y ex combatiente?
Que mente tan fria, parecería tener.
 
Yo tengo mi propia idea de porque Bretón negará siempre lo de los niños. Este hombre es malo,destila odio por todos los poros y por encima es listisimo cocktel malo donde los haya. El no quiere que la mujer sepa que los hijos están muertos. Porque los llorará, y saldrá adelante como mejor sea posible ante un caso así.
El no quiere eso,él la quiere hundida y sufriendo hasta el final de sus dias. Por eso el cuento del robo/secuestro/perdida de los niños. El quiere que la mujer viva el resto de sus dias sufriendo por no saber que paso con sus niños. Si están vivos, si están muertos, si tienen hambre etc. Quiere que la duda la acompañe para seguir lastimandola.
Le he dado cuarenta mil vueltas y es la conclusión que saco de todo esto. Claro que es opinión mia nada más.
Es muy curioso este caso.
Susana Grisso dijo hoy que entrevisto a la madre los primeros días de la desaparición y decía que estaba segura habían muerto, aún antes de aparecer el tema de la hoguera.
Yo como que hago una negación Me es muy difícil entender que demonios pensaba cuando presuntamente veía a sus hijos arder.
 
A mí este tío, independientemente de si los ha matado o no, me pone los pelos de punta ¡Qué cara de loco tiene!
Y su familia, anda que conociéndolo como lo conocen siguen sacándole la cara. Ni siquiera se plantean que pueda haber hecho desaparecer a las criaturas.
 
La táctica de José Bretón para controlar el juicio por la muerte de sus hijos

Los gestos de Bretón en el juicio.
La directora del colegio de los pequeños Ruth y José rompió a llorar cuando sus ojos se cruzaron con los de José Bretón. Había comenzado el interrogatorio del abogado defensor del padre de los dos hermanos desaparecidos en Córdoba el 8 de octubre de 2011 cuando la directora se derrumbó. El juez le pidió que se tomara su tiempo. La directora no pudo más, y lloró desconsoladamente. Pero se recompuso. Evitó los ojos de Bretón y contestó a Sánchez de Puerta dándole la espalda y mirando al jurado popular. El interrogatorio acabó rápido. Apenas fueron un par de preguntas más. Sin embargo, la directora, aún sollozando, se levantó del banquillo de los testigos, siguió dándole la espalda al procesado, rodeó toda la sala de vistas (llegó a pasar por detrás del público) y salió. Lo hizo para no volver a cruzar sus ojos con los de Bretón, sentado junto a la puerta de salida entre los policías que lo custodian.
Los ojos de Bretón son siempre los mismos. Testigo tras testigo, con pequeñas excepciones, su mirada es idéntica. Inquietante y sin parpadear, Bretón mira directamente a los testigos. Controlador hasta el exceso, sigue el proceso judicial sin apenas inmutarse. Su espalda recta en la silla de madera del banquillo de los acusados. Sus manos, sin esposas, reposan entre las piernas. No las mueven. Sus piernas, rectas, también inmóviles. Su gesto, pétreo. Pasan las horas del juicio y Bretón sigue inmóvil. Si se cansa, no se nota. Si se contraria, no lo transmite. Si se inquieta, no lo demuestra. No se mueve. Una sucesión de fotos de la declaración de cada uno de los testigos transmite una imagen idéntica de Bretón mirándolos desde su silla. Pétreo. Como una copia de sí mismo un día tras otro, si no fuera porque cambia su indumentaria.
El juez instructor del caso Bretón, José Luis Rodríguez Laínz, ya dibujó en el sumario que el padre de los pequeños Ruth y José es un hombre que ha aprendido el lenguaje gestual de sus declaraciones anteriores. Y que sigue aprendiendo durante la vista que desde el lunes se celebra en la Audiencia Provincial de Córdoba, frente a más de 110 periodistas acreditados y ante casi un centenar de testigos.
El primer día, cuando se constituyó el jurado y las tres partes (Fiscalía, acusación particular y defensa) se dirigieron a las siete mujeres y dos hombres que tienen que decidir si Bretón es culpable o inocente, el padre de los niños muertos hablaba con su abogado constantemente. Un micrófono abierto dejó que se escuchara su apenas perceptible voz. Muy bajito, le decía a su abogado, Sánchez de Puerta, que era imposible que "la morfología" de los huesos del informe forense de Francisco Etxeberria, el que descubrió que eran de niños y no de animales, se correspondiese con los que la Policía sacó de la hoguera. Su abogado le hizo caso y, en su turno, fue una de sus principales armas de defensa: que los huesos examinados por una decena de forenses no se correspondían con los hallados en la hoguera.
Al día siguiente, Bretón supo que se le había escuchado y detectó el ángulo de la cámara que graba el juicio. Desde entonces se dirige a su abogado muy agachado, para que la pantalla del ordenador de Sánchez de Puerta oculte su rostro, y con una mano tapando la salida de sonido del micrófono.
Guionista de su propia historia
Ese día, al día siguiente, Bretón tuvo que declarar. Apenas se salió del guión. Pese a que todas las preguntas de la fiscal y de la abogada de su ex mujer usaban el pasado para referirse a los niños, "¿cómo era el pequeño José, era inquieto, era tranquilo?", Bretón respondíasiempre en presente. Muy al principio, el procesado hizo un amago de llorarcuando fue preguntado si sus hijos le temían. "Mis hijos me quieren con locura", dijo, otra vez en presente. En esa declaración, Bretón casi siempre contestó mirando de frente al jurado popular (algo no habitual, desde luego, en este tipo de procesos). Sin embargo, desde la sala, se veía cómo el acusado no se dirigía a todos los miembros del jurado. Miraba sólo a dos, a los únicos dos hombres.
Bretón domina sus gestos y, sobre todo, su mirada. Con ella, admite el presidente del colegio de Psicología de Córdoba, Antonio Agraz, el procesado quiere mantener el control de lo que pasa en el juicio, como si quisiera somatizar a los testigos. Su exmujer, Ruth Ortiz, lo sabe y por eso pidió declarar ante el tribunal sin que sus ojos se cruzaran con los del que fue su marido, oculto tras un biombo de madera.
Pero los ojos de Bretón no siempre han sido los mismos. El viernes llegó el turno de su familia. Protegidos por su derecho a no declarar para no perjudicar a un familar directo, los padres y los dos hermanos de Bretón se negaron a hablar. Bretón cambió su mirada. Con su padre, muy anciano y que tuvo que ser ayudado por los policías para entrar y salir, extendió su mano para saludar. El padre, octogenario, ni lo vio ni lo oyó y pasó de largo. Con su madre, que le dio dos besos a su llegada y otros dos a la salida, llegó a esbozar una inaudita y tímida sonrisa. A su hermana, Catalina, la saludó con la mirada. Su hermano, Rafael, ni lo miró.
Sin embargo, ha habido excepciones. Durante la declaración de su mejor amigo (que ya no lo es), un guardia civil en activo que reconoció ante el tribunal que para él Bretón "está muerto", el procesado miraba al frente, a un punto lejano de la sala de vistas, como transmitiendo incredulidad. En la testifical de su cuñado, que llegó a decir que le había dicho a sus hijos "que el responsable de la desaparición de sus primos es su tío", Bretón también miró varias veces al frente, a un punto perdido al fondo de la sala. Bretón también hizo un imperceptible gesto con la cabeza cuando su abogado hacía que el testigo entrara en contradicción, como asintiendo, como dándole la razón a Sánchez de Puerta.
A partir de mañana, Bretón se enfrentará a quienes lo miraron de frente, a los que le sostuvieron la mirada pero fueron incapaces de arrancarle nada más allá de que había perdido a sus hijos en el parque Cruz Conde, a la veintena de policías de élite que fueron trasladados a Córdoba para resolver un caso que sigue sobrecogiendo al país.






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No esta loco, lo dicen los exámenes que le han hecho, es un tio frio, calculardor e inteligente, aunque no tanto como se pensó en un principio, utiliza el método de amedrentar a todo el que tiene delante, yo habria puesto el biombo ante todos los declarantes, si muchos de ellos no hubieran sentido su mirada penetrante, sin pestañear y llena de odio en su "cogote" (como vulgarmente se dice), sus declaraciones habrían sido mucho mas claras y concisas, igual que ocurrió con Ruth, no obstante no nos olvidemos que por el momento es un "presunto" asesino de sus hijos, de unos años acá, parece ser que el principal hobby de los españoles, prensa, letrados etc.etc.etc., es hacer juicios paralelos, lo cual ante un jurado popular (por mucho que la ultima palabra la tenga el juez), incide mucho en el veredicto (no me malinterpreteis no defiendo a Breton, solo expongo lo que hoy por hoy esta a la orden del dia en España), a mi me avergonzaron las aseveraciones tan tajantes de la fiscal en este caso, ya lo había condenado antes de juzgarlo, como mucha gente en España.

La presuncion de inocencia es un derecho, son las pruebas y la justicia quien ha de dar un veredicto, pero ultimamente parece que son mas "juez y parte" los españoles y sus juicios paralelos antes que un juicio serio y dirigido por profesionales.

Si Breton es culpable que pague, pero no nos erijamos en lo que no somos, recordemos el caso de un tal Diego en Tenerife, acusado de matar a la hija de su compañera por malos tratos.........y todo porque no se la atendio al caerse de un columpio como debia, buscad en las hemerotecas, seguro que encontrais el caso.

Muxu
 
Estoy muy de acuerdo contigo, Vetus Aurum. A mí me parece delirante y bochornoso el circo que han montado con este caso. No se respeta en absoluto el derecho a la presunción de inocencia del acusado. Ya se han olvidado de la "mirada del asesino de la niña de tres años". Y de Dolores Vázquez. Lo único que quieren es ganar dinero y tener a la borregada entretenida con la crónica negra. Además el uso que están haciendo de esto para arrimar el ascua a la sardina de la violencia de género me parece digna de la farsa en la que se ha convertido este país. Si este tío ha matado y cremado a sus hijos, es un puto loco. No un machista. Un loco. Lo suyo no es ni construcción social, ni educación en el patriarcado ni leches. Es un loco que ha querido vengarse de lo que él percibió como una afrenta. Pero esto lo están utilizando para criminalizar la custodia compartida. Ya hay hembristas que dicen que la custodia compartida es violencia machista. Ahora que un padre quiera estar con sus hijos tanto como la madre es violencia machista. Que se vayan a la mierda, hombre. Este tío, si en verdad mató a sus hijos, es un loco asesino. Igual que la tía que hoy parió a un bebé y desmontó el inodoro y lo tiró por la cañería. Porque no tenía dinero para pagar un aborto. Ya. Entonces lo tiras por el water, es lo lógico. ¿Para qué entregarlo en adopción? En fin, mundo de locos, de idiotas y de aprovechados. Me encanta todo. Pero eso sí, a las madres que matan a sus hijos (que son más que los hombres que lo hacen) no les montan los circos que le están montando a Bretón, ni se criminaliza la figura materna.
 
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