Quiero referirme sólo a esta frase de tu post. No se trata, en mi opinión, de que el creyente pase la responsabilidad a Dios ni eso de que aprieta pero no ahorca. Si tienes miopía, no vas a esperar que Dios te la cure, deberás usar gafas. Con la depresión ocurre lo mismo. Deberás recurrir a las herramientas de que dispongas, sea terapia, sean medicamentos, o sea la fe si la tienes, para luchar con esta enfermedad.la gente con creencias religiosas lo tiene más fácil , que si es voluntad de Dios , que si Dios ahoga pero no aprieta
Hay estudios que afirman que la oración o la meditación (rituales religiosos) influyen sobre partes de la corteza cerebral que corresponden a la autorregulación y el autocontrol. Para el creyente, la oración tiene una fuerza removedora, no puedo explicarlo con palabras, pero es algo que te transforma, te hace salir de ti, y a la vez sientes que es algo que te llena, te hace más grande, te da más fuerza... En ese sentido, la fe es un arma más contra la depresión, pero no es una garantía, como tampoco por sí solos lo son los medicamentos.
Y en cuanto a que es la voluntad de Dios, pues no, es el resultado de nuestro entorno, de nuestras elecciones, de factores biológicos y de la forma en que nos enfrentamos a todo ello.