Demencia asociada a VIH: síntomas, etapas y tratamiento

Registrado
3 Jun 2017
Mensajes
53.692
Calificaciones
157.982
Ubicación
España
Demencia asociada a VIH: síntomas, etapas y tratamiento
Este tipo de demencia se asocia a los efectos de la degradación del sistema inmunológico.
por Oscar Castillero Mimenza
El mecanismo por el que esta enfermedad afecta al cerebro aún no se conoce.


La infección por VIH y el SIDA son, aún a día de hoy, una pandemia mundial. A pesar de que cada vez se instauran más políticas de prevención y de que la farmacoterapia existente hoy en día permita que haya dejado de ser una condena a muerte en pocos años a ser una enfermedad crónica en un gran número de casos, lo cierto es que sigue siendo un problema de primer orden en gran parte del globo que requiere de una investigación mucho mayor de cara a intentar encontrar una cura.

A pesar de que la mayoría de personas conoce qué son el VIH y el SIDA (a pesar de que a menudo se identifican a pesar de no ser exactamente lo mismo) y sus efectos a nivel de debilitamiento del sistema inmune, menos conocido resulta el hecho de que en algunos casos puede causar, en fases avanzadas, un tipo de demencia. Se trata de la demencia asociada al VIH, de la que vamos a hablar a lo largo de este artículo.

VIH y SIDA: Definición básica
Antes de entrar a discutir respecto a qué es la demencia asociada a VIH, se hace necesario hacer un breve repaso a qué son el VIH y el SIDA (así como mencionar que no son sinónimos y que el VIH no implica necesariamente la aparición de SIDA).

Las siglas VIH hacen referencia al Virus de la Inmunodeficiencia Humana, un retrovirus cuya acción afecta y ataca al sistema inmune del ser humano, afectando especialmente a los linfocitos T CD4+(provocando entre otras cosas que las células de la mucosa intestinal que los generan se deterioren y desaparezcan) y provocando un deterioro progresivo de dicho sistema según el virus se multiplica.

El SIDA haría referencia al Síndrome de Inmunodeficiencia adquirida, en que el sistema inmune está tan dañado que ya no es capaz de dar respuesta a infecciones y agentes patógenos de manera eficiente. Se trata de una fase avanzada de la infección por VIH, pero que sin embargo puede llegar a no aparecer. Y es que la infección por VIH puede llegar a no progresar hasta este punto.

La aparición de síntomas neurológicos a lo largo de la infección por VIH o durante el SIDA no es algo desconocido, pudiendo presentarse alguna alteración nerviosa (con síntomas que pueden ir desde hipotonía, pérdida de sensibilidad, parestesias, enlentecimiento físico, cambios conductuales o enlentecimiento mental entre otros) en diferentes puntos del sistema en cualquier momento de la infección.

En algunos casos puede llegar a producirse deterioro cognitivo producto de la infección por VIH o derivada de infecciones oportunistas. La presencia de deterioro cognitivo es generalmente más propio de fases avanzadas, generalmente ya durante el SIDA. Es posible que aparezca un deterioro cognitivo mínimo que no presenta graves complicaciones, pero también puede llegar a presentarse una complicación mucho más importante: la demencia asociada a VIH.

La demencia asociada a VIH: características y síntomas básicos
Se entiende por demencia asociada a VIH, o complejo demencia-SIDA, a aquel trastorno neurológico caracterizado por una progresiva neurodegeneración que causa la pérdida progresiva de facultades y capacidades tanto cognitivas como motoras, derivadas de la afectación producida por la infección del VIH. La afectación del sistema inmune y la acción del virus terminan por dañar el sistema nervioso, afectando especialmente a zonas como los ganglios basales y el lóbulo frontal.

El mecanismo por el cual lo hacen no es totalmente conocido, si bien se hipotetiza sobre la liberación de neurotoxinas y citoquinas por parte de los linfocitos infectados, especialmente en el líquido cefalorraquídeo, que a su vez provocaría un incremento excesivo de la liberación de glutamato que generaría excitotoxicidad, dañando las neuronas. También se sospecha de la implicación del sistema dopaminérgico habida cuenta de que las zonas más dañadas inicialmente se corresponden con vías vinculadas a este neurotransmisor y los síntomas se asemejan a otras demencias en que existen alteraciones en este.

Estamos ante una demencia de inicio insidioso pero de rápida evolución en la que se van perdiendo capacidades derivadas de una afectación neurológica, con un perfil que debuta de manera frontosubcortical (es decir, la alteración se iniciaría en las partes internas del encéfalo situadas en el frontal, y no en la corteza). Estaríamos hablando de una demencia de tipo primaria, caracterizada por la presencia de deterioro cognitivo, cambios conductuales y disfunciones motoras. El tipo de sintomatología es similar a la demencia que puede aparecer con el Parkinson o en la Corea de Huntington.

Generalmente da inicio con una pérdida de la capacidad de coordinación de diferentes tareas, así como un enlentecimiento mental o bradipsiquia (que es uno de los síntomas más característicos), a pesar de que en un principio permanecen preservadas la capacidad de razonamiento y planificación. Según la enfermedad avanza van apareciendo problemas de memoria y concentración así como déficits visuoespaciales y visuoconstructivos, síntomas de tipo depresivo como la apatía y un enlentecimiento motor. La lectura y resolución de problemas también se ven alterados.

Además de ello es habitual que se presenten apatía y pérdida de espontaneidad, delirios y alucinaciones (especialmente en las etapas finales), así como confusión y desorientación, alteraciones del lenguaje y aislamiento progresivo. La memoria autobiográfica puede estar alterada, pero no es un criterio imprescindible. En memoria verbal suelen tener afectación a nivel de evocación, además de aparecer también alteraciones respecto a la memoria procedimental (cómo hacer las cosas, como por ejemplo caminar o ir en bici).

Y no solo se produce afectación a nivel de funciones cognitivas, sino que también suelen aparecer alteraciones neurológicas tales como hiperreflexia, hipertensión muscular, temblores y ataxias, convulsiones e incontinencia. Puede aparecer alteración del movimiento de los ojos.

Otro punto que debe destacarse especialmente es que la aparición de este tipo de demencia suele implicar la existencia de un SIDA, siendo propia de las fases finales de este síndrome. Lamentablemente, la evolución de este trastorno es sorprendentemente rápida: el sujeto pierde capacidades a gran velocidad hasta su deceso, el cual suele ocurrir alrededor de seis meses tras el inicio de los síntomas si no se somete a ningún tratamiento.

Por último, cabe comentar que también los niños pueden llegar a desarrollar esta demencia, apareciendo retrasos del desarrollo madurativo y microcefalia además de los síntomas anteriores.

Estadios de la demencia asociada a VIH

La demencia asociada a VIH suele tener un desarrollo y evolución rápida en el tiempo. Sin embargo, es posible distinguir entre diversas fases o estadios de evolución de este tipo de demencia.

Estadio 0
Se denomina estadio 0 al momento temporal en que la persona infectada con VIH aún no presenta ningún tipo de síntoma a nivel neurodegenerativo. El sujeto mantendría sus capacidades cognitivas y motoras, pudiendo realizar las actividades diarias con normalidad.

Estadio 0,5
Se trata del punto en el que empiezan a aparecer algunas anomalías. Pueden detectarse alteraciones en alguna actividad de la vida diaria, o bien aparecer algún tipo de síntoma como un ligero enlentecimiento aunque no existan dificultades en el día a día.

Estadio 1
En este estadio ya empiezan a manifestarse alteraciones en las capacidades del paciente. Las actividades de la vida diaria y los exámenes neurológicos reflejan afectación leve. El sujeto es capaz de afrontar la mayoría de actividades menos aquellas que supongan una mayor demanda. No necesita ayuda para desplazarse, aunque aparecen signos de alteración cognitiva y motora.

Estadio 2
En este estadio la demencia está en una fase moderada. Aunque puede realizar actividades básicas, pierde la capacidad de trabajar y empieza a necesitar ayudas externas para moverse. Se observan alteraciones claras a nivel neurológico.

Estadio 3
Demencia severa. El sujeto deja de poder entender situaciones y conversaciones complejas, y/o requiere ayuda para desplazarse en todo momento. Es habitual el enlentecimiento.

Estadio 4
El estadio final y más grave, la persona únicamente mantiene las capacidades más básicas, no siendo posible realizarle ningún tipo de evaluación neuropsicológica. Aparece paraplejia e incontinencia, así como mutismo. Prácticamente se encuentra en estado vegetal, hasta el deceso.

Tratamiento de esta rara demencia
El tratamiento de este tipo de demencia precisa de una rápida respuesta en forma de tratamiento, dado que la sintomatología evoluciona y progresa velozmente. Al igual que con otras demencias no existe un tratamiento curativo, pero sí es posible prolongar la funcionalidad y mejorar la calidad de vida del paciente. Tratar esta demencia es complejo. En primer lugar, hay que tener en cuenta que la demencia es provocada por los efectos del virus de la inmunodeficiencia humana sobre el cerebro, haciéndose perentorio reducir e inhibir en la mayor medida posible la carga viral en el líquido cefalorraquídeo.

Farmacología
Si bien no existe un tratamiento farmacológico específico para este tipo de demencia, es necesario tener en cuenta que el tratamiento habitual con antirretrovirales seguirá siendo necesario, si bien no será suficiente para frenar la evolución de la demencia. Se recomienda el uso de aquellos que mejor puedan llegar a penetrar la barrera hematoencefálica. Se emplean de manera combinada varios antirretrovirales (al menos dos o tres), conociéndose este tratamiento como terapia de combinación retroviral o Targa.

Uno de los fármacos más empleados y con mayor evidencia en la reducción de la incidencia de esta demencia es la zidovudina, generalmente en combinación con otros antirretrovirales(entre dos, tres o más). También la azidotimidina, que parece mejorar el rendimiento neuropsicológico y servir como profiláctico de la aparición de esta demencia (la cual ha disminuido a lo largo del tiempo).

Asimismo se recomienda la utilización de neuroprotectores tales como bloqueadores de los canales de calcio, antagonistas de los receptores NMDA de glutamato y inhibidores de la producción de radicales libres de oxígeno. La selegilina, un IMAO irreversible, se ha vista de utilidad en este sentido, así como también el nimodipino. De manera complementaria, también se recomienda el uso de psicoestimulantes, ansiolíticos, antipsicóticos y otros fármacos con el propósito de disminuir las manifestaciones alucinatorias, ansiosas, depresivas, maníacas o de otros trastornos que pueden surgir.

Otros aspectos a trabajar y a tener en cuenta
Más allá del tratamiento médico y farmacológico, resulta de gran utilidad que el paciente se encuentre en un entorno protegido que le proporcione apoyo, así como la presencia de ayudas que faciliten su orientación y estabilidad. Seguir una rutina facilita enormemente que la persona mantenga cierta sensación de seguridad y facilita la preservación de la memoria,, siendo necesario también que se le notifiquen de antemano posibles cambios.

La fisioterapia y terapia ocupacional pueden facilitar el mantenimiento de las capacidades durante más tiempo y favorecer cierta autonomía. La terapia psicológica puede ser de utilidad, sobretodo en lo que respecta a la expresión de miedos y dudas tanto por parte del sujeto como de su entorno cercano.

Si bien la demencia reaparecerá con el tiempo y irá evolucionando progresivamente, lo cierto es que el tratamiento puede fomentar una mejora realmente considerable y prolongar el mantenimiento de las capacidades y autonomía del paciente.

Referencias bibliográficas:
  • López, O.L. y Becker, J.T. (2013). La Demencia Asociada al Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirido y la Hipótesis Dopaminérgica. Neurología de la conducta y demencias. Sociedad Española de Neurología
  • Custodio, N.; Escobar, J. y Altamirano, J. (2006). Demencia asociada a infección por virus de inmunodeficiencia humana tipo 1. Anales de la Facultad de Medicina; 67 (3). Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

TÓPICOS


https://psicologiaymente.net/autores/oscar-castillero-mimenza
Oscar Castillero Mimenza
Psicólogo en Barcelona | Redactor especializado en Psicología Clínica

Graduado en Psicología con mención en Psicología Clínica por la Universidad de Barcelona. Actualmente finalizando el Máster de Psicopedagogía por la misma, así como preparando el examen de acceso a las oposiciones P.I.R.
https://psicologiaymente.net/clinica/demencia-asociada-a-vih
 
La epidemia del VIH y sida está descontrolada en Europa del Este

Se estima que actualmente viven en España entre 140.000 y 170.000 personas con infección por el VIH, de las que casi una de cada cinco (18%) no está diagnosticada

@abc_salud
MadridActualizado:28/11/2018 17:13h1Pacto social para terminar con la discriminación por el VIH

Cerca de 9,4 millones de personas con VIH no sabían que están infectadas a fecha de 2017. Son datos del informe 'El conocimiento es poder, que ONUSIDA acaba de hacer público con motivo del Día Mundial del Sida, que se celebra el próximo 1 de diciembre, un documento en el que se analizan los esfuerzos para facilitar el acceso a las pruebas del virus y los tratamientos disponibles.

ONUSIDA también calcula que, en 2017, tres cuartas partes de las personas con VIH (75%) conocían su estado con respecto al virus, en comparación con solo dos tercios (67%) en 2015. Además, 21,7 millones de personas que viven con VIH (59%) tenían acceso a terapia antirretroviral en 2017, más que los 17,2 millones de 2015.

El informe apunta que, aunque el número de personas que viven con el VIH y tienen carga viral indetectable ha aumentado en alrededor de 10 puntos porcentuales en los últimos tres años (47% en 2017), 19,4 millones de personas que viven con el VIH aún no tienen controlada su carga. Este dato no es baladí, porque se ha demostrado que las personas con carga viral indetectable no pueden transmitir el virus por vía sexual.

Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) y la oficina regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), también ha hecho públicas las cifras del VIH y sida en Europa y los datos arrojan un dato preocupante: la epidemia del VIH y sida está descontrolada en Europa del Este. Más de 130.000 personas, de los 160.000 que han sido diagnosticadas de VIH el año pasado, lo fueron en Europa del Este, la tasa más alta de la región. La buena noticia es que el número de nuevos casos en Europa Occidental disminuyó.

«Es difícil hablar de buenas noticias debido al número inaceptablemente alto de personas infectadas con el VIH», denuncia Zsuzsanna Jakab, director de la oficina regional de la OMS.

Ya en julio, ONUSIDA advirtió en julio que la complacencia estaba suponiendo u n problema en el control de la epidemia mundial.

La Región Europea de la OMS está formada por 53 países con una población mixta de casi 900 millones. Alrededor de 508 millones de los que viven en los 28 estados miembros de la Unión Europea, además de Islandia, Liechtenstein y Noruega.

Es difícil hablar de buenas noticias debido al número inaceptablemente alto de personas infectadas con el VIH
El informe señala que una de las razones de la persistencia del VIH en Europa es que muchas personas infectadas con el virus se diagnosticaron tarde. Otro dato singular es que la epidemia en Europa es desproporcionadamente masculina: el 70% de los nuevos casos de VIH diagnosticados en 2017 se produjo en varones.

Tampoco España puede sentirse orgullosa de los datos presentados por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. En 2017 se han notificado un total de 3.381 nuevos diagnósticos de infección por VIH, una cifra que se mantiene constante en los últimos años. Según comentó la presidenta del Plan nacional de Sida, Julia del Amo, durante la presentación del Pacto Social por la No Discriminación y la Igualdad de Trato asociada al VIH, «el número de nuevo diagnóstico es inaceptablemente alto. Tenemos muchos retos por delante en prevención».

Se estima que actualmente viven en España entre 140.000 y 170.000 personas con infección por el VIH, de las que casi una de cada cinco (18%) no está diagnosticada.

Y, al igual que en Europa, la mayoría de los casos se produjeron en hombres (84,6%) y la mediana de edad al diagnóstico fue de 35 años. Un 29,3% de los casos tenía menos de 30 años en el momento del diagnóstico y un 14,8% tenía 50 años o más.

El número de nuevo diagnóstico [en España] es inaceptablemente alto. Tenemos muchos retos por delante en prevención
El modo de transmisión más frecuente fue el sexual. El 54,3% de los diagnósticos se produjeron en hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y el 28,2% en heterosexuales (15,1% en hombres y 13,1% en mujeres). La transmisión en personas que se inyectan drogas supuso el 3,1% del total de casos.

Un 36,1% de los nuevos diagnósticos realizados en 2017 fue en personas nacidas fuera de España. Entre las mujeres, este porcentaje ascendió al 57,3%. Las regiones de origen más frecuentes fueron Latinoamérica y África Sub-Sahariana.

Y un último dato para pensar. Todavía a día de hoy el 47,8% de los nuevos diagnósticos en el año 2017 se realizó de forma tardía.

Pacto Social
«El Gobierno está firmemente comprometido con la eliminación de todas las barreras para la prestación de servicios de prevención y tratamiento del VIH», aseguró ayer la ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, durante la presentación del Pacto Social por la No Discriminación y la Igualdad de Trato asociada al VIH.

El Gobierno recoge así el desafío que supuso la resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas aprobada en junio de 2016 en la que señala claramente que hacer frente a la discriminación y al estigma es un elemento fundamental en la respuesta a la infección.

Se asume el compromiso de generar marcos jurídicos, sociales y normativos con un objetivo doble: por un lado, se busca la eliminación del estigma y la discriminación, uno de los mayores problemas, según el informe de ONUSIDA, para el control de la epidemia de VIH y sida en el mundo. España asume el compromiso común y universal de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible. «La plasmación de este compromiso tiene un horizonte temporal: poner fin en 2030 a la epidemia de VIH y sida», señaló Carcedo.

El Pacto Social es uno de los objetivos del Plan Estratégico de Prevención y Control del VIH y otras infecciones de transmisión sexual, actualmente vigente y prorrogado hasta 2020. El Plan es una iniciativa impulsada en el año 2011 desde la Secretaría delPlan Nacional sobre el Sida y a lo largo de 2017 y 2018 se ha actualizado el texto y se ha remitido para su revisión a profesionales del ámbito del VIH, representantes de los Planes de Sida de las CC.AA., ONG, sociedades científicas, sindicatos y universidades y Administración General del Estado.

Favorecer la igualdad de trato y de oportunidades de las personas con VIH; trabajar en favor de la aceptación social; reducir la estigmatización en las personas con VIH; y generar conocimiento que oriente las políticas y acciones frente a la discriminación, son algunas de las líneas de actuación establecidas en el Pacto Social para lograr los objetivos marcados.
https://www.abc.es/salud/enfermedad...trolada-europa-este-201811281326_noticia.html
 
Alguien ha escuchado hablar sobre inflamación celular por tomar tratamiento anti retroviral? tengo un amigo seropositivo y lo veo sumamente hinchado a nivel de rostro, pecho (como si tuviera unas tetotas pero es hombre) y estómago. Más que gordo se ve inflamado. Puede ser producto del tratamiento recibido? Gracias de antemano por vuestras respuestas.
 

Temas Similares

Respuestas
5
Visitas
579
Back