Decoración navideña del Castillo de Berg 2019

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Así se muestra la residencia oficial de los Grandes Duques en esta navidad.

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¡Amor, amor, amor, la tarjeta que recibí del Gran Duque Hereditario Guillaume y de la Gran Duquesa Hereditaria Stephanie! Fue hecho por personas con autismo y es hermoso 1576456675209.png
 



Queridos conciudadanos,
En retrospectiva, se puede decir que se caracterizó por muchas y fuertes emociones.
Había tristeza, pero también alegría, recuerdo y esperanza. Todos los sentimientos son muy personales, pero también unen a las personas y crecen juntas. Ya lo hemos probado en nuestro país. Podemos esperarlo juntos pero también llorar juntos.
Así, en febrero, todo el país lloraba con las familias de los dos soldados del servicio que fueron asesinados en el depósito de municiones en el Waldhof, cuando explotó una bomba durante la Segunda Guerra Mundial. En el año en que íbamos a celebrar en todo el país con el 75 aniversario de la liberación de Luxemburgo, los restos de la guerra exigieron otro terrible tributo.
Dolor, que compartió todo el país y más allá de las fronteras conmigo y mi familia, ya que tuvimos que ir al Gran Duque Jean el 23 de abril, con quien perdimos a un padre bueno y afectuoso. Lo que queda es el recuerdo de un gran y devoto Jefe de Estado.
Un shock, pero también una gran solidaridad de parte de toda la población, ya que un tornado azotó el sur del país durante las vacaciones de verano y causó grandes daños.
Hoy, la Gran Duquesa y yo nos sentimos especialmente conectados con todas las personas que no estuvieron del lado del sol este año.
Fue un gran placer para mí ver el gran éxito del foro "Speak Speak Rise Up", que se celebró por iniciativa de la Gran Duquesa en marzo. No solo el dedo apuntaba a una cruel realidad, sino que también se celebraba la vida, la supervivencia.
Miles de personas se han movilizado para tomar el pasado y ganar algo positivo, para mejorar un poco el mundo.
Y no solo para la iglesia católica en Luxemburgo fue un gran honor y alegría, ya que el arzobispo Jean-Claude Hollerich fue elevado a la posición de cardenal en Roma.
Todos estábamos muy contentos cuando recibimos la noticia de que el Príncipe Guillaume y la Princesa Stéphanie recibirían noticias el próximo año.
Este año, sin embargo, también fue un signo de recuerdo. Las celebraciones conmemorativas en todo el país por el 75 aniversario de la Liberación nos han recordado cuán agradecidos estamos de ser quienes nos hemos comprometido con nuestra libertad y nuestros valores. Con demasiada frecuencia tuvieron que pagar el servicio con sus vidas.
Lo que queda es nuestra libertad, nuestro recuerdo y nuestra esperanza de que la guerra nunca sea una solución.
Queridos conciudadanos,
Constantemente estamos descubriendo qué tan rápido están cambiando nuestro mundo y nuestro entorno. Solo la capacidad de adaptarnos a nosotros, ya sea como individuos o como colectivo, nos mantendrá allí. Esta noche, sin embargo, me gustaría abordar algo que es tan importante para los seres humanos, como lo es en sus reparaciones y en sus raíces.
La modernidad no debe presuponer que uno abandona sus raíces y pierde su identidad. Los valores sobre los que se construye nuestra convivencia no deben basarse tan fuertemente en que ya no los reconozca.
El hombre debe ser capaz de construir su vida sobre cimientos sólidos y tener reparaciones.
El marco institucional y democrático en el que hemos evolucionado durante décadas nos brinda una gran estabilidad política. Este marco es también la base de la libertad de expresión y los derechos y libertades garantizados a todos los ciudadanos. Sin embargo, no son una cuestión de rutina, sino una adquisición digna a la que siempre debe recurrir.
La forma en que nos rodeamos en este país, en la sociedad, en nuestras familias o en nuestro círculo de amigos, es un logro tan importante para que esa persona se destaque. El entorno familiar juega un papel insaciable, aunque desafortunadamente no todos tienen la oportunidad de tener una familia todavía. En Luxemburgo, queremos escribir la palabra solidaridad de una manera muy amplia. A menudo tenemos éxito, pero no siempre. Es por eso que seguimos exigiéndolo. Sin embargo, podemos estar orgullosos de que, en momentos importantes, el sentido de pertenencia se pone en evidencia. Solo uno alcanzó rápidamente sus límites.
Los puntos de vista políticos o morales, el pensamiento filosófico o religioso también contribuyen a ver a uno no solo como un individuo, sino como parte de un todo. Si bien hay diferentes puntos de vista en nuestra sociedad pluralista, a menudo son el mismo punto de partida:
que uno puede cambiar algo en el mundo
ese progreso es posible para un futuro mejor.
Por lo tanto, es importante tener ideales y preconceptos, o al menos creer en valores firmes, ya sea solo el respeto, la compasión y la tolerancia por su gente.
Pero la cultura, el idioma y las tradiciones también son componentes importantes y parte del cemento sobre el cual se construye nuestra convivencia.
Queridos todos,
La Navidad también es un momento importante del año para la mayoría de nosotros. Es una hermosa tradición que asociamos con sentimientos como la alegría, el amor y los recuerdos.
Podemos estar contentos y agradecidos por las personas que están en camino con nosotros, acompañándonos o estando allí para nosotros.
La vida a veces nos presenta desafíos desafiantes. Es importante, entonces, no rendirse y desesperarse, sino siempre levantarse y avanzar.

Queridos conciudadanos,
Con la Gran Duquesa, el Príncipe Guillaume, la Princesa Stéphanie y todos nuestros hijos, les deseo a todos una muy feliz Navidad y ahora lo mejor para un feliz y exitoso año nuevo.
 
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