Déborah Fernández: hallada muerta en Vigo en 2002, sin culpables. Una pista reactiva el caso.

estoy buscando y no encuentro qué coartada dio para el día de los hechos

si no recuerdo mal, que estaba jugando un partido de futbol; pero llegó tarde y al acabar el partido fue a casa a ducharse, dice, para volver despues al club a una cena

" El ex, ante los agentes, rechazó haberse cruzado con ella donde se le perdió la pista en Alcabre, señalando, sobre lo que hizo él, que llegó unos 10 minutos tarde a un partido de fútbol en el club de campo porque se había olvidado el reloj y que tras el partido, y antes de volver al club para una cena, fue a ducharse a casa. Sobre ese momento los policías habían visto contradicciones en lo dicho por el joven y también de él con su progenitor.


https://www.farodevigo.es/gran-vigo/2019/12/10/nueva-fase-judicial-caso-deborah/2215222.html
 
DIECIOCHO AÑOS DESPUÉS UN JUZGADO DE TUY INTENTA ACORRALAR AL CULPABLE DE LA MUERTE DE LA JOVEN VIGUESA DE 22 AÑOS

El caso Déborah Fernández avanza en la investigación en la búsqueda de su asesino y sus cómplices

El asesinato de Déborah Fernández parece ahora más cerca de resolverse que cuando se realizó la instrucción original en 2002. Ahora un juzgado de Tuy, Pontevedra, ha retomado la causa y la investigación y está realizando nuevas diligencias gracias a las nuevas pruebas aportadas y la insistencia de familiares y amigos durante estos años. Este jueves pasarán nueve testigos nuevos llamados a declarar por la jueza.

Un mes después de que el Juzgado de Instrucción número 2 de Tuy, en Pontevedra, citara a declarar a los primeros testigos tras acordar la reapertura de la causa sobre la desaparición y muerte de Déborah Fernández, las diligencias continúan con el interrogatorio de otras seis personas este próximo jueves.

Han pasado casi 18 años desde el secuestro y asesinato de Déborah y por vez primea algunas de estas declaraciones tienen lugar en sede judicial, ya que tras años de investigación el caso se cerró sin poder imputar a nadie.


La hermana y la madre de Déborah llegando a los juzgados de Tuy.

El 7 de enero la familia de Déborah emitió un comunicado público donde espera que la investigación finalice con imputaciones de la persona o personas responsables. "Aún cuando la causa no está declarada secreta, entendemos que se debe ser cauteloso con cuanta instrucción o investigación se lleve a cabo a fin de no entorpecerla", afirman.

La familia se muestra satisfecha con que se mantenga en marcha la maquinaria judicial y esperanzada con que la verdad pueda salir a la luz. Esta nueva fase de testificales se llevarán a cabo el próximo 9 de enero, con lo que el número de personas citadas ya por el Juzgado de Tuy se eleva a un total de 16. La mayoría de testigos ya fue interrogada en su momento por la Policía, que a lo largo de una larga instrucción llegó a hablar con cerca de 200 personas.

Por su parte, el equipo especializado de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de Madrid, desplazado a Vigo a principios de 2019 para retomar la investigación después de que la familia obtuviera nuevas pistas, continúa con las pesquisas, bajo la dirección del Juzgado de Tuy y la Fiscalía, aunque por el momento ninguno de los interrogados lo ha sido en calidad de investigados.

Los testimonios recabados tratan de momento de reconstruir las últimas horas de vida de Déborah, su recorrido desde que se la ve por última vez tras salir a correr por la playa de Samil. Junto a estos testimonios las testificales se encuentran las nuevas pruebas de ADN, la ampliación de los análisis de los restos hallados en el cuerpo de la víctima y que fueron solicitadas cuando por el propio Juzgado cuando acordó reaperturar la causa y cuyos resultados no han trascendido.

La autoridad judicial ha examinado el último atestado policial realizado en 2010 para iniciar una nueva andadura. La hipótesis planteada por los investigadores sobre la creación de un escenario ficticio para tratar de confundir a la Policía, incluyendo restos de s*men puestos a propósito en el cuerpo de la joven. Pero hasta el momento los análisis de ADN no han arrojado coincidencia alguna.

Justicia para Deborah

El caso se logró reabrir gracias a la persistencia de la familia de Déborah que con el lema "Justicia para Déborah" han batallado durante estos años. El 30 de abril de 2002 era un día normal para Déborah Fernández, fue a clase de Diseño Gráfico, pero salió antes porque se sentía mal. Déborah, viguesa de 22 años, se fue desde clase a su casa en la avenida Atlántida de Alcabre y a mediodía acudió a la peluquería. Después de comer, por la tarde, salió a correr por la playa de Samil, se encontró con su prima e hicieron juntas parte del recorrido, a la altura del puente de Langares se despidió de ella, le dijo que no iba a salir aquella noche, que iba a alquilar "Amelie" en el videoclub.

A las nueve menos cuarto de la noche fue vista por última vez en la zona de Alcabre, cuando un conocido se cruzó con ella, a 500 metros de su casa. Diez días más tarde, el 10 de mayo, una vecina, Adelaida, que paseaba a su perro por O Rosal, encontró su cuerpo, a más de 40 kilómetros de Vigo. La joven estaba a tres metros del arcén de la carretera, desnuda y medio tapada con ramas de acacia, acostada de lado, con piernas y brazos flexionados. Depositaron el cuerpo con cuidado, con mimo, porque no había señales de arrastre del cadáver sobre el suelo.


Rosa Fernández, hermana de Déborah, lleva 18 años pidiendo justicia.

La autopsia desveló que la joven había muerto entre seis y nueve días antes, incluso el mismo día de su desaparición. Cuando murió estaba vestida y así estuvo al menos durante doce horas después de su muerte. Luego desnudaron su cuerpo y lo lavaron. Los informes también arrojaron que Déborah permaneció en un lugar frío y oscuro, quizás una cámara frigorífica o un sótano, hasta que fue depositada en la cuneta por su presunto asesino o un cómplice.

El cuerpo no tenía signos de violencia ni de agresión sexual. La hipótesis más fiable fue la muerte por sofocación con un objeto blando, que no habría dejado signos violentos. Junto al cadáver se dejaron pistas falsas, como un preservativo usado, un pañuelo de papel y un cordón verde bajo el cuerpo. También se hallaron restos de s*men y ADN, que parecían pruebas fiables para encontrar al autor. Durante años los investigadores siguieron estas pistas que luego resultaron ser falsas, se hicieron cientos de pruebas, entre ellos al principal sospechoso. Pero no se consiguieron resultados positivos.

Los investigadores finalmente descubrieron que la escena era ficticia, un escenario montado para hacer creer en el móvil sexual. El autor incluso introdujo s*men artificialmente en la vagina de la joven, ya muerta. Los forenses determinaron que esa es la única explicación a que se conservara ese fluido diez días después del fallecimiento. Hasta cinco grupos policiales de trabajo pasaron por el caso.

Ahora, casi 18 años después, nuevos testimonios y nuevas pruebas han dado esperanzas a la familia. Rosa Fernández, hermana de Déborah, explica que "hemos dado toda la información recabada durante años a la Policía, que podrá llegar más lejos de lo que llegamos nosotros. Ahora hay un taxista que dice haber visto a mi hermana subir a un coche, pero después resulta que no recuerda nada".


Entierro de Déborah en el año 2002.

De momento, la Policía ya interrogó a este testigo y otros que "vieron a mi hermana 15 minutos más tarde que la declaración del último testigo a siete u ocho kilómetros del último lugar con gente que la identificó perfectamente". Otro testigo vio a Déborah en actitud de espera, caminando por el mismo sitio. La Policía buscó en su entorno más cercano y apuntó siempre en la misma dirección, pero no pudieron probar absolutamente nada. Una nueva prueba científica puede terminar de demostrar la culpabilidad de alguien de quien se sospecha todavía.

Ocho años después del asesinato, el inspector Luis Muñoz, que trabajó a las órdenes del comisario Ángel Galán, se hizo cargo del caso y se empeñó en su resolución. Apuntó cuatro hipótesis en un informe conocido como Operación Arcano y fechado en 2010, quedando la última como más evidente. Déborah habría coincidido aquel día con alguien muy cercano. La Policía sospecha que el autor se construyó una rápida coartada apareciendo en lugares públicos, para que no lo relacionasen con la chica y se las ingenió para dejar rastros falsos que, como finalmente ocurrió, entorpeciesen las pesquisas e hiciesen perder el tiempo a la Policía. Este sospechoso llegó incluso a ser interrogado en comisaría.

El comisario jubilado Ángel Galán tomó personalmente declaración a este hombre, que negó haber hablado por teléfono con la chica ese día, pero las investigaciones sí demostraron que lo había hecho al mediodía de ese mismo día cuando ella estaba en la peluquería y que en su recorrido habitual en coche pasaba por el lugar donde se vio a Déborah por última vez. Sin embargo, mantuvo que aquel día, precisamente, había tomado otro camino diferente. Pese a toda la investigación no se pudo acusar del crimen a nadie. Ahora la nueva jueza instructora deberá decidir si los testimonios dan pie a imputar a alguien.

 
DIECIOCHO AÑOS DESPUÉS UN JUZGADO DE TUY INTENTA ACORRALAR AL CULPABLE DE LA MUERTE DE LA JOVEN VIGUESA DE 22 AÑOS

El caso Déborah Fernández avanza en la investigación en la búsqueda de su asesino y sus cómplices

El asesinato de Déborah Fernández parece ahora más cerca de resolverse que cuando se realizó la instrucción original en 2002. Ahora un juzgado de Tuy, Pontevedra, ha retomado la causa y la investigación y está realizando nuevas diligencias gracias a las nuevas pruebas aportadas y la insistencia de familiares y amigos durante estos años. Este jueves pasarán nueve testigos nuevos llamados a declarar por la jueza.

Un mes después de que el Juzgado de Instrucción número 2 de Tuy, en Pontevedra, citara a declarar a los primeros testigos tras acordar la reapertura de la causa sobre la desaparición y muerte de Déborah Fernández, las diligencias continúan con el interrogatorio de otras seis personas este próximo jueves.

Han pasado casi 18 años desde el secuestro y asesinato de Déborah y por vez primea algunas de estas declaraciones tienen lugar en sede judicial, ya que tras años de investigación el caso se cerró sin poder imputar a nadie.


La hermana y la madre de Déborah llegando a los juzgados de Tuy.

El 7 de enero la familia de Déborah emitió un comunicado público donde espera que la investigación finalice con imputaciones de la persona o personas responsables. "Aún cuando la causa no está declarada secreta, entendemos que se debe ser cauteloso con cuanta instrucción o investigación se lleve a cabo a fin de no entorpecerla", afirman.

La familia se muestra satisfecha con que se mantenga en marcha la maquinaria judicial y esperanzada con que la verdad pueda salir a la luz. Esta nueva fase de testificales se llevarán a cabo el próximo 9 de enero, con lo que el número de personas citadas ya por el Juzgado de Tuy se eleva a un total de 16. La mayoría de testigos ya fue interrogada en su momento por la Policía, que a lo largo de una larga instrucción llegó a hablar con cerca de 200 personas.

Por su parte, el equipo especializado de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de Madrid, desplazado a Vigo a principios de 2019 para retomar la investigación después de que la familia obtuviera nuevas pistas, continúa con las pesquisas, bajo la dirección del Juzgado de Tuy y la Fiscalía, aunque por el momento ninguno de los interrogados lo ha sido en calidad de investigados.

Los testimonios recabados tratan de momento de reconstruir las últimas horas de vida de Déborah, su recorrido desde que se la ve por última vez tras salir a correr por la playa de Samil. Junto a estos testimonios las testificales se encuentran las nuevas pruebas de ADN, la ampliación de los análisis de los restos hallados en el cuerpo de la víctima y que fueron solicitadas cuando por el propio Juzgado cuando acordó reaperturar la causa y cuyos resultados no han trascendido.

La autoridad judicial ha examinado el último atestado policial realizado en 2010 para iniciar una nueva andadura. La hipótesis planteada por los investigadores sobre la creación de un escenario ficticio para tratar de confundir a la Policía, incluyendo restos de s*men puestos a propósito en el cuerpo de la joven. Pero hasta el momento los análisis de ADN no han arrojado coincidencia alguna.

Justicia para Deborah

El caso se logró reabrir gracias a la persistencia de la familia de Déborah que con el lema "Justicia para Déborah" han batallado durante estos años. El 30 de abril de 2002 era un día normal para Déborah Fernández, fue a clase de Diseño Gráfico, pero salió antes porque se sentía mal. Déborah, viguesa de 22 años, se fue desde clase a su casa en la avenida Atlántida de Alcabre y a mediodía acudió a la peluquería. Después de comer, por la tarde, salió a correr por la playa de Samil, se encontró con su prima e hicieron juntas parte del recorrido, a la altura del puente de Langares se despidió de ella, le dijo que no iba a salir aquella noche, que iba a alquilar "Amelie" en el videoclub.

A las nueve menos cuarto de la noche fue vista por última vez en la zona de Alcabre, cuando un conocido se cruzó con ella, a 500 metros de su casa. Diez días más tarde, el 10 de mayo, una vecina, Adelaida, que paseaba a su perro por O Rosal, encontró su cuerpo, a más de 40 kilómetros de Vigo. La joven estaba a tres metros del arcén de la carretera, desnuda y medio tapada con ramas de acacia, acostada de lado, con piernas y brazos flexionados. Depositaron el cuerpo con cuidado, con mimo, porque no había señales de arrastre del cadáver sobre el suelo.


Rosa Fernández, hermana de Déborah, lleva 18 años pidiendo justicia.

La autopsia desveló que la joven había muerto entre seis y nueve días antes, incluso el mismo día de su desaparición. Cuando murió estaba vestida y así estuvo al menos durante doce horas después de su muerte. Luego desnudaron su cuerpo y lo lavaron. Los informes también arrojaron que Déborah permaneció en un lugar frío y oscuro, quizás una cámara frigorífica o un sótano, hasta que fue depositada en la cuneta por su presunto asesino o un cómplice.

El cuerpo no tenía signos de violencia ni de agresión sexual. La hipótesis más fiable fue la muerte por sofocación con un objeto blando, que no habría dejado signos violentos. Junto al cadáver se dejaron pistas falsas, como un preservativo usado, un pañuelo de papel y un cordón verde bajo el cuerpo. También se hallaron restos de s*men y ADN, que parecían pruebas fiables para encontrar al autor. Durante años los investigadores siguieron estas pistas que luego resultaron ser falsas, se hicieron cientos de pruebas, entre ellos al principal sospechoso. Pero no se consiguieron resultados positivos.

Los investigadores finalmente descubrieron que la escena era ficticia, un escenario montado para hacer creer en el móvil sexual. El autor incluso introdujo s*men artificialmente en la vagina de la joven, ya muerta. Los forenses determinaron que esa es la única explicación a que se conservara ese fluido diez días después del fallecimiento. Hasta cinco grupos policiales de trabajo pasaron por el caso.

Ahora, casi 18 años después, nuevos testimonios y nuevas pruebas han dado esperanzas a la familia. Rosa Fernández, hermana de Déborah, explica que "hemos dado toda la información recabada durante años a la Policía, que podrá llegar más lejos de lo que llegamos nosotros. Ahora hay un taxista que dice haber visto a mi hermana subir a un coche, pero después resulta que no recuerda nada".


Entierro de Déborah en el año 2002.

De momento, la Policía ya interrogó a este testigo y otros que "vieron a mi hermana 15 minutos más tarde que la declaración del último testigo a siete u ocho kilómetros del último lugar con gente que la identificó perfectamente". Otro testigo vio a Déborah en actitud de espera, caminando por el mismo sitio. La Policía buscó en su entorno más cercano y apuntó siempre en la misma dirección, pero no pudieron probar absolutamente nada. Una nueva prueba científica puede terminar de demostrar la culpabilidad de alguien de quien se sospecha todavía.

Ocho años después del asesinato, el inspector Luis Muñoz, que trabajó a las órdenes del comisario Ángel Galán, se hizo cargo del caso y se empeñó en su resolución. Apuntó cuatro hipótesis en un informe conocido como Operación Arcano y fechado en 2010, quedando la última como más evidente. Déborah habría coincidido aquel día con alguien muy cercano. La Policía sospecha que el autor se construyó una rápida coartada apareciendo en lugares públicos, para que no lo relacionasen con la chica y se las ingenió para dejar rastros falsos que, como finalmente ocurrió, entorpeciesen las pesquisas e hiciesen perder el tiempo a la Policía. Este sospechoso llegó incluso a ser interrogado en comisaría.

El comisario jubilado Ángel Galán tomó personalmente declaración a este hombre, que negó haber hablado por teléfono con la chica ese día, pero las investigaciones sí demostraron que lo había hecho al mediodía de ese mismo día cuando ella estaba en la peluquería y que en su recorrido habitual en coche pasaba por el lugar donde se vio a Déborah por última vez. Sin embargo, mantuvo que aquel día, precisamente, había tomado otro camino diferente. Pese a toda la investigación no se pudo acusar del crimen a nadie. Ahora la nueva jueza instructora deberá decidir si los testimonios dan pie a imputar a alguien.

La familia está muy esperanzada con los nuevos testigos, veo optimismo.
Ojalá den con la prueba clave que resuelva el caso. El tiempo apremia.
 
A mí también me suena que la novia argentina le había dado coartada , pero no sé de qué manera... Sigue siendo su novia?
 
Cierto!!

La teoría que has expuesto tú, es la misma que se escuchó en mi casa... que fue un romance que nadie sabía y que ellos quisieron ocultar... vete tú a saber pero sip, totalmente de acuerdo con tu teoría

Cuando se quiere ocultar algo, se puede hacer efectivamente durante un tiempo.... Ni amigas ni nada.... He tenido un escarceo con un profesor mío del Instituto,( y no soy Leticia) , que nunca ha sabido nadie...
 
El ex de Deborah está casado? Lei que tenía un próspero negocio de langostinos de Argentina,país al que viajaba mucho. Allí tenía una novia que llamó a Deborah para decirle que PPSL era suyo y que lo dejara en paz.No sé si se habrá casado con ella o con otra, pero vamos vaya cuajo, casarte con un sospechoso de asesinato, da como repulsion y miedo. Dijeron en su momento que este hombre estaba bien posicionado,buenas amistades y prestigio en Vigo, pero no se.
 

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