De Detectives. Genero literario.

Renée Ballard - Michael Connelly

Renée Ballard es detective del departamento de policía en Los Ángeles.

Creció en Mavi, Hawai. Su padre murió cuando tenía 14 años, su madre vive en una zona aislada de Hawai y no tiene contacto con ella. Se licenció en periodismo en la Universidad de Hawai. Trabajó como periodista de sucesos en Los Ángeles y decidió comprometerse haciéndose policía. Lleva 14 años en el departamento pero por un problema con un superior ha acabado trabajando en el turno de noche.

Trabaja en el Edificio de Administración de la Policía de Los Ángeles. Su gran frustración es no poder cerrar casos, abre los expedientes y los traslada al turno de mañana. Sabe que nunca lo dejará, siente una especie clarividencia cuando está segura del culpable. Su compañero es John Jenkins que ha elegido el turno de noche para cuidar de su mujer.

Cuando termina su turno rema en la bahía. No tiene domicilio fijo, aunque en los papeles figura la casa de su abuela. A veces duerme en comisaría, otras en su furgoneta Ford Transit, donde guarda el equipo de surf y algo de ropa... Tiene una perra llamada Lola.

Tiene relaciones ocasionales con algún compañero.

Es medio blanca, medio polinesia. Piel morena, pelo aclarado por el sol... Mide 1,70 m, pesa 57 kilos.En el trabajo viste traje gris oscuro con raya diplomática de Van Henson.

Toma café o té helado, ensalada de algas, alubias negras con arroz, guacamole y plátano macho frito.

En "Sesión nocturna" Ballard investiga dos casos: un aparente ajuste de cuentas en un club que ha terminado con cuatro asesinatos y la paliza casi mortal que ha recibido un transexual.

Comentario personal

Me ha gustado bastante "Sesión nocturna". Como todas las novelas de Connelly está bien escrita, es amena, entretenida y llena de acción, casi cinematográfica. Me gusta recorrer con su personaje las calles del centro de Los Ángeles renacido de sus cenizas. El autor se hace un guiño a si mismo mencionando a Bosch y su serie de televisión.




Libros de Renée Ballard
  1. Sesión nocturna (The Late Show, 2017)
  2. Dark Sacred Night, 2018
El autor

Michael Connelly nació en Filadelfia en 1956. Estudió periodismo y escritura creativa en la Universidad de Florida. Se graduó en 1980 y trabajó como periodista de sucesos en Daytona Beach y Fort Lauderdale (Florida) y en Los Ángeles.

Publicó su primera novela de Harry Bosch en 1992. Fue presidente de la organización Mystery Writers of America entre 2003 y 2004.

Actualmente vive con su familia en Florida y se dedica exclusivamente a la escritura.

Web oficial del autor: www.michaelconnelly.com (en inglés)


Otros libros

Serie Harry Bosch y otros personajes recurrentes - ver entrada Harry Bosch

Serie Michael Haller - ver entrada

Otros
  • Luna funesta (Void Moon, 2000)
  • Llamada perdida (Chasing The Dime, 2002)
  • Crónicas de sucesos (Crime Beat, 2006)
  • The Safe Man, 2012 - novela corta
  • Mulholland Dive, 2012: Cahots, 2002; Mulholland Dive, 2007; Two Bagger, 2001 - relatos
https://detectivesdelibro.blogspot.com/
 
Salvo Montalbano - Andrea Camilleri

Salvo Montalbano nació en Catania en 1950. Fue subcomisario de policía en Mascalippa.

Actualmente trabaja como comisario en Vigàta, pequeño pueblo imaginario de Sicilia, habitual en las novelas de Camilleri. Vigàta es en realidad Porto Empedocle, ciudad natal del autor. Salvo vive en Marinella, en una casa al lado del mar.

Le conocemos con 43 años y en "La danza de la gaviota" ha cumplido 57 y se siente viejo. Tiene un carácter endiablado y un retorcido sentido del humor. Livia es su eterna compañera, vive en Génova y aparte de la distancia, también les separan el trabajo de Montalbano y sus diferentes modos de ver la vida. Tiene una amistad especial con Ingrid Sjostrom, sueca, liberal, magnífica conductora, confidente y cómplice.

Conduce fatal y provoca la desesperación y graves insultos de otros automovilistas.

Montalbano aborda a su manera el trabajo policial, eso le causa enfrentamientos con sus jefes: Bonetti-Alderighi y el jefe de gabinete, Lattes, a quien llaman "leche y mieles" por sus modales empalagosos. O con el fiscal Tommaseo, un obseso sexual.

Sus compañeros de trabajo son muy importantes en las historias: el malhumorado forense Pasquano, Fazio y sus datos inútiles, Gallo, Galluzzo y sobre todo Mimì Augello, que es amigo personal y con quien más encontronazos tiene: Montalbano vive como una traición personal el matrimonio de este casanova. Catarella es "en persona personalmente" uno de los personajes más entrañables, sus continuas confusiones al hablar crean algunos de los momentos más divertidos de las novelas.


Las dos televisiones del pueblo son TeleVigàta, dirigida por Pippo Ragonese, con cara de culo de gallina según Montalbano y ReteLibera, donde trabaja su amigo Nicolò Zito. Ambas reflejan dos modos diferentes de ver la vida, la primera siempre con un tufo amarillo y sensacionalista, la segunda más comprometida y dispuesta a colaborar con Montalbano a resolver sus casos.
El nombre de Montalbano, es un homenaje a Manuel Vázquez Montalbán, autor de Pepe Carvalho. Al igual que éste, Montalbano adora la comida. A través de los platos que le prepara Adelina, su fiel asistenta y por sus visitas primero a la hostería San Calogero y luego a la Trattoria de Enzo, descubrimos la sencilla y deliciosa cocina de Sicilia: arancini (croquetas sicilianas), pappanozza, caponatina (berenjenas y apio frito con aceitunas, alcaparras y tomate), pasta con ajo y aceite o a la 'ncasciata, conejo a la cazadora, albóndigas de nunnato (chanquetes), nervetti all'acito (trochos de cabeza y cartílago de ternera hervidos y aliñados con cebolla y encurtidos) salmonetes fritos o a la livornesa, pulpitos… y de postre: Cannoli.

Libros de Salvo Montalbano
  1. La forma del agua (La forma dell'acqua, 1994)
  2. El perro de Terracota (Il cane di terracotta,1996)
  3. El ladrón de meriendas (Il ladro di merendine1996)
  4. La voz del violín (La voce del violino, 1997)
  5. La excursión a Tindari (La gita a Tindari, 2000)
  6. El olor de la noche (L'odore della notte, 2001)
  7. Un giro decisivo (Il giro di boa, 2003)
  8. La paciencia de la araña (La pazienza del ragno, 2004)
  9. La luna de papel (La luna di carta, 2005)
  10. Ardores de agosto (La vampa d'agosto, 2006)
  11. Las alas de la esfinge (Le ali della sfinge, 2006)
  12. La pista de arena (La pista di sabbia, 2007)
  13. Campo%2Bdel%2Balfarero.jpg
    El campo del alfarero (Il campo del vasaio, 2008)
  14. La edad de la duda (L'età del dubbio, 2008)
  15. La danza de la gaviota (La danza del gabbiano, 2009)
  16. La búsqueda del tesoro (La caccia al tesoro, 2010)
  17. Por la boca muere el pez (Acqua in bocca, 2010) - escrito con Carlo Lucarelli. Montalbano y la inspectora Grazia Negro colaboran en una investigación.
  18. La sonrisa de Angelica (Il sorriso di Angelica, 2010)
  19. Juego de espejos (Il gioco degli specchi, 2011)
  20. Un filo de luz (Una lama di luce, 2012)
  21. Una voz en la noche (Una voce di notte, 2012)
  22. Un nido de víboras (Un covo di vipere, 2013)
  23. La pirámide de fango (La piramide di fango, 2014)
  24. El carrusel de las confusiones (La giostra degli scambi, 2015)
  25. L'altro capo del filo, 2016
  26. La rete di protezione, 2017
  27. Il metodo Catalanotti, 2018
  28. Il cuoco dell'Alcyon, 2019
  29. Riccardino, reservada para publicar después de su muerte

Relatos cortos

Series de televisión

  • Comisario Montalbano (Il Commissario Montalbano, 1999-2016). Serie de TV de 27 episodios producida por la RAI. Italia. Intérprete: Luca Zingaretti (Montalbano), Cesare Bocci (Mimì Augello), Peppino Mazzotta (Fazio), Angelo Russo (Catarella). Disponible en DVD.
  • Il giovane Montalbano, 2012-2015. Mini-serie de TV de 7 episodios. Italia. Director: Gianluca Maria Tavarelli. Intérprete: Michele Riondino (Montalbano)

El autor

Andrea Camilleri nació en Porto Empedocle, Sicilia en 1925. En 1944 se inscribe en la Facultad de Letras pero no finaliza sus estudios. Comienza a publicar cuentos y poesías y se afilia al Partido Comunista. Entre 1948 y 50 estudia dirección en la Academia de Arte Dramático Silvio d'Amico y empieza a trabajar como director, principalmente de obras de Luigi Pirandello y Samuel Beckett. En 1958 empieza a enseñar en el Centro Experimental de Cinematografía de Roma. Durante varios años trabajó en varias producciones de la RAI, entre ellas las del "Inspector Maigret".


Durante 40 años trabajó como guionista y director de teatro y televisión. En 1978 publica "El curso de las cosas" y resulta un fracaso absoluto. Leonardo Sciascia le anima a continuar. En 1980 "El hilo de humo". En 1992, con 67 años, "La temporada de caza" y por fin alcanza el éxito como autor. En 1994 publica la primera novela de Montalbano.

Camilleri ha sido un gran retratista de la vida de Sicilia, tanto en sus relatos de Montalbano como en sus innumerables novelas y escritos.

Casado desde 1957 con Rosetta Dello Siesto, vivía en Roma y tenía 3 hijas y 4 nietos.

Ha fallecido el 17 de julio de 2019, con 93 años.

Club de fans de Camilleri: www.vigata.org (en italiano)

Otros libros de Camilleri

Indico sólo los traducidos al español, la mayoría de ellos tienen lugar en Sicilia, desde finales del siglo XIX hasta el momento actual.
Trilogía de la Metamorfosis
https://detectivesdelibro.blogspot.com/2009/03/salvo-montalbano-andrea-camilleri.html
 
El mundo perdido de Sherlock Holmes

publicado por Isabel Gómez Rivas

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Sherlock 2014

Ni el doctor Watson ni Billy Wilder encontraron en el archivo de Sherlock Holmes el libro de familia del detective. El cajón de hojalata contenía la crónica de viejas investigaciones y una nada despreciable colección de fetiches. La lupa, la pipa, la jeringuilla de los chutes o la partitura para violín eran los atributos de la célebre personalidad; la foto de Irene Adler, la única muestra de debilidad sentimental que se permitió el genio analítico; la chapa lacada con el 221B y el estúpido gorro a cuadros, con dos viseras y un lacito, los trazos inevitables de la caricatura. Pero en el batiburrillo, ni rastro de documento alguno que acreditase la ascendencia familiar. Bien mirado, no es de extrañar: Sherlock Holmes es hijo de su tiempo y el tiempo no acostumbra a entretenerse con papeleos en el registro civil.

Holmes es hijo de su tiempo y primo segundo del profesor Challenger. George Edward Challenger fue el zoólogo al frente de la expedición científica que encontró en la selva amazónica El mundo perdido, una reserva ignota y aislada donde habían sobrevivido varias especies prehistóricas, incluidos dinosaurios. Si el New York Herald envió a Stanley a la búsqueda del doctor Livingstone, la Daily Gazette creyó oportuno ahorrarse enojosos extravíos y, para no perder de vista a la cuadrilla de Challenger, colocó en ella a uno de sus redactores, Edward Dunn Malone. En aquella edad del optimismo positivista, el periodismo ejercía de notario dando fe de los descubrimientos geográficos y científicos que ensanchaban el mundo conocido y creaban la ilusión de progreso que el liberalismo convirtió en el dogma de su religión y en el lema de su propaganda. Pues bien, a Malone le correspondió hacer el relato de la aventura y el retrato del aventurero. La misma soberbia que, según aquel dibujo, caracterizaba a Challenger es la que identifica a Sherlock Holmes; la soberbia iracunda del profesor se encarnó en el detective con unas maneras un poco menos coléricas y furiosas o un poco más refinadas y elegantes. En cualquier caso, esencialmente idénticos fueron sus engreimientos, sus jactancias materialistas y sus vanidades racionalistas. El recordatorio de las semejanzas y del parentesco soliviantaría a Holmes, un ego que reivindicaba su absoluta originalidad y que era incapaz de verse comparado, aun con el mismísimo Auguste Dupin, sin sentir rebajada su inteligencia. Y la propia irritación certificaría la insolente arrogancia; discútase si fue la impronta de la herencia familiar o el estigma de la filosofía de la época, pero será imposible negar que aquel rasgo del carácter electrizó la lógica y el método del detective.

El discurso del método de Sherlock Holmes se resume en un conocido aforismo: una vez descartado todo lo que es imposible, la verdad está en lo que queda, por improbable que parezca. El camino deductivo que señala la máxima se cree seguro e infalible. No lo es y así lo denunció la hilarante parodia que Jardiel Poncela urdió por la vía de la reducción al absurdo. Si la técnica es reñida por irreverente y sus conclusiones, discutidas por groseras, quizás convenga entonces atender a Pierre Bayard, quien, manejando las mismas armas del raciocinio holmesiano, ha demostrado fehacientemente el garrafal error cometido por el detective en la resolución de los asesinatos de los Baskerville. De todas formas, este ataque no resulta tan peligroso para el héroe literario como podría parecer a primera vista, porque la culpa del fiasco es endosada a Arthur Conan Doyle. La tesis de Bayard es que el escritor no se había reconciliado con el personaje que despeñó por las cataratas de Reichenbach. Forzado a volver a él, el subconsciente de Conan Doyle se rebela como puede, satisface su pulsión de venganza haciendo que el detective desvaríe y yerre en el lóbrego páramo de Devonshire.

No, los envites más amenazadores que ha sufrido Sherlock Holmes no provienen de las travesuras naif de Jardiel Poncela, tampoco de los juegos alambicados de Pierre Bayard, ni siquiera del sarcasmo con que Conan Doyle maltrató tempranamente al detective, mucho antes de asesinarlo. El desafío más violento, el que se plantea con mayores garantías de impugnar a Sherlock Holmes, es un lance filicida. Holmes es, ya se dijo, un hijo de su tiempo, la encarnación de un tiempo que poseía una fe inquebrantable en la suficiencia de la razón para leer la verdad en sus rastros materiales y positivos. Bastaba que las dotes de observación contasen con el elemental auxilio de una lupa para poner en marcha un brillante ejercicio deductivo que disiparía las sombras del misterio con la misma eficacia prodigiosa que las bujías de Swan y Edison prometían iluminar el mundo. La lógica de Sherlock Holmes, sus técnicas y métodos, solo sirven en un mundo anterior a las inextinguibles sombras que diagnosticó Freud y a los indecibles abismos que tajó la II Guerra Mundial. Precisamente por esta razón las versiones que trasladan a Sherlock Holmes al presente resultan trampas infames, toscas adulteraciones: por muy satisfactoria que sea la adaptación de los superficiales fetiches holmesianos, incluso para el gusto escrupuloso de los devotos del canon, las actualizaciones terminan por falsear inevitablemente el espíritu del detective al concederle armas y herramientas que le fueron desconocidas, al enfrentarlo a problemas que le son incomprensibles e irresolubles.

Quizás quien mejor ha acertado a explicar de qué manera Sherlock Holmes se convirtió en una reliquia de un tiempo pretérito, de un mundo perdido, fue Michael Chabon. El detective es el protagonista de su novela La solución final. Es cierto que nunca aparece citado por su nombre y que no cuenta con la compañía amparadora de la señora Hudson ni del doctor Watson, pero las pistas son concluyentes. El personaje está cumpliendo el designio que le preparó Conan Doyle: un retiro en los South Downs dedicado a la apicultura. Es julio de 1944 y todavía hay en el lugar quienes recuerdan vagamente el pasado de pesquisas, hipótesis y brillantes deducciones de quien se ha convertido en un anciano nonagenario. Se produce un asesinato y la desaparición de un loro que repetía una retahíla de números en alemán, lo que parece un código secreto al que cabe atribuir alguna relevancia en la guerra que se está librando. El detective jubilado abandona la lectura del último número de The British Bee Journaly sale de debajo de la manta de lana con que cubre sus piernas a pesar de ser pleno verano. No lo hace para resolver como antaño el misterio y el asesinato, sino para descubrir que su mundo se ha desmoronado. Londres es un paisaje de ruinas y cenizas tras los bombardeos de la Luftwaffe, el escenario en el que cuadrillas de trabajadores levantan una ciudad nueva. No existe ya aquel «Londres de gas y de neblina / un Londres que se sabe capital de un imperio / que le interesa poco, de un Londres de misterio / tranquilo, que no quiere sentir que ya declina», como describió Borges la ciudad de Sherlock Holmes. La guerra ha arrasado la ciudad y el tiempo al que pertenece el detective, que obtiene la revelación de que ya no es posible mantener la ilusión de que un elegante ejercicio deductivo permita acceder al sentido y la causalidad: «El sentido moraba únicamente en la mente del analista. De que eran los problemas irresolubles —las pistas falsas y los casos ya enfriados— los que reflejaban la verdadera naturaleza de las cosas. De que todo el significado y esquema aparente no tenía más sentido intrínseco que el parloteo de un loro gris africano». Esa es la solución final, polisémico título de la novela de Chabon. Sherlock Holmes no murió asesinado por Conan Doyle utilizando la mano de Moriarty en El problema final; Sherlock Holmes muere o, lo que viene a ser casi lo mismo, siente un anticipo o demostración de la naturaleza de la muerte al ser arrastrado por Michael Chabon a las calles de Londres un día de 1944.

La novela apócrifa, triste y desasosegante, esclarece el verdadero motivo por el que las aventuras de Sherlock Holmes firmadas por Conan Doyle nos siguen fascinando: su lectura permite sentir la abolición de la historia, habitar un mundo y un tiempo en el que todavía es posible el ejercicio tranquilizador de encontrar significados y guarecernos de la intemperie cotidiana del sinsentido. «Pensar de tarde en tarde en Sherlock Holmes», ya lo dijo Borges, «es una de las buenas costumbres que nos quedan». Sin duda, se trata de una grata costumbre esta de aparentar creer en la arrogante fantasía posvictoriana, burguesa y racionalista que representa Sherlock Holmes. Porque la devoción contemporánea por el personaje es incapaz de ser ingenua; se afirma irónicamente, con la ironía sutil con que Jeremy Brett interpretó al detective, con la ironía fastuosa con que Jesús Urceloy se entrega a prolijas erudiciones holmesianas.

https://www.jotdown.es/2019/07/el-mundo-perdido-de-sherlock-holmes/
 
Cerillas encendidas

publicado por Juan Tallón

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Tener y no tener (1944) Imagen Warner Bros

Me fascinan las cerillas, pero ¿y a quién no? Creo que empecé a fumar sugestionado por su belleza. Me emocionaba el sonido que producía el fósforo al incendiarse. La atmósfera se rasgaba, como si estuviese a punto de producirse una calamidad, y de pronto todo se iluminaba fugazmente, bajo una luz blanca. Entonces se imponía una gran calma, que imitaba a la de un armario cerrado, a oscuras, lleno de secretos. El chasquido era una mezcla de ciencia y música sacra, y tras de sí dejaba una humareda minúscula, que conducía a la llama por un camino invisible.

En la época dorada de las cerillas había pocos gestos más hermosos que el de encender una cigarro con un fósforo rojo, que se acercaba al extremo del pitillo lenta, muy lentamente, casi alejándose. En los movimientos de los dedos latía el escepticismo de Humphrey Bogart en Tener o no tener. Supongo que mi escena preferida del cine es esa en la que, al comienzo de la película de Howard Hawks, Lauren Bacall irrumpe en una habitación sosteniendo un cigarro apagado, casi muerto. Está tan arrebatadora como siempre, y busca fuego. Fumar es lo único que le parece importante a esa hora. En la estancia solo se encuentra Bogart, que la sigue con la mirada, expectante. Bacall, en la representación más bella y atroz del desprecio humano, pregunta como si en la habitación hubiese una gran multitud, y el único que faltase fuese precisamente Humphrey Bogart: «¿Alguien tiene una cerilla?». Es una de las preguntas más insignificantes, superficiales y bellas del cine. Es difícil no quedarse absorto ante ella, dudando si debajo no se oculta una cuestión más aguda, alegórica, como cuando García Lorca, ya que hablamos de poetas, escribe «Con todo lo que tiene cansancio sordomudo / y mariposa ahogada en el tintero».

En el instante en el que la cerilla encendía el cigarro, el fumador emanaba un gran poder de atracción. Ahí, y solo ahí, podía creerse invencible, y serlo. En cambio, después de tres o cuatro caladas lo mejor había pasado, y el pitillo entraba en una franca decadencia. La vida perdía sentido a medida que se formaba la ceniza, y nada volvía a ser maravilloso y crepuscular hasta el siguiente cigarro, tal vez cinco minutos después. En realidad, lo mejor de fumar era el tenso intervalo en el que se palpaban los bolsillos vacíos en busca de la caja de cerillas, se encendía una, abrigándola de las corrientes de aire con una mano, y se acercaba al cigarro con vértigo, igual que si te asomases a la azotea de un rascacielos diciéndote qué bonito sería volar.

Pero si encender una cerilla simbolizaba una especie de milagro mundano, que ocurría varias veces al día, sofocarla era otro. A su manera, representaba una apoteosis de la muerte, que de repente parecía algo emocionante, saludable y próspero. Apagada con un movimiento seco e inhóspito, arrogante y eléctrico, mientras se aspiraba la primera bocanada del cigarro, denotaba estilo. Bien ejecutado, era uno de los gestos con más clase que podía permitirse el ser humano. Aunque no inferior al de soplar a la llama, como si se tratase de una vulgar hormiga, a la que uno no se molestaba en aplastar. Después, simplemente se arrojaba lejos la cerilla muerta, con indiferencia. Algunos fumadores ni siquiera se molestaban en apagarla, como hacía Daisy Buchanan en El gran Gatsby, de Scott Fitzgerald, cuando le confesaba a su marido que nunca lo quiso, y que su amor verdadero había sido para Gastby. Estaba tan nerviosa, que le temblaba la mano al intentar encender un cigarro. Desesperada, tiraba el cigarrillo y la cerilla encendida a la alfombra, en un gesto que solo cabe en una novela sobre los años de las fiestas, las orquestas y los tiroteos, cuando uno solo debía de preocuparse por ser rico y feliz.

Pero poco a poco las cerillas entraron en un largo otoño, y cuando el mundo quiso darse cuenta, y sentirse un poco triste, se había impuesto el mechero, que actuaba con fuerza, sin romanticismo. Era el triunfo de la máquina sobre las manualidades, y en general nos dejamos impresionar. En La colmena, de Camilo José Cela, hay una secuencia en la que se vive este cambio de época con enorme crudeza. Nati hurga en su bolso y saca una pitillera de esmalte. «¿Un pitillo?», le ofrece a Martín, que acepta, y se fija en la pitillera. «Es un regalo», se adelanta Nati. «Yo tenía una caja de cerillas», asegura Martín, mientras se busca en los bolsillos. «Toma fuego, también me regalaron un mechero», dice la muchacha. Hechizado, Martín no puede menos que exclamar: «¡Caray!».
https://www.jotdown.es/2019/07/cerillas-encendidas/
 
Lucy Black - Brian McGilloway

Lucy Black es sargento detective de policía en Derry, Irlanda del Norte.

Hija de policías. Tuvo una infancia complicada, su familia no eran bienvenida entre los católicos por su profesión ni entre los protestantes porque eran católicos. Sus padres se divorciaron cuando tenía 14 años.

Fue profesora de fitness un tiempo. Se graduó en la academia de policía hace 3 años. Trabajaba en Lisburn, pero ha vuelto a su ciudad natal hace un mes para cuidar de su padre enfermo. Viven en Prehen, una ciudad a las afueras de Derry.

Tiene 27 años. Rasgos suaves, coleta. Viste vaqueros, blusa, jersey gordo y abrigo negro.

Sensible, se implica con las víctimas, sufre por sus conflictos familiares.

En "La niña del bosque" Lucy forma parte de un equipo del CID que investiga la desaparición de una adolescente, hija de un importante hombre de negocios. Una noche le avisan de que una niña ha sido vista en el bosque, cuando acude a la llamada descubre que se trata de otra niña. Al poco tiempo es trasladada al PPU (algo similar a víctimas especiales).

Comentario personal

"La niña del bosque" es un libro ameno y bien escrito. La trama policial está bien desarrollada y vamos conociendo poco a poco a la protagonista y su historia familiar. De nuevo nos encontramos con un escritor que narra los conflictos de un policía católico en Irlanda del Norte (Stuart Neville, Adrian McKinty...) a veces tengo la sensación de que los protestantes no escriben… en esta ocasión en una etapa posterior a lo que en la novela denominan el periodo de los Troubles, la violencia ya no domina las calles pero sus huellas siguen muy presentes.

Para comer: sándwiches con Coca-Cola Diet. A todas horas: Té con leche y azúcar.




Libros de Lucy Black

  1. La niña del bosque (Little Girl Lost, 2011)
  2. Hurt / Someone You Know, 2013
  3. Preserve The Dead / The Forgotten Ones, 2015






El autor


Brian McGilloway nació en 1974 en Derry, Irlanda del Norte. Estudió Filología Inglesa en la Queens University de Belfas. Trabajó como profesor y director del Departamento de Filología Inglesa en el St. Columb's College de Derry hasta 2013. Desde 2015 trabaja en el Holy Cross College de Strabane. Publicó su primera novela en 2007.

Está casado y tiene tres hijos.

Web del autor: www.brianmcgilloway.com (en inglés)

Otros libros

Serie Inspector Benedict Devlin

  1. Borderlands, 2007
  2. Gallows Lane, 2008
  3. Bleed a River Deep, 2009
  4. The Rising, 2010
  5. The Nameless Dead, 2012

Novelas

  • Bad Blood, 2017
https://detectivesdelibro.blogspot.com/2016/12/lucy-black-brian-mcgilloway.html
 
Kemal Kayankaya - Jakob Arjouni

Kemal Kayankaya es detective privado en Fráncfort del Meno en los años 80.


Sus padres eran de Ankara (Turquía), su madre murió al nacer él y su padre, mecánico, emigró a Alemania donde trabajó como basurero. Falleció en un accidente a los 3 años de llegar y Kemal ingresó en un internado hasta que a los cuatro años fue adoptado por una familia alemana. Creció en un ambiente 100% alemán, obtuvo la nacionalidad, sacó notas mediocres y comenzó, aunque no terminó, la carrera de Derecho.


Le conocemos en 1983 cuando lleva 3 años trabajando como investigador. Le pareció que era una buena manera de ayudar a que a otros les fuera mejor, con el tiempo se ha desilusionado y simplemente hace su trabajo lo mejor que puede. Su amigo Slibusky dice que es una mezcla de Robin Hood y policía.

Es tradicional en su método de investigación: seguir pistas, tirar del hilo, interrogar testigos, recibir palizas y enfrentarse a la policía.

Aunque no habla ni palabra de turco su aspecto hace que muchos a su alrededor le traten como a un inmigrante. Le atribuyen todo tipo de ideas y comportamientos símplemente por su origen étnico.


Su despacho está en la tercera planta de una masa de cemento de altura media y color marrón en un extremo del centro de Fráncfort, una ciudad que el autor presenta como una creación artificial de los americanos en la post-guerra, formada por viviendas fabricadas en serie y rascacielos, habitada por yonquis, prost*tutas, chulos, polis corruptos, gente con prejuicios... con Kayankaya descubrimos la zona de la estación y sus bares, sus billares, sus sex-shops y sus prostíbulos.

Conduce un Opel Kadett, le gusta el fútbol, fuma... Bebe cerveza y Chivas sin parar.

"¡Happy Birthday, turco!" tiene lugar en 1983. Una mujer de origen turco pide a Kayankaya que investigue el asesinato de su marido del que no parece que se esté ocupando la policía. Kemal se adentra en los bajos fondos de Francfórt intentando desentrañar la maraña de mentiras...


"Más cerveza" se desarrolla en 1986. El abogado defensor de un grupo ecologista, que ha puesto una bomba en una fábrica, le encarga que averigüe si un asesinato cometido al mismo tiempo ha tenido que ver con sus clientes.

"Rankee con dos es" transcurre en 1988. Una inmigrante ilegal tailandesa, que trabajaba como prost*t*ta, ha desaparecido. Su novio, que compró su libertad, pide a Kayankaya que la encuentre.

Comentario personal

No me han acabado de convencer estos libros. Nos encontramos de nuevo con el típico personaje chandleriano (detective alcohólico y fumador, que trata con desprecio a chicas malas y/o tontas, polis corruptos... y muchas palizas) trasladado a otro tiempo y otro lugar. Aunque el autor escribió los libros antes que otros, este esquema me empieza a aburrir.


El autor crea un personaje muy atractivo pero pienso que no le saca suficiente jugo. No conocemos bien sus motivaciones ¿por qué este chico alemán ha decidido identificarse con una cultura que no es la en que se crió y con la que apenas no ha tenido ningún contacto? ¿simplemente por su físico? ¿qué ha pasado con su familia alemana?

En cualquier caso no lo desaconsejo, son libros cortitos cuya acción trascurre en pocos días e interesantes de leer.

Para comer: bocata rancio de queso, tostadas de jamón o huevos revueltos, ensalada de arenque en lata, filetes rusos con guisantes, escalopas con ensaladilla de patata o las típicas salchichas con puré y chucrut. Para celebrar su cumpleaños: tarta Sacher.


Libros de Kemal Kayankaya

  1. ¡Happy Birthday, Turco! (Happy Birthday, Türke!, 1985)
  2. Más cerveza (Mehr Bier, 1987)
  3. Rakdee con dos es (Ein Mann, ein Mord, 1991)
  4. Kismet, 2001
  5. Bruder Kemal, 2012

Película
  • Happy Birthday, Türke!, 1992. Alemania. Directora: Doris Dörrie. Intérprete: Hansa Czypioka (Kayankaya)

El autor

Jacob Bothe, nacido Jacob Michelsen, nació en 1964 en Francfort del Meno. Su padre fue el autor de teatro Hans Günther Michelsen. Entre 1974 y 1983 estudió en el internado Odenwald Schule (Fráncfort), una escuela libertaria de élite. En 1983 se instaló en Montpellier con la intención de estudiar Literatura, pero acabó trabajando como camarero y vendedor de cacahuetes.

En 1985 escribe su primera novela "Happy Birthday, turco" que publica con el seudónimo Jakob Arjouni (el apellido de su primera mujer), no tiene antepasados turcos. En 1986 se traslada a Berlín para estudiar Arte Dramático, pero abandona a los nueve meses.

Vivió con su esposa e hijos entre Francia y Berlín.

Falleció el 17 de enero de 2013 en Berlín, con 48 años, a causa de un cáncer.

Otros libros:

Novelas y relatos
  • Magic Hoffmann (Magic Hoffmann, 1996)
  • Ein Freund, 1998 - relatos
  • Cinco idiotas (Idioten. Fünf Märchen, 2003) - relatos
  • Hausaufgaben, 2004
  • Chez Max, 2006
  • Der heilige Eddy, 2009
  • Cherryman jagt Mister White, 2011
Teatro
  • Die Garagen, 1988
  • Nazim schiebt ab, 1990
  • Edelmanns Tochter, 1996
https://detectivesdelibro.blogspot.com/2011/04/kemal-kayankaya-jakob-arjouni.html
 
Heredia - Ramón Díaz Eterovic

Heredia es detective privado en Santiago de Chile.

No conoció a su padre, su madre murió cuando tenía 3 años. Se crió en un orfanato de curas donde sólo le visitaba una tía para llevarle la ropa vieja de sus primos.

Comenzó la carrera de derecho, el golpe militar le sorprendió en la universidad. Se dedicó a vender zapatos, seguros, servicios funerarios hasta que decidió abrir una oficina de investigaciones. Trabajó en pequeños asuntos como robos, hijas fugadas, hijos metidos en drogas y algún caso más duro ocasionalmente.

En "Ángeles y solitarios" tiene 45 años. Pelo negro, largo y despeinado. Vive en un departamento alquilado en la calle Aillavillú, cerca de la Estación Mapocho. Allí tiene su despacho en la sala principal, adornan sus paredes tres reproducciones de Botticelli. Su compañero es Simenon, un gato blanco y gordo, con quien conversa sobre sus casos y literatura. Los libros de Patricia Highsmith, Hemingway, Borges, Scott Fitzgerald llenan sus estanterías. Las citas literarias atestan su memoria. Le gusta la música de Mahler, Chet Baker, Goyeneche, Rivero, Rufino y Los Beatles.

Cerca está el quiosco de su amigo Anselmo, desde allí manda faxes, compra periódicos y tabaco y apuesta a los caballos. Tiene un Lada que reconvirtió en taxi para pluriemplearse por la falta de trabajo, también cobra morosos. Usa pistola.

Bebe vodka Stolichnaya, pisco o Ballantine's con cerveza Bécker en bares como el City. En el cabaré de Mamá Sam encuentra mujeres que a cambio de bebida y escucha le brindan su compañía.

En "Ángeles y solitarios" Fernanda, una periodista argentina, antigua amante de Heredia, a la que no ha visto desde hace cinco años, aparece muerta de sobredosis de anfetaminas en la habitación de un hotel. El sospecha que no es un su***dio e investiga con su amigo, el comisario Dagoberto Solís y su vecino, el ciego Stevens.

Comentario personal

"Ángeles y solitarios" me ha parecido aburrido, sin interés, tópico. La investigación es una mera excusa para que el autor nos hable de la fabricación y el tráfico de armas en Chile. La narración es pesada. Su protagonista me ha resultado algo ya visto, el típico hombre maduro autocompasivo con respecto a su pasado y sin un presente convincente, se hace pasar por duro mientras nos muestra lo desgraciado que es. Se enrolla con una jovencita a la que está llamado a decepcionar. Los secundarios sin mayor interés.

En el apartado gastronómico: tostadas con café para desayunar, consomé y agua mineral cuando tiene resaca. Para cenar: lata de jurel tipo salmón (que le escamotea a Simenon) aliñada con limón y ají. En un coreano: pocillos con tallos de acelgas adornados con ají, empanadillas rellenas con hígado de cerdo, sardinas fritas, raíz de mote y arroz frío.

Libros de Heredia

  1. La ciudad está triste, 1987
  2. Solo en la oscuridad, 1992
  3. Nadie sabe más que los muertos, 1993
  4. Ángeles y solitarios, 1995
  5. Nunca enamores a un forastero, 1999
  6. Los siete hijos de Simenon, 2000
  7. El ojo del alma, 2001
  8. El hombre que pregunta, 2002
  9. El color de la piel, 2003
  10. A la sombra del dinero, 2005
  11. Muchos gatos para un solo crimen, 2005 - cuentos
  12. El segundo deseo, 2006
  13. La oscura memoria de las armas, 2008
  14. La muerte juega a ganador, 2010
  15. El leve aliento de la verdad, 2012
Comic

Serie de televisión
  • Heredia & Asociados, 2005. Chile. Serie de TV de 8 episodios. Intérprete: Claudio Arredondo (Heredia)

El autor


Ramón Díaz Eterovic nació en Punta Arenas, Chile, en 1956.

Estudió en el Instituto Salesiano Don Bosco y el Liceo Fiscal de Hombres de Punta Arenas. En 1974 se trasladó a Santiago para estudiar Ciencias Políticas y Administrativas en la Universidad de Chile, donde se licenció en Administración Pública. También estudió literatura.

Casado con la escritora chilena Sonia González Valdenegro. Tiene tres hijos: Valentina, Alonso y Ángeles. Fue director de la revista de poesía La Gota Pura (1980-1995) y presidente de la Sociedad de Escritores de Chile (1991-1993).

Fue uno de los creadores y comisario del Festival Iberoamericano de Novela Policial Santiago Negro, organizado por el Centro Cultural de España, sede Chile, los años 2009 y 2011. Es uno de los fundadores de la revista digital de narrativa policial La Negra.

Otros libros

Poesía
  • Imágenes en el tiempo, 1977 - autoedición
  • El poeta derribado, 1980 - autoedición
  • Pasajero de la ausencia, 1982
Cuentos
  • Cualquier día, 1981
  • Obsesión de año nuevo y otros cuentos, 1982
  • Atrás sin golpe, 1985
  • Ese viejo cuento de amar, 1990 - 12 cuentos: Ese viejo cuento de amar; Por amor a la señorita Blandish; Más cerca de Gabriela; El regreso de Senkovic; Qué buena voz se perdió para el tango; Nunca es tan próxima la felicidad como para tocarla; A1 otro lado de la puerta; Muchacho sin ocupación; Oficios de la época; La noche que Villablanca ganó el título mundial y La cerveza de los hombres solos
  • El minuto feliz de Largo Viñuelas, 1996
  • El secuestro de Benito, relato para niños, 2001
  • Cuentos en dictadura, 2003 - antología
  • Crónica roja, 2005 - en La casa ciega, 2005
  • Letras rojas, cuentos negros y policiacos, 2009 - antología de varios autores
  • Chumangos, 2010 - 8 cuentos

Novelas
Ensayo
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Cayetano Brulé - Roberto Ampuero

Cayetano Brulé es detective privado en Valparaíso, Chile.

Nació en La Habana, Cuba. Su familia se trasladó a Florida antes de la revolución castrista. Hizo el servicio militar en Fráncfort. En los años 70 se trasladó de Florida a Chile para participar en la revolución de Allende. Allí le sorprendió la dictadura de Pinochet. Lleva 30 años viviendo en Valparaíso.


Luce bigote a lo Pancho Villa y anteojos (gafas) de varias dioptrías. Dice reunir lo jodedor de los cubanos y lo kantiano de los chilenos.

Estuvo casado, su mujer le abandonó a causa de su profesión y su falta de ambiciones.

Obtuvo el carnet de detective privado en un curso a distancia. Se considera un proletario de la investigación, es camaleónico y cuenta con una red de información de confianza. Es ocurrente e improvisador, se apaña con lo que tiene a mano. Conduce un Lada.


Su ayudante es Suzuki, hijo de un marinero japonés al que no conoció y una alcahueta. Pelo chuzo, ojos rasgados y pómulos macizos.



En "Halcones de la noche" un grupo exiliados cubanos de Miami llamado "Restauración democrática" quiere eliminar a Fidel. La CIA, temiendo una guerra civil y un aluvión de emigrantes en las costas de Florida, trata de evitarlo. Obligan a Cayetano a trabajar para ellos averiguando quién y cómo cometerá el atentado. Brulé seguirá los pasos del asesino hasta Cuba.

Comentario personal


"Halcones de la noche" no es exactamente una novela policíaca sino una especie de thriller que le sirve al autor para transmitirnos su idea de la situación cubana. Entretenida, viajamos de Chile a San Petersburgo, Chicago, Miami y Cuba descubriendo como trabajan los antiguos servicios secretos comunistas, la situación de los exiliados cubanos y la vida en la Cuba actual.


Para desayunar: Sopaipillas con café o Kuchen de murras. Para comer: Corvina al horno con arroz graneado y ensalada de lechuga, palta y apio; Puerco asado con moros y cristianos, plátanos maduros y yuca con mojo; Carpaccio de pulpo y raviolis al pesto.


Para beber: Pisco Sour doble, mojitos y café.



Libros de Cayetano Brulé
  1. ¿Quién mató a Cristián Kustermann?, 1993
  2. Boleros en La Habana, 1994
  3. El alemán de Atacama, 1996
  4. Cita en el Azul Profundo, 2004
  5. Halcones de la noche, 2005
  6. El caso Neruda, 2008 – Precuela, tiene lugar en 1973
  7. Bahía de los misterios, 2013

El autor

Roberto Ampuero Espinoza nació en Valparaíso (Chile) en 1953. Estudió en el Colegio Presbiteriano David Trumbull y en la Deutsche Schule de Valparaíso.

En 1972 se traslada a Santiago para estudiar en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, Antropología Social y Literatura Latinoamericana. Ese año ingresa en las Juventudes Comunistas.


En septiembre de 1973, tras el golpe militar contra Salvador Allende, abandona Chile, rumbo a Leipzig en la República Democrática Alemana. Allí conoce a Margarita Flores, hija de un fiscal de la revolución cubana y ambos parten hacia La Habana en 1974. Ese mismo año contraen matrimonio. Tuvieron un hijo, Fernando, y se separaron tres años más tarde. Desilusionado por la falta de libertad y la pobreza renuncia a las Juventudes Comunistas en 1976, abandona Cuba en 1979 y vuelve a la RDA. Estudia en la JHSWP (Jugendhochschule Wilhelm Pieck) y estudios de postgrado en literatura, economía y política en la Universidad Humboldt de Berlín entre 1981 y 1983.

En 1983 cruza a Alemania Occidental. En 1984 publica en alemán su primer libro, Ein Känguruh (El hombre golondrina) y en 1985 Der Pfirsichkrieg (La guerra de los duraznos). Trabajó como corresponsal para la agencia IPS y como editor de "Desarrollo y Cooperación de la Fundación Alemana para la Cooperación Internacional" entre 1990 y 1993. También fue moderador de la revista Europa Semanal de DW-TV para América Latina.

En 1987 contrajo matrimonio con Ana Lucrecia Rivera Schwarz, embajadora de Guatemala en Alemania, Chile y Suecia con quien ha tenido dos hijos, Ignacio y Jimena.

En 1993 regresa a Chile y publica su primera novela en español: ¿Quién mató a Cristián Kustermann?, en la que nace Cayetano Brulé.

Entre 1993 y 1997 trabaja en el negocio inmobiliario. En 1997 crea las historias, personajes y escenarios de Brigada Escorpión, la primera serie policíaca que se produjo en Chile.

En 1997 se traslada con su familia a Estocolmo, Suecia y en 2000 a Iowa, EEUU, donde trabaja como profesor de Español, más tarde como lector en el Departamento de Español y Portugués de la Universidad. Desde 2008 es profesor de escritura creativa y literatura latinoamericana.

En noviembre 2011 fue nombrado embajador de Chile en México y en 2013 ministro de cultura.

Otros libros

Serie
Novelas

Otros libros
  • El hombre golondrina, 1997 (Ein Känguruh in Bernau, 1984) - Cuentos
  • La guerra de los duraznos, 2001 (Der Pfirsichkrieg, 1985) - Novela juvenil
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  • La historia como conjetura. La narrativa de Jorge Edwards, 2006 - Ensayo
 
Carmen Hidalgo - César Mallorquí

Carmen Hidalgo es la directora de Investigaciones Hidalgo, una agencia de detectives privados en Madrid.

Tiene 35 años. Aspecto corriente. Ojos castaños, media melena castaña con mechas. Mide 1,67 y pesa algún kilo de más. Habitualmente viste sencillos trajes de Zara o H&M, abrigos de El Corte Inglés, bolsos de Mango… para sus pies se reserva los mejores zapatos, tiene 53 pares de marcas como Loewe, Farroutx, Prada... y por supuesto unos "Manolos". Conduce un viejo Citroën. Escucha a Diana Krall o Charles Mingus, lee a John Connolly.

Tiene una gran familia: 7 hermanos, un padre con 7 hermanos, una madre con 8 hermanos lo que genera un número interminable de primos, sobrinos ¡y cuñados!


Su nombre real es Carmen López Corral, pero optó por su tercer apellido como nombre de su empresa por parecerle de más empaque. Estudió Derecho, trabajó dos años como abogada laboralista. Se casó con un ex-policía y crearon la agencia de detectives. Cuando él la abandonó llevándose el dinero de la agencia, estudió Criminología y obtuvo la licencia de detective.

Investigaciones Hidalgo tiene sus oficinas de 80 m2 en Gran Vía de Madrid, cerca de Plaza España. Habitualmente se ocupan de divorcios, fraudes o auditorías de seguridad.

Sus colaboradores habituales son:

  • Gabriel Ramos: secretario y telefonista, un adonis de 23 años de 1,80 y arquitectónica musculatura.
  • Hermenegildo Astray, alias Hermes o Dosdedos, es su mano derecha. Tiene unos 60 años. Cabello teñido de negro, barba y perilla, gafas de montura metálica, trajes impecables. Su aspecto de marqués esconde un truhán criado en Lavapies que ha pasado temporadas en la cárcel donde estudió Derecho y Economía. Le gusta citar a personajes célebres y ha enseñado a Carmen la parte más práctica del oficio.
  • Violeta, alias Ozymandias, 29 años, 1,70 m, 150 kilos, sobrina y hacker.
  • Ángel, un asesino a sueldo.

Además se sirve de sus numerosos contactos: amigos, familiares… para ayudarse en sus investigaciones. Adicta al trabajo, gran parte de su trabajo se basa en el intercambio de información por dinero. Armada de su linterna Mag-Lite y del juego de ganzúas que le enseñó a utilizar Hermes, es capaz de adentrarse en cualquier lugar.

En "El juego de Caín" les encargan investigar la vida personal de un famoso jugador de fútbol que últimamente pierde los papeles.

En "El juego de los herejes" tiene que encontrar a un escritor desaparecido, especializado en historias esotéricas. Al poco tiempo su editor aparece muerto y descubren que la persona que les contrató no existe.

Comentario personal

Las dos novelas de César Mallorquí me han gustado mucho. Narradas en primera persona, acompañamos a la detective mientras tira del hilo de sus pistas en busca de una solución definitiva. La narración es fluida y dinámica y aunque en "El juego de los herejes" se proporcionan muchos datos sobre investigaciones bíblicas, se hace de un modo ameno, sin resultar cargante. Carmen Hidalgo es una protagonista agradable y simpática, no es ni una superwoman, ni un desastre total, ni una tía rara o cualquiera de esas mitificaciones habituales que realizan muchos hombres cuando su protagonista es una mujer… Sus relaciones personales son honestas, sus sentimientos cercanos. Los personajes secundarios también son interesantes.

Para comer: En casa algo ligero: Sándwich vegetal, ensalada, tortilla de queso y una manzana. En el trabajo suelen almorzar en la Taberna de Abilio: Lentejas estofadas, alcachofas salteadas o judías verdes rehogadas, escalope con patatas, lenguado a la plancha o su famoso cocido. De postre flan.


Libros de Carmen Hidalgo
  1. El juego de Caín, 2008
  2. El juego de los herejes, 2010







El autor
César Mallorquí nació en Barcelona en 1953. Hijo de José Mallorquí, el creador de El Coyote. Su familia se trasladó a Madrid en 1955. Estudió Ciencias de la Información en la Universidad Complutense en 1970. Trabajó en La Codorniz y en 1981 comienza a trabajar en publicidad.

Actualmente vive en Madrid, está casado y tiene dos hijos.

Blog del autor: http://fraternidadbabel.blogspot.com.es/

Otros libros

Novela

Antologías
  • El círculo de Jericó, 1995
  • Prospectivas. Antología del cuento de ciencia ficción española actual, 2012
  • Bleak House Inn. Diez huéspedes en casa de Dickens, 2012 - Cuentos de Pilar Adón, Elia Barceló, Oscar Esquivias, Marc Gual, César Mallorquí, Ismael Martínez Biurrun, Elena Medel, Francesc Miralles, Daniel Sánchez Pardos y Marian Womack. Edición y epílogo de Care Santos
  • Trece monos, 2015 - 12 cuentos y una novela corta.
https://detectivesdelibro.blogspot.com/search/label/Autor: César Mallorquí
 
Me gustaría añadir a Adam Dalgliesh, el detective poeta de mi adorada P. D. James.
De esta autora me gusta su estilo refinado, su capacidad descriptiva y ese no se qué tan inglés que convierte la lectura de sus libros en un momento delicioso. Confieso que no he leído nada de la saga Montalbano aún, y me apetece muchísimo. Ahora estoy pendiente de recibir dos libros de Dorothy L. Sayers ("Veneno mortal" y "El misterio del Bellona Club", del detective lord Peter Wimsey), una autora a la que tenía ganas de leer. Ya os contaré mi experiencia. Aunque os adelanto que yo soy muy de asesinatos en la hora del té, crimen elegante y refinado. Si os gusta este tipo de novela negra inglesa de toques costumbristas, os dejo una recomendación:
http://www.estandarte.com/critica/la-seorita-pym-dispone-de-josephine-tey_235.html
 
Me pregunto si alguien ha leído:

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Durísima novela del género negro, inclasificable.

Una venganza atroz contra un chulesco policía que ha dejado muchas victímas detrás de él. Imposible recordar cual de ellas puede estar detrás de la destrucción de su vida, y menos que pueda proceder de uno de sus encarcelados ya muerto... y que, desde la tumba, relata con gozo cómo se lleva a cabo la terrorífica venganza sin piedad ni límites por parte de la llamada Corporación, a la que pertenecía el difunto... No le darán la piedad de matarlo, la muerte será el único modo de terminar con ese infierno... Escalofriante terrorífica venganza.

De 10, un 10 se queda corto.

Obra maestra​
 
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