Pero qué pareja más casposa, por favor. Ella es un callo en toda regla, pero le ofrecía al prostituto (seamos honest@s, es lo que es), mayor estabilidad que la momia de la Obregón, cuyo narcisismo descontrolado no hubiera podido sufrir que él captara más la atención, y le hubiera acabado dando unos problemas de aúpa... Como por ejemplo, acusarle de cortarle los frenos del coche para asesinarla, y presentar como evidencia del plan para acabar con sus mitómanos días, fotos del motor averiado de una nevera .
Por contrario, la Cariburri le podía proporcionar una carrera más o menos lucrativa como "modelo", opinólogo profesional y eventólogo del Trola. El hecho de que sea gilipollas profundo y, como dice el artículo colgado por Blanca, no haya sabido aprovechar la oportunidad, es otra cosa. Porque será guapo (tampoco hay para tanto), pero es innegable que es un idiota empedernido y, además, supongo que no habrá querido hacer el esfuerzo de salir de casa para los photocalls ni posar para los reportajes melindrosos de la prensa del corazón más relamida. A él lo que le va es vivir de sobeteos decrépitos, que cuesta menos esfuerzo y no le obliga a exprimir sus dos neuronas para hilvanar una frase más o menos coherente, que es mucho para el pobrecico, ya que está visto que la inteligencia y el talento los tiene en la punta del... Ejem. Además, la Cariburri, el rostro de la cual asusta hasta al Monstruo de la Laguna Verde, debe ofrecer más facilidades porque tiene pocas opciones - incluso pagando.
Y es por eso que ahora están juntos otra vez... ¡Es porque el "amor" ha triunfado!
No, en serio. Es porque ella, con pocos o más clientes, es la única salida viable que Tóntek debe tener a nivel económico en este momento.
Porque habrá sido más o menos famoso por un par de añejos de ná, pero tras dejarlo correr con la Comepiedras, se habrá dado cuenta de que el mercado de las momias es más competitivo de lo que se imaginaba, y a las faraonas que se pueden permitir mantener a un "preferido" no les van los gigolós mediáticos de quinta, pues tienen carne más discreta - que no necesariamente mejor -, para escoger. Él ha subido a la cumbre de las pirámides de mano de dos zarrapastrosas con ínfulas que viven del cuento, y ha quedado en evidencia como lo que era: un putillo de poca monta que ha tenido un ramalazo de suerte. Lo cual a las duquesis, caris, palomias, natis, preislerias y anachochis (las más humildes), no les gusta para nada, porque una cosa es mantener a alguien que todavía tiene una pátina de respetabilidad, y otra muy diferente es ser el hazmerreír de todo el mundo porque llevas a un adorno colgando del brazo, que grita "se vende barato y al mejor postor".
Así que mirad tod@s, lo felices que son. Dudarán para siempre, porque él no da para más, y ella nunca pudo aspirar a llegar a demasiado.
Por contrario, la Cariburri le podía proporcionar una carrera más o menos lucrativa como "modelo", opinólogo profesional y eventólogo del Trola. El hecho de que sea gilipollas profundo y, como dice el artículo colgado por Blanca, no haya sabido aprovechar la oportunidad, es otra cosa. Porque será guapo (tampoco hay para tanto), pero es innegable que es un idiota empedernido y, además, supongo que no habrá querido hacer el esfuerzo de salir de casa para los photocalls ni posar para los reportajes melindrosos de la prensa del corazón más relamida. A él lo que le va es vivir de sobeteos decrépitos, que cuesta menos esfuerzo y no le obliga a exprimir sus dos neuronas para hilvanar una frase más o menos coherente, que es mucho para el pobrecico, ya que está visto que la inteligencia y el talento los tiene en la punta del... Ejem. Además, la Cariburri, el rostro de la cual asusta hasta al Monstruo de la Laguna Verde, debe ofrecer más facilidades porque tiene pocas opciones - incluso pagando.
Y es por eso que ahora están juntos otra vez... ¡Es porque el "amor" ha triunfado!
No, en serio. Es porque ella, con pocos o más clientes, es la única salida viable que Tóntek debe tener a nivel económico en este momento.
Porque habrá sido más o menos famoso por un par de añejos de ná, pero tras dejarlo correr con la Comepiedras, se habrá dado cuenta de que el mercado de las momias es más competitivo de lo que se imaginaba, y a las faraonas que se pueden permitir mantener a un "preferido" no les van los gigolós mediáticos de quinta, pues tienen carne más discreta - que no necesariamente mejor -, para escoger. Él ha subido a la cumbre de las pirámides de mano de dos zarrapastrosas con ínfulas que viven del cuento, y ha quedado en evidencia como lo que era: un putillo de poca monta que ha tenido un ramalazo de suerte. Lo cual a las duquesis, caris, palomias, natis, preislerias y anachochis (las más humildes), no les gusta para nada, porque una cosa es mantener a alguien que todavía tiene una pátina de respetabilidad, y otra muy diferente es ser el hazmerreír de todo el mundo porque llevas a un adorno colgando del brazo, que grita "se vende barato y al mejor postor".
Así que mirad tod@s, lo felices que son. Dudarán para siempre, porque él no da para más, y ella nunca pudo aspirar a llegar a demasiado.