Cumpleaños nùmero 82 del rey Juan Carlos. Enero 5, 2020

El rey emérito diseña su nueva vida marcada por su frágil salud de hierro
Don Juan Carlos cumple este domingo 82 años, cinco lejos del trono y seis meses apartado de la vida oficial



Don Juan Carlos de Borbón, en Sanxenxo
Don Juan Carlos de Borbón, en Sanxenxo GTRES
Mábel Galaz

Madrid 4 ENE 2020 - 20:00 ART



Don Juan Carlos cumple este domingo 82 años. Lleva cinco y medio lejos del trono y seis meses apartado de la actividad oficial. Durante este tiempo intenta diseñar una nueva vida alejada de la atención mediática y centrada en sus aficiones, pero siempre marcada por su frágil salud de hierro. Al rey emérito no le gustan las fiestas de cumpleaños, es más, las evita. Por eso no tiene previsto nada especial para este día, tampoco una celebración familiar, ya que las relaciones entre sus hijos son todavía tensas y con su esposa ha habido un ligero acercamiento pero más formal que sentimental.

Cuando en junio de 2014, el palacio de La Zarzuela anunció que se iba a producir un relevo en la Corona nadie supo responder entonces a la cuestión de qué papel iba a tener don Juan Carlos a partir de ese momento ni tan siquiera aclararon el tratamiento que iba a recibir. El finalmente conocido como rey emérito inició la nueva etapa institucional asistiendo a tomas de posesión en Latinoamérica, algo que hasta ese momento hacia su hijo, y acudiendo a contados actos oficiales en España. Sus problemas de salud cada vez más frecuentes y el deseo de Zarzuela de evidenciar una nueva etapa en la Casa del Rey hicieron todo lo demás. Juan Carlos de Borbón es, a sus 82 años, un rey jubilado, más aún desde que el pasado día 2 de junio oficializara su condición de retirado.

Desde esa fecha pocas veces se ha visto en público al padre de Felipe VI. Este verano sufrió una operación cardíaca, también una más leve para quitarle una mancha en la cara y más tarde se le vio con una gran brecha en la frente producto de un accidente casero. Don Juan Carlos está mucho tiempo en Galicia con sus amigos, con los que regatea cuando su salud se lo permite, y viaja al extranjero menos de lo que le gustaría por consejo de sus médicos. Pasa mucho tiempo con su hija Elena, con quien comparte aficiones como la gastronomía y los toros. Ya no puede cazar pero sí se suma a todas las visitas al campo que puede.

Los reyes eméritos, el pasado verano en Galicia.

Los reyes eméritos, el pasado verano en Galicia. GTRES

Don Juan Carlos ha recuperado el tono cordial en su relación con doña Sofía pero poco más. Cada uno hace su vida. Eso sí, ahora son capaces de viajar juntos por razones familiares como ver un partido de balonmano de su nieto Pablo en Alemania o acudir como pareja a la boda del tenista Rafa Nadal en Palma de Mallorca.

En esta vida de retirado de don Juan Carlos hay un cierto sabor de amargura. Siente que en esta nueva etapa se le ha dejado a un lado en ocasiones importantes, como cuando se celebró el 40º aniversario de la democracia. Prueba de ese error fue el papel protagonista que se le otorgó cuando año y medio después se festejó los 40 años de la Constitución. En el ámbito más personal lucha por no acabar en una silla de ruedas como su madre. Para ello se somete a duras sesiones de recuperación todos los días. A sus 82 años, don Juan Carlos no ha perdido la coquetería ni sus ansias de ser independencia.

PERDONAME, QUERIDA COMPAÑERA @Coti7495 , Y ES SOBRE LA "SUPUESTA SALUD DE HIERRO", QUE YO SEPA ESTA CIRCUNSTANCIA SOLO ASISTE A LOS "CHATARREROS".-
BIEN ES VERDAD QUE HEMOS DESGUAZADO AQUI UN PORTAAVIONES.- ...........TENDRA RELACION???????.- GRACIAS.-
 
CHISTOSO, SEDUCTOR, CON UN DESTINO DE NOVELA... Y TRISTE: EL REY JUAN CARLOS SEGÚN SU BIÓGRAFA


El rey cumple hoy 82 años aliviado por haber dejado el poder, pero "amargado" porque no le consultan más. Hablamos con Laurence Debray, autora de documental 'Yo, Juan Carlos I'.
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Es más que probable que don Juan Carlos celebre estos días su 82 cumpleaños en alguno de sus restaurantes favoritos. Las rutas gastronómicas por España le proporcionan sus mayores alegrías desde que abdicó en junio de 2014. “Me lo dijo la última vez que le vi, hace un par de años. Me recibió en su despacho en el Palacio Real. Le encontré muy aliviado, me contó que por fin tenía tiempo de hacer cosas normales, de esas que para ti y para mi resultan extraordinarias pero no lo son, como ir a los restaurantes con los amigos. Volver a competir en vela era su mayor reto", me cuenta Laurence Debray (París, 1976), autora del documental Yo, Juan Carlos I, y experta en la figura del rey. "Le vi bien, algo amargado por estar tan apartado, porque su hijo no le pidiera consejos. Eso le había sorprendido un poco. Uno siempre se cree indispensable, después de haber pasado 40 años en el poder piensa que la nueva generación va a acudir a él. Y siempre se equivoca”, añade la historiadora entre risas.

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La historiadora francesa Laurence Debray, autora del documental 'Yo, Juan Carlos I'.
Debray, hija del filósofo Regis Debray y de la antropóloga Elizabeth Burgos, viajó por primera vez a España a los seis años. Entonces, descubrió al "jefe del Estado más joven de Europa, de aspecto atlético y con un encanto irresistible, que sin cesar rompía el protocolo para disgusto de los Servicios de Seguridad, que se enfrentaban a la amenaza real de ETA", relata en su biografía Hija de revolucionarios (Anagrama). Colgó en su habitación una foto del rey con uniforme de gala -que su padre se encargó de sustituir enseguida por otra de François Miterrand, íntimo de la familia-. "Cuando rodé el documental Yo, Juan Carlos I, se lo conté. Se echó a reír y me dio una foto firmada para mi hija de cuatro años, que a su vez le había hecho un dibujo. ‘Así tú tienes una y tu hija, también’, me dijo”. Es una persona muy natural. No le hace notar a nadie que es rey. Habla con todo el mundo y cuenta muchos chistes. Durante la realización del filme, que aún no se ha estrenado en España –sí en Francia, con datos de audiencia más que notables–, Debray se convirtió en la sombra del monarca y visitó el Palacio de la Zarzuela en numerosas ocasiones. "Acostumbrada a los palacios de los ministtros franceses, llenos de muebles dorados y de obras de arte barrocas, me llamó la atención lo pequeña que es la Zarzuela, lo austera, con esos muebles oscuros... Me decepcionó, y se lo dije a don juan Carlos. 'Ah, ya sé que los jefes de Estado franceses viven mucho mejor que yo', me contestó con una carcajada.

-¿Es un seductor?
-Sí, pero no solo con las mujeres. También sedujo a los españoles. Don Juan Carlos sobrevivió políticamente porque, durante la Transición, supo dialogar con todos. Con los militares franquistas y con Santiago Carrillo. Sé que hoy no es una persona popular en España, pero espero que en un par de años le reconozcan lo que hizo. Ha tenido una vida muy dura. Cuando hicimos el documental le costaba decir ‘yo’. Era siempre ‘nosotros’. No quería admitir sus sentimientos, pero se le saltaban las lágrimas con algunas imágenes de su infancia, con su abuelo, con su padre... Ha tenido un destino de novela pero muy triste. Y que hoy nadie le reconozca nada...

¿Cómo se lleva con doña Sofía?
Cuando se quedó solo, apartado del poder, ya no había tantos problemas entre ellos. En realidad, siempre tuvieron la inteligencia de llevarse bien, a pesar de que el rey tuvo amantes, gustos y modos de vida muy distintos… Son muy opuestos en todo pero… Esto es una suposición, pero también creo que cuando Corina desapareció del mapa, las tensiones aflojaros. Fue como sacar el suflé del horno.

¿Cómo es su relación con don Felipe quien, por cierto, aparece en el documental?
Don Juan
y él hablaban mucho. Tenían una gran complicidad, a pesar de los problemas con Franco, de que don Juan Carlos tenía el título y don Juan, no. Don Juan Carlos me contó que se entendían solo con la mirada. Se respetaban. Yo no sé si don Felipe tiene hoy en día esa relación con el rey. Creo que está un poco apartado, como alguien que molesta.

¿Le habló de doña Letizia?
Él siempre me dijo que era muy buena madre y nunca mostró ninguna crítica ni desdén hacia ella. Doña Letizia ha cerrado la Casa Real. Yo no habría podido rodar el documental sobre don Juan Carlos con don Felipe y doña Letizia. Tuve libertad total, no me pidieron ninguna pregunta, el entonces jefe de la Casa Rafael Spottorno no ejerció ningún control. No intervinieron y todo fue muy fluido. Creo que ahora sería imposible. Controlan mucho su imagen, lo que pueden o no decir. Sé que Paris Match lleva años pidiéndoles unas fotos que no sean las oficiales sin éxito. No sé si las redes sociales les han hecho más cautelosos, pero antes los jefes de Estado no estaban tan pendientes de su imagen.

¿Qué le ha parecido el papel de la princesa de Asturias a lo largo de 2019?

Es muy mona y todo lo hace muy bien. Es un elemento muy positivo para la Monarquía española. No sé si va a reinar o no, pero la están preparando muy bien.

Laurence Debray ha conseguido que su biografía se presente en Venezuela, de donde es su madre. En la portada del libro aparece de niña con un fusil en el campamento en Cuba al que sus padres le enviaron de niña. "Es un tema espinoso en mi familia, el del Comunismo. También Venezuela. No puedo hablar de ello con mi padre", me confiesa -Regis Debray se unió a la guerrilla del Che Guevara en Bolivia, donde fue acusado a 30 años de cárcel por haber traicionado al Che de los que cumplió cuatro, y aún no ha abjurado, como su hija, del Comunismo-. Hija de revolucionarios merece sin duda una adaptación cinematográfica, pero su autora se conforma con que Yo, Juan Carlos I, se estrene finalmente en España. De momento, puede verse en Youtube.

La autora sigue de cerca la actualidad española. "Parece una telenovela", me dice. Próxima a Felipe González y Alfonso Guerra, a quienes conoció de niña en Sevilla poco antes de la Expo'92, cree que los líderes políticos actuales son muy diferentes a los que trató el rey Juan Carlos. "González, Guerra, Carrillo... Eran gente que tenía el destino de España y su futuro muy en cuenta, y sabían de dónde venían: de una Guerra Civil y una dictadura. Había una conciencia histórica. Entonces, yo leía mucho lo que se decía fuera, las notas de los diplomáticos extranjeros. Todo el mundo decía que iba a haber otra Guerra Civil y que el rey iba a ser un Franco light. Pero hubo un orgullo español de decir ‘no, no vamos a caer en la trampa y lo vamos a hacer bien’. Los líderes sabían de dónde venían y dónde querían llevar a España. Hoy hay más ambición personal y menos conciencia nacional. Me parece. Lo veo todo desde fuera, con una cierta distancia. Y a lo mejor me equivoco. Pero esa es la sensación que tengo”. Cree además que el rey Felipe se enfrenta a un "reto interesante. Pero en momentos como éste te das cuenta de la utilidad del rey, porque a España le cuesta mucho tener una coalición política y un gobierno. Al menos la figura del rey está ahí. Dialogar, dialogar, dialogar esa fue clave del poder de don Juan Carlos. Sobre todo, con la gente que no piensa como tú”.”.

 
CHISTOSO, SEDUCTOR, CON UN DESTINO DE NOVELA... Y TRISTE: EL REY JUAN CARLOS SEGÚN SU BIÓGRAFA


El rey cumple hoy 82 años aliviado por haber dejado el poder, pero "amargado" porque no le consultan más. Hablamos con Laurence Debray, autora de documental 'Yo, Juan Carlos I'.
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Es más que probable que don Juan Carlos celebre estos días su 82 cumpleaños en alguno de sus restaurantes favoritos. Las rutas gastronómicas por España le proporcionan sus mayores alegrías desde que abdicó en junio de 2014. “Me lo dijo la última vez que le vi, hace un par de años. Me recibió en su despacho en el Palacio Real. Le encontré muy aliviado, me contó que por fin tenía tiempo de hacer cosas normales, de esas que para ti y para mi resultan extraordinarias pero no lo son, como ir a los restaurantes con los amigos. Volver a competir en vela era su mayor reto", me cuenta Laurence Debray (París, 1976), autora del documental Yo, Juan Carlos I, y experta en la figura del rey. "Le vi bien, algo amargado por estar tan apartado, porque su hijo no le pidiera consejos. Eso le había sorprendido un poco. Uno siempre se cree indispensable, después de haber pasado 40 años en el poder piensa que la nueva generación va a acudir a él. Y siempre se equivoca”, añade la historiadora entre risas.

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La historiadora francesa Laurence Debray, autora del documental 'Yo, Juan Carlos I'.
Debray, hija del filósofo Regis Debray y de la antropóloga Elizabeth Burgos, viajó por primera vez a España a los seis años. Entonces, descubrió al "jefe del Estado más joven de Europa, de aspecto atlético y con un encanto irresistible, que sin cesar rompía el protocolo para disgusto de los Servicios de Seguridad, que se enfrentaban a la amenaza real de ETA", relata en su biografía Hija de revolucionarios (Anagrama). Colgó en su habitación una foto del rey con uniforme de gala -que su padre se encargó de sustituir enseguida por otra de François Miterrand, íntimo de la familia-. "Cuando rodé el documental Yo, Juan Carlos I, se lo conté. Se echó a reír y me dio una foto firmada para mi hija de cuatro años, que a su vez le había hecho un dibujo. ‘Así tú tienes una y tu hija, también’, me dijo”. Es una persona muy natural. No le hace notar a nadie que es rey. Habla con todo el mundo y cuenta muchos chistes. Durante la realización del filme, que aún no se ha estrenado en España –sí en Francia, con datos de audiencia más que notables–, Debray se convirtió en la sombra del monarca y visitó el Palacio de la Zarzuela en numerosas ocasiones. "Acostumbrada a los palacios de los ministtros franceses, llenos de muebles dorados y de obras de arte barrocas, me llamó la atención lo pequeña que es la Zarzuela, lo austera, con esos muebles oscuros... Me decepcionó, y se lo dije a don juan Carlos. 'Ah, ya sé que los jefes de Estado franceses viven mucho mejor que yo', me contestó con una carcajada.

-¿Es un seductor?
-Sí, pero no solo con las mujeres. También sedujo a los españoles. Don Juan Carlos sobrevivió políticamente porque, durante la Transición, supo dialogar con todos. Con los militares franquistas y con Santiago Carrillo. Sé que hoy no es una persona popular en España, pero espero que en un par de años le reconozcan lo que hizo. Ha tenido una vida muy dura. Cuando hicimos el documental le costaba decir ‘yo’. Era siempre ‘nosotros’. No quería admitir sus sentimientos, pero se le saltaban las lágrimas con algunas imágenes de su infancia, con su abuelo, con su padre... Ha tenido un destino de novela pero muy triste. Y que hoy nadie le reconozca nada...

¿Cómo se lleva con doña Sofía?
Cuando se quedó solo, apartado del poder, ya no había tantos problemas entre ellos. En realidad, siempre tuvieron la inteligencia de llevarse bien, a pesar de que el rey tuvo amantes, gustos y modos de vida muy distintos… Son muy opuestos en todo pero… Esto es una suposición, pero también creo que cuando Corina desapareció del mapa, las tensiones aflojaros. Fue como sacar el suflé del horno.

¿Cómo es su relación con don Felipe quien, por cierto, aparece en el documental?
Don Juan
y él hablaban mucho. Tenían una gran complicidad, a pesar de los problemas con Franco, de que don Juan Carlos tenía el título y don Juan, no. Don Juan Carlos me contó que se entendían solo con la mirada. Se respetaban. Yo no sé si don Felipe tiene hoy en día esa relación con el rey. Creo que está un poco apartado, como alguien que molesta.

¿Le habló de doña Letizia?
Él siempre me dijo que era muy buena madre y nunca mostró ninguna crítica ni desdén hacia ella. Doña Letizia ha cerrado la Casa Real. Yo no habría podido rodar el documental sobre don Juan Carlos con don Felipe y doña Letizia. Tuve libertad total, no me pidieron ninguna pregunta, el entonces jefe de la Casa Rafael Spottorno no ejerció ningún control. No intervinieron y todo fue muy fluido. Creo que ahora sería imposible. Controlan mucho su imagen, lo que pueden o no decir. Sé que Paris Match lleva años pidiéndoles unas fotos que no sean las oficiales sin éxito. No sé si las redes sociales les han hecho más cautelosos, pero antes los jefes de Estado no estaban tan pendientes de su imagen.

¿Qué le ha parecido el papel de la princesa de Asturias a lo largo de 2019?

Es muy mona y todo lo hace muy bien. Es un elemento muy positivo para la Monarquía española. No sé si va a reinar o no, pero la están preparando muy bien.

Laurence Debray ha conseguido que su biografía se presente en Venezuela, de donde es su madre. En la portada del libro aparece de niña con un fusil en el campamento en Cuba al que sus padres le enviaron de niña. "Es un tema espinoso en mi familia, el del Comunismo. También Venezuela. No puedo hablar de ello con mi padre", me confiesa -Regis Debray se unió a la guerrilla del Che Guevara en Bolivia, donde fue acusado a 30 años de cárcel por haber traicionado al Che de los que cumplió cuatro, y aún no ha abjurado, como su hija, del Comunismo-. Hija de revolucionarios merece sin duda una adaptación cinematográfica, pero su autora se conforma con que Yo, Juan Carlos I, se estrene finalmente en España. De momento, puede verse en Youtube.

La autora sigue de cerca la actualidad española. "Parece una telenovela", me dice. Próxima a Felipe González y Alfonso Guerra, a quienes conoció de niña en Sevilla poco antes de la Expo'92, cree que los líderes políticos actuales son muy diferentes a los que trató el rey Juan Carlos. "González, Guerra, Carrillo... Eran gente que tenía el destino de España y su futuro muy en cuenta, y sabían de dónde venían: de una Guerra Civil y una dictadura. Había una conciencia histórica. Entonces, yo leía mucho lo que se decía fuera, las notas de los diplomáticos extranjeros. Todo el mundo decía que iba a haber otra Guerra Civil y que el rey iba a ser un Franco light. Pero hubo un orgullo español de decir ‘no, no vamos a caer en la trampa y lo vamos a hacer bien’. Los líderes sabían de dónde venían y dónde querían llevar a España. Hoy hay más ambición personal y menos conciencia nacional. Me parece. Lo veo todo desde fuera, con una cierta distancia. Y a lo mejor me equivoco. Pero esa es la sensación que tengo”. Cree además que el rey Felipe se enfrenta a un "reto interesante. Pero en momentos como éste te das cuenta de la utilidad del rey, porque a España le cuesta mucho tener una coalición política y un gobierno. Al menos la figura del rey está ahí. Dialogar, dialogar, dialogar esa fue clave del poder de don Juan Carlos. Sobre todo, con la gente que no piensa como tú”.”.



bla bla bla, chistosa la autora de este texto o la biografa, yo no me aclaro quien es el autor material del texto. NO me refiero a la forera que lo ha puesto en el foro.
 
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