Cumpleaños 82 de la reina Sofìa de España. Nov 2, 2020
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El incierto futuro de la reina Sofía, la "royal más royal"de Europa.
Por Lydia Starbuck 9 de agosto de 2020
Ella es quizás la última del antiguo estilo real europeo. Hija de un rey, hermana de un rey, esposa de un rey y madre de un rey, la reina Sofía de España tiene una historia regia sin igual en el continente, y en el siglo XXI, es una rareza. Pero ella es mucho más que la suma de sus partes dinásticas.
Sofía es una consorte que fue pionera en una nueva forma de desempeñar el antiguo papel de la realeza hace décadas. Ha visto golpes de Estado, exilio y el ritmo vertiginoso del cambio transformar varias monarquías, varias veces. Ahora, con su esposo en el exilio y su hijo enfrentando cada vez más llamados a un debate sobre el futuro de la corona de su país, la reina Sofía de España ve que se abre otro desafío frente a ella. La ‘más royal’ de la realeza en Europa es testigo de otro momento histórico en una vida que ya ha vivido en abundancia.
Comencemos con ese árbol genealógico, porque realmente es inusual en 2020. Sofía es la hija del rey Pablo de los helenos que gobernó Grecia entre 1947 y 1964. Era el hijo del rey Constantino I y la reina Sofía, originalmente una princesa prusiana. Entre sus bisabuelos se encontraban el rey Christian IX de Dinamarca, la reina Victoria y el príncipe Alberto y Wilhelm I, emperador de Alemania. Uno de sus tatarabuelos fue el zar Nicolás I de Rusia, mientras que sus primos hermanos incluyen al príncipe Felipe. El rey Pablo le dio a su hija, Sofía (nacida como Sofía), una herencia muy regia.
Y eso es antes de que lleguemos a su madre, la reina Frederica, cuya gran actitud se correspondía con su ADN. Nieta de Wilhelm II, el último emperador de Alemania, también afirmó ser descendiente de la reina Victoria, el príncipe Alberto y el rey Christian IX de Dinamarca, así como de una gran cantidad de casas gobernantes alemanas que podrían no tener el mismo reconocimiento de nombre en la actualidad, pero que, durante siglos, tuvo un poder genuino en Europa.
Sofía vio a su único hermano convertirse en rey Constantino II de Grecia en 1964 (y perder su trono nueve años después), momento en el que ya estaba casada con Juan Carlos de España, quien se convirtió en rey de su país en noviembre de 1975. El único hijo de la reina Sofía, Felipe, sucedió a Juan Carlos como rey en 2014.
Pero si su árbol genealógico tiene todos los ecos de un pasado que se desvanece, su vida cotidiana es la realeza moderna en grande. Sofía ha asumido una amplia gama de intereses y ha brindado su apoyo a un grupo diverso de organizaciones durante su etapa como Reina de España. Si bien esperamos que la realeza moderna use su perfil para destacar algunos de los problemas de la sociedad de los que menos se habla, Sofía fue una de las primeras en hacerlo realidad. Las organizaciones benéficas que respalda incluyen aquellas que apoyan a las personas que experimentan adicción y las que ayudan a algunos de los niños más pobres del mundo. Su Fundación Reina Sofía hizo de los bancos de alimentos una prioridad cuando los problemas económicos comenzaron a afectar a Europa, mientras que ella ha sido una importante patrocinadora de la investigación sobre la demencia. El patrón mismo de ser un miembro de la realeza del siglo XXI fue parcialmente forjado por Sofía.
Y no hay duda de que ahora tiene un nuevo papel que forjar. Porque ella es un arma vital en la batalla de Felipe VI para apuntalar la popularidad de una monarquía golpeada por el escándalo y, ahora, las sugerencias de algunos políticos de que podría haber visto días mejores. Consistentemente uno de los miembros más admirados de la Familia Real española, su hijo necesitará el afecto y el respeto perdurables que inspira la Reina Sofía mientras se enfrenta a un verano de turbulencias.
La decisión de su esposo, Juan Carlos, de exiliarse no ha cambiado el papel de Sofía. Ella y Felipe son famosos por su cercanía y ella estará a su lado mientras afronta la parte más difícil de su reinado hasta ahora. Ella, más que nadie, comprende la naturaleza voluble de la popularidad. Si bien el suyo sigue siendo alto, ha visto cómo el grupo de la realeza española se desplomó desde máximos casi vertiginosos a principios de la década de 1990 a mínimos preocupantes en 2020.
Hay pocas posibilidades de que eso desanime a Sofía de llevar a cabo su papel real. Nacida como hija de un rey, luego hermana de un rey, esposa de un rey y ahora madre de un rey, esta Reina de España es la encarnación misma de la realeza. La ironía ahora es que Sofía, con su incomparable árbol genealógico real y su actitud pionera hacia la monarquía moderna, es ahora la "royal" con el futuro más incierto de Europa.
Por Lydia Starbuck 9 de agosto de 2020
Ella es quizás la última del antiguo estilo real europeo. Hija de un rey, hermana de un rey, esposa de un rey y madre de un rey, la reina Sofía de España tiene una historia regia sin igual en el continente, y en el siglo XXI, es una rareza. Pero ella es mucho más que la suma de sus partes dinásticas.
Sofía es una consorte que fue pionera en una nueva forma de desempeñar el antiguo papel de la realeza hace décadas. Ha visto golpes de Estado, exilio y el ritmo vertiginoso del cambio transformar varias monarquías, varias veces. Ahora, con su esposo en el exilio y su hijo enfrentando cada vez más llamados a un debate sobre el futuro de la corona de su país, la reina Sofía de España ve que se abre otro desafío frente a ella. La ‘más royal’ de la realeza en Europa es testigo de otro momento histórico en una vida que ya ha vivido en abundancia.
Comencemos con ese árbol genealógico, porque realmente es inusual en 2020. Sofía es la hija del rey Pablo de los helenos que gobernó Grecia entre 1947 y 1964. Era el hijo del rey Constantino I y la reina Sofía, originalmente una princesa prusiana. Entre sus bisabuelos se encontraban el rey Christian IX de Dinamarca, la reina Victoria y el príncipe Alberto y Wilhelm I, emperador de Alemania. Uno de sus tatarabuelos fue el zar Nicolás I de Rusia, mientras que sus primos hermanos incluyen al príncipe Felipe. El rey Pablo le dio a su hija, Sofía (nacida como Sofía), una herencia muy regia.
Y eso es antes de que lleguemos a su madre, la reina Frederica, cuya gran actitud se correspondía con su ADN. Nieta de Wilhelm II, el último emperador de Alemania, también afirmó ser descendiente de la reina Victoria, el príncipe Alberto y el rey Christian IX de Dinamarca, así como de una gran cantidad de casas gobernantes alemanas que podrían no tener el mismo reconocimiento de nombre en la actualidad, pero que, durante siglos, tuvo un poder genuino en Europa.
Sofía vio a su único hermano convertirse en rey Constantino II de Grecia en 1964 (y perder su trono nueve años después), momento en el que ya estaba casada con Juan Carlos de España, quien se convirtió en rey de su país en noviembre de 1975. El único hijo de la reina Sofía, Felipe, sucedió a Juan Carlos como rey en 2014.
Pero si su árbol genealógico tiene todos los ecos de un pasado que se desvanece, su vida cotidiana es la realeza moderna en grande. Sofía ha asumido una amplia gama de intereses y ha brindado su apoyo a un grupo diverso de organizaciones durante su etapa como Reina de España. Si bien esperamos que la realeza moderna use su perfil para destacar algunos de los problemas de la sociedad de los que menos se habla, Sofía fue una de las primeras en hacerlo realidad. Las organizaciones benéficas que respalda incluyen aquellas que apoyan a las personas que experimentan adicción y las que ayudan a algunos de los niños más pobres del mundo. Su Fundación Reina Sofía hizo de los bancos de alimentos una prioridad cuando los problemas económicos comenzaron a afectar a Europa, mientras que ella ha sido una importante patrocinadora de la investigación sobre la demencia. El patrón mismo de ser un miembro de la realeza del siglo XXI fue parcialmente forjado por Sofía.
Y no hay duda de que ahora tiene un nuevo papel que forjar. Porque ella es un arma vital en la batalla de Felipe VI para apuntalar la popularidad de una monarquía golpeada por el escándalo y, ahora, las sugerencias de algunos políticos de que podría haber visto días mejores. Consistentemente uno de los miembros más admirados de la Familia Real española, su hijo necesitará el afecto y el respeto perdurables que inspira la Reina Sofía mientras se enfrenta a un verano de turbulencias.
La decisión de su esposo, Juan Carlos, de exiliarse no ha cambiado el papel de Sofía. Ella y Felipe son famosos por su cercanía y ella estará a su lado mientras afronta la parte más difícil de su reinado hasta ahora. Ella, más que nadie, comprende la naturaleza voluble de la popularidad. Si bien el suyo sigue siendo alto, ha visto cómo el grupo de la realeza española se desplomó desde máximos casi vertiginosos a principios de la década de 1990 a mínimos preocupantes en 2020.
Hay pocas posibilidades de que eso desanime a Sofía de llevar a cabo su papel real. Nacida como hija de un rey, luego hermana de un rey, esposa de un rey y ahora madre de un rey, esta Reina de España es la encarnación misma de la realeza. La ironía ahora es que Sofía, con su incomparable árbol genealógico real y su actitud pionera hacia la monarquía moderna, es ahora la "royal" con el futuro más incierto de Europa.
