Cumpleaños 54 Princesa Stephanie de Mónaco. Febrero 1ro, 2019

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La princesa Stéphanie de Mónaco celebró su cumpleaños, la oportunidad para que sus tres hijos Louis, Pauline y Camille le deseen lo mejor.
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Al menos parece que con sus hijos lo ha hecho muy bien y que ha conseguido vivir tranquila. Pero me da un poco de pena lo dejada que se ve a veces que la entiendo porque a cierta edad si no eres super coqueta pasas mucho de ciertas cosas pero al menos cuando va a los actos que se arregle un poco el pelo.
 
Al menos parece que con sus hijos lo ha hecho muy bien y que ha conseguido vivir tranquila. Pero me da un poco de pena lo dejada que se ve a veces que la entiendo porque a cierta edad si no eres super coqueta pasas mucho de ciertas cosas pero al menos cuando va a los actos que se arregle un poco el pelo.

Como siempre renegó de ser princesa... pues ahora sigue queriendo mostrarse como una persona normal, que no es y se cuida poco.

Tiene la piel muy arrugada por el exceso de sol y tabaco como Carolina.

Hace poco se hizo unos retoques y está menos arrugada de cara.

https://www.elmundo.es/loc/casa-real/2017/10/10/59dcb11b468aeb64778b45ab.html
Presume de arrugas
El cambio físico de Estefanía de Mónaco
ROCÍO CAÑADA
  • 10 oct. 2017 15:55
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Estefanía de Mónaco, este lunes (izquierda) y en 2013. AFP / GTR
La princesa de Mónaco luce ahora un rostro algo desmejorado que poco tiene que con el de hace tan sólo cuatro años

Estefanía de Mónaco, pillada con su nuevo novio en la isla Mauricio

La princesa Estefanía de Mónaco acudió el pasado 4 de octubre a la inauguración de un monumento dedicado a su padre, el príncipe Rainiero III, en el Circo de Bucarest. Su padre fue el fundador de uno de los festivales de circo más grandes del mundo motivo por el que le han dedicado una obra, que ha costado cerca de 1,075.000 euros, y pretende representar el amor que tenía el príncipe por el circo.

La hija pequeña de la inolvidable Grace Kelly siempre ha estado considerada uno de los rostros más bellos de la realeza europea, un atractivo que heredó de su progenitora. Sin embargo, en el reciente evento que protagonizó en memoria de su difunto padre, la princesa presentó un rostro algo desmejorado que poco tiene que con el que lucía hace tan solo cuatro años.

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Estefanía, junto a sus hijas en el circo de Mónaco CORDON PRESS
Estefanía, de 52 años, tiene en sus dos hijas el claro ejemplo de que el atractivo se hereda. Incluso ya le están quitando el puesto de la it girl que fuera hace no mucho tiempo.

Pauline, fruto de su relación con Daniel Ducruet, es la segunda hija de la princesa y con tan solo 23 años se está convirtiendo en la nueva joya de la corona. Y aunque por el momento sea su prima Carlota la que acapara todas las miradas, ella ya empieza a reclamar su sitio. La hija pequeña de la princesa es Camille, y se está convirtiendo, a sus 19 años en una de las jóvenes más atractivas de la realeza europea. La joven es la viva imagen de su abuela y es calificada como "toda una grimaldi".

https://www.eluniverso.com/vida-estilo/2014/11/28/nota/4276771/vejez-prematura-estefania-monaco

La vejez prematura de Estefanía de Mónaco

La princesa Estefanía de Mónaco tiene a sus 49 años muchas arrugas en el rostro, según muestran las fotos que le tomaron esta semana durante su participación en una actividad en favor de la lucha contra el VIH/Sida, realizada en el pequeño estado europeo.

La hija menor del príncipe Rainiero y la actriz y aristócrata estadounidense Grace Kelly (ambos fallecidos) presenta arrugas marcadas en la frente, el entrecejo, en el contorno de los ojos, comisuras de los labios, mentón y mejillas. Su imagen ahora es sencilla y casi no usa maquillaje.

La princesa aparenta tener más edad que su hermano Alberto (56) y su hermana Carolina (57). Esta última, según el portal semana.es, ya habría pasado por las manos del cirujano plástico para disminuir las líneas de expresión del rostro, antes considerado uno de los más hermosos del mundo.

Estefanía fue llamada en su juventud la princesa rebelde, por manejar su vida de acuerdo a sus intereses y no a los de la Casa Grimaldi. Fue diseñadora de moda y modelo, sin embargo, en los últimos años ha tratado de mantenerse alejada de la vida pública y no ha mostrado interés en cuidar su belleza física.

La princesa es muy dada a los descansos en la playa donde toma largas horas el sol y de visitar zonas campestres.

Aunque gusta de la elegancia al vestir, especialmente en las galas del principado (como el Baile de la Rosa), prefiere usar a diario prendas cómodas y alejadas del glamur. Esto la diferencia de su hermana Carolina y de su cuñada Charlene Wittstock, quienes siempre están impecables y visten de diseñadores consagrados como Karl Lagerfeld.
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Mirad que trayectoria... con razón está tan aviejada... de esta mala vida que llevó, cosas que dicen aqui no las conocia. Menuda tipa que hacía todo lo que no debia, princesa Rockera Punky choni y salvaje al 100%, a su padre le llevó de disgusto en disgusto...

https://www.jetset.com.co/edicion-i...stefania-de-monaco-la-princesa-rebelde/124418

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Los 50 años de Estefanía de Mónaco, la princesa rebelde
REVISTA JET-SET
Después de vagar con maleantes, hacerse amante de los sirvientes de palacio y fugarse con un circo, la hija menor de Rainiero III y Grace de Mónaco dice no arrepentirse de su pasado.
“Las arrugas no me dan miedo si son el testimonio de una existencia que hemos amado”, dice su serenísima alteza, quien no oculta sus canas ni ha recurrido a las cirugías plásticas para mitigar el paso del tiempo.
Por: 27/2/2015 00:00:00
“¿Rebelde yo? Solo era una jovencita que pensaba en divertirme, como cualquiera otra de mi época”, ha dicho al recordar los locos años 80 en que las revistas ventilaban a diario sus pilatunas. En ese entonces, Estefanía de Mónaco rompió el molde de la princesa bien puesta y adoptó un look punk y andrógino, vestía jeans raídos, se teñía el pelo de tonos estridentes. Bailaba en las discotecas de París toda la noche, dormía de día y abominaba estudiar, por lo cual la echaron de todos los colegios de alcurnia de la capital francesa.

Así, la hija menor del príncipe Rainiero confirmaba las palabras de su madre, la famosa actriz Grace Kelly, quien la llamó “mi niña salvaje”. “He renunciado a castigarla. Podría batirla como a un gong y no la haría ceder”, confesaba la princesa acerca de este diablillo terco, que hacía muecas en el balcón del palacio desde donde su padre gobernaba el pequeño estado del Mediterráneo. “Que Estefanía no cambie jamás”, decía encantado Rainiero y quién sabe si no renegó una que otra vez de tal deseo.

El 13 de septiembre de 1982, a punto de llegar al castillo, Estefanía y su madre sufrieron un accidente de tráfico que le costó la vida a Grace, quien iba al volante. “De repente, comprendí que todo se puede detener de un momento a otro. Por eso hice todas esas cosas. Quería aprovechar la vida hasta el fondo, pero también encontrarme a mí misma, encontrar mi lugar”, reflexionó en 2011 en entrevista para Paris Match.

A contracorriente de las princesas de esa época, ella se lanzó como modelo, actriz, diseñadora de trajes de baño y mujer de negocios, algo nunca antes visto en la monarquía. Como estrella de rock, obtuvo un disco de platino por el sencillo Ouragan, que duró diez semanas en el top 50 de Francia.
No menos extravagantes eran sus aventuras románticas, que terminaron por convertirse en el sello de su rebeldía. Tras vivir la vida loca con actores como Paul Belmondo, Anthony Delon, Rob Lowe o Jean-Claude Van Damme, se apasionó por los empleados del palacio, en lo cual también fue revolucionaria.

Rainiero tronó de la furia cuando supo que era amante de Daniel Ducruet, el guardaespaldas que él mismo le escogió y quien abandonó a su novia embarazada por Estefanía. El escándalo fue mayor cuando se convirtió en la primera princesa de una dinastía reinante católica en tener hijos sin casarse, lo que obligó a Rainiero a consentir su matrimonio con Ducruet para que sus niños, Pauline y Louis, fueran incluidos en la línea de sucesión al trono. Cuando un paparazzi publicó las imágenes de él teniendo s*x* con otra mujer, el soberano obligó a Estefanía a divorciarse. Pero ello no apagó su fascinación por los escoltas y se hizo amante de Jean-Raymond Gottlieb, su jefe de seguridad, con quien tuvo a su tercera hija, Camille. En vista del escándalo, su padre la mandó a un refugio alpino, donde se enredó con el mesero Pierre Pirelli.

Ninguno de sus golpes fue tan espectacular como cuando se enamoró del director de circo suizo, Franco Knie, cuya esposa enloqueció al enterarse del romance. Al volante de un tráiler que bautizó como Palacio, ella se sumó a la caravana circense y duro un año recorriendo Europa con sus hijos.
Finalmente, la condesa de Polignac regresó al principado, pero siguió con los amores prohibidos: se lio con el mayordomo de su padre, Richard Lucas, casado, a quien siguió otro cirquero, Adans Lopez Peres, su segundo esposo. Tras divorciarse de él, se unió a una banda de delincuentes con los que se la veía por las calles, desaliñada y con una colilla de cigarrillo entre los labios.

De nuevo en Mónaco, se enamoró del jardinero del palacio, lo que puso iracunda a su hermana Carolina, quien no le habló por años por dejar por el suelo a los Grimaldi. Los flirteos con plebeyos no pararon ahí: un futbolista, un director de cine y otro mesero se contaron entre sus conquistas.
Hoy, según Paris Match, Estefanía se ha apaciguado y asegura no arrepentirse de sus andanzas. Lleva una vida solitaria en Fontbonne, la finca de la familia, donde cuida a Baby y Nepal, dos elefantes que salvó de la muerte. De allí solo la sacan los compromisos oficiales y su activismo contra el sida, momentos en los que sorprende cómo aparenta mucho más de los 50 años que cumplió el pasado 1 de febrero. “Las arrugas no me dan miedo si son el testimonio de una existencia que hemos amado”, anota al respecto aquella que nunca ha creído que llevar una diadema sobre las sienes justifica renunciar a sus deseos.
 
Última edición:
Así que no me extraña que Carolina estuviera horrorizada y avergonzada de lo que hacía su hermana.

Aunque ahora ya está reformada y se calmó gracias a sus hijos. Fue la antiprincesa, choni y tatuada. Rodeada de chusma y de gente que se aprovechaba de su posición.

Muy cortita de mente y ligera de cascos...
 
Así que no me extraña que Carolina estuviera horrorizada y avergonzada de lo que hacía su hermana.

Aunque ahora ya está reformada y se calmó gracias a sus hijos. Fue la antiprincesa, choni y tatuada. Rodeada de chusma y de gente que se aprovechaba de su posición.

Muy cortita de mente y ligera de cascos...
Carolina también era ligera de cascos, la diferencia es que tenía "novios" con mejor nivel socioeconómico, pero tampoco era una santa.
 
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