Cumpleaños 46 de la Reina Letizia. Septiembre 15, 2018

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¿Les tendrá prohibido a las niñas que la feliciten?
¿Si le traen una tarta hará lo mismo que con los ramos de flores?
Felipe, sabiendo que odia las felcitaciones cumpleañeras y las demás manifestaciones correspondientes, ¿habrá contratado a un grupo para que la persigan por Zarzuelilla con globos, confeti y cantando "Feliz, feliz en tu día"?

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¿Les tendrá prohibido a las niñas que la feliciten?
¿Si le traen una tarta hará lo mismo que con los ramos de flores?
Felipe, sabiendo que odia las felcitaciones cumpleañeras y las demás manifestaciones correspondientes, ¿habrá contratado a un grupo para que la persigan por Zarzuelilla con globos, confeti y cantando "Feliz, feliz en tu día"?

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Yo creo q este año Felipe se habrá decantado por un grupo de Mariachis para que le den la turra con el Cumpleaños Feliz, nada de bolsos de Loewe, CH, joyas, ni baratijas de esas.....como Felipe es conocedor de lo q le va a gustar a su doña los Mariachis y q posiblemente les tire desde la ventana toda clase de objetos con los q se vaya tropezando, les ha contratado para q vayan después a Zarzuela I a cantar al emérito para animarle el día, y así aprovechar el gasto, el emérito, por su puesto, les pedirá a los Mariachis que le canten “Pero sigo siendo el Rey.....” (todo presuntamente)
 
REINA LETIZIA

15/09/2018

A SUS 46 AÑOS, MÁS CALMADA Y MENOS MAQUILLADA

CARA LAVADA
Este martes, Doña Letizia acompañó a sus hijas al colegio en el primer día del curso. La mayor sorpresa fue su cara lavada, aunque en su rostro no faltaba en realidad algo de rímel y brillo de labios.

La Reina cumple hoy 46 años y su cambio de edad coincide con otros dos en su vida personal: está menos distante y esquiva y ha aparecido casi sin maquillaje, algo alabado por prensa y por los ciudadanos.
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ESTE SÁBADO, 15 DE SEPTIEMBRE, la Reina cumple 46 años, un aniversario que será recordado por su sorprendente cambio de actitud. La Letizia envarada y distante, esquiva ante la prensa fuera de los actos oficiales, ha dado paso este verano a una Letizia más natural y cercana, que no tiene reparo en posar ante los medios fuera del ámbito institucional. Como demostró en Mallorca, pues a diferencia de años anteriores que se enclaustraba en Marivent, se ha prodigado como nunca junto a Don Felipe y sus hijas, además de posar con Doña Sofía y la Infanta Elena. El guión requería dar imagen de familia unida, tras la inesperada ausencia de Don Juan Carlos, el ingreso en prisión de Urdangarin y la onda expansiva del rifirrafe entre Reinas de Semana Santa.

Pero tras el acto de Covadonga del sábado pasado, en el que cedió gustosa el protagonismo a Leonor en su espaldarazo como Heredera, Letizia volvió a sorprender. Fue el martes 11 cuando, junto a Don Felipe, acompañó a sus hijas a su primer día de colegio en Santa María de los Rosales, donde Leonor (12) ha comenzado segundo de ESO y Sofía (11), sexto de Primaria. Ataviada con pantalón blanco, deportivas y sahariana caqui, el golpe de efecto de la Reina fue presentarse prácticamente con la cara lavada, salvo un toque de rímel y brillo en los labios. Algo insólito en una mujer que cuida su imagen casi obsesivamente y que ha sido muy criticada por numerosos retoques estéticos. Curiosamente, los comentarios en las redes fueron bastante favorables hacia su look, sobre todo por su impecable cutis.

Naturalidad que Letizia exhibió también en su actitud. No hubo posado, pero tras dejar a sus hijas, la Reina salió del centro caminando con Don Felipe, en lugar de abandonar el lugar en coche, como otras veces, para facilitar que los fotógrafos captaran instantáneas; incluso bajó la ventanilla para saludar sonriente a los informadores.

Un cambio influido, según su entorno, por el desafortunado episodio con Doña Sofía a las puertas de la catedral de Palma en Semana Santa, cuando impidió a sus hijas fotografiarse con su abuela, provocando un ademán brusco en Leonor. Algo de lo que se arrepintió, sobre todo por las críticas hacia su hija. “Lo último que quiere es hacer daño a las niñas, a las que adora. Quería evitar que un fotógrafo de agencia hiciese fotos dentro de la iglesia, fuera del posado oficial, y las comercializara. Pero se malinterpretó, originándose un escándalo que seguramente la llevó a reflexionar, sobre todo ahora que Leonor va a tener un creciente papel institucional”.

Quién sabe si sus 46 años serán el punto de partida de una Letizia más cercana y menos obsesiva con su privacidad y la de Leonor y Sofía. De momento, este cumpleaños, salvo sorpresas, lo celebrará en la intimidad con Don Felipe y sus hijas, pues cae en sábado y la pareja no tiene actos oficiales. Algo casi excepcional desde que Don Felipe fue proclamado Rey, pues el año pasado, viernes, el Monarca tenía un acto en la base militar de Rota, aunque regresó por la noche para la celebración. En 2016 la pareja acudió al Teatro Real a una representación del Otelo de Verdi interpretando la orquesta el Cumpleaños feliz. Y en 2015, Letizia pasó su 43 aniversario en la Casa Blanca, donde los Reyes fueron recibidos por el matrimonio Obama, y Michele le enseñó su huerto ecológico, invitándola a tomar el té.
Que sí, Consuelo, revísate las "fontes" de tu información, porque creo que te han vendido gato por liebre. ¿Ya sabes la hora a la que te invitan al té en Zarzuelandia? Mi indignación no va contra la retratada en el artículo, sino contra la articulista, plumilla, lameculos, juntaletras, que ha abortado semejante engendro. Que no estamos en el siglo VI, ni siquiera en el Siglo de Oro, donde los grandes Góngora y Quevedo hacían sátiras de los gueyes de turno, y el populacho podía creer o no. Estamos en pleno siglo XXI, todo el mundo tiene móvil con cámara, existe Internet, ya no se puede esconder la mierda debajo de la alfombra (que le pregunten al Demérito). Se llama Era de la Información y la Comunicación. Si hay algo que me repatea, Consuelo, es que tomes por tonto al español de a pie, porque no lo es.
 
Última edición:
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Letizia y su 'annus casi horribilis'

CARLOS García-Calvo.



Letizia Ortiz Rocasolano de Borbón y Grecia, reina consorte de España, cumple 46 años hoy. Lejos quedan sus días de atractiva periodista televisiva de nariz y mentón afilado que enamoró a un príncipe heredero y que la prensa cortesana -no solo local- aseguraba que sería no solo la salvadora de la monarquía española, sino también de España.





Nunca he comprendido en qué se basaban estos augurios absurdos, ya que el trono de los Borbones y el reino gozaban de una excelente salud en ese momento. Ya no.

Han pasado más de 14 años y Letizia, al igual que el país, tampoco es la misma. Su cara se ha ido transformando gradualmente, empezando por la famosa rinoplastia que tanto dio que hablar en su momento, hasta llegar a ser lo que es hoy, una que poco tiene que ver con el original.

Lejos han quedado también, por lo menos frente al público, sus cenas e idas a conciertos con sus fieles 'mochileras', el comer pipas en la calle con sus escoltas o esas vestimentas poco apropiadas para la mujer de un jefe de Estado, véanse los celebres vaqueros desgarrados y las camisetas de mercadillo. Es como si por fin se hubiese dado cuenta de lo que es ser reina, aunque de vez en cuando hay momentos en que desee epatar a los burgueses enfundándose minifaldas o abusando del maquillaje y de la peluquería experimental.

Pero 2018 no ha sido un año favorable para la nueva Letizia, más bien ha sido un 'annus casi horribilis'. El muy difundido vídeo en el que se enfrentaba a su suegra en la catedral de Palma de Mallorca, que ha pasado a la leyenda urbana como "el rifirrafe", hizo que perdiese la frágil popularidad que le quedaba, aunque no pareció importarle mucho. Y lo peor, salpicó a la Princesa de Asturias y desencadenó la ira de los primos reales de Europa, hartos de que 'los Spain' no vayan a sus celebraciones o hagan 'bande à part' si van, que se mostraron muy críticos al respecto, con la princesa Marie-Chantal de Grecia como portavoz.

Para colmo los esfuerzos de un algo necio 'spin doctor' de Zarzuela para que los Borbones pareciesen una familia unida y que 'aquí no ha pasado nada', además de cursis, produjeron una fuerte hilaridad entre el pueblo incrédulo que observaba las idas y venidas por Mallorca.

Ahora, a la vuelta de un verano en paradero que dejó de ser desconocido en esta ocasión, doña Letizia parece más relajada e incluso simpática, sonriendo continuamente. Y más amable con la prensa, ya que no intentó ocultar a sus hijas de los fotógrafos cuando las llevó al colegio como hizo el curso pasado.

http://www.elmundo.es/yodona/lifestyle/reina-letizia/2018/09/15/5b9ca9bdca47415c2e8b4636.html
 
Por si nos lee :cool: o alguien de su entorno o Casa Real.
Felicidades..:)
En honor a su Alteza..:whistle:.Dese un homenaje de vez en cuando..:D
Va por usted..:smug:
giphy.gif

Sin olvidarnos del pastel.:woot: de acelgas...que se le tiene cariño.:joyful:
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No es cuestión de su edad su reciente "madurez" y "naturalidad" mas bien que quedó demostrada su verdadera personalidad y ridiculez y esto es lo único que le quedaba para taparse. Obligadita pone buena carita, para conservar la galletita y sus "privilegios" pagados por otros.

Teatro ....
Lo suyo es puro teatro.
Falsedad bien ensayada.
Estudiado simulacro....
 
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Letizia y su 'annus casi horribilis'

CARLOS García-Calvo.



Letizia Ortiz Rocasolano de Borbón y Grecia, reina consorte de España, cumple 46 años hoy. Lejos quedan sus días de atractiva periodista televisiva de nariz y mentón afilado que enamoró a un príncipe heredero y que la prensa cortesana -no solo local- aseguraba que sería no solo la salvadora de la monarquía española, sino también de España.





Nunca he comprendido en qué se basaban estos augurios absurdos, ya que el trono de los Borbones y el reino gozaban de una excelente salud en ese momento. Ya no.

Han pasado más de 14 años y Letizia, al igual que el país, tampoco es la misma. Su cara se ha ido transformando gradualmente, empezando por la famosa rinoplastia que tanto dio que hablar en su momento, hasta llegar a ser lo que es hoy, una que poco tiene que ver con el original.

Lejos han quedado también, por lo menos frente al público, sus cenas e idas a conciertos con sus fieles 'mochileras', el comer pipas en la calle con sus escoltas o esas vestimentas poco apropiadas para la mujer de un jefe de Estado, véanse los celebres vaqueros desgarrados y las camisetas de mercadillo. Es como si por fin se hubiese dado cuenta de lo que es ser reina, aunque de vez en cuando hay momentos en que desee epatar a los burgueses enfundándose minifaldas o abusando del maquillaje y de la peluquería experimental.

Pero 2018 no ha sido un año favorable para la nueva Letizia, más bien ha sido un 'annus casi horribilis'. El muy difundido vídeo en el que se enfrentaba a su suegra en la catedral de Palma de Mallorca, que ha pasado a la leyenda urbana como "el rifirrafe", hizo que perdiese la frágil popularidad que le quedaba, aunque no pareció importarle mucho. Y lo peor, salpicó a la Princesa de Asturias y desencadenó la ira de los primos reales de Europa, hartos de que 'los Spain' no vayan a sus celebraciones o hagan 'bande à part' si van, que se mostraron muy críticos al respecto, con la princesa Marie-Chantal de Grecia como portavoz.

Para colmo los esfuerzos de un algo necio 'spin doctor' de Zarzuela para que los Borbones pareciesen una familia unida y que 'aquí no ha pasado nada', además de cursis, produjeron una fuerte hilaridad entre el pueblo incrédulo que observaba las idas y venidas por Mallorca.

Ahora, a la vuelta de un verano en paradero que dejó de ser desconocido en esta ocasión, doña Letizia parece más relajada e incluso simpática, sonriendo continuamente. Y más amable con la prensa, ya que no intentó ocultar a sus hijas de los fotógrafos cuando las llevó al colegio como hizo el curso pasado.

http://www.elmundo.es/yodona/lifestyle/reina-letizia/2018/09/15/5b9ca9bdca47415c2e8b4636.html
El Calvo le da, pero al final, como todos, se baja los pantalones cuando dice que enseñó a las niñas el primer día de colegio (que se gradúe la vista, por favor), y que está relajada y simpática.
 
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