Teórico a la primera. Práctico a la segunda. Lo gracioso es que el primer exámen práctico lo hice perfecto hasta el último momento (literalmente a 10 metros del parking donde debía volver para cambiar de alumno) que cometí una infracción y me suspendió. El segundo lo hice BASTANTE peor y me aprobaron. A día de hoy lo sigo sin entender.