Cuando peco y cuando me equivoco JAIME PEÑAFIEL

Registrado
23 Nov 2013
Mensajes
10.765
Calificaciones
75.951
Cuando peco y cuando me equivoco
JAIME PEÑAFIEL 08/01/2018


Los lectores de esta columna saben que soy un periodista de tan larga trayectoria que, como diría un clásico, “cincuenta años profesionales me contemplan”.

Durante todo este tiempo “a palacios subí y a cabañas (léase minas) bajé y, en todas partes, grato recuerdo dejé”. Porque, como buen periodista que soy (con perdón), he sabido rectificar cuando me he equivocado (las menos) al igual que cuando peco (las más) me arrepiento.

Pero como escribo, no para mí, sino para los lectores de REPUBLICA.COM, tengo la obligación de explicar el contenido de mi anterior artículo que, por diversos motivos y contenido, no ha gustado. También mal interpretado por algunos de mis lectores.

Se trataba de la continuación del anterior, a propósito del 50 cumpleaños de don Felipe y las circunstancias que rodearon el embarazo de su madre. El golpe de los coroneles, la caída de la Monarquía griega y la proclamación de la República.

Me pareció obligado recordar todo esto, para entender la actitud de la reina al encontrarse, años después, con el Presidente Karamanlis que tanto tuvo que ver en el derrocamiento del rey Constantino. A mi juicio y esto no me lo podrá discutir nadie, no fue el que se esperaba de la profesionalidad de Doña Sofía. Se lo reconoce la lectora “Mariangeles” al lector “Chimo”, tan critico él con este columnista. “El trato a un jefe de Estado no fue correcto por muy mal que le cayera el señor Karamanlis”.

El lector “Carlos Pérez” me acusa de resentimiento cuando escribo sobre la Reina Emérita. “¿Nunca va a ser capaz de perdonar y olvidar que los Reyes no fueran, en persona a salvar a su hija?, ¿es que, acaso, es usted diferente y tiene más derechos que los demás? ¿Pensaba que por ser usted se lo iban a resolver todo?…

También “Camelia” cuando escribe “se la tiene guardada a la Reina Emérita desde que le fue a pedir ayuda para su hija. Pretendía tratamiento y ayuda Vip”…

Me parece mezquino y cruel por parte de los dos lectores de esta columna, poner el dedo en la herida que, tan fácilmente, se abre. Porque de la muerte de una hija nunca, jamás, un padre se recupera. Soy un ser humano, un padre que ha tenido la desgracia de sobrevivir a su única hija. Lo normal es que Isabel me hubiera enterrado y no hacerlo yo a ella. Esto me ha marcado para siempre.

Reconozco con Carlos que, en aquellos trágicos momentos, pude parecer injusto con doña Sofía. Pero vivía una situación límite buscando, no un tratamiento Vip para salvar a mi hija, que nadie podía, sino gritar mi dolor con alguien que, por presidir una fundación contra la droga, estaba en condiciones de escucharme y entenderme. Como una terapia a la situación que vivía. Sólo eso.

Por ello me parece gratuito el comentario de “Antonio Diego” al considerar mi artículo como una venganza. ¿Venganza de que, querido?

Sólo queda, estimados lectores, que lamentar, no la historia de la Reina y el Presidente griego, sino la desafortunada frase final, que no es mía, por cierto, “bastante grosera”, como me recuerda “Chimo” y un poco “machista”, a juicio de “Tony Teacher”.

Agradezco a “Rosa del Cairo” sus elogios y procuraré no parecerme “a nuestro rebaño político”. Tampoco tiene razón “Amboage”, cuando comenta que “la Casa Real sea mi única obsesión”. Simplemente es un tema en el que me he especializado. Así de sencillo. Nada que ver con pretendidas “venganzas”, “rencores”, etc. etc. Como otros periodistas lo hacen de la política, el deporte, los toros, el PSOE o Ciudadanos.

Y “Chimo” se equivoca conmigo, una vez más, al escribir que yo no perdono a la Casa Real que “no me dejaran ser cortesano”. ¡Pero hombre! soy de los pocos periodistas que presume no sólo de no serlo sino que critica a los que, en el besamanos real, reverencian a Felipe y hasta a Letizia, inclinando la cabeza ellos o haciendo ridículos plongeon, ellas. Sobre todo las del PP.

No olviden los lectores de REPÚBLICA.COM que soy un periodista que ¡¡¡nunca!!! miente aunque alguna vez me equivoque y meta la pata, como en esta ocasión. Pero presumo de valer más por lo que silencio que por lo que cuento. Ellos lo saben
 
Ufff Peña ha pasado de periodista a convertirse en protagonista. Don Peña baje usted que con la edad se le está subiendo a la cabeza... y cuente de una buena vez todo eso que calla o calle de verdad.
 
Ufff Peña ha pasado de periodista a convertirse en protagonista. Don Peña baje usted que con la edad se le está subiendo a la cabeza... y cuente de una buena vez todo eso que calla o calle de verdad.


Que canteee! Que canteee! ( o que de el titulo del libro en el cual contara lo que esta callando y que no se leera
sino hasta que el de el permiso) Pero que lo cuente !
 
En tiempos de Franco, este señor era el cronista oficial de "la corte de los milagros"....y doblaba el espinazo.... y hasta la chepa... delante de Doña Carmen, la hija, y la nieta.
A las hemerotecas me remito.
 
Última edición:
Por Dios no calle usted mas,hable buen hombre hable,y cuente algo diferente a lo que ha contado estos últimos años,que por cierto siempre es lo mismo,y asi no sera " cortesano " de esos que tanto repelus le da,hable ahora o calle para siempre.
Y por cierto usted quería que DªSofia le escuchase por que presidia una fundación con el problema de su hija,eso es como uno cuando es medico y la gente piensa que en la cola del supermercado le tienes que hacer un diagnostico clínico y sino que te has creído,es lo mismo.
 
Si queria enterarse de algo tenia de doblar el lomo sino no hubiera podia enterarse "de todo lo que supuestamente sabe".
Como aquello de ser doble espia, pues igual.
O doblas la rodilla ante dictadores, politicos o reyes o no te enteras de nada.
..
¿pero para que le ha servido a Peñafiel doblarse tanto si todo lo guarda bajo 7 llaves?
...
!cante o calle para siempre!
El pueblo lo sabe pero necesita una autoridad que lo corrrabore.
 
Lo de que "valgo más por lo que callo que por lo que cuento" que suelta en en dos de cada tres artículos que escribe es una pamplina. Lo que sabe ya lo ha contado una y mil veces. Habría cosas que en su momento (durante el franquismo y al principio de la democracia) no contaría por la cuenta que le traía. Pero desde entonces ha tenido tiempo y oportunidad de contar lo que le ha dado la gana.

Lo que sabe y no ha contado serán bobadas sin sustancia. Del tipo: al Generalísimo le gustaba más el zumo de melocotón que el de naranja. La Generalísima hacía punto de cruz. La Hijísima comía lentejas los jueves. A Campechano una vez se le escapó un pedo. (Que conste que esto son cosas que me acabo de inventar a modo de ejemplo. No vaya nadie a abrir un hilo ahora a cuenta del zumo que le gustaba a Franco, que yo qué sé si le gustaba el zumo).

Pero claro, queda mejor hacerse el interesante. Pues no Peñazo. La gente que de verdad vale más por lo que calla ni siquiera admite eso.
 
Que canteee! Que canteee! ( o que de el titulo del libro en el cual contara lo que esta callando y que no se leera
sino hasta que el de el permiso) Pero que lo cuente !
No cantará ni loco. Solo quiere protagonismo. Ya tiene edad de jubilarse el hombre.
 

Temas Similares

Respuestas
7
Visitas
388
Back