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Ay, yo he dejado de ver al madero, ka pasaooooo
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Ay, yo he dejado de ver al madero, ka pasaooooo
Ahora lo vuelvo a ver, mí no entenderrrr.Mi madero aparece y desaparece, es como el Guadiana, me estoy poniendo nerviosa.
Ahora lo vuelvo a ver, mí no entenderrrr.
Siguiendo con el tema de gilipollas, tengo una compañera de trabajo un poco sucnor. Ella es extranjera, casada con un español, y le encanta criticar constantemente nuestras costumbres "barbáricas".
Nuestra empresa ya ha comenzado a vender nuestro número de lotería de Navidad y ha venido la secretaria a encargar los décimos de quienes quisiéramos un número. Cuando le ha preguntado a la sucnor, esta ha sido su respuesta.
-No, gracias, yo no creo en los juegos de azar.
Hasta ahí todo bien, es una opinión respetable. El problema ha venido cuando no se ha contentado con esa respuesta y mientras los demás íbamos encargando y pagando nuestros décimos, ella ha comenzado a despotricar sobre lo ridículo que era ver a la gente gastar dinero y perder la cabeza todos los años en algo que no toca, que había que ser inocente o tonto para pensar que nos iba a tocar, bla bla. Entonces tuve que contestar:
-Chica, si todo el mundo pensara como tú, no le tocaría a absolutamente nadie, pero ya te idgo yo que tocar, toca.
Y ella erre que erre, con que esos veinte euros los invertíamos mejor comprando comida, bla bla bla. Yo ya empecé a ignorarla, pero un compañero que ya le tenía ganas tuvo que explotar:
-Mira, si tú no quieres jugar es asunto suyo, pero empieza por respetar a los que sí, esta es una tradición española de toda la vida y si no te gusta porque en tu cultura no tenéis de eso nadie te obliga a seguirla, pero deja que los demás hagan lo que les salga de las narices sin faltarnos al respeto o llamarnos idiotas a la cara. O me vas a decir que en tu país no hay casinos ni juegos de apuestas, ¿eh? Pues esto es poco más de lo mismo. A ver si aprendes a respetar y a ser un poco más tolerante, que ya estamos cansados de oírte hablar mal de los españoles todo el rato, chica, ni que te obligáramos a estar aquí, j*der.
Ya no dijo ni mu la otra y se dedicó a su trabajo, pero lleva toda la mañana con una cara de dolida y ofendida...Esta misma noche le intenta convencer a su marido de que se muden a su país, jajajajaja.
Al cabo de un minuto le abrí el chat a este compañero y le mandé un gif de alguien aplaudiendo y otro de alguien haciéndole reverencias.
Mira, mi compañera no es alemana, pero sí vecina, del país que Hitler invadió y casi mató de hambre, y aun y todo tiene una admiración enfermiza por los alemanes.Cabra, me lees la mente, he abierto un hilo de loterías. (¿sabes el número que saldrá en el gordo por casualidad?, tía me dejas helada).
Mira, yo no compro lotería de Navidad, me parece una tontería gastarme 20 pavos en un premio que no da tanto a lo que vale, pero es una de las tradiciones españolas más arraigadas, y lo que haga la gente se respeta, por favor, qué panda de amargados. Y que esos amargados vengan de fuera a decirnos lo que tenemos que hacer. Veo normal que uno compre en su trabajo, menuda putada si no te toca y a los demás sí, veo normal que compres por tradición y veo normal que compres lotería simplemente porque te da la real gana, estaría bueno. Llevaba sin comprarlo años y aun así he visto el sorteo, me gusta, me parece una bonita tradición española.
Trabajo en un ambiente bastante internacional, tengo a tres alemanes (dos mujeres y un hombre), dos ingleses, dos chinas, una portuguesa, dos francesas. No es por nada, pero una de las alemanas, aunque es adorable, tiene la manía de soltar muchas pullas sobre España y no deja de compararla con Alemania, cuando en mi opinión no se pueden comparar porque son sociedades completamente diferentes. Siempre soltando alguna, puede resultar pedante, cuando no es por algo cultural es por política, y cómo se le llena la boca al comentar cosas culturales de Alemania; jamía, no me hables de Franco que a Hitler le votaron los propios alemanes, no me hables de atrasos y dictaduras que el muro de Berlín lo tiraron antes de ayer y todavía me acuerdo de ese momento histórico. Puede ser pedantísima y creerse algo superior, pero conste, que me cae bien excepto por esos comentarios que hace.
La gracia que me hace: que se vino a España por gusto, así que no sé qué habla, si decidió aprender nuestro idioma y llevar aquí la friolera de unos 15 años, es que le gusta este país. Fin.
Mira, mi compañera no es alemana, pero sí vecina, del país que Hitler invadió y casi mató de hambre, y aun y todo tiene una admiración enfermiza por los alemanes.
No es ningún incidente concreto, pero tanto el Malo como yo estamos llegando a la progresiva conclusión de que la mayoría de la humanidad tiene un retraso mental solo comparable con su mezquindad. Creo que vamos a acabar viviendo en nuestra micro-comuna/secta en un cuchitril alejado del mundo hasta que la Guardia Civil se lleve a nuestros nueve hijos andrajosos por no tenerlos escolarizados.
Por desgracia eso abunda. Conozco más de un caso y de dos de extranjeros que viven aquí, voluntariamente por supuesto, y en vez de estar mínimamente agradecidos, se dedican a faltar el respeto a todo lo que son costumbres españolas. En fin..Ahora lo vuelvo a ver, mí no entenderrrr.
Siguiendo con el tema de gilipollas, tengo una compañera de trabajo un poco sucnor. Ella es extranjera, casada con un español, y le encanta criticar constantemente nuestras costumbres "barbáricas".
Nuestra empresa ya ha comenzado a vender nuestro número de lotería de Navidad y ha venido la secretaria a encargar los décimos de quienes quisiéramos un número. Cuando le ha preguntado a la sucnor, esta ha sido su respuesta.
-No, gracias, yo no creo en los juegos de azar.
Hasta ahí todo bien, es una opinión respetable. El problema ha venido cuando no se ha contentado con esa respuesta y mientras los demás íbamos encargando y pagando nuestros décimos, ella ha comenzado a despotricar sobre lo ridículo que era ver a la gente gastar dinero y perder la cabeza todos los años en algo que no toca, que había que ser inocente o tonto para pensar que nos iba a tocar, bla bla. Entonces tuve que contestar:
-Chica, si todo el mundo pensara como tú, no le tocaría a absolutamente nadie, pero ya te digo yo que tocar, toca.
Y ella erre que erre, con que esos veinte euros los invertíamos mejor comprando comida, bla bla bla. Yo ya empecé a ignorarla, pero un compañero que ya le tenía ganas tuvo que explotar:
-Mira, si tú no quieres jugar es asunto suyo, pero empieza por respetar a los que sí, esta es una tradición española de toda la vida y si no te gusta porque en tu cultura no tenéis de eso nadie te obliga a seguirla, pero deja que los demás hagan lo que les salga de las narices sin faltarnos al respeto o llamarnos idiotas a la cara. O me vas a decir que en tu país no hay casinos ni juegos de apuestas, ¿eh? Pues esto es poco más de lo mismo. A ver si aprendes a respetar y a ser un poco más tolerante, que ya estamos cansados de oírte hablar mal de los españoles todo el rato, chica, ni que te obligáramos a estar aquí, j*der.
Ya no dijo ni mu la otra y se dedicó a su trabajo, pero lleva toda la mañana con una cara de dolida y ofendida...Esta misma noche le intenta convencer a su marido de que se muden a su país, jajajajaja.
Al cabo de un minuto le abrí el chat a este compañero y le mandé un gif de alguien aplaudiendo y otro de alguien haciéndole reverencias.