Cuadernos de Psicología.

Personas que hablan mucho
Comunicación



Al inicio nos parecen simpáticas y extrovertidas. Son personas sociables y buenos conversadores. Sin embargo, con el paso del tiempo su conversación llega a ser agotadora. Cada encuentro te deja sin energía. El problema es que se trata de una persona que habla mucho y no escucha, casi siempre de sí misma. Cuando os despedís, sientes que no ha habido conversación, que has sido un oyente de un monólogo infinito. ¿Qué les sucede a las personas que hablan mucho? ¿Por qué se comportan así?
Verborrea: El síntoma de un trastorno psicológico
En el ámbito de la Psicología existe una palabra para calificar la tendencia a hablar mucho: verborrea. De hecho, se trata de un síntoma de algún problema psicológico de base, generalmente de estados maníacos, cuadros de agitación y estados ansiosos.
La verborrea es la alteración cuantitativa del flujo del lenguaje, se caracteriza por la aceleración y prolijidad del discurso y la dificultad para ser interrumpido. Es decir, las personas hablan mucho y rápido, a un ritmo inusual inusual que resulta muy difícil de interrumpir.
En muchos casos la verborrea está causada por una aceleración del pensamiento. En práctica, el curso de su pensamiento va muy rápido, por lo que su discurso es una expresión de esa velocidad. Sin embargo, a diferencia de las personas que hablan mucho de sí mismas o de sus problemas, en este caso existe un trastorno psicológico.
De hecho, a veces su discurso puede llegar a ser incongruente o nos cuesta seguir el hilo de su lógica, lo cual se debe a que su pensamiento va tan rápido que puede llegar a experimentar “fuga de ideas”. Al faltar ideas centrales en su discurso, este puede volverse inconexo.

En estos casos, es necesario que la persona busque ayuda psicológica especializada para tratar el trastorno que existe en la base.
Egocentrismo en estado puro
Las personas que hablan mucho no siempre sufren un trastorno, a veces se trata de simple egocentrismo. Cuando no existe un discurso acelerado pero aún así, esa persona habla mucho de sí misma, es probable que tenga una personalidad con rasgos narcisistas que la lleva a pensar que es el centro del universo y que solo sus problemas son importantes. Para estas personas, es normal que la conversación, o más bien el monólogo, gire a su alrededor.
En realidad, ni siquiera les pasa por la cabeza que su monólogo pueda aburrir a los demás. Están tan ensimismadas en sí mismas que asumen que todo lo que les sucede, es de interés general. Se trata de gente que habla mucho y no escucha, gente para la cual los problemas ajenos no son dignos de ser tenidos en consideración.
Detrás de esos intentos por acaparar la conversación suele esconderse una gran inseguridad. Las personas que hablan mucho de sí mismas se sienten bien cuando acaparan la atención y los demás las escuchan ya que lo interpreta como una muestra de su valor.
El tema de conversación preferido de estas personas suelen ser sus logros, éxitos e historias de vida, todo aquello que las pueda hacer quedar bien ante los ojos de los demás. Por eso, en el fondo, ese monólogo no es más que una necesidad de autoafirmación constante. De hecho, a menudo ese monólogo es una manera para esconder su diálogo interior. La persona no quiere escucharse sino que desea que la escuchen. Se mira a sí mismo a través de los demás. Nietzche lo resumió a la perfección: "Hablar mucho de sí mismo es también una manera de ocultarse".
El rosario de quejas
El contenido del monólogo de las personas que hablan mucho también es importante para comprender qué les ocurre. Mientras que la persona con rasgos narcisistas y egocéntricos suele basar su discurso en sus éxitos, hay otras personas que solo hablan de sus problemas.
En estos casos nuestros problemas no pasan a un segundo plano sino que son borrados, literalmente, de la conversación. Se trata de personas que interrumpen cuando hablas pues tus dificultades, conflictos y problemas no son tan grandes e importantes como los suyos, por lo que se creen con el derecho de acaparar la conversación.
A la larga, diez minutos a su lado termina robándonos la energía ya que su conversación se reduce a un rosario de quejas. Las personas que solo hablan de sus problemas siempre encuentran un motivo para lamentarse, son incapaces de ver el lado positivo de la vida.
En el fondo, estas personas, al igual que los narcisistas, están profundamente ensimismadas en su ego y tienen una profunda falta de empatía, lo cual les impide comprender que los demás también tienen problemas y necesitan apoyo o al menos merecen ser escuchados.
No obstante, a diferencia de los narcisistas, estas personas deciden convertirse en el centro de atención asumiendo el papel de víctimas. De cierta forma, ese dar pena se convierte en una estrategia de manipulación hacia los demás. Es un mecanismo de manipulación a través de la palabra bastante perverso ya que mientras con el narcisista no solemos tener problemas para cortar por lo sano ese monólogo de logros, con las personas que solo hablan de sus problemas entramos en un juego extraño, nos sentimos comprometidos a escucharle. De cierta forma, sus problemas nos atrapan, de manera que nos sentimos obligados a escucharlos y compadecerlos.
¿Cómo ponerle coto a las personas que hablan mucho?
Toda conversación, para que sea gratificante y enriquecedora, debe ser bidireccional. No obstante, es fundamental diferenciar a las personas que hablan mucho debido a un trastorno psicológico o neurológico de quienes monopolizan el discurso por un exceso de ego. Las personas que sufren verborrea no pueden contener su discurso, por mucho que se esfuercen. Por eso, necesitan ayuda psicológica. En los otros casos, si la persona se esfuerza, puede llegar a desarrollar una actitud más empática y darle espacio en la conversación a los demás.
Cuando te encuentres con gente que habla mucho y no escucha, es conveniente que en algún momento les digas directamente, siempre de manera amable e intentando ser positivo, que en una conversación es tan importante hablar como escuchar. Si es necesario pues sientes que esa relación te está afectando, drenando tu energía emocional, tendrás que poner límites y alejarte.
https://www.rinconpsicologia.com/2018/01/personas-que-hablan-mucho.html
 
10 frases para alejar a la gente toxica de tu vida
Frases motivadoras



Todos podemos llegar a ser tóxicos en algún momento o en ciertas interacciones. De hecho, más que hacer referencia a personas tóxicas, sería más adecuado referirnos a relaciones tóxicas en las que prima el malestar emocional debido a las actitudes que se asumen.
Sin embargo, no es menos cierto que hay personas que suelen manifestar comportamientos tóxicos con más frecuencia pues han adquirido hábitos relacionales que suelen ser dañinos para los demás. Puede tratarse de personas autoritarias que no reconocen más verdad que la suya, personas envidiosas a quienes les molestan los éxitos ajenos, personas controladoras que pretenden que dependamos emocionalmente de ellas y personas que se dedican a criticar y husmear en los asuntos de los demás o personas conflictivas que siempre encuentran motivos para discutir.
En esos casos, tienes todo el derecho a decir “no quiero gente tóxica en mi vida”, sobre todo si esas personas terminan dañando tu autoestima, te hacen sentir inferior o provocan una tensión tal que el ambiente se enrarece y termina siendo poco saludable.
Frases célebres sobre personas tóxicas
No siempre puedes sacar a la gente tóxica fuera de tu vida, al menos en el sentido más literal, pero puedes crear una coraza emocional que les impida hacerte daño. Se trata de asumir la actitud correcta para impedir que esos dardos envenenados te afecten. Estas frases cortas para personas tóxicas te permitirán cambiar la perspectiva y lidiar mejor con este tipo de relaciones o incluso cortar por lo sano sin sentirte culpable.
1. "Las personas tóxicas se adhieren como bloques de cemento atados a los tobillos, y luego te invitan a nadar en sus aguas envenenadas" - John Mark Green

Muchas de las personas tóxicas suelen ser bastante hábiles en las relaciones interpersonales, generalmente se muestran encantadoras al inicio o logran que sintamos pena por ellas. Una vez que caemos en sus redes, muestran su lado oculto. De hecho, en muchos casos su gran poder sobre nosotros radica en la relación afectiva que hemos establecido, la cual nos impide ver con claridad lo que está ocurriendo.
2. “No permitiré que nadie camine por mi mente con los pies sucios” – Mahatma Gandhi
En el hinduismo se le brinda una enorme importancia al estado mental, a los pensamientos y emociones que cultivamos. Por eso, Gandhi apuntaba que no podemos dejar que otras personas planten las semillas de la desvalorización, el malestar, el odio o la desesperanza en nuestro interior. No podemos controlar el comportamiento de los demás, pero podemos controlar cómo este impactará en nosotros.
3. “No permitas que las personas tóxicas alquilen un espacio en tu mente. Sube el precio de la renta y expúlsalas” - Robert Tew
Esta frase para alejar a la gente tóxica está en sintonía con la anterior, pero enfatiza la importancia de alzar los estándares que establecemos para permitir que las personas accedan a nuestro círculo más íntimo. Si tenemos en cuenta que solo puede dañarnos aquello a lo que le damos poder, podremos comprender que la solución radica en no permitir que estas personas jueguen con nuestra mente.
4. “A veces es mejor poner punto final y empezar algo nuevo que quedarnos prisioneros con la esperanza de lo imposible” - Karen Salmansohn
Esta escritora de autoayuda estadounidense nos anima a tomar decisiones que nos permitan seguir adelante a pesar de la adversidad y los conflictos. En muchas ocasiones nos quedamos atrapados en relaciones tóxicas con la esperanza de que la persona cambiará. Sin embargo, si hemos hecho todo lo posible y no hemos constatado cambios importantes, quizá la mejor solución es coger unas tijeras bien grandes y cortar por lo sano.
5. “Algunas personas viven en una oscuridad tan profunda que podrían quemarte solo para ver la luz. No te lo tomes como algo personal” - Kamand Kojouri
Este mensaje sobre las personas tóxicas se refiere a que muchas veces ese tipo de relaciones nos afectan porque nos las tomamos demasiado a pecho. Podemos comenzar a deshacernos de su influjo negativo cuando nos damos cuenta de que en realidad esas personas no saben relacionarse de otra manera, no es algo personal. Así podremos asumir una distancia psicológica que nos permita retomar el control.
6. “No le prestes atención a las palabras tóxicas. Lo que la gente dice a menudo es un reflejo de ellos, no de ti” - Christian Baloga
En sintonía con el mensaje para las personas tóxicas anterior, este escritor nos anima a reflexionar sobre el hecho de que las críticas destructivas suelen decir más de quien critica que del criticado. Cada quien expresa lo que lleva dentro, ni más ni menos, por lo que no es conveniente tomarnos determinadas actitudes y palabras a modo personal, sino aprender a dejarlas ir y asumirlas como una expresión de la profunda insatisfacción o infelicidad del otro.
7. “Deja ir a las personas que solo llegan para compartir quejas, problemas, historias desastrosas, miedo y juicio de los demás. Si alguien busca un cubo para echar su basura, procura que no sea en tu mente” – Dalai Lama
Dalai Lama ha hablado en varias ocasiones de las personas que nos roban la energía emocional. No es necesario tratarlas mal ya que en muchos casos ni siquiera son plenamente conscientes de sus comportamientos, pero tampoco debemos permitirles que derramen su "basura emocional" en nuestra mente. Establecer límites suele ser lo más saludable para nuestro equilibrio mental.
8. “El no es necesario y debemos aprender a decirlo con paz” – Bernardo Stamateas
A veces es mejor decir no y que alguien se moleste con nosotros, a decir sí y molestarnos con nosotros mismos. Decir no en ciertas ocasiones solo implica defender nuestros derechos e impedir que esa otra persona traspase ciertos límites. No debemos sentirnos culpables por ello.
9. “Aléjate de la gente que intenta empequeñecer tus ambiciones. La gente pequeña siempre hace eso, pero la gente realmente grande te hace sentir que tú también puedes serlo” – Mark Twain
Este escritor se refería a la importancia de cultivar nuestras relaciones interpersonales como si se tratara de un jardín. Si nos rodeamos de personas negativas, tarde o temprano terminaremos asumiendo su visión del mundo porque las emociones son contagiosas. No debemos olvidarlo.
10. “No tienes que sentirte culpable por eliminar a las personas tóxicas de tu vida. Una cosa es si la persona se esfuerza por cambiar su comportamiento y otra si no tiene en cuenta tus sentimientos, ignora tus límites y continúa tratándote de forma perjudicial. En ese caso debes dejarla ir” - Daniell Koepke
Siempre deberíamos tener presente esta frase para alejar a las personas tóxicas ya que nos permite deshacernos del sentimiento de culpa que nos mantiene atados a las relaciones que nos dañan. En realidad, cada persona es responsable por sus comportamientos y las consecuencias de estos, no podemos asumir cargas que no nos pertenecen. Si alguien no quiere cambiar y pretende que nos convirtamos en su víctima, no debemos tener reparos en cortar el vínculo emocional. De hecho, sacar a algunas personas de nuestra vida no significa que las odiemos, tan solo que nos respetamos y aspiramos a vivir en paz.
https://www.rinconpsicologia.com/2018/01/frases-para-alejar-gente-toxica.html
 

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