¿Qué es la filosofía?
Escrito por Pablo
Son numerosos los filósofos que han tratado de responder qué es la filosofía. Pero en el lenguaje común, en el día a día, son pocas las personas que tienen claro qué significa y para qué sirve la filosofía hoy en día. En muchas ocasiones se iguala con una actividad abstracta, mayoritariamente teórica y que, por tanto, poco o nada puede tener en común con la vida diaria de las personas.
Así podemos apreciarlo si acudimos a la definición de filosofía que encontramos en la RAE:
Conjunto de saberes que busca establecer, de manera racional, los principios más generales que organizan y orientan el conocimiento de la realidad, así como el sentido del obrar humano.
El hecho de que “el sentido del obrar humano” se encuentre al final de la definición ya nos indica que, de alguna manera, primero tenemos una teoría y solo después y como un añadido opcional viene la parte práctica, aquello que debería afectar a la vida de las personas, al “sentido del obrar humano”. Esta definición es bastante fiel a lo que se entiende comúnmente por filosofía. No obstante, no parece ser tan fiel al sentido original que daban los filósofos antiguos a la filosofía.
El significado de filosofía y su origen
Como es bien sabido, el significado etimológico de filosofía, en griego antiguo, es el de “amor a la sabiduría”. Es esta acepción originaria la que, o bien ha sido simplemente vaciada de significado, o bien ha sido sustituida por una visión más teórica de la disciplina.
Recordemos que la filosofía occidental tiene su origen en la antigua Grecia (y Asia Menor), surge durante el siglo VI a.C con los filósofos que hoy conocemos como presocráticos, entre ellos Tales de Mileto, Heráclito de Éfeso o Pármenides de Elea; y que se caracterizaba por entonces por ser un intento racional de explicación de la realidad sin recurrir a elementos sobrenaturales.
No obstante, este concepto de la filosofía, que podríamos considerar como plenamente teórico, cambia con los sofistas y, sobre todo, con Sócrates.
Tal y como escribe Pierre Hadot en ¿Qué es la filosofía antigua?:
Ante todo, por lo menos desde Sócrates, la opción por un modo de vida no se localiza al final del proceso de la actividad filosófica, como una especie de apéndice accesorio, sino por el contrario, en su origen, en una compleja interacción entre la reacción crítica a otras actitudes existenciales, la visión global de cierta manera de vivir y de ver el mundo, y la decisión voluntaria misma; y esta opción determina, pues, hasta cierto punto la doctrina misma y el modo de enseñanza de esta doctrina. El discurso filosófico se origina por tanto en una elección de vida y en una opción existencial, y no a la inversa.
La filosofía, en la antigüedad, era primeramente “una elección de vida” y “una opción existencial”. No hay, pues, nada más práctico, diario y que interpele más la vida del individuo que la filosofía. Y, además, esta elección no se encuentra como corolario, sino que forma parte primordial y constituyente del discurso filosófico: la elección existencial determina el discurso y viceversa.
Continúa Hadot:
En segundo lugar, esta decisión y esta elección jamás se hacen en soledad: nunca hay ni filosofía ni filósofos fuera de un grupo, de una comunidad, en una palabra, de una “escuela” filosófica y, precisamente, esta última corresponde entonces ante todo a la elección de una cierta manera de vivir, a cierta elección de vida, a cierta opción existencial, que exige del individuo un cambio total de vida, una conversión de todo el ser y, por último, cierto deseo de ser y de vivir de cierto modo. Esta opción existencial implica a su vez una visión del mundo, y la tarea del discurso filosófico será revelar y justificar racionalmente tanto esta opción existencial como esta representación del mundo. El discurso filosófico teórico nace, pues, de esta inicial opción existencial y conduce de nuevo a ella en la medida en que, por su fuerza lógica y persuasiva, por la acción que pretende ejercer sobre el interlocutor, incita a maestros y discípulos a vivir realmente de conformidad con su elección inicial, o bien es de alguna manera la aplicación de un cierto ideal de vida.
Esta idea de filosofía como actividad que siempre se lleva a cabo dentro de una comunidad, de una escuela, me recuerda al concepto de Comunidad moral, extraído de El miedo a la libertad de Erich Fromm, y que constituye uno de los pilares del sentido y la escritura de este blog. La filosofía como disciplina común, imposible de realizar sin una cierta escuela, sin la actividad de los demás.
Quiero decir, pues, que el discurso filosófico debe ser comprendido en la perspectiva del modo de vida del que es al mismo tiempo medio y expresión y, en consecuencia, que la filosofía es en efecto, ante todo, una manera de vivir, pero que se vincula estrechamente con el discurso filosófico. Uno de los temas fundamentales de este libro será la distancia que separa a la filosofía de la sabiduría. La primera no es más que un ejercicio preparatorio de la sabiduría.
La filosofía, entonces, según este último fragmento de ¿Qué es la filosofía antigua?, de Hadot, sería una aspiración a la sabiduría. La palabra sabiduría es otro término filosófico que seguramente ha perdido significado a lo largo del tiempo, y que en muchas ocasiones es malentendido. Acudamos en este caso a la Wikipedia, que nos dice que “sabiduría” es:
La sabiduría es un carácter que se desarrolla con la aplicación de la inteligencia en la experiencia propia, obteniendo conclusiones que nos dan un mayor entendimiento, que a su vez nos capacitan para reflexionar, sacando conclusiones que nos dan discernimiento de la verdad, lo bueno y lo malo. La sabiduría y la moral se interrelacionan dando como resultado un individuo que actúa con buen juicio. Algunas veces se toma sabiduría como una forma especialmente bien desarrollada de sentido común.
Y, si es que nos fuera necesaria una mayor precisión, recurramos de nuevo a Hadot:
Para definir sophia, los intérpretes modernos dudan siempre entre la noción de saber y la de sabiduría. El que es sophos, ¿es el que sabe muchas cosas, que vio muchas cosas, que viajó mucho, que tiene una cultura enciclopédica, o es aquel que sabe conducirse bien en la vida y que está en la felicidad? Habremos de repetir a menudo a lo largo de esta obra, las dos nociones distan de excluirse: el verdadero saber es finalmente un saber hacer, y el verdadero saber hacer es un saber hacer el bien.
Como podemos ver, la sabiduría es plenamente práctica.
Filosofía de vida: búsqueda de la sabiduría
La Escuela de Atenas (1519) – Rafael
Tal vez estemos ahora preparados para proponer una definición alternativa de filosofía, más fiel a ese sentido originario que hemos descrito:
Búsqueda racional de la sabiduría mediante el establecimiento del sentido del obrar humano, así como de los principios más generales que organizan y orientan el conocimiento de la realidad.
Esta búsqueda implica una decisión existencial por un determinado modo de vida, y el esfuerzo consciente y mantenido por vivir conforme a esa decisión inicial.
Sin este esfuerzo por vivir en conformidad con lo que se piensa no existe filosofía. Sin práctica no hay sabiduría. En esencia, una búsqueda es una tendencia hacia algo, un movimiento. Sin la puesta en práctica de nuestra decisión existencial no hay amor a la sabiduría.
En esta visión concreta de la filosofía se sitúan la mayoría de textos de este blog. Una búsqueda individual, pero común, de un poco más de sentido. Encontramos en los estoicos y los epicúreos una gran inspiración.
De este modo, creo que se entiende mucho mejor por qué la filosofía es importante, cuando “los principios más generales que organizan y orientan el conocimiento de la realidad” han sido brillantemente esclarecidos por la ciencia, pero parece que seguimos tan perdidos como siempre en nuestra búsqueda del “sentido del obrar humano”.
Y encontramos una buena expresión de esta manera cotidiana de hacer filosofía en Si la política es asunto de los ancianos, de Plutarco, escrito en el siglo II d.C, y que cita Pierre Hadot:
La mayoría imagina que la filosofía consiste en discutir desde lo alto de una cátedra y profesar cursos sobre textos. Pero lo que no llega a comprender esa gente es la filosofía ininterrumpida que vemos ejercer cada día de manera perfectamente igual a sí mismo […] Sócrates no hacía disponer gradas para los auditores, no se sentaba en una cátedra profesoral; no tenía horario fijo para discutir o pasearse con sus discípulos. Pero a veces, bromeando con ellos o bebiendo o yendo a la guerra o al Ágora con ellos, y por último yendo a la prisión y bebiendo el veneno, filosofó. Fue el primero en mostrar que, en todo tiempo y en todo lugar, en todo lo que nos sucede y en todo lo que hacemos, la vida cotidiana da la posibilidad de filosofar.
En el sentido aquí explicado, queda claro que también hoy existen filósofos, que todos conocemos al menos algún filósofo, y que no necesariamente son personas que hayan estudiado filosofía o sepan explicar el mito de la caverna de Platón, sino que, simplemente, llevan un vida buena, una vida digna de ser vivida.
https://www.historiasminimalistas.com/2017/10/que-es-la-filosofia/
Escrito por Pablo
Son numerosos los filósofos que han tratado de responder qué es la filosofía. Pero en el lenguaje común, en el día a día, son pocas las personas que tienen claro qué significa y para qué sirve la filosofía hoy en día. En muchas ocasiones se iguala con una actividad abstracta, mayoritariamente teórica y que, por tanto, poco o nada puede tener en común con la vida diaria de las personas.
Así podemos apreciarlo si acudimos a la definición de filosofía que encontramos en la RAE:
Conjunto de saberes que busca establecer, de manera racional, los principios más generales que organizan y orientan el conocimiento de la realidad, así como el sentido del obrar humano.
El hecho de que “el sentido del obrar humano” se encuentre al final de la definición ya nos indica que, de alguna manera, primero tenemos una teoría y solo después y como un añadido opcional viene la parte práctica, aquello que debería afectar a la vida de las personas, al “sentido del obrar humano”. Esta definición es bastante fiel a lo que se entiende comúnmente por filosofía. No obstante, no parece ser tan fiel al sentido original que daban los filósofos antiguos a la filosofía.
El significado de filosofía y su origen
Como es bien sabido, el significado etimológico de filosofía, en griego antiguo, es el de “amor a la sabiduría”. Es esta acepción originaria la que, o bien ha sido simplemente vaciada de significado, o bien ha sido sustituida por una visión más teórica de la disciplina.
Recordemos que la filosofía occidental tiene su origen en la antigua Grecia (y Asia Menor), surge durante el siglo VI a.C con los filósofos que hoy conocemos como presocráticos, entre ellos Tales de Mileto, Heráclito de Éfeso o Pármenides de Elea; y que se caracterizaba por entonces por ser un intento racional de explicación de la realidad sin recurrir a elementos sobrenaturales.
No obstante, este concepto de la filosofía, que podríamos considerar como plenamente teórico, cambia con los sofistas y, sobre todo, con Sócrates.
Tal y como escribe Pierre Hadot en ¿Qué es la filosofía antigua?:
Ante todo, por lo menos desde Sócrates, la opción por un modo de vida no se localiza al final del proceso de la actividad filosófica, como una especie de apéndice accesorio, sino por el contrario, en su origen, en una compleja interacción entre la reacción crítica a otras actitudes existenciales, la visión global de cierta manera de vivir y de ver el mundo, y la decisión voluntaria misma; y esta opción determina, pues, hasta cierto punto la doctrina misma y el modo de enseñanza de esta doctrina. El discurso filosófico se origina por tanto en una elección de vida y en una opción existencial, y no a la inversa.
La filosofía, en la antigüedad, era primeramente “una elección de vida” y “una opción existencial”. No hay, pues, nada más práctico, diario y que interpele más la vida del individuo que la filosofía. Y, además, esta elección no se encuentra como corolario, sino que forma parte primordial y constituyente del discurso filosófico: la elección existencial determina el discurso y viceversa.
Continúa Hadot:
En segundo lugar, esta decisión y esta elección jamás se hacen en soledad: nunca hay ni filosofía ni filósofos fuera de un grupo, de una comunidad, en una palabra, de una “escuela” filosófica y, precisamente, esta última corresponde entonces ante todo a la elección de una cierta manera de vivir, a cierta elección de vida, a cierta opción existencial, que exige del individuo un cambio total de vida, una conversión de todo el ser y, por último, cierto deseo de ser y de vivir de cierto modo. Esta opción existencial implica a su vez una visión del mundo, y la tarea del discurso filosófico será revelar y justificar racionalmente tanto esta opción existencial como esta representación del mundo. El discurso filosófico teórico nace, pues, de esta inicial opción existencial y conduce de nuevo a ella en la medida en que, por su fuerza lógica y persuasiva, por la acción que pretende ejercer sobre el interlocutor, incita a maestros y discípulos a vivir realmente de conformidad con su elección inicial, o bien es de alguna manera la aplicación de un cierto ideal de vida.
Esta idea de filosofía como actividad que siempre se lleva a cabo dentro de una comunidad, de una escuela, me recuerda al concepto de Comunidad moral, extraído de El miedo a la libertad de Erich Fromm, y que constituye uno de los pilares del sentido y la escritura de este blog. La filosofía como disciplina común, imposible de realizar sin una cierta escuela, sin la actividad de los demás.
Quiero decir, pues, que el discurso filosófico debe ser comprendido en la perspectiva del modo de vida del que es al mismo tiempo medio y expresión y, en consecuencia, que la filosofía es en efecto, ante todo, una manera de vivir, pero que se vincula estrechamente con el discurso filosófico. Uno de los temas fundamentales de este libro será la distancia que separa a la filosofía de la sabiduría. La primera no es más que un ejercicio preparatorio de la sabiduría.
La filosofía, entonces, según este último fragmento de ¿Qué es la filosofía antigua?, de Hadot, sería una aspiración a la sabiduría. La palabra sabiduría es otro término filosófico que seguramente ha perdido significado a lo largo del tiempo, y que en muchas ocasiones es malentendido. Acudamos en este caso a la Wikipedia, que nos dice que “sabiduría” es:
La sabiduría es un carácter que se desarrolla con la aplicación de la inteligencia en la experiencia propia, obteniendo conclusiones que nos dan un mayor entendimiento, que a su vez nos capacitan para reflexionar, sacando conclusiones que nos dan discernimiento de la verdad, lo bueno y lo malo. La sabiduría y la moral se interrelacionan dando como resultado un individuo que actúa con buen juicio. Algunas veces se toma sabiduría como una forma especialmente bien desarrollada de sentido común.
Y, si es que nos fuera necesaria una mayor precisión, recurramos de nuevo a Hadot:
Para definir sophia, los intérpretes modernos dudan siempre entre la noción de saber y la de sabiduría. El que es sophos, ¿es el que sabe muchas cosas, que vio muchas cosas, que viajó mucho, que tiene una cultura enciclopédica, o es aquel que sabe conducirse bien en la vida y que está en la felicidad? Habremos de repetir a menudo a lo largo de esta obra, las dos nociones distan de excluirse: el verdadero saber es finalmente un saber hacer, y el verdadero saber hacer es un saber hacer el bien.
Como podemos ver, la sabiduría es plenamente práctica.
Filosofía de vida: búsqueda de la sabiduría
La Escuela de Atenas (1519) – Rafael
Tal vez estemos ahora preparados para proponer una definición alternativa de filosofía, más fiel a ese sentido originario que hemos descrito:
Búsqueda racional de la sabiduría mediante el establecimiento del sentido del obrar humano, así como de los principios más generales que organizan y orientan el conocimiento de la realidad.
Esta búsqueda implica una decisión existencial por un determinado modo de vida, y el esfuerzo consciente y mantenido por vivir conforme a esa decisión inicial.
Sin este esfuerzo por vivir en conformidad con lo que se piensa no existe filosofía. Sin práctica no hay sabiduría. En esencia, una búsqueda es una tendencia hacia algo, un movimiento. Sin la puesta en práctica de nuestra decisión existencial no hay amor a la sabiduría.
En esta visión concreta de la filosofía se sitúan la mayoría de textos de este blog. Una búsqueda individual, pero común, de un poco más de sentido. Encontramos en los estoicos y los epicúreos una gran inspiración.
De este modo, creo que se entiende mucho mejor por qué la filosofía es importante, cuando “los principios más generales que organizan y orientan el conocimiento de la realidad” han sido brillantemente esclarecidos por la ciencia, pero parece que seguimos tan perdidos como siempre en nuestra búsqueda del “sentido del obrar humano”.
Y encontramos una buena expresión de esta manera cotidiana de hacer filosofía en Si la política es asunto de los ancianos, de Plutarco, escrito en el siglo II d.C, y que cita Pierre Hadot:
La mayoría imagina que la filosofía consiste en discutir desde lo alto de una cátedra y profesar cursos sobre textos. Pero lo que no llega a comprender esa gente es la filosofía ininterrumpida que vemos ejercer cada día de manera perfectamente igual a sí mismo […] Sócrates no hacía disponer gradas para los auditores, no se sentaba en una cátedra profesoral; no tenía horario fijo para discutir o pasearse con sus discípulos. Pero a veces, bromeando con ellos o bebiendo o yendo a la guerra o al Ágora con ellos, y por último yendo a la prisión y bebiendo el veneno, filosofó. Fue el primero en mostrar que, en todo tiempo y en todo lugar, en todo lo que nos sucede y en todo lo que hacemos, la vida cotidiana da la posibilidad de filosofar.
En el sentido aquí explicado, queda claro que también hoy existen filósofos, que todos conocemos al menos algún filósofo, y que no necesariamente son personas que hayan estudiado filosofía o sepan explicar el mito de la caverna de Platón, sino que, simplemente, llevan un vida buena, una vida digna de ser vivida.
https://www.historiasminimalistas.com/2017/10/que-es-la-filosofia/