Cuadernos de Filosofía

Registrado
3 Jun 2017
Mensajes
53.692
Calificaciones
157.979
Ubicación
España
¿Qué es la filosofía?

Escrito por Pablo

Son numerosos los filósofos que han tratado de responder qué es la filosofía. Pero en el lenguaje común, en el día a día, son pocas las personas que tienen claro qué significa y para qué sirve la filosofía hoy en día. En muchas ocasiones se iguala con una actividad abstracta, mayoritariamente teórica y que, por tanto, poco o nada puede tener en común con la vida diaria de las personas.

Así podemos apreciarlo si acudimos a la definición de filosofía que encontramos en la RAE:

Conjunto de saberes que busca establecer, de manera racional, los principios más generales que organizan y orientan el conocimiento de la realidad, así como el sentido del obrar humano.

El hecho de que “el sentido del obrar humano” se encuentre al final de la definición ya nos indica que, de alguna manera, primero tenemos una teoría y solo después y como un añadido opcional viene la parte práctica, aquello que debería afectar a la vida de las personas, al “sentido del obrar humano”. Esta definición es bastante fiel a lo que se entiende comúnmente por filosofía. No obstante, no parece ser tan fiel al sentido original que daban los filósofos antiguos a la filosofía.

El significado de filosofía y su origen
Como es bien sabido, el significado etimológico de filosofía, en griego antiguo, es el de “amor a la sabiduría”. Es esta acepción originaria la que, o bien ha sido simplemente vaciada de significado, o bien ha sido sustituida por una visión más teórica de la disciplina.

Recordemos que la filosofía occidental tiene su origen en la antigua Grecia (y Asia Menor), surge durante el siglo VI a.C con los filósofos que hoy conocemos como presocráticos, entre ellos Tales de Mileto, Heráclito de Éfeso o Pármenides de Elea; y que se caracterizaba por entonces por ser un intento racional de explicación de la realidad sin recurrir a elementos sobrenaturales.

No obstante, este concepto de la filosofía, que podríamos considerar como plenamente teórico, cambia con los sofistas y, sobre todo, con Sócrates.

qu%C3%A9-es-la-filosof%C3%ADa-antigua.jpg


Tal y como escribe Pierre Hadot en ¿Qué es la filosofía antigua?:

Ante todo, por lo menos desde Sócrates, la opción por un modo de vida no se localiza al final del proceso de la actividad filosófica, como una especie de apéndice accesorio, sino por el contrario, en su origen, en una compleja interacción entre la reacción crítica a otras actitudes existenciales, la visión global de cierta manera de vivir y de ver el mundo, y la decisión voluntaria misma; y esta opción determina, pues, hasta cierto punto la doctrina misma y el modo de enseñanza de esta doctrina. El discurso filosófico se origina por tanto en una elección de vida y en una opción existencial, y no a la inversa.

La filosofía, en la antigüedad, era primeramente “una elección de vida” y “una opción existencial”. No hay, pues, nada más práctico, diario y que interpele más la vida del individuo que la filosofía. Y, además, esta elección no se encuentra como corolario, sino que forma parte primordial y constituyente del discurso filosófico: la elección existencial determina el discurso y viceversa.

Continúa Hadot:

En segundo lugar, esta decisión y esta elección jamás se hacen en soledad: nunca hay ni filosofía ni filósofos fuera de un grupo, de una comunidad, en una palabra, de una “escuela” filosófica y, precisamente, esta última corresponde entonces ante todo a la elección de una cierta manera de vivir, a cierta elección de vida, a cierta opción existencial, que exige del individuo un cambio total de vida, una conversión de todo el ser y, por último, cierto deseo de ser y de vivir de cierto modo. Esta opción existencial implica a su vez una visión del mundo, y la tarea del discurso filosófico será revelar y justificar racionalmente tanto esta opción existencial como esta representación del mundo. El discurso filosófico teórico nace, pues, de esta inicial opción existencial y conduce de nuevo a ella en la medida en que, por su fuerza lógica y persuasiva, por la acción que pretende ejercer sobre el interlocutor, incita a maestros y discípulos a vivir realmente de conformidad con su elección inicial, o bien es de alguna manera la aplicación de un cierto ideal de vida.

Esta idea de filosofía como actividad que siempre se lleva a cabo dentro de una comunidad, de una escuela, me recuerda al concepto de Comunidad moral, extraído de El miedo a la libertad de Erich Fromm, y que constituye uno de los pilares del sentido y la escritura de este blog. La filosofía como disciplina común, imposible de realizar sin una cierta escuela, sin la actividad de los demás.

Quiero decir, pues, que el discurso filosófico debe ser comprendido en la perspectiva del modo de vida del que es al mismo tiempo medio y expresión y, en consecuencia, que la filosofía es en efecto, ante todo, una manera de vivir, pero que se vincula estrechamente con el discurso filosófico. Uno de los temas fundamentales de este libro será la distancia que separa a la filosofía de la sabiduría. La primera no es más que un ejercicio preparatorio de la sabiduría.

La filosofía, entonces, según este último fragmento de ¿Qué es la filosofía antigua?, de Hadot, sería una aspiración a la sabiduría. La palabra sabiduría es otro término filosófico que seguramente ha perdido significado a lo largo del tiempo, y que en muchas ocasiones es malentendido. Acudamos en este caso a la Wikipedia, que nos dice que “sabiduría” es:

La sabiduría es un carácter que se desarrolla con la aplicación de la inteligencia en la experiencia propia, obteniendo conclusiones que nos dan un mayor entendimiento, que a su vez nos capacitan para reflexionar, sacando conclusiones que nos dan discernimiento de la verdad, lo bueno y lo malo. La sabiduría y la moral se interrelacionan dando como resultado un individuo que actúa con buen juicio. Algunas veces se toma sabiduría como una forma especialmente bien desarrollada de sentido común.

Y, si es que nos fuera necesaria una mayor precisión, recurramos de nuevo a Hadot:

Para definir sophia, los intérpretes modernos dudan siempre entre la noción de saber y la de sabiduría. El que es sophos, ¿es el que sabe muchas cosas, que vio muchas cosas, que viajó mucho, que tiene una cultura enciclopédica, o es aquel que sabe conducirse bien en la vida y que está en la felicidad? Habremos de repetir a menudo a lo largo de esta obra, las dos nociones distan de excluirse: el verdadero saber es finalmente un saber hacer, y el verdadero saber hacer es un saber hacer el bien.

Como podemos ver, la sabiduría es plenamente práctica.

Filosofía de vida: búsqueda de la sabiduría
1200px-La_scuola_di_Atene-e1478074467897.jpg

La Escuela de Atenas (1519) – Rafael

Tal vez estemos ahora preparados para proponer una definición alternativa de filosofía, más fiel a ese sentido originario que hemos descrito:

Búsqueda racional de la sabiduría mediante el establecimiento del sentido del obrar humano, así como de los principios más generales que organizan y orientan el conocimiento de la realidad.

Esta búsqueda implica una decisión existencial por un determinado modo de vida, y el esfuerzo consciente y mantenido por vivir conforme a esa decisión inicial.

Sin este esfuerzo por vivir en conformidad con lo que se piensa no existe filosofía. Sin práctica no hay sabiduría. En esencia, una búsqueda es una tendencia hacia algo, un movimiento. Sin la puesta en práctica de nuestra decisión existencial no hay amor a la sabiduría.

En esta visión concreta de la filosofía se sitúan la mayoría de textos de este blog. Una búsqueda individual, pero común, de un poco más de sentido. Encontramos en los estoicos y los epicúreos una gran inspiración.

De este modo, creo que se entiende mucho mejor por qué la filosofía es importante, cuando “los principios más generales que organizan y orientan el conocimiento de la realidad” han sido brillantemente esclarecidos por la ciencia, pero parece que seguimos tan perdidos como siempre en nuestra búsqueda del “sentido del obrar humano”.

Y encontramos una buena expresión de esta manera cotidiana de hacer filosofía en Si la política es asunto de los ancianos, de Plutarco, escrito en el siglo II d.C, y que cita Pierre Hadot:

La mayoría imagina que la filosofía consiste en discutir desde lo alto de una cátedra y profesar cursos sobre textos. Pero lo que no llega a comprender esa gente es la filosofía ininterrumpida que vemos ejercer cada día de manera perfectamente igual a sí mismo […] Sócrates no hacía disponer gradas para los auditores, no se sentaba en una cátedra profesoral; no tenía horario fijo para discutir o pasearse con sus discípulos. Pero a veces, bromeando con ellos o bebiendo o yendo a la guerra o al Ágora con ellos, y por último yendo a la prisión y bebiendo el veneno, filosofó. Fue el primero en mostrar que, en todo tiempo y en todo lugar, en todo lo que nos sucede y en todo lo que hacemos, la vida cotidiana da la posibilidad de filosofar.

En el sentido aquí explicado, queda claro que también hoy existen filósofos, que todos conocemos al menos algún filósofo, y que no necesariamente son personas que hayan estudiado filosofía o sepan explicar el mito de la caverna de Platón, sino que, simplemente, llevan un vida buena, una vida digna de ser vivida.
https://www.historiasminimalistas.com/2017/10/que-es-la-filosofia/
 
Silogismo

Del griego "syllogismos" (razonamiento). El silogismo es una forma de razonamiento que consta de tres proposiciones, de modo que dos de ellas actúan como premisas, de las que deriva una tercera, que se considera la conclusión del razonamiento. Los términos de que constan las proposiciones (sujeto y predicado) están distribuidos de tal modo que las tres proposiciones tienen, tomados de dos en dos, un término común.

La premisa que sirve de punto de partida se llama "premisa mayor" y es la más general; la premisa que sirve de intermediario se llama "premisa menor", y es menos general que la anterior; la proposición que se deduce de la "mayor" por mediación de la "menor" es la conclusión del razonamiento.

Se llama "término mayor" al predicado de la conclusión, que debe aparecer en la premisa mayor, y se le representa con la letra P. Se llama "término menor" al sujeto de la conclusión, que aparece también en la premisa menor, y se le representa con la letra S. El "término medio" es el que aparece en las dos premisas (mayor y menor) y no en la conclusión, y se le representa con la letra M.

M es P
S es M
------
S es P

Aristóteles, en los Analíticos, se ocupa tanto del razonamiento deductivo como del inductivo, pero considera que el conocimiento científico se alcanza deduciendo lo particular de lo general, es decir, con el conocimiento de las causas. Aristóteles privilegiará, por tanto, el análisis del razonamiento deductivo, y en especial del razonamiento deductivo categórico o silogismo.

En general, con el término silogismo nos referimos, si no damos más detalles, a su forma más conocida, el silogismo categórico. Un ejemplo de tal silogismo sería el siguiente:

Todos los seres humanos son mortales
Todos los griegos son seres humanos
--------------------------------------
Luego todos los griegos son mortales.

http://www.webdianoia.com/glosario/display.php?action=view&id=273&from=action=search|by=S
 
Estoy de acuerdo en que la filosofía debe ser experiencia de vida, de lo contrario no tiene sentido, es solo una circunnavegación del cerebro, lo que creo que es solo una computadora, es decir, una máquina que no puede captar la esencia de la realidad, sino solo analizarla, procesando los datos conocidos.
En la escuela tenía 9 en filosofía, porque pensé que tenía respuestas, cuando me di cuenta de que no tenía ninguna y que los filósofos estaban tanteando, como todos los mortales, dejé de estudiarla.
 
Sofismas de homonimia

Sofismas de equivocidad:
Cuando dentro de un mismo razonamiento un término se toma una vez con un significado y otra vez con otro significado, puede resultar un paralogismo.
Ej: El fin de las cosas es su perfección
La muerte es el fin de la vida
La muerte es la perfección de la vida

Sofismas de distinta suposición:
Dentro de los sofismas por homonimia están aquellos que provienen de distinta "suposición" que en cada premisa tiene un término común. La falla consiste en razonar como si el término mantuviese contante su suposición, cuando en realidad ella varía.
Ej: Mozart es músico
Músico es palabra esdrújula
Mozart es palabra esdrújula

Sofismas de anfibología:
Cuando la ambigüedad no está encerrada en un término determinado, sino que afecta a toda una proposición, el paralogismo que de allí puede resultar se llama "falacia de anfibología".
Ej: Puedo caminar y no caminar
Pero caminar y no caminar es imposible
Puedo lo imposible
 

Maltusianismo


Teoría defendida por R. Malthus (1766-1834) según la cual el ritmo de crecimiento de la población responde a una progresión geométrica, mientras que el ritmo de aumento de los recursos para su supervivencia lo hace en progresión aritmética, por lo que, de no intervenir otros factores, la mayor parte de la población mundial estaría abocada irremediablemente a la miseria, y aún a la extinción, en contra de lo que consideraban los defensores de la perfectibilidad indefinida de la especie humana. Considerando que la mejora de las condiciones de los pobres llevarían necesariamente al aumento de la población (y, por lo tanto, al aumento en el desfase población / recursos), Malthus se opondrá a los defensores de mejoras sociales para ayudar a los pobres, proponiendo, en su lugar, la abstención voluntaria de la procreación. Su teoría del desfase entre la población y los recursos influirá en la teoría evolucionista de Darwin. Sus opiniones económicas y su rechazo de las reformas sociales provocará la hostilidad de los economistas liberales y de los pensadores socialistas.
 
Última edición:
Maniqueísmo

Religión fundada por el príncipe persa Manes (216-277) según la cual existen dos principios reguladores del universo, el Bien y el Mal, que se encuentran en constante lucha y oposición, y a los que denomina la Luz y las Tinieblas, respectivamente. Tras un largo período de tiempo la lucha se saldará con la victoria definitiva de la Luz sobre las Tinieblas.

El término maniqueísmo se utiliza también habitualmente para referirse a la actitud de quienes consideran que todo es bueno o malo en términos absolutos, sin establecer ningún tipo de matiz o cualquier otra consideración.
 
Maquiavelismo

Término con el que nos referimos a las teorías defendidas por el político y escritor italiano Nicolás Maquiavelo (Florencia, 1469-1527) o con el que adjetivamos determinadas prácticas políticas que, real o supuestamente, estarían inspiradas por sus teorías.

La teoría política de Maquiavelo parte del análisis de los problemas que plantea la creación y mantenimiento de un Estado moderno, proponiendo soluciones prácticas, basadas en un nuevo concepto de virtud (al margen de la moral cristiana de la época), que le lleva a considerar válido todo recurso que permita sacar provecho de la fuerza y habilidad del gobernante, pudiendo recurrir incluso a la crueldad y al engaño para imponerse a sus enemigos.

En "El Príncipe", escrita entre los años 1513 y 1520, pero publicada póstumamente en 1531, se recogen los elementos más significativos de su pensamiento político.
 
Materialismo


Término que se aplica a la posición adoptada por los sistemas filosóficos que afirman que todo lo que existe es materia, o es reductible a materia.

Sobre lo que sea la materia se han defendido distintas posiciones, por lo que, al margen de este acuerdo inicial de que todo lo que existe es materia o se reduce a materia, las filosofías materialistas pueden dar lugar a interpretaciones de la realidad diferentes, e incluso divergentes. El atomismo antiguo de Leucipo y Demócrito se ha presentado tradicionalmente como la expresión más propia de una filosofía materialista. El materialismo resurge con fuerza en la filosofía moderna (con Hobbes, por ejemplo) y se afianza con los filósofos de la Ilustración, ocupando un lugar preferente en el pensamiento contemporáneo.
 
Los fallos del razonamiento: Algunos tipos de sofismas.

Este artículo, basado en un trabajo de Cristiandad, nos señala algunos de los métodos para pensar así como de los sofismas que se usan para confundir.

El hombre fue constituido como un ser dotado de cuerpo y de alma. La razón lo distinge del resto de los seres. Y en consecuencia, desde el comienzo de la actividad intelectual organizada, los hombres han trabajado en métodos que les permitan guiar el razonamiento evitando los errores y engaños durante el procedimiento.

Para interés de nuestros lectores, enumeraremos muy resumidamente los métodos actualmente en uso.

La matemática y la lógica pura utilizan, por ejemplo, el Método Axiomático. Consiste en establecer una serie de enunciados y aplicarles un conjunto de reglas (aritméticas, lógicas o la que convenga según la materia de estudio). Dichos enunciados pueden ser evidentes o simplemente aceptados para los fines del razonamiento.

Aristóteles, por otra parte, nos legó el Método Deductivo. Este método es el propio de la Lógica. Se basa en 16 premisas lógicas y las aplica siguiendo un razonamiento de lo general a lo particular. Las conclusiones se obtienen siempre sin necesidad de comprobar.

Existe otro método que si bien es anterior a Aristóteles se atribuye a su propulsor: John Stuart Mill. El método inductivo es un procedimiento ante todo empírico, esto es, basado en la observación. Mill observa una gran concentración de cuervos. Todos los que ve son negros y recuerda haber visto siempre cuervos negros. Concluye, por lo tanto que los cuervos son negros aunque no afirma que siempre y en todo lugar son negros. Contrario al método anterior, este dirige el proceso desde lo particular a lo general. Tiene el grave peligro de la generalización y es el mecanismo habitual del prejuicio.

El método deductivo es el propio de las ciencias empíricas. Todas ellas trabajan con objetos reales. Se dan ciertas premisas (hipótesis) y se aplican las reglas de procedimiento científico. Estas hipótesis son aceptadas bajo la condición de ser luego comprobadas

Desde pequeños utilizamos el método experimental, es decir, de ensayo y error. Aquí se procede de manera tal que se pueda verificar, contrastar y comprobar como cierta una hipótesis. En astronomía, por ejemplo, se utiliza la observación. En las ciencias sociales se utiliza, en la medida de lo posible, la inducción. Un buen ejemplo de esto es el trabajo de investigación y análisis social en que se formula una hipótesis y se somete a prueba en un grupo de personas o en una encuesta.

En cambio, las ciencias formales (que trabajan con cosas del pensamiento) trabajan con el método de la demostración. Tiene sus reglas propias y son muy conocidas por todos. Por ejemplo, el recurso de reducción al absurdo o el mecanismo por el cual comprobamos como cierta una resta o una división matemática.

Hacemos un alto en este punto ya que podríamos hacer una larguísima lista de métodos posibles. Sabemos que con la breve enunciación el lector comprenderá que para cada objeto teórico de estudio se corresponde un método particular.

Con lo arriba expuesto queremos demostrar dos cosas: en primer lugar que en materia de pensamiento y análisis existen métodos fiables para concluir cosas verdaderas y disminuir al máximo el error si se actúa con buena voluntad. Segundo, recordar que un principio clásico - el lema de la Crítica de la Razón Pura kantiana - aconseja omitir lo que a sí mismo concierne: DE NOBIS IPSIS SILEMUS. Es decir, dejar fuera del análisis lo que a nosotros corresponde como 'sujetos', es decir, sentimientos, impresiones, deseos, anhelos, prejuicios etc. Así trabajaremos desde la honestidad intelectual, no tratando de demostrar que tenemos razón sino analizando objetivamente las cosas.

Quienes somos para hablar de algo, por ejemplo, poco importa si lo que decimos es verdadero y correcto. El poder no interesa para determinar la veracidad o el error de algo. Pretender desautorizar una afirmación desautorizando al sujeto es un error que más abajo trabajaremos. Es un sofisma. Lo que importa no es quien lo dice sino lo que se dice.

Por parecernos de interés de muchos, desarrollamos muy resumidamente una 'caja de herramientas lógicas' imprescindible para cualquier persona que desee pensar correctamente, desmontar un error o analizar con seguridad lo que desee (incluso sus propios pensamientos)

Decíamos arriba que la lógica es la ciencia por la cual conocemos las leyes que deben cumplirse para que los razonamientos sean correctos. Todos los procesos discursivos que contrarían tales leyes constituyen razonamientos inválidos, algunos de los cuales, sin embargo, exhiben un aspecto de un raciocinio correcto, y en tal caso se denominan falacias. El estudio de la Lógica, entonces, para ser completo, debe incluir la teoría sobre las falacias, o sea una teoría acerca de cómo los hombres se equivocan cuando discurren, y también de cómo los hombres pueden confundir a los demás cuando quieren persuadir.

Algunas veces se expresan argumentos con plena consciencia de la falencia lógica, pero también suele incurrirse en ellos involuntariamente. Al respecto, es usual la distinción terminológica entre el paralogismo, que ocurre cuando alguien emite una falsa inferencia obrando de buena fe - es decir sin la intención de engañar a otro - y el sofisma o argucia, que es el argumento incorrecto empleado con el deliberado propósito de engañar a otro.

Un razonamiento puede fallar:

a. Porque se parte de afirmaciones falsas o inciertas, como si fuesen afirmaciones verdaderas y ciertas (falla en las premisas), o

b. Porque el procedimiento es inferencia es incorrecto (falla en el procedimiento). Claro está que pueden ocurrir las dos clases de defectos en una misma argumentación.

Es necesario aclarar que no todos los razonamientos inválidos se llaman falacias, sino solamente aquellos que tienen cierta apariencia de razonamiento válido, y que precisamente por ello son capaces de producir engaño. Las falacias son entonces los argumentos inválidos que están revestidos de una apariencia capciosa.

Se llama refutación al razonamiento que intenta destruir la tesis del adversario, o que se propone poner al descubierto la falacia o falacias presentes en el argumento del adversario.
Pasemos a dar unos cuantos ejemplos:

Sofismas de homonimia

Sofismas de equivocidad:
Cuando dentro de un mismo razonamiento un término se toma una vez con un significado y otra vez con otro significado, puede resultar un paralogismo.
Ej: El fin de las cosas es su perfección
La muerte es el fin de la vida
La muerte es la perfección de la vida

Sofismas de distinta suposición:
Dentro de los sofismas por homonimia están aquellos que provienen de distinta "suposición" que en cada premisa tiene un término común. La falla consiste en razonar como si el término mantuviese contante su suposición, cuando en realidad ella varía.
Ej: Mozart es músico
Músico es palabra esdrújula
Mozart es palabra esdrújula

Sofismas de anfibología:
Cuando la ambigüedad no está encerrada en un término determinado, sino que afecta a toda una proposición, el paralogismo que de allí puede resultar se llama "falacia de anfibología".
Ej: Puedo caminar y no caminar
Pero caminar y no caminar es imposible
Puedo lo imposible

Sofismas del asunto o extralingüísticos:


Se puede llegar al error de varios modos: raciocinando mal desde premisas ciertas, o raciocinando bien, pero a partir de premisas falsas, o también partiendo de una premisa que nada tiene que ver con la conclusión a la cual se pretende llegar, o también poniendo directamente como premisa aquello que se pretende obtener como conclusión. De aquí resulta la primera gran subdivisión de los sofismas extralingüísticos:
a. Sofismas de premisa falsa o dudosa
b. Sofismas con premisa no atinente a la conclusión
c. Sofismas que fallan en el procedimiento
d. Sofismas en los cuales la supuesta conclusión ya se admitió en la premisa ("petición de principio")

Sofismas de premisa falsa o dudosa:
Consisten en tomar como premisa cierta para un razonamiento una proposición que en realidad es falsa, o que no ha sido suficientemente demostrada.
Se denominan también "sofismas a priori", porque el defecto está en el comienzo, antes de empezar a razonar.
Ej: Sólo las ciencias útiles deben ser estudiadas por los jóvenes
La historia, la filosofía y las humanidades no son ciencias útiles
La historia, la filosofía y las humanidades no deben ser estudiadas por los jóvenes

Sofismas de observación:
Son aquellos en que la premisa consiste en un hecho empírico, y el error se ha producido en la interpretación del hecho cuando se lo hubo observado. Los sentidos (vista, oído, etc.) nunca yerran, pero sí suele errar la inteligencia del hombre cuando emite un juicio con respecto al hecho percibido por los sentidos. Así, por ejemplo, si alguno está muy convencido de la existencia de seres extraterrestres puede ocurrir que juzgue que es un plato volador, con la forma de tal cosa, algo que en realidad es nada más que una luz ordinaria y que no tiene precisamente tal forma.
La más frecuente causa del error en esta etapa de la observación es la opinión preconcebida, es decir, el prejuicio.

Sofisma de antecedente incompleto:
Consiste en reducir una cosa a solamente un aspecto o algunos aspectos de ella, omitiendo otro aspecto relevante que puede ser decisivo para el asunto.
Ej: Si una decisión atañe al cuerpo de una persona, esta persona tiene el derecho de tomar esa decisión.
La interrupción del embarazo es una decisión que atañe al cuerpo de la mujer.
La mujer tiene derecho de decidir la interrupción del embarazo
La segunda premisa, en este caso, tiene el antecedente incompleto, pues la interrupción de la gestación es algo que atañe al cuerpo de la mujer, pero también y principalmente atañe a la vida de la persona por nacer.

Sofisma de falsa disyunción:
Es el argumento en que se toma como premisa una disyunción excluyente que se presupone completa, cuando en realidad es incompleta y por ello mismo, falsa. Es una sub-especie del sofisma anterior.
Ej: O el maestro es autoritario, o debe permitir la mayor libertad de los niños en la escuela
El maestro no debe ser autoritario
El maestro debe permitir la mayor libertad a sus alumnos
Como puede advertirse, la primera premisa afirma una disyunción excluyente que no es verdadera, porque cabe una tercera alternativa entre las dos mencionadas.

Falacia de petición de principio:
Es el paralogismo que consiste en admitir ya en la premisa aquello que está precisamente en cuestión, aquello que hay que demostrar.
Ej: Todo efecto tiene una causa
El Universo es un efecto
El Universo tiene una causa
El argumento prima facie parece correcto, pero podemos ver que al poner la segunda premisa se comete petición de principio, pues allí ya se afirma la conclusión que se pretende demostrar, porque decir "el Universo es un efecto", se está afirmando que "el Universo ha sido causado".

El razonamiento en círculo:
El argumento circular es una especie de falacia de petición de principio. Se denomina también círculo vicioso o "dialeto", y se comete cuando hay dos proposiciones que se pretenden demostrar recíprocamente, es decir, se pretende demostrar cada una de ellas a partir de otra.
Ej: Sabemos que Dios existe porque los Textos Sagrados nos lo dicen.
Y sabemos que los Textos Sagrados son verdad porque son la palabra de Dios.

Sofismas de cambio del asunto:
Consiste en desarrollar la argumentación que en sí misma puede ser correcta, pero que no trata sobre el punto que se está discutiendo y acerca del cual se pretende producir una conclusión, sino que habla de otra cosa. Se denomina también "sofisma de suplantación de tesis"
Ej.: Cuando se está discutiendo la autoría y culpabilidad de una persona en relación a un delito, el abogado prueba con testigos las condiciones personales del reo y sus calidades de buen esposo, buen padre de familia, laborioso en su empleo, muy querido por sus amigos, etc., y en base a estas pruebas solicita la absolución de su defendido.
Es frecuente en los juicios que los defensores aleguen razones sobre un punto que no es el que se cuestiona, para desorientar a los jueces e inclinarlos hacia la inocencia del reo.

Sofismas de lo antiguo y sofismas de lo nuevo:
Es la afirmación o rechazo de algo porque antes fue de una forma, o porque es nuevo.
Ej: El vino, en cantidades moderadas, es un sano estimulante y favorece la digestión.
Es una bebida saludable, pues así fue reconocido por todos los pueblos antiguos.

Argumentos "ad hominen" (acerca del hombre):
Una manera muy usual del sofisma por cambio de asunto es el denominado "sofisma ad hominem". Consiste en dirigir la discusión, no sobre la cosa en cuestión ("ad rem") sino sobre el hombre que la sostiene, de manera que el juicio positivo o negativo que recaiga sobre la persona, afecte a la proposición en cuestión.
Ej: La teoría moral del filósofo francés Rousseau es falsa porque Rousseau abandonó a sus hijos en un orfanato.

Sofisma "ad ignorantiam" (argumento de la ignorancia ajena):
Un modo del "argumento extraño a la cuestión" ocurre cuando se pretende dar por probada una tesis a partir del hecho de que no se ha podido probar la tesis contraria.
Ej: Nadie ha demostrado que no existan los seres extraterrestres. Por lo tanto, hay vida en otros planetas.

Falacias de procedimiento

Sofismas de deducción:

En inferencias inmediatas:

Realizar una conversión ilegítima:
Todos los marxistas son ateos.
Luego, todos los ateos son marxistas.

Tomar un juicio contrario como contradictorio:
La afirmación "Todos los políticos son honestos" es falsa.
Luego, todos los políticos son deshonestos.

En inferencias mediatas:

La falacia por afirmación del consecuente:
Si ha llovido, entonces la tierra está mojada.
La tierra está mojada.
Ha llovido.

La falacia por negación del antecedente:
Si ha llovido, entonces la tierra está mojada.
No ha llovido.
La tierra no está mojada.

Sofismas de inducción

Sofisma de falsa generalización:
Se parte de la afirmación de que una propiedad es poseída por varios individuos de un conjunto, y a partir de allí se concluye que todos los elementos de ese conjunto poseen tal propiedad, cuando en realidad no puede tenerse esa certeza sin poseer la información acerca de los grupos restantes.
Ej: El hierro se combina con el oxígeno.
El níquel se combina con el oxígeno.
El cobre se combina con el oxígeno.
El mercurio se combina con el oxígeno.
El manganeso se combina con el oxígeno.
El hierro, el níquel, el cobre, el plomo, el mercurio y el manganeso son metales.
Todos los metales se combinan con el oxígeno.

La falacia "de accidente":
Es una forma muy común de sofisma de falsa generalización. Consiste en confundir lo que es accidental con aquello que es esencial, o también lo que es verdadero relativamente con aquello que es verdadero absolutamente.
Ej: La técnica pedagógica "T" ha sido exitosa en tal experiencia de enseñanza en la historia.
La técnica pedagógica "T" ha sido exitosa en tal otra experiencia de enseñanza de la historia.
Las técnicas pedagógicas que son exitosas deben adoptarse.
La técnica pedagógica "T" es la que debe adoptarse para la enseñanza de la historia.

Sofisma de analogía:
A partir del dato de que dos cosas coinciden en algunos aspectos comprobados, se concluye que cierto aspecto comprobado en sólo una de ellas, también se da seguramente en la otra. Esta clase de razonamiento se denomina "razonamiento por analogía" y es válido cuando la conclusión se postula como probable; pero si se pretende como cierta, tenemos un sofisma.
Ej: Marte tiene un movimiento de rotación sobre su eje, como la Tierra.
Marte tiene atmósfera, como la Tierra.
Marte tiene agua en su superficie, como la Tierra.
Marte tiene estaciones, como la Tierra.
Marte tiene seres vivos, como la Tierra.

Sofisma de falsa causa:
Este paralogismo se produce cuando de la anterioridad de un suceso con respecto a otro se concluye que el suceso primero es la causa del otro, o cuando de la mera coincidencia temporal de dos hechos, se concluye que uno de ellos es la causa del otro.
Ej: "Dado que coincidieron en Francia una época de continuo aumento de la criminalidad juvenil con la época en que la educación primaria se extendió a todo el pueblo, se concluyó que la educación primaria había sido causa del aumento de la delincuencia juvenil en Francia. (Ejemplo que trae Desiré Mercier).

Sofismas retóricos

Sofisma "ad misericordiam":
Se apela al sentimiento de misericordia. Esta especie de falacia es muy común en la oratoria forense, cuando en vez de argumentarse acerca de la inocencia del reo, el abogado defensor busca provocar sentimiento de lástima de los jueces, de los jurados o del público.

Sofisma "ad odium":
Se explota el odio del oyente hacia una persona o cosa.

Sofisma "ad iram":
Se aprovecha la ira que el receptor siente hacia alguien. Así, por ejemplo, la ira que provoca en el hombre honesto la conducta del delincuente, suele aprovecharse para persuadirlo de la tesis de que los delincuentes capturados no merecen ninguna garantía, como por ejemplo la garantía de que se realice el debido juicio, que se les permita defenderse, etc.

Sofisma "ad delectationem" (del deleite o del placer):
Se aprovecha del goce que procuran a la sensibilidad ciertos objetos o ciertas palabras. Como ejemplo, un aviso comercial de este tenor:
"Los comprimidos M-2 son excelentes para calmar la acidez estomacal: para saberlo basta comprobar su delicado sabor, en sus tres variedades: menta, etc..."

Sofismas "del fulgor":
Dentro de los sofismas "ad delectationem" podemos ubicar el llamado "sofisma del fulgor" que es aquel en que se usan palabras que producen deleite porque son resonantes o fascinantes. Así por ejemplo, en el discurso que se emite para apoyar un proyecto económico se habla de la "grandeza de la Nación".

Sofisma "ad concupiscentiam" (del deseo):
Se recurre a este sofisma cuando se aprovechan o despiertan apetitos sensuales o ambiciones materiales (de dinero, poder, etc.).
Esto aparece a menudo en publicidad de muchas clases de productos, en los cuales se apela al extendido deseo de tener un automóvil, vacaciones exquisitas, una mujer bella, etc.

Sofisma "ad verecundiam":
Se explota el sentimiento de respeto que se guarda hacia una persona o hacia una cosa que es venerable o digna. Por ejemplo, cuando después de afirmar una proposición como verdadera, se añade: "... y así lo piensa XX" (XX puede ser un escritor famoso, un científico prestigiado, etc.).

Sofisma "ad superbiam":
Se apela al orgullo, por ejemplo, cuando se alaba al país del otro, o a su profesión, o a sus cualidades - reales o inexistentes -, etc.

Sofisma "ad invidiam":
También suele ser eficaz la persuasión cuando se recurre al sentimiento de envidia, es decir, a la tristeza que algunos sienten por el bien ajeno.

Sofisma "ad metum" (argumento que recurre al miedo):
Aquí están los usuales sofismas de peligro, tan empleados en los parlamentos y asambleas. Se despierta el temor de una guerra, o de perder una ayuda económica extranjera, o de perder la estabilidad monetaria, o de perjudicar las relaciones exteriores del país, etc., si no se adopta una medida determinada.

Recurso a la mofa:
Mediante una oportuna observación o réplica burlona se hace caer el ridículo sobre el adversario o sobre una afirmación suya. Suele utilizarse por quienes quieren refutar a otro pero carecen de todo argumento.

Argumentos "ad populum":
Estos son argumentos dirigidos al pueblo. No son en rigor una especie distinta, sino que se atribuye esa designación a todos los recursos retóricos que buscan ganar el consenso popular a favor o en contra de cierta conclusión - que no está sustentada en pruebas valederas - por medio de la exaltación de los sentimientos que predominan en esa multitud.

Argumento "ad baculum":
El denominado "argumento ad baculum" o de apelación a la amenaza de la fuerza, suele incluirse en la lista de los sofismas retóricos. Pero en realidad no es un argumento pues no busca convencer ni persuadir, sino que es lisa y llanamente una amenaza más o menos disimulada de hacer uso de la fuerza en el caso de que el receptor no realice lo que se le pide. Ejemplo: "No es conveniente para el futuro de su periódico que usted publique eso... si quiere seguir gozando del crédito de nuestros bancos amigos".
http://www.arbil.org/(32)sofi.htm
 
Estoy de acuerdo en que la filosofía debe ser experiencia de vida, de lo contrario no tiene sentido, es solo una circunnavegación del cerebro, lo que creo que es solo una computadora, es decir, una máquina que no puede captar la esencia de la realidad, sino solo analizarla, procesando los datos conocidos.
En la escuela tenía 9 en filosofía, porque pensé que tenía respuestas, cuando me di cuenta de que no tenía ninguna y que los filósofos estaban tanteando, como todos los mortales, dejé de estudiarla.

Bueno, por mucho que los grandes filósofos "tanteasen" la realidad en su búsqueda de comprender la realidad, en muchos casos, sobre todo en la rama ética, en la de la lógica en incluso en la concepción del universo son muy válidos para pensar sobre lo que exponen y llegaron a ideas y pensamientos perfectamente válidos. No importa que no coincidas con las ideas de algunos, de todos ellos puedes sacar provecho a nivel intelectual e incluso en la vida.

Además, la influencia de algunos en el mundo de hoy es patente. Por ejemplo, el mito de la caverna de Platón se ve reflejada en películas como Matrix o en todas las teorias sobre la alienación del hombre. Yo adoro a Guillermo de Ockham, cuya concepción de la realidad basada en la experiencia se reflejó en Sherlock Holmes, en "El nombre de la rosa" - Baskerville es el alter ego de Ockham -. También me gusta Giordano Bruno, Locke, Shopenhauer, Bertram Russell, Albert Camus, Ortega y Gasset, Xabier Zubiri, o Jose Antonio Marina... -pero, por ejemplo, detesto los "filósofos" que disfrazan de filosofia su deseo de adoctrinamiento político, y no voy a decir nombres.

Y hay filósofos que pueden parecer antipáticos, como Hobbes o Maquiavelo, que duda cabe que los políticos siguen sus preceptos al pie de la letra y que el Leviatán del Estado arrasa con todo lo que le estorbe.

La filosofia te enseña a pensar, a transcender lo que ves para buscar la esencia del mundo y la vida. ¡Jamás habré gozado tanto la asignatura de Filosofia como lo hacia con la de Historia y Geografia, no así la de Religión!
 
Bueno, por mucho que los grandes filósofos "tanteasen" la realidad en su búsqueda de comprender la realidad, en muchos casos, sobre todo en la rama ética, en la de la lógica en incluso en la concepción del universo son muy válidos para pensar sobre lo que exponen y llegaron a ideas y pensamientos perfectamente válidos. No importa que no coincidas con las ideas de algunos, de todos ellos puedes sacar provecho a nivel intelectual e incluso en la vida.

Además, la influencia de algunos en el mundo de hoy es patente. Por ejemplo, el mito de la caverna de Platón se ve reflejada en películas como Matrix o en todas las teorias sobre la alienación del hombre. Yo adoro a Guillermo de Ockham, cuya concepción de la realidad basada en la experiencia se reflejó en Sherlock Holmes, en "El nombre de la rosa" - Baskerville es el alter ego de Ockham -. También me gusta Giordano Bruno, Locke, Shopenhauer, Bertram Russell, Albert Camus, Ortega y Gasset, Xabier Zubiri, o Jose Antonio Marina... -pero, por ejemplo, detesto los "filósofos" que disfrazan de filosofia su deseo de adoctrinamiento político, y no voy a decir nombres.

Y hay filósofos que pueden parecer antipáticos, como Hobbes o Maquiavelo, que duda cabe que los políticos siguen sus preceptos al pie de la letra y que el Leviatán del Estado arrasa con todo lo que le estorbe.

La filosofia te enseña a pensar, a transcender lo que ves para buscar la esencia del mundo y la vida. ¡Jamás habré gozado tanto la asignatura de Filosofia como lo hacia con la de Historia y Geografia, no así la de Religión!
Estoy de acuerdo con el hecho de que detestas a los filósofos que educan políticamente, y te diré que no puedo soportar ni a los filósofos ni a los artistas, literatos, escritores "comprometidos socialmente", los rechazo de inmediato.
Compartimos el afecto por algunos pensadores como Camus o Shopenauer o Ortega y Gasset, y debo decir que me gusta Maquiavelo porque dijo la verdad impopular y tambien Giordano Bruno por ser blasfemo.
Ni siquiera siento interés por la ética, la moral, por lo que los logros de los filósofos en este campo no los considero.
También porque la ética es un concepto relativo, que cambia con los tiempos y en las diversas sociedades y, por lo tanto, esta característica de 'relatividad' la aleja de la Verdad, que en sí misma es absoluta e inmutable.
Seguro, con la filosofía aprendes a pensar, pero no espero respuestas, así que aprendí a pensar por mi misma muy pronto y la abandoné.
 
Agustín de Hipona
agus.jpg

(354 - 430)


Sección publicada en webdianoia.com por primera vez el 20 de febrero de 2003

Vida y obras
Cristianismo y platonismo en Agustín de Hipona
La obra de San Agustín de Hipona supone la primera gran síntesis entre el cristianismo y la filosofía platónica. Aunque inspirado por la fe, que se confunde con la razón, el pensamiento de San Agustín dominará el panorama filosófico cristiano hasta la aparición de la filosofía tomista, ejerciendo un influjo considerable en la práctica totalidad de pensadores cristianos durante siglos.

Qué hay en webdianoia sobre San Agustín
En las páginas dedicadas a San Agustín encontrarás, en la primera sección, "Vida y obras ", (a la que puedes acceder a través del enlace "Vida y obras " situado en la cabecera de cada página), una breve exposición de los principales acontecimientos de su vida, en la que se destacan algunos de los momentos significativos relacionados con su actividad filosófica. A continuación se expone la relación de las principales obras de San Agustín.

En la segunda sección, "Cronología", te ofrecemos un cuadro cronológico en el que se recogen los más destacados acontecimientos de la vida de San Agustín, así como de su contexto político y sociocultural.

En la tercera sección, dedicada a su pensamiento y contexto en que se produce, "Filosofía y contexto ", encontrarás una exposición de los principales rasgos de su contexto histórico, sociocultural y filosófico, así como de los principales aspectos de su pensamiento: el cristianismo y la filosofía, la razón y la fe, el conocimiento, antropología y psicología, Dios, ética y política.

En la cuarta sección, "Textos", encontrarás una breve selección de fragmentos de obras de San Agustín, con el objeto de que puedas reconocer su estilo y familiarizarte con su vocabulario.

Por lo demás, si tienes dificultades con la terminología utilizada por San Agustín, en la sección "Glosario filosófico" podrás encontrar definiciones de algunos términos técnicos propios del vocabulario agustiniano.

https://www.webdianoia.com/medieval/agustin/agustin.htm
 
Back