Cuadernos de Filosofía

Martin Heidegger (1889-1976)


Martin Heidegger, Réflexions II-VI et Réflexions VII-XI - Philippe ...


Martin Heidegger fue uno de los filósofos más importantes del siglo XX, especialmente influyente en el campo de la metafísica así como en corrientes como la hermenéutica o el post-estructuralismo. Su filosofía ha sido fructífera también en campos como la psiquiatría, la sociología o los estudios religiosos.

Polémico por su relación con el régimen nacionalsocialista, su filosofía está marcada por la pregunta sobre el ser. En sus primeros aportes originales a la filosofía (que giran alrededor de su obra más conocida e importante, Ser y Tiempo, publicada en 1927), esta pregunta por el ser se enmarca en un análisis existencial del ser humano, que es el ente en el cual, a diferencia de las cosas, se da esta pregunta por el ser.

Heidegger, sin embargo, concibe al ser humano en relación esencial con las cosas y con el mundo, bajo el nombre de Dasein, su concepto más conocido, que supone también una teoría del conocimiento más originario alternativa al de la objetividad científica (aunque no en necesario conflicto con ella). ¿Cuál era esta concepción del ser humano de Heidegger, ligada radicalmente con el mundo y el conocimiento del mismo?



Las 20 mejores frases de Martin Heidegger


1. Trascendencia constituye individualidad.
Una frase ambigua de su obra “Ser y Tiempo”.

2. La angustia es la disposición fundamental que nos coloca ante la nada.
Una reflexión psicológica acerca de la angustia y su mirada al vacío infinito.

3. El cuerpo humano es algo esencialmente distinto a un organismo animal.
En esta frase de Martin Heidegger descubrimos su posicionamiento antropocéntrico.

4. Muy pronto la televisión, para ejercer su influencia soberana, recorrerá en todos los sentidos toda la maquinaria y todo el bullicio de las relaciones humanas.
Como diría George Orwell, los medios de comunicación nos hacen presos del pensamiento hegemónico. Una reflexión premonitoria del filósofo alemán.

5. Caminos, no obras.
Pensamiento a libre interpretación del lector.

6. Los mortales habitan en la medida en que reciben el cielo como cielo; en la medida en que dejan al sol y a la luna seguir su viaje, a las estrellas su ruta, a las estaciones del año su bendición y su injuria; en la medida en que no convierten la noche en día, ni hacen del día una carrera sin reposo.
Aquí nos muestra la fragilidad de la acción humana. En la aceptación está el camino.

7. Lo distintivo del pensar metafísico -que busca el fundamento del ente- es que, partiendo de lo presente, lo representa en su presencialidad y lo muestra, desde su fundamento, como fundado.
Una mirada hacia la corriente del pensamiento metafísico.

8. La filosofía implica una movilidad libre en el pensamiento, es un acto creador que disuelve las ideologías.
Pensar y reflexionar destruyen rápidamente los apriorismos y los dogmas.

9. Lo verdadero, ya sea una cosa verdadera o una proposición verdadera, es aquello que concuerda, lo concordante.
Definiendo la verdad en pocas palabras.

10. Poetizar es propiamente dejar habitar. Ahora bien, ¿por qué medio llegamos a tener un habitáculo? Por medio del edificar. Poetizar, como dejar habitar, es un construir.
Quien escribe poesía construye un resguardo de su propia consciencia.

11. Cantar y pensar son los troncos cercanos del poetizar. Crecen del ser y se alzan hasta tocar su verdad.
Otra frase de Heidegger sobre la poesía.

12. Quien piensa a lo grande tiene que equivocarse a lo grande.
Grandes proyectos implican también grandes riesgos.

13. El sentido común del hombre tiene su propia necesidad; afirma su legitimidad con la única arma que está a su alcance, esto es, la invocación a lo "obvio" de sus aspiraciones y reflexiones.
En ocasiones, el concepto de “sentido común” puede ser una forma de legitimar proyectos y anhelos socialmente bien vistos, “normales”.

14. Todo lo grande está en medio de la tempestad.
No hay triunfo sin sacrificios ni obstáculos permanentes.

15. Cuando el tiempo sólo sea rapidez, instantaneidad y simultaneidad, mientras que lo temporal, entendido como acontecer histórico, haya desaparecido de la existencia de todos los pueblos, entonces, justamente entonces, volverán a atravesar todo este aquelarre como fantasmas las preguntas: ¿para qué?, ¿hacia dónde?, ¿y después qué?
¿Tiene “fin” la historia del desarrollo de nuestras sociedades?

16. La gran tragedia del mundo es que no cultiva la memoria, y por tanto olvida a los maestros.
Olvidar el pasado nos condena a cometer errores una y otra vez.

17. No se puede probar nada en el reino del pensamiento; pero el pensamiento puede explicar muchas cosas.
Gran reflexión de Heidegger acerca de las limitaciones y potencialidades del pensamiento racional.

18. Lo más antiguo de lo antiguo llega desde atrás a nuestro pensar y, sin embargo, se nos adelanta. Por eso el pensar se detiene en la aparición de lo que fue, y es recuerdo.
Sobre la paradoja de los recuerdos y la experiencia.

19. Las Artes se convierten en instrumentos de información manipulados y manipuladores.
Por culpa de los medios de comunicación y del pensamiento hegemónico, incluso las disciplinas artísticas tienden a homogeneizar y uniformar sus formas y contenidos.

20. Sólo hay mundo donde hay lenguaje.
Una frase filosófica que dispone el lenguaje como creador de realidades, según Martin Heidegger.
 
Piccolo Pico, la fugaz estrella del rock de la filosofía del siglo XV
Se publica la primera biografía en español de Pico della Mirandola, el filósofo que dio inicio a la modernidad y que murió a los 31 años después de beberse la vida a tragos


Foto: Piccolo Pico, el filósofo adolescente


Piccolo Pico, el filósofo adolescente


AUTOR
PAULA CORROTO
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31/08/2020




Giovanni Pico della Mirandola (Mirandola, 1463-Florencia, 1494) tenía solo 24 años cuando se propuso montar el congreso de filosofía más grande que se hubiera organizado jamás. Acudirían sabios de todos los confines del mundo. El joven noble estaba incluso dispuesto a pagarles el viaje y la estancia. Y se debatirían hasta 900 tesis, muchas de ellas de profundo calado filosófico. Piccolo Pico, como le llamaban muchos por su edad, quería desparramar así la fuerza de su juventud y su pasión por el conocimiento y la sabiduría. Y quería instaurar también un nuevo marco intelectual más moderno, más racional y científico, que destruyera, de alguna forma, los pilares y paredes de la Iglesia, donde se recluía hasta entonces el pensamiento medieval. Le salió regular porque luego los honores se los han llevado otros. Y, además, murió joven, a los 31 años de edad, se dice que envenenado con arsénico. Los cambios nunca han sido fáciles.



'Pico della Mirandola'


'Pico della Mirandola'



No obstante, como dice el doctor en Filosofía Carlos Goñi, autor de la primera biografía en español de este joven filósofo del Renacimiento que publica ahora Arpa, y que incluye el famoso 'Discurso sobre la Dignidad del Hombre', Pico della Miandola fue una estrella del rock de su tiempo.Lo de vive deprisa y muere joven no se inventó antes de ayer. “Con toda naturalidad propuso ese congreso a todos los sabios de la humanidad de entonces, él mismo escribió de su propia pluma esas 900 tesis que tenían que ser disputadas. Aprendió hebreo, árabe, latín, griego, viajó muchísimo, incluso tuvo correrías amorosas. Si esto no es sobrecogedor…”, resume su biógrafo que cree que si no hay más libros sobre este filósofo es porque “era muy joven. Yo le llamo el filósofo adolescente, pero es más importante lo que quiso hacer y se truncó”.

Noble, de buena familia, el joven príncipe italiano nació en unos tiempos en los que ciertas creencias medievales se tambaleaban. Y crecía cierta sospecha hacia la Iglesia por la hipocresía de los miembros de su cúpula, como el Papa Alejandro VI, del que se decía que por el día rezaba y por las noches se dejaba llevar por sus concubinas. Voltaire recordaría siglos después una anecdótica conversación entre Pico y Alejandro VI que terminaba así:
“—¡Dios paternal! —exclamó—. Que vuestra santidad me perdone: vos no sois cristiano.

—¡No, a buena fe! —dijo el papa.

—¡Ya lo sospechaba! —concluyó el Piccolo Pico”.


En busca de la Verdad
Por eso, a Pico le interesaba atravesar las costuras medievales que tan bien habían tejido los escolásticos. “Es que él lo que era es un filósofo de los pies a la cabeza.. Busca la verdad y le da igual dónde esté. La busca donde sea. Y en aquella época lo hace en textos esotéricos, leyendo la cábala, leyendo a judíos y musulmanes. Cualquier cosa donde esté la verdad. Le da igual de donde venga. Y lo hace disputando, dialogando, que es lo propio del ser humano y del intelectual”, admite Goñi.

Escribió de su propia pluma 900 tesis que tenían que ser disputadas. Aprendió hebreo, árabe, latín, griego, viajó muchísimo, incluso tuvo correrías amorosas. Y murió a los 31 años

Tampoco es que estuviera en contra del cristianismo, que estamos hablando del siglo XV. Lo que ocurre es que tenía el atrevimiento, la frescura de la edad. “Y eso le llevó a pasarlo mal. La Iglesia se opuso a que hiciera ese congreso de Filosofía que tenía pensado, lo que pasa es que no les hizo mucho caso y siguió adelante”, afirma Goñi. Sin embargo, trece de las tesis propuestas fueron rechazadas por heréticas y Pico llegó a ser excomulgado por lo que tuvo que huir a Francia, donde sería detenido y encarcelado. Años después pudo regresar a Florencia donde trabaría amistad con el banquero, político y mecenas Lorenzo de Medici, que era como si te abrieran todas las puertas de la ciudad en cuanto a dinero y libertades.

La modernidad era la libertad
En el núcleo del pensamiento de Pico se abrió paso con fuerza el concepto de libertad y eso es, lo que según Goñi, hace de este filósofo el inicio de la modernidad, un honor que sin embargo se han llevado otros como Descartes. Pico rompe con el destino e invoca otra cosa:

“Define al hombre en términos de libertad y eso era una novedad. Tampoco hay que pensar que tira la naturaleza humana por la borda como harían después los existencialistas como Sartre, sino que él, desde el punto de vista cristiano, señala que Dios ha hecho al hombre, pero lo ha hecho encargándole que se acabe de hacer él. Pico dice que la grandeza de Dios como creador es que nos ha hecho indefinidos y ahora acaba de hacerte tú. Y te puedes hacer como una bestia, como un ángel, como quieras. Esa es la libertad que tiene la persona y su responsabilidad”. Esta idea, que se encuentra en el Discurso sobre la dignidad del hombre, es en la que abundarían Marx y Nietzschecuando trabajan en que la dignidad de la persona es algo ya no dado por naturaleza, sino un reconocimiento que habrá que conquistar o construir.

Otro de los aspectos que convirtieron a Pico en un tipo bastante moderno para su época fue la defensa de la concordia, el pacto y los acuerdos. En su tiempo la mayor lucha filosófica era entre platónicos y aristotélicos. El Renacimiento había rescatado ambas corrientes que se consideraban como agua y aceite, sobre todo en términos del alma y el conocimiento a priori. Explicado en trazo grueso: para los platónicos por supuesto que había un alma inmortal y estaba todo lo del mito de la caverna; los aristótelicos no tenían todas consigo con eso de la inmortalidad del alma e iban más a lo corpóreo, y en cuanto al conocimiento tampoco tenían tan claro que las ideas estuvieran ya de antes. Esas eran las peleas del siglo XV.

Ahora parece que todo consiste en acabar enfadado. Y eso no es hacer un debate. Al revés, uno se levanta enriquecido porque el otro me hace revisar mis pensamientos

A Pico le gustaba llegar a un cierto entendimiento y, por eso propuso que quizá la verdad era una mezcla de ambos pensamientos. Formó parte de la Academia platónica de Florencia, de su amigo Ficino, pero tampoco se decanta por el platonismo, ni por el aristotelismo e intenta unificar los dos. “El habla de lograr esa concordia, que tampoco significa ir cediendo por la vida, sino sobre todo diálogo”, sostiene Goñi que cree que precisamente ahora se echa mucho en falta este tipo de acuerdos en los debates: “Ahora parece que todo consiste en acabar enfadado. Y eso no es hacer un debate. Al revés, uno se levanta enriquecido porque he pensado en lo que dice el otro que piensa totalmente lo contrario a lo que pienso yo, pero me hace pensar y me hace revisar mis argumentos”.



Este era Lorenzo de Médici, el mecenas que amparó a muchos artistas en la Florencia del siglo XV


Este era Lorenzo de Médici, el mecenas que amparó a muchos artistas en la Florencia del siglo XV



Ciencia y pactos
Y si bien le entusiasmaban las discusiones intelectuales y llegar a acuerdos, por lo mismo le enfadaban las supersticiones, supercherías, falsedades sofistas y vendedores de crecepelo. Fue un hombre ilustrado mucho antes de la Ilustración. En su época hacía furor la astrología -cuándo no lo ha hecho- y la magia, y él era un profundo defensor de las ciencias como la astronomía -sí, también podía casar con el pensamiento cristiano. Como escribe Goñi, “examina la falsedad e inutilidad de las predicciones astrológicas, las cuales o no se cumplen o si se cumplen lo hacen por casualidad. ¿Cómo puede el cielo, siendo causa universal, pretender que derive en causa próxima de los eventos del mundo? ¿Pueden deberse los actos particulares a una causa tan universal?”. El biógrafo resalta que todas estas cuestiones del tarot no están muy lejos de “la posverdad y las mentiras. Es obvio que la verdad está en crisis. Pero la verdad acaece cuando se la busca. Y creo que nadie amó a la sabiduría como la amo Pico. Era un amor puro, adolescente”.

La astrología y el tarot no están muy lejos de “la posverdad y las mentiras. Es obvio que la verdad está en crisis. Pero la verdad acaece cuando se la busca"

No obstante, como le gustaba entrar en todos los charcos también tuvo amistades un tanto peligrosas, como la del sacerdote Savonarola, un dominico totalmente fanatizado que llegó a tener bastante poder en Florencia. Tanto que se enfrentó a Lorenzo de Medici, el rico mecenas de los artistas. Savonarola era más de quemar libros y montar hogueras por casi cualquier cosa. “A Pico le gustó de este hombre lo que decía sobre la hipocresía que había en la Iglesia, pero lo de las hogueras y quemar libros… Pico no hubiera quemado un libro en su vida. Él pensaba que en cualquier libro puede estar la verdad y le podía inspirar”, le defiende su biógrafo. Pero sí le costó cara esta relación, ya que se ha sospechado siempre que esta amistad pudiera estar detrás de su envenenamiento. En cualquier caso, Pico tenía sus enemigos y si ahora te cancelan el pensamiento antes directamente te envenenaban con arsénico.

 
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