CRIMEN DE LOS GALINDOS, 1975

Parece que está durmiendo la siesta o tomando el sol en la playa,con todos mis respetos.
Lo del color de las piernas,@Polimalo,ya no recuerdo de donde saliò,pero no lo puse yo,en el libro no dice nada.No sé si en algún video o artículo.Decía que el tener las piernas de color como morado,creo que comentamos,y que eso sugería una postura determinada,que no es la de la foto: tronco y cabeza más elevados que las piernas.Creo recordar que no decía mucho más.A ver si lo encuentro...
 
Última edición por un moderador:
Subo de nuevo el mensaje


El sumario de Los Galindos contradice el relato del hijo de los marqueses


El sumario del quíntuple crimen de Los Galindos desmiente aspectos fundamentales del libro que ha escrito el hijo de los marqueses dueños del cortijo, Juan Mateo Fernández de Córdova, quien ha hecho un nuevo relato de los cinco asesinatos cometidos el 22 de julio de 1975 intentando explicar las lagunas que dejó la investigación judicial.

El sumario contradice en primer lugar su teoría de que el cadáver del capataz Manuel Zapata estuvo escondido durante dos días en un armario de la casa principal, de donde fue sacado por el marqués de Grañina y su administrador en la madrugada del 25 de julio y depositado en la parte trasera del cortijo, donde fue encontrado a las pocas horas.

Así, el acta de levantamiento del cadáver recoge que la Paj* y la tierra que había bajo la cabeza del fallecido se encontraban “impregnadas de sangre”, lo que indica que se desangró allí y no pudo ser asesinado en su propia vivienda y luego permanecer escondido durante dos días en la casa de los marqueses, como sostiene Fernández de Córdova.

El libro “El crimen de Los Galindos. Toda la verdad” defiende que Zapata fue asesinado porque estaba decidido a revelar al suegro del marqués, verdadero dueño de la finca, un desfalco que se estaba cometiendo en la cooperativa CODUVA de Utrera.

Es cierto que se sospechó de un posible fraude en las declaraciones de trigo de Los Galindos al Servicio Nacional de Productos Agrarios (SENPA), pero la Guardia Civil no detectó ninguna irregularidad en Utrera dentro de sus prolijas investigaciones en torno a un posible móvil económico, según coinciden los conocedores del caso.

Fernández de Córdova afirma que Zapata fue asesinado a golpes en la cabeza con la pieza de una empacadora y luego, cuando su cadáver fue depositado en la parte posterior del cortijo, el marqués y el administrador le atravesaron el tórax con una horca de labranza para acelerar la descomposición sin que se aventase.

Pero el informe de autopsia es claro al indicar que las heridas punzantes en el tórax fueron las primeras y no fueron mortales, mientras que los “tantos y tan gravísimos” traumatismos en la cabeza fueron “los últimos y definitivos” y resultaron “absolutamente mortales”.

Otro dato contra la permanencia del cadáver durante dos días en la casa son las larvas de la mosca lucilia sericata que presentaba y que “indican que la puesta de los huevos se ha hecho en el campo”, según el informe entomológico que figura en la causa.

La casa principal del cortijo, en la actualidad
La casa principal del cortijo, en la actualidad

La casa principal del cortijo, en la actualidad
Una novedad del libro es que explica de forma detallada los horarios de un supuesto viaje de ida y vuelta en tren del marqués de Grañina desde Málaga -donde se encontraba para asistir al entierro de un tío- a Sevilla el día de los crímenes. Supuestamente salió de Málaga en un tren de las 9 de la mañana del 22 de julio, estuvo en Los Galindos y regresó a media tarde.

Pero en el sumario constan las declaraciones de varios testigos, en especial un hermano del marqués, que estuvieron con él en Málaga a las misma hora en que según el libro estaba en el cortijo apoyando a un matón llamado Curro que fue quien acabó con las cinco víctimas.

Así, el hermano del marqués declaró que el día 22 se levantaron pronto y salieron de su hotel de Málaga sobre las 8.30 horas, desayunaron, hicieron algunas compras y luego fueron al hospital donde había fallecido su tío, donde permanecieron con otros familiares hasta la hora de comer.

Almorzaron en un restaurante de El Palo, a las 17 horas tuvo lugar el entierro y a las 18.15 ambos salieron por carretera hacia Sevilla. Pararon en Marbella a saludar a unos familiares y luego en Algeciras a tomar un aperitivo. Finalmente llegaron a Sevilla hacia medianoche.

Otra revelación de Fernández de Córdoba es que atribuye a la perrita Tundra haber lamido la cara de Juana, la esposa del capataz, cuando yacía muerta en el suelo de un dormitorio con la cabeza destrozada a golpes, aunque en el sumario figura el hallazgo de una toalla húmeda ensangrentada con la que alguien había intentado lavarle la cara.

El sumario también habla del “conflictivo” reloj que se puso en marcha
El relato del hijo de los marqueses encaja, sin embargo, con uno de los enigmas recogidos en el sumario: que el reloj automático de Zapata estaba parado a una hora -las 5 de la madrugada del 25 de julio- que no coincidía con el tiempo que debería llevar sin movimiento desde el asesinato de su dueño, hacia las 12.30 horas del 22 de julio.

Fernández de Córdoba mantiene que ese reloj se paró cuando el cuerpo de Zapata estuvo escondido en la casa principal y se puso en marcha automáticamente cuando el marqués y el administrador lo trasladaron a la parte trasera del cortijo.

Ya el primer informe de autopsia indicaba que el reloj era un “punto verdaderamente conflictivo” pues “no admite dudas que estos relojes tienen un tiempo máximo de marcha de 24 a 30 horas”.

“La muerte o al menos la inmovilización del reloj tuvo que ocurrir entre las cero horas y las 5 del día 24” pero las características del cadáver indicaban que la muerte se había producido tres días antes.

Y los forenses dejaron por escrito “un hecho muy manifiesto que todos tuvimos ocasión de ver”: la “fuerte coloración azul verdosa” de las piernas de Zapata, que indicaba que al menos en las doce horas que siguieron a la muerte el cadáver tuvo que estar con las piernas más bajas que el tronco y la sangre descendió por gravedad hacia ellas. En caso de haber estado boca abajo -la posición en la que fue hallado- esa concentración de sangre se habría producido en el tronco.


3 cosas:

- Si el sumario no está disponible, los datos de la autopsia han tenido que extraerse de otro lugar. ¿?¿?

- Si la sangre estaba agolpada en las piernas y no en el tronco, tampoco sería posible que Zapata fuera asesinado en el lugar que se encontró, puesto que su postura era boca abajo en el suelo ¿No?

- ¿Conocéis el funcionamiento de los relojes automáticos? A mí se me escapa esa info y me parece importante.
 
Y los forenses dejaron por escrito “un hecho muy manifiesto que todos tuvimos ocasión de ver”: la “fuerte coloración azul verdosa” de las piernas de Zapata, que indicaba que al menos en las doce horas que siguieron a la muerte el cadáver tuvo que estar con las piernas más bajas que el tronco y la sangre descendió por gravedad hacia ellas. En caso de haber estado boca abajo -la posición en la que fue hallado- esa concentración de sangre se habría producido en el tronco.


esto entiendo que se refiere a en algun momento de las primeras 12 horas tras la muerte, y no a partir de 12 horas despues

podria ser que lo dejaran sentado nada mas matarlo, unas horas, si fue el primero en morir, sobre las 12 del mediodia, y antes de las 17 h desplazarlo a donde aparecio
aunque seguimos teniendo el enigma del reloj
 
@Polimalo ; parece ser que se encontró sudor en el gatillo de la escopeta y que se comparó ese ADN de sudor con un individuo concreto, visto por la zona el dia del crimen, resultando que muy probablemente coincidia
sin embargo como en interrogatorio no confesó, asi se quedó,,

parece a primera vista una prueba de culpablidad iportante, aunque quiza puedas decirnos si es que en esa epoca no se podia extraer suufucebtes paraetros de ADN para afirmar sin duda que un adn corresponde a tal individuo, y no a ningun otro

El 21 de octubre de 1986, el juez especial de Los Galindos citó en su despacho del Juzgado do de Instrucción número 5 de los de Sevilla a la persona que, según el capataz, fue vista esa tarde con sus ropas de soldado manchadas de sangre. Habían pasado ya más de once años, Francisco Gil Chaparro 69 y, evidentemente, no era lo mismo, pero la esperanza de todas las partes de encontrar la pieza que le faltaba al puzle, hizo que la expectación entre todos fuera tremenda. Con anterioridad, efectivos de las Fuerzas de Seguridad del Estado habían investigado sobre la vida de este joven, y como consecuencia de la misma se comprobó que en la fecha en la que se cometieron los crímenes se encontraba haciendo el servicio militar y que, el día de autos, disfrutaba de unos días de permiso. Cuando la mujer escuchó las declaraciones de su marido, ésta de pronto recordó que, efectivamente, ese 22 de julio de 1975 también ella vio a esa misma persona y que sus ropas militares se encontraban tendidas en un cordel de detrás de la casa, como si hubieran sido recién lavadas, y que el pantalón presentaba grandes rotos en el bolsillo derecho. Más tarde, vio ya al soldado con sus ropas puestas marcharse en una motocicleta. Pero, claro, tampoco ella sospechaba nada esa tarde de lo ocurrido en Los Galindos, y no le llamó la atención como ahora. En su declaración ante el juez, este joven negó los hechos, a pesar de los indicios y de que las declaraciones del capataz habían sido confirmadas, y el juez no tuvo más remedio que ponerlo en libertad sin cargos.

Caer derrotado

Esta declaración ante el juez Moreno Andrade es recordada por algunas de las partes presentes en el despacho como entre aquellas que mantuvieron un ambiente de tensión durante algunos instantes, que les parecieron eternos, porque daban la impresión de que las personas a las que se interrogaba se iban a derrotar y de que, por fin, iban a declarar lo que sabían. El propio juez de Los Galindos confirma que esto ha ocurrido, y y no sólo en una ocasión sino en varias. “Esa sensación conocida en el argot policial de que una persona se va a derrotar de un momento a otro me ha ocurrido con varias personas, unas relacionadas con la linea y otras no. Incluso recuerdo que un día hicimos una diligencia muy interesante, de reconstrucción de hechos, y, naturalmente, las personas, que a veces se pueden sentir intimidadas por la presencia judicial o policial, dieron la sensación de que se iban a derrotar”. Pero no pasó nada.

El abogado Manuel Toro es de la misma opinión. Este letrado, que se personó en el caso para lavar el buen nombre de la familia González y que lo consiguió con el tiempo, recuerda el interrogatorio en cuestión.

“De la escopeta con la que se mató a Parrilla y que apareció con la culata rota, que estaba menos tequeteada que el pajarito, se sacó una muestra de sudor, que guarda unas características idénticas a las de la saliva de las personas, y la investigación dio como resultado la identidad de alguien concreto que, es cierto, se encontraba derrumbada en una declaración. A esta persona se le interrogó porque un capataz, que trabajaba en el cortijo de al lado de Los Galindos, dijo a la hora de su muerte que lo vio, y verdaderamente se consiguieron poner en pie una serie de datos, que coincidían con los análisis realizados en el arma”.

Detector de mentiras Manuel Toro pidió, después de que el sospechoso siguiera negando toda relación con los hechos, que si era necesario “que se le hiciera un interrogatorio técnico, a modo de detector de mentiras. Pero no se admitió. Yo creo que todavía hoy se puede averiguar algo del análisis de la escopeta”
 
Yes! Veo difícil que nadie encontrara al pobre Zapata, ni la Gc ni los curiosos del pueblo. Aunque leyendo que la Paj* tenía manchas de sangre y también la tierra en coincidencia con la postura del cuerpo, todo indica que siempre estuvo allí... si, para flipar.
Lo de las piernas dónde lo puedo leer?

La mancha en la cocina se hablaba de un tamaño, no?
Es qué hay manchas de manchas, algunas incompatibles con la vida e inicio del shock hipovolémico.
Un ejercicio sencillo y si mayores datos clínicos:
Digamos que Zapata tenía 5.5 litros de sangre, que no creo por su peso que se aprecia bastante delgado.
Pierde en la cocina un 15% e inicia el shock, sucede el deceso. El otro % según goteo (puede variar) lo perdería en aprox 16-18 horas - En el armario-
Entonces qué es lo que aparece en la Paj*? A tres dias el cuerpo está en etapa enfisematosa presentando flictena y un proceso acelerado de putref y no sangrando más y más.


No sé, a mi eso me deja dudas. No sé a vosotras y a Avizor
Gracias por la explicacion. Me podrias aclarar un poco esto: Entonces qué es lo que aparece en la Paj*? A tres dias el cuerpo está en etapa enfisematosa presentando flictena y un proceso acelerado de putref y no sangrando más y más.
 
indicaba que al menos en las doce horas que siguieron a la muerte el cadáver tuvo que estar con las piernas más bajas que el tronco

Lo entiendo como que al menos durante unas 12 horas tuvo que estar así,que no vale con 4 ó 5 para que las piernas presentaran esa coloración.
@Polimalo sácanos ya de dudas!:ROFLMAO:
 
@Polimalo ; parece ser que se encontró sudor en el gatillo de la escopeta y que se comparó ese ADN de sudor con un individuo concreto, visto por la zona el dia del crimen, resultando que muy probablemente coincidia
sin embargo como en interrogatorio no confesó, asi se quedó,,

parece a primera vista una prueba de culpablidad iportante, aunque quiza puedas decirnos si es que en esa epoca no se podia extraer suufucebtes paraetros de ADN para afirmar sin duda que un adn corresponde a tal individuo, y no a ningun otro

El 21 de octubre de 1986, el juez especial de Los Galindos citó en su despacho del Juzgado do de Instrucción número 5 de los de Sevilla a la persona que, según el capataz, fue vista esa tarde con sus ropas de soldado manchadas de sangre. Habían pasado ya más de once años, Francisco Gil Chaparro 69 y, evidentemente, no era lo mismo, pero la esperanza de todas las partes de encontrar la pieza que le faltaba al puzle, hizo que la expectación entre todos fuera tremenda. Con anterioridad, efectivos de las Fuerzas de Seguridad del Estado habían investigado sobre la vida de este joven, y como consecuencia de la misma se comprobó que en la fecha en la que se cometieron los crímenes se encontraba haciendo el servicio militar y que, el día de autos, disfrutaba de unos días de permiso. Cuando la mujer escuchó las declaraciones de su marido, ésta de pronto recordó que, efectivamente, ese 22 de julio de 1975 también ella vio a esa misma persona y que sus ropas militares se encontraban tendidas en un cordel de detrás de la casa, como si hubieran sido recién lavadas, y que el pantalón presentaba grandes rotos en el bolsillo derecho. Más tarde, vio ya al soldado con sus ropas puestas marcharse en una motocicleta. Pero, claro, tampoco ella sospechaba nada esa tarde de lo ocurrido en Los Galindos, y no le llamó la atención como ahora. En su declaración ante el juez, este joven negó los hechos, a pesar de los indicios y de que las declaraciones del capataz habían sido confirmadas, y el juez no tuvo más remedio que ponerlo en libertad sin cargos.

Caer derrotado

Esta declaración ante el juez Moreno Andrade es recordada por algunas de las partes presentes en el despacho como entre aquellas que mantuvieron un ambiente de tensión durante algunos instantes, que les parecieron eternos, porque daban la impresión de que las personas a las que se interrogaba se iban a derrotar y de que, por fin, iban a declarar lo que sabían. El propio juez de Los Galindos confirma que esto ha ocurrido, y y no sólo en una ocasión sino en varias. “Esa sensación conocida en el argot policial de que una persona se va a derrotar de un momento a otro me ha ocurrido con varias personas, unas relacionadas con la linea y otras no. Incluso recuerdo que un día hicimos una diligencia muy interesante, de reconstrucción de hechos, y, naturalmente, las personas, que a veces se pueden sentir intimidadas por la presencia judicial o policial, dieron la sensación de que se iban a derrotar”. Pero no pasó nada.

El abogado Manuel Toro es de la misma opinión. Este letrado, que se personó en el caso para lavar el buen nombre de la familia González y que lo consiguió con el tiempo, recuerda el interrogatorio en cuestión.

“De la escopeta con la que se mató a Parrilla y que apareció con la culata rota, que estaba menos tequeteada que el pajarito, se sacó una muestra de sudor, que guarda unas características idénticas a las de la saliva de las personas, y la investigación dio como resultado la identidad de alguien concreto que, es cierto, se encontraba derrumbada en una declaración. A esta persona se le interrogó porque un capataz, que trabajaba en el cortijo de al lado de Los Galindos, dijo a la hora de su muerte que lo vio, y verdaderamente se consiguieron poner en pie una serie de datos, que coincidían con los análisis realizados en el arma”.

Detector de mentiras Manuel Toro pidió, después de que el sospechoso siguiera negando toda relación con los hechos, que si era necesario “que se le hiciera un interrogatorio técnico, a modo de detector de mentiras. Pero no se admitió. Yo creo que todavía hoy se puede averiguar algo del análisis de la escopeta”

Me surge una duda¿,cómo se le pudo identificar si previamente no estaba fichado? ¿aunque lo negara,si realmente se comparó,como explicó la presencia de ese sudor en esa escopeta?
 
Última edición:
Me surge una duda¿,cómo se le pudo identificar sin previamente no estaba fichado? ¿aunque lo negara,si realmente se comparó,como explicó la presencia de ese sudor en esa escopeta?

¿Por la pista de ser militar pudo estar identificado? Imagino que sí ? . Además saber si entonces estaba de permiso o cumpliendo una misión en alguna parte, también. Al igual que comprobaron lo de esos 8 militares para descartar el móvil que difundió el marqués. Lo que no sé es si inició carrera militar o estaba haciendo "la mili", que son 2 cosas distintas. ? Pero bueno, ahí lo dejo, por ser lo que se me ocurre, a ver si nos topamos con info que lo aclare.
 
Captura-de-pantalla-2019-07-22-a-las-15.12.18-640x345.png


Hablamos de la postura cuando lo encontraron. ¿Si hubiera muerto sentado a los 3 días se le podría poner en esa posición de estirado? Por otro lado ¿Sería normal esa postura de pies cruzados si efectivamente ahí le hubieran matado asestándole un golpetazo en la cabeza y hubiera caído naturalmente? No veo los pies cruzados una postura muy natural en esa situación, la verdad.
Si, antes de 3 dias, de hecho se puede manipular en menos de 24 hrs.
Y si lo pensamos al revés? A ver si logro explicarme:
Recibe el golpe, cae, para verificar que está muerto dan vuelva al cuerpo y luego al constatar lo giran nuevamente quedando esa postura de cruce los pies.
Aunque también el pie pudo sobreexponerse sobre el otro por un leve espasmo postm.

La verdad es que si es inquietante lo de Zapata, también puede ser lo que dice Avizor, que nunca encuentra nada a la primera jajaja
 
@Polimalo ; parece ser que se encontró sudor en el gatillo de la escopeta y que se comparó ese ADN de sudor con un individuo concreto, visto por la zona el dia del crimen, resultando que muy probablemente coincidia
sin embargo como en interrogatorio no confesó, asi se quedó,,

parece a primera vista una prueba de culpablidad iportante, aunque quiza puedas decirnos si es que en esa epoca no se podia extraer suufucebtes paraetros de ADN para afirmar sin duda que un adn corresponde a tal individuo, y no a ningun otro

El 21 de octubre de 1986, el juez especial de Los Galindos citó en su despacho del Juzgado do de Instrucción número 5 de los de Sevilla a la persona que, según el capataz, fue vista esa tarde con sus ropas de soldado manchadas de sangre. Habían pasado ya más de once años, Francisco Gil Chaparro 69 y, evidentemente, no era lo mismo, pero la esperanza de todas las partes de encontrar la pieza que le faltaba al puzle, hizo que la expectación entre todos fuera tremenda. Con anterioridad, efectivos de las Fuerzas de Seguridad del Estado habían investigado sobre la vida de este joven, y como consecuencia de la misma se comprobó que en la fecha en la que se cometieron los crímenes se encontraba haciendo el servicio militar y que, el día de autos, disfrutaba de unos días de permiso. Cuando la mujer escuchó las declaraciones de su marido, ésta de pronto recordó que, efectivamente, ese 22 de julio de 1975 también ella vio a esa misma persona y que sus ropas militares se encontraban tendidas en un cordel de detrás de la casa, como si hubieran sido recién lavadas, y que el pantalón presentaba grandes rotos en el bolsillo derecho. Más tarde, vio ya al soldado con sus ropas puestas marcharse en una motocicleta. Pero, claro, tampoco ella sospechaba nada esa tarde de lo ocurrido en Los Galindos, y no le llamó la atención como ahora. En su declaración ante el juez, este joven negó los hechos, a pesar de los indicios y de que las declaraciones del capataz habían sido confirmadas, y el juez no tuvo más remedio que ponerlo en libertad sin cargos.

Caer derrotado

Esta declaración ante el juez Moreno Andrade es recordada por algunas de las partes presentes en el despacho como entre aquellas que mantuvieron un ambiente de tensión durante algunos instantes, que les parecieron eternos, porque daban la impresión de que las personas a las que se interrogaba se iban a derrotar y de que, por fin, iban a declarar lo que sabían. El propio juez de Los Galindos confirma que esto ha ocurrido, y y no sólo en una ocasión sino en varias. “Esa sensación conocida en el argot policial de que una persona se va a derrotar de un momento a otro me ha ocurrido con varias personas, unas relacionadas con la linea y otras no. Incluso recuerdo que un día hicimos una diligencia muy interesante, de reconstrucción de hechos, y, naturalmente, las personas, que a veces se pueden sentir intimidadas por la presencia judicial o policial, dieron la sensación de que se iban a derrotar”. Pero no pasó nada.

El abogado Manuel Toro es de la misma opinión. Este letrado, que se personó en el caso para lavar el buen nombre de la familia González y que lo consiguió con el tiempo, recuerda el interrogatorio en cuestión.

“De la escopeta con la que se mató a Parrilla y que apareció con la culata rota, que estaba menos tequeteada que el pajarito, se sacó una muestra de sudor, que guarda unas características idénticas a las de la saliva de las personas, y la investigación dio como resultado la identidad de alguien concreto que, es cierto, se encontraba derrumbada en una declaración. A esta persona se le interrogó porque un capataz, que trabajaba en el cortijo de al lado de Los Galindos, dijo a la hora de su muerte que lo vio, y verdaderamente se consiguieron poner en pie una serie de datos, que coincidían con los análisis realizados en el arma”.

Detector de mentiras Manuel Toro pidió, después de que el sospechoso siguiera negando toda relación con los hechos, que si era necesario “que se le hiciera un interrogatorio técnico, a modo de detector de mentiras. Pero no se admitió. Yo creo que todavía hoy se puede averiguar algo del análisis de la escopeta”
Jejejeje
Hombre, qué difícil, deja que revise algún archivo para ver qué se podía realizar en la época, el epitelial no me parece de tan vieja data, al menos en España.
Será que el análisis fue macroscópico similar a análisis morfológico?
La línea del militar siempre ha inquietado a un par de Gc ya en retiro
 
Lo entiendo como que al menos durante unas 12 horas tuvo que estar así,que no vale con 4 ó 5 para que las piernas presentaran esa coloración.
@Polimalo sácanos ya de dudas!:ROFLMAO:
Y los forenses dejaron por escrito “un hecho muy manifiesto que todos tuvimos ocasión de ver”: la “fuerte coloración azul verdosa” de las piernas de Zapata, que indicaba que al menos en las doce horas que siguieron a la muerte el cadáver tuvo que estar con las piernas más bajas que el tronco y la sangre descendió por gravedad hacia ellas. En caso de haber estado boca abajo -la posición en la que fue hallado- esa concentración de sangre se habría producido en el tronco.


esto entiendo que se refiere a en algun momento de las primeras 12 horas tras la muerte, y no a partir de 12 horas despues

podria ser que lo dejaran sentado nada mas matarlo, unas horas, si fue el primero en morir, sobre las 12 del mediodia, y antes de las 17 h desplazarlo a donde aparecio
aunque seguimos teniendo el enigma del reloj

Es como dice Avizor
Este tema es confuso aún a estas fechas, al menos para mi :dead: y unos cuantos que no tenemos mucha experiencia.
Hay consenso aproximado en estos datos:
Inicia a las 3-5 horas y se fijan a las 12 -15 hrs.
El intervalo del tiempo entre las 3 y 15 hrs son las livideces modificables, que si aprietas desaparece de momento la manchas, después de las 12-15 hrs ya se fijan.
Luego de eso si el cadaver es movido se llama transposición de livideces que son nuevas manchas en la zona de declive, sin que desaparezcan las primeras, ambas tienen un tono diferente.
Hay forenses mayores que indican que si el cuerpo aparece de espaldas puede apreciarse en menos de una hora livideces en el cuello, una zona de alto riego sanguíneo.
La verdad es que bien podría decirte que no estoy de acuerdo en estas apreciaciones y que para mi un fármaco puede complicar mucho este método que es un poquillo antiguo, pero respecto mucho a la gente de edad porque la experiencia es un grado y yo respeto los grados ?
 
Gracias por la explicacion. Me podrias aclarar un poco esto: Entonces qué es lo que aparece en la Paj*? A tres dias el cuerpo está en etapa enfisematosa presentando flictena y un proceso acelerado de putref y no sangrando más y más.
Hola prima,
La enfisematosa/ flictena son unas burbujitas de gases que inician la descomposición. En un cuerpo vivo es similar cuando te quemas con hielo o fuego se forma una bolita de agua, en el caso de un cuerpo muerto es agua con lípidos y gases propios del deceso.
Un cuerpo tras 16-18 horas del fallecimiento es bastante improbable que siga sangrando pues ya ha fijado las livideces (Sangre) y el goteo ha cesado por el rigor mortis y por otros fenómenos gaseosos.
Por lo qué ahora si pienso que murió allí, si había sangre en la tierra y en la Paj* tuvo que ser a las pocas horas de ser golpeado, es que el sangrando en varias horas indica vida -riego
 
Back