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Un viaje interior a tres maravillas naturales (y poco conocidas) de Chile
Pisco Elqui, Punta de Choros y Bahía Inglesa, tres destinos alejados del turismo masivo
Valle de Elqui región de Coquimbo, Chile (xeni4ka / Getty Images/iStockphoto)
“Cuando pa’ Chile me voy, cruzando la cordillera, ¡Late el corazón contento!”, dice la canción popular interpretada por María Dolores Pradera. Y no es para menos. El sur de América Latina ofrece paisajes naturales maravillosos, y el extenso territorio de Chile permite disfrutar de una flora y fauna únicos en su tipo.
Para los que deseen conectar con la naturaleza, nada mejor que un viaje a través de estos tres destinos chilenos: el Pisco Elqui, Bahía Inglesa y Punta de Choros.
Pisco Elqui: la magia bajo las estrellas
En la región de Coquimbo, a cien kilómetros de La Serena, se encuentra Pisco Elqui, un lugar famoso por tener los cielos más diáfanos del hemisferio sur, y por mostrar unos paisajes que deslumbran a cualquier mortal.
Ubicado a un costado de la cordillera de los Andes, este pueblo se denominó La Unión hasta que, a causa de la producción de pisco - un destilado de alcohol típico de la zona, equivalente a un aguardiente de uvas- cambió su nombre.
Según cuentan las leyendas populares, todo visitante que llega a Pisco Elqui se conecta con la energía de la madre tierra de tal manera que queda atrapado allí como un imán, y sin necesidad de tomarse botella alguna de la popular bebida alcohólica.
El viajero descubrirá que cuando cae el sol se observan las estrellas, las galaxias y los cuerpos celestes como si estuviera levitando en el cielo. Sin necesidad de subir a una nave espacial, puedes ver todo el firmamento, pues el lugar es famoso por ofrecer astro tours , caminatas nocturnas a las montañas elquinas con charlas explicativas acerca de los satélites y planetas, además de poder degustar Pisco de elaboración artesanal. Un guía especializado te introducirá en el mundo de la astronomía a través de la observación en un telescopio.
Karina Vazquez y Tali Akuka de astrotour (K.V / T.A)
Pisco Elqui es parte de la ruta de las estrellas, un camino en el que se realiza turismo astronómico desde distintos puntos montañosos del país . Así que, si quieres sentir como si estuvieras en el espacio, ir a Pisco Elqui es un lugar imprescindible en este viaje. El paisaje atrapa a los viajeros, y así fue como yo misma aluciné cada noche con los cielos más preciosos que existen en el sur de nuestro planeta.
También te cautivará el ambiente familiar del pueblo de tan solo 1.500 habitantes, te sentirás en intimidad junto a las estrellas. Es un lugar que transmite paz y una sensación de relajación inusitada,por eso se practican todo tipo de terapias alternativas: reflexología, yoga, meditación y reiki, incluso tarot. Una invitación a un viaje interior a través de la conexión con la naturaleza. La madre tierra a tus pies.
Las tradiciones de Pisco Elqui fueron heredadas de los diaguitas, un pueblo que practicaba la astronomía antigua y creían que los seres humanos eran parte de un sistema natural. De ahí que los lugareños todavía realizan ceremonias en honor a las montañas, al sol y la luna.
La cabalgata salvaje
A caballo por los cerros que rodean el pueblo se atraviesa el río Cochiguaz para observar la imponente cordillera de Los Andes en una cabalgata, a través de las montañas, que llevan a lugares vírgenes, intactos, puros y mágicos de impresionante belleza y color.
Pisco Elqui ubicado a un costado de la cordillera de los Andes (K.V / T.A)
Pisco Elqui es el pueblo de Gabriela Mistral, la gran poetisa trasandina que lo dibujó en uno de sus más bellos poemas: “Mi infancia aquí mana leche de cada rama que quiebro, y de mi cara se acuerdan salvia con el romero, y vuelven sus ojos dulces como con entendimiento, y yo me duermo embriagada en sus nudos y entreveros”.
Gabriela Mistral vivió en este paraje que la motivó y la inspiró a escribir. Ella recibió el premio Nobel de Literatura en 1945, y en el pueblo de Vicuña hay un museo en su honor que vale la pena visitar. La impronta de esta mujer, independiente y fuerte, motivó al resto de mujeres de tal manera que las iniciativas turísticas son lideradas por ellas. Entre la población se nombra a Pisco como el ‘pueblo de las mujeres’.
Cómo llegar a Pisco Elqui
Desde La Serena, una ciudad situada al lado del Pacífico, se viaja en un bus que tarda una hora en llegar al destino. En época invernal puede que los caminos queden inhabilitados por la nieve.
Punta de Choros, una maravilla natural
A tan solo una hora de La Serena, en la región de Coquimbo, se encuentra la caleta Punta de Choros, un lugar rústico habitado por una población de pescadores artesanales. La costa cautiva a los visitantes por su tranquilidad y belleza natural, y desde allí se navega hacia la isla Choros, que es parte de la Reserva Nacional del Pingüino Humboldt que recibe este nombre por un tipo de pingüino que allí habita.
Os aconsejo que realicéis este tour por la mañana pues observaréis delfines nariz de botella, colonias de pingüinos, distintos tipos de aves, como pelícanos, piqueros y gavotines sudamericanos, entre muchas otras especies que engalanan el lugar.
Ejemplar de chungungo reposando en una roca en isla Choros (K.V / T.A)
Navegarás en un bote hacia la isla Damas, y se acercarán los delfines juguetones para saludarte a su manera, los guías explican que si tienes buen ánimo tendrás la suerte de verlos, pues estos animales perciben el buen humor de las personas y las emociones positivas.
Una curiosidad: en esta reserva ecológica los pingüinos viven al inicio del desierto de Atacama, uno de los más secos del mundo.
Cola de una ballena azul en isla Choros (K.V / T.A)
Al llegar a las islas te quedarás sorprendido por sus dos maravillosas playas: playa Tijeras y playa La Poza, ambas parecen de otra dimensión con sus arenas blancas y aguas de color turquesa. Sin embargo, está prohibido bañarse para proteger el hábitat de las especies que habitan en la zona.
El paraíso de Bahía Inglesa
Desde La Serena viajarás a Copiapó para hacer conexión, a Bahía Inglesa, desde La Caldera. La travesía vale la pena porque te encontrarás con unas playas de película a las que denominan como ‘el Caribe chileno’. Las aguas de Bahía Inglesa son cristalinas, ideales para hacer esnórquel y nadar entre cardúmenes de peces de colores.
La Piscina es una de las playas más paradisíacas del lugar, se denomina así porque no tiene olas y es exquisita para nadar durante horas. Solamente debes saber que sus aguas tienen una temperatura muy baja algunos días - entre 9° y 18°-, a veces la sensación de frío es alta por la diferencia térmica entre el exterior y el interior. Un lugar en el que se puede degustar una excelente gastronomía compuesta por frutos de mar y pescados frescos.
Otra visita indispensable es el Morro Copiapó que tiene forma de ballena, la playa Chorrillos, una zona escondida y rodeada de acantilados, así como la playa de La Virgen, perfecta para tomar fotografías sin bañador. A veces se acercan los leones marinos y descansan en las playas abarrotadas por los turistas.
León marino en la Bahía Inglesa (K.V / T.A)
Por otra parte, en esta área hay yacimientos fósiles que datan de hasta 11 millones de años. Puedes visitar el parque Paleontológico Los Dedos, a cinco kilómetros de Bahía Inglesa, la entrada es gratuita. Encontraréis fósiles de fauna marina que se exhiben en un museo al aire libre con ejemplares originales y algunas réplicas. El parque está situado en la región del desierto de Atacama. La gran variedad de colores marrones resultado de la erosión de los minerales, hará que os sintáis como si estuvierais en Marte.
Durante los meses de agosto y septiembre se produce un fenómeno inusual -producto de las pocas lluvias y las heladas- el denominado desierto florido. El paisaje árido y seco se llena sorprendentemente de flores moradas.
Armando Tejada Gómez dice en su canción: “Subo desde el sur, vengo desde el norte, y todo parece que besa mi Chile, cobre y mineral”. No puedes perderte este viaje único por un destino natural que te fascinará.
Playa en la Bahía Inglesa (K.V / T.A)
https://www.lavanguardia.com/ocio/v...punta-de-choros-bahia-inglesa-pisco-elqu.html
Pisco Elqui, Punta de Choros y Bahía Inglesa, tres destinos alejados del turismo masivo
Valle de Elqui región de Coquimbo, Chile (xeni4ka / Getty Images/iStockphoto)
“Cuando pa’ Chile me voy, cruzando la cordillera, ¡Late el corazón contento!”, dice la canción popular interpretada por María Dolores Pradera. Y no es para menos. El sur de América Latina ofrece paisajes naturales maravillosos, y el extenso territorio de Chile permite disfrutar de una flora y fauna únicos en su tipo.
Para los que deseen conectar con la naturaleza, nada mejor que un viaje a través de estos tres destinos chilenos: el Pisco Elqui, Bahía Inglesa y Punta de Choros.
Pisco Elqui: la magia bajo las estrellas
En la región de Coquimbo, a cien kilómetros de La Serena, se encuentra Pisco Elqui, un lugar famoso por tener los cielos más diáfanos del hemisferio sur, y por mostrar unos paisajes que deslumbran a cualquier mortal.
Ubicado a un costado de la cordillera de los Andes, este pueblo se denominó La Unión hasta que, a causa de la producción de pisco - un destilado de alcohol típico de la zona, equivalente a un aguardiente de uvas- cambió su nombre.
Según cuentan las leyendas populares, todo visitante que llega a Pisco Elqui se conecta con la energía de la madre tierra de tal manera que queda atrapado allí como un imán, y sin necesidad de tomarse botella alguna de la popular bebida alcohólica.
El viajero descubrirá que cuando cae el sol se observan las estrellas, las galaxias y los cuerpos celestes como si estuviera levitando en el cielo. Sin necesidad de subir a una nave espacial, puedes ver todo el firmamento, pues el lugar es famoso por ofrecer astro tours , caminatas nocturnas a las montañas elquinas con charlas explicativas acerca de los satélites y planetas, además de poder degustar Pisco de elaboración artesanal. Un guía especializado te introducirá en el mundo de la astronomía a través de la observación en un telescopio.
Karina Vazquez y Tali Akuka de astrotour (K.V / T.A)
Pisco Elqui es parte de la ruta de las estrellas, un camino en el que se realiza turismo astronómico desde distintos puntos montañosos del país . Así que, si quieres sentir como si estuvieras en el espacio, ir a Pisco Elqui es un lugar imprescindible en este viaje. El paisaje atrapa a los viajeros, y así fue como yo misma aluciné cada noche con los cielos más preciosos que existen en el sur de nuestro planeta.
También te cautivará el ambiente familiar del pueblo de tan solo 1.500 habitantes, te sentirás en intimidad junto a las estrellas. Es un lugar que transmite paz y una sensación de relajación inusitada,por eso se practican todo tipo de terapias alternativas: reflexología, yoga, meditación y reiki, incluso tarot. Una invitación a un viaje interior a través de la conexión con la naturaleza. La madre tierra a tus pies.
Las tradiciones de Pisco Elqui fueron heredadas de los diaguitas, un pueblo que practicaba la astronomía antigua y creían que los seres humanos eran parte de un sistema natural. De ahí que los lugareños todavía realizan ceremonias en honor a las montañas, al sol y la luna.
La cabalgata salvaje
A caballo por los cerros que rodean el pueblo se atraviesa el río Cochiguaz para observar la imponente cordillera de Los Andes en una cabalgata, a través de las montañas, que llevan a lugares vírgenes, intactos, puros y mágicos de impresionante belleza y color.
Pisco Elqui ubicado a un costado de la cordillera de los Andes (K.V / T.A)
Pisco Elqui es el pueblo de Gabriela Mistral, la gran poetisa trasandina que lo dibujó en uno de sus más bellos poemas: “Mi infancia aquí mana leche de cada rama que quiebro, y de mi cara se acuerdan salvia con el romero, y vuelven sus ojos dulces como con entendimiento, y yo me duermo embriagada en sus nudos y entreveros”.
Gabriela Mistral vivió en este paraje que la motivó y la inspiró a escribir. Ella recibió el premio Nobel de Literatura en 1945, y en el pueblo de Vicuña hay un museo en su honor que vale la pena visitar. La impronta de esta mujer, independiente y fuerte, motivó al resto de mujeres de tal manera que las iniciativas turísticas son lideradas por ellas. Entre la población se nombra a Pisco como el ‘pueblo de las mujeres’.
Cómo llegar a Pisco Elqui
Desde La Serena, una ciudad situada al lado del Pacífico, se viaja en un bus que tarda una hora en llegar al destino. En época invernal puede que los caminos queden inhabilitados por la nieve.
Punta de Choros, una maravilla natural
A tan solo una hora de La Serena, en la región de Coquimbo, se encuentra la caleta Punta de Choros, un lugar rústico habitado por una población de pescadores artesanales. La costa cautiva a los visitantes por su tranquilidad y belleza natural, y desde allí se navega hacia la isla Choros, que es parte de la Reserva Nacional del Pingüino Humboldt que recibe este nombre por un tipo de pingüino que allí habita.
Os aconsejo que realicéis este tour por la mañana pues observaréis delfines nariz de botella, colonias de pingüinos, distintos tipos de aves, como pelícanos, piqueros y gavotines sudamericanos, entre muchas otras especies que engalanan el lugar.
Ejemplar de chungungo reposando en una roca en isla Choros (K.V / T.A)
Navegarás en un bote hacia la isla Damas, y se acercarán los delfines juguetones para saludarte a su manera, los guías explican que si tienes buen ánimo tendrás la suerte de verlos, pues estos animales perciben el buen humor de las personas y las emociones positivas.
Una curiosidad: en esta reserva ecológica los pingüinos viven al inicio del desierto de Atacama, uno de los más secos del mundo.
Cola de una ballena azul en isla Choros (K.V / T.A)
Al llegar a las islas te quedarás sorprendido por sus dos maravillosas playas: playa Tijeras y playa La Poza, ambas parecen de otra dimensión con sus arenas blancas y aguas de color turquesa. Sin embargo, está prohibido bañarse para proteger el hábitat de las especies que habitan en la zona.
El paraíso de Bahía Inglesa
Desde La Serena viajarás a Copiapó para hacer conexión, a Bahía Inglesa, desde La Caldera. La travesía vale la pena porque te encontrarás con unas playas de película a las que denominan como ‘el Caribe chileno’. Las aguas de Bahía Inglesa son cristalinas, ideales para hacer esnórquel y nadar entre cardúmenes de peces de colores.
La Piscina es una de las playas más paradisíacas del lugar, se denomina así porque no tiene olas y es exquisita para nadar durante horas. Solamente debes saber que sus aguas tienen una temperatura muy baja algunos días - entre 9° y 18°-, a veces la sensación de frío es alta por la diferencia térmica entre el exterior y el interior. Un lugar en el que se puede degustar una excelente gastronomía compuesta por frutos de mar y pescados frescos.
Otra visita indispensable es el Morro Copiapó que tiene forma de ballena, la playa Chorrillos, una zona escondida y rodeada de acantilados, así como la playa de La Virgen, perfecta para tomar fotografías sin bañador. A veces se acercan los leones marinos y descansan en las playas abarrotadas por los turistas.
León marino en la Bahía Inglesa (K.V / T.A)
Por otra parte, en esta área hay yacimientos fósiles que datan de hasta 11 millones de años. Puedes visitar el parque Paleontológico Los Dedos, a cinco kilómetros de Bahía Inglesa, la entrada es gratuita. Encontraréis fósiles de fauna marina que se exhiben en un museo al aire libre con ejemplares originales y algunas réplicas. El parque está situado en la región del desierto de Atacama. La gran variedad de colores marrones resultado de la erosión de los minerales, hará que os sintáis como si estuvierais en Marte.
Durante los meses de agosto y septiembre se produce un fenómeno inusual -producto de las pocas lluvias y las heladas- el denominado desierto florido. El paisaje árido y seco se llena sorprendentemente de flores moradas.
Armando Tejada Gómez dice en su canción: “Subo desde el sur, vengo desde el norte, y todo parece que besa mi Chile, cobre y mineral”. No puedes perderte este viaje único por un destino natural que te fascinará.
Playa en la Bahía Inglesa (K.V / T.A)
https://www.lavanguardia.com/ocio/v...punta-de-choros-bahia-inglesa-pisco-elqu.html
