Consecuencias del coronavirus. Curiosas, positivas...

Yo estaba pasando por un momento terrible cuando empezó y, de alguna manera, me ha servido para tener lo que necesito en este momento: no salir, no ver a nadie y estar en casa con mi marido, los dos solos, pudiendo pasar tiempo juntos, hablar, ver películas, abrazarnos y dejar pasar las horas sin más... Creo que para mí ha sido como una terapia.
 
El cielo azul. En Madrid, nunca lo había visto así. Además de un azul precioso, vi el arcoiris entero por primera vez en mi vida. No lo olvidaré mientras viva.
Echaré de menos el silencio, la calma sin el tráfico y los ruidos de Madrid. Asomarme a la ventana de noche y escuchar un nido que debe estar cerca. Es increíble. Adoro Madrid tal y como es porque he nacido y vivido aquí toda mi vida, pero me gustaría verla así siempre. A pesar de todo lo que hemos y estamos viviendo, ha sido una oportunidad para descubrir el horroroso y frenético tren de vida que llevamos. Conectar con la naturaleza ha sido el mayor regalo.
 
Sin duda , la falta de contaminación. El cielo está impresionante.
En otras áreas no he notado grandes cambios. Soy muy casera, puedo estar sin salir de casa mucho tiempo sin sentirme agobiada. Mis vecinos siempre han sido muy respetuosos y no les oigo para nada, ni para aplaudir. Salir a comprar me crea ansiedad. Me va a quedar trauma con el Mercadona y con el lidel.
Mi vida no ha cambiado mucho, pero he aprendido algo, No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. Antes de la pandemia tenía que haber ido al dentista. El no hacerlo a su debido tiempo lo estoy pagando caro. Y como eso varias cosas más. Todo por pura pereza. Nunca más.
 
La pandemia está sirviendo para no oir ruidos. Antes se oían siempre ambulancias, coches... Ahora no.
También, justo cuando empezó necesitaba un descanso y vino, duro poco porque comenzo el teletrabajo. Lo bueno del teletrabajo es no ver a la gente cara a cara.

Lo mejor del confinamiento es no ver gente durante una temporada ni oir ruidos.
 
Algo que me ha dejado un poco "tocada" ha sido lo de los "nazis del balcón". Esos vídeos de gente insultando a otra por la calle me ha hecho comprender muchas cosas. La primera vez que tuve que bajar la basura, fui con miedo. Pensaba que estaba haciendo mal. Qué lo mismo no era la hora, ni el momento correcto. Una sensación rarísima.
 
Algo que me ha dejado un poco "tocada" ha sido lo de los "nazis del balcón". Esos vídeos de gente insultando a otra por la calle me ha hecho comprender muchas cosas. La primera vez que tuve que bajar la basura, fui con miedo. Pensaba que estaba haciendo mal. Qué lo mismo no era la hora, ni el momento correcto. Una sensación rarísima.


Los primeros días de la cuarentena fueron mortales, menudos videos de veían. A mi me dejó loca la visillera que llamaba de todo a una chica que estaba siendo detenida u se la veía que bien de la cabeza no estaba. Para remate sale el que parece es el novio y siguen ahí "lista que eres una lista", y suelta la visillera "pero déjales trabajar", encima peloteando a la policía. Los propios agentes mirando al balcón con actitud de decirle a la payasa que se callara ya de una vez.
 
Los primeros días de la cuarentena fueron mortales, menudos videos de veían. A mi me dejó loca la visillera que llamaba de todo a una chica que estaba siendo detenida u se la veía que bien de la cabeza no estaba. Para remate sale el que parece es el novio y siguen ahí "lista que eres una lista", y suelta la visillera "pero déjales trabajar", encima peloteando a la policía. Los propios agentes mirando al balcón con actitud de decirle a la payasa que se callara ya de una vez.
Qué mal cuerpo me han dejado esas escenas. Y esa gente está entre nosotros.
Yo ahora salgo a la hora permitida y no me paso de una hora. Voy pensando ¿estará alguien cronometrándome? vivo mi 1984 particular.
 
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Sin coronavirus, prisas y corriendo a todas partes. Comiendo cualquier cosa, muchos días, por falta de tiempo. Exhaustos al llegar el vienes, así que comíamos fuera, más veces de las que quisiera.

Ahora nos alimentamos mejor. Todo preparado en casa, porque no quedaba otra. Tiempo para preparar un desayuno sano, comida equilibrada, sin el estrés de antes.

No se vosotr@s, pero mi cuerpo lo nota, para bien.

Algo bueno tenía que tener esta situación
 
Yo me repito mucho, pero lo digo bien clarito. Necesitaba parar, estaba agotada del ritmo de trabajo, las actividades por la tarde y las clases. Al estar dos semanas sin entrar nada nuevo, me puse al día de cosas atrasadas. No voy a pilates ni a yoga, pero hago yoga en casa. Aunqeu sea por menos desplazamientos, tengo 40 minutos más de tiempo al día. Estoy aprovechando para mirar dentro y hacer ejercicios de crecimiento personal.
 
Qué mal cuerpo me han dejado esas escenas. Y esa gente está entre nosotros.
Yo ahora salgo a la hora permitida y no me paso de una hora. Voy pensando ¿estará alguien cronometrándome? vivo mi 1984 particular.


Chivatos, gente abominable que disfrutaría con la vuelta de la Inquisición. Son chusma. Aunque yo viera por la calle a alguien haciendo el gamba que solo le perjudica a esa persona, que le den y si tiene un problema con la policía es suyo y que se joda. De ahí a grabarlo, gritar como una gilipollas que pide sangre, es que es de cavernas total.

He visto a mucho subnormal desde que nos han dejado salir a la calle. Menudas escenas, pero mira, me alejo de esa gente, allá ellos si luego les pasa cualquier cosa, mientras solo les afecte a ellos las tonterías que hacen ...es su problema. La putada es que con tanto subnormal creo que nos van alargar más el estado de alarma.

Ayer me pilló a mí el que eran ya las 09:45 y veía que no llegaba a mi casa a a tiempo y pensando "ay que me pillan, ay que acabo en un calabozo". A mi la verdad, me gusta tener mi propio sentido común.
 

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